En Memoria de Piiixedis G. Guerrero -...

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¿Que no podéis ser leones? Tí (ten o. Sed simplemente hombres. P. C. 0, ¡m»«e$G<>Q$*H'»$<&*m&* English Secfion, Page 4 egeneracton 0*6«C«O«C«O«O*O«C4<» *O*&4CK.toO*0*C*O4<H« ESCRITO POR TRABAJADORES Y PARA LOS TRABAJADORES Semanal Revolucionario No. 123. Sábado 11 de Enero de 1913. Saturday, January 11, 1913. EN MÉXICO. Por un año.. .$5.00 moneda mexicana Por 6 meses..$2.50 moneda mexicana EDITOR: Anselmo L. Figueroa. 91+ Boston: St„ Los Angeles, Cal. Teléfon'o: Home A 1350. Entered as Second-Class mafcter Sept. 12, 1910, at Los Angeles, Cal. EN LOS ESTADOS UNIDOS. Por un año $2.00 oro Por seis meses -SI.10 oro Por tres meses .$0.60 oro 5 CTS. ORO. 10 Cts.. Moneda Mexicana. En Memoria de Piiixedis G. Guerrero Episodios Revolucionarios de Palomas Este capítulo de historia libertaria debería llamarse: FRANCISCO MANRIQUE; debería levar el nombre de aquel joven casi niño muerto por las balas de tiranía el lo, de Julio de 1908 en el poblacho fronterizo de Palo- mas. Los hechos trazan su silueta sobre el fondo borroso de esa jornada semí desconocida, que se esfuma en el gris panorama del desierto. Apenas once libertarios pudieron reunirse cuando las persecuciones caían como granizo sobre el campo revolucionario. Once nada más para intentar con un audaz movimiento salvar la Revolución que parecía naufragar en la marejada de las traiciones y las cobardías. Había brillado ya el alba roja de Las Vacas y Viesca, evacuada por la Revolución, retumbaba todavía con el grilo subversivo de nuestros bandidos, cuando este grupo diminuto se formó en medio de las violencias represivas y se lanzó, con un puñado de cartuchos y unas cuantas bombas nianufacturadas á toda prisa con materiales poco eficientes, sobre un enemigo apercibido á recibirlo con incontables elementos de resistencia; contra la tiranía fortale- cida por la estupidez, el temor y la infidencia, contra el secular despotismo que hunde sus tacones en la infamada alfombra de espaldas quietas que se llama pasifismo nacional. Palomas se hallaba en el camino que debia seguir el grupo; su captura no'era de importancia para el desarrollo del plan estratégico adoptado, pero convenía atemorizar á los rurales y guardas fiscales que lo guarnecían para cruzar el desierto sin ser molestados por su vigilancia. En el camino los hilos telegráficos fueron cayendo cortados de trecho en trecho. Las carabinas empuñadas y listas a disparar, los sombreros echados hacia atrás, el paso cauteloso y á la vez firme, el oído atento á todos los sonidos y el ceño violentado para concentrar el rayo visual que batallaba con la negrura de la'noche, los once revolucionarios llegaron á las proximidades de la Aduana. Dos bombas arrojadas á ella descubrieron que estaba vacía. Los rurales y los guardas fiscales obligando á los hombres del lugar á tomar las armas se habían encerrado en el cuartel. Antes de atacarlo se registraron las casas del trayecto para no dejar enemigos á la espalda, tranquilizando de paso á las mujeres explicándoles el objeto de la revolución en breves frases. Pronto se tocaron con las manos los adobes del cuartel y pronto sus aspi- lleras y azoteas enseñaron con los fogonazos de !os fusiles el número de sus defensores. Adentro-había el doble ó más hombres que afuera. La lucha- se trabó desigual para los que llegaban. Las paredes de adobe eran una magnífica defensa contra las balas del Winchester, y las bombas que hubieran >ejwelto en ¿pocos scgundpa Uv ¡situación resultaron demasiado pequeñas. T Francisco Manrique,.el primero en todos los peligros-, se adelantó hasta ml9- ja&m dfj cuartel, batiendo^. 4 sacha díacubierto. $ á, ÍJOSJWSÜS de las., r traidora? aspilleras'qíie escupían plomo y acero cayo' mortamtMite herido. .lí&TíuéHsi-"coñlíníióf^ts balas siguieron silbando de alto abajo y de-abajo hacía arriba. EJ horizonte'palidecía con la proximidad del so! y Pancho palidecía también invadido por la muerte que avanzaba sobre su- cuerpo, horas antes altivo, ágil y temerario. El día se levantaba confundiendo sus livideces con las de un astro de la revolución que se eclipsaba __ Era necesario continuar la marcha hacia .el corazón de las serranías. Era preciso llevar rápidamente el incendio de la rebelión á todos los lugares que se pudiera. ' , La última bomba sirvió para volar una puerta y sacar algunos caballos. Pancho desmayado parecía haber muerto. El ínteres de la Causa había sacrificado la vida de un luchador excepcional y el mismo interés imponía cruelmente el abandono de su cuerpo frente aque- llos muros de adobe salpicados con su sangre, espectadores de su agonía, testigos de su última y.bella acción de sublime estoicismo, Pancho volvió en sí poco después de la retirada de sus diez compañeros. Le interrogaron y tuvh la serenidad de contestar á todo procurando con sus palabras ayudar indirectamente á sus amigos. Conservó su incógnito hasta morir, pensando lúcidamente que si su nombre verdadero se conocía, el des- potismo, adivinando quienes le acompañaron procuraría aniquilarlos si la Revolución era vencida. De él no pudieron saber ni proyectos, iit nombres; nada que sirviese á la tiranía. _ Pancho amaba la verdad. Jamás mentía para esquivar una responsabili- dad ó adquirir un provecho. Su palabra era franca y lea!, á las veces ruda pero siempre sincera. Y, él> que habría desdeñado la vida y el bienestar com- prados con una falsedad, murió mintiendo (mentira sublime), envuelto en el anónimo de un nombre convencional, Otilio Madrid, para salvar a la Revolu- ción y h sus compañeros. ; Conocí á Pancho Acude niño. En la escinda nos sentamos en el misino íntico Después, en* la adolescencia peregrinamos juntos a través de la explotación y de la miseria; y más tarde nuestros ideales y nuestros esfuer- zos se retiñieron en la Revolución. Fuimos hermanos como pocos hermanos pueden serlo. Nadie como-yo penetré en la belleza de sus intimidades; era iin joven profundamente bueno á pesar de ser el suyo un carácter bravio como un mar en tempestad. . , Pancho renunció c! empleo que tuvo en el ramo de Hacienda en el Estado de Guanajualo, ptira convertirse en obrero y más tarde en esforzado paladín de la libertad, en aras de la cual sacrifico su existencia tan llena de borrascas intensas y enormes dolores que supo domeñar con su voluntad < e diamante. Sus dos grandes amores fueron su buena y excelente- madre y Ja libertad. Vició en la miseria, padeciendo 1» explotación y jas injusticias bur- guesas porque no quiso ser burgués ni explotador. Cuando murió su padre renuncio la herencia que le dejara. Pudiendo vivir en un puesto del gobierno ^U&^S^^yto%om\tM\6 desde la cumbre de su miseria voluntaria y altiva Era un rebelele del tipo moral de Bakounínc: la acción y el idealismo se amalgamaban armoniosamente cu su cerebro. Dondequiera que la Revo- lución ncccsHaba de su actividad allá iba el, hubiera o no dinero, porque sabía abrirse camino á fuerza de astucia, de energía y de sacrificios. Esc fué el Otilio Madrid, á quien llamaron el cabecdla de las bandidos de Palomas. Ese fué el hombre que vivió para a verdad y espiró envuelto cu una mentira sublime y en cuyos labios pálidos, jnlpuron «ii elúltimo minuto dos nombres: el de su madre .querida y el mío. e! de su hermano, que todavía vive para hacer justicia á su memoria y continuar la lucha en que ti derramosu sangre; que vive para apostrofar al pasivismo de un pueblo con la heroica y juvenil silueta del sacrificado de Palomas .. .Cuantos fueron los hombres del gobierno que perecieron en este com- bate' La tirana íia sabido ocultarlo. , ... La naturaleza se altó al despotismo. El Grupo fué vencido por esa terrible amaina del desierto: La Sed; llama que abraza, serpiente que cfrángula, ansia míe enloquece; compañera voluptuosa de los inquietos y blandos me- ónos %i el sable, ni el fusil La Sed. con la mueca indescnptib e e sus'c'arícías; tostando los labios con sus besos; secando horriblementeJa W -i con lu aliento ardoroso; arañando furiosamente la garganta, detuvo 3 i s T ¿ rrcbcld^ V, á lo lejos el miraje del lago.cnstalmo S o del sediento que se arrastraba empuñando «na carabina ^potente LA MUERTE DE LQS HÉROES Después del extremeciomicnto de Viesca, las prisiones «cibieroiii abun- dante simlemento de huéspedes. Al lado del ancianos del hombre llegaba el adolesíen c á hundirse en ía penumbra de los calabozos M » l d « y sos- pccltosos se amontonaban confudidos en el infecto recinto de tos P e d i o s . Ka" del espía y del soldado, se presentó el Juer, con a consigna en ci boU síHo íoscWables aparecieron á responder de sus delito» ante la barra del despotismo. Desenvolvióse el proceso; un proceso como todos Jos que la S S c I miedo y la pasión construyen. Se pronunció sentencia: Lorenzo Robledo—veínte años de reclusión. Lucio Chaires—quince años.. Patricio Polendo—quince anos. > . ... - . Feliz Hernández—quince años. Gregorio Redolía—quince aiios. Leandro Rosales—quince años". José Hernández—quince años. Andrés Vallcjo—quince años. Juan Montclongo—tres años. Julián Cardona—quince años. Los once, á Ulúa; al viejo Ulúa de las tinajas inquisitoriales. Para José Lugo, la pena de muerte. Su juventud vigoroza, su audacia, su personalidad simpática y resuelta hirieron la mente atrbiliaria de los verdugos. Fusilarían á la Revolución en el pecho de aquel joven tan valiente y altivo. El frío de su cadáver apa- garía la braza que chispeaba. Lugo, afrontó sin inmutarse las consecuencias de sus acciones de liber- tario; se negó á delatar á sus compañeros y abofeteó con sn verbo de libertad y de justicia á los sicarios que le enviaron al patíbulo. La ejecución fué aplazándose, y Lugo vivió largos meses en la prisión, esperando diariamente la muerte con la tranquilidad del consciente; tratando con fraternal bondad al amigo que torpemente le entregó á los opresores. En sus labios no asomó nunca la recriminación ó la queja. Era inmenso aquel joven que espantó á sus jueces con la grandeza de su carácter. , Llegó al fin el momento que el despotismo creyó oportuno, y José Lugo fué conducido á un corral; quisieron ponerle una venda; la rechazó desde- ñosamente; se colocó firme, sereno, sin alteraciones eJt el pulso frente la escuadra de soldados, que pálidos descargaron sus armas; en pecho heroico. Luego: la plancha, la exhibición salvaje de un -cadáver agujereado para causar terror en los ánimos. Una madre desolada. La Tiranía más débil. La Revolución en pie., ¡José Lugo^immortal! Una fecha que no olvidaremos: 3 de Agosto de 1930. ,< _ La ardiente Siberia Yucateca tuvo mi hermoso sacudimiento de energías rebeldes; sus libraciones llenan todavía la trágica aridez de sus estepas. La HIDRA, cortada en pedazos se reproduce en cada uno dé ellos. Tras de Valladolid se repiten los hechos que sucedieron á Viesca. En- chimicnto de cárceles, persecuciones absurdos, asesinatos inútiles, cobardes ensañamientos represivos. ~ Ramírez Bonila, Kankum y Albertos son llevados violentamente á un Consejo de Guerra: la "justicia" no fué ahí el leguleyo artero y solapado, síno la bestia uniformada. Rápidamente; con la rapidez denunciadora del pánico oficial se instruyó un sumario, y los tres rebeldes recibieron una sen- tencia de muerte; ya que no quisieron dedicar.sus yída$ a la sumisión y al servilismo. Su magnifica serenidad no se alteró al ¡oir el fallo. Dos de ellos llamaron á las prometidas de sus amores para verificar sus bodas junto al cadalzo; mujeres fuerte^, compañeras dignas,de tales bracos! La vida palpitó Hjtcusffifrren+o **bsc «¿ ífbwmo que se abrí»; ', ' t "*•* ' Ramírez Bonilla, Kankuríi'y Albertos rodaron por -el suelo frente al cuadro fatídico, para levantarse como enseñanzas de- fortaleza y rebeldía. Luego: el luto de las viudas.. Los periódicos viles aplaudiendo ó justificando á la "justicia." La Tiranía agonizante. ¡La Revolución en marcha! Un nuevo error, apresurando el desquiciamiento del mundo viejo. ¿Y el Pueblo? . ¡Ah! SÍ- Lugo, si Albertos, Ramírez, Bonilla y Kankum. no conmueven la conciencia'de los proletarios, va negaré á esc pueblo basta el desprecio de mi saliva. . ' : : - . '- * PRÁXEDIS G. GUERRERO. de Cuba, el de Filipinas, el de Pana- má, etc. A la nota que el 14 de Abril último envió el secretario de estado Huntington Wilson al gobierno de Madero exigiéndole que las vidas y propiedades americanas dentro de te- rritorio mexicano debían ser prote- gidas y manifestándole que el gobierno de los Estados Unidas mantendría á México y al pueblo mexicano res- ponsables por los actos ilegales que sacrificaran ó pusieran en peligro la vida de los americanos ó dañaran la propiedad é intereses americanos allí situados, nota que no ejerció efecto ninguno en los hechos de los revolu- cionarios, pues éstos contestaron con la expulsión de los morrnones y un comienzo de expropiación general de los bienes yankees, el gobierno de Washington agregó otra el mes de Septiembre último, qué, por su tono enérgico, constituía la más fuerte pre- sentación de hechos que la diplomacia de éste paso haya enviado al gobierno de Francisco I. Madero. En ésta no- ta, después de manifestar todas las cosas hechas por el gobierno ameri- cano á costa de grandes gastos para mantener la neutralidad y proteger la frontera internacional, Philander C. Knox detalladamente describía 40 ca- sos en los cuales las propiedades de ciudadanos americanos habían sufrido injuria en manos de los revoluciona- rios, y pedía á Madero un informe oficial, el cual tal vez haya enviado éste, aunque no tenemos conocimien- to de ello. De Septiembre á los últi- mos días del ano, la Revolución ha expropiado en más de cien casos los bienes de los yankees en otras regio- nes del país y aun ha fusilado á dos ó tres que trataron de hacer resisten- cia: .Estos actos jastíetecos 'de maes^ tros hermanos han ofendido mucho 4 Knox, cuien por de pronto ordenó al embajador Wilson que se embarcara en Nueva York el último día 26 de Diciembre con una nueva nota para el gobierno de México exigiendo pronta acción para la protección de la pro- piedad y vidas americanas, aunque una fuerte nota que casi se puede conside- EL TRIÜMFO DE ITALIA SOBRE TURQUÍA ¡CIVILIZACIÓN GUERRERA! LOS PRODUCTOS DE LAS GUERRAS DE CONQUISTA La Guerra con el Capitalismo Yankee es Inevitable La invasión del territorio mexicano por tas tropas de los Estados Unidos pronto va á ser un hecho. Después de la demostración naval que los po- tentes "dreadnoughts" hicieron con- tra México hace pocos días en aguas de Veracruz, todos los movimientos que el capitalismo y el gobierno de este país están efectuando, tienden á ese fin, y las informaciones privadas que nos llegan de Nueva York y Phi- ladelphia, confirman lo que en núme- ros anteriores habíamos expresado: que el capitalismo yankee opondría su fuerza armada al avance de la Revo- lución Social en México, No podía suceder de otra manera. Vencido él gobierno maderista por las fuerzas revolucionarías que prác- ticamente tienen control de man de la mitad de la República (!). expropia- dos ios bienes que estaban en posesión de los burgueses yankees (2), expul- sados ellos mismos del territorio me- xicano (3), nulificadas las facciones de los políticos mexicanos, vacias las cajas del tesoro nacional y desconocí- do el principio de propiedad privada por la Revolución, la plutocracia de Morgan, en su propio interés y de acuerdo con los antecedentes histó- ricos de los Estados Unidos, se lanza á salvar á México del poder del pro- letariado y á tratar de encarrilar otra vez el país en la vía del sistema capi- talista. La plutocracia yankee ha venido preparando !a invasión de México con ese tacto con que siempre ha prepara- do todos sus golpes, el del Hawai!, el rar como un ultimátum—á decir de la prensa burguesa de Nueva York—se- rá enviada á Madero en los primeros días úe éste mes. En esa nota, Knox declarará que la paciencia del go- bierno de los Estados Unidos se ha agotado como resultado del fracaso de la administración de .Madero para sofocar la Revolución y establecer la autoridad del gobierno mexicano, co- mo también por la aparente indiferen- cia del mismo á la conducta que los Estados Unidos han ejercido en frente de tanta provocación, y para refor- zarla más, ordenará la movilización de 5000 hombres más á la frontera, en la vecindad de El Paso, Texas. Por su parte, la prensa burguesa si- .gue urgiendo al gobierno para la in- vasión de México. En un editorial sobre México, uno de los diarios de Texas se exoresá así:. "Ya que el go- bierno mexicano no puede poner bas- tantes fuerzas en el. campo, para des- trozar á las bandas de. rebeldes, es deber del gobierno de los Estados Unidos enviar suficientes fuerzas de caballería al otro lado del Río Grande y guardarlas en movimiento hasta que pongan fin á esas condiciones, que no pueden ser toleradas mas". Otro diario, "El Paso Morníng Times," dícer "SÍ México no está en posición de restaurar la paz y tranquilidad en la frontera, debe apreciar la determi- nación de parte de los Estados Unidos para hacerlo. El pueblo americano no puede tolerar ésta era de ilegalidad y terrorismo en los estados del norte de México y si el gobierno mexicano no puede poner en el campo bastantes hombres para limpiarlo de rebeldes, apreciará el deseo que abriga el go- bierno de los Estados Unidos para efectuar ese bondadoso servicio (?) para el pueblo mexicano." No hay ninguna duda que el capi- talismo se ha convencido de que no es posible en el futuro el estableci- miento en México de un gobierno es- table que guarantice la propiedad, ni por medio de un despotismo militar ó una democracia al estilo de la ameri- cana; se ha cerciorado de que las agencias humanas del gooíerno de Madero por la paz han fracasado por completo, máxime cuando el nuevo secretario de gobernación Rafael Her- nández Madero declara que sólo un ejército de medio millón de hombres podra sostener al gobierno; se ha con- vencida que el comunismo anárguico tiene millones de partidarios en Mé- xico y que el país camina hacia la realización de ese grandioso ideal. Aquí deben encontrarse las razones porque el pudaismo de Wall Street se negó á prestar al gobierno de Madero los veinte millones» de pesos que ha •e-sads pmteirdo desde él-mes ¡3e Octu- bre en los mercados monetarios. Aquí deben encontrarse las razones de la investigación que los senadores Smith y Fall hecho sobre la Revolu- ción Mexicana, investigaciones que se harán públicas en estos días en el Senado en Washington, y que van á ser la base para que después de al- gunas discusiones éste cuerpo de bur- gueses decrete en Marzo ó Abril pró- ximos que se abra el nuevo periodo de sesiones, la invasión de México pa- ra proteger el sostenimiento del sis- tema capitalista. En esas discusiones habrá algún hombre que como Augustus O. Bacon, senador de Georgia, se oponga á la invasión de México, repitiendo las frases que usó al atacar al bandido Philander C. Knox por la invasión de Nicaragua, aquellas frases de que no es el deber de los Estados Unidos mantener paz entre aquellos que viven bajo otros gobiernos; de que quinien- tos años atrás sus antecesores com- batieron y se mataron los unos á los otros por cuya carnicera se desarro- lló la civilización; y, de que tales inci- dentes en la vida de un pueblo son parecidos á los golpes y quemadas que debe sufrir un muchacho en su creci- miento hasta ser hombre, pero toda su lógica sobre la justicia que asiste á un pueblo para gobernarse así mismo ó deiar de gobernarse, será barrida por la abrumadora mayoría de los Stone, los Oliver, los Davis y tantos otros abogados y sirvientes de las corporaciones de que está compuesto el senado de los Estados Unidos. Hay algunos ilusos que todavía es- peran que la política que desarrolle el próximo Marzo el nuevo presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, evitará la invasión de México. Profesor de escuela burguesa, autor de obras burguesas, gobernador de New Jersey, el estado en que más florecen los trusts, y electo presiden- te por la flor y nata del capitalismo yankee. el llamado demócratí Wood- row Wilson, miembro del panido es- clavista que niega al negro todo dere- cho, obedecerá los dictados de sus amos, no se apartará de la línea de conducta que éstos le tracen é irá á la guerra contra México, de la misma manera que William McKinley fué á la guerra contra España. El presi- dente de los Estados Unidos, sea re- publicano, demócrata ó progresista, simplemente es un sirviente del capi- talismo, verdadero amo y gobernante de los Estados Unidos. Nosotros, los proletarios mexica- nos, en vista de la situación, debemos prepararnos, alistarnos para el mo- mento en que los esbirros de amarillo crucen la línea divisoria y obrar en el terreno que podamos, pues nuestras ¡deas no admiten fronteras. Sabemos auienes son nuestros enemigos, no distingamos, pues, su color ó su raza. v sólo recordemos "ué, burgueses, nos hicieron sufrir por años y años mien- tras ellos obtenían todo el producto de lo cosecha de la tierra en aue tra- bajábamos, todo el producto del car- bón que extraíamos de la mina, todo el producto de los ferrocarriles cuyas vías construímos, en fin, que gozaban de la felicidad mientras nosotros nos debatíamos entre las garras de la es- casez y la necesidad, creándoles ri- quezas. La guerra con el capitalismo yankee es inevitable. A alistarnos para el día que la declare. Es preferible morir quemando las cabezas amarillas de los bárbaros, que seguir siendo esclavos de salarios. Es preferible morir ha- ciendo justicia social, que caer vícti- mas de la tisis, la anemia ó los acci- dentes del trabajo al servicio de la burguesía. ANTONIO DE P. ARAUJO. < 1 >—Los últimos triunfos de los compañeros en armas son la grandio- sa toma de Juchitepec. en el estado de México y la captura de Coatepec en el estado de Morelos, victorias que han desmoralizado por completo á los mercenrríos del llamado generai Blanquet. (2)—El archimillonario J. P. Mor- gan exigió hace días del gobierno ma- derista, por conducto de la embajada yankee en México, protecciones para la hacienda de Cedros que abarca casi todo el norte del estado de Zacatecas y cuyos campos de guayule los tiene valuados en diez millones de pesos. Los rebeldes Benjamín Argumedo y Severo de la Torre ocuparon hace varios meses las propiedades de dicha hacienda, habiendo incendiado y ex- propiado los ranchos de Apizolaya y San Rafael que pertenecían á la mis- ma, y desde entonces han sacrificado el ganado y varios millares de cabras para mantenimiento de sus fuerzas y han impedido la recolección de gua- yule. (3)—Louis Jergensen, burgués ame- ricano, declaró en Hachita, Nuevo México, que caminando rumbo á Co- lonia I>íaz,.ChÍb., fué hecho, prisionero por los revolucionarios, quienes des- pués de despojarlo de sus provisiones y caballos, lo expulsaron de México * diciéndole que á ningún rico america- no se le permitiría residir en-México, y que si volvía, lo pasarían, por las armas. Dos burgueses yankees, Cameron y McCor-Kiick fueron capturados por los revolucionarios y obligados á pa- gar ciertas multas para obtener sus libertades, y después, expulsados de México. La Bandera Roja O A la Junta Organizadora del O O Partido Liberal Mexicano. O O Compañeros:—Salud O O Comunico á Ustedes que el O O día 17 de Diciembre se levanta- O O ron conmigo treinta y seis com- O O pañeros v dimos el grito de Tie- O O rra y Libertad en MLdera, Es- O O tado de Chihuahua. Todos esta- O O mos armados con pistolas, rffles O O y dotación de Quinientos cartu- O O chos por plaza. Caminamos rurn- O O bo al Estado de Durango, dónde O O están los centros de compañeros O O que proclaman la causa de Tierra O O y Libertad y ya les participaré O O las novedades que tengamos, O O ¡Viva el Partido Liberal Me- O O xicano! ¡Viva la Bandera Roja! O O Madera, Chih., Diciembre 20 O O de 1912. O O EPITACIO TREVINO. O oooooooooooooooooo A los numerosos grupos en armas que pelean por el triunfo de nuestros ideales, agregamos ahora el anterior que fué armado á costa de agrandes sacrificios de parte de muchos com- pañeros. Nos comnlace ver los frutos de la labor de REGENERACIÓN, pues todos los compañeros que integran la nueva guerrilla han sido lectores de este periódico por largo tiempo. Compañeros conscientes son.s ÍÍ>S que necesita nuestra causa para ven- cer. Hagamos consciencia revolucio- naria y apresuraremos el tan deseado día de la victoria. Pro Aldamas l-'.l i-n«-i« di- A1<];UII:I<Í v:i iim-ri-sniídn. aiiiiiliii' p.-iiil.-itin.-iitn-nti-, á los ciernen' lu-; radiciilf* ihl pni>. nriíanizándose CiMlliuu.'lIlH'UU' ¡lOtns púlilicns, que >'l n.i licúan :'i MT «IÍUKU'S éxitos mone- tarios. ri'vi'-U'ii mucha itnpnrtiincia pa- ñi la avihl.i niitnil, ya i|iie se va agi- tando á la opinión púhlic:i, i|ue ha tic iníltu'iH'iar .línnuU'ineiito en el anime de 1.x diu-f iiu-c-s que juzgarán al Cttmpíint'rn AIdnnias. I,.»s conipafuTos K.tt"i\ fíiovannitli. Haywnml. Knnna Guiri man y otros, ci.uncidos prupaiínndistas libertarios se ocupan cnntiniumienti' det caso d\* Alríamns, interesando á los trabajado- res para que ayuden nitral y material- mente á la defensa de. nuestro, compa- ñero encarcelado. IVm hay «pie decirlo: asi que lo* elementos españoles vieron que lo«i

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ESCRITO POR TRABAJADORES Y PARA LOS TRABAJADORES Semanal Revolucionario

No. 123. Sábado 11 de Enero de 1913. Saturday, January 11, 1913.

EN MÉXICO. Por un año . . .$5.00 moneda mexicana Por 6 meses..$2.50 moneda mexicana

E D I T O R : Anselmo L. Figueroa. 91+ Boston: St„ Los Angeles, Cal.

Teléfon'o: Home A 1350. Entered as Second-Class mafcter Sept. 12, 1910, at Los Angeles, Cal.

EN LOS ESTADOS UNIDOS. Por un año $2.00 oro Por seis meses -SI.10 oro Por tres meses .$0.60 oro

5 CTS. ORO.

10 Cts.. Moneda Mexicana.

En Memoria de Piiixedis G. Guerrero Episodios Revolucionarios de Palomas

Este capítulo de historia libertaria debería llamarse: FRANCISCO MANRIQUE; debería levar el nombre de aquel joven casi niño muerto por las balas de tiranía el lo, de Julio de 1908 en el poblacho fronterizo de Palo­mas. Los hechos trazan su silueta sobre el fondo borroso de esa jornada semí desconocida, que se esfuma en el gris panorama del desierto.

Apenas once libertarios pudieron reunirse cuando las persecuciones caían como granizo sobre el campo revolucionario. Once nada más para intentar con un audaz movimiento salvar la Revolución que parecía naufragar en la marejada de las traiciones y las cobardías.

Había brillado ya el alba roja de Las Vacas y Viesca, evacuada por la Revolución, retumbaba todavía con el grilo subversivo de nuestros bandidos, cuando este grupo diminuto se formó en medio de las violencias represivas y se lanzó, con un puñado de cartuchos y unas cuantas bombas nianufacturadas á toda prisa con materiales poco eficientes, sobre un enemigo apercibido á recibirlo con incontables elementos de resistencia; contra la tiranía fortale­cida por la estupidez, el temor y la infidencia, contra el secular despotismo que hunde sus tacones en la infamada alfombra de espaldas quietas que se llama pasifismo nacional.

Palomas se hallaba en el camino que debia seguir el grupo; su captura no 'era de importancia para el desarrollo del plan estratégico adoptado, pero convenía atemorizar á los rurales y guardas fiscales que lo guarnecían para cruzar el desierto sin ser molestados por su vigilancia.

En el camino los hilos telegráficos fueron cayendo cortados de trecho en trecho.

Las carabinas empuñadas y listas a disparar, los sombreros echados hacia atrás, el paso cauteloso y á la vez firme, el oído atento á todos los sonidos y el ceño violentado para concentrar el rayo visual que batallaba con la negrura de la 'noche, los once revolucionarios llegaron á las proximidades de la Aduana. Dos bombas arrojadas á ella descubrieron que estaba vacía. Los rurales y los guardas fiscales obligando á los hombres del lugar á tomar las armas se habían encerrado en el cuartel. Antes de atacarlo se registraron las casas del trayecto para no dejar enemigos á la espalda, tranquilizando de paso á las mujeres explicándoles el objeto de la revolución en breves frases.

Pronto se tocaron con las manos los adobes del cuartel y pronto sus aspi­lleras y azoteas enseñaron con los fogonazos de !os fusiles el número de sus defensores. Adentro-había el doble ó más hombres que afuera. La lucha­se trabó desigual para los que llegaban. Las paredes de adobe eran una magnífica defensa contra las balas del Winchester, y las bombas que hubieran

>ejwelto en ¿pocos scgundpa Uv ¡situación resultaron demasiado pequeñas. T Francisco Manrique,.el primero en todos los peligros-, se adelantó hasta

ml9- ja&m dfj cuartel, bat iendo^. 4 sacha díacubierto. $ á, ÍJOSJWSÜS de las., r traidora? aspilleras 'qíie escupían plomo y acero cayo' mortamtMite herido. .lí&TíuéHsi-"coñlíníióf^ts balas siguieron silbando de alto abajo y de-abajo hacía arriba. EJ horizonte'palidecía con la proximidad del so! y Pancho palidecía también invadido por la muerte que avanzaba sobre su- cuerpo, horas antes altivo, ágil y temerario. El día se levantaba confundiendo sus livideces con las de un astro de la revolución que se eclipsaba __

Era necesario continuar la marcha hacia .el corazón de las serranías. Era preciso llevar rápidamente el incendio de la rebelión á todos los lugares que se pudiera. ' , „

La última bomba sirvió para volar una puerta y sacar algunos caballos. Pancho desmayado parecía haber muerto. El ínteres de la Causa había sacrificado la vida de un luchador excepcional

y el mismo interés imponía cruelmente el abandono de su cuerpo frente aque­llos muros de adobe salpicados con su sangre, espectadores de su agonía, testigos de su última y.bella acción de sublime estoicismo,

Pancho volvió en sí poco después de la retirada de sus diez compañeros. Le interrogaron y tuvh la serenidad de contestar á todo procurando con sus palabras ayudar indirectamente á sus amigos. Conservó su incógnito hasta morir, pensando lúcidamente que si su nombre verdadero se conocía, el des­potismo, adivinando quienes le acompañaron procuraría aniquilarlos si la Revolución era vencida. De él no pudieron saber ni proyectos, iit nombres; nada que sirviese á la tiranía. _

Pancho amaba la verdad. Jamás mentía para esquivar una responsabili­dad ó adquirir un provecho. Su palabra era franca y lea!, á las veces ruda pero siempre sincera. Y, él> que habría desdeñado la vida y el bienestar com­prados con una falsedad, murió mintiendo (mentira sublime), envuelto en el anónimo de un nombre convencional, Otilio Madrid, para salvar a la Revolu­ción y h sus compañeros. ;

Conocí á Pancho Acude niño. En la escinda nos sentamos en el misino íntico Después, en* la adolescencia peregrinamos juntos a través de la explotación y de la miseria; y más tarde nuestros ideales y nuestros esfuer­zos se retiñieron en la Revolución. Fuimos hermanos como pocos hermanos pueden serlo. Nadie como-yo penetré en la belleza de sus intimidades; era iin joven profundamente bueno á pesar de ser el suyo un carácter bravio como un mar en tempestad. . ,

Pancho renunció c! empleo que tuvo en el ramo de Hacienda en el Estado de Guanajualo, ptira convertirse en obrero y más tarde en esforzado paladín de la libertad, en aras de la cual sacrifico su existencia tan llena de borrascas intensas y enormes dolores que supo domeñar con su voluntad < e diamante. Sus dos grandes amores fueron su buena y excelente- madre y Ja libertad. Vició en la miseria, padeciendo 1» explotación y jas injusticias bur­guesas porque no quiso ser burgués ni explotador. Cuando murió su padre renuncio la herencia que le dejara. Pudiendo vivir en un puesto del gobierno ^U&^S^^yto%om\tM\6 desde la cumbre de su miseria voluntaria y altiva Era un rebelele del tipo moral de Bakounínc: la acción y el idealismo se amalgamaban armoniosamente cu su cerebro. Dondequiera que la Revo­lución ncccsHaba de su actividad allá iba el, hubiera o no dinero, porque sabía abrirse camino á fuerza de astucia, de energía y de sacrificios.

Esc fué el Otilio Madrid, á quien llamaron el cabecdla de las bandidos de Palomas. Ese fué el hombre que vivió para a verdad y espiró envuelto cu una mentira sublime y en cuyos labios pálidos, j n l p u r o n «ii e l ú l t i m o minuto dos nombres: el de su madre .querida y el mío. e! de su hermano, que todavía vive para hacer justicia á su memoria y continuar la lucha en que t i de r ramosu sangre; que vive para apostrofar al pasivismo de un pueblo con la heroica y juvenil silueta del sacrificado de Palomas . .

.Cuantos fueron los hombres del gobierno que perecieron en este com­b a t e ' La tirana íia sabido ocultarlo. , . . .

La naturaleza se altó al despotismo. El Grupo fué vencido por esa terrible a m a i n a del desierto: La Sed; llama que abraza, serpiente que cfrángula, ansia míe enloquece; compañera voluptuosa de los inquietos y blandos me­ó n o s %i el sable, ni el fusil La Sed. con la mueca indescnptib e

e sus'c'arícías; tostando los labios con sus besos; secando horriblementeJa W -i con lu aliento ardoroso; arañando furiosamente la garganta, detuvo 3 i s T ¿ r r c b c l d ^ V, á lo lejos el miraje del lago.cnstalmo

S o del sediento que se arrastraba empuñando «na carabina ^ p o t e n t e

LA MUERTE DE LQS HÉROES Después del extremeciomicnto de Viesca, las prisiones «cibieroiii abun­

dante simlemento de huéspedes. Al lado del a n c i a n o s del hombre llegaba el adolesíen c á hundirse en ía penumbra de los calabozos M » l d « y sos-pccltosos se amontonaban confudidos en el infecto recinto de tos P e d i o s . K a " del espía y del soldado, se presentó el Juer, con a consigna en ci boU síHo í o s c W a b l e s aparecieron á responder de sus delito» ante la barra del despotismo. Desenvolvióse el proceso; un proceso como todos Jos que la S S c I miedo y la pasión construyen. Se pronunció sentencia:

Lorenzo Robledo—veínte años de reclusión. Lucio Chaires—quince años. . Patricio Polendo—quince anos. > . . . . - .

Feliz Hernández—quince años. Gregorio Redolía—quince aiios. Leandro Rosales—quince años". José Hernández—quince años. Andrés Vallcjo—quince años. Juan Montclongo—tres años. Julián Cardona—quince años. Los once, á Ulúa; al viejo Ulúa de las tinajas inquisitoriales. Para José Lugo, la pena de muerte. Su juventud vigoroza, su audacia, su personalidad simpática y resuelta

hirieron la mente atrbiliaria de los verdugos. Fusilarían á la Revolución en el pecho de aquel joven tan valiente y altivo. El frío de su cadáver apa­garía la braza que chispeaba.

Lugo, afrontó sin inmutarse las consecuencias de sus acciones de liber­tario; se negó á delatar á sus compañeros y abofeteó con sn verbo de libertad y de justicia á los sicarios que le enviaron al patíbulo. La ejecución fué aplazándose, y Lugo vivió largos meses en la prisión, esperando diariamente la muerte con la tranquilidad del consciente; tratando con fraternal bondad al amigo que torpemente le entregó á los opresores. En sus labios no asomó nunca la recriminación ó la queja.

Era inmenso aquel joven que espantó á sus jueces con la grandeza de su carácter. ,

Llegó al fin el momento que el despotismo creyó oportuno, y José Lugo fué conducido á un corral; quisieron ponerle una venda; la rechazó desde­ñosamente; se colocó firme, sereno, sin alteraciones eJt el pulso frente la escuadra de soldados, que pálidos descargaron sus armas; en pecho heroico.

Luego: la plancha, la exhibición salvaje de un -cadáver agujereado para causar terror en los ánimos. Una madre desolada. La Tiranía más débil. La Revolución en pie., ¡José Lugo^immortal! Una fecha que no olvidaremos: 3 de Agosto de 1930. ,< _

La ardiente Siberia Yucateca tuvo mi hermoso sacudimiento de energías rebeldes; sus l ibraciones llenan todavía la trágica aridez de sus estepas. La HIDRA, cortada en pedazos se reproduce en cada uno dé ellos.

Tras de Valladolid se repiten los hechos que sucedieron á Viesca. En-chimicnto de cárceles, persecuciones absurdos, asesinatos inútiles, cobardes ensañamientos represivos. ~

Ramírez Bonila, Kankum y Albertos son llevados violentamente á un Consejo de Guerra: la "justicia" no fué ahí el leguleyo artero y solapado, síno la bestia uniformada. Rápidamente; con la rapidez denunciadora del pánico oficial se instruyó un sumario, y los tres rebeldes recibieron una sen­tencia de muerte; ya que no quisieron dedicar.sus yída$ a la sumisión y al servilismo. Su magnifica serenidad no se alteró al ¡oir el fallo. Dos de ellos llamaron á las prometidas de sus amores para verificar sus bodas junto al cadalzo; mujeres fuerte^, compañeras dignas,de tales bracos! La vida palpitó Hjtcusffifrren+o **bsc «¿ ífbwmo que se abrí»; ', ' t

"*•*' Ramírez Bonilla, Kankuríi 'y Albertos rodaron por -el suelo frente al cuadro fatídico, para levantarse como enseñanzas de- fortaleza y rebeldía. Luego: el luto de las viudas.. Los periódicos viles aplaudiendo ó justificando á la "justicia." La Tiranía agonizante. ¡La Revolución en marcha! Un nuevo error, apresurando el desquiciamiento del mundo viejo.

¿Y el Pueblo? . ¡Ah! SÍ- Lugo, si Albertos, Ramírez, Bonilla y Kankum. no conmueven

la conciencia'de los proletarios, va negaré á esc pueblo basta el desprecio de mi saliva. . ' : : - . '- * PRÁXEDIS G. GUERRERO.

de Cuba, el de Filipinas, el de Pana­má, etc. A la nota que el 14 de Abril último envió el secretario de estado Huntington Wilson al gobierno de Madero exigiéndole que las vidas y propiedades americanas dentro de te­rritorio mexicano debían ser prote­gidas y manifestándole que el gobierno de los Estados Unidas mantendría á México y al pueblo mexicano res­ponsables por los actos ilegales que sacrificaran ó pusieran en peligro la vida de los americanos ó dañaran la propiedad é intereses americanos allí situados, nota que no ejerció efecto ninguno en los hechos de los revolu­cionarios, pues éstos contestaron con la expulsión de los morrnones y un comienzo de expropiación general de los bienes yankees, el gobierno de Washington agregó otra el mes de Septiembre último, qué, por su tono enérgico, constituía la más fuerte pre­sentación de hechos que la diplomacia de éste paso haya enviado al gobierno de Francisco I. Madero. En ésta no­ta, después de manifestar todas las cosas hechas por el gobierno ameri­cano á costa de grandes gastos para mantener la neutralidad y proteger la frontera internacional, Philander C. Knox detalladamente describía 40 ca­sos en los cuales las propiedades de ciudadanos americanos habían sufrido injuria en manos de los revoluciona­rios, y pedía á Madero un informe oficial, el cual tal vez haya enviado éste, aunque no tenemos conocimien­to de ello. De Septiembre á los últi­mos días del ano, la Revolución ha expropiado en más de cien casos los bienes de los yankees en otras regio­nes del país y aun ha fusilado á dos ó tres que trataron de hacer resisten­cia: .Estos actos jastíetecos 'de maes^ tros hermanos han ofendido mucho 4 Knox, cuien por de pronto ordenó al embajador Wilson que se embarcara en Nueva York el último día 26 de Diciembre con una nueva nota para el gobierno de México exigiendo pronta acción para la protección de la pro­piedad y vidas americanas, aunque una fuerte nota que casi se puede conside-

EL TRIÜMFO DE ITALIA SOBRE TURQUÍA

¡CIVILIZACIÓN GUERRERA! LOS PRODUCTOS D E LAS GUERRAS D E CONQUISTA

La Guerra con el Capitalismo Yankee es Inevitable

La invasión del territorio mexicano por tas tropas de los Estados Unidos pronto va á ser un hecho. Después de la demostración naval que los po­tentes "dreadnoughts" hicieron con­tra México hace pocos días en aguas de Veracruz, todos los movimientos que el capitalismo y el gobierno de este país están efectuando, tienden á ese fin, y las informaciones privadas que nos llegan de Nueva York y Phi-ladelphia, confirman lo que en núme­ros anteriores habíamos expresado: que el capitalismo yankee opondría su fuerza armada al avance de la Revo­lución Social en México,

No podía suceder de otra manera. Vencido él gobierno maderista por las fuerzas revolucionarías que prác­ticamente tienen control de man de la

mitad de la República (!) . expropia­dos ios bienes que estaban en posesión de los burgueses yankees (2), expul­sados ellos mismos del territorio me­xicano (3), nulificadas las facciones de los políticos mexicanos, vacias las cajas del tesoro nacional y desconocí-do el principio de propiedad privada por la Revolución, la plutocracia de Morgan, en su propio interés y de acuerdo con los antecedentes histó­ricos de los Estados Unidos, se lanza á salvar á México del poder del pro­letariado y á tratar de encarrilar otra vez el país en la vía del sistema capi­talista.

La plutocracia yankee ha venido preparando !a invasión de México con ese tacto con que siempre ha prepara­do todos sus golpes, el del Hawai!, el

rar como un ultimátum—á decir de la prensa burguesa de Nueva York—se­rá enviada á Madero en los primeros días úe éste mes. En esa nota, Knox declarará que la paciencia del go­bierno de los Estados Unidos se ha agotado como resultado del fracaso de la administración de .Madero para sofocar la Revolución y establecer la autoridad del gobierno mexicano, co­mo también por la aparente indiferen­cia del mismo á la conducta que los Estados Unidos han ejercido en frente de tanta provocación, y para refor­zarla más, ordenará la movilización de 5000 hombres más á la frontera, en la vecindad de El Paso, Texas.

Por su parte, la prensa burguesa si-.gue urgiendo al gobierno para la in­vasión de México. En un editorial sobre México, uno de los diarios de Texas se exoresá así:. "Ya que el go­bierno mexicano no puede poner bas­tantes fuerzas en el. campo, para des­trozar á las bandas de . rebeldes, es

deber del gobierno de los Estados Unidos enviar suficientes fuerzas de caballería al otro lado del Río Grande y guardarlas en movimiento hasta que pongan fin á esas condiciones, que no pueden ser toleradas mas". Otro diario, "El Paso Morníng Times," dícer "SÍ México no está en posición de restaurar la paz y tranquilidad en la frontera, debe apreciar la determi­nación de parte de los Estados Unidos para hacerlo. El pueblo americano no puede tolerar ésta era de ilegalidad y terrorismo en los estados del norte de México y si el gobierno mexicano no puede poner en el campo bastantes hombres para limpiarlo de rebeldes, apreciará el deseo que abriga el go­bierno de los Estados Unidos para efectuar ese bondadoso servicio (?) para el pueblo mexicano."

No hay ninguna duda que el capi­talismo se ha convencido de que no es posible en el futuro el estableci­miento en México de un gobierno es­table que guarantice la propiedad, ni por medio de un despotismo militar ó una democracia al estilo de la ameri­cana; se ha cerciorado de que las agencias humanas del gooíerno de Madero por la paz han fracasado por completo, máxime cuando el nuevo secretario de gobernación Rafael Her­nández Madero declara que sólo un ejército de medio millón de hombres podra sostener al gobierno; se ha con­vencida que el comunismo anárguico tiene millones de partidarios en Mé­xico y que el país camina hacia la realización de ese grandioso ideal. Aquí deben encontrarse las razones porque el pudaismo de Wall Street se negó á prestar al gobierno de Madero los veinte millones» de pesos que ha •e-sads pmteirdo desde él-mes ¡3e Octu­bre en los mercados monetarios. Aquí deben encontrarse las razones de la investigación que los senadores Smith y Fall hecho sobre la Revolu­ción Mexicana, investigaciones que se harán públicas en estos días en el Senado en Washington, y que van á ser la base para que después de al­gunas discusiones éste cuerpo de bur­gueses decrete en Marzo ó Abril pró­ximos que se abra el nuevo periodo de sesiones, la invasión de México pa­ra proteger el sostenimiento del sis­tema capitalista.

En esas discusiones habrá algún hombre que como Augustus O. Bacon, senador de Georgia, se oponga á la invasión de México, repitiendo las frases que usó al atacar al bandido Philander C. Knox por la invasión de Nicaragua, aquellas frases de que no es el deber de los Estados Unidos mantener paz entre aquellos que viven bajo otros gobiernos; de que quinien­tos años atrás sus antecesores com­batieron y se mataron los unos á los otros por cuya carnicera se desarro­lló la civilización; y, de que tales inci­dentes en la vida de un pueblo son parecidos á los golpes y quemadas que debe sufrir un muchacho en su creci­miento hasta ser hombre, pero toda su lógica sobre la justicia que asiste á un pueblo para gobernarse así mismo ó deiar de gobernarse, será barrida por la abrumadora mayoría de los Stone, los Oliver, los Davis y tantos otros abogados y sirvientes de las corporaciones de que está compuesto el senado de los Estados Unidos.

Hay algunos ilusos que todavía es­peran que la política que desarrolle el próximo Marzo el nuevo presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, evitará la invasión de México. Profesor de escuela burguesa, autor de obras burguesas, gobernador de New Jersey, el estado en que más florecen los trusts, y electo presiden­te por la flor y nata del capitalismo yankee. el llamado demócratí Wood­row Wilson, miembro del panido es­clavista que niega al negro todo dere­cho, obedecerá los dictados de sus amos, no se apartará de la línea de conducta que éstos le tracen é irá á la guerra contra México, de la misma manera que William McKinley fué á la guerra contra España. El presi­dente de los Estados Unidos, sea re­publicano, demócrata ó progresista, simplemente es un sirviente del capi­talismo, verdadero amo y gobernante de los Estados Unidos.

Nosotros, los proletarios mexica­nos, en vista de la situación, debemos prepararnos, alistarnos para el mo­mento en que los esbirros de amarillo crucen la línea divisoria y obrar en el terreno que podamos, pues nuestras ¡deas no admiten fronteras. Sabemos auienes son nuestros enemigos, no distingamos, pues, su color ó su raza. v sólo recordemos "ué, burgueses, nos hicieron sufrir por años y años mien­tras ellos obtenían todo el producto de lo cosecha de la tierra en aue tra­bajábamos, todo el producto del car­bón que extraíamos de la mina, todo el producto de los ferrocarriles cuyas vías construímos, en fin, que gozaban de la felicidad mientras nosotros nos debatíamos entre las garras de la es­

casez y la necesidad, creándoles ri­quezas.

La guerra con el capitalismo yankee es inevitable. A alistarnos para el día que la declare. Es preferible morir quemando las cabezas amarillas de los bárbaros, que seguir siendo esclavos de salarios. Es preferible morir ha­ciendo justicia social, que caer vícti­mas de la tisis, la anemia ó los acci­dentes del trabajo al servicio de la burguesía.

ANTONIO DE P. ARAUJO. < 1 >—Los últimos triunfos de los

compañeros en armas son la grandio­sa toma de Juchitepec. en el estado de México y la captura de Coatepec en el estado de Morelos, victorias que han desmoralizado por completo á los mercenrríos del llamado generai Blanquet.

(2)—El archimillonario J. P. Mor­gan exigió hace días del gobierno ma­derista, por conducto de la embajada yankee en México, protecciones para la hacienda de Cedros que abarca casi todo el norte del estado de Zacatecas y cuyos campos de guayule los tiene valuados en diez millones de pesos.

Los rebeldes Benjamín Argumedo y Severo de la Torre ocuparon hace varios meses las propiedades de dicha hacienda, habiendo incendiado y ex­propiado los ranchos de Apizolaya y San Rafael que pertenecían á la mis­ma, y desde entonces han sacrificado el ganado y varios millares de cabras para mantenimiento de sus fuerzas y han impedido la recolección de gua­yule.

(3)—Louis Jergensen, burgués ame­ricano, declaró en Hachita, Nuevo México, que caminando rumbo á Co­lonia I>íaz,.ChÍb., fué hecho, prisionero por los revolucionarios, quienes des­pués de despojarlo de sus provisiones y caballos, lo expulsaron de México * diciéndole que á ningún rico america­no se le permitiría residir en-México, y que si volvía, lo pasarían, por las armas.

Dos burgueses yankees, Cameron y McCor-Kiick fueron capturados por los revolucionarios y obligados á pa­gar ciertas multas para obtener sus libertades, y después, expulsados de México.

La Bandera Roja O A la Junta Organizadora del O O Part ido Liberal Mexicano. O O Compañeros:—Salud O O Comunico á Ustedes que el O O día 17 de Diciembre se levanta- O O ron conmigo treinta y seis com- O O pañeros v dimos el grito de Tie- O O rra y Libertad en MLdera, Es- O O tado de Chihuahua. Todos esta- O O mos armados con pistolas, rffles O O y dotación de Quinientos cartu- O O chos por plaza. Caminamos rurn- O O bo al Estado de Durango, dónde O O están los centros de compañeros O O que proclaman la causa de Tierra O O y Libertad y ya les participaré O O las novedades que tengamos, O O ¡Viva el Partido Liberal Me- O O xicano! ¡Viva la Bandera Roja! O O Madera, Chih., Diciembre 20 O O de 1912. O O E P I T A C I O TREVINO. O

oooooooooooooooooo A los numerosos grupos en armas

que pelean por el triunfo de nuestros ideales, agregamos ahora el anterior que fué armado á costa de agrandes sacrificios de parte de muchos com­pañeros.

Nos comnlace ver los frutos de la labor de REGENERACIÓN, pues todos los compañeros que integran la nueva guerrilla han sido lectores de este periódico por largo tiempo.

Compañeros conscientes son.s ÍÍ>S que necesita nuestra causa para ven­cer. Hagamos consciencia revolucio­naria y apresuraremos el tan deseado día de la victoria.

Pro Aldamas l-'.l i-n«-i« di- A1<];UII:I<Í v:i iim-ri-sniídn.

aiiiiiliii' p.-iiil.-itin.-iitn-nti-, á los ciernen' lu-; radiciilf* ihl pni>. nriíanizándose CiMlliuu.'lIlH'UU' ¡lOtns pú l i l i cns , q u e >'l n.i licúan :'i MT «IÍUKU'S éxitos mone­tarios. ri'vi'-U'ii mucha itnpnrtiincia pa­ñi la avihl.i niitnil, ya i|iie se va agi­tando á la opinión púhlic:i, i|ue ha tic iníltu'iH'iar .línnuU'ineiito en el anime de 1.x diu-f iiu-c-s que juzgarán al Cttmpíint'rn AIdnnias.

I,.»s conipafuTos K.tt"i\ fíiovannitli. Haywnml. Knnna Guiri man y otros, ci.uncidos prupaiínndistas libertarios se ocupan cnntiniumienti' det caso d\* Alríamns, interesando á los trabajado­res para que ayuden nitral y material-mente á la defensa de. nuestro, compa­ñero encarcelado.

IVm hay «pie decirlo: asi que lo* elementos españoles vieron que lo«i

PAGINA 2 REGENERACIÓN 'i' i>iiiVii'"i i)ni jiiftim l'ii ' " f '

compañeros de otros idiomas se ocu­paban del caso de Aldamas, brillaron por gil ausencia en los mitins (salvo raras excepciones) y dejaron también de contribuir á los fondos para la de­fensa. Y sin embargo, hoy más qué nunca se necesita la ayuda de todos para poder afrontar los grandes gas­tos de la defensa, y para demostrar á los obreros del país que los trabajado­res españoles, iniciadores del impor-

. tante movimiento del transporte, con­tinúan luchando para arrancar de las garrasule la justicia burguesa á nues-tor querido compañero Aldamas.

Actualmente tenemos dos abogados, uno de ellos es Mr. Moore, que al­canzó gran fama en el célebre proceso de líttor, Oiovannitti y Caroso, tra­tando de conseguir la cooperación de otros letrados eminentes y de princi­pios sociales; par que defiendan el acto del compañero Aldamas bajo1 el punió de vista social" y de defensa propia.

La semana pasada be qelebró un mi­tin Pro-Aldamas, en-Clinton,Hall, en donde tomó parte el compañero Gjpo-vannitlí, el cual dijo que el caso de Aldamas es más importante y tras­cendental que el caso Ettor y Giova-nn¡¡lti, terminando su discurso con las siguientes palabras: "Hace poca? se­manas el proletariado universal se agitaba á favor de tres inocentes, los cuales fueron libertados gracias á la solidaridad de todos los trabajadores. Agitaros ahora para libertar á un "culpable," al rebelde Aldamas, que bajo los ojos de los obreros_militan­tes, es una víctjrna'del despotismo po­liciaco v de la explotación capitalista."

Hay necesidad¡jle redoblar nuestros esfuerzos, compañeros radicales, si no queréis desmentir el nombre que tc-tjéis qe conscientes y solidarios,

-r- »-•-• ,

J. M. Rangel Muestro compañero Rangel ha sido

trasladado de la cárcel de Bejem a la Penitenciaria del Distrito J'cderal, ba­jó pretexto tic que- con otros compa­ñeros» revolucionarios" fistaba prepa­rando una"fugí general 'de presos; pe­ro en realidad^ para qu'e"nQ ^'interio­rizara de los ctiínienesj que- el' alcaide y Ja administración 'de Ja corcel come­ten casi á diario é» Ja multitud de in-, dividuos que acusados, p/ór. delitos del] ljanuido orden común ingresan cons­tantemente á dicijo antro.

Rangel siempre protesto contra el mal tratamiento á los presos y los castigos que a golpe de fuerte daban ios. guardas á hombres indefensos, be mqstró siempre tal y cual ha sido: Viril, rebelde y, defensor del derecho Jiumano.

Kl maderísmo lo arroja aljora á una (Jeldfi penitenciaria. Pero ahí el com­pañero será el mismo, podrán ator­mentar los bandidos á su cuerpo físi­co; más 4 sus ideas, sus ideas lumino­sas, minea. Estas son íntormentablcs.

A. »-+~t

Las Revolucionarias La causa de la libertad tiene tam­

bién enamoradas El soplo de la re­volución no agita solamente las co­pas de los robles, pasa por los flori­dos cármenes y sacude las blancas azucenas y las tiernas violetas; Alien­to de lucha y esperanza acariciando á las dolientes pasionarias las trans­forma en rojas y altivas camelias,

Nuestro grito de rebelión ha levan­tado tempestades en muchas almas femeninas nostálgicas de gloria. El ideal conquista sus prosélitos entre los corazones limpios, y la justicia elige por sacerdotisas á Jas heroínas .que adoran el martirio; las irresisti­bles seducciones del peligro tienen el mismo atrayente imán para todos los espíritus grandes, por .eso cuando el odio de los déspotas nos acomete mas fieramente, el número de las arrogantes y animosas luchadoras se multiplica.

Un envidiamos á Rusia stís bellas revolucionarlas, en tomo de nuestra bandera acribillada, se agrupan las obreras de la revolución, merced 4 lil,s

persecuciones salvajes y á las trai­ciones infames, gracias al furor des­bordado de ios tiranos, la pureza de riuestra causa ha encontrado franco asilo en el delicado pecho de la mu­jer. La lucha redentora que sostene­mos se ha hecho amar de la belleza, y amar, no con el platonismo inútil de los caracteres mediocres, sitio con la pasión ardorosa, activa y abnegada que lleva á Ips apóstoles al sacrificio.

La resignación llora en la triste

dos son el oprobio de la érgjiíjtítla. i Cómo temblarán los protervos cuan­do el ravo colérico de vuestras néf» mosas pupilas fulgure sobre ellos, anticipándose al golpe del libertario acero!

Cuando la inujer Combate "i >l I lili. Illllll Ihillli

¿c|üe i.i||i|HIIIII'll

hombre por miserable y pusilánime que sea, puede volver la espalda sin sonrojarse?

Revolucionarias: ¡el día íjue ho$ veáis Vacjlar, escupidnos ej rostro 11

PRÁXEDIS O, GUERRERO. mmm-mmlnim^mnn li'lii|i[uH» i ***•

PRÁXEDIS G, GUERREO En la gloriosa jornada de Janos, dio su adiós á la vida Práxedis G.

Guerrero, ej joven libertario. Práxedis ha muerto y yo todavía no quiero creerlo. He acopiado datos,

he tomado informaciones, he analizado esos datos, he desmenuzado á la luz de la más severa crítica esas informaciones y tod,o me dice que Práxedis ya no existe, que ya murió; pero contra las dfid.uccjon.e3 4e mi razón se leyajftta anegado en llanto mi sentimiento que grita: no, Práxedis no ha muerte, el hermano querido vive "

Lo veo por todas p a r t e s / á todas(horas; ,á yeces creo encontrarlo t r ^ bajando cri la oficina en sus sitios favoritos, y al darme cuenta de su ausencia eterna siento un nudo en la. garganta. El hermano se fué, tan bueno, tan generoso.

Recuerdo sus palabras, tan altas como su pensamiento. Recuerdo sus confidencias: yo no creo que sobreviviré á esta Revolución, me decía el héroe con una frecuencia que me llenaba de angustia. Yo también creía que tendría que morir pronto: ¡era tan arrojado!

Trabajador incansable era Práxedis. Nunca oí dé sus. labios una queja ocasionada por la, fatiga de sus pesadas labores . Siempre se le veía incli­nado ante su mesa de trabajo escribiendo, escribiendo, escribiendo aquellos artículos luminosos con que se honra la literatura revolucionaria de México; artículos empapados de sinceridad, artículos bellísimos por su forma y por

• su fondo. A menudo me decía: qué pobre ps el idioma; no hay términos que traduzcan exactamente lo que ép piensa; el pensamiento pierde mucho de su lozanía y de su belleza al ponerlo en el papel. t

Y sin embargo, aquel hombre extraordinario Supo formar verdaderas obras de arte con los toscos materiales del lenguaje.

Hombre abnegado f modestísimo, %\&áñ, quería para SÍ. Varias; veces le instamos ¿ que S.e comprase un yéstido. Munca lo admitió. Todo para la causa, deeja sonriendo. Una vez, viendo que adelgazaba rápidamente, le

^consejé que se alimentase mejor, {mes se mantenía con un poco de legum­bres: no podría soportar, me dijo, que yo me regalase con platillos mejores cuando millones de seres humanos no tienen eii este momento un pedazo de pan que llevar á Ja boca. • /

Y todo esto lo hacía cdn la sinceridad ¡del apóstol, con la sencillez de un verdadero santo. Nada de fingimiento había en él. Su frente alta, lumi­nosa, era el reflejo de todos -sus pensamientos. Práxedis pertenecía á una de las familias ricas del Estado de Gugnajuato. En unión de sus hermanos heredó una hacienda. Con los productos 4® esa hacienda pudo haber vivido en la holganza, cómodamente; perp ante iodo era un libertario. ¿Con qué derecho había de arrebatar á los peones él producto de su trabajo? ¿Con qué derecho había de retener en sus filíanos la tierra que los trabajadores regaban con su sudor? Praxeüis renunció i la herencia y pasó á unirse á sus hermanos Jos trabajadores, para ganar con sus manos un pedazo de pan que llevar á la boca sin el remordimiento de deberlo á la explotación de sus semejantes.

Era casi un niño Práxedis, cuando después de haber renunciado al lujo, á las riquezas, á las satisfacciones casi animales de la burguesía, se entregó al trabajo manual. No llegaba á las filas proletarias como tul verteido en la lucha por la existencia, sitio como un gladiador que se enlistaba en el_ prole­tariado para poner su esfuerzo y su gran cerebro al Servicio de los oprimidos. No era un arruinado que se veía obligado á empuñar el pico y la pala para subsistir, sino el apóstol de una £t.ande idea qué renunciaba voluntariamente á los goces de la vida propagar por medio del ejemplo lo que pensaba.

Y á este hombre magnífico le llama "El Imparcial": bandido. Con grandes caracteres esa hoja infame, al dar cuenta de los sucesos de Janos, dice que allí encontró la muerte "el temible bandido Guerrero."

¿Bandido? Entonces, ¿cuál es !-a definición de un hombre de bien? Alt, duerme en paz, hermano querido: tal vez esté yo predestinado para ser tu vengador.

Al hablar de Práxedis G. Guerrero po es posible dejar de hacer men­ción de aquel otro héroe qtte cayó atravesado por las balas de los esbirros en la gloriosa acción de Palomas en el verano de 1908. ¿Os acordáis de él? Se llamó Francisco Manrique, otro joven guaiiajuaten'se que renunció á stt herencia también para no explotar á "sus semejantes. Práxedes y Fran­cisco, bello par de soñadores, fueron inseparables cantaradas á quienes sólo la muerte pudo separar; pero por "breve tiempo ,.

En el hermoso artículo que escribió pfaxedis sobre la acción de Palo­ma.-., dice: refiriéndose i Francisco Manrique: "'Conocí á Pancho desde niño. En la cscucla'nos sentamus t¡n el mismo banco. Después, en la adolescencia peregrinamos, juntos á trabes de,1a explotación.y -de la.miseria, y más tarde «iíc¿trí)<! ideales y ~mic;t ros esfuerzos se reunieron un la Revolución, fui­mos hemiarios cumu pocos hermanos [Hieden serlo. Nadie como yo penetró en la belleza de sus intimidades: era un joven profundamente bueno a

pesar de s"er él sdyo un carácter braví.6 como un mar en tempestad." Práxedis era el alma del movimiento libertario. .Sin vacilaciones puedo

decir que Práxedis era .el hombre más puro, más digno, más inteligente, más abnegado, más vajiente con que contaba la causa de, los desheredados y el vacío que deja tal vez no se llene nunca. ¿Dónde encontrar tin hombre sin ambición de ninguna clase, todo cerebro y corazón, valiente y activo copio él? , .. ,

El proletariado tal vez no se da cuenta de la enorme perdida que ha sufrido. Sin hipérbole puede decirse que no es México quien ha perdido al mejor de sus hijos, sino la humanidad misma Ja .que lia tenido esa pedida, porque Práxedis era un libertario.

Y todavía no puedo dar crédito á la terrible realidad. A cada rato me parece que va á llegar un, telegrama consolador dando cuenta de que Práxe­dis está vivo. La verdad brutal no puede aniíjuilar en el fondo de mi cora-1

zón luí resto de esperanza que arde como una lámpara de( aceite próxima á apagarse. Y mi torturado espíritu cree encontrar todavía en sus sitios favoritos, ,en la offcjna, donde tanto soñamos con el bello mañana de la emancipación social él y yo. al mártir, inclinado ante su mesa de labores, escribiendo, escribiendo, escribiendo. RICARDO FLORES MAGON.

Lucha Roja El cielo mexicano se enrojece; los

buhos agoreros representantes de los tres poderes, aletean en agonía fatí­dica en su selva maldecida. Y la tierra como cansada de mantener con su fruto á tanto 'zángano, se agrieta, abre la muerte sti negra boca poblada de ataúdes y tratja, traga, sin descanso cuerpos de verdugos irredentos, y el pulmón casi tuberculoso del harapien­to pueblo, esputa rayos de venganza.

, Judas resucita en Francisco I. Ma-sombra del gineceo, el fanatismo des-1 (\(¡r^í y arrepentido del poco precio troza inútilmente sus mejillas ante la pena de los mitos insensibles, pero la mujer fuerte, Ja compañera, solida­ria del hombre se rebela, no adormece á sus hijos con místicas salmodias, no cucjga al pecho de su esposo ridículos amuletos, no detiene cu la red de sus caricias al prometido de sus amores, viril, resuelta, esuléudida y herniosa, arrulla a sus pequeños con cantos de marscilesa, prende en el corazón de su esposo el talismán del deber y al amante le impulsa al combate, le en­seña con el ejemplo á ser digno, á ser grande á ser héroe.

¡Oh! vosotras la» luchadoras que sentís ahogaros cu el ambiente de la ignominiosa paz; cuánta envidia catt-i saréis con vuestros ímpetus de divi­nas iluminadas á los hombres débiles, á los hombre» mansos eme forman el esquilmado rebaño que baja estúpi­damente la cabeza cuando siente en los lomos el ultraje del fuerte.

Vosotras las inspiradas por el Ígneo espíritu de la sublime lucha, vosotras las fuertes, las justicieras, las hermanas del esclavo rebelde y no las siervas envilecidas de los señores feudales; vosotras (pie habéis hecho independiente vuestra conciencia eua.udo millares de hombres viven aún en la sombra medrosa del pre­juicio, cuando todavía muchas ner­vudas manos permanecen enclavija­das en ademán de súplica ante el re­benque implacable y odioso de los amos; vosotras que levantáis los in­dignados brazos empuñando la rojiza tea, y que erguís las soñadoras fren­tes,en épica actitud de desafio, sois ljis íhcriujuiás de ¡Leona Vicario, d«

JMaiitlehrMedina y de la Corregidora, y liacéis¡< enrojecer de vergüenza á los irresolutos, á los viles encariña-

ei> que vendió al Judío, cobra doble la paga yendic.ndo al crucificado mexi­cano.

Y su túnica la juega al pié <!<:{ infa­mante leño con el burgués americano, y s.obre ,el corazón .del azteca pos?, su garra sanguinaria. Cruje el Gólgota, Gestas ríe, désele su cruz desenclava su diestra V abofetea al farsante; la pirámide social bamb.olea, chorrea sangre; el verdugo palidece. La con­ciencia humana despierta y da su grito de ¡rebelón! México % s.eniejanZa de Lázaro rompe s,tt funeraria lápida, de­sata sus ligaduras y ¡anda! La D a n-cjjera libertaria surge dej plebeyo fan­go y cual r,oj(/ lirio se mece al impulso del incendio,

Ej burgués, ya no ríe de la inibeeili-dad del pueblo, huye despavorido ante el esclavo redimido. Madero, el espir rilista ya iio invoca sus "Dioses La­res", pruto s.e alza y as.esta á ^tt co­razón la punta .de su d.ag.a. LI 912 de México saluda al 53 (je Francia, el asesinato del d,os de Diciembre de parís s.e abraza con ios asesinatos de puruándiro. Diente, por diente, ojo.i por ojo, nadie se escapa.

,Zapat,a, al frente de Jos rebejd.es campesinos, tala la propiedad, pulve­riza el templo y al gobierno .derrota; hermosa irrupción .de legp.es liberta­rios que marchan altjvos/ á ia /conquis­ta redentora, rebeldes á Suportar la oprobiosa c ideija d,el .esclavo, y de sus bocas rugidoras s.ale u,ua como flora­ción de rayos destructores, al recor­dar que un eunuco descendiente del traidor FJisojwlo sea quien . pretende esclavizarlos.

¡Y á este pueblo libertario es al que Madero desangra y pretende entre­garlo maniatado, al burgués america­

no; .quiejí solo espera que ese pueblo deje las armas, para caer sobre su cuerpo inerme!

Por eso ía guerra en Miéxico es i muerte, lo mismo cae el mercenario periodista que ayer contaba las pala­bras adulatorías: para venderlas al ti­rano, coleccionadas é.n Jas .cloacas xje los periódicos, ,que el soldado alquila­do para m,atar rebeldes. ,La burguesía huye ele México, huye como el co­rrompido Lot "huí* del incendio ele Sodoma.

La bandera roja derrota á las 'ban­deras nacionales y los burgueses, ale­manes, turcos, italianos, españoles, y chinos, to^os Juiy.en en .cobarde de--rrota: su crimen 'les" espanta.

La raza .de Judas, pálida de miedo, busca un refugio; ,e,l púeb/lo, com,o pn solo hombre, la persigue. El yerbo cáustico y sono;ro 4e Magón, reper­cute di; eipia en cima, y ,eual clarín apocalíptico convoca á la revttelta. ¥ Zapata, el ¡Jspartado mexicano, con su i¡nachete convertido en vara d.e ¡jus­ticia, siega Cabezas de tiranos. Es la guerra del pobre contra el rico, por eso los revolucionarios expropian las haciendas y cultivan las tierras por su cuenta, topian á sangre y fuego las ciudades, saquean el coinereio, y al trueno poderoso de la dinamita vue­lan cuarteles, palacios, jglesias y puen­tes; ferrocarriles asaltados, extermi­nada la escolta, minas subterráneas qu,e al paso de tía .ejército de esbirros explota y )os destroza, zánganos de AOtápa arrastrados por las calles y hechos pedazos á tnachete, hijos de burgues.es secuestrados y obligados á pagar á la revolución grandes sumas de diiiero, á cambio de su libertad; r,ebej,des que $e vengan en las hijas de los potentados, de h castidad bur­lada de sus hijas; fábricas destruidas por los misnios obreros que al grito de fierra y Libertad, se lanzan já la lucha. Y Jiapata e u ¿u hermoso mani­fiesto dado en el campamento in;ore-lejise, y citando á ííjropotldue y Víc­tor Hugo, ofrece levantar la. guillotina á semejanza del (93) de Francia, para acabar con la nobleza explotadora.

iLa revolución avanza, y Madero calerá volviendo al fango .que lo en­gendró !

I Pero otro tirano surgirá I ¿Y ,cste tirano tendrá paz? ¡tjíol Porque nin­gún gobierno concederá io que el pue­blo quiere. Por eso la revolución es

interminable, y tarde que temprano triunfará. ¿Y á su triunfo qué peli­gro Je amenaza? Uno, y irjuy gfrand*.

Todas las Naciones tienen en el te­rritorio Mexicano^ grandes intereses, siendo Norteamérica ía más perjudi­cada al triunfo ,de la fevolución. La intervención universal vettdr& preten­diendo destruir Ja1 hermosa obra, pero esto «era echarle más .combustible' á la hoguera, porque dado el carácter altivo y rebelde del Mexicano, que no está dispuesto á soportar más yugos, no quedar, piedra sobre piedra. Por eso yo pido á todos mis camaradas del mundo organizemos' nuestras fuer­zas para prestar apoyo ,decidid,o en ,el momento dado de la bruta} interven­ción, para salvar el triunfo más her­moso que el mundo haya contempla­do. Agitando h opinión de todas partes, con mítines, huelgas, motines, dando con esto el ¿oque de admoni­ción y de combate,en todo el Uni­verso. Esto ep caso de que las Na­ciones intervengan,

¿Y por el momento qué tenemos que hacer para llevar á cabo obra tan gigantesca? _ Dar conferencias explicando los

fines justicieros de esa revolución y reunir fondos por todos los medios para sostener á "Regeneración", por­tavoz de la revolución; hacer d$ cada uno, de nuestros periódicos y grupos, focos revolucionarlos, e ir á los Esta­dos Unidos, y tic* allí invadir por So­nora.

La revolución necesita de hombres conscientes que vayan á los campa­mentos á ilustrar al pueblo, hombres que sin miedo vayan á luchar al lado de esos titanes indomables, que al grito de Tiarra y Libertad rompen las cadenas del esclavo entonando triun­fantes la Marsellesa redentora.

¡Libertarios del mundo, hermanos de cabenas, á las armas y á combatir, que la libertad perece acogotada bajo la garra de un tirano!

¡Libertarios: la roja bandera que levantaron los mártires de McNcil Island, y que sostiene llena de he­roísmo la Junta de Los Angeles, Cal., no debemos permitir sea arriada y profanada por los explotadores del es­clavo productor!

I Mujeres: de pié, que la víbora teo­crática se enrosca al cuello de nues­tros hijos 1 ¡De pie, para acabar con los getiízaros del absolutismo intole­rable!

¡Camaradas, á las armas! Í3LANCA DE MONCALEANO. México de 1912.

Dos Prisioneros En los negros calabozos de la bas­

tilla de Piedras Negras, Coahuila, ya­cen desde hace cerca áe ocho meges dos soldados de la Revolución Social, los compañeros Panfilo Vázquez y Juan Guerrero, quienes cayeron pri­sioneros de los federales en uria bata­lla dada en el norte eje Coahuila.

Los compañeros Vázquez y Gue­rrero están heridos y su situación es espantosa, pues las autoridades se nie­gan & .curarlos y, á proporcionarles alimentos, alegando que individuos que no tienen respeto á "la propie­dad," no merecen ser tratados cómo gentes. - Por falta de atención médica el compañero Guerrero perdió el bra­zo dreecho y por la misma razón el compañero Panfilo Vázquez está á punto de perder una pierna. Es tanto el odio de las autoridades maderistas de Piedras Negras contra nuestros compañeros, que EN OCIÍO DÍAS no se les ha dado nf un pedazo de pan, y en éstos momentos están en peligro de morir de hambre va que se salvaron de ser colgados por la ley de suspen­sión de garantías.

Por estas líneas hacemos un llama­miento a nuestros compañeros de Texas y Oklahoma que están más cer­ca de la frontera, y en cuyos lugares los compañeros Panfilo Vázquez y Juan Guerrero son bien conocidos, para que ayuden á los hermanos Heri­dos con los fondos que puedan para que ellos asistan á su curación y man­tenimiento.

La dirección á que dehen ser. envia­dos los Fondos es la siguiente: Pan­filo Vázquez, Cárcel Municipal, Ciu­dad Porfirio Díaz, Coahuila; Rep. de líéxico.

ANTONIO DE P. ARAUJO.

lado americano. Nuestros hermanos de Leaven-

Vorth saldrán libres ej día último del presente mef. »

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"Brazo y Cerebro*'• Interceptado

En los Estados Unidos de América existe la libertad de imprenta escita en la Constitución, pero se practica el despotismo con las publicaciones que atacan el presente régimen auto­ritario y explotador. ^ ,

Para fenef el gobierno el parecido de democrática, no cuenta con el fis­cal de imprenta como en Europa, pe­ro en cambio hay ej Administrador de Correos que tiene e(l privilegio de ne­gar la circulación ipostal á toda pu­blicación que el crea inmoral' ó vio* lenta. En la últirfia clasificación ha entrado la revista "Brazo y Cerebro," no púdiendo circular por los Correos de los Estados Unidos de América, imposibilitando también la circula­ción por'ej resto del mundo.

Esta medida, más tiránica que una denuncia ó un proceso por delitos de

irnprenta, debe ser burlada por nues­tra astucia, tratando de hacer circular "$razo y Cerebro," á pesar de 1^ opo­

sición que haga el despótico Aárnjnís-tradoy de Correos jjta New YcJrfe.

Para ello necesitarnos grupqs 4e circulación ep las principales, ciuda­des de los astados Uijjíjos, fytéxjco, Canadá, Cuba, huerto Rtcp, España, etc., J,os cuales &£ entenderán- direc­tamente con (é| grtipo editor de "Bra­zo y Cerebro, fiar r.eeíbir los pa­quetes- de la revjsta, a} objeto de dis­tribuirlos entre nuestros lectpres.

Al mismo tíempo( necesitamos la a.ytida moral para 1 publicación, de­seando recibir informaciones acerca de Jrechos revolucionarios, descubri­mientos científicos, movimiento inte-lectuíd, literario, artístico, etc, Que­rernos hacer una verdadera obra pí}fa la propaganda anárquica y revolucio­naria. ,

Que sirv» la medida tiránica de las. autoridades postales de los Justados Unidos, pata estimular las fuerzas de los compañeros* al objeto de meJor-ar

la revista, "Brazo y Cerebro." • Así lo creemos y lo esperantos.

Por el Grupo Editor, - JAIME VIDAL.

Nota.—La redacción y administra­ción de "Brazo y Cerebro" se ha trasladado en 266, W. 154th St., New York City.

* ij< *

Los compañeros de ¡0s estado^ (jle Texas, Arízona y California, que £§-

ten interesados por la circulación d« "Brazo y Cerebro," comuníqucim con la administración de REGENE­RACIÓN, que servirá los pedidos de dichos estados.

f - t - •

UNA CQ|MPAfíERA OLVIDADA.

Allá en \\\\ obscuro pueblo de Pcim-aylvunia y en .medio de la miseria y las enfermedades, nú» vive la viudn de uno de los más KHUHIÍS hombres (|iie han producido IOH últimos tiein"-pos.

Nos referimos (i la compaflcu del joven Gaetnmo Dresci, el héroe que sacrificó su Vida por el bien de lu humanidad y vengó á las projütarios caldos en c! 1898 cu Milano bajo «I plomo ¡le lo.s esbirros de Humberto I de Italia.

Es un deber de solidaridad el ayu­dar CQJI lo que so pueda á ésta com­pañera. Dejarla abandonada es no te­ner sentimientos ilc fraternidad ni amor por la anarquía,

Un nuestro próximo número dare­mos datos de su dirección para que le remitan los compaficros ib qué á bietl quieran, asi como haremos una excitativa ft los demás .periódicos sub­versivos para que reproduzcan nues­tra súplica en favor de la compañera abandonada.

Nuestros Presos Las murallas de Leavenworlh en­

cierran todavía ¡á nuestros hermanos que el bandido juez Wallcr/T. Bunts de Jtiuuskuu, Texas, sentenció el últi­mo mes de Abril en la corte federal de El pasó á sufrir un año y un día ,de prisión elt la penitenciaría por yio-Jactóij ,de las llamadas leyes de neu­tralidad.

Ecniando Palomares, Efrén "M. Franco, José K. Aguilar, Rosendo Dó­rame y {Silvestre Lomas, son todavía "red utimber nien" en el presidio. Re­volucionarios comunistas, fueron arro­jados al .antro por ia corte. Si hu­bieran sido reptiles políticos, estarían libres como io -están el cínico botica­rio Chapa de San Antonio y el juga­dor Miguel Qtiiroga del mismo lugar, quienes después _ de ser declarados culpables por el jurado de una "ofen­sa" idéntica, sóloiuente fueron conde­nados á pagar una inulta- por ei mismo tartufo juez Bturna eu Ja corte de Brow'nsville.

Entre los presos, se 4i s l>ngüe e ' compañero Efrén M. Franco, porque el gobierno maderista lo señaló para víctima con fin de evitar la activísima propaganda revolucionaria que su hi­ja, la compañera Basilisa Franco, ha­cía entre los soldados de Ciudad Juá­rez, propaganda que no paró ni con la prisión .del padre, pues la altiva Ba­silisa cobró más ánimo y llegó eii sus trabajos hasta invitar á los soldados abiertamente eu las calles i la rebe­lión contra el gobierno, hasta que un día que intentaba cruzar la fronten; de El paso á Juárez, le fué leído por las autoridades un. decreto del, go­bierno de Madero por el cual Se pro­hibía sü entrada á México cu razón de profesar doctrinas disolventes, y i su enérgica protesta y denuncia del bandidaje maderista, los esbirros tra­taron de arrestarla, pero ella, ágil, es­cupió á uno de ellos y se retiró al

El gobierno del antropófago infeliz borrachín de Parras, no púdiendo go­bernar fuera del lugar que los borre­gos maderistas le cedieron? pide la intervención Yankee por niedio de los bandidos de Wall St. que tanto se interesan por la paz en.Méxjcoj si quicrgii paz, ¿para que quieren la in­tervención?

Precisamente porque el interés de estos bandidos es que mientras el nial hecho_ muñeco esté á las ordenes de los capitalistas, estos le sostendrán por medio del alcahuete gobierno de este país.

DURANQO, Hgcierrdas tomadas é incendiadas. Las familias _ de los burgueses de

Nombre de Dios, que ahora se en­cuentran en Dur.ango aseguran que las haciendas incendiadas en Jos últimos días, son las siguientes:_ Hacienda de San Felipe, saqueada é incendiada, re­partiendo al pueblo mercancías y se­millas; Maiicinas, saqueada por com­pleto é incendiada; El Ancón, saquea­da é incendiada; Santa Barbara, to­talmente destruida por el fuego, ha­biendo sido incendiadas dos grandes trojes llenas de trigo en greña, con­teniendo cerca de dos mil cargas; San Pedro, Alcántara y La (Soledad, igual­mente fueron incendiadas, el bandido que se hace llamar dueño de estas cuatro haciendas calcula que las per­didas (?) pasan de cien mil_pesos.

La Hacienda El Murtero, saqueada é incendiada, La Luz, saqueada' é in­cendiada; el ganado fué repartido al pueblo; La Llborcita'saqueada é in­cendiada; Graceros, totalmente sa-

' (jueada, é inceadiada parte de ella. En la Estancia de San Tose perteneciente a la jnisma hacienda, fué destruida f>or el fuego gran cantidad- de pastura que había empacada, las maquinas fueron destruidas con hachas y tablachos; el puente que está sobre el Rio de Mule­ros fijé destruido con dinamita. San-la Aníta, Plateros y San Isidro, fue­ron destruidas por el fuego. Concep­ción de Poanas, San Jtían Bautista, •San Pedro Mártir, San Diego Man­cha, Corrales, Santa Anita, El Moli­no, San Estevan, Juanaguerra, Con­cepción, de Ilcredia, Ochoa, "El Sal­tillo ' fábrica de hilados y tejidos, fue­ron saqueadas é incendiadas. Refi­riéndose á lo antes dicho, dice "El Imparcial:"

'L,os numerosos hombres que trae Cheche Campos, están divididos en diversas partidas y tienen invadida to­da esa región (Paonas). Esta ha sido asolada por completo en menos de una semana.

"Los rebeldes han pizcado todos los sembrado?; toman el maíz que quie­ren; otra porción la distribuyen entre la gente de campo y luego sueltan la caballada entre las milpas, las cuales quedan totalmente destruidas. En to­das las casa$ principales de las ha­ciendas han saqueado por completo, desbrozando los muebles y los que no destrozan los regalan á los peones. La desolación más completa reina en

pocos para apoderarse de la pobla­ción, pues ellos esperaban eme el res­to del destacamento les secundara, pero no fué así. Lo que ocasionó la captura de ellos.

El optimismo oficial viene desde ha­ce algunos meses, y sobre todo en es­tos últimos, tratando de negar, negan­do, mejor dicho, ei avance de la revo­lución, que puede comprobarse ¡Con los hechos siguientes:

El Partido de Nombre de Dios está situado al oriente de Durango y en él andan "Cheche" Campos y otros cabecillas con niimero&os hombres, por l o menos bien armados y provis­tos de parque. San Juan del Río está al norte y allí operan el compañero Mariano que con una considerable partida toriió San Juan del Río. En el Rodeo, perteneciente á San Juan, hay varias partidas. Gregorio Sánchez que asaltó el mineral de Ocampo, tam­bién perteneciente á San Juan, trae muchos hombres. De GUanacevi, que está más al norte, y que pertenece al Partido de San Juan dei Río, comuni­can en carta recibida en Durango que hay cerca de allí cientos de rebeldes. En el Partido del Mezquita! que que­da al sur, hav varias partidas. Por último, un vecino del rancho de Mor­gan (distante una legua de aquella ca­pital) trayendo tina partida de muías para «librarlas de los rebeldes, é in­forma que á media legua de Morgan, aparecieron 40 hombres que mataron dos reses y que seguramente caerían sobre Morgan.

Los burgueses creen que es necesa­rio que se manden, nuevos, refuerzos, artillería y ametralladoras, pues es im­posible que el esbixxo Escudero pue­da, con la poca gente con que cuenta, hacer la campaña en todo el estado.

—Se rumora que en un encuentro habida en la linea limítrofe de Du­rango y Zacatecas, fué muerto el es­birro Aguilar, habiendo sido derro­tado, y causándole muchas bajas en­tre muertos y heridos.

Tres columnas, una federal, manda­da por el esbirro Gómez, y dos ru­rales, manejadas respectivamente por los jefes Guajardo y Ag'uiiar el en­cargado de cortarle la retirada por el lado de Zacatecas; pero parece que no lo lograron, por haberse recibido la noticia que Chalchihuites había sido ocupado ñor los rebeldes, y eme Som­brerete estaba amagado por varios grupos.

Así es que éstos eludieron el en­cuentro y, según persona conocedora del terreno, Cheche debe haber pasa­do por los pinitos flautados taragoza y Calabaza!, para internarse al estado de Zacatecas.

—Los rebeldes que salieron ele San Juan rumbo al Rodeo se estacionaron en las haciendas de Menores, que distan diez Ijíl.ótnetros qe San Juan, donde se entretienen en torear y co­lear toros, que con ,ese objeto han llevado á la finca.

El Mezquita!, cabecera del mismo nombre est(i amagada p.or qos fucr-**."* « V B W J H W U U *H«9 lV«^A3-'Jl*-,l,tt 1 Cilicl CÍA UVIUVUC vol^l <UUU}¿¿lUa Jj.ljr (¿U

toda aquella región, y.con los destro-;\tes grupos de revolucionarios. zos Jiechos en ¡ella, los hacendados quedan eft la ruina.''

Precisamente, es lo que queremos, para qUe trabajen y se* ganen la vida honradamente.

Acallan está amagada por una nu­merosa partida ele rebeldes que se pre­sume sea la misma que tomó San Juan del Rio. Los bandido* de dicho lugar piden un tren especial para salir antea de caer en Poder de los rebel­des. ¿Adonde irán esos ¡criminales que lio Sean ajusticiados? La hora de la justicia ha aparecido en México, y pronto s.e extenderá por todos los ám­bitos .del planeta. _

—La comunicación entre Torreón y Durango, ha quedado interrumpida por Jos rebeldes que acaudilla el com­pañero Mariano*

—Mariano y eomnafleros -después de una reñida lucha se apoderaron por segunda vez de San Juan del Río.

—El combate duró como siete ho­ras hasta que los federales rompieron las filas rebeldes saliendo por ei rum­bo de un molino, atravesando el río hasta el Cerro ^Ito, donde tuvieron otro tiroteo, siendo esta última faz del combate la más reñida, pues ios luchadores casi se batieron cuerpo á cuerpo. Los "mochos" en la huida abandonaron gran cantidad de armas y parque, quedando en poder de los rebeldes.

El compañero Mariano dice que es­tablecerá su cuartel general .(eu San Juan) tanto por su magnífica 'posi­ción estratégica, como l , o r estar ro­deado de haciendas.

En Tepehuanes se Sublevaron ca­torce soldados del destacamento que guarnece la plaza, quienes empuñando las arnjas y dando vivas á Zapata, se lanzaron á la calle, recorriendo la po­blación y azuzando á los 'bandidos del lugar". Desgraciadamente eran muy

Los rebeldes que tomaron Muleros, cabecera del municipio del Partido de-Nombre de Dios, después de haberla-saqueado, la incendiaron, no escapan--dose ni el templo el .cual lo destruye­ron con dinamita. Hacéis bien; ¡aba-, jo los templos y las casas de -gobier-> no! ¡viva la destrucción! de ias cosas inútiles!

¡¡Adelante* con la Revolución So­cial!!

CHIHUAHUA, Los rebeldes que acaudillan los re­

volucionarios Caravco y R,ojas, se ru­mora que fueron derrotados en un lugar situado quince millas al norte de la estación del Sauz.

—Procedentes de .Guzmáti llegaron á Ciudad Juárez quinientos "mochos," huyendo de la persecución de los re­beldes.

—El esbirro Gar.dea y el anémico , Blanco, han sife|o comisionados, para | que en combinación eniprepdan la campaña contra los rebeldes que iu-cencliaron el ,tren (Je pasajeros. Los referidos esbirros llevan .cuatrocien­tos hombres de las tres armas. Con­tinúa la interrupción de la linea tele­gráfica y ferrocarrilera.

El revoltoso Luis Fernández trata de rendirse con 200 hombres e¡ue lo acompañan, No os dejéis engañar Compañeros, si ese mentecato trataba de jugar á los soldados, y á vosotros Jos traía como instrumentos, ¡ajusti­ciadle! y acordad que la paz burguesa no beneficia á los pobres sino á los •bandidos.

—En un punto denominado "131 Re­parto," hubo una escaramuza en la que perdieron los rebeldes seis com­pañeros.

—En Valle de Allende, municipali­dad de Jiménez, se sostuvo un com­bate en las afueras de la población con la gente que comanda el rebelde.

í)úf)cz. Uu t;cbelc]e que cayó prisio­nero, se, le fusiló en el neto, ' —Procedentes, de Oaxaca llegaron

á. Chiliualnla .400 federales al mando del esbirro 'Robles Linares, ¡También éu Chihuahua hay balas!

Santa Eulalia esta nuevamente ame­nazada por un respetable número dé rebeldes.

Mujeres en las filas rebeldes. Los rebeldes lian destaudo los te­

légrafos de Villa Animada Hacia el sur, pero antes de ser destruidas se supo que el esbirro Blanco, labia lle­gado con ochocientos "mochos" á Moctezuma, cerca fle, cuyo lugar se encuentran Rojas y Caravco, cqu un respetable número de compañeros.

Algunos de ¡os dispersados que 11c-Ejaróii á Ciudad Juárez, aseguran que en las fifas que acaudilla Caraveo hay un gran número, cíe mujeres que van perfectamente armadas y son verda-

1 ti eras combatientes. Los recién lle­gados á Juárez las vieron tendidas en las trincheras, y disparaban sobre los . federales, con certera puntería. - •

—En Villa Ahumada Etietoii derro­tadas las fuerzas que comanda ei es­birro Blanco, infligiéndole muchas bajas y'haciéndole retroceder hasta Juárez.

Dice el leproso "Times": "millones ile jjesos valuados én propiedad de

' "ciudadanos" americanos han sido ro­bados ó destruidos y aparentemente el. gobierno mexicano está- absoluta-1

nientc sin poder para dar protección a las demandas,de.los Estados-Uni­dos y otros gobiernos. ¡Bapdiclos! (fue propiedad llevasteis á México? ¡•Ninguna!; luego ,pará qtí'é! <ts tijnto-escándalo ,y tanto mitote pidiendo" Ja intervención armada? -Vergüenza de­bían de tener miserables, y dejar á los rebeldes obrar- libremente que son los verdaderos dueños ,de la ríquesa se­rial;'y. no vosotros ladrones crimina­les. Huid del peligro canallas, y sí tenéis capital llevadlo consigo.

Los rebeldes no quieren capital; unieren Tierra y la toman, quieren Justicia, y la hacen; quiereiiLibertad— ajusticiad los Tiranos, quieren la •Igíiáldad, desconocen el odioso dere­cho de propiedad privada. ¡Adelante, compañeros! fVíva la expropiación!

¡¡Viva Tierra y Libertad!-l 5000 federales saleen de la ciudad de'

México con el objeto de pacificar el esiado de Chihuahua. Y "para -Du­rango, Zacatecas, y demás Estados, ¿cuantos" mandan? ó que nomás los Chiliuahtienses álcansaron bendición?

eOAHUILA. ..-'—En el distrito-Üe'"lá''L'agüÚ3 opc-rañ como 1000 rebeldes, los cuales se lian dedicado á saquear haciendas y sanchos, y últimamente se están re­concentrando, á los terrenos que el baudido Potter"dice que son de él.

GUERRERO. Alrrjazán y compañeros después de

un reñido combate se apoderaron de •la importante población de Ayutla, .quedando el suelo cubierto de cadá­veres.. , Estos después de , que los ''leales' 'se rindieron les recogieron las ,annas y les dejaron en libertad, ,tle .allí se marcharon á la prisión á libertar á IQS prisioneros, lus cuajes se les unierojí así como algunos de los leales. La jioblación fué saqueada crjmpietanieuie; recogieron buenas surtas de dinero y algunos caballos.

A más de Ayutla hay que agregar :l¡is plazas de Atpyas y Tecpan. Ase­gúrase -que toda la región de Costa Rica - se encuentra en rebelión.

—La costa Graiide está simada al noroeste de Acapulco, y abarca los importantes pueblos de Atoyac, San Gerónimo, San Luis, Trepan, Calva­rio y otros pueblos mas. Todos estos pueblos son comunistas que se le­vantaron en armas hace dos rneses, y desde entonces no han dejado de exten­der su labor de propaganda y de ac­ción, habiendo tenido muchas victo­rias.

—La importante población de Mele-pee, cayó en poder de Almazjín y compañeros, después de un sangriento combate. En medio del nutrido fuego, un grupo de diez y seis rurales se pasó al íado de los rebeldes, llevfiu-.do.se armas, caballos y bastante par­que.

En Santiago Zacatilla, hubo una es­caramuza, en la que perdieron los re­beldes dos compañeros y los, "mo­chos" uno. '

G.UANAJUATO Los ranchos de la Manga, San Ra-

aíel y Lacón. —Eu los cerros de La Ordeña y

del ¿apote, hubo algunos encuentros. Lít infantería del Estado salió rumbo al lugar de los MICCSOI. y en vista de que los rebeldes son muy certeros pa­ra disparar sus Wincliestcrs, lus "mo-clws" abandonaron las posiciones y BC devolvieron á la ciudad,

En fuentes extraoficiales sábese une lus federales hicieron uu moví-

RflOEMERACIOM FAGINA 3 •*!$m: aiui.iuiUM'UUK* ÍMHUÜ..ÜJI HA.., miento "activo," .saliendo de Cclayai Irapuato, Santa Cruz y Salamaca, y que por • una. mala interpretación de las órdenes del jefe, no pudieron w:a-lizar sus planes para derrotar á los re­beldes (iiie oneran en aquella región. iQne .interpretación ni 'que pericos! la certera puntería de las insurgentes.

Se rumora, que en el combate habi­do cerca de Salamanca, murió el se­cretario del rebelde Rcltr.án, Guido Bcrloth de nacionalidad Italiano, que también era el dinamitero del grupo.

- —Juan Lavín y compañeros des­pués de haber permanecido en ¡la Vi­lla de Cuetzatlán, más de quince días saqueando el comercio y azuzando las ^autoridades," incendió una de las principales casas de comercio.

Lavín llegó al citado establecimien­to y pidió dinero, y habiéndoselo ne-gado, puso petróleo á la casa y 1c acercó un cerrillo y fué á instalarse á corta distancia á presenciar su obra, hasta que -la casa quedó destruida.

JALISCO Un respetable número de revolu­

cionarios que ha aparecido en San Gabriel, trae en jaque á los federales de aquella región; actualmente están amagados Acápulco, Plantanar y San Miguel. ,

La hacienda de Buenaventura, fué tomada por los misinos rebeldes, quienes se apoderaron de armas y parque y buenas sumas de dinero que había en la caja dé valores de la fin­ca y regular numeró de acémilas y caballos. El jefe politjcó de San Ga-! briel ya ' se cansa t|e pedir auxilio al; monígotc'Míttlero, y este se muestra tan indiferente1 coji el "séiípr," ' qi(c

" \¡ i ; i . i i i . i i M i . . n j ' T " ••'• - i

de la artillería, corriendo la mism,a suerte San Miguel 'dé los "iRanchos, quedando ambos"'pueblos reducidos á' escombros y cubiertos de cadáveres.

L^ps'babosos fedérales están' tan tráriíjíornados de la mente que ya no saben ni quienes sqn los rebeldes. En él pueblo' dé 'Calimaya, eí comercian­te ' Antonio" -Bécerril acompañado de una cuadrilla de peones salió con uii,a carreta con el objeto de ir á recoger P.apá,aí'al monté, y al llegar á un pa-raS¿" llamado "El Ccotiííó," comenza­ron ,á ,qirse las dcscarga's que les ha­c ía^ los sostenedores del desorden,1

dirigidos ..por las fieras Delfín y Cen­teno. "

Afortunadamente no hicieron blan­co en ninguno de los peones con sus mal dirigidas balas. El fuego duró algunos"'minutos hasta qué. el "señor" Bécerril acordó colocar una cervilleta éñ. el "cabo de ún azadón indicando así que ,no heran rebeldes; pues de otro ínpdo ,todos hubieran perecido.

•Los rebeláe.s qué dirige Francisco' Pulido, atacaron Santiago Tiangis-téhgó,' dónde" existe una "fuerte güár-íYicTón al manido del esbirro' López.

El CQt^biitc estuvo reñido, siendo rccliasados :lo.s rebeldes, y habiendo perdido tres compañeros, los cuales .se llevaron consigo,

—En lias cercanías de G.'ialmita hu­bo u'ii encuentro que duró cinco ho­ras, quedando la victoria por los fe­derales, habiendo muerto setenta y de los federales murió tmo.

¡No l a . . , . . . ! tápenle ^ el ojo al ma­cho, .hijos dé ." . . , ' , . . .Madero.

MICHOACAN El corresponsal de "El Diario" dice,

que en Jitmílpan se han acabado los grupos de sediciosos, y que en la Pie­dad solamente queda un grupo' á lo largó '.de la linca,del ferrocarril, en un ljiga,r limítrofe cófi,el estado de .Guá-nájúato,

—A una ranchería de la jurisdicción de Actiítzio se presentaron seis indi-' dúos diciéndose representantes de un numeroso grupo de rcvóíucionarió.s y se Ueva,rqn varios caballos; después se supo que el anunciado grupo mo existió, y solo fué un golpe de auda­cia para hacerse de elementos de guc-; ,rra y seguir la campaña contra el odioso sistema social.

—Un nuevo grupp.de rebeldes ame­nazan la población de Jiquilpan.

MORELOS. Un grupo de rebeldes comunistas

tomó la Población de San Miguel Ixtlilco, Un patanatas que responde al nombre de Eleuterio Sandoval, in­forma que ya varias veces han entra­do á diclTo lugar, y que en esta última ocasión llevaron su cinismo al grado de acuartelarse eu la plaza pública permaneciendo todavía cu momentos que el salió para Cucrnavaca.

—El esbirro Fernando L. Orta jefe del destacamento' que se encuentra de euarnicíón en Yecapíxtla, se en­contraba en las cercanías del pueblo cuando imo.de ;lps "motchus" creyó percibir á cierta distancia un grupo de hombres .que caminaban á paso de lobo, entre los matorrales. El esbi­rro ordenó que marchara la columna cu aquella dirección .([mientras el se escondía), encontraron, en efecto una guerrilla de treinta hombres á los cuales les hicierqn fue,gb, siendo con­testado por Ips rebeldes, que' desgra­ciadamente herán muy pocos para ha­cerle frente al ' enemigo, pero se ba­tían en retirada hasta que llegaron á un punto denominado ''El Ocotal," donde se encontraba un buen número de compañeros;.donde los esbirros no se atrevieron á 'entrar á pesar de que iban como -lobos carniceros.

—Los rebeldes que fueron derrota­dos en Tcmascaltepcc, se están recon­centrando en Pitaya, donde según se sabe, han establecido su cuartel ge­neral.

—La hacienda .de Cqahuíztla, cayó t poder de lo.s rebeldes; fué sa­

queada é incendiada como de cos­tumbre. La hacienda de Cuautlizto, corrió la misma suerte,, no' escapán­dose ni la estación del Ferrocarril Interoceánico.

Puente- de íxtla, Morelos.—Tctccar la es el distrito en que lo comunistas (bulgo-zapatístas) están desplegando mayor actividad. Los abundantes re­cursos que toman de haciendas ubi­cadas de aquella región, la topografía del terreno y la circunstancia de en­contrarse á corta distancia de la línea divisoria de los Estados de México y •Morelos, facilitan sus correrías. Sí á eátp se agrega la ayuda, unas veces forzosa y otras espontánea, que les imparten la peonada de las haciendas ¡y los vecinos de algunos ranchos, que también son comunistas, se compren­derá fácilmente por qué la acción de las fuerzas del gobierno que operan en nimbos no es tan eficaz.

Los rebeldes cuenta» con un ser­vicio de espionaje superior al del go­bierno y están siempre al tanto de los movimientos de sus perseguidores. Con frecuencia se da el caso, de que golpes que se consideran seguros, fra­casen por el aviso oportuno «tic los insurgentes reciben de la aproxima­ción del "gobierno."

—Después de dos días de reñido combate, las fuerzas que defendían la plaza de-San Pedro lograran romper el cerco, dirigiéndose á Ajiichitlán. Se

"llevaron algunos heridos, entre ellos

apenas le .mandó ünós cuántos "m'o-¡Vaya! siquiera, ¡je •cnbDnará cíios.1

la bella tierra de Jalisco, con la san­gre dé .esos cuantos gatos. • —Los rebeldes que acaudilla Eu­genio Avino,' visitaron ,1a hacienda de Enrique Vizcayno llevándose armas, caballos y dinero.

•^Cerca, dé Arandas, fué derrotado un grupo du. /ebeldes; el rancho de "La Joya" fue asaltado por los mis­mos, siendo rechasados.,?.

—San Gabriel cayó en poder de los rebeldes que acaudilla .Eugenio Áviña, exigiendo armas, caballos y dinero.

Cuatro cientos rebeldes entraron á sangre y fuego á la población de Huc-juquilla, saqueando el comercio y fu­silando autoridades. La lucha estuvo reñida por ambos ladtis; hubo muchos muerlos.

M É X I C O ; Los vecinos de Calimaya se quejan

(le que los federales para nada sir­ven, ;quc son ¡necesarios y que .cuan­do ycgaii á esos lugares cinpiesan por meter el desorden, Pues como dije la semana pasada! que, esos carniceros dispararon sqbre los" ¡trabajadores que se entretenían piscando maíz, ahora los vecinos dicen que esos caníbales los trata,n de una manera brutal y .sal­vaje, y que los rebeldes los han tra­tado de una manera humanitaria.

—Entre "Esperanza" y Calimaya hay un grupo de .rebeldes que se compone de doscientos hombres de caballería bien armados y municiona­dos.

—Algunos individuos de San Bue­naventura, se quejan del mal trata­miento que reciben de parte dé .las

' 'autoridades. ¡Empuñad e l 'm ié y'fu­silad á esos miserables! ¡No seáis parías ni cobardes, haced justicia! '

Los rebeldes amah'azan nuevamen­te Jucliítepcc y Ciautla, actualmente ocupan los cerros cercanos y princi­palmente el del Mayorazgo, donde se encuentra el núcleo principal de las fuerzas.

Dicen les "señores" de Jucjítepec que á medida que pasan los dias y el gobierno no manda más fuerzas, estos se envalcntoinán y.multiplican sus ata­ques y saqueos. En la. población de Juchitepcc sólo hay una sección de amatralladoras con la guarnición' per­manente.

Lá población de Cuiquijingo cerca­na" de la primera, fué tomada y sa­queada.

Los rebeldes siguen íortificadqse en los cerros de El Hígucrón, El Cíl-guero, Los Hornos, etc., sin que las fuerzas "leales" les liagtfn*"" frente.

Pueblos asaltados tomados y sa­queados: San Gaspar, Soto, San Se­bastian y rancho de San Antonio. Es­tos rebeldes saquearon completamen­te el comercio, llevándose además, ar­mas, caballos y dinero. Se cree que son algunas guerrillas porque dichos lugares fueron tomados el mismo día y casi á la misma hora.

Un buen número de revolucionarios entró á las haciendas de San Miguel y El Jaral; saquearon por completo las fincas y se llevaron, anuas y ca­ballos,

—Siguen reconcentrando "mochos" á Sultepee; se espera otro combate sin cuartel. Mientras la mayoría de los esbirros .se dirige á esa región los levantamientos rebeldes se .multipli­can en otras partes de los estados.

—La importante población' de Ju­chitepcc está nuevamente amenazada por los rebeldes que acaudilla el va­liente revolucionario Limón.

Parece que estos rebeldes son los mismos que aniquilaron el destaca­mento fie la estación de Ncpántla, si­tuada al Norte de" Ozumba; y aiites de volver á su lugar en el cerro del Maroyazgo. arriba de Juchitepec, en- ¡al esbirro Jorge Casas, jefe de la guar-traron á Tlacayapán donde' fueron agasajados por los vecinos, que tam­bién son comunistas.

—Desde que fué incendiada la es­tación de Salazar, los ' burgueses de' aquel lugar están aterrorizados por­que los "mochos" no les visitan por miedo á. los rebeldes. Las familias de los burgueses así como estos lian huido á los campos. La casa del bur­gués Díonícío Victoria, fué incendia­da, amenazando al mismo con quemar toda la población en caso de que este

hiciera una colecta' general entre

nicíón sitiada por los rebeldes. El lícáría Gertrudis Sánchez, que

llegó en auxilio de Jas fuerzas que .de­fendían aquella plaza, en virtud de no' ser ya necesarios sus auxilios por la evacuación de la plaza hasta por los mismos rebeldes que la habían atacade, salió para Ajuchitlán, que se encuentra amagada por varias parti­das de alzados.

También se halla amagado Totola-pañí, por otras partidas de rebeldes.

~ OAXACA. Los Ixtepcjanós CCoinunístas)

los señores de allí; pues estos i n s u - - s u invasión á la Mixteca, llegaron rrectos como no son más que dos, no pueden revolucionar y hacer co­lectas. La alarma es grande en dicha ciudad; pues ya conocen el trabajo'de los dos revolucionarios.

—Mexcaltzíugo, después de un en­carnizado cómbate, cayó en poder de los rebeldes; quince casas burguesas fueron incendiadas. Pueblos destruidos por los salvajes.

Los "mócíios" que trataban de re­cuperar la-población de San Pedro, no pudíendo : hacer frente a los rebel

hasta San Felipe Tejalpa y_ Yolonic-catt. distante nueve leguas de 'fia xíáco; para despistar á los "mochos' cambiaron de itinerario, pasando por Tamázulapam % regresaron por Tc-qúistepec á Coíxtlahuaca, tocando el pueblo de Tepelmeme que es el. me­jor de lii región.

De allí se internaron al distrito de Teotitlán, por el ingenio de Ayotla, sabiéndose que en esa corrida de quin­ce días recogieron buenas sumas de dinero y bastánets armas y caballos

des, optaron por destruirla por medio para llevar adelante la axpropiación

de }o que detentan los bandidos. Apresuradamente estuvieron en Tc-

poscolula donde destruyeron cL apa­rato telefónico. Al salir de alli.se en-, contraron con una fuerte columna de; "Juanes," los que no les hicieron fren-té. De Cuicátlán salieron á la Sierra y atravesarou uña zona Mixteca vól-. viendo nuevamente á Teotitlán para internarse nuevamente á la Sierra. En todos estos lugares fueron recibidos', muy :bien por ' parte de los vecinos, que también son comunistas. Los fe-, derales no los molestaron en lo más t mínimo. Estos rebeldes al re tirarse' de las plazas que tomaban lanzaban gritos de: ¡mueran los tiranos! ¡arri­ba los hombres libres! ¡Y todavía rebuzna el payaso de la democracia! pronto habrá paz !

—Justino Olivera Diputado del Es­tado de Oaxaca, se acaba de unir con los rebeláes. Como buen político es fácil que trate de embaucar á los re­beldes comunistas que con tan buen éxito han operado en aquella región.

PUEBLA. En Atziziliuácán hubo un fuerte

combate, en el que perdieron los re­beldes; el esbirro Martínez dice que mató más rebeldes que la supuesta espada de Oliveros.

—En las cercanías de Chiautla ha habido varios encuentros. El "coro­nel' Olvcra dice que los rebeldes se acercaron á la plaza con intención de tomarla, .aunque el número de estos era considerable, al divisar al mente­cato huyeron dejando armas y caba­llos. Es de creerse; pues según lo re­quiere la higiene medica, debemos de cuidarnos de los leprosos y sifilíticos para no contagiarnos eíi caso de no ppder dcspanzurarlos del p r i m e r . . . . . digo sifilíticos porque esos degenera­dos son hombres que np salen de |os burdcles derrochando lo que nada íes ha costado.

SONORA La hacienda tic la "Misa" "propie­

dad" del Gobernador, fué atacada y saqueada .por los rebeldes Yaquis ^.ic desalojaron al destacamento que ha­blaren ella.

Se llevaron algunos, saeqs de maíz y frijol que** es lo único que encontra­ron de utilidad.

Algunos otros puntos están amaga­dos por gruesas partidas que operan cerca .tic Mazatíáu y Nácozari Grande.

En este Estado han aparecido va­rias guerrillas de rebeldes y se cree que los huelguistas están de acuerdo con los insurgentes. Estos rebeldes son temibles por la burguesía, puesto que practican el comunismo que tanto le temen,

SINALOA. 'El Panocho," un nuevo revolucip-í

narip que recientemente asaltó los pueblos del Pozole, Apoderado y. Cha-mella, exigiendo armas, caballos y dinero.

T E P I C Sublevación en Tuxpan.

Apenas se lanzó el gritó de rebel­día por el cabo segundó Carl»s A. Pa­dilla; obreros- y federales entraron de lleno á ía expropiación, habiendo cau­sado un terror pánico entre lps bur­gueses tic aquella población, ¿ p s nuevos rebeldes se apoderaron de buenas sumas de dinero y bastantes armas.

Ya salieron''á batirlos (?). ' VERACRUZ.

En Iqs contornos dé Jamapa hubo un eucuentrq, en el que cayeron .pri­sioneros cinco rebeldes, los que fue­ron juzgados conforme á la ley de suspensión de garantías.

ZACATECAS. Cheche Campos y coriipañcros des­

pués de un rudo combate se apodera­ron de la plaza de Chalchihuites, la que saquearon enteramente. - Al si-guíente día que llegaron refuerzos pa­ra los federales se entabló nuevamente el combare, en el que,se rumora salió herido el valiente revolucionario.

José Jesús Campos (á) "Cheche,"' uno de los más prestigiados revolu­cionarios acaba de morir en un com­bate efectuado cerca de la población de Sombrerete. La noticia de lá muerte de nuestro compañero de lu­cha y de miseria, ha causado profunda impresión entre los seres conscientes que aman la causa de la libertad. Los bandidos del capital y del poder creen que con la muerte (esto es si ha muer­to, pues nosotros no lo creemos) de este invencible revolucionario, termi­nará la revolución en el Estado de Za­catecas y Durango, los cuales están convertidos en una hoguera. * ^ *

ULTIMAS NOTAS. JALISCO

Los comunistas' de San Pedro Te-sístán, uuc perteuece al departamento de Jocotepec, cansados de esperar el reparto de tierras, destruyeron varias propiedades .tirando las cercas y lo­mando posesión de los terrenos, des­conociendo el infame derecho de pro­piedad privada.

Los rebeldes que acaudilla Pablo de. León, destruyeron la línea, cerca de Tetillas, Mor., para provocar la salida de alguna fracción tic federales, y se emboscaron cerca de Texcal, lugar apropiado para sorpresas, distribuidos convenientemente por ambos flancos.

—Entre las estaciones de Colón y Rijo, fué tiroteado un tren.

—El pueblo de Tchuixtla, fué ocu­pado y saqueado por cincuenta rebel­des, en seguida salieron rumbo á Gue­rrero.

—El presidente municipal de Coíx­tlahuaca, estado de Oaxaca, que días' pasados Jiuyó por no caer en poder de los justicieros, estos la utilizaron para adornar el árbol de "Navidad."

—El diputado Domingo Diez de Mor., refiriéndose á los terrenos co­munales, dice: "El derecho para esa explotación pertenecerá en lo suce­sivo á los vecinos tlel pueblo cu cuya jurisdición se encuentran, y que se prohibe, establecer en el perímetro de, los montes comunales, empresas para la acaparación de los productos."

El misino politicastro^ asegura que restituyendo estos derechos, los re­beldes depondrán las armas. ¡ Ojo, compañeros! lo que se trata es de que depongáis las armas y vosotros que­déis burlados nuevamente. ¡Xada de paz! ¡Guerra sin cuartel, al Capital, Gobierno y Clero.

—Muchas familias han salido del pueblo de Playa de Vicente,.Vcracruz, pues temen que sea atacada de un mo­mento á otro.

^£n una serie de encuentros que tuvieron lugar corea de Tena'ncingo, México, los compañeros comunistas que operan en armella región, tuvie­ron algunas bajas,

—Eir.el pueblo de San Juan cerca­no á Taxso, estado, de Guerrero, se presentó un respetable número de re­beldes expropiadores con intenciones "de saquear la pqbla,ción, no pudíendo llevarlq á eféctq se concretaron á sa­quear algunas casas, retirándose en seguida.

'•—Cérea de Oaxtepec merodea un considerable número de rebeldes ex-.propiadores, lo que -ha originado que. los burgueses de dicho lugar padescan de insomnio.

—lina partida de rebeldes asaltó la hacienda del Carrizal, Etdo. de Yera-cruz, saqueándola .y pasando por las amias á un sujeto que se hacía llamar prqpietarlo. El ajusticiado se llama­ba Ángel Triga; la misma suerte co­rrió el burgués Anastacio Domingo.

—Cincuenta rurales en el estado de Guerrero, han aumentado las filas ¡rebeldes comunistas. ¡Pobre Chatín!

—Las grandes fundiciones de Chi­huahua, Montérey, Torreón, Velardc-,ña y Aguascalientas, están paradas y se asegura que no volverán á funciu-nar hasta no declararse propiedad co-.mún. Se dice que cincuenta mil' de IQS hombres siu trabajo se unirán á los rebeldes.

La huelga general ferrocarrilera ha estallarlo en "todo el país; los huel­guistas piden ocho pesos diarios y ocho horas de trabajo. La ladrona compañía ferrocarrilera dice que ;¿s un imposible pagar tan crecidos salarios.

—Cerca de Saltillo, estado de San Luis Potosí, un rehelde subió á un tren de pasajeros con pistola en mano, en busca de un esbirro que desgracia­damente no lo encontró, pues este se encontraba escondido bajo las faldi­llas de alguna mujer, .pqr que para esos degenerados es de moda. El valiente rebelde en el poco tiempo que-viajó en dicho tren, sembró un terror pánico entre los burgueses y en los momentos de bajarse fué sorpren­dido por una turba de bandidos y he­cho prisionero. Se cree que haya sido fusilado.

—'Felipe .£ Arnulfo Cárdenas veci­nos del "Puerto de Valle" estado de Gto. y otro apellidado Martínez, fue­ron asesinados por los barbaros rura­les. ¡Haced justicia, compañeros! ¡;No seáis parias!

—El conocido rebelde José Aguile­ra, que tan aterrorizados tenía á los burgueses v autoridades de Guana-jiíato é Irapuato, ha sido aprendido por la policía secreta. Este rebelde había saqueado é incendiado algunas haciendas en ambos estados. ••

Un burgués vecino del pueblo de Tetecala, Morelos, dice que en aque­llas comarcas hay bastante alarma con .motivo de la aparición de un grúpó de .cien zapatistaV (^comunistas), y que estos obedecen (cuándo lo creen con­veniente) las ortíenes del cabecilla "Pinto." Jiste misino rebelde es el que ajustició algunos burgueses de nacionalidad española, cerca del pun­tó mencionado. r

Ahora acechan el camiiio.de Teteca­la, y aquel puebla se encuentra inco­municado, por el;;temor que le tienen á" los rebeldes qué'ño permiten viajar.

* • ; * ' • • * •

Como queda demostrado, ct movi­miento netamente comunista se ex­tiende por los estados de Durango, Zacatecas, México, Jalisco, Guaña-juato, Morelos, Guerrero y muchos otros, con excepción del movimiento de Chihuahua que se compone de ca­balleros de industria, hombres que buscan el medro personal y no el de los que sufren y3 están en la más es­pantosa miseria. Esta semana estuve enfermo por cuya razón no pude reco­pilar más notas, pero en el próximo numero haré todo lo posible por llenar uiüts ocho colunúias. Compañeros: ¡adelante! ¡Viva la Revolución So­cial! ¡Mueran los ricos! ¡Viva Tie­rra y Libertad!

A L B E R T O TELLEZ.

EN MEMORIA D E PRÁXEDIS .

Hermano: Caíste heroicamente ri-ñendo por la loable causa que persi­gue el ácrata consciente y altruista de todo el universo.

Caíste rugiendo cual el león en el combate, ansioso de libertar á la hu­manidad y dejarla respirando el aire libre en vez del pestilente y detestable de la presente sociedad.

Caíste bañado en tu propia sangre, dando un ejemplo al mundo entero con tu valor, osadía y bravura en los campos de la acción y el pensa­miento.

Caíste destrozado por las traidoras balas de los mismos que soñabas li­bertar.

Caíste: pero tu idea de redención vive en nuestros corazones y está lo­zana, animosa y robusta en todos los conscientes á través del globo.

Tu intachable ejemplo muy pronto será seguido por el obrero internacio­nal que empuñará el fusil y euarbola-rá, para luchar contra el enemigo, la misma bandera roja en la cual caíste envuelto en la batalla de Janos.

Hermano: la hora de tú venganza se aproxima; los convencidos de tu magna obra, te vengaremos eu lio le­jano'día.

Duerme Descansa en paz La justicia llegará.

ALBERTO TELLEZ.

LA MANIFESTACIÓN EN PRO D É N U E S T R O S HERMANOS D E ARGENTINA. La MANIFESTACIÓN produjo

los resultados apetecidos. El triunfo ha sido moralmeutc. El comité, dio principio desde la "Plaza de los mexi­canos," tomando parte eu su o «opera­ción todos ios radicales y quedándose allí solamente unos cuatro gatos que se hacen llamar: "rama latina" de los J. W. W., pero que en verdad son remora al desarrollo de la hermosa organización de los INDUSTRIAL W O R K E R S OH T H E W O L l i l ) (los Trabajadores Industriales del Mun­do). De ahí se [Miso en marcha la Gran Parada por la calle de Los Ange­les, para hacer .tina estancia entre 1; calles la. y'2a.,; y dirigir allí la. pala­bra un obrero que, con mucha aten­ción fué escuchado por la multitud

dé obreros que k diario se relujen pa­ra tratar asuntos sobre los intereses sociales. Los frailes de la biblia y algúnps politicastros que con frecuen­cia y tenacidad siempre van ahí, pre­dicando las embrutecedoras doctrinas de la .religión y la política'; se queda­ron como el que "silbó en la loma;" con un palmo de narices.

JSn. seguida, al terminar la perora­ción en inglés los camaradas, I. W. W. (Trabajadores Industriales del Mundo) se reunieron para proseguir la marcha por las principales calles como son: la Main, Spring y Broad-way, recorriendo desde la 2a. hasta la calle 6a:. Cuándo de regreso por la calle Broadway y 3a. con rumbo á la de Los Angeles, la Manifestación, que continuaba de la manera más pa­cifica, fué asaltada por un agente de la "ley y el orden," interrogando que, quien les había dado permiso, ó que, quienes eran los lcatlers de aquella manifestación, á lo que respondieron: "'¡no necesitamos permiso ni mucho menos traemos .leaders!" "¡todos so­mos iguales!" En seguida, al ver su decepción el agente "del orden y la ley" se dirigió con profusión hacia el sitio donde hay mucho.s "agentes" de reserva.que, en automóviles arrivaron á la calje 3a. por donde caminaba de la manera más ordenada la Manifesta­ción de donde fué asaltada por dichos agentes.

La Bandera Roja de Tierra y Li­bertad fué arrebatada cobardemente de las manos de las compañeras que .tan bizarramente la paseaban por las principales calles. Los potentados del poder enmudecían á los gritos su-versitos de ¡Viva la Bandera Roja! ¡Viva Tierra y Libertad! ¡Mueran los tiranos de todo el mundo!

Durante la manifestación se canta­ron algunos himnos libertarios tales como el Hijo del Pueblo, La Marsc-llesa, La Internacional, La Bandera Roja y muchos otros.

La prensa burguesa de esta ciudad hizo gran alarde, diciendo que al fin "the oflicers" (la policía) logró ha­cerse dueña de la situación por que dispersaron la Formación y arresta­ron á los camaradas R. B. Chacón, Jorge A. Browu, O. A. Hargrave y Pedro Coria; robándose al mismo tiempo la Bandera Roja. ¡Imbéciles! creen que con robarles á los obreros una bandera han liecíio un gran triun­fo. . ¡El ideal queda de nuestra parte que es un tesoro inseparable de todos los que luchamos por principios de emancipación económica, política y social. .¡Adelante hermanos! ¡Viva Tierra y Libertad!

QASTOS D E L BAILE D A D O LA ¿ÍQCHE D E L 21 D E L PASADO.

Renta de" Salón .$25.00 Gastos Varios 10.50 Música 14.00 Cena 5.00 Impresión de invitaciones y bo­

letos 4.50

Total $59.00 Gastos $59.00 Entradas 44.00

Resumen $15.00 Déficit . , . . : . . ': . .- . .- $15.00

T. FARREL CORDERO.

ADMINISTRACIÓN *. Ingresos.

Cl UDAD, y e n t a de Concepción Rivera en ía plaza, $1.40; Coiecta por la compañera Amistada Talayera: Cornelia Romo, 10c; G. Romo, ÍÚc; C. Díaz, lÜc; Anastacia Talayera, 25c; SAN GABRIEL, CAL., F . Gamboa, $1; LA MANDA PAKK, CAL., J. Torces, $1; GLENDORA, CAL-, S. Míreles, 25c; NEEDLES, CAL., M. -Metidoza; $1.10; CIMARRÓN, N. M'EX., D. Montoya, $1; B L Y T H E , .CAL., D. Jiménea> $1; J. Mora, $1 ; W A T T Í S CAMP, AR1Z., S. Ordos, $1.02; HAYDEN, ARIZ., A. Arrióla, $1; L E H I G H , OKLA., P . Zamarripa, 50c; Clara Beltrán, 60c; P. .B. Zama­rripa, 5Óc; P. Zamarripa, 50c; W H r T E .WATER, N. MEX., T. Candelaria, $1; JANSEN, NEBR., G. M. Delga­do, $2; W1LCOX, ARIZ., F . I. Gar­cía, $1; W E S T TAMPA, FLA., Por el compañero Rafael Espinoza: R. Espinoza, 25c; R. Cámbala, 25c; V. .Caruso, 10c; M. Fernández, 5c; J. Cuestas, 10c; J. Arguelles, 15c; Julio, 10c; V. Carreño, 10c; M. Espinoza, 10c; Colecta por el compañero Mi­guel Pasos: F. García, 25c; E. Trigo, ¿5c; Vn chiquito, 5c; Un Compañero, 25c; A. Borgucz, 10c; Trigo, 25c; Fi-carrota, 30c; C. García, 25c; SANTA •PAULA, CAL-, C. Bustillos, $1; AL-HAMBKA, .CAL., J. Koch, $5; FANNIN, TEX., M. Peña por libros, $1.10; SEGUIN, TEX., Por el com­pañero G. H. Vázquez: L. Castañón, '$1; J. Riccndo, 50c; S. Martínez, 10c; L. Gastañón (h), 25c; L. Rodríguez, 25c; A. Castillo, 10c; R. Escobedo, 25c; J. Suárez, 50c; A. H. Sánchez, 25c; F. García, 10c; L. Martínez, 10c; HIDALGO, TEX., G. Carrillo por libros, 50c; VALENTINE, TEX., R. Segura, $3; Colecta por el mismo: R. Segura, 50c; B. Segura, 25c; I. Se­gura, 25c; J. A. Segura, 25c; C. Se­gura, 25c; E. Segura, 25c; F'REE-PORT, TEX., M. E. Silva, 6c; WEIR, TEX., Enviado á nombre del grupo por el cumpáñero Juan Segovia, $7, por libros, $1.60; BRQWNSV1LLE, TEX., J. Reyna, 35c; L l T T l G , TEX., C. V. Martínez, 50c; LORENA, TEX., Luisa G. Soto por tarjetas, 47c; OGLESBY, TEX., L. Silva, $1, por libros, $3.40; M. Rodríguez, 60c; CHILTÓN, TEX., Por el compañero E . M. Reyna: E. M. Reyna, $1; A. Aguillón, 40c; S. Martínez, 50c; E. Tovar, 25c; X. Ortiz. $1; AUST1N, TEX., P. López, $1.25; SAN MAR­COS, TEX.. P. Barrios, $2; RIVE­RA, CAL., J. M. Martínez por libros, 30c; E. Frausto, $1; INVER GROVE, MÍXX., X. Contreras, $1; BAKERS-F'lELD, C A L , J. Moünar, 50c, por libros, 3Uc; RED LODGE. MONT.,

E. Mayo, $1; V. Cárdenas, $1; R. Canales, $1; ZUMBROTA, MÍNN., F, Maya, $1; HAMILTON, 1LL-, J. Gutiérrez. 9c; GALLATIN, PA., J. Fernández. $1; CHIXO. CAL.. M. Calvan, $1.25; O H I O , f L L , P. Zava-la, $1; r IAXFORD, 1ND., S. Munde, $5;-* D E L W O R T . / T E X . , F. de ' la Cruz, $1.10; DALLAS, TEX., C. V. Ríos, $3; L. Velázquez, $2; KYLE,

•TEX, A. .M. Martínez, 50c; V. Pa­lomares, $1.50; H. Hernández, 50c; Merced Palomares, 25c; ÍL Vázquez, $1; CEDAS. CREEK, TEX. , G. Ríos, 25e; KYLE, TEX., A. N. Partida, 50c; R. N. Partida, 50c; P. Reyna, 25c; T. Reyna, 25c; SAN BERNARD1NO, CAL., J- Martínez, $1; STAPLES, TEX-, H. Martínez, $1; CHICAGO, ILL., E. Alvarado, $2; CIUDAD, E. González, 25c; Rosa González, 25c; EL MONTE, CAL., A. Martínez, $1; J. E. Martínez, $2.20; ADA, O K L A , F. Mejía, .§2! -SAN ISIDRO, CAL-, Retta O. Brissendcr, $2; L O N D O N , ONT., CANí; E. Marti, $2.80; CUBA, R. Hidalgo, 32c; L E H I G H , OKLA., C. Zamarripa, 15c; F. Zamarripa, 10c; C. Zamarripa, 5c; N E W BADÉN, ILL., A. Paterini por tarjetas, $1; MORENCí , ARIZ., L. Mata, $2.50; BANGS, TEX-, P. Santibañcz, 25c; M. García, $1 ; Z. Torres, $1; T. San-tibañez, 50c; A. Pérez, $1; CUERO, TEX-, G. Carrillo, $125; LORENA, TEX., Gumérsíuda M. Soto venta de Reg., 5Uc; BASTROP, TEX., T. Dá-vila, 50c; AUSTIN. TEX. , M. Her­nández, $2; CIUDAD, M. Salcido, $4; MANGUM, OKLA., P. Salinas, $3; KYLE, TEX., J. L. Ortiz, venta de Reg., $2.15; J. M. Treviño, 50c; J. R. González; 50c; A. Martínez, 15e; J. L. Ortiz, 15c; W E S T , TEX., J. M. Treviño, $2; FARMERSVILLE, TEX., J. II. Martínez, 50c; S. Meu-chaca, 50c; M. Ramírez, 50c; B. Con­treras, 50c; COLEMAN, TEX., M. Rendón, 50c; ANGELES, TEX., E. Mejía, $1.10; libros, 30c; HOUSTON, TEX., D. Hernández, $2; MORAN, TEX-, .Colc'ctá enviada por el compa­ñero Pastor Lucio: P . Lucio, $1; R. Lucio, 50c; Vidala Hernández, 5üc; F. Pérez, $1; .P. Pérez, $1; S. Pérez, $1; J. Leyva, $1; Cristina Duque, $1; MENARD, TEX., F. Pompa por li­bros, $1; SEATTLE, WASH., P. Fe -rrati, .$1; MORENCÍ, ARIZ., M. Ló­pez, $2; S. Hernández, $1.10; H. Iba-rra, $2; ARL1NGTON, ARIZ., P. V. Valencia por botones'. 30c; BEE-V1LLE, OKLA., L. González, $2; TRINIDAD, COLÓ.. L. Trejo, $2; E L E P H A N T BUTTE, N. MEX., A. L. Delgado, $1; Isabel Nieto, $1; C A L O T E . COLÓ., P. Sarmiento, 25c; LA PORTE, 1NU.. i. II. Cachy, 6c; I IORDBRON, ORE.. J. F. Car­ica, 60c, libros, $1; GULNARE, COLÓ., L- Cruz, $2; botones, 80c; KELEY, N. MEX., P. Delgado, 60c; BARTON, ORE.. J. Gríño, 72c; SAN­TA RITA, N. MEX., J. M. Gardca, $3.25; R. Madrid, $1; P. de Aros, $1; JACKSONVILLE, FLA., A. R. Már­quez por el Grupo, 50c; CARLSBAD, N. MEX.. A. Orozco, $1; J. Barrera, Se; FAIR GROUNDS, ORE., J. Domínguez por libros, $1.37; CIU­DAD, G. Alegría, 40c; L A F A Y E T T E , COLÓ., J. Barrón, $2; SAN BLAS. TEP. , MEX., Una compañera para retratos y libros, $2.50; BRIDGE-PORT, TEX., M. Caramillo, $5; AUSTIN, TEX., P. Castillo, $1; CIUDAD, P. Paulct, 30c; R. S. Car-mona, $5; McDADE, TEX., por el compañero Juan F. Garza: P. S.iRan-gel, 50c; J. F. Garza, 50c; J. Aragón, 50c; R. Aragón. 50c; M. Escamilla, 50c; F. Escamilla, 25c; H E L E N A , TEX., Serafín C. y Castro, 50c;J

CLAREVILLE, TEX.. E. Villarreal, $Ir ELGUIN. TEX.. P. Hernández, 15c; STAPLES, TEX., R. de León, $ í ; ' B R O W N S V I L L E , TEX.. V. Or­tega, $2; SAN ANTONIO, TEX., F. Rodríguez, $1; H O N D O , TEX.. P. Esquivel, $1; E. Esquível. $1; G. Es-quivel, $1; Cristina V. de Esquivel, 50c; María A. Esquivel, 50c; S. Piño, 25c; L O N G F E L L O W . TEX.. F. M. Zamora. $2; T H E GROVE. TEX., P. Perales por libros, 30c; AUSTIN, TEX., T. Valdcz. $2.25; N E W ULM, TEX.. Isabel Gallegos por libros, 50c: STAPLES, TEX.. L. Esparza, $ í ; SAN MARCOS. TEX., J. Barrios, 30c; KYLE, TEX.. L. Palomares. 65c; J. Palomares, 60c; CAMPBELLTOX, T E X - J- de la Chausse, 25c: P. Lu­cero. $1.25; MAXWELL. TEX.. P. S. Cuellar, $1; SAN ANTONIO, TEX., Grupo Práxedis G. Guerrero, por el secretario José tic la Rosa: M. Guerrero. 25c; A. Rivas, 25c: Elisa Alemán, 25c; J. D. 13. Gabán, 10o: G. Alcocer. 25c; MALAKOFF, TEX.. A. R. Gutiérrez, $1: A. Morantes. 50c; R. González, 50c; E. Zuñiga, 75c: CO­MO, TEX., J. C. Ramírez, $1.50; CO­LEMAN, TEX., M. Rendón, 50c; T ISHOMINGO, OKLA., E. M. Gar­cía por un libro, 30c; LEHIGH, OKLA., M. R. Rosales. 50c: E. Míre­les. 50c; Martina Cuebas, 25c: CIU­DAD, lgnacia Meza, $1; CALEXICO. CAL.. F. McCollum venta de Reg.. SOc; SANTA ANA, CAL.. J. N. Du­ran. 50c; G. Duran* 50c; F. B. Gar­cía, 65c; BLACKWELL. TEX.. V. Vázcjnez por libros, $3; W E I R . TEX.. N. Martínez, 50c; BRIDGEPORT. TEX., Culecíu enviada por el compás ñero Urbano Zamora: U. Zamora. $1; S. Vázquez, $1; M. Mata, $1: R. M. García, 25c; M. Cainarrillo, $2: I-'. Luis, $2; A. Medellín. 25c: E. Dávila, 25c; J. Franco, $1; F. Blanco. 5dc; I. Rodríguez, 25c; P. Mnsqueda. 25c: F. Peña. 25c; M. Vázquez. $1; C. Hitar­le, 50c; C. Mendoza. 25c: P. Martínez, 25c; J. M. Pérez, SOc; J. Martínez. 10c: María Dolores Heredia, SI: V. Rodrí­guez. $1: E. Ortega. 50c: CIULTON, TEX.. Colecta enviada |><>r el cumpa-ñero Rudolfo G. Peña á innrhre del Grupu: R. G. Peña, 50c: E. Al. Rey­na. 25c; S. Martínez. 50c: A. Aguilar, 25c; N. Ortiz, 25c; N. Torres. 25c: F. Velázquez, 25c; T. Orte^o, 25c; M. A. Sánchez. 10c; V. Castilb», 10c; M. Martínez, 10c; CIUDAD. T. F. C.r-dero venta de Reg.. $1.05; SARITA. TEX., M. de la Rosa. 50c; S M l T l I -VILLE, TEX.. S. G. Flores, $1; M. Arella.no, $1: S. Rodríguez. $1; R. Gutiérrez. 10c; J. Tenerías, 25c: VUE­LAN, TEX., D. Peña, $3; TRUC-KEE. CAL.. A. Acarregui. 50c; WAL-THAM, MASS.. A. Scdoue, $1; SAFI ; ORD, ARIZ.. R. Campbell ven­tarte Reg.. $2; CIUDAD. J. A. Cisne-ros. 16c; Arrióla, 50c; Venta y colecta en la placita y en la calle Los Angeles, $12.20; Un l. W. W., $1; L. Martínez, 25c; SAN GABRIEL. CAL., R. Gam­boa. 50e: J. Maiucs, 50c: F. Gamboa, $1; KANSAS CITY. MO„ R. Villalo­bos. $1.10; HAMWELL. MO.. A. Martínez. $1; ¿ 'ORTERVILLE, CAL.. J. Díaz, 25c; SAINT IGNA-TIUS, MONT.. A. linones, $1; COR-WIN CAMP. ARIZ..^ María Valdez venta dev folletos, $1.35: F. Carranza, 50c:'l MOGOLLÓN. N. MEX.. M. Aranda, $1.15; CIUDAD, P. M. Mar­

tínez, $3,95; STON1NGTON, I L L , C, Sebastiani, 30c; 1. Mosino, 50o; A. l'íccone, 45c; S. Cioní, 25c; G. Martí, 50c; BOSTON, MASS., J, Rey, ? 1 ; LOCKL-IART, TEX., M. Olvera,, $2; HONDO, TEX., A. Esquivel, 50c; E, Esquive!, 40c; R. Solis, 50c; N. Solí», 50c; FORT LAVACA, TEX., V. II. Flores, $1; YOAKUM, TEX., B. B. Solis, $2; SAN MARCOS, TEX., D. Pérez, $1; A. Cervantes, SOc; A. de la. Cruz, 25c; GONZALES, TEX., Co­lecta enviada por el compañero Bar­tulo Balero: B. Balero, $1.50; X'. Her­nández, $1; S. R. García, $1; i \ Rito, 25c; G. Rito, 25c; Eulogio C. de Ba­lero, $1; P. Balero, 25c; SPR1NG-FIELD, TEX., C. Fuentes, $1; CO­MO, TEX., A. Cruz, $1; SAN AN­T O N I O , TEX., A. Gallego, $1.25; CANUTILLO, TEX., R. Salinas, $2; RÍO F R I Ó , TEX., T. Leyva, $2; BOQUILLAS, TEX., F. Morales, $1; NEW BRAUNFELS, TEX., J. Trejo, ?1; LOCKIIART, TEX., R. Trejo, $2.50; RIO H O N D O , TEX., L. Salas, $2.50; G. Tijerina, $2.50; CIUDAD, C. Morales, $1 ; LOCKIIART, TEX., Z. Palomino, 50c; libros, $1.75. Total, $299.69.

Gastos del No. Especial. Tiro ,de 16,000 ejemplares, $264.itó;

Clichés retratos, $58.80; Depósito, $21; Sintas para maquinas, $1.75; Aca­rreo, $6; Abono por libros, $5.79; Pa­go por 10,000 circulares, $18; Abono á la Oliver, $15; Abono del No. 113, $10; Estampillas, $35; Por una estuía, $3.20; Enviado al compañero L. V. Treviñas, $7.08; Fomento de la causa, $18.25; Subs. al Herald, 25c; Compos­tura de bicicleta, 25c; Asistencia, $12.25; á A. T., $1.25; á J. R. B., $1.25; á J. R„ $3.50; á B. L., $4; á T. M. G.. $4; Total $ 496.48 Subscripción, cuotas

y donativüs $ 299.69 Ayuda extraordina­

ria para el No. \ Especial 34.66 J^ficit anterior $2,264.13 Gastos del 30 de Dic,

1912 al 7 de Enero, 1913 . . 496.48

Subscripciones, cuo­tas y donativos. .$ 299.69

Ayuda extraordina­ria para el No. Especial 34.66

Para el Déficit 1.00 Déficit hasta A 7 de

1913 . . v 2,425.26

Sumas Iguales . .$2,760.61 $2.760.61 « • «' r- '

SUBSCRIPCIÓN PARA A L E J A N D R O ALDAMAS

Suma anterior, 50c; GALLATIN, PA:, J. Fernández, $1. Continúa abier­ta la subscripción.

—-. " ^ • f ~ •

SUBSCRIPCIÓN PARA LAS FA­M I L I A S D E LOS COMPA­

N E R O S PRESOS. FATR GROUNDS, ORE., J. Do­

mínguez. $2. Estas sumas son entre­gadas á las familias conforme son re­cibidas. Continúa abierta la subs­cripción.

SUBSCRIPCIÓN PARA LA FA­MILIA D E L COMPANERO

'í. F . M O N C A L E Á N O / Suma anterior, $3; CIUDAD, P.

PíuilptJ'* 30c. Continúa abierta la subscripción. AYUDA EXTRAORDINARIA PA­

RA CUBRIR LOS GASTOS D E L NUMERO E S P E C I A L .

CIUDAD. A. Martínez, $5; KAS-BEER. I L L , M. C. Sánchez, 30c; N E W YORK. N. Y.. J. Vilariño, SI; BUTTE, MONT.. J. L. González, 40c; CANEY. KAXS., P. C. Aguijar, 20c; KYLE, TEX.. lí. G. C , 15c; SE­GUIN. TEX. . E. Rios, 15c; J. G. Mo­reno. 15c; F. Muñoz, 15c; F. Ricondo, 25c; J. M. Vázquez, 15c; HIDALGO, TEX. , G. Carrillo, 30c; W E I R , TEX. , J. Segovia. $3; BROWNSVILLE, TEX.. J. Reyna, 15c; Un Simpatiza­dor. 65c; RED ROCK. TEX.. Dolo­res E. Hernández, 30c; DEL VALLE, TEX.. F. S. de Borrego. 15c; E. Vara, 15c; V. Monsivaiz, 15c; D. Pisaña, 15c; J. Hernández. 15c: G. Rangel, 15c; SAN MARCOS, TEX., J. M. Barrios. 30c: J. Barrios, 25c; P. Ba­rrios. 20c; INVER GROVE, MINN., N. Contreras, 15c; SANTA PAULA, C A L . B. Onluño, $1; A. Vela. $1; F. I. Soto. $1; R. García. $1; KYLE, TEX.. V. Palomares, 50c; H. Hernán­dez. 20c; T. de León, 25c; STRATH-MORE. CAL.. C. G. Mineares, 30c; L E H I G H , OKLA.. J. Fernández, SOc; KANSAS CITY. MO.. C. Vene-tías, $1; AUSTIN. TEX., M. Hernán­dez. I5c: KYLE. TEX.. J. L. Ortiz, $1.50; COLEMAN. TEX., M. Ren­dón. 50c; LOCKIIART, TEX., D. Taglc. 50c: MENARD. TEX., F. Pumpa, 50c; SAN JUAN. P. RICO, J. Bravo, 60c: ARLINGTON, ARIZ., P. Valencia. 30c: A. Ramos. 40c; PÍR-TLEVJLLE. ARIZ.. P. Montes, 40c; EL PASO. TEX.. P. B. Gómez, 75e; CAGUAS. P. RICO, ) . Santiago, $1.25: MAYAGUEY. P. RICO.. R. Odiott. 2Ic;*LA ANAOUA. TEX.. T. Olivares. $1; F. Aguilar, $1; S Aguilar, SOc. Total. $34.66.

T E O D O R O M. GAITAN.

AYUDA PARA EL E X T E R M I N I O D E L DÉFICIT .

NEEDLES, CAL, J. M. Rodri-uez, $1.

RECIBIDA EN McNEIL ISLAND. La siguente cartc fué recibida en

McNeil Island, por los compañeros presos y enviada por la Secretaría de los "I . W. W." de San Francisca, Cal., y es como sigue:

"Secretaría de los Trabajadores In­dustriales del Mundo.

San Francisco, Cal., Dic. 9, 1912. A todos los representantes del tra­

bajo, hoy amenazados por la "orden y ley" LES SALUDAMOS:

He sido comisionado por unanimi­dad de votos de la asamblea de miem­bros, adeherentes y amigos de I . W. W., quienes reunidos la noche del "día de gracia;" acordamos saludar á ' todos los representantes del trabajo amenazados y en las garras de la "or­den y ley," para hacerles saber á- uste­des que no les hemos olvidado ni mu­cho menos condenarlos.

En conclusión, les saludamos y con mejores deseos de un futuro brillante de ustedes personalmente, y de nues­tra clase. •' Soy de ustedes Fraternalmente.

m PAYNE, ' Srio. de la Local I. W. W.

PAGINA * • REG^RBACKaN.'

THE DEATH OF PRÁXEDIS

On tho gtorinus day o[ Janos Prá­xedis G. Guerrero, Ilic young fighter for liberty, fía ve np Ins life.'

Práxedis lias died ¡md yei T can uní rpenueile iny muid lo that. said lacl. I have galhorod data, 1 have made invcstigalious. J liave analyz-cd tlic dala, 1 have subjected ilie re­sidís of (lie invesligations tn tlic ent­able oí llic mnst severo criticism, and yol all indieations poinr inexorably to tbe fact (lial Práxedis is no more, that he is soné. Ilut in Ihc face of all the dcdnctioiis of reason my sen-timent revolts in the hope of despaiv, callíng ont to 1 lie wounded heart as a soílening balín the faith: "No, Práx­edis is nnt dcad. 1 lie dcar brother is Still among the living."

Where ver T fío 1 sccm l.r> see hiin al all times as of oíd wíth bis eyes of full atid ricb sunshine, expeeling to meet bim working away on the type-writer in the office, or at his favor­ito places, and every time I ara re-minded of his eterna! absenceí an iey hand seems to grasp. my tbroat. So good he was of heart, onr brother, of such modcst, truly, noble spirít!

I tbink of onr conversatíons, of onr eommunion, words of manifestations of a high spirít. T recall bis inlimate cbnressions. "I do not tbink that X shall survive tliis revoluUon," nur hero told me rcpcatedly witb a Httlc smile that filled my lieart witb anx-iety. I, too, l)elicved that soon be wonld be gonc; he was so bokl and brave!

Práxedis was an unceasing worker. Ncver ilíd I hear his lips utter com-plaínt of fatigue under bis heavy tasks. Always he was at bis table, bent over bis work, writing, writing, tbosc brilliant anieles that hotd* a place of honor in the revolutionary íiteraturc of México; articles perme-ated witb sincerity, articles o£ beau-ty ¡n form and Ihóroughness ín thoiight. Often times he told me: "How poor is tbe btiman langtiage. There is no terms that could con­voy exactly wbat we tbink. How mneb does a thougbt lose of cx-nbcrant gracc and of beauty when it is set down on paper!" And, verily, that man of cxlraordinary abilitíes kncw how to form truc picces of art ont oí tbe coarse material of the human Ianguagcs.

Sctf-denying and modcst af nattirc he ncver askcd anytbing for him-self. At various times wc insisted ibat he should buy a stiit of clothes. Tíut lie ncver permitted ít to be done. "All for Ibc canse!" he said with a smíle. One day, when be secmed to be gettmg ratber ihín, T advised hím that lie should eat better, as all- be took was a few vegetables. And he rctorlcd: "1 conld not stand it to feast on better díshes with the thougbt that right at this nioment títere are millioiis of human bcíngs wlio have not even a piecc oí bread."

And all tliis he díd wíth the cbíUl-like sínecrity oí- tbe truc aposllc, with tbe grand símplícíty of n-saint. \*eí(her fíction nnr affection weVe-ln his ínner make-up. His clear, liígh forebead was the reflex of all bis thougbt, Práxedis carne from onc of the rich fainilícs of tbe statc of Guan-ajuato. Witb his brotbcrs he inher-ited an estáte. From tbe producís of thís hacienda he could have comfort-ablydívcd in idlencss. But íírst of all be wanted to work for freedom. Bywhat; rigbt could he rob the pcons of the product of ihcir toil? With what justificatión • could he retain the .lamí which the toílers had ilrcnchctf with í hc ; sweat of thcir brow? Práxedis gave tip bis sharc

. oí- the hiheritance and. joíned -bis brothers of toil to carn bis bread by bis own hands, free from tlíe remorse of gaíníng liís livelíhood by cxplóí tatíon of his fcllow bcíngs.

Práxedis was almost a chíld wben lie bíred ont to do manual labor after havíng gíven «p ihe hixiiry, the nches, the almost ¡minia! plcasures of tbe bonrgeoísíe., He did not come to the rank$ of tbe proletariat,'dcfeatpd in the stríiggle fdr lifc. but as a volun-teer cnlístíng witb tbe proletariat to place all bis streiigtb of brawn and braín ín the service oí all the op-pressed. He was not a dereliet ¡af life taking up pick and shovel as a last resnrt, on the contrary, he was the apostlc of a grcat idea ont of hís. own frec will giving np all joys of livíng tO'teacb bv the; example of bis own lífe t h c t r n t b , ju6ti.ee and power of the sublime thougbt agitatíng bis niínd. i ' .

And tliis. splcndid specímen of tlic best manhood the "Imparcial" desíg­nales as a baudít. In glaríng hcad-línes that notorious, sheet of infamy, reportíng on the happcnnigs at Janós, tclls íts readers that there dícd "tbe terrible bandít, Guerrero. '" Báudit? How then can yon define a good man? Ah, rest in pcacc, dear brother, tliou sbalt not remaíu unavenged, I hcar the voícc! of desliiiy callíng me not tóforgcií .

Speakíng of Práxedis O. Guerrero ít is ímpossíble to Icavc unmentíoned tbe namc of hís altcr ego, of that olh-cr liero who fell midcr the bulléis of that glorioiis fight of- Palomas in the spríng of 1908. Do yon remem-ber liím? His namc was Francisco Manrique, anotber young man of Guanajuato. who also renounced bis ríght of ínberitance in order that be slionld not be compcfled to exploít bis fcllow bcíngs. Práxedis and 1-ran-cí'sco, a beautíful paír of dreamers of a better humanity, wcre inseparable comrades, whom only death could tear apart, and that not for long.

In tbe brilliant arlicle written by Práxedis on tbe fight of Palomas be speaks of Francisco Manrique as fol-lows:

"I kuew Pancho from carlíest child-hood, We sat upon the sá.mc bench ¡u school. Then ín the years of youth we traveled togetber the road of exploítatíou and miscry, and- in later years onr ideáis, and hopes, and cfforts ccntcrcd upon the revoftttion.

• Wc wcre brotbers. as only few can be. No onc could -know him better than I do and fathom the beautíes. of bis íntíninte lifc—he, was a' youth

•ai profoníid goodtioBS ¡n sp í t e of a

"rhni'ai'ter rtigged like a storniy sea." Práxedis was tlie soulíl of the move-

nienl for freedom, Unbesitatingly it rau be said that Práxedis was onc of i lie pnrcst, wnrtbiest, most íntelligent self-doiiyiiig and bravest nien lliat ever espoiiscd tbe cause of tbe diftíu-licriieil, and tho vaeanry oaiiscd by bis departiiTC can ncver be élled. Whore can a man be found so free frorn. personal nnibilions of any Iciml, nlf brain and heart, brave and active as be was?

Tbe proletariat has liardly yet real-¡ZCÍI ibe cnnnnous loss- suffered in that man. Witbout cxaggcration it may be said that it is not México that lias lost onc of her best sons, but that it was all humanity, for Práxedis was a figbter for tbe freedom of all.

And yet I can not grasp the loss and fíive r.redence to the terrible real-ity. At any moment a hope hidden deep wilhin my heart tells me that a comforling telegram is to come- say-íng Ihat Práxedis is still among tbe liviug. The brutal trulli cannot dc-stroy in tbe deepest recesses of my heart a last remnant of hope like a flickering light ready to snecumb. And my tortured mind still hopes to meet hím in bis favorito hamits, in the office where we used to dream with hím the dream of tbe dawn oí social cmancipation, and iny restless oye seeks the marlyr bent over bis

ble of toil. writing, writing, writing. 1UCARTX) FLORES.MAGON.

An Urgent Case To All T. W. W. Locáis: ..

Fcllow Workers : On tbe l.ltli day of Novcmber; last, Tirso de la Toba, former Mcxican Liberal Party insur­recto and member of the. I. W. W., was kidnappcd near Holtville by Slicriff Meadows, of Imperial conn-tv. and deputics and a Mcxican of-fícial, and was takcn to México to be sliot, .witbout any legal jusrglery to make the kidnaoping "leca!." It was later learned tliat the Mcxican gov-crnnicnt paid $500 for officers and $100 for prívales of former insurrec­tos. Many T. W. W. men fought with the Insurrectos and all members o£ nur organization wcre classed as such. Manv kidnappincs took place in tliis and San Diego countícsl Under these

ciunslauccs there was only onc tbing to do: I. W. W. incn procecd-cd to arm themselves.

Sherifí Meadows told Captaíu Hol-len, former insurrecto, that tbe I. W. W. was going to be wioed ont, and on the 23d of Decembcr be proceeded to make good hís threat. nresenting hímself at tbe hall in Holtville and demanding tlíe surrender of any arms 'n thcír possessiou. Knowing that inarmed t h e wcre in dancrcr of be-ng kidnappcd and taken to 'México,

where short shiít wonld be made of thcm, tbey refused. He went away, saying he was goíng to "gc.t" thcm. In order to avoid furlbcr trouhlc they quíctly loft, starting toward San Die-

The sheriff organized a posse o r thugs and capturcd 12 of thcm. of whom four wcre raílroaded to from 7 to 10 years in Folsoni and San Qneutin on pcríurcd evídence. The liall was burned on Dcccmber 31st. The fíre departinent liirned the bosc on tbe himber yard bard-by boforc tbe torch was applicd. A mcrcliant took up the cudgcl on behalf of the I. W. W.. saying thcy wcre juslificd ¡n arming tbcmselvcs. and his store went up in smoke.

The names of tbe four imprísoned members are Dodson, Robcrts, Slan-ford and Nifes.

Fcllow Workers, all these men wcre members in good standing and willing at any time to gívc up tbeír last cent and best ofíort for the benefíl of the organization. Don't forget that T.ocal 437 contributed lib-crally to the Spokanc Frcc Speech Fight and duríng the San Diego trou-blc there was hardly any 1. W. W. members left ín the valley, all bav-•íng joíneil the invadíng army te that cíty. I^ocal 437 has rupeatedly einpticd íts treasury af calis for help. Our only chance now is to appeal for a new trial and that takes money. After Fcbruary nothing can be done any more, so wc ask vou to bestir vourself and send «s belp, remember-íng that an injury to onc is an in-jurv lo all.

Don't desert these men in tbeír troublc. and send contribútions to PKTER LE BLANC, Box 485. Braw-ley. California. 1. W. W. U V. 439.

A. W I I I T M O R E . W. PRUXK, E. H O F F M A N , DODSON', ET AL.,

Dcfensc Connnittce. Attest: T. WEÜI5R.

Rccordíng Secretary.

Notes of the Revolución

It ¡s tliougbt in México that Anicri-cans are not awarc of the real silua-tíon. Thcrcforc an epitome of the reports rcccívcd at the capital during tweniy-four hours is given;

A telegram from tbe jefatura of Cuantía, annoimccs that a iarge body of rebels have gathered ín the neígb-borhond of San Miguel de. Ixtlílco.

Rcbcl/; wcre beaten after lwo hours figlitíng soiuh of San Miguel. More than 200 líves wcre lost on both sides.

A report from Cbamílpa shows that the rebels capturcd that cíty. after some ííghtíng ín whích sevcral lives wcre lost.

Rebels took possession of San Joaquín, onlv two kilometres of To-luca. tbe cap'rtal of tbe Statc of Mcx-

n . ' '•'

Tbrec dynainíte bombs werc cx-ploded by tho rebels midcr llic house of tlic municipal presídeut of Mcrida Yucatán.

—Col. Reinaldo Díaz "jefe de ar­mas" ín the Stíite of Guerrero, was callcd lo the capital to díscuss plans for defeatíng Andrew Aulazan, who now controls a large part of the Statc for tbe rebels. The federal troops are ímpotcnt to supprcss the com-miinístíc-rebcl movement,

The communist rebels have laid

siego lo San Hartólo and Chnpulco in tho soiilh of tbe republíc.

A battle betwcen tbe ' rurales and rebels took place at Rio Salado. Tli-e rohcls aro preparing to atlack Pilcaya in (be adjoinihK Stalo of México. A large íiumbor killed and wounded are repnrlcd on both sídes.

A telegram frnni Tobiea- asserts thal inoro than sixly bodios are hang-ing froín lirnbs of trees near Masón Viejo, all of whom werc killed by govennnont sobliers as a w a r n i n g lo otbcr rebels in the ncighhorHood. Others assort that the yictims wore Federal spics and wcre killed by \hc robéis.

The hacienda of Cedros ín Ibc Statc of Zacatecas was caplured; sacked aiul burned by the rebels. The ha­cienda belongs lo the Continental. Rubber Company, an American con­cern of which the principal stock-bolder is (tbe fnnious bandít) Mor­gan.

Juan Lavin and Comrades entered Cuctzalan, Statc of Puebla, and after sacking tbe 1own ciided by íírc, to avoid the recapture by llic federáis.

Tbe city of Ciautla, State of Pue­bla, was attacked hy tbe rebels under Tuerto Morales; after scvoral hours of fighting Ibc rebels capturcd tbe cítv.

Robéis are camped Ín frnnt oí Acal­lan and Huajapam de I^eon witb the view of sacking both citios.

—The governor of ibc Statc of So­nora reports that the threatened'up-rising of YaqiiK-Indians will prove a srmrcc of troublc for t h e govcrnmcnt iinless sufficicnt snldiers are sent to auíhilatc thcm or forcé thcm to scelc refuge in the United States.

We are unable to fight these peo-plc for the rcason that thcy f l e c o n the approacb of federal troops," the governor conlinued. "I t is certaín that tbe Yaqui qnestion will prove a nightmarc unless steps are taken to wípe them oul." Maytorcna is at tbe capital supposedly secking a statc loan. !*

The rcbcl chief Salazar ís giving the mílitary authoritics in the norlh a great deal of concern. Four of Sal-azar's spics werc capturcd but as thcy refused to reveal the whereabouts of tbeír chief they wcre summarily sbot.

—Tbe wholc town of Coatepec, in llic statc of Morolos, has risen in arms against the government. A rcb­cl attack has been made on the" town of Juchílcpcc, sevcral railroad sta-tious and a number of other buildings hcíng burned and sacked.

All communistic rebels havc i j c -ceived a fresh sunply of ammunition and are forcing hacienda owncrs to pav large tributes.

It is reported that large shipments of arms and ammunition have been received by slcamship for the rebels, and it is certaín that / thcy are now well supplied with war munitions of all kinds. I t is said that tbey also have huge supplies of ammunition" stored in mountain caves in the stafe of Morelos.

The rebels are mobiliziug at Tep-tili l l i l l . «car Cuernavaca.

At Juchitepec, Mcx., rebels burned a few houses.

At Coatepec, Statc of Morelos. the iiihabitanls have .ioipe.d' thé rebellion. Reports received from Michoacan and other States north of tbe capital in-dicate actívily on tbe part of the rob­éis, although adviecs rcccivcd by the 'government are optimístic.

—Two hundred and fifty federáis wcre anibilated by rebels in a fight a t Ascención. 100 miles south of Juárez, acoordíiig to refugecs who ílcd from tbe place when tbe fighting was in procress.

Tho commander dcclarcd ihat he and fífteen men liad escaped.

,.—Onc rcsult of tbe anpeal of the cabínct member to . the Catholic i church is the threat niade by Zapata, rebel leader iii the soiithern slatcs. Zapata has announced that if any Catholic príest sbould preacb or pray against the rebellion, that príest. wotild be immedíatcly shot.

A statc department report indicatcs a rcncwal of rcbcl activíty in the slatcs of Morelos, Puebla and Méxi­co, while tbe situation in Zacatecas and Durango are growíng worsc.

The War Department dispatches confírmed the report of the rebel vic-torv at Casas Grandes, where the fed­eráis scaltercd after losing 120 men.

The communist rebels atlackcd and dcstroycd tbe town of Culimaya, Méx­ico, ín relaliatípn for the campaign of annihilation conducted by Rivcrol in tbe southern part of the State of México.

—A band of 200 insurrectos has burned Guatimape, sixly miles north of Durango. Sevcral railroad brídges in the vicinilv werc also destroyed.

Wíth onc federal soldíer as a com-. pan ion, J. Quinteros, commander of (he Ascención, federal garrison whích was annihilated by rebels. reacbed tbe border near Hachita, New México, 3nd was made prisoner by American troops. Quinteros says he knows,,of less than fiftecn federáis who escaped from Ascención, all of tbe garrison being killed ín the battle. An oífícíal report receíved ín Juárez says that all men of tho Ascención garrison who had escaped the rcbcl bullets werc executed by order of the rebel com­mander. Tuez Salazar, Forty-four fed erais werc executed. according to messengers reachíng El Paso.

I t is n'ot believed in Jiíarc» that any of the garrison escaped with tbe exception of Quinteros and onc man with him. After fighting until his men werc reduced to less than twen-ty. Quinteros says he told the sur vivors to flee for safety and that he wi th , onc companion succeeded in gctling ont of the death trap. ^ - ^

sfrívitig to bavñ tbis.gnvernment ,in-lervone. They are .usíng the snme oíd :gámc of race hatred, ín order lo gel the idea of, iutervention popular among tlíe masaos' of tbe United Stnles, but they will fíiil ín Ibis. Can "The Times" and íts clan tell lis ihe reason why tho slaves of ibis country sbonbl wtsh for ¡nfcrvenliou Ín Mcx* ico? ITaVe we, tile workers of any eounlry. any infcrosts'lo prolect? Nn„ but ihe "Times" is very niueh afratd Ihat the millíons of acres of huid thal it slole from tbe Mcxicaiv pcons will be takcn away from it and returned to llic rigbt ful owners. the workers who use it to produce the necessities of lifc. The "Times" dc:s not care for the poor doludéd' soldicrs who go down to fight for "thcir^ country." I f does not care for the wídows and or-pbans that wonld be made, ñor the misery that would be forced upon thousands of men and women by uiak-1115 tbcm pay for sucb a war. All tbe "Times" or* Mr. Otis and his tribe ever did to humanity was to cause misery, tears and btoodshcd; and shall we, tbe workers o£ thís country, fight thcir battlcs? No! Tí he is so anx-íous to retain "his" land and interests in-Moxico; by all.jmcans let him go do\yn tberc and fight for it. We will gladly wisb bim a pleasant trin. wilh tho sincero, hope Ihat Zapata's men will gíve it (o him., at least six feet by thrce, or let, tb^coyotes eat bim, so thoy will dic also. Not only in México, but. in Nicaragua, Sanio P o -miní;o, Cuba and, in fact, all over the world have these parasitcs CAd Cap-tandum Bulqus) used the credence and ístupidity of the, workers to stcal the •land and machínery of productíon for theír own benefit. No -cloúbt the "Times" is onc of those tbíoves who loaned some of their ill-gotten gains to Francisco T. Madero in an éffort to -kecpíh im' ín -pftWer,-as tbey have no doubt he is an casy_ and plíant tool for their use, to continué thcir dam­nable system of pconage and wage slavery. And now that tbey rcalize that it was a bad ínvestinent. thcy want the slaves of. this country "to pulí the-chestmitsout of the fire for thcm. but there is nothing doing, yon oíd pírate. We havcL.awakened to the fact that the . men fighting yon and your scavenger. Madero, are brothers and fellow .workers, and wc are .ready not to protect "vour" interests in México; but. to tákc tbosc interests yon have tb i s . side of the. border. Your oíd commander, Gen. .Shermjan, once.said; "War is hell." If yon want your^ land protected, go to wár and

proí^'pt .it. ,' ... , . _ ÍTQMAS. F A R R E L . C O R D E R 0 .

T— *. • ' * "

GRAND M E E f l N G . WM. D. HAYWQpP. , íbe eloquent

míner of Colorado'1 \víll' speak to tbe workers of Los Angeles- at S H R I N E AUDITORTUM on the evening of January lOlli. Every cffort has been made on the part ^of the rcactionary forecs of Los Angeles to keep HAY-W O O D ont of tbis. city. Last year be was routed thfotfgh California, but before be could Tcích -Los Angeles, the machínerv of oiir nolitical friends was pnt in motío:ilfaiid the date can-celled. This yeaf Haywood is rout­ed under the auspices of tbe fighting I. W: W.. and: all cfforts lo hcad ITAYWOOD ofí hrts been futilc. His these of direct action throws the fcar of the "L-O-R-D*"' inio the bearts of the "yellow revoUitionist".' Eycry RF,D in the city sbould lurn ont and hcar HAYWOOD. ' :

: * • • ' • " ' 7.

A L E T T E R S E N T Í T O ' / M c N E I L ÍSLAND

I. W. W. HfeADQUARTERS. San Francisco, Cat , Dec. 9, 1912.

T o all representafives of labor now ín the toils of, or roenáced by capi-talistic "Law and Order**: G R E E T I N G S :

I am instmeted 1>y the unaniínqus vote of the assemblage oí members, adherents and friends of the I . W. W . which gathered on Thanksgiviitg*' eve; to eonvev greetíngs to all repre-sentatíves of labor ín the toils of or menaced bv capítalístic "Law and Or­der," to the end that you know that we neither forget, forsake, nor con-demn you.

I n conclusión. Greetíngs and best wishes for brighter future for you personally. and.for our d a i s .

Fraternally yoürs, H . P A Y N E ,

Secretary, L W . W . LocaL

FEBRUARY 2B, 1913 The tHird part of the penltentíary térm to whích our companíoni are

condemned, will end at the time we start thete l inei; and a t the «ame date, according to the United States law, Ricardo Florea Magon, Enrique Florea Magon, Librado Rivera and Anselmo L, Figueroa, should be put ínto prepara-tion for liberty. Notwithstanding wé are íníormed that the Mexican despot-ism is intrígued with the government of Taft to deny our companions the right to liberty.

This crime with its deceitful appearance of tyranny which we must not consent to consume, as we could not avoid'the capítalist court from condemn-ing our fellowmen.

The federal law of the United States voted by the congress in 1910, liber-ates the prisoner as he finishes the third part of the1 condemnation. The greater part of federal prísoners are being constahtly freed from the penitentiary at the end of the first third of their senteiice.

Why, then, should Magon and our companions be an exception and the government to deny them their liberty?

From our actions, depends whether they wjil be forced to return to príson, or not.

Urge William H. Taft by a letter, to libérate our companions upon our virtue of the future, on the 28th of Fcbruary, 1913.

Foreign companions, protest to the American consuls, ministers and am-bassadors in their respective cities, against the continuance • of imprisoning Magon and companions. Demand the liberty on the day mentíoned abpve.

Let us have the United States government understand that we are de-pending upon the situation of our comrades and we will not peráiit it to keep them prísoners after February 28, 1913. •

T H E EDITOR'S O F F I C E O F T H E "REGENERACIÓN." (We ask the radical press to reproduce this article.)

I M P O R T A N T . The companions who wish to apply to th¿ government of the United

States in demand of the liberty of our brother workers of the Junta Organiza­tion oí the Mexican Liberal Party should fill. out this coupon and send in sealed envelope to William H. Taft, Washington, D. C , U. S. A. In case there are more than one companion in one place in favor of it, sign yuur ñames on a slip of paper and endose W I T H COUPON.

COUPON. T O WILLIAM H. TAFT,

The White House, Washington D. C. According to the franchise known as "Liberty on Parole," Ricardo Flores

Magon, Enrique Flores Magon, Librado Rivera and Anselmo L. Figueroa, members of the Junta Organization of the Mexican Liberal Par ty <"Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano,") should be liberated from the McNeil Island Penitenciary of Washington the coming 28th of Febru-ary, 1913. .

The prison in which these men are suffering, not only punishes them for the violation of the socalled neutrality laws, but even for liberal ideas which they posses and for wishes of the advancement of the revolutíon stages, when your government will allow póliticians to viólate the samé such laws, as you prove yourself riy permitting the coming of the Mexican soldiera to American soil, and allowing Francisco I. Maderoand Manuel Bonilla, today presidente of México and Honduras respectively, to depart from El Paso and New Orleans for their countries at the head of fillibuster expeditions.

Fo r that reason, I urge from you, the completé liberty bf said revolu? tionists, whose permaneney in McNeil Island, dressed in' conviets' garbs, has placed the United States in the foremost of the odious conversational world.

Address

Date

To the Bogus Press "The Los Angeles Times" of Jan.

5th. 1913, contains an article with the hcadiuK: "Why Mcxicáns Hate Amcrícans." Truc, wc do bate Amcr-ícans; that ís. wc hate the infernal machine tnasqueradíng under the líame of the United States Republíc, as the convict hatcs bis cbaíns, Tberc are abotit 1.500 mílb'oiiaircs like Mr. Olis, the editor and owner of the "Times," or whatever it is callcd, in the United States, many of whom have interests in Mexíco, and are

El compañero , José Olmos reco­mienda á, todos los compañeros que cuando por.algún jicrcansc sufran al­guna dislocadura en los huesos, el tiene aptitudes suficientes para curar­les. ¡

Como una prncva: el compañero Quirino Limón se dislocó reciente­mente «na pierna-debido á una caída que sufrió, siendo curado con buen éxito por el compañero Olmos.- i

Biblioteca y Laicismo

(Continu*) Siendo profesor, pero profesor sin

titulo, cuidaría mucho de proceder con método en esos paseos y en las con­versaciones suscitadas por la vista dé­los objetos y de los paisajes. Es evi­dente que el primer estudio debe va­riar en sus detalles según la comarca que se habite: nuestras pláticas no ten­drían el mismo aspecto en un pais Ha-no que en otro montañoso, en las re­giones graníticas que en las calcáreas, en una playa ó á la orilla de un rio que en un páramo; en Bélgica no hablaría lo mismo míe en lo» Pirineos ó|eh los Alpes. Nuestro lenguaje en ninguna parte sería absolutamente idéntico, porouc en todas hay rasgos particula­res é individuales que señalar, observa­ciones preciosas que recoger que nos servirían de elementos de compara­ción en otros distritos.

Por monótono y pobre que fuese nuestro punto de residencia, no falta­ría la posibilidad de ver, si no mon­tañas ó colínas, al menos algunas ro­cas que rasgaran t í vestidura de tie­rras más recientemente depositadas;

por todas partes .qbservariamos cierta diversidad de terrenos, arenas, arcillas, pantanos y turbas, probablemente^ tam­bién areniscas y calcáreas; podríamos seguir el margen de un arroyo ó ele un río, ver una corriente que se pierde, un remolino que se desarrolla, un re­flujo que devuelve las aguas, el juego de las atrugas' míe se forma en la are­na, la marcha de las erosiones que des-, pojan parte de un rivera y de los alu­viones que se depositan sobre los ba­jíos. Si nuestra comarca fuese tan po­co favorecida por la naturaleza que ca­reciese de arrov'o en-nuestras inmedia­ciones, á lo menos- habría alguna vez aguaceros quc : ' ' nos suministrarían arroyos temporales con sus cauces, acantilados, rápidos, contenciones, compuertas, circuitos", revueltas v con­fluentes; en fin, la variedad infinita de fenómenos hidrológicos. .- ¡Pues y en el ciclo? En él pode­mos estudiar la serie infinita de los movimientos de la Tierra y de los Asiros: la mañana, el medio día, el crepúsculo y la obscuridad en que se descubren las estrellas; las nieves y las nubes que reemplazan al cielo azul, y luego los grandes y raros espectácu­los de la tempestad, el relámpago, el arco iris y acaso la aurora boreal. To­dos esos movimientos celestes comen­zarán á precisarse en nuestro entendi­miento por una matemática inicial, ya que todos los astros siguen un cami­no/trazado de antemano y que les ve­mos pasar sucesivamente por el meri­diano, dándonos así la ocasión de pre­cisar los- puntos cardinales y de reco-rcr los diversos puntos ' del espació.

A estos pascos-alredcdor.de nuestra' residencia habitual, las circunstancias. de la vida podrían añadir largas excur­siones, verdaderos viajes, dirigidos con método, porque no se trata de correr-ai azar, como aquellos americanos que dan su "vuelta al Mundo Antiguo," y que suelen hacerse más ignorantes á fuerza de amontonar desordenadamen­te lugares y personas en sus cerebros, confundiéndose todo en sus recuerdos: los bailes, de París, la revista de la guardia .de.Postdam. las visitas al pa­pa y al s'ul'tán, la, subida á las pirámi­des y la adoración aI>Sánto Sepulcro; Tales viajes so i rdcdomas funesto que pueda imaginarse, \ porque :matan la potencia «le admiración qnc ha ¡de crecer cu el individuo _ al' mismo' tiempo que su " conocimiento, , y acaban por estragarle ' de modo ! que llega á despreciar toda belleza. Re­cuerdo, á propósito, la sensación de horror que.experimente oyendo á un joven guapo, muy instruido, muy des­deñoso, y tan tonto como sabio, decir perezosamente acerca del mont Blanc: "¡Ah si; es necesario que yo vea esa camama!"

- Para evitar semejantes aberraciones es importante proceder á las excur­siones y á los viajes con el mismo cuidado del_ método que en el estudio ordinario para la enseñanza; pero es preciso c\*itar también todo pedan­tismo en la • dirección, de Jos viajes, porque ante todo el niño ha. de encon­trar en ellos su alegría; el momento psicológico, en el preciso instante en que la vista y la descripción entren de lleno en el cerebro para grabarse en él para siempre. Preparado de ese modo, el niño se encuentra ya m»y adelantado, aunque no haya seguido lo que se llama un curso: el entendi­miento se qalla abierto y tiene deseo de saber.

* * * Tarde ó temprano, siempre dema­

siado pronto, llega el tiempo en que la cárcel de Ja escuela encierra al niño entre sus cuatro paredes; y digo cár­cel^ porque el establecimiento de edu­cación lo es casi siempre, ya qiic la palabra escuela perdió hace mucho tiempo su primera significación griega de recreo ó de fiesta. Aparecen los libros y con ellos la primera, lección oficial de' geografía que protluncía el

profesor ante sus alumnos; ha llega­do el momento de someterse á la ru­tina y de poner en las manos del niño un atlas sellado por el Consejo de Instrucción publica. Por mi parte me guardaré de tocarle;-ante todo de­seo ser perfectamente lógico en mis explicaciones: depués de .haber dicho 'que la Tierra es redonda, que es una bola que rueda en el espacio como el sol y la'lunái no había dé presen­tar su imagen" en forma de una hoja de papel cuadrangular con éguras co­loradas que representan Europa, Asia.- África, Australia, ¡las dos mita­des del" Nuevo. Mundo!

¿Cómo1 salir de esjta contradicción flagrante?-' I larbé de imitar á los an­tiguos magos pidiendo qué se me crea bajo la f e 'de . mi palabra, ó-me veré obligado á intentar que los niños com­prendan, oue la esfera'se ha. cambiado en planisferio; es decir, á ver si com­prendo bien la asociación de «slas dos palabras esfera plana; pero la explica­ción quedará ''forzosamente coja, por­que sólo es .posible por medio de las altas matemáticas, no.accesibles a\in á los niños. Es preciso que el profesor, en ci. umbral de su clase, no atente al perfecto compañerismo de inteligencia onc debe existir entre los alumnos y él para la compresión de las cosas.

Ad,cmás.sc por experiencia que esos mapas, de escalas y de proyecciones desiguales, hartan tanto daño á mis alumnos como el que. causaron á mi mismo, y el que sin duda habrán causado al lector; porque nadie logra borrar completamente las un presión es contradictorias que recibió por esos diversos- mapas, ya que según las' pro­yecciones nue hemos visto , sucesiva­mente, las formas geográficas han to­mado un aspecto flotante é indeciso, y las proporciones entre.las diferentes comarcas no se presentan con lim­pieza ¿.nuestra consideración, porque las hemos percibido en los .atlas de toda clase con inúttples deforma­ciones, infladas ó enflaquecidas, esti­radas, prolongadas ó truncadas_cn di­versos sentidos, y -por consecuencia, nuestra fuerza de prensión intelectual queda- embotada: seguros de ante­mano de no alcanzar la precisión de •vista, ni siquiera tratamos de ohte^ nerln. r Para evitar esa indiferencia que im­pide la sinceridad y el ardor en el estudio, ,cs, pue,s necesario, indispensa­ble, 'proceder á la-fijación?de.las for­mas y de los puntos mayores de la geografía por c! enípicó••, derígíobos escolares, respecto del 'cual ' el^proj-íesor debe, oosérvar ima intransigencia absoluta, siéndole verdaderamente im r posible servirse de mapas sin traicior nar la causa, misma de la enseñanza que se le ha. confiado. . í

-¿Cual es el globo mejor como Obi-jeto escolar? En, mi concepto, una simple bola sostenida sobre un aparaj-to d e ' madera al lado del maestra, quien la toma/ la mueve y la confía á, siis alumnos. Las lincas que trace en ella han de ser sencillas; dos aclimata­mientos indican los polos: una linca negra sobre el vientre marca el ecua­dor: depués, cuando llega el caso de hablar del vaivén de las estaciones, se añade el trazado de la eclipse de una parte y de otra del ecuador: nada de meridianos iii paralelos de latitud; eso vendrá después; hasta indicar el punta en que se encuentra la escuela, corres­ponda á Bruselas ó cualquiera oirá población de la superficie de la Tierra; además, puede trazarse dé polo á polo sobre ese primer punto el meridiano inicial. Tal ha de ser el primcrglobo, que estará impregnado de barniz gra­so que se pueda dibujar con yeso y borrar, lo que permitirá al maestro hacer sus demostraciones y marcar sus viajes teóricos sobre la redondez planetaria.

Después utilizarán los alumnos otros globos con-Ventaja, sobre todo si los:1ian manejad^ ellos mismos y han

• razado con propia 'mano los o m í ­nenles, los mares y todo cuanto se les cimcñó cu la escuela, En esto con-'swuVcl verdadero método; ver, -crear-de nuevo; y. un repetir mnemóníca-meiilc,

Xo cabe dudarlo: por la vista dírec-dcl globo, reproducción propor­

cional y exacta de la Tierra misma, ha de proceder SÍ* íi la primera «'duración geográfica del niño; pero esta cuse-

ruiza será pronto detenida por !a exigüidad del instrumento. Un globo á la 40 millonésima, de un metro de circunferencia, no deja de ser visto to­lo por niños, " la dificultad crece en proporción geométrica con las dimen­siones del objeto, porque sí el, globo se construye á la escala de la 20 millonésima, con dos metros de cir-cinnfcrcncía, se necesita suspenderle del techo para moverle con el dedo, s'cgún las necesidades de la enseñanza. Por ultimo, un instrumento esférico de mayores dimensiones, bajo la for­ma ordinaria, se hace de tal manera incómodo que no se sabe donde guar­darle, acabando por quedar olvidado en el depósito de ios trastes inútiles. Así acabaron los grandes, globos de Olearius y de Goronclli, que, por oirá parte, carecerían de valor geográfico en nuestros días,

_ Pero sí las esferas de esas dimen­siones considerables estorban dema­siado para que* se les coloque en las salas de nuestras escuelas y de nues­tras bibliotecas y en las naves de nuestros institutos, no por eso se tes debe descuidar en el enseñanza; al contrario, conviene establecerlas co­pio monumentos distintos, con su ar­quitectura especial y original, consti­tuyendo una nueva rama del arte mo­derno, como parece empieza á com­prenderse ya, á pesar de que los re­sultados basta ahora obtenidos no pa­san de medianos. Los grandes globos construidos, especialmente el de 40 metros de circumfcrencia (escala á la millonésima) que se vio en la expo­sición de París de !S89, no tenían ab­solutamente significación desde el punto de vista de la geografía precisa, y su único -mérito, que no era de des­deñar, consistía en mostrar a los pa­seantes admirados de la enormidad de los mares, comparados con nuestros, pequeños territorios políticos, y el valor relativo en extensión de 1as di­versas comarcas. La obra del por­venir impondrá á cada gran ciudad la construcción de un globo de grandes dimensiones á la' millonésima, á la 500,000 á la 100,000, ó más aún; re­produciendo la verdadera forma de la corteza terrestre con su relieve exacto. Proyectos detallados de esas con­strucciones futuras han sido ya pre­sentados al público, y estamos cri época en que la ejecución puede comenzarse con toda seguridad modernos, han comprendido la conveniencia de la construcción . del relieve lunar en grandes proporciones.

(Continuará) » • »

AVISO. Participamos á los mexicanos, es-

oañoles, y en general, á todos nuestros hermonas, que las minas, "sraelters" y fundiciones de Bingham Canyon y Garfield, Utah, están paradas, porque ños' hemos declarado en huelga para mejorar pago y condiciones. P o r ' ! 5 tanto, esperamos que ningún traba­jador aceptará el venir á servir á éstas compañías mineras ni sé dejará en­gañar de los malos' hombres que soli­citen sus servicios. ,

Así. tendrán que rendirse estas cor­poraciones y mejoraremos un poco nuestra situación.

L O S M I N E R O S D E BINGHAM.

. ¡GRAN M I T I N ! Guillermo D. Haywood, el elocuen­

te .orador y uiínero de Colorado diri-cirá la palabra á los trabajadores de Los Anéeles, en el "SHRTNE AUDT-T O R Í U M " el .10 de Enero, á las S P. M. El TTALL, cita cn' .W. Jeffcrson St. No. 655. ' •

Todos los trabajadores de habla es­pañola, que enfeudáis'el inglés, es de importancia el ir á escuchar á Gui-llcnnn D. ITavwood.-quien fué. e.í que, cu 1005 y 1906 los burgueses del Es­tado de Colorado, ó como quien dice los "dueños" de los micrales de este país, intentaron ahorcar á los miem­bros ejecutivos de la- Federación 'de Mineros del Oeste; tan solo por ser fieles á los trabajadores entre los cuales figuraba Haywood.

Haywood. .es ahora organizador de los Trabajadores industriales del Mundo, y por esc solo hecho es bien, odiado de la clase explotadora' de los Estados Unidos." >

Havwood, es quien hace unas cuan­tas semanas, les dijo, á Jos socialistas políticos y á los que se llaman radi­cales'de este pais, que por que no le daban importancia á -la REVOLU­CIÓN MEXICANA, viendo tan cla­ramente que nuestros hermanos de México luchan abiertamente contra el Cáoital. A esto, jamás han respon­dido una palabra los politicastros so­cialistas. . IjCompañeros: á escucha á Hay­

wood !!

E L N U M E R O ESPECIAL. "Regeneración,*^ No. 122 del- lo . de

Enero, fué acojidb con buen éxito pa­ra todos los que lo esperaban, apesar de no baber aparecido como nosotros lo hubiéramos deseado, esto es adorna­do con los brillantes artículos de varios de los compañeros escritores de reputa­ción mundial que, como en el mismo número se hizo una peoueña reseña, atribuida el por eme no aparecieron. No obstante, El Número Especial ha sido bien recibido por los subscritores de "Regeneración," . simpatizadores del m i a m o r y a ú n por algunos de sus enemigos. *

Viendo que la primera edición se agotó» enseguida se hizo otro tiro que está 4 reserva para todos aquellos que no hayan recibido el primero se sivan ordenar sus pedidos. El precio es de 15 cts. por ejemplar. Para los agentes. ,que pidan 10 á más copias se les descuenta el 40 por ciento.

• - • » • : t RECTIFICACIÓN.

Por no haber entendido claramente el nombre del compañero Guiscppe Fcdon Savo, el donativo que nos en­vió, apareció con el pseudónimo de "tino" en la colecta que los compañe­ros de Stonington hicieron,en un baile á beneficio de "Regeneración."

CONSTE.