COMPLEJIDAD ESTRUCTURAL DE EL BESO DE LA MUJER ARAÑA, DE MANUEL PUIG

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INTI, Revista de literatura hispánica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974- is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to INTI. http://www.jstor.org INTI, Revista de literatura hispánica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974- COMPLEJIDAD ESTRUCTURAL DE EL BESO DE LA MUJER ARAÑA, DE MANUEL PUIG Author(s): Marcelo Coddou Source: INTI, No. 7 (PRIMAVERA, 1978), pp. 15-27 Published by: INTI, Revista de literatura hispánica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974- Stable URL: http://www.jstor.org/stable/23285008 Accessed: 31-07-2015 01:27 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/ info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTC All use subject to JSTOR Terms and Conditions

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En esta nota procuraremos describir sólo algunos de los aspectos delmodo narrativo de El beso de la mujer araña, sabiendo que el valor último dela novela no reside exclusivamente en sus recursos técnicos, pero aceptandoque la obra tampoco existe fuera de ellos. La coherencia y perfección en elempleo de estos recursos contribuye, decisivamente, a fundar el valorliterario de la novela. La plenitud del lenguaje con que se organiza el mundonarrativo, es señal de la presencia in-formada de una realidad a cuyo desvelamiento contribuye, precisamente, el empleo hábil de los mecanismosdel contar. "Une oeuvre d'art est révélatrice du réel de par sa natureformelle, en raison méme des artifices employes pour la constituer", hadicho Michel Zéraffa.2

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INTI, Revista de literatura hispnica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974- is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to INTI.http://www.jstor.orgINTI, Revista de literatura hispnica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974-COMPLEJIDAD ESTRUCTURAL DE EL BESO DE LA MUJER ARAA, DE MANUEL PUIG Author(s): Marcelo Coddou Source:INTI, No. 7 (PRIMAVERA, 1978), pp. 15-27Published by: INTI, Revista de literatura hispnica; Roger B. Carmosino, Founder, Director-Editor, 1974-Stable URL:http://www.jstor.org/stable/23285008Accessed: 31-07-2015 01:27 UTCYour use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jspJSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. 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For more information about JSTOR, please contact [email protected] content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsCOMPLEJIDAD ESTRUCTURALDE ELBESODELA MUJERARAA, DEMANUELPUIG MarceloCoddou LacrticamslcidasobrelasnovelasdeManuel Puig establece que hablardeellascomotentativade"literatura popular" esconsiderartanslo unafacetadeestas obras, pues, sibien por unlado presentanexpresiones de laculturademasasletrasde tangoy de bolero, novela rosa,folletn, radioteatro y, enformaextremadaenElbesodela mujer araa, filmesy, con ello, se vigoriza unaconciencia estereotipadapor las experiencias detales expresiones(ese "bovarismodenuevo cuo",que diceacertadamente Goic), por otro lado, "noexisteunaformulacin ingenua delanovela".* Bajo lacobertura popular externa, hay un despliegue de muy difciles recursosdelaliteraturaculta:la disposicin en montaje, modosnarrativos comoeldelacorrientedelaconciencia ynuevamente extremadocomo procedimiento ensultima novela, laeliminacindelnarradorbsico. Carcter equvoco delas obras, enelcualsebasansus proyecciones comotentativadeliteratura popularen cuanto ampla assus mrgenes de recepcin,peroque semantieneenel experimentalismo factual vanguardista,posibilitando conello multiplicidad delecturas.Satisfacelos anhelosdeconmocinsentimental y, sin perturbarloshe allunodesus logros derealizacinms sorprendente, seabreaun goce funcionaldelas modalidadesestructurales empleadas. Encuentrodemodosdedecir estrictamente literarios, puestos alserviciodeun propsito revelador:eldela enajenacin de personajes concretosencircunstancias especficas, eldela complejidad desus conductas, eldesultima frustracin, eldeunmundo exigente de profundas transformaciones. Enestanota procuraremos describirslo algunos delos aspectos del modonarrativodeElbesodela mujer araa, sabiendo que elvalorltimode lanovelanoresideexclusivamenteensusrecursos tcnicos, peroaceptando que laobra tampoco existefueradeellos.Lacoherencia yperfeccin enel empleo deestosrecursos contribuye, decisivamente, afundarelvalor literariodelanovela.La plenitud del lenguaje con que se organiza elmundo narrativo, essealdela presenciain-formada deunarealidada cuyo desvela miento contribuye,precisamente, el empleo hbildelosmecanismos delcontar."Uneoeuvred'artestrvlatricedurelde par sanature formelle, enraisonmmedesartifices employespour la constituer", ha dichoMichelZraffa.2 15 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions1.Casoextremodereaccinfrenteala potestad omniscientedel narrador tradicional, enElbesodela mujer araaelnarradorsehace invisible y reducecasisu papel amero registrador de voces, enactitudde irrestrictaneutralidadfrentealo que ocurreenlarealidadficticia.Esta formade dilogo, mantenidaensu disposicin dramticadesdeel comienzo al fin, con mnimos, aunquesignificativos, cortes, que no constituyensegn veremosadherenciasnarrativaso descriptivas, eselmododominantede presentacin delahistoriabsica. La tcnica, hbilmente sostenida, tienecomofinalidad permitirque el lectorconozcaalos personajes sinmediacino interposicinalguna, direc tamente, atravsdelo quepiensany les ocurre, reflejado enlo que dicen. Losantecedentesdel procedimiento sonincontables y bastaconrecordar algunos. Esun prurito realistade objetividad el que llevaGaldsala utilizacindel dilogo comototalestructura novelesca, pero en Casandra, en Realidad,etc., el manejo dramticodel dilogo sesostieneanenlas acotacionescon que elnarradorsita espacio,personajesy ladinmica mismadelaaccin.En Baroja, essumarcadaaversinalaretrica y atodo descriptivismosuperfluosu anhelodedarelmeollodela accin, lo que le lleva, enLacasade Aizgorri,porejemplo, alslo empleo del dilogo. Enel Rquiempara una mujer de Faulkner, ms que recurso objetivador, el procedimiento seofrececomocauce apropiado delo trgicoyaque, en efecto, el dilogo verifica y acentaesandole trgica delanovela.EnLe dneren ville, deClaude Mauriac, dondesloestla palabra exteriore interiordelos personajes, novelaexclusivamente dialogada, se postulasegn diceMaraRosa Lida, "la predileccin denuestros tiempospor elbuceo psicolgicoy su despegopor laaccinexterna".EnPantalen y las visitadoraspor citarunltimo caso, Vargas Llosa procura,por mediodel empleo del dilogo, eliminaralmximola presencia del narrador, para dar una apariencia de objetividad ala historia; enesta novela,efectivamente, el narradornonarranuncademododirecto:todoelmundoficticioseofrecea travsde intermediarios, que sonlos propiospersonajes; lahistoriasela cuentanentre ellos, por mediodevoceso por mediodeescritos.3 En Puig sonmotivaciones anlogas alas que hemosrecordadolas que le llevanalusodel procedimiento. Narrandosu paso delcineala literatura, Puig ha declarado: Yonosabams que escribir monlogos interiores porque a melcastellano puro mehacatemblar.Alonico que me animabaeraa registrar voces.Noes que fueraun trabajo de grabador. Yo despesmanejaba el material, lorecortaba... hacaconlel experimentoquequera,pero elmaterialera siempre el lenguaje hablado.^ Lavoces que elnarrador registra, vocesdelos personajes,partes integrantes delmundo narrado, sonlas encargadas,pues, dela presentacin 16 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionsdel cuerpo ficticiodelanovela.Conellonoslose apuntala laverosimilitud delocontadolahistoriase despliega desdela perspectiva de quienes laestn viviendo y hablanenellades mismos, sino que asseestableceuna gran cercanaentreeldestinatario (ellector)y elrelato.En efecto, los personajes despliegan elmundodesdesu personal visin, lo que daalashistoriasun marcadocarcter confidencial, por instantesdenarracin autobiogrfica. Almismo tiempo, laausenciadenarrador explcitoque nosemuestraen absoluto, que ni siquiera obracomo personaje delmundo ficticio, conun grado tanaltodeverismo objetivo e impersonal,contagia alamateria narrativade inquietanteambigedad, intensificandoasla propia del limitadoconocimiento que tenemosdeunos personajes, vistosslodesdesu unilateral ngulo de enfoque. Slo signosgrficospreceden oseintercalanenlos dilogos, nunca "descritos", siempre directamente expuestos ala percepcin del lector, medianteelmutistotaldelnarrador.Lossilenciosdelos personajesaparecen tambin graficados contres puntos(- .. .), enel espacioque leshabra correspondido asu participacin alternadaenestos dilogos. Treslneasde puntos,por su parte, marcanlas interrupciones ms prolongadas: los lapsos que medianentreunaconversacin y otra, conlanochede por medio, la mayorparte delas veces, olashorasdiurnasdedicadasaotrosmenesteres. Volatilizadoel narrador, todavozes desplazada, entonces, alavoz propia e inmediatadelos personajes,que se"relatan"asmismos.No hay lams mnimaacotacindelnarradorinvisible queacompae comomarcaalos parlamentos delos personajes, losconsabidos "dijo", "afirm", "pregunt", etc.Esla posibilidad extremadelestilodirecto. Y, por ende, dela objetividad tanbuscada por lanovela contempornea, desdelos logros inicialesde Flaubert, elexitoso empleo del punto devistadeunrelator invisibleen Hemingway, lanovelaconductista y loscasos que hemos consignado msarriba. No olvidemos, sin embargo,quequien sehace invisible, reduciendosu papel aldeun registrador de voces, enactituddetotalneutralidadfrentealo que ocurreenlarealidad ficticia, esel narrador, noelautor."Elnarradorha dicho Vargas Llosaes siemprealguien distintodel autor, unacreacinms de ste, al igualque los personajesy, sindudaelms importante, aunenlos casosen que setratadeunnarrador invisible, porque todoslosotros dependen deeste personaje secreto".5 Esto, hoyya casiunnimemente aceptadopor la crtica, estan importante desertenidoencuentacomoel hechode que "la impasibilidady la objetividad son,nicamente, maneras astutas ysubrepticias devolcarla subjetividad enel relato, una estrategia en la que conclusiones, demostraciones y reaccionessentimentalesantelo que ocurreenlarealidadficticia parecentranspirar naturalmentedelocontado haciaellector y noserle impuestaspor elnarradordictatorial".6 Puig, en efecto, no opinadirectamenteya tendremos que matizaresta afirmacin, pero lohacedesdela invisibilidad, demodosinuoso.Esl 17 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionsquien ha organizado sumateria (tambinpor l y nootrolibremente elegida, odeterminada por sus"demonios" personales),y lohahechodeunamanera dada; esl quien haencadenadodeciertomodolos episodios(en una relacindecontinuidad queaparece como necesaria, peroque, obviamente, elautor podra haberalteradoa voluntad); lhasido quieneligi los acontecimientosreveladores que ibanaformar parte delos dilogos desus personajes, etc.Yasescomo podramos,legtimamente,llegar alas opiniones de Puig sobremuchas cosas, delas que "contamina"lamateria narrativa, enun procesopor mediodelcualsumundo subjetivo seconvierte enelmundo objetivo delanarracin. Elmodo por elcuallaexistenciadeManuel Puigser extraoenel mbitodela ficcin, msclaramentese manifiesta,es, claro est, eldelos textos ensaysticos a pie de pgina. Yes que,yuxtapuesto almundo narrado, en aparienciacompletamente exterioral y enun lenguajepropio deltratado cientfico, estnlostextos quefiguran comonotas explicativas al pie de pgina, materiala-narrativo que tenemos que atribuirdirectamentealautor y noalnarrador.7Noestn situadasestasnotasenesenivel que Todorovllama "apreciativo", cuandoel autortransfierealnarradorlafuncinde aclarar, acotaro completaraspectos del libro, endimensin que leseainherentealaobra y distintadelautorreal. En alguna medida podemos considerarestas notas, sin embargo, tambin comoelementostcnicosdela estrategia narrativa, pues laformadesu inclusinobedeceunavez ms, alintentodenohacer aparecer un narradorintruso. Constituyen ellosdocumentos proporcionados al destinatario, al lector, poralguienque tomaenseriolo que elmundoficticio despliegayqueprocura, as, contribuirasumscabal comprensin. Planteanestostextostanto y ms impersonalesque elrelato mismo, una perspectiva de explicacinposible,pero nuncaenreferenciadirectaal "caso" particularque losmotiva.Sonsntesis que selimitanatransmitirel estadoactualdeuna cuestin, conindiferencia aparentepor eldestino y la conductadelos personajes, aloscualesno hay alusin personalalguna. Respetan as, demodo escrupuloso, lainflexible ley de objetividadque preside todalanovela.Esellector quien tiene que establecerlas proyecciones interpretativas, desdelosescritosde vulgarizacin cientfica (lasnotas), al mundonarrado.Elnarrador continua, pues,completamente esfumado, consiguiendo conello que laobra siga dandola impresin deser autosuficiente.Enla mejor lneaflaubertianadelrelato:"L'artistedoit s'arranger de faijon fairecroirela postritqu'il n'a pas vcu", escribiel autordeMadame Bovary. No pudiendo entrometerseenel relato, queriendo ofrecerunaactitud impasible frentealo que narra, noslo permanece invisible, sino querelega su participacin ala queparece serla propia deun lectorinteresado:eselcaso que va"conociendo"desu personaje el que lo llevaabuscar explicacionesplausibles desuconducta.Perolointeresantees que tal objetividad no queda slo para elnarradoresfumadodela ficcin, 18 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionssinotambin para estemismocomentaristadela personalidadgenrica de unodelos personajes, atravsdeese mltiplejuego de objetividadesque estamosdescribiendo:loscomentariosson fros,analticos, impersonales; no aparecen como propios deun relator, sinodeunente ajeno almundo narrado; noaludennuncadirectamenteasusmotivadores. Lacoleccindeafirmacionesdelautorenlasnotasmodelaun aspecto parcialaunquesignificativo al mximo, de un plano de la realidadficticia: como decamos, unsistemadeideasentornoala personalidad deunodelos protagonistas. As, estassntesis ensaysticasqueaspiran asersaber cientfico y comotalse enuncian, sibien parecen nohacerse parte dela ficcin, constituyencomplemento valiosode ella, ofrecenesa posibilidad analticaausenteeneltextonarrativo propiamente tal. Conjuntamente con loinsinuadoo sugerido enlasvocesdel relato, confluyen adisearelnivel interpretativo delacondicindeunodelos protagonistas. Ylohacedesde una posicin abstracta y omniabarcadora, confrases que buscanser expresivas deun aspecto delandole humana, capturada enfrmulasde rigor intelectual, y delacuallaexistenciaconcretadel personajesignifica unamodalidad posible. 2.Hasta aqu hemos puntualizado la presencia dedosnivelesde discurso, con registros diferentes:los dilogosy lostextos cientficos, despla zadosal pie de pgina comonotas.Peroenlanovela hay otrosmateriales conformadoresdelaestructura: monlogos interiores, relatosde pelculas, informes penales. Como cualquierrigidez deun procedimiento artsticosuele irendetrimentodelacalidadestticadel relato, steefectivamentenose atieneenformaabsolutaalmero registro devocese incorpora otrosmodos deldiscurso.Tanhbil inyeccin deotros recursos, intensificala funcionalidaddel predominante. Se produce,por momentos, unacercanatalalos personajes,que se llega alasustitucindel registro desusvoces por la presentacin msntima dellibrefluirdesusconciencias.Lo que enlaformulacinarticuladadel discursoes exposicinobligadamente clarae hilvanada, es reemplazadopor la reproduccin delaincoherencia y elcaosdesuinterioridad.Peroanel procedimiento del monlogo interior, comoes sabido, tiende tambin, precisamente, alaeliminacindelnarrador.8 El dilogo entrelos protagonistascuyasinterrupciones,segn hemos sealado, sonslolas notas, encuentrasu primer corte significativo inter no^enel monlogo interiordeunodelos personajes, Molina, cuandostese entretiene pensando enuna pelcula(pgs. 104-107,109-116).Monlogo "mesurado", perfectamentepuntuado,pero contodoslosdems rasgos propios del procedimiento:soliloquioque seformulaen soledad, producto deunainmersinenlaintimidaddela conciencia, realizadosinintencinde ordenamiento racional, quereproduce fielmentesu devenirespontneo, caticoyque, enel plano dela expresin, introduceundiscurso querompe la causalidad, simplicidady claridaddel soliloquio tradicional,^ al 19 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionsinterrumpir lacoherenciamediante procesos asociativos.11 Otro monlogo interior, stecomo pesadilla de Valentn, nacedela narracindeuna pelcula,cuyasemejanza conlavidadeValentnha destacadoMolina (pgs. 128-133, retomadoms adelante, pgs.148-149). El captulo final es, casitodo l, un largomonlogo interior pesadillesco, tambinde Valentn, enelcasidelirioenel hospitaldespus delastorturas. Enlseretoman imgenesy hechos, establecindoseentreellosconexiones que resultan profundamente iluminadoras para ellector. Es, pues, tanto por mediodela reproduccin "fiel"delo pensado, como por el registro delo "dicho", comoseaccede primordialmente ala realidaddelos personajes. Elnarradordeclinatodaatribucinsobreellosen favordeuna deposicin directa, sinintermediario."Desdeelmomentoen que la palabra delhroeesla suya,y noladelnovelistahaanotadoMarcel Raymond, ellectortieneelsentimientode que todaslas palabras pronunciadassurgen delaconstitucin nerviosa, moraleintelectualdel personaje". Yestoeslo que aconteceenlanovelade Puig,y aello apunta el usodelatcnica. 3.Los personajes deManuel Puig son, ante todo,lectores,auditores, espectadores eilustradoresdemelodramas:LatraicindeRita Hayworthy Boquitaspintadas sonrelatosde relatos, narracionesde narraciones, relacionadosentres por una ley deinversin.1-*Enesasnovelaslos personajesprotagonizan historias imaginariasqueconstituyen eldoble invertidodesushistoriasrealesoreescribenlashistoriasde otros, seanstos realesoficticios. Puig, fantico espectador de cine,13 y lectordeliteratura melodramticos, fascinado por el folletn, escribeobrasalas que liberadelas convencionesdel gnerooriginario.14 Enellohaobservado inteligentemente elcrticochilenoGilberto Trivios, residesu inscripcin innovadoraenla historiadel dilogo "literatura"-"subliteratura".Consus novelasy enesto tampoco Elbesodela mujer araa constituye una excepcin,pruebaque gusta delosfolletines y delcine melodramticos, peroquegusta deellos crticamente ypor estoes que ha podido sostenerse que susnovelas son, ala vez, apoteosis eirrisindelmelodrama.El propio autorhaestablecido: Yonocreo que elfolletn y lanovela policial sean gneros menores, porque sonlos que me gustan,por esotratode demostrarsuvalidez.1^ Reminiscenciaclaradeestarelacin siempre mantenidaconesos gnerosen sultima novela, sonnoslola presenciagravitanteque enella tienenlosrelatosintercaladosde pelculas, sinoelrevivirese aspecto bsico delestilofolletinescode publicacinque eseldaraconocerunahistoria por "entregas" sucesivas.Yestolo podemos observarenmuchos componentes dela compleja estructuradelanovela.Por ejemplo, con respecto alasnotas eneltexto. Segnreglas no formuladas, ellector puede,legtimamente, no aceptar elllamadoa pie de pginay continuarassulecturasin interrupcin. 20 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsO responder al requerimiento. Yenesto hay un juego sutil:todanotaes ruptura,suspenso, unomseneste casoque vieneasumarsealos que matizanelritmonarrativo y eldesarrollodelasficcionesdentrodelaficcin (relatos de pelculas)y delaficcinmisma (suceder delos personajes formuladoenlos dilogos). Afirmacionesde Molina, narrador-de-pelculas, aparecen irnicae implcitamente trasladadasalnarradordela novela, enun juego conellectora quiensorprende ensuactitudms tpica de "gustador dehistorias". "'As, al aproximarse aun punto climticodel relato, Molinalo interrumpe, afirmando: me gusta sacarteeldulceenlo mejor, aste gusta msla pelcula. Al pblicohayque hacerle as, sinonoest contento.Enlaradioantestehacan siempre eso.Yahoraen lastelenovelas (p.32). Yesestemismo procedimiento, habitualenla subliteratura, el que el propio Puigemplea ensu novela, sabedor que hastaelmsrefinado lectoraunque stedifcilmente aceptara reconocerloesundevoradorde suspensos,cogido por laancdota.Eslo que sucedetambinaValentn (cfr.p.32) ... y al mismolectordeElbesodela mujeraraa, quien sesientellamadotanto por elrelatointercaladodelas pelculas(se alteraantelas interrupciones), como por lo que acontecealos protagonistas delanovela (le altera que los personajes vuelvanalas pelculasy no sigan hablandomsdes mismos)o, enelcasoms acentuado, semolestaconlasnotasdelautor y,por instantes, quisieraprescindir deellas.YsiValentnen algn momentocomenta que "le dalstima" que la pelculaque Molinalenarra haya terminado,porque se "encari"conlos personajes, esoeslo quePuig insinaallector que vaa sucederleasteconsunovela.Enundoble plano,pues,yguardando una relacinde homologa, vancontndoselahistoriacentral y lashistorias intercaladas, y lasconexionesnoslose presentan aniveldecontenidostas sirviendodecorrelatode aqulla, sinode estructura, puestoque los procedimientos narrativosdesu presentacin son semejantesyoperan con unmismo objetivo: inicio,desarrollo, suspensoporinterrupcin, vuelta alo narrado, etc. Los protagonistaspasan sin transicinde la ficcindelfilm a la realidad desus problemasy hablandestosconelmismo registro de aqul, al principio Molinamuchoms que Valentn, pero ste, avanzadoel relato, ya hasidoeneste aspecto tambincomoenotros queaqu no corresponde analizar, profundamente modificado por la experiencia desusituacin presente. Asescmocaeltambin bajo eseefectodelacreacinde un espaciohipnticoque entrela pelculay su espectador("relator", en este caso), existeenelarteflmico.Lashistoriasmelodramticasdeestas pelculas noslo cumplen enelloslafuncin que los personajes conscientementele asignanservirles deentretencin para obtenerel sueosino queparadjicamente,pues enesashistoriasmelodramticas 21 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionstodotieneunnivel paroxstico, les ayuda ensu proceso deautodescubri miento. Hayaqu un aspecto interesantedeserobservado:estas pelculas, por sermuestrasdecine melodramtico, portansiempre un mensaje y sudiscursonarrativo (como eldelas radionovelas, telenovelas y fotonovelas),presenta lascaractersticasdeun mensaje redundante,^ pero, a pesar de ello, sus perceptores los enriquecen enel paso desu significado posible alarealidaddelo por ellos vivido, pues seles aparecen como correlatosvalidosdeuna experienciapersonaly desencadenaenellos algo ms que un simple mecanismodeidentificacin. Puig, como autor, claro esty ellector avisado, sabenlo que los personajesignoran:que los modelos sugeridos enlashistoriasson cursis,dudosos,falsos, irreales. Elescritorhadeclarado explcitamente elsentidodela presencia delo cursiensuobra: ...lacursilerameconmueve.Me pareceque lacursilera argentina es autntica, esas primerasgeneracionesque sevan amoriral interior, aese pramoque esla pampa, osehunden enel pozo deBuenos Aires, yque notienentradiciones (...) Lanecesidaddeunmodeloesautntica.Eldeseode superarse. Si eligen malosmodelosolosimitanmales lamentable, pero lanecesidad que lesmueveesautntica.17 Otraformadeldiscursomelodramtico querecoge Elbesodela mujer araaeselbolero. Este, como gnero dela subliteratura, tienetambinun carctermistificador: pretendeque lodichosea percibido comoverdadero y persuadir de que lasconvencionesde que establecenoson propias dela legalidad desu escritura, sinoefectodelanaturalezadelascosas.Poresolos personajes de Puignecesitados demodelos ycreyendo encontrarlosental lenguajeafirmanque "losbolerosdicenmuchas verdades", que son"crudos y realescomolavida misma", que "estncalzadossobrelo real", que "reproducen eldiarioacontecerdela vida", etc.18 Y,nuevamente, la incorrecta aprehensin delserrealdeesos textos, contrastaconelefectivo padecer de los personajesy su proximidad a losmodelos. 4.Desdeel punto devistadela disposicin externa, lanovelatienedos partes, con8 captulos la primeray 8la segunda; elltimodela primera parteconstituye un captuloexcepcional,puesinterrumpe elmodonarrativo predominante,para formularsecomoun"informe" penitenciario.19 Setrata deotro gneroespecfico deldecir querecogePuigaligualque muchos novelistas hispanoamericanos coetneos suyoscon elcual logran una modificacinbsicadela lengua narrativa, ironizando ydesplazando aslas formasestablecidascomosistema por las generacionesprecedentes.20 Forma inhabitualde relato, delacualsenutreelmodo narrativo, conjuntamente conotros tipos de"informes" (cientfico, mdico, policial),21 ensuforma rectaocontorsin deformadora, desplegando conelloobservaGoic"una actividaddel espritu distintaala que convieneordinariamenteal gnero". 22 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsEste captulo 8noslocortasimtricamentela novela, sino que es centraleneldesarrollodelahistoria bsica, puestoquepor lnosenteramos decmose quiere utilizaraMolina para obteneratravs suyo, informacio nessobreel grupopoltico en que actuaba Valentn, abriendoasuna gran dudaenellector (que slolas pginas finalesterminande aclarar), sobrela conductarealdelhomosexual.Yesto justo enelinstanteen que seha iniciadoun mayorgrado de aproximacin entrelosdos protagonistas, en que ellector observa, con complacencia, launin profundaque entreambos personajes comenzabaaconsolidarse.El captulosiguientequeinaugura la segundapartey dondeesarelacinse intensificalleva ya el peso de la duda sobrelaautenticidaddelaconductadeMolina. Maestra, pues, enla distribucindeloshechosnarrativos:modalidadformalenfuncindeun contenido, configuracinqueresponde, con propiedad, aunamateria que leesdeterminante. Punto pleno de complejidad narrativaeseste captulo 9, enelcuales posibledistinguir variosniveles: 1) eldelahistoria bsica, siemprepre sentadaatravsdel dilogo, ahoraconuna carga tensionalintensificadaal mximo, resultadodela ambigedad con quepara ellectorseofrecela conductade Molina; 2) eldelfilm narrado, de gran"suspenso";3) eldel monlogo interior, profusamentefragmentado, de Valentn, dealta incoherencia, sinreferentessuficientemente explcitospara ellector y con muchasconexiones (como severmsadelanteenla novela, sobretodoen los captulos 10 yltimo): este monlogoresponde, comomodalidadde formulacin ajustada, almarcado desequilibrio fsico-emotivode Valentn, producto desudoblemalestar:laenfermedad provocaday la conciencia, que gradualmente haido asumiendo, desudebilidad ideolgica;22por ltimo, 4) eldelasnotasa pie de pgina,quesiguen tratandodelahomosexualidad. Comprobamos,pues, unavez ms, lamuchadistancia que mediaentre laliteraturacomunmentedenominada "popular"y estearteelaboradodelas obrasde Puig, dondecadaelementofuncionaen ajusteperfecto coneltodo estructuradodel que forma parte. Veamos algnejemplo ms. De gran fuerzadramticainterna y, almismo tiempo, delicadaternura sinostentacinnimuchomenos regodeo enla"crudeza"evidentedela escena, esla primera relacinsexualentrelos protagonistas.Contribuye a hacerla "aceptable" elhechode que allectorsele haya ido gradualmente preparandopara sumsrecta comprensin, en especial enlasnotasesas que, en lenguajeensaystico,apelan aladimensinintelectivadellector:la inmediatamente precedente, enlazala"liberacinhomosexual"conlos movimientosdeliberacindeclases.Esta nota,entonces, comoes evidente, tocaeltemabsicodelaobra.23Eselmomentodelaidentificacindelos personajes(a niveldela ancdota); eselinstantedeencuentrodelos aspectos vitalesdecadauno y delo que ello representa(a niveldeunams honda significacin). Molinadir a Valentn: 23 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and ConditionsMe pareciqueyo noestaba... que estabasvossolo (. . .) O queyo noera yo. Que ahora yo ...erasvos (p.222).^4 Ylanotaenuncia: Este prejuicio losmodelos "burgueses" dehomosexualidadu observacin justa, sobrelos homosexuales, hizo que selos marginara enmovimientosdeliberacindeclases y en general detodaaccin poltica. Esnotorioladesconfianzadelos pases socialistas por loshomosexuales.Muchodeesto afortunadamente, acotalaDra. Taube, empez acambiar enladcadadelos 60, conla irrupcin delmovimientode liberacin femenina, ya que el consiguienteenjuiciamiento de losroles'hombrefuerte' y'mujer dbil' desprestigi antelos ojos delos marginados sexualesesosmodelostaninalcanzables comotenazmenteimitados. La posterior formacindefrentesdeliberacinhomosexual [termina sealandoelautordela nota, enunadelasescasas ocasionesen que interviene, aunquesiempre oblicuamente, emitiendouna opininpersonal], serauna prueba deello (p.212). Estavisineslade Puig, nocabe duda, pero ellase impone convincente no por lafuerzadesuformulacin explcita, sino por elmodoestticode su plasmacin;transpira connaturalidaddelaficcin misma, enmuchos desus estratos, como proyeccinaceptable deuna posicinsubjetiva, a losmarcosdelrelato objetivo.Puig hadicho:"Notratode 'juzgar', de pronunciarme sobre algo, sinodedardatos paraque ellector saque sus propias conclusiones".25 Otramuestramsdeestedominiotcnico puesto alserviciodeuna expresividad, latenemosenel captulo XIV que, ensu primeraparte(pgs. 249-250) es reproduccin delo que diceelDirectordelPenalenuna conversacintelefnica que tienecon alguien situado muy enloaltodel sistema.Al"orse"slolavozdeunodelos interlocutorespues elotro queda silente, se subraya anmselcarcter impersonal del implacable rgimenrepresivo, verdadera mquina castradorade posibilidades de realizacinhumana.2^Nuevo rasgoexpresivopuesto alserviciodeuna intencionalidadde denuncia, lacualno queda liberada entonces, tanslo alaenunciacin explcita, sinoencarnadaenelementos propios dela estructuracinformaldelrelato.27 Eneste captulode mxima importanciapara eldesarrollodela historia ficticia, elfinaldela pelcula contada preanuncia lo que severen elfinaldelanovela.Eselcasomsclarode aproximacin entrelahistoria central y unahistoriaintercalada que lesirvedecorrelato.28 El penltimocaptulo esun"InformesobreL.A.Molina (...) a cargo delserviciode vigilancia". Lafrialdaddeltextocondiceconel lenguaje 24 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditionsfosilizadodelos partes burocrticos ypoliciales, aumentando aspor contraste, elestremecimientoemotivodel lector, alestablecerunafuerte carga tensionalentrelo que eltexto despersonalizadamente enuncia y el dramatismo que lo que refieretiene para el lector, en posesin stedetodos loselementos paracomprender cabalmentelo que deverdadacontece. 5.Habraanmuchos aspectosque considerarsobrelosmodosde estructuracinnarrativadeElbesodela mujer araa, pero estimamos que los aqu observadossonsuficientescomo para definirelcarctersumamente complejoy elaboradodeestaobra. Haberatendidoa algunas delasrealizacionesestructuralesdelanovela nodebe significar, sin embargo,queprivilegiemos lasformasnarrativasens mismas, Porel contrario, ellasnosenosofrecencomoundeshuesado esquema ounmero recipiente, sino que sonun principio deentrada y acceso almundo que leest exigiendo alautorserrevelado.Poreso que en Puig no hayescapismopor vaformalista:s hay unavoluntad responsableno manifiestaen expresiones directas:"Yo tengo misideas y misconvicciones ha dichopero tratodeno expresarlasmuy directamentesinode que los hechos que cuentolas pongan enrelieve"decontribuiralcambiodelstatus delmundo que suobra aprehende. Antelasituacin problemtica del momentono escoge laausencianila ambigedad,perotampoco se deja tentar por elfcil panfletarismo. Esascomo Puigcumple conesa"accin por revelacin"dela que hahabladoSartre.Ensu compromiso, elescritor argentino sabe que la palabra esaccin yque revelarescambiar.Lo que Elbesodela mujer araa significa, lodacomo mensaje, enunaforma que como artistaPuig tienedecomunicarnosuna verdad, la suya, enunas imgenesque, sindemostrarnada (es lo que haraenuntratadodeideasoen unescrito poltico), muestratodo.2^ NOTAS 1.VidCedomil Goic, Historiadelanovela hispanoamericana, EdicionesUniversitariasde Valparaso, UniversidadCatlicade Valparaso-Chile, 1972, p. 271. 2.VidMichel Zraffa, Romanet societ,Paris, P.U. F.,1971, p. 14. 3.EnPantalen y lasvisitadorasel lenguaje conformademodo muysemejante alo que veremosocurreenlanovelade Puiguncontrapunto entresus posibles formas extremas:unalams viva, tomadadirectamentedebocadelos personajesy expuesta as al lector;otra, el lenguaje muerto,osificado,fosilizado, delos "partes", los "informes", donde predominan el tpico, el clich, el lugar comn.Vidnuestro trabajo "Proposicionespara unaconsideracincrticadel lenguaje narrativodePantalen y las visitadoras", NuevaNarrativa Hispanoamericana, Vol. V, en. y sept. 1975, pgs. 137-149. 4.Cfr.entrevistadeManuel Puig concedidaaSul Sosnowski, en Hispamrica, ao I, nm. 3,1973, pgs. 69-80.Lacitaesdela p. 71. 5.Cfr.Mario Vargas Llosa, La orgaperpetua (Flaubert y Madame Bovary),Madrid, Taurus,1975, p. 220. 6. Id., p. 221. 7.Sobreel punto vasenuestraentrevista. 25 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions8. Aunque estaeliminacinno sirve, sin embarg, ms quepara realzarsu presencia,pues, cmo es posibleque el pensamiento, amorfo y naciente,hayapasado al lenguaje articuladodel relato?, quin,y en qu momento, loha recuperado? Sobreel punto resultadeinterslodicho por OscarTaccaensuestudioLasvocesdela novela,Madrid, Gredos,1973, pgs. 99-107. 9.La participacin comotercerinterlocutorenunodeesos dilogos,p. 94, muy breve, de slocuatro parlamentos, deun guardia del penal, es,efectivamente, unavariantede corte, pero tambin registra unavoz que habla. 10.VidRobert Humphrey, Lacorrientedelaconcienciaenlanovela moderna, Santiago de Chile, Ed. Universitaria, 1969. 11.Hablandos personajes dela pelculaque Molinarecuerda: " 'no ser que Ud.seha perdido?,yopuedo indicarleelcaminonacenla comarca',o sedicealdea?comarca y aldeasonlasdela antigedadypueblitos sonlosdela Argentina; nosculserel nombredeestas poblaciones en bosqueselegantes deEstadosUnidos:mimadrecomo yo ...". Obviamente, quien hacelas disquisiciones sobreelusodeltrminoaldeaes Molina; despus delosdos puntos delfinal quiensigue hablandoesel personajeque Molinarecuerda.Elbesodela mujer araa,Barcelona, Seix Barral,1976, p. 105.Todas nuestrascitasdelanovelasondeesta primera edicin. 12.Sobreeste aspecto videl riguroso estudiodeGilberto Trivios, "Ladestruccindel verosmilfolletinescoen Boquitas PintadasdeManuel Puig", Acta Literaria, Universidad de Concepcin, Chile,Nl,1975, pgs. 113-147. 13.Sonmuchaslasocasionesen quePuig hadeclaradosusrelacionesconelcine. Vid, p.ej., laentrevistaconSal Sosnowski, art. cit., passim. 14.AEmir RodrguezMonegal,Puig leconfes"NuncaleLosMisteriosdeParts (. . .) Jams leunfolletnenmi vida, pero svimuchocine folletinesco, omucharadio folletinesca".Cfr.Emir RodrguezMonegal, "Elfolletnrescatado.EntrevistaaManuel Puig", RevistadelaUniversidadde Mxico, oct. 1972, pgs. 25-35. 15.Entrevistaen Hispamrica, cit., p. 73. 16. Cuya funcin, comoloha precisado Umberto Eco, consisteen quecontribuye "a subrayar launivocidaddel mensaje;ymensaje unvocoser aqulque lasemntica definecomo 'proposicin referencial', enelcualse procura establecerunaabsoluta identidadentrelarelacin queplantea elautorentre significantesy significados,y la que plantear eldescodificador.Enestoscasoseldescodificadorsehallainmediatamente remitidoaun cdigo familiar, queya conocaantesderecibirel mensaje;y sedacuenta de que el mensajepone elmximocuidadoen seguir todaslas prescripciones del cdigo". Apocalpticos e integrados antelaculturade masas,Barcelona,Lumen,1968, p. 110. 17.Entrevistacitadade RodrguezMonegal. 18."TontodiceMolinaa Valentn, p. 143, es que losbolerosdicenmontonesde verdades, es por eso que amme gustan tanto". 19.Enlas primeraspginas,puesluego se presenta comoun dilogo entreelDirectordel Penal y Molina, dilogo enelcualadiferenciadeldelos protagonistasse indica explcitamente laidentidaddelos hablantes, enacotacionesdramticas. 20.Cfr. Goic,ob.cit., passim,especialmentep. 272. 21.Goicmencionaotros ms,id., ibidem. 22.Eselmomentoen que Valentnseabre completamente ala comprensin desu compaero decelda ydesahoga, encarta que le dicta, todasu soledad,desconcierto, miedoalamuerte y anhelodeDios. 23.YaenTheBuenosAires Affaire la represin sexualerael eje temtico.Todaslasnovelas de Puig, en general, tiendenaaclararlo que elautor piensa son"la experiencia decierta gente, ciertosvalores quepueden sersalvados".Cfr.entrevistade Hispamrica,p. 79. 24.Enlaescena siguiente Valentndicea Molina, con respecto alanueva pelculaque le pide contar:"Site gusta a vos (. . .), mevaa gustar a m, aunque nome guste",(p.225). 25.Cfr.entrevistade Hispamrica,p. 77. 26 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions26.Lomismoacontecer pginas ms adelante, cuandoseauninformedelserviciode vigilancia, texto burocrtico, el que ensumera reproduccin daconocerlosucedido conMolinaunavez que abandonaelPenal. 27. Puig dicecreer que, en poltica, "laliteraturanomuevenadainmediatamente.Tendr sus efectosagrega, iluminarciertos problemas conel paso del tiempo,pero una novelanomueve polticamente nada.Yocreo que si hayalguna intencin poltica son los episodiosque cuentanlos que tienen que evidenciarla.Siel mensajepoltico sehace muyexplcito, laobrasevuelve panfletoy esosobreellectortieneunefecto contraproducente".Hispamrica,p. 78. 28.Estambinel captuloqueexplcita elttulodelaobra:"vossosla mujer araadice Valentna Molina, queatrapa aloshombresensutela" (p.265). 29.Como complemento aestasnotasdecomentarioala novela, puede leersenuestra entrevista"Seis preguntas aManuel Puig sobresultima novela, Elbesodela mujer araa", enTheAmerican Hispanist, vol. II, nm. 18, mayo 1977, pgs. 12-13. 27 This content downloaded from 130.39.62.90 on Fri, 31 Jul 2015 01:27:35 UTCAll use subject to JSTOR Terms and Conditions