EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del...

8
Esmeralda Marugán -¿Se nace poeta? -Sí. Desde niño quise y pensé que sería poeta. Aunque las cir- cunstancias y la vida de aque- llos momentos hicieron que me demorase bastante en publicar mi primer libro. -¿Ha sido la literatura una forma de vida? -Las convicciones, la experien- cia, la forma de mirar la vida es, tal vez, lo que nos diferencia a los poetas del resto de la huma- nidad. Pero es algo en lo que se piensa ahora, cuando ya el tiem- po no existe. Sin las prisas de la vida activa. En esta calma que nos llega cuando los años se nos vienen encima. -¿La poesía siempre habla de los sentimientos del autor? No siempre es un género en pri- mera persona. Yo los tengo en tercera. Para mí es el género más subjetivo. La poesía está más presente en la experiencia de tu propia vida que en otros géneros. -Varios de sus libros han sido lle- vados al cine, ¿está satisfecho de estas adaptaciones? -De unas más y de otras, me- nos. Por ejemplo La tregua, que es la que más éxito ha te- nido, aunque al principio hubo algunos desacuerdos entre el director, Sergio Renán y yo, me ha ido gustando con el tiempo. Los desacuerdos tuvieron que ver con que los dos éramos in- expertos. Para él era su prime- ra película y para mí, mi pri- mera novela llevada al cine. Pero, eso sí, incluso en esos momentos de desencuentro, reconocí que Sergio es un gran director de actores. Ahora he vuelto a ver la película y reco- nozco que me gusta más que cuando se estrenó. -¿Qué impresión siente un escri- tor al ver, por primera vez en la pantalla, una película basada en una novela suya? -Cuando uno escribe un libro es inevitable ponerle rostro a los personajes. Después, cuando los ves en la pantalla, son otros a los que el autor imaginó. Pero eso es así y forma parte del tras- vase de un género al otro. Son artes distintos . Y, por ejemplo, en Las sorpresas, que estaba ba- sada en tres cuentos míos, de dos hice el guión, pero tuve que cambiarles yo mismo, incluso hasta las actitudes de los per- sonajes, para pasar al cine. Es otro lenguaje el que se habla en el cine y el de la literatura. -¿En qué medida usted y otros escritores latinoamericanos se beneficiaron del famoso «boom» de la literatura la tinoamericana? -El «boom» lo formaron inicial- mente cuatro grandes escrito- res: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cor tázar y Carlos Fuentes, que, cu- riosamente , vivían todos fuera de sus respectivos países. El «boom» tuvo ciertas connota- ciones mercantiles, pero, a su vez, puso sobre el tapete la lite- ratura latinoamericana y a par- tir de ahí se empezó a investigar y a buscar a los demás. No po- día ser que en un continente tan grande sólo hubiese cuatro grandes escritores. Esa bús- queda generó una atención, so- bre todo, hacia la novela, aun- que cuando el «boom» apareció yo ya tenía dos o tres libros pu- blicados en España. Incluso la novela Gracias por el fuego ha- bía sido finalista de un impor- tante concurso, pese a que la censura española de entonces no permitió la publicación de la novela. -Cuentos, ensayos, novelas..., pero siempre poesía. -Sí. Yo soy, sobre todo, poeta. La poesía tiene que ver con los sen- timientos del poema, no con la edad. Pese a todo ahora escribo poesía. Hay jóvenes que empie- zan su carrera literaria eligien- do la poesía porque creen que se trata de un género más fácil. Pero se equivocan. Es un géne- ro con muchas más dificultades que otros. A veces se puede es- cribir en verso libre, pero no se dan cuenta de que, para ello, an- tes hay que partir del conoci- miento de los clásicos, saber manejar los métodos, partir de endecasílabos, dos o tres, o ale- jandrinos en tres o cuatro líne- as, que son versos clásicos cor- tados. Ahora que es cuando más tiempo tengo para pensar creo que es así como Picasso, para romper la figura, tuvo que demostrar primero que sabía reproducirla de forma exacta. -¿Cómo ha sido su vida? -Está siendo larga. En cada vida hay muchas vidas. Hasta uno mismo se sorprende. Hace nada siempre buscaba tiempo para escribir. Me definí a mí mismo como «un escritor sin tiempo». Temporadas agobiantes de via- jes, talleres, seminarios, festi- vales de cine, homenajes. A todo ello me acompañaba ella. >> 1 Levante EL MERCANTIL VALENCIANO Viernes, 9 de mayo de 2008 A sus 87 años, Bene- detti se declara sobre todo poeta. En esta en- trevista, el autor uru- guayo habla de las di- ficultades de escribir poesía y teatro, así co- mo de la sensación de extrañeza que ha sen- tido cuando una obra suya ha sido llevada al cine. Mario Benedetti ENTREVISTA ESCRITOR POETA Y NARRADOR. Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920). «Lo de “comprometido” fue un cartel que me pusieron para descalificarme» Al seu dietari, J. M. Castellet retrata el món literari dels anys setanta i l’ambient agitat i opressiu de les acaballes del franquisme (pàg. 5). Narrativa posdata pd Suplemento Cultural EFE/GUSTAVO CUEVAS ❙❙❙ «Soy un escritor leído, con una literatura difundida, pero nada más; lo que sí he intentado es ser coherente»

Transcript of EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del...

Page 1: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

Esmeralda Marugán-¿Se nace poeta?-Sí. Desde niño quise y penséque sería poeta. Aunque las cir-cunstancias y la vida de aque-llos momentos hicieron que medemorase bastante en publicarmi primer libro.

-¿Ha sido la literatura una formade vida?-Las convicciones, la experien-cia, la forma de mirar la vida es,tal vez, lo que nos diferencia alos poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que sepiensa ahora, cuando ya el tiem-po no existe. Sin las prisas de lavida activa. En esta calma quenos llega cuando los años se nosvienen encima. -¿La poesía siempre habla de lossentimientos del autor?No siempre es un género en pri-mera persona. Yo los tengo entercera. Para mí es el géneromás subjetivo. La poesía estámás presente en la experienciade tu propia vida que en otrosgéneros. -Varios de sus libros han sido lle-vados al cine, ¿está satisfecho deestas adaptaciones?-De unas más y de otras, me-nos. Por ejemplo La tregua,

que es la que más éxito ha te-nido, aunque al principio huboalgunos desacuerdos entre eldirector, Sergio Renán y yo, meha ido gustando con el tiempo.Los desacuerdos tuvieron quever con que los dos éramos in-expertos. Para él era su prime-ra película y para mí, mi pri-mera novela llevada al cine.Pero, eso sí, incluso en esosmomentos de desencuentro,reconocí que Sergio es un grandirector de actores. Ahora hevuelto a ver la película y reco-nozco que me gusta más quecuando se estrenó.-¿Qué impresión siente un escri-tor al ver, por primera vez en lapantalla, una película basada enuna novela suya?-Cuando uno escribe un libro esinevitable ponerle rostro a lospersonajes. Después, cuandolos ves en la pantalla, son otrosa los que el autor imaginó. Pero

eso es así y forma parte del tras-vase de un género al otro. Sonartes distintos . Y, por ejemplo,en Las sorpresas, que estaba ba-sada en tres cuentos míos, dedos hice el guión, pero tuve que

cambiarles yo mismo, inclusohasta las actitudes de los per-sonajes, para pasar al cine. Esotro lenguaje el que se habla enel cine y el de la literatura.-¿En qué medida usted y otrosescritores latinoamericanos sebeneficiaron del famoso «boom»de la literatura la tinoamericana?-El «boom» lo formaron inicial-mente cuatro grandes escrito-res: Gabriel García Márquez,Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, que, cu-riosamente , vivían todos fuerade sus respectivos países. El«boom» tuvo ciertas connota-ciones mercantiles, pero, a suvez, puso sobre el tapete la lite-ratura latinoamericana y a par-tir de ahí se empezó a investigary a buscar a los demás. No po-día ser que en un continente tangrande sólo hubiese cuatrograndes escritores. Esa bús-queda generó una atención, so-bre todo, hacia la novela, aun-que cuando el «boom» aparecióyo ya tenía dos o tres libros pu-blicados en España. Incluso lanovela Gracias por el fuego ha-bía sido finalista de un impor-tante concurso, pese a que lacensura española de entoncesno permitió la publicación de lanovela.-Cuentos, ensayos, novelas...,pero siempre poesía.-Sí. Yo soy, sobre todo, poeta. Lapoesía tiene que ver con los sen-timientos del poema, no con laedad. Pese a todo ahora escribopoesía. Hay jóvenes que empie-zan su carrera literaria eligien-do la poesía porque creen quese trata de un género más fácil.Pero se equivocan. Es un géne-ro con muchas más dificultadesque otros. A veces se puede es-cribir en verso libre, pero no sedan cuenta de que, para ello, an-tes hay que partir del conoci-miento de los clásicos, sabermanejar los métodos, partir deendecasílabos, dos o tres, o ale-jandrinos en tres o cuatro líne-as, que son versos clásicos cor-tados. Ahora que es cuandomás tiempo tengo para pensarcreo que es así como Picasso,para romper la figura, tuvo quedemostrar primero que sabíareproducirla de forma exacta.-¿Cómo ha sido su vida?-Está siendo larga. En cada vidahay muchas vidas. Hasta unomismo se sorprende. Hace nadasiempre buscaba tiempo paraescribir. Me definí a mí mismocomo «un escritor sin tiempo».Temporadas agobiantes de via-jes, talleres, seminarios, festi-vales de cine, homenajes. Atodo ello me acompañaba ella.

>>

1Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 9 de mayo de 2008

■ A sus 87 años, Bene-detti se declara sobreto do poeta. En esta en-trevista, el autor uru-guayo habla de las di-ficultades de escribirpoesía y teatro, así co -mo de la sensación deextrañeza que ha sen-tido cuando una obrasuya ha sido llevada alcine.

Mario BenedettiENTREVISTA ESCRITOR

POETA Y NARRADOR. Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920).

«Lo de “comprometido” fue un cartelque me pusieron para descalificarme»

Al seu dietari, J. M. Castelletretrata el món literari delsanys setanta i l’ambient agitati opressiu de les acaballes delfranquisme (pàg. 5).

Narrativa

p o s d a t apdSuplemento Cultural

EFE/GUSTAVO CUEVAS

❙❙❙

«Soy un escritorleído, con unaliteratura difundida,pero nada más; loque sí he intentadoes ser coherente»

Page 2: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

Ahora, el corazón solo y enfer-mo, descansa. Y la poesía se for-ma en la mente, con los recuer-dos y los sueños.-¿Qué recuerda de Paso de los To-ros, el pueblo donde nació?-En realidad es un sitio que nohe conocido mucho. De hecho,me fui de allí a los dos años, aun-que no llegamos a Montevideohasta que tenía cuatro. Pero degrande he ido, pero no es lo mis-mo la visión de un niño a la deun adulto. Aunque sí veo al niñoque fuí en Paso de los Toros. -Recuerdos que usted recogió ensu obra «La borra del café»...-Empieza en Montevideo y lo quetiene de mí son las mudanzas decasa que hicieron mis padres. Vi-vimos en 22 lugares diferentes.Pero el protagonista tiene muypo co que ver conmigo. En reali-dad creo que La borra del café esde contenido imaginario y de en-vase autobiográfico.-Antes de vivir de la literatura tra-bajó en muchos oficios. ¿Eso eslo que ha hecho que su obra seentienda como «comprometida»?-En aquellos tiempos la econo-mía no daba para vivir de escri-bir. La vida daba duro y no que-daba otra que hacer casi de to -do. Tuve que vivir la realidad demi país como la vivíamos todos.Pero lo de «comprometida» fueun cartel que me pusieron losque no se comprometían conna da. Era más una descalifica-ción. Lo que sí tengo claro ysiempre ha sido así es que, a lahora de escribir, primero tienesque funcionar como escritor enel géne ro que sea y después,comprometer te. Porque pormuy magnífico que sea el men-saje social o político, si la pala-bra es torpe o está mal utiliza-da, al final se vuelve contra esemensaje. Pero yo no lo he he-cho para ser o no comprometi-do. Ha sido espontáneo, comouna manera de entender y dellevar mis vivencias.-Mirando hacia atrás cuando co-menzó a juntar letras, con medi-da o sin ella, ¿se imaginaba sien-do quien es, un autor al que lee-rán y admirarán nuestros nietos?-Soy un escritor leído, con unaliteratura difundida, pero nadamás. Lo que sí he intentado esser coherente, entre otras cosaspara llegar a este momento tran-quilo y en paz. -Usted ha sido autor teatral y crí-tico. ¿Se puede ser ambas cosasa la vez?-He sido autor y crítico, pero entiempos diferentes. Y, la verdad,es que creo que se trata de migénero más flojo. La única obraque considero buena es Pedro yel capitán. Con sólo dos perso-najes fue llevada al cine; yo mis-mo le doy una buena crítica. Es-cribir teatro es un género muydifícil para mí.-Y, para finalizar, hablemos de «Elamor, las mujeres y la vida». ¿Esun recuerdo a Schopenhauer?-Es una selección de poemas deamor míos, un poco siguiendo eltítulo de Schopenhauer, Elamor, las mujeres y la muerte, dela que se han hecho 25 ó 30 edi-ciones. Yo he tenido el amor connombre de mujer y una compa-ñera con la que he compartidoel viaje de la vida

>>

2 pd ■ Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 9 de mayo de 2008

Marlen HaushoferNosotros matamos a StellaEl quinto añoTraducción de Rosa Gómez PatoSiruela, Madrid, 2008

Rafa MartínezEn Nosotros matamos a Stella,el primero (y más significado)de los dos relatos que com-ponen este libro (podríamoshablar, también es cierto, denouvelle o novela cor ta), loque realmente subyuga al lec-tor es la misma naturaleza dela narración: la confesión deuna mujer que tiene la valen-tía de atreverse a reconocerun estado de cosas terrible. Alser expuestos los hechos deesta manera, uno tras otro,casi sin parar a respirar, la de-

solación acaba inundando eltrasfondo de esta historia.

De un lado, la soledad deuna mujer que se sabe enga-ñada por su marido, un rufiánque seduce y hace suyo cual-quier objeto de deseo paracolmar sus ansias de placer,es el gran tema que propicia yhace avanzar la narración has-ta su (inesperada) conclu-sión. De otro, y en menor me-dida, su condición de mujeratrapada en un determinadorol subyace como subtema,como correa de transmisiónque contribuye en su impulso.

La historia destila tintesdramáticos de principio a fin:una adolescente que llegará acasa para pasar una tempora-da acabará suicidándose.

Pero es la lucidez de la na-rradora, Anne, las contorsio-nes de su memoria y su capa-cidad para exponerlo de esamanera tan sencilla y tan te-rrible a un tiempo lo que ha-cen de este relato algo ex-traordinario.

La prosa de Marlen Haus-hofer, como la de sus compa-triotas Ingeborg Bachmann oThomas Bernhard, resulta deun tono estremecedor que noahorra en matices. De nues-tra autora, sin embargo, po-dríamos añadir que su escri-tura cuenta con un brillo ca-racterístico, una sutilidad quela hace única dentro de estepequeño grupo de escritoresque bordean el precipicio ensus composiciones.

Dos relatos con la prosa dramática y sutil de Marlen Haushofer

Bordeando el precipicio

PERSONATGES

LIBROS

Francesc MartínezLa lluita de l’home contra lamortalitat es reafirma amb l’in-tent de transcendir al tempsanotant la seua història, la seuaobra. Però la narració del pas-sat topa sempre amb la fragili-tat de la memòria i amb les di-verses interpretacions que endiferents èpoques fan els estu-diosos dels personatges histò-rics. La figura de Teodor Llo-rente Olivares (1836-1911) noescapa a aquestes contradic-cions, pròpies de la condicióhumana. Llorente, patriarca dela Renaixença valenciana, foureivindicat com a mestre de leslletres valencianes pels escrip-tors de les generacions de1909, 1930 i de la postguerra; i,posteriorment, menysvaloraten el tardofranquisme i la Tran-sició democràtica.

Aquesta darrera interpreta-ció responsabilitza a Llorentede l’escassa incidència políti-ca de la nostra Renaixença.Mentre a Catalunya aquell mo-viment cultural desembocà enla formació de partits políticsde caire nacionalista, a Valèn-cia la Renaixença esdevinguéestrictament literària, apolíti-ca. De fet, els primers partitsvalencianistes començaren aaflorar a principis del segleXX, però amb una minsa in-fluència social que s’ha perpe-tuat fins als nostres dies. El va-lencianisme polític serà mésfeble i menys reivindicatiu queel catalanisme polític. Els va-lencians no ens hem caracte-ritzat mai per tenir un senti-ment identitari fort.

No obstant això, la Renai-xença valenciana no fou capfracàs. El filòleg i historiadord’Alaquàs Rafael Roca Ricartho explica en el seu llibre Teo-

dor Llorente, líder de la Renai-xença valenciana, editat perPublicacions de la Universitatde València. Roca aporta unaanàlisi revisionista sobre la fi-gura de Llorente, al que quali-fica com un dels personatgesmés influents de la nostra cul-tura contemporània.

L’autor contradiu la posicióque afirma que la Renaixençafou un fracàs perquè es man-tingué apolítica. Apolítica sí,però decisiva en el procés derecuperació de la llengua delsvalencians. Segons Roca, enaquell temps a València no esdonaven les condicions ade-quades per a fer derivar en par-tits el sentiment patriòtic quereviscolava amb la Renaixença.Destaca que el mèrit de Llo-rente (i dels altres autors re-

naixentistes) va ser propiciar larecuperació literària de la llen-gua vernacla, desprestigiadaen els àmbits cultes des de ladesfeta d’Almansa de 1707. LaRenaixença, liderada per Llo-rente, fou un punt d’inflexió,permeté un ressorgiment i unaesplendor del valencià desco-neguts durant segles. I més en-cara, inicià un camí de conti-nuïtat literària que perduraràfins avui. La Renaixença fou unpunt de partida. Més que unameta, Teodor Llorente fou unpont entre dos èpoques. Se-gons Roca, assentà les bassesdel valencianisme contempo-rani i tota la seua labor va serrecollida per les generacionsde 1909 i 1930 i la immediatapostguerra. Llorente tinguédeixebles i continuadors, i es-devingué així una referènciaidentitària, patriòtica i cultural.

El mèrit de Roca és haversituat la figura de Llorente enla seua justa posició. I ho faamb un meticulós estudi, queté l’origen en la seua tesi doc-toral, i que es fonamenta en elrigor científic, en una històriaben elaborada, crítica i rica endocumentació. Aquesta quali-tat analítica explica que el lli-bre haja estat guardonat ambel XXIII Premi Ferran Solde-vila de Biografia, Memòries iEstudis Històrics 2006, con-vocat per la Fundació Congrésde Cultura Catalana, i que hajacomptat amb el suport de l’A-cadèmia Valenciana de laLlengua.

L’anàlisi profunda i contras-tada és una de les característi-ques del llibre de Roca. No seli escapa cap detall. El filòlegno sols fa un repàs acurat de l’o-bra de Llorente, sinó que s’en-dinsa també en les seues con-

nexions amb els altres renai-xentistes. Així, una de les apor-tacions més grans és l’estudidels vincles de Llorente ambels homes forts de la Renai-xença de Catalunya i les Bale-ars, amb qui els valencianscompartim llengua comuna. Iho explica analitzant l’intensmestratge que Llorente rebédel mallorquí Marià Aguiló; ladifícil relació que mantinguéamb Constantí Llombart, elseu oponent ideològic; la filialsimpatia envers Blasco Ibàñez,malgrat que aquest fou el seuveritable enemic polític i opo-sitor a la Renaixença; les rela-cions literàries amb Víctor Ba-laguer i la seua entranyableamistat amb Jacint Verdaguer;la seua ferma defensa de la uni-tat de la llengua catalana, queels renaixentistes anomenaven«llemosí»; l’emotiva fraternitatamb Miquel Costa i Llobera il’entusiasta admiració enversFrederic Mistral, l’escriptor deProvença. Sens dubte, l’autorpresenta un treball ambiciós id’envergadura que ultrapassal’àmbit estrictament valencià,com assenyala Vicent Simboren el pròleg del llibre.

Aquest últim estudi de Ra-fael Roca completa i en superad’altres que ja havia fet al vol-tant de la figura llorentina.Com deia John Ruskin, tots elsllibres poden dividir-se en dosclasses: llibres del moment i lli-bres de tot moment. Sensedubte, Teodor Llorente, líder dela Renaixença valenciana s’em-marca en el segon model. Unllibre de tot moment, impres-cindible per a conéixer l’am-bient que es respirava durantla Renaixença valenciana i elsmoviments literaris de les tresprimeres dècades del XX.

L’estudi de R. Roca sobre Llorente ha guanyat el premi de la crítica que atorga l’IIFV

Un pont entre dos èpoques

Rafael RocaTeodor Llorente, líder de laRenaixença valencianaPub. Universitat de València, 2007

Page 3: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

ANAQUELVV. AA.E. P. Thompson, diálogos y controversiasCFTV-UNED, Valencia, 2008

Autor de Laformación dela clase obreraen Inglaterra(1963) y Cos-tumbres en co-mún (1991),E. P. Thomp-son está consi-derado uno delos historiado-res más destacados de la segundamitad del siglo XX. Este volumenreúne cinco textos de Elley, SewellJr., Meikins Wood, Palmer y Gid-dens que debatieron y dialogaroncon el trabajo de Thompson.

Adalbert StifterVerano tardíoPre-Textos, Valencia, 2008

Admirado pri-mero porNietzsche ydespués porHofmannsthal,Kafka y Kun-dera, AdalbertStifter (1805-1868) relata enVerano tardíolas etapas queha de recorrer el hombre para lle-gar a conocerse. Surge así, entre lasmontañas de Bohemia, una utopía:un lento proceso de maduraciónbajo el signo del arte y la belleza, enarmonía con la naturaleza.

Josep Palau i FabreLa claredat d’HeràclitAccent, Girona, 2008

Aquest llibreés un comen-tari sistemàticde quasi totsels Fragmentsd’Heràclit,com explicaO. Ponsatí-Murlà; JosepPalau i Fabreprecedeixcada fragment amb una preguntaque, segons ell, s’hauria perdut idesplega, a continuació, la justifi-cació i el comentari de la seua tria.Palau i Fabre va escriure aquestassaig a finals dels anys seixanta

Clarice LispectorCorreo femeninoSiruela, Madrid, 2008

Clarice Lispec-tor escribió enprensa desde1940 hasta dosmeses antesde su muerte,en 1977. Estelibro reúne losartículos de sufase inicial queabordan te-mas diversos, desde la educaciónde los hijos a los tratamientos debelleza, de los remedios contra losratones a la búsqueda de la felici-dad, de la elección de un perfumea los dilemas morales.

Thomas Simon GueulletteEls mil i un quarts d’hora. Contes tàrtarsMoll, Palma de Mallorca, 2008

Els relats deThomas Si-mon Guellettesón una de lesobres mésdestacadesdel correntorientalitzantque començàa França aprincipis desegle XVIII amb la traducció deLes mil i una nits. Contes àrabs.Amens i plens de sensualitat,aquests Contes tàrtars apareixenara per primera vegada en catalàtraduïts per Encarna Sant-Celoni.

Eva SolerCal tenir una valentia força con-siderable per escriure sobre unarealitat que encara ens afecta deben a prop. Cal posseir una ca-pacitat d’anàlisi important sobrela evolució històrica del nostrepaís per saber endinsar-se en elpunt de vista d’aquells homesconservadors que, amb una vo-luntat de diàleg innegable i ambuna perspectiva més global quelocal, accediren a l’incipient mónpolític democràtic per desenvo-lupar una tasca que ens portavaa un concepte d’estat indubta-blement renovador. Sobre eixageneració escriu Joan Garí ambel seu personatge Víctor Vidal,una generació de polítics quetrobem a faltar en aquests tempsd’especulació inmobiliaria i mi-sèria cultural.

Víctor Vidal, conseller de cul-tura de la Generalitat Valencia-na, es troba un dia amb la mortde front: un càncer de pulmó ter-minal. Només resten uns mesos

de vida en què Vidal es dedica areflexionar sobre el seu passat iel seu present, mentre no deixade fumar havans. Joan Garí nonomés desplega una visió críticai satírica sobre el món polític va-lencià, sinó una veritable anàliside la lleugeresa de les posicionsde l’ésser al món contemporani,on, a la fi, tot el que resta són elslligams afectius i la infantesa i jo-ventut com el record d’un terri-tori sense màcula: el paradís per-dut. Allí resten les primeres il·lu-sions, els primers desitjos, elsprimers amics —aquells quemai s’obliden—, les primereslectures i els primers ideals.

La balena blanca és MobyDick, un ésser que es resisteix amorir, una lluita de la vida quecerca sobreviure amb tots elsseus instints, amb tots els seussentits ben oberts, i també és labalena on sobreviu Jonàs duranttres dies i tres nits abans de serllençat en resposta a les pregà-ries a Déu. Aquesta lluita per la

supervivència és l’esforç per fu-gir de la solitud, però tanmateixuna lluita per retrobar la pròpiaessència més enllà dels caminspels quals inevitablement ensporten les circumstàncies. Ma-tilde i Eva són les meravellosesanècdotes de la vida de Víctor Vi-dal; filla i esposa resten al mar-ge de la incansable recerca deVíctor Vidal, una recerca que, avoltes, pareix sense sentit, peròque busca principalment pren-dre consciència del temps viscuti dels camins que han restat sen-se viure: la Terra del foc, RosaCarandell, l’escriptura... Com alpoema de Dylan Thomas que Vi-dal envia com a nadala: «Encaraque els amants es perden perdu-rarà l’amor / I la mort no impe-rarà».

Altre vessant interessant a lanovel·la de Garí és la crítica dela hipocresia que, inevitable-ment, impera al món social. Elmalalt és un ésser que pertorbaa la vida contemporània, que ens

recorda que el poder és fugaç,que la fama i la glòria imperenpoc més d’un dia. Tempus fugit.La vida pública te un espai escàsi, quan Vidal revela la seua ma-laltia terminal, ha de trobar-seamb la pèrdua dels fidels i delsno fidels: tothom sobra, tothomés reemplaçable. Més enllà deles gratituds, estàn les necessi-tats de l’ara i l’avui. La frenèticavida política demana cossos sa-ludables, ments ràpides, horesllargues. Quan Víctor Vidal apa-rega a la inauguració de La Vacaa l’IVAM veurà com comença asobrar molt abans de deixar deser conseller.

Són estratègies editorials re-lacionar aquest llibre amb la po-lítica valenciana —només cal ob-servar la portada—. A la novel·lan’hi ha de molt més: una inter-textualitat estructurada a partirdels temes de la supervivència ide l’elegia, un estil sobri i precís,un esquema narratiu complex iuna coherència que va més en-llà de la crítica política, del moltesperat sarcasme i els posicio-naments obvis. Si així desija ellector, pot jugar a endevinar quiés cadascú: el president, l’es-culptor, el conseller... trobarànoms, però oblidarà la impor-tància de un text ben elaborat.

L’última novel·la de Joan Garí va merèixer el premi Joanot Martorell

I la mort no imperarà

J. RicartMaria Carme Arnau (Alfara delPatriarca, 1958) amb aquestquart lliurament sembla afirmarel seu trajecte personal, i afer-mar la seua trajectòria poètica.Per una banda reprén com amarc espacial el context de lamediterraneïtat del seu primertreball Bri de vol: la diferènciarau en una veu i un vers més di-latat, i en una abstracció demolts dels seus elements (mar,llum, cel, temps, foscor) un nú-mero reduït, però susceptiblesde multiplicar-se fins a l’infinit,gràcies a una espècie de llum to-nal que els tamisa i matisa.

El seu mètode d’escripturacomprén tres fases: contempla-ció, instrospecció i meditació. Apartir de la visió del paisatge (Fa-vara, L’Albufera, arrossals, plat-ges) descriu el seu entorn: «Sócqui sóc i aquest és un camí cap en-

davant. / Perduda pels temps,cada vesprada m’assec / vora elllac envoltada d’ànec i gavines /i em pregunte ara, què hi veus?».Arnau esdevé transcriptora i tra-ductora del seu estat anímic (tí-mida, inquieta, trista, solitària,estranyada, incerta). Per aques-ta raó, la descripció és un mitjàefectiu que ajuda a crear una at-mosfera simbòlica, una intros-pecció íntima i personal sobreels seus sentiments. Tanmateixla poeta ha sabut equilibrar lesparts descriptives en tercerapersona amb els monòlegs inte-riors desdoblats en primera o se-gona persona, per així trencaramb una bellesa perfecta, peròdistant.

Per últim, arribaríem a la me-ditació, en una reflexió, de ve-gades universal, sobre les mar-ques del passat, sobre els fetsdel present, o sobre la incon-

sistència de la vida (Interro-gants). Dintre d’aquest espaidedicat a l’especulació intel·lec-tual hem de destacar breumentalguns títols com Silenci i L’àm-bit de la tristesa per les seues re-fèrencies a l’escriptura; Confús,pels seu compromís polític i so-cial pel que fa una recerca de lallibertat, desig d’utopia, i a la fi,fe en l’esperança (Armes ober-tes, Temors).

Des d’un punt de vista formalens fem ressó —tal com assen-yala Lluís Alpera al pròleg— dela capacitat metafòrica i de la ri-quesa en imatges que superen elsimple decorativisme —«la nités l’obscur dolor que mai no s’a-caba / badalls d’ombra dels da-rrers rastres de llum amb què sac-seges les paraules»— o altres queintenten definir conceptes abs-tractes com «el temps és la feridaque sagna l’oblit (…) el temps

d’espera és un temps de pàginesblanques»; o la pròpia existència:«He anan entenent / que la vidaés remolcar d’una banda a l’altra/ alegries o penes, a poc a poc».

L’únic retret que se li pot feral recull és de caràcter estructu-ral. Tota la primera part mantéuna unitat temàtica, i fins i tot for-mal, que conclou amb tres xico-tets epigrames i tres haikus, comsi la seua veu s’apagara com lallum vespral del seu paisatge. Totaixò es perd amb la inclusió —potser injustificada— de quatresonets (Quadern del desig) quetrenquen aquest efecte final.

Malgrat aquest detall, Frag-ments de cel és un llibre complexi meditat, en el qual Maria Car-me Arnau ha volcat una vegadamés el millor de sí mateixa. Ambun llenguatge exquisit i alhoraproper per al lector, explora laconciència femenina embolcadaper un paisatge mediterrani quesupera les limitacions del sim-bolisme, aconseguint així apro-fundir en reflexions de dimen-sions universals sobre la vida, eltemps, l’esperança o la poesia.

Poemes sobre el temps i l’esperança de Maria Carme Arnau

Paisatges i meditacions

Joan GaríLa balena blancaPremi Joanot Martorell 2007Edicions 62, Barcelona, 2007

Maria Carme ArnauFragments de celXII Premi de Poesia Paco MollàAguaclara, Alacant, 2007

LLIBRES

3pdLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 9 de mayo de 2008

Page 4: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

Andrés PauMuchos libros llevan algunacita en las primeras páginas.Puede tratarse de una especiede aviso para navegantes des-pistados, incluso una declara-ción de principios. En este caso,las citas son tres, a cual más sa-brosa. La primera es de losguionistas de House, la celebé-rrima serie televisiva. La boca—o bocaza— del doctor GregHouse pronuncia las siguientespalabras: «Las buenas historiasson siempre guarras». Que nadiese llame a engaño; avisado está.

Antes que nada, un par de co-sas: esta novela da mucha risa,pero que mucha. (Preferimosusar las palabras «risa» y «car-cajadas» en lugar de «humor»;son más expresivas. «Humor»se ha convertido en una palabracasi asexuada.) También: traslas carcajadas se suele agazaparel sarcasmo, un sarcasmo pro-caz, duro, cruel, en ocasionesdoloroso. Y también: todavíahay quien piensa que la risatransforma el arte —cine, tea-tro, narrativa, pintura, ópe-ra…— en un producto menor,una especie de hermano pe-queño y tonto del arte verdade-ro. Peor para ellos.

Estamos, pues, ante una no-vela especial: y no es una nove-la especial porque las ínfulas desu autor le hayan llevado a con-siderarla como tal, más bien alcontrario. Es especial porquetiene el enorme mérito de noser pretenciosa ni tratar de em-baucar a nadie con supuestascalidades king size. No, en ab-soluto; Los fantasmas de Edim-burgo tiene la frescura y la es-pontaneidad —no confundamoscon el descuido ni el desorden,tampoco con la facilidad— delas novelas escritas en estadode gracia, y perdón por la ob-viedad del chiste.

El doctor en literatura ingle-sa Luis Miguel Ortiz, narradoren primera persona de la nove-la, se autodefine muy avanzadoel libro —asomado a un aterra-dor precipicio vital— como un«brillante profesor de LiteraturaNorteamericana con una vidaenvidiable, una reputación y unfuturo». Bastante antes de todo

ello, cuando nos habla de su ni-ñez, se refiere a sí mismo comoun «pequeño hijo de la granputa». También —añadimosnosotros— es un trepa, un opor-tunista, un rastrero; un auténti-co impresentable.

Ya desde pequeñito, Luis Mi-guel advierte su innato don paralas intrigas y el manejo de losdemás, y se dedica a practicar-lo hasta alcanzar una insólitaperfección: pensamos en el pau-latino y provocado proceso deenloquecimiento de su madre,narrado con un cinismo del quesurge una inevitable carcajada;incluso dos o tres; o más. (Otraanotación: si alguien va a sen-tirse culpable por reírse de lasdesgracias de una madre, que

no lea el libro; pero, por favor,que tampoco coma mientras velas noticias por televisión). Sólola torpeza y la dependencia delsexo hacen que Ortiz cometa al-gunos errores; errores que lobarnizan con cier to fulgor deantihéroe que, sorprendente-mente, lo convierten en alguiencasi simpático.

Además, y por supuesto, Losfantasmas de Edimburgo es unanovela políticamente incorrec-ta, una expresión horripilante—¿fascistoide?— por repetida,pero que resulta necesaria enestos tiempos modernos enque estamos a punto de reven-tar de bienestar e hipocresía.Tal vez —a nosotros, por otraparte, nos parece perfecto— lanovela peca de excesiva en al-gunos momentos. Como diríannuestras madres, «es que lo dicetodo tan claro que…», y es pre-cisamente por eso que resultatan fresca y tonificante. Igualque un buen cubo de agua he-lada cuando estamos sentaditosa la mesa camilla, con las faldasdel cobertor sobre nuestraspiernas y el brasero en su justopunto de calor. Dando la pri-mera cabezada. Entonces,¡zas!, pualà al canto; por si aca-so, por acomodaticios; menoshumos. Así actúa Los fantasmasde Edimburgo, como un tónicoperfecto contra el anquilosa-miento y la autocomplacencia ycuyos efectos secundarios sereducen a un entretenimientocontinuado, una saludable se-sión de risoterapia —atenciónal palabro, que se oye cada vezmás— y, a ser posible, pero esoya depende de cada cual, unaamarga reflexión sobre el mun-

do que nos rodea. La palabrafrancotirador sería muy apro-piada para Eloy M. Cebrián, unfrancotirador mucho más va-liente y audaz que los francoti-radores al uso, y piensen uste-des en quienes quieran. Haypara todos, sin excepción, peroconvendría repasar algunas mi-tologías progres y valorar en sujusta medida ciertas actitudesbienpensantes. Ben el Ladillasle dice a Ortiz en un arrebatode clarividencia, ambos disfra-zados de mendigos por las ca-lles de Edimburgo: «En el fon-do de su conciencia saben quetienen la culpa de que tú y yoexistamos. Somos dos granos ensu terso y fragante culo de ciu-dadanos del mundo rico. Somossu responsabilidad, pero se mo-rirían antes de reconocerlo. So-mos desgraciados, parias, locos,gente al margen, carroña…».

Como dice la segunda de lascitas iniciales: «La vida es comodespertar en un tren rodeado degilipollas».

Para quienes vivimos en Va-lencia, la novela tiene un añadi-do que la hace irresistible: granparte se desarrolla en «la capi-tal levantina» y en su Facultadde Filología. También —y eneste aspecto puede leerse comoun roman à clé— aparecen per-sonajes reconocibles, entrequienes destaca el catedráticoEnric Llorens, miembro desta-cado del claustro de la Facultad,excéntrico e insultantementepagado de sí mismo, teatral,grandilocuente. En resumen ysin ningún género de dudas, untipo que disimula la caspa conglamour. Es el Gran Jefe, el fac-tótum. También es el creador,por si alguien todavía no se haenterado, del Proyecto Shakes-peare, que prepara la edicióntrilingüe —inglés, catalán, cas-tellano— de la obra completadel dramaturgo inglés.

¿Y el título? Ah, Edimburgo,Escocia, las Highlands, el lagoNess, Stevenson… Digamosque la novela desemboca en laciudad británica de la mano desu protagonista, que va allí aleer una ponencia en un Con-greso que ha escrito un tal Die-go y la ha firmado un tal Ge-

rardo. El encontronazo conunos hooligans del Celtic deGlasgow le interna en un des-censo a los infiernos, caótico,sin sucedáneos: la vida —nosólo el hecho de estar vivo,también todo lo demás— deOrtiz pende de un hilo. Y noson metáforas para hacer boni-to; son, si acaso, eufemismospara describir lo que le toca vi-vir a Ortiz, el ordenado y bur-guesito y reprimido Ortiz.

Añadir datos sería quitarlesal a la novela, y nada más le-jos de nuestra modesta inten-ción. Dicho de otro modo: leanLos fantasmas de Edimburgopredispuestos para la risa, em-pezando —como es lógico—por uno mismo; léanla sin con-templaciones, liberados deprejuicios, déjense llevar porun tipo que llama a las cosas

por su nombre y por un escri-tor que ha tenido el ingente va-lor de no detenerse, para evi-tar la caída, cuando se asomaal despeñadero. Ha tenido ladecencia y el arrojo de dejarsellevar a ver qué pasaba. Y loque ha pasado es este pequeñomilagro literario.

Disfrútenla, miren a los ojosde sus personajes, no sientanmiedo ni se ruboricen al avan-zar por sus vericuetos. Paseenpor el caos, crucen la línea,atrévanse.

A estas alturas ya no cuelahacerse los exquisitos; seguroque son capaces de comer sopasin sorberla ni derramar unasola gota mientras miran lasnoticias en la televisión.

Juan CamposCon la novela Ojo de dragón elescritor británico Andy Oakes(Londres, 1952) añadió un nue-vo nombre a la numerosa gale-ría de personajes que mantie-nen la novela policiaca en un ex-citante nivel de calidad. Era

éste el inspector jefe Sun Piao.Su característica más destaca-da: sus novelas transcurren enuna fascinante China, comunis-ta en la teoría y capitalista en lapráctica. Sus rasgos más defi-nitorios: una honradez inque-brantable y una falta de glamourque lo sitúan en las antípodasde sus colegas occidentales. Enefecto, Sun Piao, alejado de loscentros de poder donde, comola novela no se cansa de insistir,el dinero proporciona todo tipode lujos, viste un uniforme su-cio al que le faltan botones,come lo que puede y se bañaocasionalmente.

Al final de su primera nove-la, el autor lo dejaba en Ankang,un espeluznante psiquiátrico al

que van a parar los disidentesdel régimen. En el inicio de Elprimer ciudadano, su segundanovela, encontramos a Sun Piaorecién salido de esa horrible ex-periencia y degradado a traba-jar en la Brigada Antivicio. Haperdido, pues, el aprecio de losaltos cargos de la policía, per-dió a su esposa (que lo abando-nó por un ministro) y sólo con-serva la férrea lealtad de suayudante, el gigantesco Yao-bang. Junto a él, y pese a la opo-sición de sus superiores, inicia-rá la investigación del asesina-to de unos colegas policías queinicialmente parece conectadocon el de varias prostitutas, quehan servido para solaz de altosjefes militares, cuyos cadáveres

han aparecido en los cimientosde las faraónicas obras del es-tadio que albergará los JuegosOlímpicos de 2008.

Lejos de detenerse ahí, latrama se complica mucho mástodavía cuando sus ramifica-ciones conectan con el pasado,desde un ominoso campo don-de el Gobierno realizó experi-mentos genéticos hasta la re-creación de cuál pudo ser el fu-turo del niño que aparece jun-to a Mao en los cuadros quemuestran la Larga Marcha de1933. Un tortuoso itinerarioque Sun Piao, y con él el lector,irá averiguando en una novelacon una prosa extraordinaria-mente sugerente, siempreatenta al mínimo detalle y a pro-porcionar al lector una expe-riencia casi sensorial, que seconvierte en un retrato a la vezimpecable e implacable de unasociedad tan compleja comoesta fascinante novela.

La nueva novela de Eloy M. Cebrián esuna sátira hilarante del mundo actual

La valentía delfrancotirador

Una trama de misterio que desemboca en los JJ OO de 2008

Luces y sombras de la China actual

Eloy M. CebriánLos fantasmas de EdimburgoEl Tercer Hombre, Madrid, 2008

4 pd ■Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 9 de mayo de 2008

LIBROS

Andy OakesEl primer ciudadanoTraducción de Mariano Antolín RatoAlianza, Madrid, 2007

❙❙❙

Gran parte de lanarración sedesarrolla en Valenciay en su Facultadde Filología

❙❙❙

La falta de «glamour»del inspector SunPiao lo sitúa en lasantípodas de suscolegas occidentales

Page 5: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

J. M. CastelletDietari de 1973Edicions 62, Barcelona, 2007

Alfred MondriaNo anava gens desencaminatSainte-Beuve —gran crític, mal-grat la tírria que li tenia MarcelProust— quan afirmava que enjutjar la majoria d’autors, l’es-crutini el dirigim, sobretot, a no-saltres mateixos. Una observa-ció que també es pot aplicar a Jo-sep M. Castellet en repassar elllarg catàleg d’escriptors que hasotmés al seu veredicte. Ara bé,per damunt de noms i preferèn-cies, el que millor defineix a Cas-tellet és l’itinerari —tan variat ipermeable— de mètodes críticsde què se serví i l’habilitat perirrompre amb sorolloses i se-ductores aventures literàries.Després de girar la vista enrerei explorar alguns dels movi-ments teòrics sobre literaturamés influents de la segona mei-tat del segle XX, de fullejar an-tologies, congressos i els premismés mitificats d’aquest període,tens la sensació que, mires peron mires, sempre t’has de trobaramb la figura allargassada, som-rient —i astuta— de Josep M.Castellet.

A partir de la «competència depedanteries» i de ments privile-giades que fou la revista Laye ainicis dels cinquanta, Castellets’especialitzà en l’art de la pu-blicitació literària com ben pocssaberen moure’s en la foscor i lasordidesa del franquisme. A lateoria de les generacions d’Or-tega —un escriptor de qui sem-bla que tots hagen pouat enaquells temps—, Castellet afe-girà el catecisme gramscià, lespropostes de Lukács i els dictatssartrians per traure a la llumVeinte años de poesía española(1960). Una lluita aferrissadades del realisme i la sociologialiterària per esborrar el simbo-lisme i que es prolongà amb Po-esia catalana del segle XX (1963):en la dinàmica de la història que-dava clar que «la poesia partici-pa en la lluita per l’alliberamentindividual i social dels homes»,uns manaments tan candorososcom inflexibles per a qui haviadescobert els beneficis de l’an-tologia de combat.

Però tal i com reconeix en Elsescenaris de la memòria (1988),fou passar Mary McCarthy comuna fada lluminosa per un con-grés sobre realisme a Madrid itrontollar la fe que l’autor prac-ticava fins feia ben poc com unmístic. De fet, a Castellet no litremolà el pols per, més enda-vant, guardar al calaix aquests

postulats i jugar a una nova ope-ració cridanera amb Nueve no-vísimos poetas españoles (1970)en què la veritable estrella, se-gons opinió dels poetes selec-cionats, era l’antòleg. Un distan-ciament del realisme històricque també és perceptible en Ini-ciació a la poesia de Salvador Es-priu (1971) on Castellet assen-yala la malla extensa i intricadade símbols que constitueixen elmón particular del creador de Si-nera. Una debilitat per Espriu iuna lectura —amb valoracions idescobertes encertades— queno podia prescindir d’una auto-ritat de qui sempre se sent ne-cessitat Castellet. En aquest cas,l’oficiant era Roland Barthes i laconsigna «reconstruir l’objecte —el poema— després d’una minu-ciosa descomposició». Un mèto-de i un llenguatge —més dignesd’un taller de mecànica— querepresentaven l’última importa-ció de França.

Enlluernat ara pels estructu-ralistes, Castellet —tan influen-ciable a modes analítiques— nodubtarà també a picar de for-malistes russos i de semiòtics:tot un maratonià eslàlom d’es-coles i manuals. És en aquestsmoments quan es produeix undels fets més importants de labiografia literària de Castellet,la preparació del que serà l’es-tudi Josep Pla o la raó narrativa(1978). Un llibre ben atractiu —fins i tot morbós— perquè col·li-sionen per un costat la fascina-ció per Pla i, per l’altre, les cue-tades d’un crític que ha begut detots els corrents del marxisme.Apunts perspicaços com la visiótotalitzadora de l’obra, refle-xions sobre el pas del temps i lanatura o el paper de la memòriavoluntària sotmesa a un estil escombinen amb llandoses refe-rències a la intertextualitat i Ju-lia Kristeva, o bé pàgines —irri-sòries i dogmàtiques— on escondemna el desinterés de Plaper la burgesia industrial i elproletariat. Això sí, en una èpo-ca d’hostilitat dels gurus litera-ris contra Pla, Castellet no dub-ta a mostrar-se’n partidari.

Una barreja d’admiració i re-ticència que un sorneguer Jo-sep Pla relacionà amb l’interésque en Marx despertà l’obra deBalzac per tal d’intentar enten-dre les claus de la burgesia. Ditd’una altra manera, un adverti-ment sobre les limitacions demirar el món —i la literatura—des del mapa estricte de les ide-ologies. És en aquestes cir-cumstàncies, mentre es troba-va fitxant l’obra completa de Plaapareguda fins aquell moment,que Castellet es proposà redac-tar un quadern, Dietari de 1973,on recull cinc mesos marcatsper aquest projecte, amb anèc-dotes i passatges reveladors perconéixer aquest personatge de-

cisiu en les maniobres literàriesde l’època.

Un Josep M. Castellet exte-nuat pel treball de director d’Edi-cions 62, amb una agenda atapeï-da però que encara té forces perfer-se copes a la nit al Bocaccio ipracticar la intriga política: enaquell 1973 se succeeixen multesi detencions, el nerviosisme deles acaballes del franquisme. Cas-tellet, però, se sent incapaç de de-dicar més temps —entre el des-engany i la mala consciència— al’activisme i la conxorxa i es pe-nedeix de no invertir aquestes ho-res en la creació d’una obra prò-pia. A diferència del seu amic co-munista Manolo Sacristán, queduia en la cartera una foto de laseua dona i una altra de Marx,Castellet és més procliu a esvairels fantasmes i el cansament enuna sauna o a no oblidar optali-dons i alka-seltzers —sempreprevisor— per neutralitzar unaassegurada ressaca.

En breus anotacions desfilenalguns escriptors del seu cercle,

com Gil de Biedma o Barral —cà-lid i amb calculades impertinèn-cies sobre Castellet en les seuesMemorias—, a més de Jaime Sa-linas, un Porcel que ja volia men-jar-se el món i un Gimferrer quedeclama ostentòriament sobre lafalta d’ambició dels novel·listescatalans; el recent suïcidi de Fe-rrater és una ombra que no s’a-treveix quasi ni a esmentar. Gar-cía Hortelano, Castilla del Pino oVargas Llosa completen una nò-mina d’un Castellet que ha cone-gut —protagonista omnipre-sent— els pàlpits i les interiori-tats editorials de bona part d’Eu-ropa. Un creuament d’activitatsense repòs i d’un ambient opres-siu que, segons confessa, hanprovocat que la seua generaciósiga com «els infants envellits deLewis Carroll».

Aquest Dietari de 1973 té in-terés —a banda de traços i re-trats— pel que suggereix i queenllaça amb episodis crucialsque ens aporten pistes sobre l’e-volució de Castellet, com l’a-llunyament del totalitarisme co-munista quan esclatà a Cuba elcas Heberto Padilla i l’autor re-butjà l’obediència al castrismede Cortàzar o Benedetti. Un me-surat Josep M. Castellet, sovintpartidari de la contenció i de l’a-cord, sorprén en una nota inci-siva en què avalua el gènere deldietari: el de Gide no li acaba defer el pes, i el de Fuster —en unadata tan propera a la publica-ció— també el troba rovellat perexcés d’assagisme, indiferent ala quotidianitat i a la literaturad’observació, molt inferior a Elquadern gris. Una afirmació queens hauria de dur a la lecturaque s’ha fet de Fuster a Cata-lunya, potser no tan entusiastacom ens han contat els suscep-tibles idòlatres fusterians.

Captivat pel gènere autobio-gràfic, en aquest Dietari de 1973ja s’intueix el que, anys més tard,es concretarà en Els escenaris dela memòria, el seu millor llibre.Cautelós i esquiu amb el seumón íntim, Castellet s’autore-trata més còmode a través de lesconfidències inesperades d’unaRodoreda secreta —molt bon ca-pítol—, en una discussió inaca-bada amb Josep Pla o a través dela conversa amb Octavio Paz,conscient també que la recercaen el passat no et facilita tots elsfils que busques. Perquè tal icom insisteix en el dietari ambamargor —i fatiga poc dissimu-lada—, Castellet sempre s’hamostrat aprensiu a lligar-se a ob-jectes i persones —a trascen-dentalitzar el record—, com elcrític satisfet de cremar i tancaretapes. Potser l’ètica de la infi-delitat que propugnava junt aAranguren i Jesús Aguirre sigaun dels pocs manaments delsquals, Josep M. Castellet, no hapo gut desprendre’s.

pd 5Levante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 9 de mayo de 2008

La selecció de la setmana

AUTOR I EDITOR. Josep Maria Castellet (Barcelona, 1926).EDICIONS 62

Mentre treballava sobre l’obra de Josep Pla el 1973, el crític J. M. Castellet escriguéun dietari —que ara ha decidit rescatar— que conté impressions sobre literatura,retrats d’escriptors i l’ambient efervescent i opressiu dels últims anys del franquisme.

Mètodes i infidelitats

LLIBRES

❙❙❙

Un mesurat Castelletsorprén en una notaincisiva en què avaluael gènere del dietari: elde Gide no li acaba defer el pes, i el deFuster també el trobarovellat per excésd’assagisme, indiferenta la quotidianitat i a laliteratura d’observació

Page 6: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

6 pd ■Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 9 de mayo de 2008

ARTE

Centro Cultural Bancaja

Christian Parra-DuhaldePersonalista hasta la demasía,orgulloso de sus reflejos en to-dos los espejos posibles, depre-dador y plagiador, sin escrúpu-los respecto a sus colegas ar-tistas, investigador incansablede las viejas tradiciones pictóri-cas, trabajador infatigable y au-toconvencido de su imagen, Pa-blo Ruiz Picasso hizo de su se-gundo apellido la denominaciónde origen del genio por antono-masia como antes lo hicieronRafael, Velásquez, Da Vinci yotros, con la diferencia de queel malagueño bebió de todas lasaguas posibles y lo asumió sincomplejo alguno.

Haciendo gala de su condi-ción de mayor coleccionistamundial de grabados del genio,el Centro Cultural Bancaja ofer-ta una selección temática cen-trada en los aspectos coreográ-ficos de su faceta dibujísca: esdecir la danza. Selección extra-ída de la Suite 347, la Suite 156y el libro La Tricorne, la expo-sición da clara cuenta de la re-lación que Picasso estableciócon Serge Diaghiliev referentede los Ballets Rusos que aspi-raban a hacer del baile un artecompleto. La muestra, que in-cluye vestuarios, y con ello ti-pologías folklóricas suscepti-bles de identidades históricas,se revela absolutamente picas-siana en la exaltación del eros,

sus cuerpos exultantes, sus car-nes exuberantes, su exaltacióncarnal que nos recuerda, y esto,planteado así, nos retorna a las

volumetrías de Rubens traduci-das por las reconstrucción dePicasso que nos hacen gozar.Como Pablo gozaría imaginá-

dolas, y quizá disfrutándolas. Alfn y al cabo era un vividor, y porello un genio. Alguien diferen-te. Siempre nos quedará…

Trazos de danza

Picasso

Sala Parpalló

Rosa UlpianoCuando el Platov de Leskov des-pliega el envoltorio verde anteNicolás I, abre el cofrecito, ex-trae la tabaquera de oro, y de allíla nuez de brillantes, donde losartesanos rusos habían envueltola pulga de acero inglesa y la lla-ve casi invisible del minúsculoautómata, observamos una suer-te de simulación que descubreun Universo en el que los pode-rosos desean innovar no con elpropósito de mejorar las cosas,sino con el fin de humillar al opo-nente, obligando a trabajar a losartesanos en algo tan arduocomo estúpido. «Empezaron apasar todos y a mirar: efectiva-mente la pulga estaba herrada entodas las patas con auténticas he-rraduras, y en cada herradura fi-guraba el nombre del artesano quela hizo». No obstante, curiosa-mente esta historia me viene a lamente mientras observo el robotcon forma de can al que mira fi-jamente Manuel Sáez (Castellón,

1961) en la invitación a su expo-sición de Dibujos en la Sala Par-pallo. Perro que descubro denuevo inmortalizado en uno desus grafitos sobre papel en el in-terior del recinto, junto a otra se-rie de objetos sobre carboncilloy que me revelan una vez más elexcelente universo saeziano.

Quizás puede parecer una in-troducción abrupta al referen-ciar a Leskov, pero hay algo enla obra de Sáez evocador, crípti-co y de difícil transcripción asimple vista, no sólo en cuanto alo técnico, donde la excelenciadel trazo roza lo magistral, sinode igual modo a nivel mordaz ensus imágenes referenciales anuevas tecnologías aplicadas ensus diferentes facetas, tanto ar-tísticas, funcionales o de recreo.Quizás sería atrevido imaginarel perro —metáfora de las nue-vas tecnologías— como la pulga,y por qué no los dirigentes rusose ingleses como los expertos enarte contemporáneo, y cómo no,los artesanos podrían ser los ar-tistas inmersos en el enorme

maremágnum de las nuevas tec-nologías.

Pero, sería torpe quedarse solocon esta reflexión un tanto imagi-nativa por mi parte; la obra deSáez nos descubre más allá detodo esto un firmamento de ges-tos, expresiones y armonías ad-yacentes a cada uno de nosotros.Representaciones invisibles parala mayoría de los neófitos en ma-teria, insinuaciones tan sutilesque nos descubren una nueva re-alidad en los objetos cotidianos,su erotismo, su sensualidad, des-carnados de todo lo complemen-tario, lo añadido, lo impropio, unpoco a la manera como Borges re-construye una civilización perdi-da a través de los fragmentos deuna biblioteca. Un inerte helicóp-tero, una rama de aloe, un disolu-to bosque, un conversador casco,un intransitado coche, indescifra-bles teléfonos, un solitario sillón,o un adormecido gato transitanpor su particular biblioteca, com-poniendo su cultísimo y personalideario en los que reconstruyeuna nueva identidad artística pla-gada de ficción, siendo él mismoel sujeto ausente de sus objetos,creando de igual modo malestaren la cultura reflejada, para a tra-vés de sus límites subvertir unavez más el discurso dominante.

Galería Rosa Santos

R. U.La exposición A ras de suelopre-senta un interesante recorridoa través de las diferentes visio-nes sociales, su consecuencia ydevenir en nuestra cotidianidadcon la incorporación de mate-riales tecnológicos a nuestravida. La exposición, comisaria-da por el crítico de arte Nilo Ca-sares, muestra en la galeríaRosa Santos, mediante una se-rie de vídeos, dibujos e instala-ciones visuales, una visión deuna realidad cada vez más des-concertante.

Observamos cómo FrancisNaranjo (Canarias, 1961) diseñainstalaciones y objetos que re-flexionan en el ambiguo territo-rio de conceptos de lo útil y lo ar-tístico. Piezas donde sus com-plejas instalaciones cuestionany redefinen los diferentes esta-dios que ocupa el arte. A lo lar-go de su producción vemos es-cenificaciones dotadas de un cla-ro lenguaje visual y escultóricocon referencias conceptuales,en las que para el artista, el artees ante todo una filosofía de verla vida. Naranjo presenta trespiezas electrónicas: en la prime-ra, The new world time, el artis-ta ha contado con la colabora-ción del poeta Dionisio Cañas; la

segunda, Sublimación, consisteen un díptico que conjuga loselementos electrónicos y la fo-tografía; y la tercera instalación,denominada Asepsia, es la piezaexpuesta más próxima al con-cepto tradicional de objeto ar-tístico.

Los vídeos, instalaciones yperformances de Óscar Mora(Valencia, 1965) constituyen bá-sicamente una suerte de viajehacia aquellos estadios insólitosen la comunicación entre los se-res humanos. Para ello utilizaobjetos, gestos, utensilios o imá-genes cotidianas que pasan in-advertidas al espectador, trans-formándolas dentro de su par-ticular gramática de engranajesnarrativos. En A ras de suelo elartista nos presenta un vídeodonde a través de la imagen deuna mascletá nos introduce porun metafórico paisaje urbanoque está siendo acechado porexplosiones.

Para finalizar, la instalacióndel artista chileno Juan Castillo,a través de una frecuente na-rración antropológica se derivaen un gesto entre pintura y ví-deo que invita al espectador aforjar su propio hilo narrativo através de conversaciones vir-tuales entre diversos persona-jes entre los que surgen frasescomo «otro maldito día».

Objetos sin sujeto

Manuel Sáez

Obras de Naranjo, Mora y Castillo

«A ras de suelo»

FRANCIS NARANJO.

Page 7: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

Joan Verdú

AMIGOS, lectores y familias:comenzaré el papel de hoydiciendo que me parece de

perlas la propuesta (creo) delCVC de reexaminar toda la ma-raña de esculturas públicas queafean nuestro territorio. Un ser-vidor, bien visto, comenzaría porreexaminar a los miembros delCVC y a algunos darles el pasa-porte. A continuación arranca-ría y mandaría hacer fundir to-das las esculturas públicas deRamón de Soto (las privadascon su pan se las coman). Tam-bién estoy de acuerdo con la cre-ación de comités de expertos,aunque si los expertos son

como algunos de los consulta-dos, mira, apaga y vámonos, yavale que hagamos las maletas ypor lo menos nos vayamos a Co-penhague, que allí tienen la Si-renita.

A lo mejor las consultas de-mocráticas no son mala idea.Las opiniones de personas ais-ladas pueden ser pal rifle, peroa veces el tejido social tiene opi-niones plenas de sentido. Losvecinos de esa plaza donde estála escultura de Ripollés sufrie-ron un ataque de nervios colec-tivo cuando se instaló. Mi mujer,sin ir mas lejos, casi estrella elcoche la primera vez que la vi-mos. Tampoco creo que ningu-

na escultura de Ramón de Sotohubiera superado un plebiscito,etc.

Estas noticias, esta polémica,no pueden dejar de recordarmeel caso de mi pueblo (Alzira)donde espantosos engendros ro-dean la ciudad en sus rotondas.El moniato es el mejor. Luego es-tán los tres Reyes Magos (o lostres niños de Écija, no sé). Tam-bién están esos hierros en pun-ta en la rotonda frente al bingo.Ésta no está mal. Creo que esuna invitación a ahorcarse enella para los muertos de hambreque salen de bingo después dehaber perdido toda su nómina. Ala menina yo también le pegaríauna patada en su gordo culo. Enfin, Alzira no es ninguna excep-ción, es la misma norma que se

da en tantos pueblos del país,pero a mí me gustaría que porser mi pueblo fuera el primeroen desembarazarse de tanta cha-tarra. Y me gustaría que a conti-nuación le siguiera Valencia.

Muchas de esas atrocidadesson donadas por los constructo-res que urbanizan la zona (el 1por 1000 creo que se dice). Lospromotores y constructores,salvo honorables excepcionescomo la de D. José Huguet, nose suelen distinguir por su cul-tura ni por su aprecio del arte,más bien suelen seguir el patrónde Huevos de oro. Promotoresy constructores son los respon-sables de la crisis que nos afec-ta y se quieren salir de rositas,quieren que la crisis la pague-mos los demás.

A demasiada gente la han he-cho picar demasiadas veces o lehan dado (como se titulaba unacolumna hace poco) gato por lie-bre. Hay gente incauta sin de-masiado sentido crítico que en-tiende que si una cosa se colocaes que tiene un valor. Otros, encambio, se ríen de todo, de loque no tiene valor y de lo que sílo tiene. Llenar calles, plazas ycarreteras de estos mamarra-chos crea una situación en laque el gusto social se vicia, opeor aún, se corrompe.

Denle a la gente la oportuni-dad de valorar las cosas y no selas ofrezcan a toro pasado. Lospolíticos mejor que se absten-gan: a Camps le gusta De Feli-pe. A lo mejor cuantos más sea-mos más nos reiremos.

VERSUS OMNIA

«Ningú no es veu la “xepa”»

ARTE

7pdLevante EL MERCANTIL VALENCIANO ■ Viernes, 9 de mayo de 2008

Ricardo ForriolsEl resultado de la novena edi-ción del Premio de Pintura delColegio de Gestores Adminis-trativos de Valencia —posible-mente el concurso más intere-sante de nuestro contexto— hadado en el clavo al reconocer aNelo Vinuesa (Catarroja, 1980),uno de los jóvenes artistas va-lencianos más prometedoresque hace tan sólo unos mesesrealizaba su primera exposiciónen la Galería Valle Ortí, El cielorecortado, justo un año despuésde su primera individual en laEdgar Neville de Alfafar.-Parece que todo va rápido. Elpasado año fuiste seleccionadocon un cuadro estupendo y estete has llevado el premio, ¿quésupone para ti pasar a formarparte del Gestores?-Un premio siempre es gratifi-cante, más cuando te permiteemprender y desarrollar nue-vos proyectos… Ya sabes, conla aportación económica y elspeed del reconocimiento. Ade-más, la obra que han premiado,Al Alba, contiene referencias alas exposiciones anteriores einicia una nueva serie en la quetrabajo actualmente, donde lasconnotaciones de carácter sim-bólico y narrativo cobran espe-cial relevancia, se revolucionan,resultan menos abstractas.-Desde que acabaste tus estu-dios en la Facultad en 2003 y tecentraste en el trabajo de estu-dio, ¿qué es lo que ha cambiadoen tu pintura? ¿Con qué te hasencontrado?-Más allá de aspectos formales,lo que ha habido en este tiem-po es un cambio de actitud. Megusta actualizarme en cadaproyecto, en cada pieza; reci-clar el material, desfigurarlo,mutarlo. Lo lineal no es paramí, me aburre y obstaculizaque avance. Por eso mezclo lapintura con otros materialescomo vinilo, formica, polipro-pileno… En el estudio y sobretodo fuera de él, en los polígo-nos industriales y las calles, su-ceden muchas cosas; de algu-nas me sirvo en el acto, otrashibernan por un tiempo y, elresto, caducan lentamente.Todo ese material está ahí, la-

tente, filtrándose a través de lapintura y poco a poco va trans-formándola en algo totalmenteimpredecible, diferente. Todocambia y todo es un encuentroaquí en el estudio.-La última vez que hablamosnos reímos de la manera en quehabía comentado en estas mis-mas páginas tus últimos cua-dros como una pintura «tipo tu-

ning», a caballo entre la rotula-ción publicitaria, el diseño grá-fico y los coches «maquea-dos»…-¡Cierto, «maqueados»! (risas)Es como adornar en exceso, conmucha chulería. Me siguen sor-prendiendo esos autos fugaces,luminosos y desproporcionadosque parecen haber huido de lapista de coches de choque o de

una juguetería. Los colores ymateriales que empleo en miscuadros tienen mucha relacióncon esa estética plástica, indus-trial y mecanizada, con el ma-quillaje y la necesidad social dellamar la atención en un mundodonde lo más fácil es pasar ind-vertido. Algunas inflan sus tetasy otros aumentan su alerón, ¿noes divertido?

-Sí, como tus cuadros, aunqueen realidad partes de otros pa-trones, de las imágenes que teproponen los simuladores mé-dicos y los experimentos cientí-ficos, de la cultura del videojue-go en la que has crecido…-En efecto. De pequeño siemprecurioseaba libros de astrono-mía, geología, paleontología;eran imágenes fantásticas don-de bucear. Ahora la ciencia des-pierta en mí especial interés porsu efecto transformador en lasociedad. Además, Teresa, mipareja, investiga en un labora-torio y me fascinan esos espa-cios asépticos, repletos de pro-betas, contenedores de seguri-dad e instrumental técnico. Nose parecen nada a mi estudio(risas). Los primeros videojue-gos o la animación son otras re-ferencias que atienden a aspec-tos relacionados con la narrati-vidad, la ficción y la experienciaaudiovisual en mi infancia, a lorelativo a todos aquellos ins-tantes recreativos en descam-pados o salas de juego. Creoque el epicentro de mi trabajo,el patrón fundamental, es sinduda alguna el juego. No te es-condo que me divierto muchí-simo en el estudio.-Me lo creo, pero siempre queentrevisto a pintores os estáisyendo de viaje. Tú te marchas enbreve a Princeton, en los Esta-dos Unidos… ¿qué pintas allí?-Pintar, pintar… (risas). Sabesque por lo general somos culode mal asiento, nos encantaaprender y recargar pilas y quémejor forma que viajando. Enmi caso pasaré un mes en Esta-dos Unidos porque a Teresa lehan concedido una beca de in-vestigación en biología en esaprestigiosa universidad. Si viajotanto es por ella. Estoy impa-ciente por cruzar el océano;creo que una vez en Nueva Yorkcompraré una videocámara,aprovechando el premio, y mededicaré a observar. Hay algodesconcertante en ese país, qui-siera descubrirlo, capturarlo ytraerlo de vuelta conmigo.Bueno, antes nos veremos en laexposición de los seleccionadosque se inaugura en la galería LaNave el próximo 17 de mayo.

«Mi trabajo está relacionadocon el maquillaje y la necesidadsocial de llamar la atención»■ Hace pocos meses colgaba la exposición «El cielo recortado» en Valle Ortí y aho-ra ha ganado el Premio de Pintura del Colegio de Gestores tan sólo un año despuésde su primera individual en la sala Edgar Neville: una trayectoria que convierte aNelo Vinuesa en uno de los jóvenes artistas valencianos más prometedores.

Nelo VinuesaENTREVISTA PINTOR

TALLER DE ARTISTA. Nelo Vinuesa (Catarroja, 1980) comenta que el juego está en el epicentro de su obra.

LEVANTE-EMV

Page 8: EL MERCANTIL VALENCIANO 1 pd - levante-emv.com · cunstancias y la vida de aque- ... los poetas del resto de la huma-nidad. Pero es algo en lo que se ... Mario Vargas Llosa, Julio

N.º 632, AÑO XVI / 9-V-2008Coordinadora: Arantxa Bea Arte: Juan Lagardera. Música: José Ricardo Seguí

Josep Ballester

SI avui dia em pregunte per-què estime la literatura, laresposta que em ve al cap

de manera espontània és: perquèm’ajuda a viure. Ja no li demanetant, com a l’adolescència, quem’estalvie les ferides que podriapatir en els meus encontres ambpersones reals; més que no pasexcloure les experiències viscu-des, em fa descobrir mons que sesituen en continuïtat amb elles iem permet entendre-les millor. Ino crec que siga l’únic que la veuaixí. Més densa i eloqüent que lavida quotidiana però radicalmentdiferent, la literatura amplia elnostre univers, ens incita a ima-ginar altres maneres de conce-bre’l i organitzar-lo... Tot això es-criu i pensa un home ja major, laseixantena llarga no fa, però noels aparenta. El cabell ben agraïti de color gris. Porta una camisade disseny. Destaca el seu som-riure burleta i una mirada un pocinquisitiva. De mussol ben espa-vilat, encara que siga una hora in-tempestiva. Li agrada llegir, peròsobretot escriure en aquesteshores. A l’aurora. Es va acostu-mar quan va vindre a París i ja noha deixat de fer-ho. Ara, encaraque ell no vulga reconèixer-ho ésun dels grans factòtums de la crí-tica i de la teoria literàries.

Si ha de fer memòria de la in-fantesa sempre li vénen recordsenvoltat de llibres. Els pares erenbibliotecaris i a casa els prestat-ges i els passadissos eren plens.Anaven apilant-s’hi i llegint-los.

No sabia que acabaria fent ambla seua existència, però la qües-tió que tenia ben clara era quetindria a veure amb la literatura.No es veia produint obres crea-tives, tanmateix sí que pensavaque parlar de llibres podria es-devenir la seua professió. El paísvivia en una dictadura marxista,aleshores com parlar de literatu-ra sense haver de sotmetre’s ales exigències de la ideologiaregnant? En els estudis universi-taris va tenir la idea que si es li-mitava a l’anàlisi gramatical i for-mal de les obres podria esquivarqualsevol mena de censura. Iaixò va fer. D’aquesta manera nocauria en les trampes i en els fil-tres del partit. Així es va fer unespecialista en l’estructura de l’o-bra literària (l’estil, la composi-ció, les formes narratives...). Ésclar, això podia realitzar-ho men-tre cursava els estudis superiors,però després per a poder treba-llar la cosa ja no era tan senzilla.Va aconseguir una beca per aanar un temps a França i va serla salvació. El nostre intel·lec-tual, Tzvetan Todorov, que éscom li diuen, va arribar a una es-tació de París, un dia a les sis delmatí a finals de la dècada dels cin-quanta, amb una maleta i una as-signació ben modesta per a po-der sobreviure. Portava una car-ta de recomanació del degà de lafacultat de lletres de Sofia per alseu homòleg de la Sorbona. I benpoca cosa més. Aviat té notíciad’un ajudant a la universitat queté uns interessos semblants: untal Gérard Genette. La seuaamistat i altres relacions el por-ten a seguir les passes del mes-tre indiscutit Roland Barthes,que fins aquell moment li eradesconegut. Prompte seran ungrup. Ara tot vindria rodat. Latraducció al francés dels anome-

nats formalistes russos. La in-corporació a les revistes Tel Queli Poétique. D’aquesta manera elnostre pensador es converteixen un defensor ben brillant d’ai-xò que s’ha anomenat estructu-ralisme i tot seguint aquestes co-ordenades produeix llibres comLiteratura i significat, Poètica dela prosa o Introducció a la litera-tura fantàstica.

Poc després s’esdevenenaquells moviments estudiantilsque ara celebrem el seu quaran-ta aniversari. Sempre m’ha fasci-nat la cara de sorpresa que elshauria de posar a alguns intel·lec-tuals que havien fugit de les dic-tadures d’això que s’anomena elteló d’acer, pensem en el nostreescriptor o en un Milos Formano en tants altres, quan algunscompanys seus que estaven da-rrere d’aquestes revoltes, tenienmés que simpaties per la ideolo-gia i pels règims que havien pa-tit. La perplexitat és una metàfo-ra per no dir alguna altra parau-la d’allò que podien sentir.

En Todorov el canvi de rumb,no tardà. Una ment amb una cu-

riositat tan ampla i diversa caliaobrir-se a nous horitzons. Delllenguatge i dels signes, de lesqüestions més formals va passara la història, on potser, ja fugia del’atzucac en el qual havia caigutl’estudi intern de la literatura, araels esdeveniments històrics i elscontextos podien ajudar-lo a in-tentar entendre millor el com-portament de l’ésser humà. Queen definitiva és allò que acabembuscant, per entendre’ns a no-saltres mateixos. La metamorfo-si s’havia produït. S’allunya del’estructuralisme i d’un cert apo-liticisme, quasi segur fals, quehavia defensat. Ara en l’actuali-tat, continua tan prolífic comsempre. El catàleg d’obres, méso menys recents, és més que he-terogeni de temàtica: l’espai queocupa l’ésser humà en la pinturadel Renaixement, els efectes dela guerra de l’Iraq, les reflexionsmés que personals i punxants delpaper de la literatura en la socie-tat en la qual ens ha tocat viure aprincipis del segle XXI o una lec-tura ben suggeridora de la con-questa d’Amèrica. Recomane i

peque de subjectiu, però els gus-tos ens determinen com no potser d’una altra manera: Els aven-turers de l’absolut, La literaturaen perill o l’obra Front a la raó delmés fort, aquesta darrera encol·laboració amb Susan Geor-ge, Sami Naïr i Ignacio Ra-monet. Tres propostes per a xu-plar-se els dits.

Tot parlant d’allò que s’en-senya a les escoles, als instituts ia la universitat, a nivell literariapunta ben lúcid: «Llegir poemeso novel·les no condueix a reflexio-nar sobre la condició humana,l’individu i la societat, l’amor i l’o-di, la joia i la desesperança, sinósobre les nocions crítiques tradi-cionals o modernes. A l’escola nos’aprén de què parlen les obres,sinó de què parlen els crítics (...)Tot i així, l’estudi d’aquests mit-jans d’accés no ha de substituir encap cas el del sentit, que és el seufi. És necessària una bastida peraixecar l’edifici, però la primerano hauria de reemplaçar el segon.Un cop construït l’edifici, la bas-tida està destinada a desaparèi-xer. Les innovacions aportades perla visió estructural en dècades an-teriors són benvingudes amb lacondició que conserven aquestafunció d’eines, en lloc de conver-tir-se en la seua pròpia meta». Ací,entre nosaltres també hi ha pas-sat, on alguns ens han venut unavisió excessivament interna, for-mal i, en definitiva, reduccionis-ta del fet literari. La posició ac-tual de Todorov té un doble valorja que en certa manera hi ha unaespècie de retractació personal.I no és poca cosa. On manifestael cul-de-sac d’unes propostesque en un moment determinathavien estat seues. Un home va-lent que defensa per damunt detot el gaudi i el coneixement queens proporciona la literatura.

pd Suplemento Cultural posdata

ESCRITS CORSARIS

La crítica del crític

8 ■Levante EL MERCANTIL VALENCIANOViernes, 9 de mayo de 2008

pdEDICTO

Don Jorge Víctor Iglesias de Baya,secretario judicial del Juzgado de loMercantil número 2 de Valencia, porel presente hago saber:

Que en este juzgado se tramita concursode acreedores n.º 407/07 del deudor SANTA-NETA 2000, S. L., con domicilio en calle WaltDisney, 11, 4.º, 17.ª, Oliva, y CIF n.º B-97056360, habiéndose dictado en fecha vein-titrés de abril de dos mil ocho, por el ilustrísi-mo señor magistrado juez, auto por el que seha procedido a la apertura de la fase de liqui-dación en el presente concurso, habiéndoseacordado la suspensión de las facultades deadministración y disposición sobre su patri-monio de la empresa concursada con los efec-tos previstos en el título III de la Ley Con-cursal, la disolución de la mercantil y el cesede los administradores o liquidadores, que se-rán sustituidos por el administrador concur-sal, así como el vencimiento anticipado de loscréditos concursales aplazados y la conver-sión en dinero de aquellos que consistan enotras prestaciones, dándole a dicha resoluciónla publicidad acordada en la misma conformeal artículo 144 de la Ley Concursal, y dispo-niendo de un plazo de DIEZ DÍAS desde la últi-ma de las publicaciones ordenadas en el BOEy en el diario Levante-El Mercantil Valencia-no, para que cualquier acreedor o persona coninterés legítimo pueda personarse en debidaforma, por escrito, en la sección 6.ª de califi-cación del concurso a los efectos previstos enel artículo 168 de la Ley Concursal.

Y de conformidad con lo ordenado, se ex-pide el presente edicto para conocimientode los acreedores y demás interesados.

En Valencia, a veintitrés de abril de dos milocho.—EL SECRETARIO JUDICIAL.

TEÒRIC DE LA LITERATURA. Tzvetan Todorov (Sofia, 1939).LEVANTE-EMV