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“El traje nuevo del emperador” : Introduciendo la ética en el contexto de la excelencia en la moda / excelencia creativaMo Tomaney, Investigador en el área de Moda y Ética, Central St. Martins College of Art and Design, University of the Arts, Londres, y Profesor Adjunto en el Master en Moda Etica, University for Creative Arts (UCA), Reino Unido. Motomaney@aol.com

1. Nivel de estudios Estudiantes de Formación Profesional, estudiantes universitarios, estudiantes de Postgrado

2. Conocimientos previos necesarios por parte de los formadores

A. No se requiere formación previa

3. Conocimientos previos necesarios por parte de los estudiantes

A. No se requiere formación previa

4. Numero de estudiantes recomendado Cualquier número

5. Duración de la actividad 20 minutos (sólo lectura)

6. Tipo de actividad Artículo

7. Área académica Diseño, Pedagogía

8. Temas tratados Todos

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La moda es por naturaleza y definición un concepto mucho más amplio que simplemente vestirse para protegerse frente a los elementos externos. Se trata de un vía para definir a las personas, como parte de un grupo, un uniforme profesional o una forma de expresión personal en un nivel muy básico que toca a casi todas las personas. En su faceta más creativa la moda puede convertirse en un instrumento de expresión artística. Para la mayoría de estudiantes, el interés por los cursos de moda tiene su origen en la parte creativa y no en el conocimiento de un proceso industrial que hace posible que existan las tiendas de moda. “El traje del emperador” aborda la otra cara de la moda, lo que está detrás del lado creativo que tanto atrae a los estudiantes de diseño de moda y a los consumidores más jóvenes.Se centra en el ciclo oculto de la prenda, desde que se cultiva el hilo, a través de las diferentes fases de fabricación, el transporte hasta los establecimientos de venta y su destino final una vez que ya no está “de moda”. Los aspectos prácticos o técnicos de la fabricación de prendas pueden parecer totalmente ajenos a la actividad creativa y a veces egocéntrica que forma el núcleo de la élite de la moda, tal y como se muestra en las semanas de la moda que se celebran en Londres, Nueva York, Milán o París. Sin embargo, la producción y distribución de las prendas, el aumento de beneficios y la limitación de los ciclos de los productos son los elementos principales que definen el negocio de la moda. De los pocos que lleguen a tener un gran nombre en el mundo de la moda, aquellos diseñadores destinados a encontrar el éxito en la pasarela o la “alfombra roja”, la mayoría de ellos firmarán acuerdos lucrativos con cadenas de tiendas y marcas de ropa. Para gran parte de los graduados en estudios de moda, el mass market es el modelo económico en el que se integrarán en algún momento de su carrera profesional. El proceso creativo generalmente está separado del proceso de fabricación de las prendas, tanto en los estudios como en la industria. Como estudiantes, algunos diseñadores novatos a menudo miran hacia épocas del pasado de moda y la Alta Costura, más lentas como forma de producción, que naturalmente está lejos de los esquemas de producción masiva o propia de los talleres de explotación abusiva – quizás un reflejo del hecho de que en el mundo de la moda todos estamos de algún modo en el negocio de vender ilusiones.

A pesar de que se percibe una cierta democratización en la moda, que ha sido impulsada por el crecimiento de una moda rápida barata y a la última – un fenómeno en

el que la mayoría de los estudiantes de diseño de moda, en calidad de clientes, participan con gran entusiasmo –, existe de forma simultánea una desconexión entre los ideales estéticos del lado creativo de la industria, el interés creciente entre los estudiantes por la ética del consumo actual y el ansia de crear ciclos vitales cada vez más acelerados. Estos ciclos producen grandes márgenes que son generados fundamentalmente (aunque no únicamente) por las firmas de moda rápida. Todo ello ha posibilitado la aparición de un modelo de negocio en el que la demanda comercial sobrepasa lo que se consideraría una producción “respetuosa” – la calidad de los tejidos, la mano de obra, la consideración ecológica, pero, sobre todo, los derechos humanos que han sido muchas veces elementos invisibles en la cadena de producción. La subcontratación puede convertirse en una consecuencia inevitable de la demanda de ciclos de moda muy cortos. ¿Existe o puede existir un vínculo entre la calidad y la integridad creativa de un producto terminado y la integridad socioeconómica que hay detrás de la forma en que ha sido fabricado? ¿Se podría crear este vínculo satisfactorio dentro de las escuelas de diseño de moda que actualmente están en la misma situación de desconexión – buscando simultáneamente la excelencia creativa y la innovación junto con el deseo de construir verdaderos nexos con la industria para aumentar los conocimientos de los estudiantes y unir las carreras profesionales?

Las consideraciones éticas son difíciles de encajar en unos criterios pedagógicos que están diseñados para obtener la excelencia creativa – enseñar conceptos éticos a la vez que se consiguen objetivos estéticos de una forma relevante y que influya verdaderamente en los estudiantes es, sin duda, un gran reto. Muchos estudiantes y profesores encuentran mayor conexión con los temas relacionados con la sostenibilidad a través del análisis de la moda “eco”. De este modo, se han obtenido mejores resultados a la hora de hacer entender el desarrollo sostenible a través del aprendizaje de los criterios relacionados con los factores medioambientales, en donde pueden observarse vínculos más evidentes con la parte creativa (bases innovadoras de fibra e hilo, procedimientos más ecológicos para crear o terminar los tejidos, los principios de la moda lenta, la recreación del estilo clásico o “vintage” en las prendas o el reciclaje del hilo, etc., que representan un potencial para unos resultados visibles y tangibles dentro del proceso creativo). Como tal, la opción ecológica encaja mejor para introducir debates sobre sostenibilidad en los planes de

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estudios actuales, para poder generar un impacto sobre los diseños de prendas, inspirar la comercialización de las colecciones o para influir en la comunicación con los consumidores, de una forma para la que las teorías éticas de la producción o la metodología de la responsabilidad social corporativa y su implementación no son aplicables dentro de los cursos de diseño.

Mientras que muchos estudiantes sueñan con la Alta Costura, con las prendas elaboradas lentamente, a mano y de forma exclusiva como la culminación de su ambición creativa, pocos de ellos, cuando se plantean una carrera profesional en el mundo de la moda, sueñan con los talleres de explotación abusiva de China o Bangladesh o con los ciclos de vida de la moda rápida.¿Quién quiere diseñar harapos para un consumidor que los usa y los tira? Las cuestiones a debatir sobre la cadena de producción, los códigos de conducta, la subcontratación o la grave situación humana dentro del sector textil son difíciles de plantear en los distintos niveles de los estudiantes de diseño de moda, particularmente debido a que, en primera instancia, un estudiante probablemente tendrá un conocimiento muy limitado de cómo funcionan las cadenas de producción y de cómo pueden variar en los diferentes modelos de fabricación. Se trata de conseguir que los estudiantes comprendan que un producto fabricado en los niveles altos del sector – tales como la Alta Costura, las prendas de grandes modistas o las confeccionadas a mano, en donde la máxima calidad es esencial para la prenda – probablemente tendrá detrás una cadena de producción más corta, más fácilmente identificable, pero que será más costosa que la cadena productiva de la moda rápida.La moda rápida, por su parte, requiere habilidades y recursos de menor complejidad y el producto final se terminará con una calidad inferior. Con este razonamiento se puede crear una base para relacionar las consideraciones socioeconómicas con el producto y por tanto con el diseño. Pedir a los estudiantes que tengan en cuenta los derechos humanos y la visión ética de la cadena productiva dentro del marco típico de un proyecto de diseño, supone un desafío que traspasa los límites aceptados para cualquier curso creativo. De alguna manera, la consideración de la cadena de producción se puede entender como una limitación a la creatividad, incluso puede pensarse que está en contra de los criterios pedagógicos establecidos para estas materias. Existe un paralelismo en la industria, donde los diseñadores están en ocasiones deliberadamente aislados del conocimiento

sobre las limitaciones de recursos o costes para maximizar su expresión creativa (dentro de los límites económicos definidos por los directores del producto o marca). De este modo, los directivos de las marcas y los compradores pueden elegir los recursos tanto materiales como creativos que estarán subordinados a las restricciones económicas y logísticas.

Si no se incluye el contexto de los principales modelos empresariales que rigen el sector dentro del plan de estudios, la discusión sobre la visión ética relacionada con el diseño o el papel de la gestión de productos puede resultar un tanto absurda. Para que los estudiantes comprendan la parte ética y política de la producción de prendas, deben entender primero la industria textil y las opciones de negocio existentes. Resultará esencial saber cómo, como ejemplo, un modelo de moda rápida puede llevar a cadenas de subcontratación, plazos imposibles de entrega y talleres de explotación abusiva; un modelo que contrasta con las perspectivas históricas sobre negocios más lentos y modelos productivos que pueden ofrecer una visión para el futuro - transmitiendo la idea de que ¡no fue siempre así! Asimismo, es importante introducir el conocimiento del ciclo completo del producto en el desarrollo creativo, desde la materia prima hasta el ‘post-consumo’ o destino final de la prenda. Sin duda, un enfoque global del producto de la industria de la moda que va más allá del diseño. Este conocimiento puede suponer un conflicto creativo y producir una transformación impredecible. Si la conciencia acerca del ciclo completo de las prendas – incluyendo tanto la visión del negocio como la parte ética – pudiera convertirse en la norma para los debates sobre diseño y desarrollo de prendas, los estudiantes podrían empezar a considerar la cadena que hay detrás de los productos que diseñan como una materia en curso. Todo ello les situaría en una posición mejor cuando entren en la industria de la moda. Los recién graduados estarían mejor preparados para promover el cambio y hacer posible que se desarrollen medidas sostenibles dentro de las empresas en las colaboren, a través de la contribución que puede aportar un diseñador joven a las decisiones a mayor escala de negocio que se adoptan dentro de estas compañías.

Resulta evidente que la perplejidad causada en los consumidores por la ética en la moda tenga un impacto en el conjunto de estudiantes como el que tiene sobre cualquier consumidor entusiasta de moda o de

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información. Constituye un reto para un profesor ilustrar estos debates complejos y a veces contradictorios, o bien ofrecer soluciones cuando el sector todavía no ha sido capaz de determinar las vías para el cambio, sino que ha iniciado procesos para favorecerlo (concepto que en sí mismo puede causar confusión cuando se explica a los estudiantes). ¿Cómo podemos apoyar a los estudiantes para que visualicen la manera de utilizar el diseño en sí mismo para producir el cambio o bien puedan influir en el cambio a través de su actividad como diseñadores en lugar de hacerlo como consumidores? Esto último podría parecer más fácil de conseguir. Los estudiantes de moda son consumidores que crean opinión y por ello están en una posición para influir en otros consumidores tanto directa como indirectamente, tal y como lo hacen en las tendencias de la moda. La cuestión a plantear es ¿cómo puede trasladarse – como una tendencia – el innegable peso generado denle torno al desarrollo sostenible y la ética a la cadena de consumo? ¿Se puede transformar en una tendencia fuerte, una que produzca cambios efectivos y duraderos? ¿Se trata de una tendencia o moda como la de los móviles, la de los “Tamagochis”, un vestido negro básico de fondo de armario o una “falda globo”?

Cuando empiezan a trabajar como diseñadores, los recién graduados creen que la vía para producir el cambio está fuera de su campo de influencia. Sin embargo, dentro de las escuelas de diseño de moda, cuando se plantean situaciones ficticias del ámbito profesional, los estudiantes tienen la oportunidad de aportar soluciones visionarias sin la presión comercial, con proyectos sostenibles más abiertos y globales que les generan un interés hacia la parte “menos atractiva” de la discusión junto con la parte “atractiva”.

Los estudiantes y el personal docente pueden empezar a ver el producto y su relación con el desarrollo sostenible bajo un prisma más integral. Podrían enlazar las cuestiones relativas a la sostenibilidad directamente con el proceso creativo en lugar de tratarlas como materias diferenciadas. Por ejemplo, ¿por qué les pedimos siempre a los estudiantes que diseñen una colección? El hecho de cambiar este marco favorecería que se formulen nuevas opciones creativas del concepto de colección, diferentes posibilidades para la presentación, consumo y promoción de la moda. Es posible que la colección como modelo de promoción de la moda esté un poco desfasado y por ello delimite la respuesta creativa al desarrollo sostenible.

Los estudiantes de Central St. Martin’s (CSM), Londres, elaboraron un proyecto multi-disciplinar en el que se les pedía que consideraran la sostenibilidad en todo el ciclo de una prenda. Trabajaron en grupos de cinco o seis estudiantes y varios de estos grupos tuvieron la oportunidad de utilizar tejidos y cortes increíbles, conocer soluciones sostenibles para el consumo de moda en el contexto de las ideas de lo lento, tales como una colección de trajes de alquiler, una colección que se puede adaptar indefinidamente para futuros usuarios o un medio para divulgar estos temas. Un estudiante de diseño de moda no tiene necesariamente un criterio que genere opinión en los aspectos políticos de los temas éticos o medioambientales. Sin embargo, como mente creativa puede aportar grandes ideas en los debates que abordan cuestiones más globales de la industria a través de soluciones visionarias. Los estudiantes creativos se encuentran en una posición favorable para ofrecer consejos para producir el cambio antes de que empiecen a trabajar en el sector y se sometan a la industria, las lealtades profesionales de las firmas y a la subordinación de los departamentos creativos a la marca y los recursos (como se puede observar a menudo en la industria de la moda). En calidad de estudiantes, pueden permitirse estar fascinados por la moda, considerar el consumo de prendas sin el obstáculo de los planes de negocio y las hojas de cálculo (la bestia negra de los recién licenciados), aprovechar su pasión por la materia plasmándola en soluciones sostenibles, reales e innovadoras para el negocio y para el diseño así como mostrar un nuevo camino para el sector. Sabemos que, si se pudiera llevar a cabo de una manera interesante desde el punto de vista del diseño, que además tenga sentido para el negocio y que capte el interés de los consumidores, el sector probablemente le prestaría atención.

Moda sostenible: Manual para ProfesoresPublicado por Liz Parker en nombre de Fashioning an Ethical Industry, Reino Unido, y Marsha A. Dickson en nombre de Educators for Socially Responsible Apparel Business, Estados Unidos.

Derechos de reproducción y licencias Los derechos de reproducción pertenecen a los autores que han colaborado o a las in-stituciones a las que representan en caso de ser aplicable.

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En aquellas secciones en las que un autor ha determinado explícitamente que su trabajo no se puede alterar, se ha indicado claramente; en estas situaciones se debe solicitar permiso al autor.

EditoresPublicado en 2009 en el Reino Unido por Labour Behind the Label en nombre de Polish Humanitarian Organisation (Polonia), Südwind Agentur (Austria), Schone Kleren Cam-pagne (Holanda) y Educators for Socially Responsible Apparel Business (Estados Unidos).

Labour Behind the Label es a una organización sin ánimo de lucro registrada en Inglaterra con Nº de registro 4173634 y domicilio en el Reino Unido en 10-12 Picton Street, Bristol, BS6 5QA.

Diseño y maquetación de: Nick Ellis, Halo Mediawww.halomedia.co.uk

Se puede descargar el Manual completo, algunos capítulos o colaboraciones individuales en: http://fashioninganethicalindustry.org/resources/teachingmaterials/handbook/

Para encargar copias en papel contactar con Fashioning an Ethical Industry por e-mail:info@fashioninganethicalindustry.org

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Esta publicación se ha elaborado con el apoyo financiero de la Unión Europea y la Agen-cia para el Desarrollo Internacional del gobierno del Reino Unido (DFID). Los contenidos de esta publicación son responsabilidad de Labour Behind the Label y no reflejan la opinión de la Unión Europea ni la de la Agencia para el Desarrollo Internacional del Reino Unido.