Coment. Evangelio Mt. 25. 31-46 Domingo XXXIV Ciclo A. 23 Noviembre 2014 +Jesús Sanz Montes. Arzobispo Oviedo Música: Candilejas Montaje: Eloísa DJ

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TEXTO BÍBLICO Mt. 25. 31-46TEXTO BÍBLICO Mt. 25. 31-46

El juicio finalEl juicio final

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y

serán reunidas ante él todas las naciones. serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha

y las cabras a su izquierda.y las cabras a su izquierda.Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid

vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis,

estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces los justos le contestarán: “Señor, Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te

vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más

pequeños, conmigo lo hicisteis”.pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y

sus ángeles. sus ángeles.

Porque tuve hambre y no me disteis de comer, Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me

hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo,

o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.

Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y

los justos a la vida eterna».los justos a la vida eterna».

Al término del año cristiano se nos presenta una Al término del año cristiano se nos presenta una solemnidad de Jesús que enmarca el sentido de este solemnidad de Jesús que enmarca el sentido de este

domingo último:domingo último:

Cristo Rey del Universo.Cristo Rey del Universo.

Herodes, al comienzo de Herodes, al comienzo de la vida del Señor, y Pilato la vida del Señor, y Pilato al final, cada uno desde al final, cada uno desde sus intereses, tuvieron sus intereses, tuvieron

miedo de este Jesús Rey. miedo de este Jesús Rey.

Pero la realeza de Jesús no era una alternativa política-religiosa de nadie, ni traía

su persona ninguna subversión con apariencia

piadosa y adentros revolucionarios.

Ni Pilato ni Herodes

entendieron la realeza de Jesús,

y por eso la persiguieron cada uno a su modo.

Su realeza, se ha ido presentando y

desgranando como un auténtico servicio:

reinar para servir.

Por eso rechazará la propuesta de Satanás en la tentación del poderío;

o se marchará lejos huyendo

al monte cuando la

gente quería coronarle rey

tras la multiplicación de los pones y

los peces.

Jesús se reconoce rey, pero de otra manera.

El juicio final del que nos habla este Evangelio, en el El juicio final del que nos habla este Evangelio, en el cual estarán presentes todas las naciones ante el cual estarán presentes todas las naciones ante el

trono de la gloria del Hijo del Hombre, trono de la gloria del Hijo del Hombre,

será será precisamente el precisamente el juicio de quien juicio de quien

tanto ha amado tanto ha amado a sus ovejas, a sus ovejas,

como como admirablemente admirablemente dibuja Ezequiel dibuja Ezequiel

en la 1ª lectura. en la 1ª lectura.

Es la imagen del Buen Pastor que Jesús hará

suya después.

¿Cómo temer el juicio de quien tanto nos amó?

Pero este juicio misericordioso no sólo

tendrá lugar solemnemente al final de los tiempos.

Porque la vida nueva consiste en encontrar, y

reconocer, y amar al Hijo de Dios para permanecer así en

la luz y en la verdad.

Esto es lo que nos dice la parábola de

este Evangelio

desde la estrecha vinculación que el rey-pastor Jesús hace de su persona con cada uno

de los hombres, especialmente los más

desfavorecidos.

Por eso hemos de repetir otra vez que debemos vigilar sobre nuestra fe y nuestra

vida cristiana, pero no al modo pagano:

“por si acaso viene Dios y nos pilla” (actitud típica de quien sólo revisa y “pone al día” su

cristianismo ante determinadas situaciones:

boda, primera comunión de los hijos, una operación o cualquier otro peligro de

muerte, etc.).

Dios no es ese inevitable intruso

en nuestra vida, del que se puede

prescindir y al que se trata de esquinar.

El juicio final está

continuamente anticipado en lo

cotidiano de nuestra vida.

El cristianismo no puede zanjarse en un curso

intensivo, habiendo vivido descristianamente el resto

de la vida.

De la misma manera que cuanto decimos y

hacemos por Jesús, tiene una verificación

también cotidiana en el amor al prójimo:

“os aseguro que cuanto hicisteis con uno de esos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”

FIN