Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Director Editorial: Barrie Pitt

    Director Artístico: Sarah Kingham

    Director Gráfico: Robert Hunt

    Asesor Artístico: Denis Piper

    Ilustraciones: Owen Wood

    Prologuista

    y Presentador

    de la Edición Española:

    Vicente Talón

    Las fotografías

    e

    este libm han sido especialmente selecoionadas de los archivos siguientes:

    Agencia Cifra, Archivo Aeronáutica Azaola. Ministerio de Información y Turismo.

    Suddeutscher Verlag, Associated Press. Ullstein GrnbH, Staatsbibliothek, Roger Viollet.

    René Dazy, Imperial War M useum, US National Archives. Fox Photos,

    Rijksinstituutvoor Oorlogsdocurnentatie. B iindesarohiv, United Press infernational y Keystone Press.

    T r a d u cc ió n D i o r k i

    Pr imera ed ic ió n pub l i cada en Estados Un idos po r B a l lan t ine

    C o p y r i g h t O 1973 Ba l lan t ine Book s

    Copy r ight en lengua española

    E D I T O R I A L S A N M A R T I N

    D i f u s i ón : L i b r e r í a S an M a r t í n

    Puerta del Sol, 6

    M A D R I D - 1 4

    Segunda impresión

    Pr in ted

    in

    Spa in Impreso en España

    por Grá f i cas Lo rm o Isabe l Méndez, 15

    I .S.B.N . : 84 -7140-066-9

    Depósi to Lega l M. 34765-19 8 0

    78

    Los profesional

    1 2 Alemanes cont

    118 El asedio de M

    132 Rendición

    16 Bibliografía

    6 Introducción

    8 Duelo en el a

    16 Nace la Luftw

    24

    Solución violen

    1

    38 El Alzamiento

    54.

    Toma de posi

    66

    Aficionados en

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    1 libro que el lecto

    lm constituye un det

    creación de la Legión

    posterior actuación en

    rra Civil Española. Pero

    ofrece un exc

    cado conflicto

    argo y, en p

    Historia espanola.

    No es fácil mostrarse

    enjuiciar la Guerra Ci

    tido habría aue rendir

    cialic

    un

    t

    ga d

    bos bandos. No es mis

    decir quién tiene y quic

    sino narrar los hechos;

    compete hacer el pasa

    vivo

    Pe

    éxito

    tor, ha lograda

    rra de una forn

    En una contiei

    tantos voluntarios extrai

    ro que muchos de 410s

    aunque en su nación de

    ran como pacíficos vec

    ellos

    ;

    escritor

    artin Green

    n por

    M

    dad on

    c

    ema tan c

    ureza con

    ,

    . .

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    o siempr

    Se

    ha afirmaoo

    ~ ~ i ~ t . ~ AWA I I l C I i LC

    U CA

    Guerra Civil Española le dio la oportu-

    nidad a alemanes e italianos, por un lado,

    y

    a la Rusia comunista, por otro, de ensa-

    yos en combate real de sus carros de com-

    bate y sus aviones. El propio autor de

    este libro así lo subraya en el título, que

    eligió para una novela cuya acción trahs-

    curre en esa misma época: Ensayo armado.

    A pxos se les oculta hoy que el con-

    flicto no fue un simple enfrentamiento

    entre la izquierda y la derecha, sino una

    guerra entre dos formas de concebir el

    mundo profundamente arraigadas en el al-

    ma española: utilizando un símil taurino,

    alguien se ha aventurado a hablar de sol

    y sombra. Mas a lucha despertó pasiones

    no menos violentas fuera de España,

    y

    fueron muchos los que participaron en

    ella combatiendo en uno u otro bando,

    procedentes no sólo de Europa, sino de

    todo el mundo. Voluntarios llegados en

    gran número formaron las Brigadas Inter-

    nacionales, constituidas por batallones de

    diversa procedencia: alemanes, franceses,

    polacos, estadounidenses, británicos. Re-

    publicanos

    y nacionales recibieron, ade-

    iiiaa, in ay

    +da

    de

    Jv auvJ

    aviadores

    ,

    --

    nicos rusos, por un lado,

    y

    alemanes e

    italianos, por otro. Al principio, todos

    ellos intervenían con carácter fingidamen-

    seguir

    e

    i a sorpren

    nda en la

    te no oficial, pero no pasó mucho tiempo

    sin que se desvelara que actuaban con las

    bendiciones de sus respectivos gobiernos.

    Quizá el grupo organizado más famoso

    de todos ellos fuese la Legión

    que Hitler y Goering honraron p

    mente a su retorno a Alemania

    :óndor,

    ública-

    cuando

    conocido

    concluyó la lucha.

    La Legión Cóndor fue un anticipo

    al

    mundo entero de lo que esperaba a quien

    se interpusiera en el camino de la Ale-

    mania nazi. Algunos de los términ

    pleados para describir sus tácticas

    el de

    blitz

    o

    blitzkrieg

    han pasada

    so a otros idiomas. Demostró, en S L I L ~ ~ ,

    lo que una fuerza disciplinada y excelente-

    mente instniida era capaz de conseguir, co-

    mo

    los habitantes de muchas ciudades eu-

    ropeas tendrían ocasión de descubrir pocos

    años después. Lo sorprendente es que ni

    franceses ni británicos, al menos hasta

    Dunkerque, extrajeron ninguna lección

    de los hechos.

    OS

    em-

    ,

    como

    i ndu-

    mn

    l n

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    Duelo

    en el aire

    El rítmico y ronco latir de los motores

    m a ez que arrojase una bomba sobre

    de aviación no era aún el sonido familiar

    blanco humano y vivo.

    en que pronto habría de convertirse, y el

    A dos mil cien metros sobre él, diecio-

    viejo, rascando la tierra seca con su aza-

    cho cazas monoplaza, frenados para man-

    dón casero, alzó rápidamente la vista.

    tener su posición respecto de los bom-

    Allá arriba, por un cielo casi sin nubes,

    barderos, más lentos, acechaban en espe-

    tres formaciones en V de grandes trimo-

    ra del inevitable ataque de los cazas ene-

    tores volaban hacia el Este. Los contó con

    migos. Diez kilómetros más al sur fue

    cuidado: doce; tres grupos de cuatro púja

    avistada desde tierra una segunda forma-

    ros negros

    cada uno, con el vientre reple-

    ción de bombarderos trimotores, con rum-

    to de bombas. Quedóselos mirando con

    bo Este-Norte, y los prismáticos de cam-

    odio, quizá el mismo odio que en anrerio-

    paña descubrieron la presencia de su es-

    res guerras sintieran sus antepasados al

    colta de cazas. En un aeródromo situado

    ver galopar por sus campos a los nobles

    a unos ciento treinta kilómetros por de-

    ricamente ataviados. Luego echó a co-

    lante de los bombarderos sonó una sirena

    rrer cuesta abajo por el camino pedrego-

    y dos cohetes se elevaron lentamente, es-

    so en busca del único teléfono del pue-

    tallando en bellos rosetones de humo ro-

    blo, a tres kilómetros de distancia. Apre-

    sa. A esa señal, el aeródromo, hasta en-

    taba el calor y él ya era viejo, pero pen-

    tonces aparentemente desierto, entró en

    só en sus nietos, en algún punto de los

    febril actividad. En un instante los edi-

    montes al este y en las bombas que ex-

    fici o~ el contorno se vaciaron de hom-

    plotarían junto a ellos, y forzG su carrera.

    bres: mecánicos que calentaban los mo-

    Desde el avión de cabeza, el joven bom-

    tores y pilotos de servicio que recogían

    bardero contemplaba la tierra que se ex-

    sus gafas, cascos guantes. La patndla

    tendía bajo él, borrosa en la neblina del de vigilancia, cuyos pilotos no se alejaban

    calor. Era una tierra parda y con escasos

    nunca de sus aviones, despegó, y tras so-

    árboles, muy distinta de los verdes bos-

    brevolar en círculo la pista, s dirigió al

    ques de su Alemania natal; pero por la

    frente.A continuación despegó la patrulla

    disposición de los campos cercados se

    del jefe de esaiadrilla, seguida de la se-

    veía que era zona de cultivo, y se pre-

    gunda y tercera de cuatro,

    y

    en poco

    guntó qué pensaría de ellos la gente de

    tiempo los dieciséis pequeños cazas de

    abajo. ¿Agradecía, realmente, tal como se

    morro chato tomaban altura en formación

    le había dicho, ser defendido contra el co-

    cerrada. Simultáneamente, una segunda

    munismo o era indikrente a la guerra?

    escuadrilla de cazas despegaba de una ba-

    Su reloj le indicaba que faltaban veinte

    se siniada a pocos kilómetros. Pronto un

    minutos para avistar el objetivo; compto-

    total de casi cien aviones se enzarzaría en

    bó el visor de bombardeo y una vez más duelo masivo.

    repasó mentalmente la rutina tantas veces

    Corría el vtoño de 1936 y la tierra de

    ensayada. Estaba emocionado. Sería la pri-

    allá abajo era España. cuyo pueblo se en-

    frentaba violentamente

    de los cor.flictos human

    Pero a bordo de esto

    al combate sólo iban u

    les: la tripulación de

    de bombarderos, Junk

    cazas de escolta, Hein

    su mayoría alemana; l

    de Ju-52 iba tripulada

    su escolta de cazas, Fia

    ban italianos.

    las

    dos

    zas dirigidos a intercep

    bombardeo eran Palika

    dos por rusos, a exci:p

    llas mixtas de pilotos n

    gleses y españoles.

    Comenzaba la guerr

    una tregua de dieciséis

    intervalo, y a pesar de l

    sos alcanzados por la a

    táctica y la estrategia

    aire seguían siendo id

    arrolladas en la Primer

    Se

    consideraba a los b

    una especie de artiller

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    enjambre de mosquitos, se distinguían

    los Fiat.

    Las tropas de tierra vieron desde su

    posición privilegiada cómo los Chatos

    se dividían en dos grupos, uno para cada

    patrulla de Ju-52. os cazas Heinkel se

    lanzaron tras ellos, al tiempo que los Fiat

    entraban en acción desde todas ,las direc-

    ciones.

    El combate aéreo exige una inusitada

    rapidez de reacción, que fuera de él sólo

    s

    da en escasas emergencias: a menudo

    hay que evitar la colisión por una dife-

    rencia de pocos metros, que supone una

    fracción de segundo a las velocidades com-

    binadas. Reauiere también una habilidad

    realmente excepcional para maniobrar sin

    perder el control del aparato. Un piloto

    de caza experto es capaz de volar en círcu-

    los en torno a otro igualmente hábil, pero

    con menos exwriencia. Para entrenarse

    con cazas

    se

    e&oge a hombres dotados de

    reflejos superiores al promedio, que sólo

    se mantendrán en el servicio si dan mues-

    tras de poder llegar a

    ser

    pilotos de

    ex-

    traordinaria habilidad. El constante e im-

    placable entrenamiento agudiza sus reac-

    ciones, horas y horas de práctica en pica-

    do y tiro contra lonas blancas en tierra o

    mangas remolcadas los adiestran en el

    difícil ar te de Ja artillería aérea, duelos

    simulados frente a pilotos expertos les

    permiten cometer eriores que -serían fa-

    tales en la acción,

    y

    el vuelo con la mis-

    ma patrulla

    y

    sobre todo, con un jefe, les

    enseña a mantenerse en formación cerra-

    da. Pero nada de eso

    s

    ~u ed e ommrar

    con el acicate que supone el peligro de

    una lucha real a vida o muerte. en la aue

    una decisión equivocada, una reacción

    lenta, un giro torpe con pérdida de alti-

    tud significan el final instantáneo.

    El

    bombardeo del primer Ju-52 vio las

    llamas chispeantes de las cuatro ametralla-

    doras del caza ruso que se aproximaba,

    pero esperó, tal

    y

    como s le había ense-

    ñado, a que el atacante estuviera dentro

    del radio de tiro para dispararle entonces

    una larga salva que le pareció alcanzaba

    de lleno

    el

    motor, pero que, en realidad,

    pasó por debajo de él. Segundos después,

    una descarga del enemigo

    se

    estrellaba

    contra la cabina del Ju-52, matando al

    piloto. Lentamente se desprendió el ala

    izquierda

    y

    el avión comenzó a girar en

    picado. Sólo el bombardero pudo esca-

    par. Asustado, olvidó las instrucciones

    y

    tiró inmediatamente del extractor del pa-

    racaídas, que por puro milhgro no se en-

    redó

    en

    el aparato tocado. Cayó ensorde-

    cido por el estruendo de las ametrallado-

    ras. Le habían dicho que los republica-

    nos dkpa ~a ba n ontra los paracaidistas,

    lo mismo que a republicanos

    se

    les había

    asegurado que lo hacían los nacionales,

    y, sin duda, ello ocurría de

    v z en

    cuando.

    Pero Walter Heinz aterrizó ileso dentro

    de sus líneas

    y

    sobreviviría no sólo a la

    Guerra Civil Española, sino a

    la

    Segunda

    Guerra Mundial también. Cuando le de-

    rribaron en España hacía solamente tres

    semanas que había embarcado en Ham-

    burgo con bastantes jóvenes más de pai-

    sano, aparentemente para iniciar un cru-

    cero de verano de Fuerza por la Ale-

    gría . Pocos días después había desem-

    barcado en Sevilla, donde le recibieron co-

    mo a un héroe.

    El piloto ruso que le derribó también

    había llegado en barco, aunque en este

    caso a Barcelona, procedente de Lenin-

    grado, siendo igualmente recibido como

    salvador. Era su tercer duelo en el aire y

    en menos de una hora de combate había

    aprendido más que en todas sus horas y

    horas de entrenamiento en Rusia. Seis me-

    ses después, con ocho derribos acredita-

    dos, regresaría a su patria para transmitir

    sus conocimientos a pilotos de caza más

    jóvenes que unos años más tarde habrían

    de enfrentarse a aviadores alemanes i d -

    mente instruidos por veteranos de l

    Guerra Civil Española.

    os de los bombarderos Ju-52 tripu-

    lados por españoles fueron derribados,

    En

      936

    eran pocos los que en Alemania

    conocían w progresos que estaba consi

    guiendo la Luftwaffe en España.

    así como tres Heinkel

    otros tres Polikarpov,

    mantuvieron su ruta ha

    bombas sobre las mas

    publicanos que, habiend

    so de las órdenes de a

    ron desesperadamente

    tras los Heinkel que seg

    deros los ametrallaban

    De vuelta a la bas

    vieron atacados por sól

    aunque se les había or

    s para regresar en vu

    sultó derribado otro de

    dante alemán decidió

    talles en su informe:

    todos los aspectos infe

    y cuanto antes se pro

    anunciada de los nuevo

    mitt, sería mejor.

    El

    había asegurado no ta

    De los cazas republ

    despegado del segundo

    derribados dos, ambos

    pañoles uno de ellos

    horas de vuelo. El jefe

    había perdido también

    teamericano, de quien

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    Douglas DC-2. Pals de fa

    T i ~ o :rans~orte-bombard

    t in idades que intervin iero

    i,epublicanos

    y 2

    nacion

    portabombas ~mprovisad

    340 Km / h .

    C . A.

    S.

    A. Ereguet XIX. Pais de fabricación: Es paiía. Tipo: bombardero-avión de

    re-

    conoclimiento.

    Número d e unidades que intervin ieron:

    64

    aviones nacionales y

    47

    republicanos.

    Armamento: t res o cuatro ametralladoras Vt ke rs de 7 7 mm. Carga de bombas: 440 Kg.

    Velocidad: 230 Km/h .

    Hispano-Nieupúrt

    5 2 4 1

    (Nieuport-Delage NiD 52 C l) . Pais de fabricación: España.

    Tipo: caza. Número de unidades q ue intervin ieron:

    20

    aviones republicanos

    y

    13 nacionale s. Armamento: dos arn&ralladoras Vick ers de 7 7 mm. Velocidad: 270 Km / h .

    De Havilland Dragon Rapide D.H.89A

    y

    D.H.89M. Pais de fabricación: Gran

    Bretafía. Tipo: transporte general-bombar-

    dero de reconocimiento. Número de

    unidades que intervin ieron: 3 D.H.89M,

    C. C. F. G. 23 (Grumman F F - 1 . Pais de

    1

    D.H.89A, 3 aviones nacionales y

    fabricación: Canadá. Tipo: caza. Número

    1 republicano, que fue capturado poste-

    de unidades que intervin ieron:

    40.

    r iormente. Armamento (versión mil i tar):

    Armamento: t res ametralladoras Browning

    Tres ametralledoras Vickers de 7 7 mm.

    d e

    7 7

    mm. Carga de bombas:

    45

    Kg. Carga de bombas:

    120

    Kg. Velocidad

    Velocidad: 335 Km / h . 250 K m / h .

    Lockheed Electra. Pals d

    EE. UU. Tipo: t ransporte

    unidades que intervin iero

    Armamento: ninguno. Ve

    C. A.

    S . A.

    Dornier "Wal"

    fabricación: España. Tip

    Número de unidades qu

    nacionales

    y

    9 republican

    (versión mil i tar): una am

    una ametralladora Maus

    225 Km / h .

    Vultee V-1A. Pais de fa

    TIPO: avión de reconocim

    bombardero. Número de

    intervinieron: 7 aviones

    nacional. Armamento: di

    bombas

    y

    emplazamient

    ametralladoras improvisa

    365 Km / h .

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      a

    Primera Guerra Mundial presenció

    la evolución del aeroplano, que pasó de

    ser poco más que un juguete a un arma

    imprescindible en todo ejército. Quizá

    pensemos que habría sido lógico prose-

    guir el desarrollo de la aviación militar

    en todas partes, pero el período que si-

    gue a una guerra larga costosa siempre

    es propicio para hacer economías, y no

    s

    disponía de fondos

    p r

    construir me-

    jores aviones militares.

    Por otra parte, las posibilidades comer-

    ciales del transporte de carga y pasajeros

    aseguraban la mejora constante de la avia-

    ción civil. Su uso en Alemania había co-

    menzado ya antes de acabar la guerra, pe

    ro por d Tratado de Versalles se prohi-

    bió a los alemanes tener fuerzas aéreas

    y construir aviones de cualqiiier tipo. La

    factoría Junkers se trasladó a Danzig,

    y

    al

    igual que otros fabricantes bélicos:

    Heinkel, Dornier, Focke-Wulf, no pudo

    reemprender la producción hasta 1922,

    año en que los aliados permitieron a Ale-

    mania construir aviones civiles. Surgieron

    entonces nuevos diseñadores jóvenes, co-

    mo Willy Messerschmitt, creador de M-17,

    monoplano biplaza que daría origen al

    más famoso caza alemán de la Segunda

    Guerra Mundial, el Me-109.

    En 1926, el gobierno alemán concedió

    a la línea aérea civil Deutsche Lufthansa

    el monomlio estatal a cambio del trein-

    ta y siete y medio por ciento de las ac

    ciones de la compañía. De ese modo, la

    Wehrmacht pudo mantener a escondidas

    un esqueleto de Fuerza

    Aérea

    alemana.

    Amparándose en asociaciones de Viejos

    Camaradas, los ex pilotos mantenían con-

    tactos entre sí abiertamente. Con mayor

    disimulo, algunos

    se

    reunían con un pe

    queño grupo de oficiales muy entendidos

    de la Wehrmacht para estudiar las fuer-

    zas aéreas de otros países y considerar,

    con germana exhaustividad, los problemas

    nuevos que la mayor velocidad, autono-

    mía

    y

    potencia de fuego planrearían

    a

    la

    guerra aérea. Tanto las reuniones públicas

    y preanunciadas como las clandestinas te-

    nían lugar en la

    Pluguerbundhu~s

    e Ber-

    lín, y allí mismo

    s

    entablaban contactos

    se reclutaba a miembros de los clubs de

    planeadores

    y

    de vuelo aficionado.

    Se

    edi-

    taban dos revistas, k

    L~cfttuuch

    Wwt -

    rche Wehr

    que ademá

    originales sobre todos

    aviación publicaban tr

    tícidos sobre los último

    dentes de las princip

    cializadas de todo el m

    en dos ocasiones las t

    nas contenían tal cant

    formación. aue fueron

    7

    al inglés y publicadas

    norteamericanas.

    La persona a quien

    cipal responsabilidad d

    Fuerza Aérea aleman

    años que siguieron al a

    fe del Estado Mayor,

    Seeckt. Durante la p

    inició negociaciones

    comisario de Guerra

    lista como él. cuyo

    Trotsky. Rusos y ale

    chas cosas que interca

    soviéticos habían perd

    de sus militares y técn

    dos necesitaban procu

    trucción, mientras que

    taba una base para pru

    entrenamiento de pilot

    de 1922 fueron envia

    360

    técnicos alemanes,

    ximadamente 200 eran

    los aspectos de la gue

    se harían después famo

    como Snident, Kess

    Snimpff, que en años

    pentirían, sin duda a

    formado tan a concien

    la aviaciiin soviética.

    Mientras en Rusia

    todo este entrenamien

    la década de los años

    wehr, como s denom

    ejército posbélico de

    naba en burlar las limi

    do de Versalles. Solapa

    ral Von Seeckt fue ocu

    clave de la Lufthansa

    gidos,

    deshaciéndose

    fe ciiantos desaprobaba

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    11/83

    El profesor Ernst Heinkel

    Claudius Do rnier.

    Hugo

    Junkers. Willy

    Messerschmitt

    Hermann Goering minis

    Ministerio.

    luego utilizada dur ante

    Mundial.

    Un curioso avión de

    kers era el Ju-K47, bipl

    za, definido como ca

    fabricado en Suecia pa

    reas. Era, de hecho, el

    ro en picado,$recursor

    Str/rzkampfflagzeag

    el

    También Ernst Heink

    chamente con la Reich

    numerosos aparatos ci

    vos susceptibles d e se

    militar. finales de lo

    una serie de aviones pe

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    12/83

    ron con el nombre de

    tener la ficción de que

    avión comercial, lo pus

    durante unos meses-co

    correo y de cuatro p

    prácticamente no había

    paje y a los pasajeros h

    narlos cuidadosamente

    en asientos no más ho

    un coche de carreras.

    Claudius Dornier f

    aviones civiles, que d

    cambios, pasarían

    a

    se

    rra: el primero, el mo

    Dornier Wal, se conve

    dero hidroavión; al m

    alta Do-F equipado,

    con motores ingleses co

    mania bajo licencia y

    mente descrito como tr

    para los ferrocarriles al

    talaron subrepticiament

    de cañones y portabom

    famoso de sus modelo

    llamado El Lápiz Vola

    t e z . ~ r i ~ i n a l m é n t ee

    Deutsche Liifthansa co

    de correo

    caDaz de lleva

    sajeros, pero al igual q

    He-70, los pasajeros, a

    nían que ser muy ágiles

    vio obligada a rechazar

    Ministerio del Aire, qu e

    un bombardero medio

    estudiar el Do-17 y en

    ción de prototipos. El

    tante demostraría sus

    paña.

    La subida de los na

    en seco el entrenamien

    aviadores alemanes en

    amigo de HitIer, Benit

    a llenar el hueco, perm

    lotos alemanes que r

    ción avanzada con su R

    Arriba: l temido JU-87

    dero en picado. Abajo:

    ro Heinkei He-70.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    13/83

    rada qiit pasó en calid

    negocios tratando de fa

    de doble en el cine com

    de exhibición. Sin emb

    siis contin~ias negativas

    ofreciéndole puestos en

    terio.

    El 27 de septiembre d

    sitó el campo de priieb

    Wright en Ruffalo para

    mo aviún. el famoso

    C;oering le habia enca rg

    comprarlo si en sii cip

    íitil

    la

    naciente Liiftw

    soltó ser el meior ciii

    a .

    hasra entonces, mientr

    picado agudo sin el men

    los hangares de tierra l

    mente a un barco. Esta

    con iin avión así sería

    desde una nube sobre un

    Erchard Milch director gerente de Luf-

    thansa.

    Adolf Galland durante la Segunda Guerra

    Mundial.

    so de quienes odiaban a los nazis: la po-

    pularidad de Hitler nunca habia sido ma-

    yor. El cargo civil de director general de

    Aviación recibió rango ministerial

    y

    Her-

    man Goe ring fue nombrado

    Reichs Laft

    fuhrt Minister (ministro de Tráfico Aé-

    109B, de cinco cañones y 470 Km /h., qu e

    combatió en los dieciocho últimos meses

    de la Guerra Civil Española y fue el ca-

    za alemán standard de Ia Segunda

    Guerra Mundial, el caza fabricado en

    mayor número de todos los tiempos.

    jarle una gran bomba e

    clave y dar media vue

    nadie de a bordo tuvie

    cer iin solo disparo. Pe

    eso mismo s les habría

    autoridades norteamerica

    concederían permiso d e

    nos aún con destino a

    Claro está que nada se

    reo), con amplio presupuesto y poderes

    casi ilimitados. Fue un gesto g rato al pue-

    blo, porque Goering era muy conocido

    como as de la Primera Guerra Mundial,

    ~o seed o r e l Pour

    le

    Merite. la más alta

    Goering mantuvo contactos con mu-

    chos de sus camaradas de la guerra, al-

    gunos pasaban ahora a primer plano:

    Erhard Milch fue nombrado secretario de

    Estado para la Aviación; el general Wal-

    ther Wever, jefe del Estado Mayor del

    Aire, el general Stum pff, jefe de Per-

    sonal. Pero el piloto que Goering más

    anhelaba Dara su nueva Luftwaffe no aue-

    tarlo.

    Les compro ése , les

    gados de Curtiss-Wrig

    coiidecoración alemana al valor. y íiltimo

    comandante de la famosa Jagde.rchwader

    número 1 de Richthofen.

    Uno de sus primeros actos fue la fu-

    sión de todos los clubs de vuelo y pla-

    neo independientes en un solo aeroclub

    pie en tierra.

    ¿Nada más que un

    Udet se echó a reír, pe

    voz del encargado se ad

    iliisión era sincera.

    ¿A quince mil dólar

    que uno , insistió.

    Pero, señor Udet, si

    sado treinta mil dólare

    ría saber nada del asunto. Se trataba del

    célebre y popularísimo Ernst tider, que,

    ingresado en la Fuerza Aérea Alemana

    en 1915, cuando apenas contaba dieci-

    nueve años, había mandado dos escuadri-

    llas

    y

    derribado personalmente sesenta y

    oficial q6e facilitase entrenameinto mili-

    tar a todos los pilotos. Organizó tambitn

    un de~ art am ent o écnico secreto.

    C-Amt

    al que se confiaba la selección de aviones

    con destino a la nueva Liiftwaffe. Un

    dos aviones aliados, más que ningún otro

    piloto vivo, cifra únicamente superada

    por el legendario barón Manfred von

    Richthofen. Udet era totalmente apolíti-

    co; Goering le parecía un farsante y no

    quería nada con él. La único que le inte-

    resaba a Udet en la vida era pilotar avio-

    equipo de hombres encabezado por el

    profesor Willy Messerschmitt construyó

    un nuevo caza con el motor más potente

    de que Alemania disponía entonces, el

    Junker Jumo-2 10A -61 0 CV. El Bf-109

    ~riginal, rmado con dos ametralladoras,

    fue evolucionando hasta llegar al Me-

    Goering había tomado

    Para mavor asombro

    puso obstáculo a lguno

    aviones a Alemania, y tr

    realizó una demostraci

    comisión del Ministerio

    tro veces consecutivas

    es, y a excepción de una bfeve tempo-

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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      olución

    violenl

    a

    Pocos o ninguno de los aviadores ex-

    tranjeros en España tenían idea clara de

    los motivos de la lucha ni exactamente

    quién luchaba contra quién. En esta igno-

    rancia no eran desde luego los únicos

    pues la situación española en

    1936

    era

    extraordinariamente complicada y en

    aquellos momentos sólo podían ver las

    cosas claras quienes sustentaban ya des-

    de antes una filosofía política concreta.

    A los pilotos de la Alemania nazi y la

    Italia fascista se les había dicho que iban

    a luchar contra el bolchevismo a impe-

    dir la dominación rusa de España; pero

    sería ingenuo suponer que excepto en

    casos muy contados fuera ésa su motiva-

    ción real al alistarse como voluntarios o

    más exactamente a no negarse cuando se

    les sugería la idea. Jóvenes activos y pi-

    lotos adiestrados para el combate sabían

    como sabía casi todo el mundo que una

    segunda Guerra Mundial era inevitable.

    Eran ambiciosos y aventurer os les

    atraía la perspectiva de entrar en acción

    en la soleada España así como del ascen-

    so la buena paga y la admiración y gra-

    titud

    generales. Otro tanto podría decirse

    de los aviadores de la Rusia comunista

    en quienes rodos estos factores influían

    en la misma medida que el deseo de

    combatir contra el enemigo.

    La Historia es un consenso convenido.

    Los historiadores qu e pocas veces parti-

    cipan personalmente en los niveles de

    mando inferiores y que casi siempre

    describen lo ocurrido cuando ya se ha

    dispersado la humareda la escena apa-

    rece engañosamente despejada tienden a

    hacernos creer que los hombres que han

    llevado a cabo la lucha lo hacían como

    resultado de una elección ciiidadosamen-

    te pensada. Ello sin duda es cierto en

    unos pocos pero la mayoría de los pre.

    sentes en el campo de batalla se encuen-

    tran a sí mismos empeñados en matar a

    otro hombre por efecto de una serie de

    accidentes coincidencias y decisiones im-

    pulsivas.

    Evidentemente la geografía hizo que

    muchos tomaran partido por uno de los

    bandos como consecuencia del lugar

    en

    que se encontraban al estallar la guerra;

    pero no ocurrió lo mismo con otros que

    hijos de sus ideales s ufrie ron las

    conse-

    Algunas de los sold

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Tropas regular1

    ruecos.

    cuencia s -gratas o ingratas- de pro-

    fesarlos. En cuanto al elemento militar

    puede decirse que una gran parte de la

    oficialidad estaba a favor de la subleva-

    ción un gru po reducido se encontraba

    en contra y otro numeroso adoptaba una

    actitud pasiva o indecisa.

    En cu anto a los extranjeros que lucha-

    ron a favor de la República los hubo

    de todos los países y de todas las ideolo-

    gías que iban desde un izquierdismo

    acusado a un franco extremismo. La gran

    masa formaría dentro de las Brigadas In-

    ternacionales bajo la batuta d e la Ko-

    mitern qu e supo reunir a comunisras de

    todo el mund o -e n t r e ellos los exiliados

    de países fascistas- junto con otros no

    comunistas sin contar a los aventureros de

    difícil clasificación gentes sin trabajo.

    En el bando nacional los extranjeros

    que intervinieron en la guerra pertene-

    cían al voluntariado europeo. a los ejEr-

    6:

    cito regulares de Alema nia e Italia v a

    -

    la recluta entre los marroquíes. qiie acu-

    dieron en grandes oleadas obedeciendo

    así a su innato espíritu guerrero.

    En todo caso puede decirse que a los

    que pudieron alistarse en el bando qiie

    era de su agrado no carecieron de razo-

    nes para hacerlo. Europa y el mundo en

    1936 preludiaba un futuro volcán. No

    faltaron repetimos quien lo hizo por mo-

    tivos a veces caprichosos: y tste fue mi

    caso.

    Poco después de estallar la contienda

    me alisté para vbiar como piloto de ca-

    zas en el bando republicano. Me habín

    empujado a hacerlo el saber que Bruno

    Miissolini hijo del dictador que había

    descrito el bello espectáculo que propor-

    cionaba la explosión de las bomhas entre

    los nativos de Abisinia volaba para los

    nacionales. Me pareció buena idea pilotar

    para el bando contrario y aunq ue no sa-

    bía casi nada de h s cuestiones en juego.

    mi elección se confirmó cuando me en-

    teré de que también H

    nacionales. Rechazado

    vuelo

    a

    baja altura y

    encontrándome sin tra

    céntimo y lo que es m

    veinte años de edad y

    encantó que el Partid

    nico aceptara mis ser

    ron veinte libras la

    considerable y mil lib

    te más próximo si suc

    los pilotos de la Legió

    pectiva del sol el vino

    miradoras constituía pa

    atracción. Mi historia

    este libro pero si cue

    ñalar que cuando llegu

    a otros voluntarios

    cuenta que pocos esta

    que yo de la historia

    las cuestiones por las

    pañoles de que la m

    tado poco más o men

    motivos que yo.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    bía intentado gobierno tras gobierno has-

    ta

    acudir finalmente al pueblo en 1933

    ser desbancada por una victoria aplas-

    tante de la derecha. Una coalición de de-

    recha y centro probó entonces suerte con

    diversos gabinetes, sin conseguir más éxi-

    to que su ~redecesora.

    AI estar'en el poder, tanto la izquierda

    como la derecha habían atado corto a sus

    propios extremista: los socialistas habían

    atacado duramente a anarquistas y comu-

    nistas, deportando bastantes de ellos sin

    proceso a la Guinea Española, y la coaii-

    ción centro-derecha había sido igualmente

    enérgica con los que qiierían restaurar la

    monarquía de Alfonso XIII o establecer

    una dictadura como la anterior de Primo

    de Rivera.

    Pero en un mundo en que la línea di-

    visoria entre izquierdas y derechas se mar-

    caba con sangre, no había lugar seguro

    para los moderados de ambas partes. En

    octubre de 1935 el Partido Comunista de

    España, siguiendo las órdenes de Statln.

    se unió a los partidos de izquierda para

    constituir la agrupación conocida con el

    nombre de Frente Popular . Ello signi-

    ficaba que en las siguientes elecciones ge-

    nerales, en febrero de 1936, comunistas,

    varias facciones de socialistas, republica-

    nos y los partidos separatistas de Catalu-

    ña, Galicia y Vascongadas lucharían bajo

    una misma bandera contra una coalición

    de derechas, que en esta ocasión incluía

    a los monárquicos.

    Las elecciones dieron una victoria apu-

    rada a las izquierdas, que se apuntaban

    4.700.000 votos de un total d e 9.200.000.

    Como sucede tan a menudo en una demo-

    cracia, los escaños parlamentarios no re-

    flejaban exactamente el resiiltado de la

    votación, ya que el Frente Popular consi-

    guió 267 asientos en las Cortes y la coa-

    lición de derechas solamente 132. Como

    cada candidato representaba al Frente Po-

    pular e n lugar de aparecer bajo la etique-

    ta de su propio partido

    terminar qué parte del

    a cada uno de los part id

    Por un acuerdo

    previo

    comunistas se adjudica

    ños, cifra que, desde lue

    canzado en solitario,

    de 1936 su género de

    exiguo y en las anterio

    nerales no habían conse

    asiento. Falange Españo

    partido minoritario, c

    tado en las disueltas

    comparativamente con

    n Madrid, donde se le

    tes, se apuntaron solam

    180.000 votos de la de

    y falangistas no adqui

    hasta aue. durante la D

    caos de los Gobiernos

    elecciones últimas, los

    espalda a los antigu os p

    nos moderados.

    La ruptura de la ley

    mienzo casi antes d e ac

    votos,

    en

    febrero de

    cinco meses siguizntes,

    enfrentarían sin tregu

    Cortes, Gobierno y opo

    ban mutua mente con fo

    día eran más los españ

    la violencia la única so

    esta atmósfera al rojo,

    nistai vieron c m e r su

    se organizaba en célula

    la Guerra Civil asumió

    tamente crítica frente a

    derechistas, y más enér

    izquierdistas, estando

    los alborotos, discusion

    tos. N o menos vieoro s

    de los comunistas. Conv

    lo aumentando el deso

    en que quedase bien

    cia del gobierno, se co

    las cosas, unos y otro

    Contingente estadouni

    das internacionales.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    17/83

    Primo de Rivera.

    de

    1917

    Había march

    creto consiguiendo p

    para su plan por parte

    el intento más serio er

    grupo de oficiales del

    cientes todos a una or

    la Unión Militar Espa

    era el de restaurar en

    la disciplina mediante

    litar. Entre siis miem

    probablemente más de

    ce por ciento de los

    pero sí muchos más

    ciales retirados.

    El

    ho

    tante de la UME era

    autor de iin anterior

    ción frustrado q ue am

    plir parte de la conden

    puesta vivía entonces

    Los vestigios del pasa

    retirados para la aper

    lamento republicano el

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    18/83

    Gil Robles.

    de la industria y comercio españoles. Los

    nazis, desesperadamente faltos de ami-

    gos y sin ambiciones en España, advirtie-

    ron, aun antes de subir al poder , lo con-

    veniente que ser ía contar con un gobierno

    amigo en Madrid. El Par t ido Naz i es taba

    bien organizado entre los trece o catorce

    mil alemanes residentes en España, y iina

    vez en el poder, estableció aquí unas cin-

    cuenta delegaciones del Fren te Alemán

    del Trabajo , generosamente dotadas de

    fondos.

    Con extensa propaganda se difundía la

    idea de un parentesco hispano-alemán:

    en la gaceta oficial de la colonia alema-

    na apareció un artículo publicado des-

    pués en l a prensa española, que e ntre otras

    cosas afirma ba: España es un país con

    el que los alemanes nos sentimos par t icu-

    larmente unidos. El carácter germano y

    su fuerza creadora han dado su fisono-

    mía distintiva a diversas regiones de la

    Península Ibérica. Desde los tiempos de

    la migración goda y la instauración sobre

    suelo español del imperio occidental de

    los vándalos, España ha c onoci do a mu-

    chos alemanes. Palacios e iglesias españo-

    32

    Antonio Goicoechea.

    les son tesrimonio de la creación artística

    alemana

    ...

    alemanes fueron los científi-

    cos que acompañaron a los exploradores

    españoles, alemanes también los mineros

    que pusieron en explotación las riquezas

    del suelo hispano.

    El

    pueblo español

    se veía agraciado con grandes cantidades

    de esta pseudohistoria sin hum or sin

    tacto, principalmente po r el sencillo rt-

    curso de sobornar a los periódicos espa-

    ñoles para que la publicasen. Pero estos

    intentos d e aproximación n o pasaron inad-

    vertidos a los militares insatisfechos; si

    Alemania ofrecía pruebas concretas de su

    buena voluntad, era seguro qu e no caerían

    en saco roto.

    Las dimensiones reales de la ayuda ale-

    man a a los nacionales se ocultaron por

    entonces con gran sigilo, pero gracias a

    los cientos de toneladas de documentos

    secretos del Ministerio de Asuntos Exte-

    riores alemán que tropas norteamericanas

    descubrieron en 1945, ha sido posible re-

    llenar bastantes lagunas. Aparte una

    dos visitas semiprivadas a Alemania, co-

    mo la del general Sanjur jo , el Gobierno

    alemán no par t icipó en el propio inonra-

    je del Alzamie nto, la

    qu e desarrollaba la efi

    España era la de espia

    incluido el emb aja dor

    Sin embargo. los naz

    Espana tenían concien

    miento de la autoridad

    elecciones de febre ro

    pe de Estado por parr

    En julio de 1936 h

    continental ocho divis

    mandada cada una po

    bía, además, iina divi

    tres brigadas de mo

    ban mal entre nada s, m

    pagadas, en comparaci

    Visiones del ~ i é ic i t o

    das por rropas ligera

    bien entrenadas, dispu

    acción en cualqiiier ino

    nerales

    de

    Divisicíri con

    sublevarían: Franco, e

    banellas, que mandaba

    Zaragoza. El resto fue

    incliiido el general G

    mandante suprem o del

    Una de las primeras

    por el Gobierno repub

    gido fue la de inten

    rodo militar sospecho

    ret irándole antes de t ie

    le fuera de la Península

    el más destacado era e

    Franco, a quien se env

    narias. Hasta entonces

    b ía decid ido a un i r s e

    en el Alzamiento, pero

    en e l m om en to en qu

    cía peligrar ante los p

    de la izquierda le em

    ci?cisión favorable.

    A primeros de junio

    das las líneas de acción

    zonas: el propio Mola

    varra y tomaría la ciu

    general Villegas se ha

    drid; el general Cabane

    el general Varela, de

    Carrasco, de Barcelona

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      l

    almirante Canar is

    que[ 1 V;illadolid. y el general Goded,

    en avitin de I;is C;inariils

    i

    M;irriiecos par:i

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    Tupolev

    58 2 .

    Pars de fa

    aue intervinieron: mas d

    Caig i

    de bom bas:

    1 000

    Polikarpov 1-16. Pais de

    que intervinieron: 475

    proyect i les cohete R S

    8

    no ut i li zados durante la

    Potez 54. Pais de labr ic

    que i f l tervinieron: aproxim

    Carga de bombas: 1 000

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    i

    i

    l

    i

    l

    Dew oit in e D-27C. Pais de fabr icación: Franci 'a. T ipo: caza. Número d e unidades

    que intervinieron: aproximadamente 54. Armamento: dos ,ametral ladoras de 7,5 mm.

    Veloc idad: 310 Km/h.

    Polikarpov 1-15. Pais d

    que intervinieron: mas

    7.62 mm. Velocidad: 360

    B ioch

    M

    200. Pais de fabr icacidn: Francia

    1

    T ipo: bombardero. Número d e un idades

    que intervinieron: aproximadamente 20. B I O C ~ME-210. pa js de

    f

    Armamento: t res amet ra l ladoras Mac 1934 T i po bombardero. Núme

    Bler io t Spad 510. Pa is de fabr icac ión:

    e

    7,5 Carga de

    g

    que rntervinreron: 35. Ar

    Frzncia. T ipo: caza. Númerc de unidades

    230

    K m . / h .

    qu e intervinieron: 27. Armamento: seis

    ametral ladoras Mac 1934

    ametral ladoras de 7,7 mm. Velocidad:

    Carga de bombas: 1 .60

    370 K m / h .

    335 Km/h

    Bristol Bul ldog 105. Pa

    Gran Bretai ia. T ipo: caz

    - ' - 'ades q ue intervinier

    Dewoit ine 510. Pais de tabr icacibn : Francia.

    Koolhoven FK 51. Pais de fabr icación: amento: dos ametra

    T ipo: caza. Número de un idades que

    Holanda. T ipo: avión de apoyo-observacibn.

    ' . 7 mm. Carga oe b l

    in terv in ieron: aprox imadamente

    16 .

    Número de un idades que in terv in ieron:

    c i dad : 285 K m / h

    Armamento: un cañón Hispano

    S

    9 de desconocido. Armame nto: dos

    20 mm., una ametral ladora Mac 1934

    amet ra l ladoras . Ve loc idad: 250 Km/h.

    de 7 ,5 mm. Veloc idad: 400 Km/h.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Oficiales del Ejercito conducidos prisio

    neros.

    bierno supuso con optimismo que ya no

    se produciría ninguno. Pero a lo largo del

    sábado durante el dom ingo fue estallan-

    do la rebelión en las guarniciones de to-

    da España, a medida que los implicados

    juzgaban el grado de éxito del Altsmien-

    to y decidían lanzarse. Se apresó a fiincio-

    narios del Gobierno, líderes sindicales y

    seguidores notorios de la izquierda. El nú-

    mero de bajas entre estos grupos fue ele-

    vado, como parte del plan de actuar con

    rigor tal que desarmara toda resistencia,

    evitando así una guerra prolongada. La

    dureza, sin embargo, fue recíproca.

    Ta n pronto como se

    puso d e manifiesto

    que el Ejército intentaba derrocar al GO-

    bierno, el pueblo pidió armas con que

    oponerse. Pero si el Gobierno temía a

    lo; soldados, más temía al pueblo arma-

    do, así vaciló fatalm ente. Si los levanta-

    mientos hubiesen tenido lugar en todas

    partes a la hora prevista, al amanecer del

    sábado 18 de julio es probable que la

    cuestión hubiera quedado prácticamente

    decidida el lunes por la mañana; por otra

    parte si, al enterarse de la precipitada

    sublevación de Marruecos el viernes al

    mediodía, el C;obierno hubiese armado

    a los sindicatos arrestad o a todos los

    militares de su lista d e dudosos, la rebe-

    lión habría encontrado muchas mayores

    dificultades aún. Pero el español no es da-

    do a la decisión rápida ni a la organización

    cuidadosa cronometrada

    al

    segundo,

    el Gobierno se mantuvo a la espera du-

    rante dos días críticos que bastaron para

    que la rebelión prendiera en todo el país.

    España se precipitaba a la guerra más

    sangrienta de su historia.

    Los diversos pueblos que habitan la

    Península Ibérica son un enigma, algo

    totalmente distinto d e los demás europeos.

    Orgullosos, trabajadores, hospitalarios y

    al mismo tiempo xenófobos, valientes has-

    ta la temeridad e indóciles por naturale-

    za, resulta extremadamente difícil gober-

    narles. Los españoles tenían entonces un

    imperfecto sentido de la unidad nacio-

    nal. El español, ya fuese vasco, catalán, cas-

    tellano, navarro o andaluz, se sentía, en

    primer lugar, ligado a su familia, luego a

    SLIS

    vecinos inmediatos y, finalmente, a

    su pueblo o barrio, términos imprecisos

    que aluden al lugar, la vecindad, la gente

    que vive en él o, en el campo, la comarca

    cuyo centro constituye. Con ellos se iden-

    tificaba frente a los del siguiente pueblo,

    la siguiente provincia, frente a los otros

    españoles absolu tamen te rodos los ex-

    tranjeros. Lo qu e algu

    triotismo munici pal

    en todas las revolucion

    gió de nuevo en la Gu

    En el área en poder

    y durante algún tiem

    obró con relativa ind

    demás.

    La

    situación d

    cano era todavía peor:

    ña, por todas partes

    tés, grupos representat

    dicatos, representantes

    nes y provincias e incl

    danos. Todos ellos usu

    del Gobierno central y

    ma n i defensa coher

    pie las viejas rivalida

    hostilidad entre grupo

    luchaban hombro a h

    que la sentida hacia el

    Como era de esper

    Africa, compuesto po

    res de fuerzas indígena

    Legión, luchó como u

    los restantes casos, la

    ser el factor determina

    destacamentos del Ejé

    zas armadas al bando q

    rioso en la -cabecera d

    por supuesto, muchas

    bres que se sentían pe

    mente comprometidos

    Los nacionales izan

    la

    b

    dad conquistada.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    jul fue detenido ileso

    ejecutado pocas seman

    gas que en realidad

    parte en la rebelión

    prisión por su complica

    piradores a las poca

    lic ian o~ ue asaltaron

    ron a cuchillo.

    El

    domingo 19 de

    Tetuán Franco con u

    sobre lo proyectado

    toda resistencia republi

    urgente era la de pas

    Ejército de Africa al o

    cho de Gibraltar para

    mente sobre Madrid.

    tenía que disponer de

    Península dado que

    de la Armada español

    el control a bordo de

    asesinar a la oficialid

    medio de pasar d e Afr

    vía aérea.

    Entre las personas q

    cibirle en el aeropuert

    raba un hombre de

    destinado a desempe

    silencioso pero vital e

    llamaba Johannes Ber

    seis años antes había

    cos español como em

    tigua y prestigiosa f

    importación-exportació

    nos Wiimer. Ya ento

    del Partido Nazi y le

    contrar representación

    El mismo se encargó

    en otros puntos de M

    do Hitler subió al p

    Brrnhardt como

    aul

    de Africa. Súbitamen

    Wilmer reconocieron l

    de su empleado le asc

    de la sucursal de Te

    Fuego de ametralladora

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Simpatizantes con los nacionales marchan

    a engrosar sus filas por una calle de

    Zaragoza

    chó a Biarritz a Luis Bolín, corresponsal

    monárquico, a bordo del "Dragon Ra-

    pide". Allí, Bolín y el propietario de su

    periódico recogieron a Juan Match, fi-

    nanciero cuyo respaldo resultaría vital

    para los nacionales, y juntos volaron a

    Roma.

    Los tres se entrevistaron con el

    conde Ciano el miércoles 22 de julio y

    le transrpitieron el mensaje de Franco:

    "Con doce aviones de transporte puedo

    ganar la guerra en unos pocos días." Cia-

    no no sabía qué relación podía tener

    Franco con el líder monárquico Goicoe-

    chea, a quien había recibido anterior-

    mente

    y

    prometido ayuda, y dio ldrgas

    a los emisarios hasta averiguarlo.

    Pero el mismo día en q ue Franco man-

    daba su embajada a Mussolini se produjo

    un accidente que trastocaría por comple-

    to la situación y aun la histo fia de Es-

    paña.

    En Estoril, el general Sarijurjo ardía

    de impaciencia por regresar a su patria

    y

    proporcionar al levantamiento el grado

    de suprema autoridad, sin el cual estaba

    seguro que fracasaría. Mola, victorioso

    en Burgos, envió a un joven piloto es-

    pañol, Juan Antonio Ansaldo, a reco-

    gerle. En el aeródromo d e La Marinha.

    el general esperaba rodeado de un gru-

    po de amigos. Se acercó a la avioneta

    seguido de un ayudante que arrastraba

    penosamente dos grandes maletas de cue-

    ro. Ansaldo objetó con el mayor tacto

    posible, señalando que el avión iba car-

    gado de combustible y que la pista era

    corta y acababa en una arboleda. El ayu-

    dante del general desestimó la objeción

    con un gesto: "Contienen los uniformes

    de gala del general. ¡N O puede llegar

    a

    Burgos, en vísperas de su entrada

    triunfal en M adrid, sin sus uniformes "

    Ansaldo se encogió de hombros y optó

    por correr el riesgo, con la inclinación

    típicamente hispana a despreciar el peli-

    gro y desafiar la suerte. En un caso así

    -avión sobrecargado y pist a corta-, la

    maniobra consiste en acelerar el motor

    al máximo, apretar la palanca hacia ade-

    lante

    y

    tener en tierra el aparato todo

    el tiempo que sea posible, de modo que.

    al tirar de la palanca h

    locidad acumulada perm

    ciiamente, ganando en ~

    :iirura suficiente para

    raI. Esro es lo que inte

    r o algo le falló. Tras el

    do la copa de los árbole

    altura y al intentar iin

    cn unos camDos de cu

    contra un muro de pied

    plotó en llamas, y aunq

    salir, no pudo sacar al

    El único de los res

    aparte Franco, capaz de

    mando suwem o. -era M

    quien e l ~ o b i e r k o ab

    islas Baleares. El

    9 de

    control del archipiélago

    ficultades, volando seg

    celona para hacerse ca

    miento, que fracasó a lo

    La ejecución de Goded

    te inevitable, y quedó

    Franco quien acaudillar

    beldes, con tal que el E

    lograra pasar el Estrech

    Mandó llamar a Joh

     

    bre el carácter de Ado

    gó a afirmar: Quien

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    a la Alemania nacional

    res conocer a Wagner.

    lógico de dioses y héro

    gones y feudos de san

    primitivo que el genio

    El conde Ciano Hitler

    de lo cual, no se hizo nada.

    veterada, asistía al anual Festival Wag-

    nuevo que, por razones

    denominaría simplemen

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Fuerzas regulares embarcando desde

    Ma

    rruecos para España en un Junkers

    consecuencias desastrosas para la colo-

    nia alemana en España y para nuestros

    navíos mercantes y de guerra en aguas

    españolas . Lo más que se podía conce-

    der era una promesa de ayuda una vez

    que los nacionales hubieran tomado el

    poder.

    Pero gracias a la celeridad con que

    actuaron Goering y Canaris, Bernhardt

    y Langeriheim comparecieron ante Hitler

    antes de que el Ministerio de la Gue-

    rra o el de Asuntos Exteriores pudiesen

    hacer llegar al Führer tales recomenda-

    ciones, y, como ha señalado Albert Speer,

    quien quiera que lograse asestar en la

    mente de Hitler su versión particular

    de un asunto tenía virtualmente ganada

    la partida, porque a Hitler le desagrada-

    ba en extremo alterar sus opiniones des-

    pués de expresarlas en público . Goering

    recordó al Führer que, a cambio de

    los

    aviones, Alemania obtendría de España

    los minerales que tanto necesitaba, y

    Canaris le informó d e qu e Francia había

    decidido ya enviar ayuda al Gobierno es-

    pañol. Con eso bastaba para inclinar la

    balanza. Hitler decidió que unos cuantos

    Ju-52 de transporte volaran cuanto antes

    a Marruecos, mientras otros se enviaban

    por mar. Sugirió entonces Goering que se

    les dotara de una escolta de cazas, pues de

    lo contrario serían muy vulnerables inclu-

    so para idos lentos cazas de las Fuerzas Aé-

    reas de la República. Hitler accedió a

    que los acompañaran seis He-51,

    o

    más

    bien, dada la enorme distancia, a que se

    dispusiera su envío inmediato por mar.

    Ante el evidente entusiasmo del Führer,

    el general Von Blomberg cedió.

    Otorgado el beneplácito de Hitler a la

    petición de Franco, su puesta en práctica

    fue instantánea: Goering, encargado de

    la supervisión global del asunto, delegó

    los detalles en Erhard Milch, quien a su

    vez mandó llamar al Ministerio del Aire

    al general Wilberg y le puso al frente de

    la

    Opwation Feuerzazcber

    (Fuego Mági-

    co), encomendada a un departamento

    general Milberg . Al

    de julio, una prolongad

    nisterio del Aire plan

    el suministro de materi

    co. Además de aviones,

    cañones antiaéreos, m

    misiones, en el que se

    de onda corta y larga,

    armas cortas y, naturalm

    terial auxiliar

    y

    repuest

    Se adjudicaron a Esp

    nueve con tripulación

    el vuelo de Dessau a T

    en Stuttgart o Friedric

    ración prevista del vuel

    ras. Los otros once pas

    Junkers de Dessau, para

    telados, borrados sus

    res y embalados en caj

    je, dentro de los cuale

    taría por carretera ha

    Hamburgo. Los cañon

    2

    mm. y su munició

    dos en cajones etiqueta

    zas de mobiliario y

    a Hamburgo.

    El personal de la Luft

    en la aventura españo

    mando de cazas Gesch

    re de Dortmund y Dob

    cuadrillas de cazas de

    y Ansbach. El mando

    se confió al comandante

    agregado militar en M

    de

    270

    Km/h., techo

    tonomía de 480 Km.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    poseían 20 y los nacio

    primeros días de la g

    sólito espectáculo de u

    e n t r e p i i o t ~ ~ue tri

    tipo y modelo de avió

    Otros aDaratos com

    dos eran unos cuantos

    niel Wa l cinco Fok

    so bombárdero-transp

    que tres unidades en

    bardero habían sido

    paña bajo licencia.

    Su

    era de 210 Km/h

    y

    800 Km., pero sil tec

    ba los 3.000 m., lo qu

    larmente vulnerable fre

    paces volar a mayor a

    Uno

    y

    otro bando c

    vos cazás o bombarde

    bos se lanzaron a la

    Al estallar la Guerra Civil Española

    no existían prácticamente bombarderos

    ni cazas modernos en España, debido

    principalmente a que las constantes difi-

    cultades de la República habían obliga-

    do a posponer una

    y ou

    vez la proyec-

    tada renovación de las Fuerzas Aéreai

    Españ olas. El bom bard ero típico era el

    Breguet XIX, francés, fabricado en Es-

    paña bajo licencia. Se trataba de

    u n

    buen

    biplano monomotor muy resistente, cQn

    velocidad máxima de 240 Km/h., auto-

    nomía de 800 Km. y iin techo aproxima-

    d o d e 6.500 m., perfectamente adec~iado

    hasta la aparición de aviones de mayor

    rendimiento a principios de los años

    3 0 Las Fuerzai Aéreas tenían 111 Bre-

    guet XIX, de los cuales

    47

    luchaban por

    el bando republicano

    y

    6 por los nacio-

    nales

    El caza de las Fuerzas Aéreai Españo-

    las en

    1936

    era el Nieiiport-Delage 53

    sesquiplano ( de media tia baja). ccins-

    truido en España con licencia por la His-

    pano Era un monoplaza con dos drnetra-

    lladoras delanteras

    y

    velocidad máxima

    4

    entrevistas con Mussolini v Ciano soli-

    ci tó la ayuda que se le prometió un par

    El piloto de un Hispano Nieuport Delage 5

    salta en paracaídas.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    de años antes. Mussolini restmndió con

    frialdad; su actitud contaba con el res-

    paldo del rey, que se oponía enérgica-

    men te a comprometer a I talia en una

    guerra civi l que tan fáci lmenie podía

    desembocar en otra guerra mundial . Pero

    el conde Galeazzo Ciano, minis tro de

    Asuntos Exteriores. veía la ocasión de

    que Italia afirmase sil reciente hegemo-

    nía y logró demostrar a su suegro que

    Léon Blum había accedido ya a prestar

    ayuda a la República. En conseci~encia,

    Mussolini decidió enviar doce bombar-

    deros-transporte de Cerdeña a Marruecos

    lo antes posible.

    Los aviones elegidos eran Savoia-Mar-

    chetti 81, aviones-de gran tamaño, cuya

    eficacia se puso de relieve en la guerra

    contra Abisinia, pero no sometidos has-

    ta eno nce s al ataque de cazas moder-

    nos ni de fuego antiaéreo de gran cal i-

    bre. Apodado por los italianos Pipis-

    rrello (Murciélago ), el Savoia-Marchet-

    t

    81, monoplano tr imotor de ala baja, se

    contaba entre los mejores bombarderos

    entonces en uso. Podía transportar doble

    carga de bombas que el Ju-52, y con tina

    velocidad máxima de hasta 335 kilóme-

    rros por hora resultaba iin veinte por

    ciento más rápido. Su aiironomía de

    2 000 Km. rebasaba en un cinctienta por

    ciento la del alemán, e iba armado de

    cinco ametralladoras frente a las dos del

    Jiinkers. El bando republicano no dispo-

    nía de nada comparable hasta la Ilega-

    da del Tupolev SB-2, ruso en el mes de

    octubre.

    Los primeros SM-81 qiie volaron a Ma-

    rruecos llevaban borrados sus distintivos

    militares, la tripulación iba de paisano.

    Despegaron de Cerdeña el 27 de julio,

    ~ r oon tan mala fortuna para su pro-

    yectado anonimato, que dos de el los su-

    frieron avería en el motor debido al lar-

    go trayecto y tuvieron que tomar tierra

    en la base aérea francesa marroq uí de

    Bekrane. Un rercer Savoia se estrelló en

    Zaida, dentro también del Marruecos fran-

    cés. A pesar de qiie Franco respondió

    rápidamente con el envío en su propio

    avión de uniformes de la Legión espa-

    gola, mapas e instrucciones para conti-

    nuar el vuelo, el asunto se había destapa-

    do los f ranceses no permit ieron qu e

    los italianos siguieran adelante.

    Pero nueve bombarderos-transporte Sa-

    voia 81 aterr izaron en Tetuán el 30 de

    julio e iniciaron de inmediato el paso

    de soldados a t ravés del es trecho de Gi-

    braltar para engrosar las tropas de Quei-

    po d e L lano, qu e había tomado Sevi-

    lla a fuerza de decisi(ín v audacia.

    Desde el pu nto de vis ta es tratégico, la

    ciudad meridional más importante toma-

    da po r los nacionales fu e el gran puer to

    de Cádiz, por el que en breve se habr ía

    d e pasar la mayor parte del material bé-

    lico esencial. Pero la sittiación fue preca-

    ria hasta que el des tructor hurrfdcu des-

    embarcí, a iin tabor de regulares proce-

    dentes del otro lado del Estrecho. La con-

    f~is iún einante impid ió que la t r ipula-

    ción advirtierli exactamente lo qiie es-

    taba pasando en esta primera travesía,

    pero cuando el capitá n- intentó hacerles

    repetir la operación, se amotinaron, ma-

    taron a tod& los oficiales se unieron

    al acorazado

    ai~rre y

    al resto de la flo-

    ta republicana, tomada para el Gobier-

    no por las respectivas triprilaciones. Otra

    compañía de regulares cruzó el Es trecho

    amparada pir la niebla y la oscuridad a

    bordo de pequeños barcos de pesca en la

    noche del 21 de jiilio.

    El primer transporte aéreo de fuerzas

    t iene lugar el d ía 20, en qu e dos Fokker

    de la aeronáiitica española trasladan de

    Africa a la Península, por la mañana,

    Linos 20 legionarios. Al final de mes ha-

    bían llegado por el aire 837 hombres, con

    armamento marer ial .

    El 5 de agosto se llevaba a cabo el iia-

    mado paso del Es trecho , donde dos

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    El Peñón de Gibraltar. bajo la guardia de

    tropas regulares.

    sionado llamamiento para que se le unie-

    ran otros aviadores en la lucha contra

    el fascismo en España, y al cabo de unas

    semanas estaba en Alcantarilla una escua-

    drilla aérea internacional.

    El reclutamiento de aviadores de cual-

    quier nacionalidad prosiguió en París

    bajo la dirección de un famoso piloto

    transoceánico llamado Boussutrot, que

    era, además, diputado radical-socialista.

    La mayoría de las dificiiltades que los

    partidos de derechas habían puesto a la

    compra de aviones

    y

    reclutamiento de

    dotaciones desaparecieron con la llegada

    a París de unas 140.000 libras en oro

    procedentes de Madrid. En Francia, el

    oro tiene propiedades cuasi mágicas para

    allanar cualquier obstáculo.

    El 5 de agosto salían del aeropuerto

    de Villecoublay, con destino a Madrid,

    los seis primeros cazas Dewoitine D372,

    tripulados por pilotos a los que se abo-

    nó una suma inicial de 35.000 francos

    y

    a quienes se contrató por un año con

    50.000 francos al mes. Otros se recluta-

    ron en Londres, Nueva l'ork y Méjico

    capital; algunos no cobraron por sil servi-

    cio; en otros casos se trataba de simples

    mercenarios que admitían haber aceptado

    el trabajo solamente por el dinero y la

    aventura. Hubo entre ellos quienes se

    comprometieron sinceramente con la cau-

    sa española tras experimentar durante

    unas semanas o unos meses la realidad

    trágica del país. Pocos de los pilotos, mer-

    cenarios o no, sabían qué tipo de avio-

    nes tendrían que manejar ni que habrían

    de enfrentarse a los más modernos cazas

    alemanes e italianos.

    Lo más importante del material com-

    prado en Francia eran los cazas Dewoiti-

    ne

    y

    los bombarderos Potez

    y

    Bloch. El

    caza era lo más reciente del famoso dise-

    fiador de aviones francés Emile Dewoiti-

    ne, cuya nueva com pañía , la Société Aero-

    nautiqiie Francaise, había remodelado por

    completo un anterior caza monoplano de

    ala en parasol que fabricara para las

    Fuerzas Aéreas Suizas. Conocido como

    D-371, alcanzaba una velocidad máxima

    de 330 Km/h. , una autonomía de 650

    kilómetros y un techo de aproximadamen-

    André Malraux jefe d e la

    de las Brigadas Internaci

    te 10.000 m. Un piloto

    nico que tripuló Dewoi

    manifestaría después que

    tario Hawker Fury, er:

    tenía la República hasta

    cazas rusos al cuarto mes

    hubisra sido por el cao

    del Gobierno, probablem

    los veintiocho Dewoitin

    Francia se habrían podi

    para cubrir la zona del

    Los bombarderos adq

    cia por el Gobierno españ

    MB2IO y el Potez 543

    dos para las Fuerzas Aé

    mediados de los años tre

    del MB210, monoplano

    el entonces novísimo tr

    totalmente retráctil, no

    con su peso y carga d

    siendo capaz de llevar 1.5

    bas, su velocidad máxima

    240 Km/h., la más len

    aparatos en uso regular

    tonomía era sólo de 960

    inferior a 7.500 m., lo

    debajo de los cazas He-5

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

    33/83

    ba: Henschel 123. bombardero en picado. monoplaza que fue muy popular en la

    icion de los nacionales. Abajo: Fiat CR 32 ~ C h i r r i ~ ~Heinkel He-70 nRayo..

    Arriba: Heinkel He-51s.

    que demostró ser inferio

    Heinkel He -Il lB para cu

    cipal de los bombarderos

    Comunista español con u

    ricos políticos bien en

    meses más tarde, cuando

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Franklin D Roosevelt

    c1;iramenrr etiqiirrado para que los ua

    bajadores supieran quiénes eran siis ami-

    Bretaña contra las de Alemania e Italia.

    gos. Nada de armas, que podrían per-

    Una vicroria rrípida del Gobierno español

    mitir a los republicanos vencer en p c o

    sobre los siiblevados sería tan indesea-

    tiempo, minimizando así el peligro de

    ble como lo contrario. Por eso decidib

    una derecha miliranre. Al mismo tiempo

    no enviar a España al principio más que resultaba estratégicamente conveniente

    .ilimentos mate rias primas. todo ello reforzar el débil desorganizado Par tido

    ú las reservas de oro de

    Stalin decidió que con é

    daba más que pagada, y

    mania e Italia estaban y

    grandes cantidades de m a

    ció el envío de cazas, bo

    lotos.

    En Inglaterra, las izq

    peor amenaza en una Al

    da a la Italia fascista,

    tonces en el poder tem

    munismo ruso se extendi

    rido Comunista pudo or

    ramiento de voluntarios

    por los republicanos.

    En el primer mome

    general que la revuelta

    co sería reprim ida en

    pero en la misma seman

    The Spectutor con notab

    maba que, según todos

    España se había abierto

    longado de violencia

    Una o dos semanas desp

    a Londres del primer mi

    coincidiendo con el prim

    nes franceses a España,

    decía, con bastante men

    prudencia habitual en él

    dido no interve nir en E

    de no intervención gozab

    sa en Gran Bretaña, do

    se temía más que en n

    la posibilidad de tina

    mundial.

    En los Estados Unidos

    ciones presidenciales, y F

    sevelt tenía poco tiemp

    Europa. Le preocupó, no

    su embajador en Esp aña

    le reveló sobre la interv

    El

    5

    de agosto escribía a

    teamericano en Berlín, W

    preguntándole qué ocurr

    ciese a Hitler una peti

    secreta para que delimit

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    entusi st s

    El 26 de julio de

    1936,

    el teniente de

    la Luftwaffe Max Hoyos, al reintegrarse

    a su base tras un permiso, recibió orden

    de presentarse de inmediato ante el co-

    mandante. En vez de preguntarle cortés-

    mente por su familia, como de costum-

    bre, su superior le dijo: "El Führer ha

    decidido que ayudemos al general Franco

    a destruir el comunismo en España. Ne-

    cesitamos diez tripulaciones de combate

    para transportar tropas de Marruecos a

    la Península Ibérica. Supongo, teniente

    Hoyos, que podemos contar con usted."

    Por supuesto, señor

    "Bien. Mañana por la mañana compra-

    rá usted ropa de paisano y cuanto le ha-

    ga falta. El habilitado le reembolsará los

    gastos. Seguidamente, con otros tres

    hombres, saldrá para Doberitz, donde se

    pondrá a las órdenes del comandante Von

    ,

    Scheele, de la escuadrilla de cazas Freiherr

    von Richthofen."

    "Muy bien, señor."

    Y otra cosa. Es , de vital im portancia

    que la presencia de aviadores alemanes

    en España se mamntenga en secreto. De-

    he

    asegurarse de no llevar consigo nada

    que pueda descubrir su pertenencia a la

    Luftwaffe. Tendrá también que firmar

    una declaración jurada de que no dirá

    iina palabra de este asunto a nadie, ni

    siquiera a su propia familia. {Compren-

    dido?"

    "Perfectamente, señor."

    "Pues adiós

    y

    buena suerte. Dentro

    de tres semanas espero verles de regreso

    los cuatro, sanos y bronceados."

    Al día siguiente, los cuatro aviadores

    se presentaban en Doberitz, base princi-

    pal de la Luftwaffe en la zona de Berlín,

    para unirse a otros ochenta procedentes

    de bases de cazas y bombarderos de to-

    das las regiones de Alemania. Desfilaron

    ante el general Wilberg, que les leyó el

    siguiente telegrama recibido de Adolf

    Hitler

    "Führer ha decidido socorrer pueblo

    situación desesperada y rescatarle bolche-

    vismo mediante ayuda alemana. Compro-

    misos internacionales imposibilitan asis-

    tencia declarada por tanto acción de apo-

    yo encubierta."

    Según les dijo el general, ésta era toda

    la autoridad necesaria para enviar a Es-

    paña pilotos y personal

    r o

    de la Luftwaffe. Con

    n e r el incógnito, viajar

    po turístico de fotógra

    comerciantes organizado

    de Viajes Unión", en u

    cer bajo la égida de la o

    za por la Alegría", del

    dían escribir a sus fam

    que se encontraban en

    dentro de Alemania, y

    que le enviasen a la di

    Winkler, Berl in SW

    despacharía la corresp

    de los soldados aleman

    rante los dos años y

    Las cartas enviadas d

    abiertas allí. metidas

    con la dirección respe

    con sellos alemanes y

    "Berlín".

    El viernes

    31

    de iulio

    bertiz todos los volunt

    nerales Wilberg y Erh

    último les dirigió una a

    noche fueron trasladad

    Bahnhof, de Berlín, y

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Tropas regulares en es

    portadas a España desd

    el mantenimiento de lo

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    a

    la Liifthansa de Sevi

    l

    capitán Von Ho

    de supervisar el ensam

    en la base de

    Tablada,

    riosidad de los oficial

    según informó, hacían

    guntas sobre la mecáni

    y aún peor, se permit

    meterle prisas. El ensa

    dificultoso de lo prev

    ban unas piezas de rec

    n ienre ~b er h ar d r a bu

    logró ponerlos en con

    tante rapidez. Von Ho

    bando no a uno. Lue

    todas consigo, se los p

    ñoles. Dos se estrella

    de despegar al día sig

    s

    estremeció al ver

    aterrizaban casi en ve

    bras de su informe, sól

    ción alemana de los av

    se desencuadernasen.

    D

    informe se decidió que

    ñoles no estuvieran fam

    Heinkel, los pilotarían

    teniéndose para ello

    permiso de Berlín.

    Entretanto, los Ju-

    puente aéreo a pleno

    eran de Tetuán a Jerez

    Sevilla, pero en vista

    hasta Sevilla resultaba

    se dispuso a marchas

    auxiliar cerca de Cádiz

    el tiempo empleado de

    más de una hora a cua

    si todos los vuelos ten

    amanecer y las once d

    que la mayor turbiilen

    mediodía hacía que un

    to de los regulares sufr

    Oficiales de la Legión

    nan los daños causados

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    Arriba:

    un

    Junkers Ju.87A, Stuka, famoso bombardero en picado b i~ laz a-

    Abajo:

    Dar

    alemán

    amertln

    con l

    nier ~ 0 . 1 7 ~ .erecha: bombardero bimotor Junkers Ju-86. LOS res de la Legión Cóndor.

    de combustible d e alto

    lid0 de Hamburgo co

    a Génova, y tocó puer

    cuando síilo quedaba

    una jornada de los Ju

    pués ilegó un petroler

    nuevo cargamento, y

    Aire alemán envió

    combustible y 170 de

    crisis.

    Hasta obtener avio

    Alemania e Italia, los

    ron que arreglárselas c

    las Fuerzas Aéreas Esp

    quedado en su zona, d

    chos de ellos fueran d

    sonal de tierra en los pr

    zamierito. En el Sur pu

    tres bombarderos Fo

    quince Breguet XIX.

    DC 2

    de las líneas aé

    hacía el servicio París

    en el aeropuerto de Se

    fue capturado por e

    Rey, que, tras pilotarl

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    nes sintieron la tentación de hundir algu-

    no de ellos. El acorazado, empero, tenía

    prioridad.

    Iniciaron entonces un cuidadoso ras-

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    treo en parrilla del Estrecho, que prome-

    tía prolongarse durante horas, pero a po-

    co de despuntar el alba, a las cinco, el

    oficial de Marina espan01 avistó la larga

    forma gris del aime 1 donde tantos de

    sus amigos perdiesen la vida. El bombar-

    dero se situó en posición a unas dos

    mi-

    llas

    a

    popa, manteniendo el rumbo se

    aproximó, al parecer sin ser visto. La im

    provisada instalación de lanzamiento de

    bombas se había preparado para una al-

    tura de 750 metros. Pero la nubosidad

    insólitamente baja les impedía elevarse

    a

    más de 250, el teniente Hoyos tuvo que

    hacer unos rápidos cálculos para compen-

    sar la diferencia.

    Se hicieron tres pasadas sucesivas de

    bombardeo sobre el acorazado. En la pri-

    mera, las bombas cayeron a una distan-

    cia de cien metros por delante del navío.

    porque Hoyos se había excedido en la

    compensación de alturas. Entró en acción

    la tripulación del barco, pero antes de

    que pudiese usar el cañón antiaéreo, una

    bomba de la segunda descarga dio de lle-

    no en el puente el acorazado quedó a

    la

    deriva. En la última pasada estalló una

    bomba en la cubierta de popa, causando

    muchas víctimas. Hubo que remolcar el

    aime 1 para ser reparado en Cartagena,

    y en unos cuantos meses no se supo más

    de él.

    Todo9 estos dispositivos caseros no du

    raron más que las dos semanas que tar-

    dó en llegar la versión bombardero del

    Ju-52, equipada con perfeccionados vi-

    sores; con ello la guerra en el aire pasa-

    ba de su etapa del aficionado entusias-

    ta a la más mortífera del profesional.

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    De ni) haberse prdiicido el apoyo e

    A emania e Italia a un lado

    y

    de Francia

    y

    Rusia al otro, es probable qiie la Gue-

    rra Civil hubiera quedado en tablas en

    ii par de años,

    ya

    que, pasada la primera

    semana, el equilibrio de fuerzas hacía im-

    pc,sible la victoria de ninguno de los con-

    rendienrei sin ayuda del exterior; por su-

    puesto, se trata sólo de conjeturas,

    y

    bien

    p~.ede ecirse que, como posible conipen-

    sación, la terrible sangría apartó a Es-

    paRa de la Segunda Guerra Mundial.

    Como hemos visto, el mundo t01~1ó

    p~ rt id o asi inmediatamente: Alemania,

    Italia y Portugal se declararon por los na-

    cionales, la Unión Sriviécica

    y

    las derno-

    cracias par los republicanos. Pero la situa-

    ción no era tan sencilla, pues mientras

    en el primer grupo de países no había

    desacuerdo interno acerca de España, en

    las democracia

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    La nueva forma de guerra: victlmas de las

    incursiones aéreas

    oro es un arma de guerra ; Rusia soli-

    citó que también Portugal acordase no

    intervenir. Portuga l accedió en princi-

    pe , frase que a menudo han encontra-

    do útil los diplomáticos, y Hitler, que

    estaba a punto de doblar el período de

    servicio militar en Alemania y quería

    contrarrestar la mala impresión que cau-

    s a r í a , ~ ~edida, mandó firmar a su mi-

    nistro de Asuntos Exteriores.

    Los representantes de las veintiséis po-

    tencias signatarias, excepto Portugal, ce-

    lebraron su primera sesión plenaria en

    Londres, en el Salón Locarno, del Fo-

    reign Office, el 9 de septiembre de 1936

    Es difícil creer que tuvieran la menor in-

    tención de manten er su palabra, el de-

    legado alemán informó a su país de que

    1 a Francia e Inglaterra no les interesaba

    al

    tomar medidas efectivas, sino Solamente

    pacificar a sus respectivos partidos de

    izquierda.

    El Acuerdo de N o Intervención estaba

    destinado a ser un documento único en

    la historia de las relaciones internaciona-

    les, porque ni uno solo de sus firmantes

    observó lo acordado. En palabras de Hug h

    Thomas, así nació el Comité

    de

    N o I n -

    tervención, que, progresando de la ambi-

    güedad a la hipocresía y de la hipocresía

    a la humillación, llegaría a sobrevivir a

    la Guerra Civil .

    Un informe oficial secreto del Minis-

    terio de Asuntos Exteriores alemán de-

    cía por esas fechas: Durante la discu-

    sión del Tratado d e N o Intervención, el

    Ministerio de Asuntos Exteriores dudó

    sobre si cargar con la responsabilidad de

    continuar el envío de armas a Franco

    o esperar antes de hacerlo a que algún

    otro de los signatarios rompiera el pac-

    to. Pero la urgencia de los suministros a

    Franco -era tal, qu e no fue posible pospo-

    nerlos.

    No era Franco el iínico que necesira-

    ba urgentemente armas. Al Norte, Mola

    no podía armar a sus voluntarios y sabía

    que su posición era delicada frente a un

    eventual ataque republicano. Pidió enton-

    ces a Alemania

    8 000

    fusiles con mil

    cartuchos cada uno, alegando con cierta

    aspereza que hasta ahora se ha surtido

    exclusivamente al grupo meridional .

    ofrecía noventa mil lib

    resto en mineral de c

    d e

    las armas en La Co

    El Gobierno alem

    fusiles con sil munici

    las reservas de la We h

    ro se compró a una c

    landesa de armamento

    Marina alemana dispus

    de sus propios agentes

    Compañía, los mismos

    Usurur ~opara el prim

    aviones, cañones tro

    primeros meses de la g

    funcionamiento otros nu

    esribaje de armas con d

    realizaba sólo la Gesta

    de el mismo miielle

    miielle Petersen. Hab

    muchos miembros clan

    do Comiinista alemin ,

    pañol estaba al tanto de

    terial bélico. casi Iinst

    qiietón.

    El camiiflaje era sii

    de las cajas grises de

    incluso sus eriqiietas d

    cicín de los barcos se

    Estados Unidos se organizaban socorros

    documentación oficial, se desviaban

    a

    los

    para los republicanos y los partidos co-

    puertos retenidos por los nacionales. Tan

    munistas reclun ban voluntarios, mien- flagrante desprecio del derecho marítimo

    tras el est blishment de ambos países se no podía quedar totalmente impune, y la

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    volcaba en favo r de los nacionales. En Texaco fue procesada

    y

    convicta por el

    los Estados Unid os, cuando la comp añía Tesoro n orteame ricano, viendo reduci-

    de aviación Gl enn Ma rtin consultó al das sustancialmente sus ganancias. l

    Gobierno sobre cuál sería

    11

    acritud si terminar la guer ra, la compañía recibió

    despachaba un pedida de ocho bombar-

    del nuevo Estado español seis millones

    deros Martin al Cflbierno español, se le de dólares.

    disuadió enérgicamente de ello. En con-

    En Inglaterra, el Gobierno

    y

    Partido

    traste con esta negativa declarada a ~ Y U -

    conservadores, el Cuerpo diplombtico. la

    dar a l ~ e p ú b l i c a ,a empresa privada

    Iglesia

    la oficialidad de los tres ejérci-

    1

    vendió a 10s nacionales 12 000 camio-

    tos eran

    unánimemente partidarios del

    neS cantidade s ingen tes de

    combusti-

    de 10s nacionales. Para ellos, Fran-

    ble El capitán

    T

    Rieber. uno de 10s di-

    co

    p recí

    la »posición arma-

    rectivos de Texaco Oil, concedió a Fran-

    da a la fuerza revolucionaria que antes O

    co crédito ilimitado, v los petroleros de la

    después habría q ue vencer en otros luga-

    Texaco, con destino

    a

    Francia, según su

    res. Chiirchill protestó personalmente an-

    Tropas nacionales marchan para unirse al

    te el embajador

    francés

    por

    aF'yo de

    Francia a España, y el embajador británi-

    ataque sobre Madrid

    co en París advirtió

    a

    si no dejaban de ayud

    Gran Bretaña no acud

    Francia en caso de gue

    Eri Madrid, la Embajad

    virtió en refugio de p

    dían en tan gran núm

    de la guerra

    El Almiran tazgo manif

    do desfavorablemente

    la matanza de los ofici

    la rebelión militar. Sin

    rías habrían censurado

    dad una matanza destin

    '

    rebelión de izquierdas.

    1

    uno de 10s do

    veladores de la actitud

    en aquella época es u

    de; encargado de Neg

    la España republicana

    lin. Fechada el

    16

    de o

    os daños

    de

    l guerra

    la deuda del lado españ

    neficiaba a Alemania,

  • 8/17/2019 Editorial San Martin - Armas #12 - La Legion Condor. Espana 1936-39

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    encargado de Negocios alemán en Lon-

    dres, aseguraba personalmente al secre-

    tario de Asuntos Exteriores, Anthony

    Eden, que "Alemania no ha enviado ni

    enviaríá a España ningún armamento

    O

    material de guerra". El 26 de agosto ini-

    ciaba el ~ s a i a m o u segunda travesía re-

    pleto de bombas, obuses y munición para

    armas cortas. Ese mismo día, el mercante

    alemán G hg ent i descargó en La Coru-

    ña 8.000 fusiles, 8.000.000 d e rartu-

    chos y 10.000 granadas, y cargó 2.150 to-

    neladas de mineral de cobre y los cadá-

    veres de los dos pr imeros voluntarios ale-

    manes muertos en España. Los agentes

    navieros de. la Ma rina alemana contra-

    taron ocho cargueros más:

    Cap Arcona.

    Mont Pasczcal Wigbert Procida. Katt~r-

    run Pasajes Eisenach y Helior y du-

    rante toda la Guerra Civil estos diez bu-

    ques transportaron toda clase de material

    bélico d e Alemania a puertos españoles y

    portugueses, violando con el mayor des-

    caro e l compromiso germano de no in-

    remención. El

    Kamerzcn

    descargó en Lis-

    boa carros ligeros, bombas y granadas el

    día 25 de agosto, fecha en que Alemania

    firmaba el Acuerdo. Muchas personas

    presenciaron el hecho y se le dio amplia

    publicidad; pero esa semana el

    Spectator.

    de Londres, notificaba a siis lectores, en

    la torturada jerga periodística del mo-

    mento: "No hay la menor evidencia de

    que el general Franco esté recibiendo del

    extranjero suministros en cantidad apre-

    ciable." La nota final la daría Anthony

    Eden, que, tras recibir del Servicio britá-

    nico de información militar noticia de-

    tallada del armamento facili tado por Ale-

    mania e Italia a los nacionales, declarú

    en la Cámara d e los Comunes: "Otras

    naciones son más culpables q ue A leman