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374 RESEtiJ'AS BIBLIOGRÁFICAS su teoría del concepto del formalismo kantiano y de las teorías nominalistas. Al examinar la teoría aristotélica del concepto, el autor analiza también la de los géneros y especies para demos- trar la relación entre la lógica de Aris- tóteles y sus categorías ontológicas. , La doctrina aristotélica del silogismo constituye el contenido del capítulo sex- to, que es aprovechado también para subrayar la relación antes citada. En la interpretación ontológica del silogismo -afirma el autor- el término medio juega un papel central no sólo en sen- tido lógico, sino ontológico, es decir, real. Distingue despuésla significación lógica del término medio de la ontoló- gica y esta distinción le lleva a una in- terpretación bastanteoriginal de las tres figuras del silogismo. En conclusión, la obra del filósofo soviético representa un feliz esfuerzo no sólo para exponer la verdadera doctri- na lógica de Aristóteles, poniendo en el plano debido aspectos desdeñadoso de- formados en las interpretaciones idea- listas, sino también para interpretar más profundamente el núcleo esencial de su doctrina. Pero semejante inter- pretación, llevada a cabo desde las po- siciones críticas del materialismo dialéc- tico, conduce también a reconocer que el pensamiento científico moderno plan- tea a la lógica una serie de exigencias que sólo pueden ser satisfechas supe- rando la doctrina lógico-formal de Aris- tóteles, conservando de ésta cuanto hay de válido en la actualidad. Esta supera- ción, en sentido dialéctico, sólo es po- sible partiendo de la afirmación del carácter objetivo de la lógica aristoté- lica, fundado, a su vez, en una inter- pretación ontológica. A esta tarea con- tribuye venturosamente el libro que reseñamos. ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ El pensamiento prefilosófico, por Henri Frankfort, H. A. Groene- wegenFrankfort, John A. Wilson, Thorkild J acobseny William A. Irwin; trad. Eli de Gortari. Fon- do deCultura Económica,Brevia- rios 97 y 98, México, 1954. Los cinco trabajos que forman estos dos Breviarios constituyen un solo volu- men en su edición original y, cierta- mente, integran una obra unitaria so- bre la "aventura intelectual" del hombre dentro de las sociedadesesclavistas más antiguas. Los ensayos son: 1ntroduc- ción, de H. y H. A. G. Frankfort; Egip- to, de J. A. Wilson; Mesopotamia, de T. Jacobsen; Los Hebreos, de W. A. Irwin; y La emancipación del pensa- miento, como conclusión, de H. y H. A. G. Frankfort. El examen introductorio sobre el pen- samiento especulativo pone al descu- bierto que los antiguos consideraron siempre al hombre como un ser social, al inismo tiempo que tuvieron a la so- ciedad como parte inseparable de la naturaleza y, por lo tanto, sujeta al im- perio de las fuerzas cósmicas. No obs- tante su carácter imaginativo y su mez- cla con la fantasía, este pensamiento nunca se aparta por completo de la ex- periencia y se mantiene constantemente como un intento de explicarla. El atri- buto de la vida que llena al mundo por todas partes y se manifiesta individual- mente en todo hombre, animal, planta, mineral y fenómeno meteorológico, in- dica la relación social activa que el hombre primitivo establece con todos los acontecimientos y cosas de su exis- tencia, humanizándola. Para relatar esta acción recurre al mito, forma poética de expresar una interpretación verosí- mil, que antecedeal razonamiento ana- lítico y concluyente. Este pensamiento creador de mitos tiene lógica, refiere los sucesos a causas y efectos y los enmar- ca en el espacio, el tiempo, la cualidad y la cantidad. Es más, el mito represen- ta destacadamentela imagen del mundo del hombre primitivo, que es la de un todo único y poliédrico con sus partes

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374 RESEtiJ'AS BIBLIOGRÁFICAS

su teoría del concepto del formalismokantiano y de las teorías nominalistas.Al examinar la teoría aristotélica delconcepto, el autor analiza también lade los géneros y especies para demos-trar la relación entre la lógica de Aris-tóteles y sus categorías ontológicas., La doctrina aristotélica del silogismoconstituye el contenido del capítulo sex-to, que es aprovechado también parasubrayar la relación antes citada. En lainterpretación ontológica del silogismo-afirma el autor- el término mediojuega un papel central no sólo en sen-tido lógico, sino ontológico, es decir,real. Distingue después la significaciónlógica del término medio de la ontoló-gica y esta distinción le lleva a una in-terpretación bastanteoriginal de las tresfiguras del silogismo.

En conclusión, la obra del filósofosoviético representa un feliz esfuerzo nosólo para exponer la verdadera doctri-na lógica de Aristóteles, poniendo en elplano debido aspectos desdeñadoso de-formados en las interpretaciones idea-listas, sino también para interpretarmás profundamente el núcleo esencialde su doctrina. Pero semejante inter-pretación, llevada a cabo desde las po-siciones críticas del materialismo dialéc-tico, conduce también a reconocer queel pensamiento científico moderno plan-tea a la lógica una serie de exigenciasque sólo pueden ser satisfechas supe-rando la doctrina lógico-formal de Aris-tóteles, conservando de ésta cuanto hayde válido en la actualidad. Esta supera-ción, en sentido dialéctico, sólo es po-sible partiendo de la afirmación delcarácter objetivo de la lógica aristoté-lica, fundado, a su vez, en una inter-pretación ontológica. A esta tarea con-tribuye venturosamente el libro quereseñamos.

ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ

El pensamiento prefilosófico, porHenri Frankfort, H. A. Groene-wegenFrankfort, John A. Wilson,

Thorkild Jacobseny William A.Irwin; trad. Eli de Gortari. Fon-do deCultura Económica,Brevia-rios 97 y 98, México, 1954.

Los cinco trabajos que forman estosdos Breviarios constituyen un solo volu-men en su edición original y, cierta-mente, integran una obra unitaria so-bre la "aventura intelectual" del hombredentro de las sociedadesesclavistas másantiguas. Los ensayos son: 1ntroduc-ción, de H. y H. A. G. Frankfort; Egip-to, de J. A. Wilson; Mesopotamia, deT. Jacobsen; Los Hebreos, de W. A.Irwin; y La emancipación del pensa-miento, como conclusión, de H. y H. A.G. Frankfort.

El examen introductorio sobre el pen-samiento especulativo pone al descu-bierto que los antiguos consideraronsiempre al hombre como un ser social,al inismo tiempo que tuvieron a la so-ciedad como parte inseparable de lanaturaleza y, por lo tanto, sujeta al im-perio de las fuerzas cósmicas. No obs-tante su carácter imaginativo y su mez-cla con la fantasía, este pensamientonunca se aparta por completo de la ex-periencia y se mantiene constantementecomo un intento de explicarla. El atri-buto de la vida que llena al mundo portodas partes y se manifiesta individual-mente en todo hombre, animal, planta,mineral y fenómeno meteorológico, in-dica la relación social activa que elhombre primitivo establece con todoslos acontecimientos y cosas de su exis-tencia, humanizándola. Para relatar estaacción recurre al mito, forma poéticade expresar una interpretación verosí-mil, que antecedeal razonamiento ana-lítico y concluyente. Este pensamientocreador de mitos tiene lógica, refiere lossucesos a causas y efectos y los enmar-ca en el espacio, el tiempo, la cualidady la cantidad. Es más, el mito represen-ta destacadamentela imagen del mundodel hombre primitivo, que es la de untodo único y poliédrico con sus partes

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Diánoia, vol. 2, no. 2, 1956
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RESEl"1AS BIBLIOGRÁFICAS

enlazadas de modo activo y recíprocopor una profunda e indisoluble conexiónde causalidad. Y esta actitud mentalcomún se muestra en las tres culturas,dentro de las grandes diferencias de sudesarrollo propio y característico.

El pensamientoegipcio tiene un acu-sado sentido de la simetría y del equili-brio, hasta el punto de rnantener-sirnul-táneamenteconceptos que se encuentrenen contradicción manifiesta. La armo-nía de los términos incompatibles esmucho más frecuente que la preocupa-cion por la congruencia. Por ello, susimágenes mentales son cinemáticas ymúltiples, nunca estáticas o unívocas.A la vez, sus mitos se superponen ycoexisten sin excluirse, unidos por sudiscordancia mutua. De esta manera,las nociones inferiores quedan subsumi-das en las superiores. Por otra parte, laconcepción del universo como una con-catenación entre todas las cosas -hom-bre, sociedad, plantas, bestias y elemen-tos de la naturaleza- se desenvuelvehasta llegar a considerarlas en su com-plementación recíproca y en su consubs-tancialidad. Más aún, las consecuenciashostiles, indiferentes o amistosas entrelas cosas no dependen tanto de las cua-lidades de ellas, sino de la magnitud conque entran en relación. Así, por ejem-plo, el Nilo hace surgir la vida en Egip-to; pero, cuando su nivel es excepcio-nalmentehajo o demasiado alto, acarreala destrucción y la muerte. Ahora bien,esta culminación intelectual no desem-bocó en una filosofía que pudiera trans-mitirse directamentecomo una herenciacultural a la posteridad. Y, entonces,loshebreosy los griegos tuvieron necesidad'de volver a descubrir por sí mismosaquellos elementosque constituyeron lasabiduría de los egipcios, implícita ensus grandiosos monumentos.La cultura mesopotámicase caracteri-

za por su concepción del universo comoun orden en continuo desenvolvimiento,debido a la acción de sus elementos in-tegrantesy a las conexiones de su orga-nización. Incluso la sociedad humana

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es una organización en desarrollo, por-que es una simple parte de la sociedadmucho más amplia del universo. Luego,las especulacionesde los mesopotamiosacerca del origen de su organizaciónpolítica, los llevaron a establecer comoprincioio del orden en el mundo el pro-longado conflicto entre dos conjuntosde fuerzas antagónicas: las que impul-san la actividad y las que se oponen ala actividad. Este conflicto entre el mo-vimiento y el reposo produce, además,el desarrollo del orden. Por otro lado, alreferir la estructura política de Meso-potamia al "estado" formado por el uni-verso entero, la posición del hombre enel cosmos vino a ser exactamenteiguala la que tenía el esclavo dentro de lasociedad humana. No obstante;aun co-locado en la situación de ser esclavo delas fuerzas cósmicas, el hombre se re-servó un recurso para superarla. Comoes sabido, el pensamiento creador demitos establece la fusión entre la ana-logía y la identidad; ya que "ser se-mejante" acaba por confundirse con"ser". Entonces, actuando como, o re-presentando el papel de, una fuerza dela naturaleza, el mesopotamio se identi-ficaba con ella y, de estamanera, podíahacer que esa fuerza actuase conformea su voluntad. Y esta actuación, enacuerdo recíproco entre el hombre y lanaturaleza, encierra ya la noción em-brionaria del conocimiento científicoposterior.

Por su parte, el pensamiento de loshebreos se distingue fundamentalmentePO! su sentido de la comunidad queexiste entre todos los hombres. El ins-trumento principal de que se sirvieronpara adquirir tal sentido, lo tenemosenla crítica sin precedentesque aplicarona todas las especulaciones que hereda-ron y compartieron en su ámbito cul-tural. A través de esta crítica elabora-ron su religión monoteísta ----cuyasolamención es cosa tan trillada- que loshizo colocarse en una heterodoxia pro-funda frente a las concepciones de suscontemporáneos.Más adelante,emplean-

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do el mismo rigor en todos los proce-sos del pensamiento, sometieron a unexamen crítico hasta la misma existen-cia de su dios. En todo caso,para Israel,el destino del hombre es una cuestiónterrenal. El bien se encuentraen el senode una sociedad virtuosa y su conquis-ta es una cosa de este mundo. Así, laprosperidad y la dicha personalesestánenlazadas íntimamente con la situaciónde la comunidad. Aun el hombre excep-cional se encuentra ligado al destino dela sociedad y lo comparte con ella. Porotro lado, los israelitas no admitierondualismo alguno entre la mente y elcuerpo, sino que consideraron al hom-bre como un solo organismo y comouna persona única. A consecuencia deesta unidad, la conducta del hombre esdeterminada por su naturaleza toda. Encuanto al conocimiento, los hebreos lotuvieron por resultado de la experienciadirecta, por el contacto inmediato delindividuo con la realidad objetiva, enla forma más íntima de la posesión. Deestamanera, en el transcurso de genera-ciones sucesivas, la experiencia les per-mitió acumular materiales comparablesa los que se obtienen en la investiga-ción científica moderna. Además, su-pieron tomar los conocimientos de otrospueblos, estimando las obras humanassin discriminar su origen. Y luego, conel manejo de todos estos materiales ysu transformación mediante un procesoque lograron hacer peculiarmente he-breo, se convirtieron en empiristas con-sumados y desarrollaron notablementelos métodos del pensamiento.

Finalmente, en la conclusión se mues-tra la estrecha conexión del pensamien-to creador de mitos con el de los pri-meros filósofos griegos. La concepciónhebrea de la naturaleza incondicionaday trascendentede la divinidad -pues-ta de manifiesto en su iconoclasia y ensu acuñación del nuevo mito de la "vo-luntad de Dios" - allanó el camino paraque los griegos tuvieran el extraordina-rio atrevimiento de emancipar por com-'pleto al pensamiento del mito. Su te-

meridad intelectual les condujo a hacerjuicios críticos sobre todas las teoríasy a efectuar investigaciones continuasacerca de la naturaleza de la realidad.Con una doble originalidad, ignoraronlas representaciones religiosas y desen-volvieron el pensamiento con una con-secuencia lógica apasionada. Esta pa-sión por la coherencia racional los llevóa exagerar su estimación por la racio-nalidad de sus interpretaciones, a costade su interés por la posibilidad de quesus hipótesis se cumplieran. Pero, a lavez, con esta concepción filosófica que-da superado en definitiva el mito, queno admite discusión alguna en su pro-pio terreno. En cambio, ya en los prime-ros sistemas formulados por los griegosencontramos la posibilidad de volver aexaminar ·10 que se ha establecido ra-cionalmente, para modificarlo o des-arrollarlo y, más aún, hasta para refu-tarlo. Y así, se plantea la solución alproblema de comprender reflexivamen-te el mundo, con apoyo en la indagaciónprogresiva de sus formas de existencia.Tal es la culminación de esta "aventuraintelectual del hombre antiguo".

EL! DE CoRTARI

A History 01 Chinese Philosophy,por Fung Yu-lan; trad. Derk Bod-de. Princeton University Press,Princeton, Vol. 1, 1952; Vol. 11,1953.

El eminente profesor de la Universi-dad de Pekín Fung Yu-lan, doctoradoen filosofía en la Universidad de Co-lumbia y en derecho en la Universidadde Princeton, es el más distinguido his-toriador contemporáneo de la filosofíachina, independientementede sus otrasaportaciones que lo acreditan como unfilósofo original. La presenteobra mag-na suya fue publicada originalmenteen 1931 y 1934 y esta primera traduc-ción inglesa completa del Dr. Bodde fue