Como Robar Un Banco

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  • Luis Alberto Oddone

    COMO ROBARUN BANCO

    Justicia cmplice en Argentina

  • Luis Alberto Oddone

    COMO ROBARUN BANCO

    Justicia cmplice en la Argentina

    2011

  • by Luis Alberto Oddone, 2007All rights reserved

    2nd Edition, 2011

    ISBN-13: 9781460942321 (Create Space-assigned)ISBN-10: 1460942329

    No part of this book may be reproduced in any form, except for theinclusion of brief quotations in a review, without permission of theauthor.

  • Este libro est dedicado a mi esposa Nora.A mis hijas Paula y Carina......y a los directores y asesores del Holding Oddonecon el pesar de que algunos ya se fueron:Dr. Ovidio Jimnez, Dr. Santiago Martinucci Yriart, Dr.AlfredoLisdero, Dr. Hctor Brtora, Sr. Martn Santana, Dr. Sergio PeraltaRamos, Sr. Jos Cao Fernndez, Dr. Edgardo Gmez Luengo,Dr. Alberto Muiz, Dr. Oscar Alonso, Dr. Nstor Varni, Sr. JuanDomingo Acosta, Dr. Hctor Daz, Sr. Miguel ngel Pucci, Sr.Norberto Arcolino, Sr. Aldo Moro, Sr. Jorge Rodrguez, Dr. MarioSatanowsky.

    Tambin al resto de mi familia. Y a los directivos, empleados yobreros aunque ya no lo sean de:

    ARGENTINA:Banco Oddone S.A./ Luis Alberto Oddone & Ca. Asesores Fi-nancieros S.A./ Oddone Futuros S.A./ LAO Publicidad S.A./ DinersClub S.A./ Bagley S.A./ National Lead Company S.A./ IndustriasDeriplom S.A./ Corinda S.A./ Productos Solmar S.A./ Flor de LysS.A./ Roby S.A./ Establecimientos Agropecuarios La Elvira S.A./Trading Americas S.A./ Silos y Elevadores S.A./ Midam TradingS.A./ Cereacol S.A./ Metalcol S.A./ Ipacol S.A./ Puertos ArgentinosS.A./ Puerto de Cereales S.A./ La Barullera S.A./ Mid AmericanS.A./ Cresofin S.A./ El Espoln S.A./ La Rastrillada S.A./Agrocereales del Oeste S.A./ Compaa Minera Ass S.A./ MinagroS.A./ Suministros Petroleros S.A./ Erosa, Prida S.A./ Fiandra Pro-piedades S.A./ Crdito Consolidado S.A./ Goltec S.A./ Fiandra Au-tomotores S.A./ Ferrocor S.A./ Tiusdy S.A. y Gran TV Color S.A.

    BRASIL:Fomento Nacional S.A. Compana Financeira/ Grupo ResidenciaS.A. Inmuebles, Construcciones, Corretora de Valores y dos Cader-netas de Poupanca./ Brasil Interpart Banco de Investimento S.A.

  • PARAGUAY:Banco Unin S.A. / Amricas del Paraguay S.A.

    URUGUAY:Pemar Sudamericana, Casa Bancaria S.A.

    USA:Mid American Credit Corporation (Panam y New York).

    HOLANDA:Amsterdam American Bank NV, Amsterdam.

  • PRLOGO

    El trabajo al que en breve sntesis me voy a referir a conti-nuacin, tiene un profundo significado testimonial. No participadel gnero de las memorias, aunque sirve como una sinttica ex-plicacin de vida. Tampoco se trata de un ensayo, donde las re-flexiones y los mensajes se deslizan sin las exigencias formalesque resultan casi inherentes a obras de mayor envergadura y conpretensiones ms ambiciosas.

    Se trata, entonces, del testimonio que ofrece un seor quesupo ganar un significativo espacio en el mundo de los negociosen el pas y en el exterior. Oddone no constituy una multinacionalen el sentido actual. S configur un grupo empresarial con nego-cios diversos que en un momento dado alcanz resonancia aqu,en la Argentina, y afuera, sobre todo en la regin y en los EEUU.

    Cmo logr sobresalir casi desde la nada, es lo que conestilo llano y proverbial sinceridad evoca en poco ms de dos-cientas pginas. Las referencias a los colegios que frecuent y asu familia, muestran al autor en la atmsfera donde se cri y edu-c. Una suerte de reconocido homenaje a Nora, su esposa y com-paera de toda la vida y madre de sus dos hijas, exhibe con trans-parencia el perfil del hombre a quien se lo persigui sin piedad,con argumentos que en este pas de arbitraria memoria y opacajusticia resultan caricaturescos.

    Desde sus comienzos, hasta la progresiva configuraciny consolidacin del grupo que se identifica con su nombre, Oddonerelata casi cronolgicamente los acontecimientos que engarzansu expansin interna y externa hasta alcanzar incmodas alturaspara quienes se aterrorizan con el ascenso de competidores o derivales en la fortuna. Aclaro que soy amigo de Luis desde haceunos veinte aos, es decir lo conoc despus de sus reiteradoscautiverios, de modo que no me anima en esta presentacin otromotivo que no sea el de un prologuista neutral al servicio de laverdad segn el testimonio del autor.

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  • Con una naturalidad que merece subrayarse, Oddone desa-rrolla, entonces, todos los aspectos destacados de su vida, particu-larmente en el universo de los negocios y de su peregrinacin ju-dicial y administrativa, reclamando por sus derechos, casi sis-temticamente conculcados, en un contexto donde el abuso deautoridad y la indefensin se han convertido en cotidiana prctica,sobre todo para quienes molestan o no resultan escogidos por losque mandan. Los tropiezos y las dificultades de distinta laya, se-guramente han acompaado a Oddone como a cualquier mortal alo largo de su agitada vida. Pero ha sido durante los aos del de-nominado Proceso de Reconstruccin Nacional, cuando el cerrojointent atraparlo o neutralizarlo con arbitrariedades rigurosamentedestacadas en esta obra. No slo acontecimientos y personajesdestacados pueblan el trabajo. Tambin se mencionan aprietes deautoridades econmicas que parecan tener propsitos arbitrariossino mezquinos ajenos a toda razn jurdica, que no pueden dejarde contemplarse a la luz de las especiales circunstancias que ser-van de marco y de cerco a los operadores econmicos y finan-cieros. Sera tedioso y resultara fuera de lugar, formular men-ciones o destacar episodios que se encuentran proverbialmentenarrados en la obra. Empero, s debo puntualizar que no puedodejar de adelantar alguna mencin sobre las vicisitudes existen-ciales que acompaaron a Luis a partir de 1976, paradjicamenteen nombre de la libertad y de la justicia. Como l puntualiza, fuesometido a proceso y encarcelado, an cuando al momento deliquidacin del grupo y del banco que todava sirve como naveinsignia, los pasivos eran virtualmente inexistentes y los activosconstituidos por bienes reales; dinero y divisas, todava hoy depo-sitados en bancos oficiales, temprana e irrefutablemente des-mentan la calificacin de administraciones fraudulentas que gra-ciosamente se adjudic al autor del que nos ocupamos.

    Por qu entonces el encono? Simplemente porque su pre-sencia molestaba, segn el autor, al establishment hegemnico.Este observaba con preocupacin y sobresaltos todo espacio ocu-pado por operadores ajenos a su crculo ntimo. La reproduccindel dilogo mantenido con un vicepresidente del Banco Centraly sus enrgicas admoniciones, permiten vislumbrar el grado dearbitrariedad que imperaba, an cuando como en el caso del Banco

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  • Oddone resultaba temerario hablar de insolvencia. Pero el lectorno puede perder el dilogo, porque tambin es til para escribir lahistoria de la poca y precisar y confirmar sus opacos resultados.

    Juicios, encarcelamientos, privaciones, desapoderamientospatrimoniales, expatriaciones y an alguna fuga, configuran la expe-riencia personal y familiar de Luis Oddone, pulcramente narrada eneste libro.

    Es un testimonio de vida. Pero all no se agota su valor. En elncleo est viva la Argentina institucional con todas sus debilidades,falencias y arbitrariedades, que bien podran servir para ratificar, mo-dificar y esclarecer el desenvolvimiento de un pas donde las mismasprcticas indecorosas mutatis mutandi siguen teniendo perversa vi-gencia.

    Marcelo Ramn Lascano,agosto de 2007

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  • LUIS ALBERTO ODDONE

  • INTRODUCCIN

    Junio de 2007 | A veintisiete aos de los hechos

    Este libro fue escrito en 1993. A consecuencia derazones polticas y recomendaciones de abogados debido ala inseguridad jurdica de la Argentina y el hecho de que elcaso contina en proceso no quise publicarlo, por prudencia.

    Ahora, decid hacerlo. Incorpor hechos econmicosacontecidos en los ltimos aos adecundolos a la realidadpoltica de estos das. La tarea no me result difcil ya que entrminos de poltica y economa los criterios aplicados a partirde la instauracin de la convertibilidad de 1991 no cambiaronmucho y lo que vino despus, tampoco.

    * * *Los hechos producidos a partir de 1995 fueron ms liqui-

    daciones de bancos: Banco Mayo S.A.; Banco Patricios S.A.; Ban-co Integrado Departamental y el Banco Repblica S.A., entre o-tros, los cuales aunque dejaron gran cantidad de damnificadostuvieron un tratamiento diferente del que debimos sufrir y ansufrimos los protagonistas de la crisis de 1980.

    Detrs de las liquidaciones siempre estaban los directoresde turno del Banco Central, los cuales siempre respondan a losintereses de los grupos tradicionales y la banca internacional.

    A pesar de no damnificar a nadie, el Banco Oddone S.A.y yo, a treinta y un aos de los acontecimientos, continuamos ba-jo los oscuros designios de la llamada Justicia Argentina.

    Durante el transcurso de los aos 2001/2002, a consecuen-cia de la fuga de depsitos iniciada en marzo de 2001, se instaurel llamado corralito financiero para proteger a los bancos na-cionales y extranjeros del sistema implementado por el Ministro

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  • Domingo Cavallo, con el cual se perjudic, mediante la confis-cacin de sus depsitos en el sistema financiero, a millones deinversionistas sin tomar ninguna medida punitiva contra los ban-cos ni sus directivos, con excepcin de los directores del BancoGeneral de Negocios S. A.

    El 18 de febrero de 2001 el Presidente del Banco Centralen ese momento, Dr. Pedro Pou, respondi a travs del diarioClarn con una carta personal, las acusaciones de la diputada ElisaCarri y las denuncias del diputado Gustavo Gutirrez.

    En ella se refiri el entonces presidente de la entidad rec-tora, al supuesto encubrimiento, por parte del Banco Central, deoperaciones de lavado de dinero del ex Banco Repblica. Luegode definir tcnicamente el concepto de lavado de dinero, avanzcon otro concepto atado a la simbologa del mito de Procusto, elmonstruo hijo de Poseidn que muchos de nosotros conocemos,al que utiliz para definir la construccin de una ficcin relacio-nada con las acusaciones sobre l sealadas.

    As dijo: Creo que en este caso se construy un perfectolecho de Procusto, es decir una ficcin, que se hace aparecer co-mo realidad a la que deben adaptarse los hechos. La realidadque ha instalado la diputada Carri es que:...(define las acu-saciones) y contina ms adelante: Definido el lecho, presenteya en la escena Procusto, slo hace falta un esfuerzo para quequien deba ocuparlo lo haga con la precisin que requiere esemonstruo, aunque esto signifique cortar su cabeza.

    Se ha creado as un tribunal popular, continuaba Pou,que sin recurrir al ms mnimo proceso de discusin de los hechos,ha llegado a una conclusin y todo tiene que ajustarse a ella.Creo que sta no es la forma. Debemos respetar un principio b-sico de nuestro derecho: la presuncin de inocencia. Lo contrarioes linchamiento. (El subrayado es del autor.).

    Lo interesante de los conceptos del presidente del BancoCentral es que, por primera vez desde el Banco Central, se tratabade reivindicar el derecho de las personas, el cuestionamiento a lacaza de brujas y la preservacin de las instituciones aunqueen este caso slo se refiera a las pblicas y no a las privadas,

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  • cuando histricamente la poltica emanada de la entidad rectorade las finanzas argentinas fue precisamente la contraria: el ava-sallamiento de los derechos de las personas, la destruccin de lasinstituciones, el saqueo de los patrimonios y el encubrimiento delas acciones dolosas de los funcionarios pblicos pertenecientesa su lnea jerrquica inclusive durante la gestin del Dr. PedroPou.

    Despus de los aos transcurridos desde 1980 es impor-tante que los argentinos sepan que mantengo la Presidencia delBanco Oddone S. A. Que el Banco Oddone S. A. tiene una liqui-dacin firme luego de dos fallos previos de la Corte Suprema deJusticia anulndola, por violacin del derecho de defensa en juicio,gracias a esta Corte Suprema designada por los representantes delos Jvenes Idealistas, protectora de los derechos humanos, juz-gadora del Terrorismo de Estado, pero que convalida las leyesilegales del Proceso de Reorganizacin Nacional cuando se tratade proteger a los funcionarios corruptos del Banco Central.

    A consecuencia de este fallo, emitido en septiembre de2006, comenz el proceso de quiebra del banco, en suspenso du-rante veintitrs aos, en cuyo trmite de verificacin el JuzgadoComercial No.11 Secretara No.22, sent una nueva jurispruden-cia: Verific un crdito reclamando por el Banco Central por msde $2.300 millones mediante la exhibicin y aporte de pruebasen fotocopias carbnicas de comprobantes contables presentadospor el Banco Central al Juzgado con la certificacin de un Sn-dico ad hoc corrupto, asociado con los funcionarios del BancoCentral.

    Otro aspecto interesante de ser conocido por los lectorescomo se ver en el final del libro, es que la sentencia condena-toria penal, que me aplicara la Sala II de la Cmara Federal Pe-nal, es cuanto menos atpica y controversial.

    La Corte Suprema de Justicia de la Nacin la convalidal considerar que el Recurso Extraordinario haba sido mal otor-gado por ella (?), mecanismo que en la jerga de los tribunales sedenomina plancha.

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    La Causa Penal se inici por una denuncia annima quegener una demanda del Banco Central a consecuencia de los

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    prstamos otorgados por el Banco Oddone a empresas del grupoeconmico.

    Al momento de la sentencia, en julio de 1997, la CmaraFederal Sala II cambi la cartula de la imputacin en la condenapor la causa civil, que forma parte de la condena penal, y en lacual me conden a pagar al Banco Oddone la totalidad de losdepsitos perdidos durante la crisis por ser el principal accionista.Una cifra cercana a los US $ 800 millones.

    La condena final no se produce por la imputacin originallos mencionados prstamos sino por la prdida de los depsitosdel Banco Oddone tomando como monto de las sumas a pagar,no la cifra de los depsitos existentes en el banco que sera lo a-decuado frente al cambio dispuesto por los magistrados sino lade los prstamos, los que excedan al monto de los depsitos enms de cien millones de dlares (?).

    La nica explicacin lgica que encontr para este hechoa pesar de que los mencionados prstamos no eran un delito si-no una trasgresin normativa a disposiciones del Banco Centralla cual es punible mediante una multa, plan de encuadramiento ocomo mximo un sumario es la siguiente:

    Al momento de emitirse la sentencia, en julio de 1997, elMinistro de Economa, Domingo Cavallo como lo explicara p-blicamente por los canales de televisin su viceministro en 1996,Dr.Juan Llach algunos meses antes estaba utilizando el me-canismo de los autoprstamos para financiar el dficit fiscal atravs de los fondos obtenidos por el gobierno mediante la venta(privatizacin) de las empresas del Estado.

    Por otra parte, importantes fondos de inversin captadoresde recursos internacionales para su inversin en privatizacionesde empresas del Estado, o en la adquisicin de empresas privadas,como el Grupo EXXEL y SOROS entre otros, utilizaban comometodologa normal de financiamiento el autoprstamo ga-rantizando los prstamos tomados a sus propias estructuras conlos activos de las empresas compradas, metodologa de uso normaly frecuente en los mercados internacionales de capitales, a losque tanto respetan los economistas idelogos de las polticas eco-

  • nmicas implementadas desde el Proceso de Reorganizacin Na-cional hasta la actualidad, como tambin por los presidentes delBanco Central de la Repblica Argentina que se sucedieron duran-te los ltimos veintisiete aos.

    Por tanto, mi deduccin es que si el Sr. Luis Alberto Oddo-ne era condenado por autoprstamos se creaba un precedente oantecedente jurisprudencial a partir del cual hubieran sido pasiblesde la misma sancin tanto los funcionarios pblicos a cargo delMinisterio de Economa del gobierno argentino, como importantesentrepreneurs que efectuaron y efectan un uso normal y asiduode esta metodologa para llevar adelante sus adquisiciones em-presarias elogiadas y ensalzadas por los medios de comunicacinsocial y la dirigencia empresaria domstica.

    Esto explica tambin que, en el apuro por producir el cam-bio de cartula en la condena civil y debido a la ignorancia delPoder Judicial sobre temas financieros en los cuales fue inmersogracias a la irresponsabilidad funcional de los directorios del Ban-co Central intervinientes y posteriormente no subsanados por sussucesores, se identific en el dictamen la cifra de los prstamoscomo la de los depsitos, aunque hubiera diferencias mayores aU$S cien millones entre unos y otros en perjuicio del reo. Decualquier manera, lo que queda claro es a quin haba que condenary a quines no haba que cuestionar ni penalizar en sus procedi-mientos. Aunque stos fueran los mismos.

    Los lechos de Procusto, en estos casos, se disearon desdeel directorio del Banco Central para los banqueros privados. Nin-gn directorio del Banco Central posterior decidi, hasta ahora,disear una cama ms confortable para los condenados por mediode su arbitrariedad histrica.

    * * *Otro aspecto que me interesa explicar es cul fue la razn

    de ser del Grupo Oddone en la Argentina y cul fue su estrategiade crecimiento.

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    Como se ver en el desarrollo del relato, no nac banqueroni empresario, artes profesionales que descubr y me atraparondurante mis pocas de estudiante de filosofa.

  • era el ms grande productor de plata en lingotes del pas (NationalLead Company S. A.).

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    Una vez instalado con xito en la actividad financiera sentla emocin de crear una estructura empresaria multinacional apartir de un pas perifrico como era y es la Argentina. As meocup de planear una expansin a futuro dirigida hacia la agro-industria, la exportacin de materias primas, la alimentacin, losservicios portuarios y los productos de distribucin masiva comolos bizcochos, los cosmticos y los jabones de tocador.

    El concepto tena origen en las estructuras de conglome-rados al estilo europeo y japons, en los cuales el respaldo de laestructura financiera madre estaba consolidado en la diversi-ficacin econmica de los factores de produccin y en el comerciointernacional. Estos conceptos estratgicos en la actualidad hanretornado.

    Inexplicablemente (o tal vez no tanto), en el cenit de la o-peracin empresaria del Grupo Oddone se produce su cada. Cadaque no es consecuencia de problemas econmicos o financierosdel grupo, sino a partir de una accin deliberada de un grupo dehombres inferiores, funcionarios de un gobierno dictatorial igno-rante y con insaciables deseos de apropiarse de los bienes y losactivos de terceras personas e instituciones.

    sta es la historia de un desafo personal que comenzdurante la administracin del Presidente Arturo Frondizi, que cul-min en 1980 y an est viva judicialmente gracias al triunfo dela mediocridad, la incompetencia y el abuso de los poderes p-blicos, particularmente del Banco Central de la Repblica Ar-gentina y de algunos jueces venales o condescendientes con elPoder Poltico. Jueces permisivos sobre las irregularidades y de-litos emanados del accionar del Banco Central evidenciaron unacolusin explcita, cuanto menos por omisin, en los pro-cedimientos administrativos.

    Al momento del colapso, el Banco Oddone S.A. era elsexto banco del ranking nacional. El Grupo de Empresas Oddoneparticipaba, dentro de la Repblica Argentina, con el 10% del to-tal de las exportaciones de cereales (Trading Americas S.A.); el60% del mercado de los caos de plomo para la construccin y

  • Los argentinos de mi generacin y los ms jvenes tienen la

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    Tambin era el principal acopiador privado de cereales yproductor de 40.000 cabezas de ganado de invernada (Estable-cimientos agropecuarios La Elvira S.A.); tena dos puertos pro-pios,Villa Constitucin e Ibicuy, (Silos y Elevadores S.A.); par-ticipaba con 36% del mercado de bizcochos y galletitas (BagleyS.A.); el 64% del mercado de aerosoles para el cabello; el 30%del mercado de champes para el cabello y el 10% del mercadode desodorantes familiares (Roby S.A.); el 40% del mercado dejabones de tocador: el 20% con marcas propias, el 20 % fabricandopara terceros multinacionales (Productos Solmar S.A.). Ademsera dueo de fbricas de plantas de silos para acopio de cerealesllave en mano, con dos millones de toneladas instaladas en elpas (Grupo Cereacol S.A.); era socio de E. F.Hutton Inc. para losmercados de commodities en Argentina, Uruguay y Paraguay(Oddone Futuros S.A.); posea desarrollos inmobiliarios en la Cos-ta Atlntica: San Bernardo y Pinamar (Ferrocor S.A., Fiandra Pro-piedades S.A.); llevaba adelante forestaciones y desarrollos agr-colas y ganaderos en la Islas Lechiguanas, con cinco millones derboles implantados y catorce mil hectreas en operacin agr-cola ganadera dentro las islas y tena estancias productivas en lasprovincias de Buenos Aires, Santa Fe, Ro Negro y Salta.

    El grupo financiaba a terceros productores 300 mil hec-treas de produccin cerealera en las provincias de Buenos Aires,Crdoba, Santa Fe, Tucumn y el Chaco, entre otras actividadesque sera tedioso enumerar.

    Pasados los aos, en la actualidad y a travs de nuevosentrepreneurs, se configuraron estructuras similares pero a travsde los mecanismos financieros de los fondos de inversin de ca-pital de riesgo o de los fideicomisos financieros. Estos fondos yfideicomisos no operan con patrimonio de los propietarios, sinocon fondos de miles de inversores. Para ellos, todas las prcticasantes cuestionadas y condenadas son permitidas, y, si por razonesde administracin o de mercado colapsan, sus directores no pier-den dinero, pues ya lo ganaron al momento de las adquisiciones,ni sern juzgados penalmente en la Argentina, pues los inversoresson de terceros pases o de parasos fiscales.

  • tagonistas damnificados.Buenos Aires, junio de 2007.

    oportunidad de conocer una parte de la historia financiera de la Ar-gentina que an nadie se atrevi a contar desde el ngulo de los pro-

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  • EL CONTEXTO POLTICO

    El Estado no poda hacer de gendarme sobre el sistemafinanciero y dej que se acomodara solo. Llegamos a una

    conclusin, que haba que amputar.As se resolvi, pero con una aclaracin:

    el Gobierno, el Presidente, decidi que se amputara...Jorge Rafael Videla, en relacin con la liquidacin

    del Banco de Intercambio Regional S. A.,desencadenante de la crisis bancaria de 1980.

    Yo entiendo que el ciudadano comn me seale y tienerazn en llamarme delincuente, Ud. mat a 66 personas,

    Asesino... Pero de los 66 casos por los que se me conden, loque se juzg es mi responsabilidad.

    Yo no mat a nadie.Jorge Rafael Videla, en entrevista del invierno de 1998,

    citada por Mara Seoane y Vicente Muleiro en El Dictador.

    Transcurridos dos aos y medio de nuestra gestin,comienzan a darse las condiciones para la

    formulacin de un plan poltico.Jorge Rafael Videla en los diarios

    El Tiempo de Crdoba, 16/09/78y Clarn, de Buenos Aires 17/09/78.

    Yo no hice lo que los responsables del PRN: asumir laresponsabilidad y no la culpa. Yo asum la responsabilidad y la

    culpa de lo que me imputaban y por eso limpi a todos misempleados.

    Luis Alberto Oddone al juez Norberto A. Gilettaa cargo del Juzgado Federal N 4,

    en un encuentro casual en 1997.

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  • Considero necesario hacer una breve descripcin del con-texto poltico de la poca en la que transcurre este relato debido ala poca memoria de los argentinos y adems como consecuenciade la poca participacin en la vida cotidiana de la juventud, queen aquel tiempo era niez o no haba nacido, y por ello no tuvo laoportunidad de vivir conscientemente la realidad nacional de esemomento histrico.

    Personalmente creo que la decisin de provocar un Golpede Estado ya estaba en las Fuerzas Armadas cuando se realiz elOperativo Dorrego en el sur de la provincia de Buenos Aires, en1974, donde se ejercit la convivencia del Ejrcito Argentino conla Juventud Peronista, la Juventud Radical y otras agrupacionespolticas.

    El motivo fueron las inundaciones ocurridas en ese ao.El objetivo del gobierno de facto era generar la integracin entrelas Fuerzas Armadas y las juventudes polticas, segn se expresa travs de los medios de comunicacin.

    De acuerdo con el relato que sobre los acontecimientoshace Rosendo Fraga en su libro Ejrcito. Del escarnio al poder,deduzco de los discursos pronunciados por los generales a cargodel operativo en particular el del general Albano Harguindeguyque la idea estaba en marcha, si se tiene en cuenta adems el ac-cionar del embajador de los EE.UU., Robert Hill. Pero aunqueas no lo fuera, es poco comprensible el grado de improvisacin,tanto poltica como econmica, con que se inici la aventura.

    Si no hubiera sido de este modo nunca se habran realizadolas declaraciones del entonces general Jorge Rafael Videla, Pre-sidente de la Repblica que menciono en el acpite de este prlo-go: Transcurridos dos aos y medio de nuestra gestin, co-mienzan darse las condiciones para la formulacin de un planpoltico.

    Ante estos dichos cabe formularse la siguiente pregunta:Cmo pudo efectuarse un Golpe de Estado sin tener un plan po-ltico previo? El plan poltico es condicin inherente de la funcinde gobierno, sea ste constitucional o de facto.

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    De cualquier forma el proyecto lanzado el 24 de marzo

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    bierno con el terrorismo urbano y la grave situacin econmica anivel interno y externo.

    Como bien lo describe el profesor Hugo Quiroga en su libroEl tiempo del Proceso: Cuando se produce un golpe de Estadose quiebra la legalidad constitucional, pero el rgimen que emergede esa accin puede suscitar, como el de 1976, el apoyo de la mayorade la poblacin; y puede entonces resultar legtimo. El tema nos re-enva a la relacin entre legalidad y legitimidad (entendida sta co-mo apoyo, reconocimiento, aceptacin) en el interior del sistemapoltico. Un gobierno militar puede ser ilegal pero legtimo y un go-bierno civil puede ser legal pero ilegtimo.

    Todo rgimen encuentra su fuente de legitimacin en elreconocimiento que motiva en la poblacin y, al mimo tiempo, sesostiene por su legitimidad.

    Por primera vez en la historia de los golpes de Estado ar-gentinos, la resolucin final fue instrumentada mediante la confor-macin de una Junta Militar estructurada por las tres armas, siendoel Comandante en Jefe del Ejrcito quien ejerca la presidencia de laNacin.

    Robert Hill, empresario y diplomtico conservador, fue desig-nado por Richard Nixon embajador en la Argentina en 1973, ao delregreso del general Juan Domingo Pern de su exilio en Espaa. Se-gn relata Martin Andersen, corresponsal del Washington Post en laArgentina en ese tiempo, se uni por matrimonio con la fortuna W.R.Grace, que inclua una compaa con grandes propiedades en AmricaLatina, a la vez que contaba con una reputacin personal de im-placable.

    Embajador en Costa Rica en 1954, Robert Hill intervino enel derrocamiento, a travs de un golpe apoyado por la CIA, de JacoboArbenz, presidente guatemalteco, de tendencia izquierdista, elegidodemocrticamente.

    de 1976, fue legitimado por el concenso generalizado de una po-blacin agotada por la acefalia del poder, el enfrentamiento del go-

    Dada su estrecha relacin con el Senado de los EE. UU., elembajador Hill tena tambin una antigua vinculacin con las fuerzasde seguridad e inteligencia de los Estados Unidos y su ltimo

  • el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Almirante Gu-zzetti.

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    cargo, antes de ser designado en Buenos Aires, fue el de sub-secretario de Defensa con responsabilidades en seguridad in-ternacional. Fue tambin embajador en Mxico, El Salvador yEspaa.

    Segn menciona tambin Martin Andersen, en su libroDossier secreto: Hill recibi con alivio el golpe de 1976. Elgobierno de Isabel Pern no slo era incompetente y corrupto;su crculo ntimo escudaba a importantes fugitivos de procesospor trfico de narcticos en los EE.UU.

    A principios de ese ao predominaba en la embajada delos EE.UU. una mentalidad de ciudad sitiada. La propia re-sidencia de Hill estaba densamente custodiada e iba a su trabajoy volva de l como envuelto en una vaina y con una escolta dignade Al Capone...(segn informacin proporcionada al seorAndersen por el agente de la CIA denominado en el servicio comoSam)

    No sera extrao que ese nerviosismo adems de producidopor el ataque al diplomtico norteamericano residente en Crdobaen 1974 por parte de sectores radicalizados de la Juventud Pe-ronista, fuera debido a alguna participacin concreta en los pre-parativos del golpe de marzo de 1976, junto al grupo sucesor delAteneo de la Juventud Democrtica Argentina, el Club Azcunaga.

    No olvidemos, como menciona Fraga, que en noviembrede 1975 en los medios polticos se comentaba que los EE.UU.vean con simpata la designacin, como presidente en reemplazode Isabel Pern, de un general en actividad.

    Si nos atenemos al historial del embajador al darse cuentade que su gobierno a travs del secretario de Estado Henry Ki-ssinger respaldaba el accionar de las Fuerzas Armadas argentinasen la lucha contra los terroristas domsticos en todos los sectoresde la poltica, y en particular a la Triple A organizada a instanciasdel Gral. Pern por el polica Lpez Rega, se comprender laposicin adoptada por los EE.UU. luego de la entrevista celebradaen junio de 1976 entre el Secretario de Estado norteamericano y

  • Ambos se reunieron durante un encuentro de la Or-ganizacin de Estados Americanos en Santiago de Chile, reuninque oper como un aliciente al designio trazado.

    Posteriormente, y debido a las circunstancias, el embajadorHill dio un vuelco importante a favor de la poltica de derechoshumanos.

    Paralelamente con la decisin de efectuar el golpe de Es-tado, justificado por la lucha contra el terrorismo y anhelado porlos terroristas, (ver Feinmann, La sangre derramada), estabala nueva concepcin doctrinaria en materia econmica que a-doptaron los grupos conservadores de los Estados Unidos.

    sta adscriba a la teora monetarista del Dr. MiltonFriedman, Premio Nobel de Economa, cuya doctrina hiciera fra-casar posteriormente la poltica econmica del presidente RonaldReagan en USA.

    Esta doctrina econmica se intent, desde los EE.UU.,irradiarla a toda Amrica latina ya que histricamente, desde lasegunda mitad del siglo XX, Latinoamrica fue el principal clientede los productos del pas del Norte, como lo afirma Peter Druckeren su libro Administracin y futuro.

    Esta poltica econmica, por su caracterstica de sobreen-deudamiento, dependencia financiera, concentracin de capital ydestruccin de la clase media, requera personeros estrictamenteidentificados con el modelo a implementar para poder cumplircon efectividad las directivas trazadas por la Comisin Trilateraly el Club de Roma.

    As se ubicaron personalidades representativas de los es-tablishment de los pases del rea como ministros secundadospor jvenes inexpertos egresados de la Universidad de Chicago,luego llamados Chicago Boys.

    Otro importante impulsor de esa poltica como se veren el libro, fue el Sr. David Rockefeller, importante empresarioy ex banquero, quien no utiliza sus teoras en sus empresas.

    En el caso argentino, la eleccin recay en uno de los al-tos exponentes de los tenderos contrabandistas llegados a la Ar-

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  • gentina durante los siglos XVIII y XIX, estrechamente vinculadocon el poder internacional, miembro del directorio de algunas grandesempresas nacionales y extranjeras: el Dr. Jos Alfredo Martnez deHoz.

    Esto explica la diferencia de la textura doctrinaria e ideolgicadel golpe de 1976 con los generados anteriormente en el pas, a pesarde que todos fueron propiciados por los mismos protagonistas civiles.En el golpe de 1976 no se convoc a los sectores nacionalistas de de-recha de las Fuerzas Armadas, sino que desde el comienzo del PRNlos protagonistas pertenecan al ala liberal representativa de la De-recha Gerencial subordinada a intereses externos.

    La derecha doctrinaria e ideolgica nunca gobern en la Ar-gentina de la segunda mitad del siglo XX. En las Fuerzas Armadas,particularmente en el caso del Ejrcito, como bien lo describe DavidRock en La Argentina autoritaria: La aparicin de los gruposnacionalistas en los gobiernos de facto fue generalmente el productode una inestable coalicin con los grupos conservadores libera-les. Estas asociaciones solan ser el producto de la intencin deestos ltimos de explotar su natural orientacin por el uso de la vio-lencia para lograr objetivos especficos e inmediatos. Cuando elempleo de la fuerza dejaba de ser necesario, solan aparecer tensionesentre los integrantes de la coalicin, con lo que los nacionalistas fi-nalmente quedaban aislados, y casi siempre excluidos del Poder.

    En 1976, la violencia estaba instalada en todos los nivelesde las Fuerzas Armadas y los generales considerados nacionalistas ycon ms talento como los generales Daz Bessone, Acdel Vilas,Domingo Bussi, (quien aos despus demostrar mayor inclinacinpor el cobre que por el bronce), Mujica y Buasso con el tiempo fue-ron desplazados y segregados de la estructura de Poder.

    A pesar de que algunos autores, como el mencionado MartinAndersen y tambin el Dr. Tulio Halperin Donghi, en su libro Lalarga agona de la Argentina peronista, estiman que la guerra anti-terrorista prcticamente haba concluido en 1976. En razn de laobjetividad necesaria al evaluar estos hechos, debo mencionar queel general Daz Bessone, en su libroGuerra revolucionaria en laArgentina, menciona treinta y un hechos entre atentados y asesinatosrealizados por el terrorismo armado durante ese ao.

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  • Relata tambin que en 1977 finaliz la Operacin Indepen-dencia luego de veinticuatro combates en los que murieron setentay cuatro guerrilleros y dieciocho integrantes de las fuerzas legales.Tambin menciona que durante 1977 el acto de terrorismo ms im-portante fue el atentado contra el ministro de Relaciones Exteriores,Almirante Guzzetti. Contina diciendo que a fines del mismo ao,la agrupacin Montoneros edit un folleto titulado 600 operacionesen 1977, siendo todos actos de sabotaje, atentados, asaltos y actosde terrorismo. Segn el mismo autor, 1978 fue el ao de la desarti-culacin final de la guerrilla terrorista.

    Actualmente todava est en discusin por parte de la so-ciedad argentina si realmente algunos atentados atribuidos y/o asu-midos por la guerrilla, fueron responsabilidad de ellos o fueron opera-ciones encomendadas desde el poder militar, como los casos del al-mirante Lambruschini y el Dr. Guillermo Walter Klein, entre otros.

    De cualquier forma, y visto retrospectivamente, lo que pre-tendi ser una alternativa de orden, desarrollo econmico y estabilidadpoltica, se transform en un manejo del poder pblico dominadopor la arbitrariedad, el aprovechamiento mediante maniobrascoercitivas y el robo desembozado hacia particulares, banqueros yempresarios, aunque nunca se hubieran involucrado en la poltica nien los movimientos guerrilleros que justificaron la toma del Poder ysu mantenimiento por parte de las Fuerzas Armadas.

    Lo que s queda claro es la connivencia de las Fuerzas Ar-madas y sus representantes civiles en la funcin de gobierno con in-tereses extraos al inters nacional, que rotaron desde la alineacinirrestricta con los intereses externos y las compaas transnacionaleshasta la asociacin econmica con la Unin Sovitica y el rgimende Fidel Castro, cuando las necesidades financieras como en el ca-so de la venta de cereales durante la veda impuesta por el presidentenorteamericano James Carter o la posterior aventura de la Guerra deMalvinas lo hicieron necesario.

    Estos hechos demostraron la falta de doctrina y el oportunis-mo poltico de los dirigentes militares y civiles del Proceso de Reorga-nizacin Nacional en los cuales predomin el inters econmico sobreel inters poltico de reencauzar una nacin.

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  • Estas decisiones dejaron a la vista el nivel de incompe-tencia, falta de patriotismo y base doctrinaria de la cpula del go-bierno militar, a diferencia de lo sucedido con sus equivalentesde Chile y el Brasil, como as tambin la falta de unidad de criteriopara el manejo de una nacin en situacin de crisis poltica y eco-nmica.

    Desde el punto de vista econmico (aspecto tratado en elApndice), resulta interesante observar que el principal soportedel Plan Econmico del Dr. Martnez de Hoz fueran, y continensindolo, el ex general Jorge Rafael Videla y los grupos de poderfinanciero y empresario que respaldaron irrestrictamente la polticade desnacionalizacin econmica.

    Jorge Rafael Videla era un general que transcurri todasu carrera militar prcticamente en dos destinos: el regimiento dela ciudad de Mercedes y el Colegio Militar de la Nacin, con unaevolucin oscura y sin protagonismos dentro de la Fuerza Ejrcito,hasta el momento de acceder al poder respaldado por los sectoresempresarios que lo designaron luego de la negativa a asumir comolder del general Dela La Roca. Quienes le comunicaron la de-signacin fueron el Ing. Znchez Zinny y el Mayor Garassino,ambos directores de Fiat Argentina. Sectores que, pasados losaos, resultaron beneficiarios de prebendas, privatizaciones o queen la actualidad son rentistas del capital exportado, luego de laventa de sus activos en la Argentina en la dcada de 1990.

    El desenlace de esta ltima intervencin militar en laque gran parte de la poblacin argentina crey fue catastrficadesde lo econmico y lamentable desde lo poltico-militar. Par-ticularmente por los procedimientos utilizados en la lucha contrael terrorismo armado, y la improvisacin con una notable falta deevaluacin geopoltica al desencadenar la Guerra de Malvinas.

    El terrorismo, por su parte, capitaliz polticamente la de-rrota sufrida en la confrontacin a pesar de que muchos de sus di-rigentes segn varios autores que analizaron los hechos de la -poca eran dobles agentes que operaban para las Fuerzas Armadasy la Resistencia.

    En los aos posteriores y hasta la actualidad, muchos deellos se encontraron y se encuentran en posiciones encumbradas

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  • dentro de gobiernos democrticos que sostuvieron una polticaeconmica de perfeccionamiento de la del Proceso de Reorgani-zacin Nacional, y otros asumen banderas en parte consecuentescon sus ideas histricas de los aos 70.

    Los miles de cadveres dejados atrs defendiendo una su-puesta doctrina ideolgica ya no cuentan...excepto para susfamiliares, que continan luchando por los derechos vulneradoso los hijos desaparecidos.

    La realidad actual demuestra que la lucha armada de ladcada del setenta fue ganada por las Fuerzas Armadas, pero eltriunfo poltico y meditico fue de los terroristas, gracias a laincompetencia, el conflicto de intereses, la impunidad y, sobretodo, la cobarda de los conductores del Proceso de Reorga-nizacin Nacional.

    Ellos asumieron la responsabilidad pero no la culpa delos procedimientos represivos utilizados, dejando a sus subal-ternos a la deriva, dentro del mare magnum judicial y mediticonacional e internacional, ante el cual no tienen ninguna posibilidadde respuesta tcnica, jurdica ni de accin psicolgica posibleante las aberraciones ejecutadas por instrucciones recibidas y sobrelas cuales no era posible rebelarse.

    Por otra parte, los defensores del ideario de la Resistenciarevolucionaria, a partir del advenimiento de la democracia, sealinearon con los grupos monetaristas liberales, asocindose alproceso de desnacionalizacin de la economa, la desnaciona-lizacin de la banca nacional, la proletarizacin de la clase media,el hundimiento y la marginacin de la clase obrera.

    Durante la lectura de este libro, el lector comprobar quefui un disidente de la poltica implementada por el Proceso deReorganizacin Nacional, (como lo soy de las implementadasposteriormente).

    Que no estuve alineado con el terrorismo, que siemprefui un banquero y un empresario independiente y, finalmente,que el estar excluido del acontecer econmico, social y polticode la Argentina durante los ltimos treinta y un aos me permitino involucrarme en el oportunismo salvaje y la corrupcin sis-

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  • temtica que prevalecieron durante esos aos, hechos de los quemuy pocos protagonistas de las fuerzas vivas y polticas argentinasse pueden considerar al mrgen.

  • CAPITULO I

    Aquella maana de febrero de 1980 me levant comosiempre a las seis, desayun y fui a caminar por el parque de casaantes de salir hacia el Banco.

    El verde del pasto, los rboles y los sonidos de la madru-gada me ayudaban a pensar. Ese medioda tena una importantereunin en el directorio del Banco Central. Su vicepresidente 1me haba citado. No conoca al personaje. Haba sido por su ini-ciativa. No conoca las razones y me senta preocupado.

    Llegu al Banco Oddone a las ocho. Revis los papelessobre mi escritorio: las planillas de posicin, depsitos, liquidez,prstamos interbancarios Mantuve tres entrevistas con gerentes,y antes del medioda, entr en el Banco Central por la puerta decalle Reconquista.

    Sub a la oficina del directorio, luego de anunciarme entren el despacho del Lic. Alejandro Reynal. Apenas sentado co-menz un dilogo inslito:Alejandro Reynal ... Pero vos qu te cres. Que te vas a quedarcon los mejores negocios de la Argentina? Te compraste la Na-tional Lead Company, ahora el Diners...Cuntas sucursalestens en el banco? (Se refera al Banco Oddone S. A., del cual yoera presidente y propietario.)Luis A. Oddone 44Reynal Cuntas tens autorizadas?L.A.O. 85Reynal Qu?...Vos no pods ser tan grande. Tens que re-nunciar.L.A.O. Renunciar a qu?Reynal A las sucursales autorizadas.L.A.O. Pero si las autorizaron ustedesEl Banco Central...

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  • Reynal No importa. Tens que renunciar. Vos no pods ser tangrande...L.A.O. Entonces me van a obligar a comprar otra entidad fi-nanciera...

    El licenciado Alejandro Reynal era el tpico tilingo-necio-fatuo de Buenos Aires. Alumno mediocre de la Universidad Ca-tlica Argentina, con la virtud social de tocar la guitarra, a travsde vinculaciones familiares y entrenamientos en la sucursal del J.P. Morgan en Buenos Aires, lleg de manera inexplicable a la po-sicin de vice-presidente 1 del Banco Central de la RepblicaArgentina, luego de una lamentable gestin como Ministro de E-conoma de la Provincia de Corrientes.

    Por aquel tiempo del gobierno militar, la vicepresidencia1 del Banco Central se cubra con funcionarios inoperantes, sincapacidad de decisin propia y con la firma fcil sobre documentosque el poder poltico o los bancos a los que representaban requi-rieran para sus intereses particulares.

    El Banco Central estaba controlado por funcionarios dedeterminados bancos privilegiados representados en su directorio.Por ejemplo, el antecesor de Reynal en el cargo fue el Dr. CristianZimermann, quien representaba los intereses del Banco de Galiciaante el Banco Central. El licenciado Reynal representaba los inte-reses del J. P. Morgan y sus asociados argentinos, entre otros.

    A finales de 1979 y comienzos de 1980, el equipo del mi-nistro Martnez de Hoz haba llegado al cenit de su soberbia.

    Reynal, de rasgos afilados y asiento inestable, gustaba,por lo que vi, de enardecerse para lograr efectos de temor en suinterlocutor. En el fondo, tal vez, deba representar el papel im-perativo para lograr los objetivos de los que le daban las rdenes,pero lo que suceda era que su interlocutor, al menos en mi caso,en vez de sentirse intimidado, experimentaba una sensacin dediversin socarrona.

    Despus de esta primera reunin personal de febrero de1980, mantuve otras dos que se desenvolvieron en el mismo to-no coercitivo durante las cuales siempre deb renunciar a alguna

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  • disposicin aprobada sobre mi banco, resuelta por el Directoriodel Banco Central con anterioridad; o a adquisiciones empresariasque tena en trmite y de las cuales, por algn medio, Reynalestaba enterado.

    Como consecuencia de los exhortos complementados conapremios verbales soportados durante las reuniones, tom cuerpodentro de m la presuncin de que se estaba gestando alguna accinimportante por parte del gobierno. De lo que no llegaba a darmecuenta era hacia dnde se dirigan sus intenciones.

    Subconscientemente, mi cerebro ataba cabos sobresituaciones, disposiciones, acciones de gobierno evidenciadas pormedio del mercado financiero y de los medios de comunicacinsocial. Por ejemplo, trascendi que el endeudamiento inter-nacional de la Argentina no se reflejaba en los balances del BancoCentral debido a que se lo contabilizaba como reservas interna-cionales. Este hecho motiv un editorial del diario Clarn. Durantela gestin del ministro Domingo Cavallo en los aos 90, se utiliza-ron mtodos parecidos, y despus tambin, pero no eran co-mentados por los medios de comunicacin social. Recin durantela etapa de los gobiernos Kirchner se han retomado las crticas.

    Otros comentarios decan que se tomaban ingentes canti-dades de prstamos de los bancos internacionales, los que inme-diatamente eran recolocados en los mismos bancos prestamistasu otros relacionados con el directorio del Banco Central a una ta-sa de inters 50% menor a la que se pagaba por los prstamos.Estos, a su vez, quedaban ociosos sin aplicacin justificable.

    Estos procedimientos coincidieron con el desmembra-miento del sector del Banco Central que estableca las comuni-caciones y las relaciones con los bancos internacionales. Los tele-tipos de esta oficina fueron instalados en el directorio del BancoCentral bajo la supervisin directa del Dr. Francisco Soldati, quienmanejaba personalmente los contactos con los bancos. Los fun-cionarios de lnea fueron desplazados de sus funciones.

    Por otro lado las industrias, desde 1976 en adelante, sufrie-ron el impacto de la reduccin de los ingresos de amplias capasde poblacin, con la consiguiente baja en la demanda de bienesindustriales.

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  • las importaciones), combinada con esa misma distorsin del valordel peso, promovi la importacin de bienes subvencionados porlos pases de origen, competidores de la produccin local.

    La modificacin de las condiciones de funcionamiento delmercado financiero a travs de la implementacin de la Cuenta deRegulacin Monetaria diseada por los tcnicos del Banco Centralencabezados por el Dr. Ricardo Arriazu y el Dr. Adolfo Diz, su pre-sidente, encareci abruptamente el costo del crdito para las empresas.

    La limitacin de los beneficios otorgados por el Sistema dePromocin Industrial redujo las posibilidades de invertir en un mer-cado que no ofreca ningn estmulo para la inversin privada,como lo explicara con claridad el economista Jorge Schvarzer enun estudio econmico sobre la poca.

    Aos despus, el mismo Jorge Schvarzer1 lleg a la con-clusin de que el efecto convergente de todos esos impactos afec-t a la industria, tanto en su actividad cotidiana como en su desa-rrollo a largo plazo, generando un deterioro del sector que se pro-long en el tiempo. Entre 1975 y 1980, ms de 300 mil trabajadoresindustriales perdieron su empleo...

    Simultneamente, YPF y otras importantes empresas del Es-tado, contrataban prstamos internacionales irresponsablemente sinque los fondos recibidos ingresaran en el circuito de sus operaciones.

    1Jorge Schvarzer trabaj conmigo a partir de 1975, cuando fund el mensuario eco-nmico-financiero PRENSA ECONMICA y era el responsable de las investigacionesy proyecciones econmicas que publicbamos. La cita que hago fue publicada en De-sarrollo Econmico, vol. 23 N 91 (octubre-diciembre de 1983), sobre la base de estudiosefectuados en aquella poca. Otro aspecto que resalta el Ing. Schvarzer, del perodo1975/81 son los costos financieros que debieron soportar las empresas: las 100 com-paas ms grandes pagaban tasas que iban desde 0 % hasta 60 % anual, con una tasaefectiva en dlares del 30 % anual. Las empresas del segundo y tercer centenar tuvieroncostos financieros que superaban el 130% y el 150% de su respectiva facturacin. ElIng. Schvarzer, probablemente por falta de informacin poltica calific a los gruposbancarios e industriales intervenidos o liquidados en 1980 como exponentes estricta-mente especulativos del sistema. Espero con fe que si lee este libro cambie de opinin.

    La sobrevaluacin de tipo de cambio desalent la ex-portacin de excedentes que hubieran permitido utilizar mejor lacapacidad ociosa disponible. La rebaja de aranceles (impuestos a

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  • 35

    Equipo de polo de Luis A.Oddone, ganador del Torneo de Deauville. De izq. a der.: Luis Basualdo, Prince Charles, Howard Hipwood

    y John Horswell. Francia, 1978

    Caballada del equipo de polo de Luis A.Oddone para elTorneo de Deauville. France, 1978

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    Equipo de Luis A. Oddone en el Torneo de Polo Internacional de ClubesMundialito. De izq. a der.: Yuni Crotto, Horacio Eguy, Norberto

    Fernndez Moreno y Luis Alberto Oddone. Argentina, 1979.

    Fidel De Luca, Nora y Luis A. Oddone y Roberto DeVicenzo.Torneo de Golf Pinamar. Pinamar, BA, 1980

  • El principal operador de estas contrataciones desde el go-bierno central era el secretario de Hacienda, Dr.Juan Alemannquien segn periodistas de Radio Mitre, como Marcelo Bonellies el vocero del establishment argentino.

    Evidentemente, esa poltica econmica deba hacer estallarla economa, como tambin sucedi con las posteriores, exceptodurante las administraciones kirchneristas a consecuencia de laviolenta suba de los precios de los commodities a nivel interna-cional durante sus perodos de gobierno.

    Lo que no podamos saber quines fuimos protagonistas,era que la justificacin institucional del estallido a nivel nacionaliba a ser la CRISIS FINANCIERA DE 1980. Ella tuvo el propsitoadicional de poner en prctica la recomendacin de Maquiavello:arrebatar a los adversarios todo su poder, sus recursos y sus privi-legios, de un solo golpe

    El Premio Nobel Von Hayeck, uno de los principalesmentores de los llamados Chicago Boys, sin desmerecer la e-norme contribucin que hiciera a la Economa, recomienda al fi-nal de su clsica obra Camino de Servidumbre, que si el planeconmico falla, siempre se puede apelar al recurso de una crisisfinanciera

    * * *El viento golpeaba m la cara. Senta escalofros. El caballo

    que montaba iba al trote corto y los que traa de tiro cabestreabansin tirar del cordel. El trayecto desde Francisco lvarez dondeestaba nuestra chacra de fin de semana hasta Lujn, hacia el harasLa Cabaa del Pilo Fernndez Guerrico, era de casi treintakilmetros. Tena diecisis aos y recin comenzaba a jugar alpolo. De los trece a los quince mi padre,el Coronel me inicien el criollo juego del pato en el club Mariano Moreno y hasta losdoce no me dej andar en montura ni recado. Siempre en pelo,como l deca: Para hacerse de a caballo.

    Ese ao sera mi primera experiencia, jugando unos parti-dos ms organizados, gracias a la hospitalidad de la familia Fer-nndez Guerrico y la de los hermanos Enrique y Alfonso Naveyra,de la estancia San Jos de Lujn. Recuerdo que me esperaban en-

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  • tre chukker y chukker porque, al no tener petisero, (el asistentepara los caballos), tena que cambiar los arreos y ajustar las vendasprotectoras en las patas de los caballos entre uno y el siguiente.

    Nunca olvid el afecto de esos amigos que me recibieroncomo uno de sus pares siendo un invitado pobre que slo aportabael entusiasmo por un deporte inculcado casi desde la cuna por supadre, junto con el amor al caballo y el sentimiento de la tierra.

    Aquellos regresos a caballo hacia la chacra, con el can-sancio y el fro dentro de m, templaron la conviccin de un desafopara ser ms Para vivir una vida diferente.

    Para apostar a un desafo que me permitiera salir de la an-gustia acorralada por las necesidades econmicas de una familiagolpeada por la poltica de la dictadura peronista y dejar de viviren un contexto que no se adecuaba a la realidad econmica denuestra estructura familiar.

    Mi familia era la clsica familia venida a menos del BarrioNorte de Buenos Aires. La carrera de militar de mi padre fuetruncada por el gobierno peronista en los aos 50 y la persecucinposterior agot los recursos familiares.

    La persecucin es un recurso habitual en la historia de lavida poltica y social argentina. Fue utilizada sistemticamentepor la mayora de los gobiernos dictatoriales o democrticos quese han sucedido desde la construccin de la Nacin. Pasados losaos comprob que en diferentes dimensiones econmicas el pri-mer gobierno peronista fue a mi padre lo que el Proceso de Reor-ganizacin Nacional lo fue a m, en otra escala. Por una raz delealtades inexplicables y de historias familiares, ni mi padre sesinti vctima de Pern, ni yo me sent vctima de los militares.S, de sus asociados civiles.

    Tanto mi padre como yo supimos darnos cuenta desdednde vino realmente la embestida. Una familia como la nuestra,formada por militares, marinos, aeronuticos y algunos polticos,como mi to Gabriel o Jacinto Oddone cofundador del PartidoSocialista Argentino y autor del libro La burguesa terratenienteargentina, entre otras obras de anlisis histrico, que era primo

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  • de mi abuelo, tena algunos valores muy claros: el concepto dePATRIA, SOBERANA, y SENTIDO NACIONAL DE LA HIS-TORIA, an cuando el mundo se fuera transformando de bipolar enunipolar y los pases evolucionaran de INDEPENDIENTES a IN-TERDEPENDIENTES.

    * * *Sal del Banco Central y regres al despacho de la presidencia

    del Banco Oddone, para dar una instruccin.

    Oddone Ema2, tenemos que mandar una carta al Lic.Reynal renunciando a 25 sucursales aprobadas por el Banco Central,(no iba a renunciar a todas). Quiero que hoy mismo la tenga en susmanos.

    2 Ema Masso era mi secretaria, quien fue descubierta y heredada de la primera compaaindustrial que adquir en el ao 1971, Cereacol S. A.

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  • El ministro Martnez de Hoz, Bernado Neustadt; Roberto Rocca (Techint);Arnaldo Martinenghi (Alianza); Carlos Ors de Roa (Ca. Continental de

    Granos; Francisco Capozzolo (rbol Solo) y Luis Alberto Oddone.

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  • CAPITULO II

    La debacle econmica de mi padre durante el gobiernodel General Juan Pern como consecuencia de la persecucinpoltica y su pase a retiro obligatorio lo llev a vender nuestra ca-sa del Barrio Norte. Tambin su participacin en el establecimientode campo familiar.

    Esto nos llev a mudarnos al departamento de mi abuelamaterna en Callao al 1900. Era un departamento modesto, con-fortable.

    La vida en lo de abuela era precaria. Tan precaria comopuede ser la vida cuando una familia acostumbrada al buen vivircae de pronto en la pobreza resistindose a aceptarla como undato de la realidad.

    Mi padre fue jubilado del Ejrcito Argentino a los 48 aos. Apesar de estar incluido en los 30 y 40 (30 aos simples de servi-cios y 40 aos dobles por destinos inhspitos), su salario era in-suficiente. Los salarios de los militares honestos, en general, siem-pre fueron insuficientes en relacin con su posicin social y susobligaciones institucionales.

    Surgi un nuevo protagonista para el sostenimiento de la fa-milia: el trabajo silencioso y sacrificado de mi madre. Comenza vender ropa que le daban en consignacin en el barrio de Onceo sus amigas de Barrio Norte. Con su esfuerzo pag mis estudiosen el Colegio del Salvador, en el Liceo Militar y ms tarde en elColegio San Jos. Adems de la comida diaria.

    El coronel, mi padre, entr en la crisis del militar de alta gra-duacin jubilado a destiempo y con la desubicacin conceptualde que era viejo para comenzar de nuevo. No poda aceptar sersubordinado cuando llevaba aos ejerciendo el mando. Se refugien sueos de proyectos irrealizables. Cifras inmensas se discutanen mesas de caf de la Avenida de Mayo.

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  • Sus interlocutores eran adulones obsecuentes en buscade obtener jirones de miseria de un pobre ms calificado. Nuncaestuvo dispuesto a sacrificar su honor pidiendo favores al poderpoltico de turno.

    Al llegar la noche, acostado en mi colchoncito sobre elsuelo del living, agobiado de angustia e inseguridad, mis ojos a-biertos trataban de penetrar en el futuro. En esas noches de in-somnio soaba con realizaciones y riquezas: iba a crear un imperiocon miles de trabajadores y tantos campos en produccin quehasta donde llegara mi vista seran mos.

    A los 37 aos viv esa experiencia.

    * * *Mayo de 1979.

    Mi primo Francisco, periodista, escritor y estrechamentevinculado con el desarrollismo me present a un seor con el quetrabajaba. Era el dueo de una agencia de publicidad. Tena dosnombres: Moiss Konstantinosky y Emilio Perina (creo que elltimo era el nombre artstico. Su hijo hoy lo conserva).

    En junio de 1979, ese seor Perina me invit a una reuninen su agencia de publicidad a la cual tambin asisti el ministrode Economa, Jos Alfredo Martnez de Hoz. Haba una docenade empresarios y un poltico de nota, el Dr. Rodolfo Martnez.Dio la sensacin de que era una reunin para presentarle al mi-nistro personas que se movan fuera del circuito de sus relaciones.Por ese desconocimiento cada participante deba presentarse, de-clarar su profesin y expresar ideas acerca de su actividad y sobreel pas.

    Acept la invitacin porque me interesaba conocer a unapersona que en tres aos, desde el Ministerio de Economa, sehaba transformado virtualmente en el presidente de la Repblica.Al da siguiente Perina llam para informarme que el Ministro sehaba interesado en mi exposicin.

    Dos meses ms tarde, en agosto de 1979, recib una lla-mada de Teddy Garca Mansilla. Con Teddy mantena una relacin

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  • informal a travs de su hermano Lucio, quien me asesoraba entemas del mercado de los Estados Unidos en New York. Me invita participar en un programa de televisin conducido por el pe-riodista Bernardo Neustadt cuyos participantes eran el ministrode Economa y un grupo de empresarios de distintos sectores.

    El programa se grababa a las tres de la tarde, y en ese mo-mento era la una...Le ped que me dejara pensar unos minutosantes de responderle.

    Rpidamente deduje que si me estaban llamando a la unapara grabar a las tres era porque alguien haba fallado. Tenanque cubrir la ausencia. Por otra parte supuse que era una buena o-portunidad para exponer mis ideas al Ministro, ya que estaba vien-do serios problemas para el corto plazo en el sistema financieropara el sector empresario y el plan econmico en vigencia.

    Llam a Garca Mansilla. Le pregunt si haba restriccio-nes en las preguntas al Ministro. Me respondi que no. Me com-promet a estar en el canal a las tres de la tarde.

    Al llegar ya estaban all Roberto Rocca, del Grupo Techint;Arnaldo Martinenghi, de Astilleros Alianza; Carlos Ors de Roa,de Compaa Continental de Granos y Francisco Capozzolo, delGrupo rbol Solo. El ministro lleg ms tarde.

    Le pregunt al ministro si lo que pretenda el gobierno e-ra la destruccin del sistema financiero argentino, ya que los ban-queros calculbamos las utilidades con decimales y los quebrantoslos recibamos por enteros como consecuencia de la poltica eco-nmica implementada desde el gobierno central. Manifest tam-bin que con esta poltica se estaba diezmando a la pequea y lamediana empresa, las que histricamente eran la fuerza vital dela economa argentina.

    El ministro garabate una respuesta sin contestar nada enconcreto en relacin con mi pregunta. Un ao ms tarde de aquelprograma televisivo, el sistema financiero argentino se derrumb.La ola de quiebras super todos los niveles anuales histricos yyo, desde la crcel, pude ver que haba sido uno de los primerosciudadanos en denunciar pblicamente la perversa poltica eco-

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  • nmica instrumentada por el gobierno del Proceso de Reorga-nizacin Nacional.

    Pero estaba en la crcel...En la celda de Caseros, reflexionando sobre lo sucedido y

    lo que continuaba ocurriendo dentro del contexto poltico y eco-nmico nacional llegu a la conclusin de que en la Argentina deaquellos aos hubo dos movimientos terroristas importantes queafectaron la vida de la sociedad: el terrorismo armado contra elgobierno, que nunca afect a ms del 5 6% de la poblacin, y elterrorismo econmico implementado desde el gobierno que afecta ms del 70% de los habitantes.

    El terrorismo armado desat una guerra civil no conven-cional que cobr vidas de ambos bandos, instigada y alentadadesde el interior por los propios terroristas buscando el regreso alpas del general Pern con su apoyo explcito y el golpe de Es-tado, pero sobre todo cobr vidas de jvenes que tenan poco quever en las acciones. La mayora de sus jefes salieron indemnes ypasado el tiempo llegaron a ocupar altas funciones pblicas enlos gobiernos de la democracia, inclusive los de corte neoliberalcomo el del Dr. Carlos Menem. Posteriormente se comprob, co-mo ya dije, que muchos de ellos eran agentes dobles.

    El terrorismo econmico no slo no produjo confrontacinsino que fue aceptado sin cuestionamientos por los propios sec-tores a los que estaba destruyendo en una suerte de masoquismonihilista para la autodestruccin.

    Ni durante los aos del Proceso de Reorganizacin Nacio-nal, ni despus del advenimiento de la democracia, hubieron es-tructuras de poder que operaran sobre ese terrorismo econmico.Hasta ahora, 2011, bajo el gobierno de la Presidente Cristina Kir-chner.

    Nadie lo cuestion penalizando efectivamente a sus prin-cipales protagonistas: el Dr.Jos A. Martnez de Hoz, el Dr.Guiller-mo Walter Klein, el Dr.Juan Alemann, el Dr.Adolfo Diz, el Lic.Alejandro Reynal, el Dr.Enrique Folcini, el Dr.Ricardo Arriazu,etctera, o a su brazo ejecutor policial armado: el general Albano

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  • Harguindeguy quien hoy camina absuelto por las calles de BuenosAires.

    Fueron premiados con lucrativos asesoramientos, nego-cios y consultoras. Hoy, como entonces, continan asesorando abancos extranjeros y nacionales, a las grandes empresas nacionalese internacionales. Son convocados asiduamente por los mediosde comunicacin social y por los gobiernos democrticos a loscuales en su momento desalojaron y enjuiciaron.

    Volviendo a mi relato sobre el programa de televisin, alda siguiente me llam Perina para decirme que el Ministro queraverme en su despacho. A ltima hora de la tarde nos reunimos.Las reuniones que tuve con el Ministro fueron todas, excepto dos,con Perina presente.

    En su despacho, el ministro me pregunt por qu lo ataquen el programa de televisin cuando l propiciaba un cambio es-tructural de la economa, creando una nueva Argentina en la queyo estaba llamado a ser uno de los protagonistas. Respond queno lo haba atacado, pues no tena nada en contra de l. No lo co-noca ni saba quin era. Conoca su apellido por la tradicin ar-gentina y lo haba ledo en los libros de historia. Expliqu que mellamaron a la una de la tarde para grabar el programa a las tres.Que pregunt si haba alguna restriccin en las preguntas a realizary me respondieron que no. Por tanto, una vez en el programa pre-gunt y dije lo que honestamente pensaba y senta.

    Luego, el Ministro comenz a preguntarme en qu sectoresde la economa participaba. Describ una sntesis de mis emprendi-mientos financieros, agropecuarios, industriales y comerciales.A medida que explicaba, el gesto del Ministro fue derivando hastala sorpresa.

    Me agradeci la informacin. A partir de entonces co-menz a llamarme dos veces por mes, para conocer mis opinionesacerca de la poltica del sector financiero e industrial en las cualesmis empresas participaban. En esas reuniones participaba Perinacomo un testigo silencioso. Ms tarde supe que Emilio Perina seencargaba de controlar (apretar) a los medios de comunicacinque vertan opiniones en contra de la poltica del Proceso de Re-

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  • organizacin Nacional. Estas reuniones se produjeron hastafebrero de 1980 y eran sumamente cordiales, afectuosas yaspticas.

    En una oportunidad por noviembre de 1979, me preguntel ministro qu opinaba de la situacin del Banco de IntercambioRegional y del Banco de Los Andes. Respond que prefera man-tener nuestro dilogo sobre aspectos generales de los diversossectores econmicos o financieros. Resalt que me pareca depoco nivel y estilo hablar de la competencia. Le recomend queconvocara al Dr. Rafael Trozzo y a Hctor Greco Titulares delBIR y del Banco de los Andes respectivamente.

    En octubre de 1979 Perina me comunic que el ministrome solicitaba un prstamo de U$S 700 mil para financiar la cam-paa poltica presidencial del general Viola en los distintos sec-tores de las Fuerzas Armadas pues la conduccin del Ejrcitoquera que fuera el sucesor del general Videla. Respond que siera por el bien de la Patria no los prestaba, los donaba.

    A esas alturas ya se saba qu significaba que a uno lepidieran un prstamo para algn destino especfico en los altosniveles del gobiernoDos das ms tarde, reunidos con el Minis-tro en uno de nuestros encuentros mensuales le dije que haba si-do informado por el Dr.Perina de los fondos que se necesitaban.Mi decisin era no prestarlos sino donarlos. El Ministro asintien silencio con la cabeza.

    Ms tarde alguien me coment que el candidato del minis-tro para suceder al general Videla era (?) el general Albano Har-guindeguy.

    Mientras tanto Perina con la plata que le d financi unapublicacin que escriba Jos Gobello, llamada Precisiones queera repartida en todos los regimientos y unidades operativas delas Fuerzas Armadas. Tuve informacin de que la inversin en larevista, no super los U$S 50 mil. Nunca pregunt sobre la apli-cacin del resto de los fondos.

    En un almuerzo que ofrec en el Banco Oddone, Periname present al Dr. Jaime Perriaux, quien era el principal asesorpoltico del general Videla. Vinieron junto con el Dr. Acua Anzo-

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  • rena, a quien ya conoca. Durante el almuerzo debatieron entre e-llos la sucesin poltica del PRN mientras yo escuchaba. Todoscoincidan en que en la salida del poder de facto hacia una alter-nativa democrtica se deba mantener el control del Ministeriode Economa.

    Sobre los postres, y luego de escuchar atentamente las o-piniones de mis invitados, les pregunt si haban considerado quesi una sucesin del Proceso de Reorganizacin Nacional era unaalternativa democrtica, con controlar el Ministerio de Economano alcanzaba: Haba que generar una mstica, una nueva visindel pas para darle una proyeccin poltica al sentimiento delpueblo. Se produjo un silencio...No se habl ms del tema...

    Al Dr.Perriaux no lo vi nunca ms, al Dr.Acua Anzorenas. Incluso meses ms tarde me pidi un puesto para su hijo aquien design en la sucursal Mercedes de mi banco. No lleg a o-cuparlo debido al crack producido por la crisis de abril de 1980.

    En noviembre de 1979, el Dr. Emilio Perina me comunicque el Ministro le haba expresado su deseo de crear una publi-cacin doctrinaria sobre el ideario del PRN. Ella tendra la pu-blicidad de todas las empresas del Estado y los entes guberna-mentales oficiales y provinciales.

    El Ministro quera que yo financiara el lanzamiento antici-pando los fondos. A su vez me inform que me ofreca comprarel diario La Opinin o los bienes de la familia Gelbard adminis-trados por la CONAREPA o, en su defecto, poda transferirmeel crdito de U$S 200 millones que el Banco Mundial haba asig-nado para la construccin de silos de campaa al Banco de la Na-cin Argentina. En esos momentos yo era, a travs de mi orga-ni-zacin agropecuaria, el ms grande acopiador de cereales de laArgentina. Mi respuesta fue que nunca haba hecho negocios conel Estado para ganar mi dinero y por tanto no entenda cmo eraeso.

    Pasados los aos y vistos los acontecimientos quesucedieron, llegu a la conclusin de que el Grupo Oddone era,en la visin del gobierno, un poder econmico y financiero mos-trenco, incontrolable e impredecible. Por ello necesitaban crearuna situacin de dependencia como la que tenan con el resto de

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  • los grandes grupos empresarios nacionales contratistas del Estadoy los bancarios tradicionales, entre los cuales haban distribuidoel control de la banca oficial y sus dependencias financieras.

    La prueba ms evidente de ello fue que luego de la des-truccin de enormes estructuras de produccin como el GrupoGreco en San Juan y Mendoza, el Grupo Sasetru y el mo ni du-rante el PRN, ni luego del advenimiento de la democracia, la Aso-ciacin de Bancos Argentinos, ni la Asociacin de Bancos delInterior, la Asociacin de Bancos Extranjeros, ni tampoco lascmaras empresarias a las cuales pertenecamos, jams pidieroninvestigar las medidas arbitrariamente tomadas fuera de la leypor el gobierno militar contra estos grupos econmicos.

    Tampoco lo hicieron con el advenimiento de los gobiernosrevisionistas de la democracia. Su negocio era eliminar la compe-tencia. Ms an, muchos de ellos colaboraron con actitudes pa-sivas o francamente colaboracionistas con las acciones del go-bierno, para no impedir la cada de los grupos afectados.

    En mi caso, la quiebra del grupo empresario se produjodebido a que no fue homologada la convocatoria de acreedoresde una de mis empresas, propietaria de un puerto en Villa Cons-titucin, que estaba en construccin. El principal contratistaacreedor de esa empresa era una subsidiaria del Grupo Macri.

    Cuando mi esposa, quien qued a cargo de las empresas apedido del Juez Federal, vio la mala disposicin del juezComercial Dr. Alejandro Mximo Paz, busc reunirse con FrancoMacri, a quien conocamos por salidas a cenar y otras reunionesa las que habamos asistido juntos. Utiliz como vehculo para elencuentro a Jos Bartolucci, amigo comn y socio en ese tiempode Franco Macri, a quien yo haba apoyado financieramente ensus empresas qumicas y frigorficas con mi banco. Lo fue a ver,explicndole la situacin. Jos le respondi que se comunicaracon Macri y la llamara. Pocos das despus, Bartolucci llampara informarle que Franco Macri no la recibira... Posteriormente,Franco Macri sobrevivi a los colapsos financieros consecuenciade la crisis bancaria contratando al general Albano Harguindeguycon el mdico honorario de U$S 50 mil por mes.

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  • Harguindeguy, al igual que en el caso de Francisco Ca-pozzolo, a quien tambin asesoraba, llamaba a los bancos di-cindoles que deban aceptar el Club de bancos para reestructurarlas deudas porque sino: les mandaba a los muchachos

    Al producirse la junta de acreedores en la sala del juzgadopara decidir la aprobacin de la convocatoria de acreedores de laempresa Silos y Elevadores S. A., empresa propietaria del puertoen Villa Constitucin, los contratistas, entre los cuales el principalera una subsidiaria de Macri, declararon ante el juez Paz que elproyecto no era viable.

    Luego de escuchar sus argumentos, mi esposa pidi lapalabra y les pregunt por qu si ellos consideraban que el proyectono era viable haban aceptado construir las obras. A los pocosminutos todos estaban de acuerdo en aprobar la convocatoria.

    La oposicin entonces surgi del propio juez: el magis-trado Alejandro Mximo Paz, consider que aun cuando los acree-dores estuvieran de acuerdo con la aprobacin del concurso deacreedores, l consideraba que el accionista Oddone no reunalas condiciones morales para acogerse a ese beneficio. Por tanto,declar la quiebra.

    La realidad era que necesitaban una primera quiebra parapoder quebrar por extensin todo el conglomerado, que fue elpaso siguiente dictaminado por el juez. Llegu a tener quebradasempresas con ms de U$S 50 millones de patrimonio y que notenan pasivos.

    Cuando lleg a la presidencia el general Viola, el Dr. AcuaAnzorena fue designado asesor presidencial, tambin el Dr.Perriaux.

    En ese tiempo yo estaba haciendo patio, preso en lacrcel de Caseros. Ni el general Viola, ni el Dr. Acua Anzorena,ni el Dr. Perina, ni Perriaux se acordaron de quien puso U$S 700mil sin pedir ni aceptar nunca nada.

    Hubiera aceptado mi derecho a la vida en libertad...

    * * *

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  • Continuando con la secuencia del relato, en diciembre de1979 la revista Todo es Historia, propiedad de Emilio Perina ydirigida por el Dr. Flix Luna, organiz un encuentro en el CrculoItaliano para disear la Argentina de la dcada de los 80. Fueroninvitados lderes de todos los sectores: de las finanzas, el agro, laindustria, las Fuerzas Armadas, el clero, las artes, etctera y, porsupuesto, el ministro Martnez de Hoz.

    En la mesa estaban el Ministro, Merbilhaa, de la Fe-deracin Argentina de Cooperativas Agrarias; Celedonio Pereda,de la Sociedad Rural; Avelino Porto, de la Universidad de Bel-grano, Acua Anzorena, la Sra. Susana Rinaldi, el Padre Braun,Perina, etctera. Fui a la reunin con un plan econmico para ladcada del 80.

    Pareca que el nico que poda tener un plan econmico oideas para una poltica econmica nacional era el ministro de E-conoma Martnez de Hoz. Los dems debamos expresar con-ceptos o sugestiones durante diez minutos medidos por un relojde arena. Me las ingeni para leer mi plan en diez minutos. Porsupuesto mis concepciones no se compatibilizaban con las delministro. Las principales, entre otras ideas, eran que rechazaba lapoltica de endeudamiento y pona nfasis en la transferencia detecnologa y la transformacin agroindustrial de la Argentina.

    Creo que en el siglo XX, como Ferns lo vio con respectoal endeudamiento argentino del siglo XIX, la mayor o menor can-tidad de prstamos no vara la textura del proceso de desarrollodel pas. S, en cambio, los ingresos de divisas que sean aportesgenuinos de capital.

    sta no era la concepcin que exista y an existe en nues-tro pas: gran parte de los economistas profesionales creen en eldesarrollo econmico por la va del endeudamiento. La realidades que la deuda cubre el dficit fiscal que no quieren o no puedencontrolar poniendo como excusa al desarrollo econmico.

    Debido a esto, la deuda cada vez es mayor y con acreedoresms duros, como el FMI y ahora los inversionistas privados detodo el mundo. Esta tendencia se revirti a partir de 2003 peroest retornando.

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  • La sntesis de los discursos fue publicada por Todo esHistoria en febrero de 1980.

    Recib la revista en la Crcel de Caseros, Unidad N1 enmayo de ese ao.

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    Publicidad grfica del Banco Oddone

  • CAPITULO III

    Existen tres antecedentes institucionales relacionados conla crisis financiera de 1980: el caso Pazmallmann S.A., el casodel Banco de Hurlingham S. A. y el caso Promosur Ca. FinancieraS. A

    1 En los prolegmenos del golpe militar de 1976, ArturoMallmann, titular de la firma de Corredores de Bolsa y de la em-presa de inversiones Pazmallmann S. A., fue convocado comorelata el protagonista en el opsculo que escribiera aos despuspor un oficial de la Marina retirado a reuniones conspirativas enlas que se indagaba su posicin con respecto a los problemas delpas.

    Escribe, a su pedido, opiniones de buena fe acerca de losproblemas nacionales sin darse cuenta, como sucediera en casosposteriores que estaba condenado por anticipado. El 29 de marzode 1976, cinco das ms tarde de producido el golpe de Estado,fueron allanadas las oficinas del holding empresario y Arturo Mall-mann fue secuestrado.

    El recin asumido presidente de la Repblica, general Jor-ge Rafael Videla, emiti un decreto poniendo al detenido a Dispo-sicin del Poder Ejecutivo bajo la calificacin de DelincuenteSubversivo Econmico. Respaldado en ese decreto y en los acuer-dos de las Fuerzas Armadas argentinouruguayas para la luchaantiguerrillera (Plan Cndor), fueron allanadas en el Uruguaylas oficinas de Pazmallmann Montevideo S.A. solicitando el apo-yo a las Fuerzas Armadas uruguayas debido a que los Serviciosde Informacin argentinos haban detectado el nido financierode la subversin argentina.

    El episodio termin en un papeln para el gobierno ar-gentino, porque el nido no exista y los inversores financiabancon sus fondos desarrollos agrcolas y ganaderos pioneros en elnoroeste argentino. No era extrao que esto sucediera: detrs del

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  • operativo, conducindolo e instigandolo estaba el inepto generalAlbano Harguindeguy, uno de los ms corruptos exponentes desa-rrollado al amparo del PRN.

    Por supuesto, el allanamiento uruguayo fue convalidado,despus de efectuado, por Arturo Mallmann bajo apriete en elDepartamento de Polica. Desde luego nunca hubo un sumarioadministrativo instruido por el Banco Central, (paso previo obli-gado segn la Ley de Entidades Financieras para iniciar cualquieraccin contra un operador del mercado).

    Tampoco la Direccin General Impositiva se sinti afec-tada por la empresa ni por los inversores. Consecuentemente, laJusticia Federal Penal nunca emiti un fallo al respecto.

    Arturo Mallmann muri sin ser reivindicado.2 Juan Chavanne era, en noviembre de 1976, un vendedor

    exitoso de terrenos para turismo y fraccionamientos de tierra.Haba desarrollado un mercadeo de venta directa a travs de unejrcito de seoras y seoritas muy bien puestas, con las que llega facturar casi U$S 5 millones mensuales. En ese mes de no-viembre fue visitado en sus oficinas por el escribano HoracioOyhanarte y el Dr.Lpez Resende, quienes le ofrecieron en ventael Banco Hurlingham S.A.

    El banco era propiedad de Isidoro Miguel Graiver y laSra. Lidia Papaleo por su hija menor Mara Sol Graiver. Cha-vanne se interes en el negocio ya que un banco mediano era unvehculo ideal para el financiamiento de sus negocios inmobi-liarios. Era consciente de que la operacin era complicada puesla familia vendedora estaba seriamente cuestionada por sus pre-suntas vinculaciones financieras con los terroristas montoneros.

    Por ello contrat para asesorarse a un gran jurista: el Dr.Julio Oyhanarte, primo del escribano. El asesor jurdico de Cha-vanne era el estudio M&M Bomchil, quienes deban determinarcon qu caractersticas debera efectuarse la compra, teniendo encuenta lo delicado de la situacin del banco y el momento polticoque se estaba viviendo.

    Los asesores con la responsabilidad de auditar el banco

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  • si se decida la compra, era el estudio contable Lpez, Gonzlez& Raimondi Asociados. Los asesores coincidieron en que la com-pra era viable y ventajosa.

    Se fij cierre la compra para el da 27/12/76. Al concretarsela transaccin se estipul su perfeccionamiento sujeto a dos condi-ciones recomendadas por los asesores: 1) la auditora y 2) la apro-bacin de la transferencia por parte del Banco Central.

    Los resultados de la auditora fueron satisfactorios peroel Banco Central puso dos objeciones para la transferencia delpaquete accionario: la carencia del grupo comprador de capitallquido para desarrollar el Banco y la falta de idoneidad de loscompradores para operarlo.

    La primera objecin fue superada mediante la incor-poracin del Grupo Empresario de Industrias Siderrgicas GrassiS.A. a travs de su principal accionista y la segunda mediante lacontratacin de una gerencia profesional compuesta por los Sres.Alejandro Reynal; Miguel Prez; Carlos Etcheverrigaray y RafaelSeragopian (segn me informara personalmente Juan Chavanne).

    Todos estos funcionarios provenan de la Banca Morganen la Argentina y, casual o causalmente, fueron los que tuvierondirecta o indirectamente el manejo operativo de la crisis financierade 1980 desde el Banco Central entre otros que se mencionarnms adelante.

    Una vez perfeccionada la operacin, se conform el nuevodirectorio compuesto por las siguientes personas: Presidente: Sr.Jorge Tejerina; Vicepresidente: Sr. Juan Chavanne; directores:general Mario Laprida, Rafael Olarra Gimnez, Sr. Marcelo Cha-vanne y Sr. Federico Chavanne. La sindicatura qued a cargo dela firma Lpez, Gonzlez & Raimondi Asociados.

    A los treinta das, el banco fue intervenido por la CONA-REPA (Comisin Nacional de Reparacin Patrimonial, rganodependiente de la CAL (Comisin de Asesoramiento Legislativo),institucin que reemplaz bajo la dictadura las funciones del PoderLegislativo), instituto utilizado para administrar las confiscacionesdeterminadas por el Poder Ejecutivo.

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  • Gabriel Casino. El banco estuvo en todo momento coadministradopor el Banco Central, a travs de sus veedores, los Sres. Maino,Ilundain y Zemborain.

    El grupo comprador nunca pudo, desde que asumi, o-torgar un crdito, ni autorizar un giro en descubierto para algncliente. Los crditos solicitados por accionistas, cuando se e-fectuaron, fueron garantizados siempre en exceso con garantasreales hipotecarias. Frente a esta situacin de ingobernabilidad,el paquete mayoritario del banco fue vendido el 29/06/78 a In-dustrias Siderrgicas Grassi S.A.

    Al mes siguiente de producida la venta, en julio de 1978,lleg una denuncia annima, (metodologa habitual para abordara un grupo econmico previamente sentenciado), a la ComisinNacional de Valores contra Industrias Siderrgicas Grassi S.A.,objetando la compra del paquete accionario del banco en U$S 10millones.

    Segn la denuncia, la inversin no estaba considerada den-tro de los estatutos de la sociedad. A partir de entonces comienzauna contienda de perfiles speros entre la Comisin Nacional deValores e Industrias Siderrgicas Grassi S. A.

    En septiembre de 1978, el Sr. Juan Chavanne, su esposaSharon, el Sr. Grassi y otros, son secuestrados de las oficinas delestudio jurdico del Dr. Mario Satanowsky quien estaba estudiandosi aceptaba el caso. El Dr. Satanowsky es secuestrado junto conellos. Su permanencia en Campo de Mayo transcurri desde el14/09/78 hasta el 26/12/78. Durante ese perodo los protagonistas,encapuchados, sufrieron largos interrogatorios ante un auditorionumeroso.

    Para presionarlos, estando desnudos, los interrogadoresdejaban correr gotas de agua hirviente desde el cuello por la co-lumna vertebral hasta la base de los genitales. La Sra.Sharon Dug-gan, esposa del titular quien estaba embarazada presenci 29simulacros de ejecucin de su esposo. Los simulacros tambineran efectuados con los otros detenidos, segn me relatara

    Fue designado un nuevo presidente: el general Alfredo

    personalmente Mario Satanowsky quien fuera desde mis inicios

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  • 3 Promosur Compaa Financiera S. A. fue liquidada enfebrero de 1980. Fue la antesala de la crisis de abril de 1980. Qui-se escuchar el relato de los protagonistas sobre su caso. Nuncademostraron inters en hacerlo. Tal vez porque cuando les sucedieran muy jvenes y en estos aos lograron sacarlo de la mente.Tal vez por miedo...De cualquier forma hay que respetar las ra-zones de silencio de las personas aunque nunca dejarn de habersido el tercer antecedente.

    mi abogado personal.3

    El 26 de diciembre de 1978 fueron transferidos al Pabellnde Subversivos de Villa Devoto, desde donde posteriormente selos aloj en pabellones de presos comunes. Durante el procesojudicial y ya blanqueados los detenidos (anteriormente secues-trados), la Fiscala Federal Penal nunca llam a declarar a los a-sesores jurdicos Julio Oyhanarte, M&M Bomchil o los contado-res Lpez, Gonzlez & Raimondi.

    Pasados los aos, al recuperar la libertad, los militares lesdijeron que haba sido un error, que se haban equivocado...El Sr.Juan Chavanne les crey. Consider que si no se hubieran equi-vocado estaran muertos. El caso Banco Hurlingham S.A. se pro-dujo debido al inters de dos grupos econmicos interesados enapropiarselo. Uno de ellos presionaba a travs del Banco Centralutilizando a su vicepresidente 1 de ese momento, el Dr. ChristianZimmermann y era un grupo financiero de los considerados tra-dicionales: el Banco Ganadero propiedad de la familia Ocampo,comandado por su presidente, Narciso Ocampo. El otro era ungrupo de las fuerzas armadas vinculado a la Marina, cuya cabezaera el almirante Massera, miembro de la Junta de Co-mandantesen Jefe. El secuestro de los protagonistas fue una operacincombinada de la Marina y el Ejrcito, dirigida por Ral Guglielmi-netti, actualmente preso.

    3 En 1985, al regresar de mi exilio, Marcelo Chavanne me coment que los in-terrogadores encapuchados eran el Dr. Juan Etchebarne y el Dr. Garris, pre-sidente el primero y director el segundo de la Comisin Nacional de Valores.

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  • Revista Mercado, noviembre 8 de 1978, Ao XI N528

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  • CAPITULO IV

    Durante el ltimo semestre del sexto grado de la escuelaprimaria decid rendir el examen de ingreso al Liceo Militar Gene-ral. San Martn, por aquello de la emulacin del padre.

    Creo que un hijo siempre pasa por una etapa en la cualquiere identificarse con su padre. Cuando se define su persona-lidad toma cuenta que puede optar por la misma profesin a sa-biendas de que nunca ser como l.

    Los dos aos que pas en el Liceo Militar me marcaronprofundamente. All me di cuenta de que mi carrera no era la mi-litar. Tambin comprob que haba una rebelda inmanente a mipropio ser.

    Lo ms positivo durante este perodo fue el corte del cor-dn umbilical con la familia. El aprendizaje para valerme por mmismo. La enorme experiencia del compaerismo y la profundasignificacin de la amistad.

    En esos dos aos sal del instituto pocas veces, porquepasaba los fines de semana arrestado por problemas de rebelda oinsubordinacin. Durante esos fines de semana, recluido en esasuerte de monasterio vaco en el que se transformaba el instituto,comenc a desarrollar mi aficin por la lectura.

    Comenc leyendo novelas de cowboys y fui evolucionandohacia la literatura, la filosofa y la historia. Con algunos compa-eros de inclinaciones afines empezamos a esbozar una especiede club literario donde nos dbamos a conocer opiniones medianteconstrucciones literarias, ya fueran stas cuentos, ensayos opoesas.

    All conoc mediante la lectura a gran parte de los clsicosespaoles, a filsofos como Ortega y Gasset, Swami Vivekananda,a escritores como Alejo Carpentier y Eduardo Mallea. Sent laprofunda emocin de Historia de una pasin argentina y eldolor sereno y exttico de La penltima puerta.

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  • Tambin experiment el sabor de la aventura en las ex-pediciones internas, por los lugares prohibidos para los cadetescastigados en esas noches de fro, soledad y tristeza.

    Nunca fui un buen estudiante, pero siempre pasaba misratos libres leyendo los temas que me interesaban. Muchas veces,en los aos de lo que para m fueron de conquistas empresarias,pensaba que no hubiera imaginado o creado los proyectos queestaba desarrollando si no me hubiera auto impuesto aquella for-macin humanstica de la adolescencia rebelde y solitaria de losmilitares y los curas. Era como un ir y venir entre la disciplina deldeber hacer para la sociedad y el distribuir riqueza en buscade una justicia social.

    A finales del segundo ao, estuve privado de salir hasta elda anterior a Navidad, como consecuencia de un enfrentamientocon un teniente que se propas avasallando agresivamente consu superioridad fsica a uno de los compaeros ms dbiles y demenor estatura de nuestra compaa (cada curso estaba divididoen compaas: 1ra., 2da., etctera).

    Cuando lo enfrent preguntndole por qu no me apretabaa m, que tena su mismo tamao o ms, me replic ordenndomeque me pusiera en la posicin de firmes y a partir de ese momentoinici una persecucin jerrquica imposible de sostener.

    Decid irme. Quera volver al Colegio del Salvador, miquerido colegio de la primaria, pero ya no encontr vacante. Con-tinu cursando el secundario en el Colegio San Jos de la calleAzcunaga y Bartolom Mitre.

    A pesar de que me fui del Liceo Militar General San Martncontinu la relacin con mis compaeros de curso hasta hoy y elencuentro con ellos todas las semanas cuando estoy en la Argentinacontina siendo una de las experiencias ms gratificantes.

    En el Colegio San Jos curs dos aos hasta los diez yseis, momento en que decid ganarme la vida. De este colegiotengo el recuerdo de tres grandes amigos: Eduardo Castelli, aquien en cierta forma le debo haber llegado a ser banquero, CarlosPay, hoy escribano e historiador, con quien pasbamos horas in-terminables debatiendo sobre historia, filosofa y poltica dentro

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  • de la Academia Literaria del colegio y en los recreos con TomsWetzel, compaero de frustraciones econmicas y problemasexistenciales.

    * * *Hay momentos en la vida en que determinados nombres

    y personas se asocian a determinadas circunstancias. No s siatribuir esto a la casualidad o a la causalidad de un orden superior,pero es as. En todos los hechos que conforman los prolegmenosde mi destruccin Emilio Perina estuvo presente.

    Mximo Intaglietta es un tradicional operador de cambiosdel mercado argentino de mucho prestigio y gran correccin. Apesar de que nunca hicimos grandes negocios juntos, mantenemosuna frrea amistad a travs de los aos y siempre que pudo par-ticularmente en los duros aos posteriores a la cada de mi grupoempresario me ayud. Siempre trat de brindarme aperturas derelaciones y contactos para que pudiera rehacerme econmi-camente.

    Me present al Dr. Jorge Baeza en una comida para variosmatrimonios amigos suyos que ofreci en su casa. Pasados losmeses consolidamos, mi esposa y yo, una fuerte amistad con Baezay su esposa Graciela.

    Jorge Baeza fue, durante muchos aos, el