CAPITULO 2 MARCO HISTORICO: TEORICO Y...

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8 CAPITULO 2 MARCO HISTORICO: TEORICO Y CONCEPTUAL. 2.1 MARCO TEORICO 1.1.1 Antecedentes históricos del rol de la mujer La cultura es el fruto permanente, siempre enriquecedor, del patrimonio de la humanidad. En muchas ocasiones la cultura alienta al ser humano hacia increíbles desarrollos y en otras lo ata a tradiciones y prejuicios, tal es el caso del machismo, que le atribuye papeles a la mujer en un sentido de inferioridad social, subordinación al hombre; basándose a la creencia de que el hombre es superior a la mujer convirtiendo las relaciones de pareja en relaciones de dominio y protección sobre ella. “El machismo es considerado como uno de los patrones culturales predominantes en el estilo de vida latinoamericano y específicamente en El Salvador”. 1 En el machismo la mujer no tiene mayor significancia, el hombre es primero y puede hacer lo que le parezca y hasta destruir su vida por la circunstancia mas insignificante. Lamentablemente este prejuicio social ata a la mujer en su desarrollo social, intelectual y cultural. Ya que ha existido, históricamente, indiscutiblemente de tipo cultural, que encierra a la mujer en el campo de menores posibilidades de creatividad y de participación. Si bien es cierto que la cultura facilita el desarrollo humano, no resulta igualmente estimulante para la mujer, debido que se han trasladado también con esa cultura, todos los factores que, tradicionalmente, la han limitado en su desarrollo y en su plena realización. Lo anterior permite afirmar que la cultura, no sólo define la personalidad de los pueblos, sino que también perfila comportamientos individuales y sociales. 1 UES. La Imprevisión y el machismo. Departamento de medicina 1986

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CAPITULO 2 MARCO HISTORICO:

TEORICO Y CONCEPTUAL.

2.1 MARCO TEORICO

1.1.1 Antecedentes históricos del rol de la mujer

La cultura es el fruto permanente, siempre enriquecedor, del patrimonio de la

humanidad. En muchas ocasiones la cultura alienta al ser humano hacia

increíbles desarrollos y en otras lo ata a tradiciones y prejuicios, tal es el caso

del machismo, que le atribuye papeles a la mujer en un sentido de inferioridad

social, subordinación al hombre; basándose a la creencia de que el hombre es

superior a la mujer convirtiendo las relaciones de pareja en relaciones de

dominio y protección sobre ella. “El machismo es considerado como uno de los

patrones culturales predominantes en el estilo de vida latinoamericano y

específicamente en El Salvador”.1

En el machismo la mujer no tiene mayor significancia, el hombre es primero y

puede hacer lo que le parezca y hasta destruir su vida por la circunstancia mas

insignificante. Lamentablemente este prejuicio social ata a la mujer en su

desarrollo social, intelectual y cultural. Ya que ha existido, históricamente,

indiscutiblemente de tipo cultural, que encierra a la mujer en el campo de

menores posibilidades de creatividad y de participación. Si bien es cierto que la

cultura facilita el desarrollo humano, no resulta igualmente estimulante para la

mujer, debido que se han trasladado también con esa cultura, todos los

factores que, tradicionalmente, la han limitado en su desarrollo y en su plena

realización. Lo anterior permite afirmar que la cultura, no sólo define la

personalidad de los pueblos, sino que también perfila comportamientos

individuales y sociales.

1 UES. La Imprevisión y el machismo. Departamento de medicina 1986

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En la vida cotidiana se experimenta el problema de la desigualdad que provee

el sustento cultural. Se construye el camino a la superación en el hombre y, por

el contrario, se implementa todo el detenimiento de la realización de la mujer,

enclaustrada por actitudes tradicionales que la han confiado a un papel

secundario dentro de la escena que enfoca la existencia completa de los

grupos humanos. Claro que siempre ha habido mujeres que rompen las

tradiciones y logran un desenvolvimiento protagónico en la ciencia, en la

política, en el arte o en la vida social; sin embargo, esas mujeres son casos de

excepción que no han abierto tradición cultural. En la historia los sacrificios del

rompimiento son notables y muy heridas en su afán de realización propia, han

podido situarse en algún lugar privilegiado, en connotado heroísmo.

Estas mujeres, que no han constituido patrones culturales, no solo por ser

casos de excepción, también han enfrentado una especie de negación al papel

tradicional que la mujer ha tenido en la sociedad.

Por esa razón, para entrar en el medio cultural en que está envuelta la mujer,

es necesario desentrañar los mitos creados por personajes históricos,

religiosos o literarios, que han venido a representar patrones culturales y que

son básicamente construidos por el hombre y por la sociedad en que ellas han

vivido. Estos personajes reflejan, como todo ente de ficción, una sólida síntesis

de la estructura social, es decir sintetizan lo que son o se espera que sean

muchas mujeres, pues sus cualidades, sus defectos, sus virtudes o sus

limitaciones resultan el filtro de la observación humana o el resumen de la

perspectiva en que se han visto tratadas las mujeres en una época o en todas

la épocas, según sea la trascendencia del mito. Los que aquí se mencionan,

son los que más influencia y permanencia han tenido en la civilización. A ellos

están ligadas muchas de las condiciones culturales actuales en que se

desenvuelve la mujer.

Los mitos analizados son los siguientes: El de Eva, con un mensaje

permanente de dependencia; el de Penélope, con limitación de experiencia; el

de la Virginidad, con su significado dentro de la instrumentación religiosa; el de

Beatriz y el de Dulcinea, con la esclavitud del idealismo; el de Nora, el

personaje de casa de muñecas de Ibsen, con su enfrentamiento al juego

10

mutilante de la propiedad; el de nuestros días, con la discusión cotidiana de

¿qué es la liberación femenina? y ¿qué mujer se quiere liberar? Se ha

pretendido agotar los significados de estos mitos, con sus más relevantes

interpretaciones, en busca de que no haya nada oculto a su propio

entendimiento, y pueda contribuir a propiciar un marco cultural adecuado a su

completa realización.

El mito de Eva: Dice la biblia que Dios, después de crear al mundo y al hombre, para dar ayuda

idónea a Adán, lo durmió, tomó una de sus costillas e hizo de ella, a la mujer.

Le puso nombre, dijo que se llamaría hembra, por que del hombre fue ella

tomada, huesos de sus huesos, carne de su carne.

¿Qué era según la biblia, esa ayuda idónea? Aun cuando el libro sagrado no

da explicación alguna, la interpretación más valida parece ser la de que Adán

se sentía solo, a pesar de la imagen exaltada que tenemos del paraíso. La

mujer es entonces creada para dar compañía. Dios crea a la mujer del hombre

mismo para que fuera su complemento, desde la aparición de la mujer, ya no

hay más creación alrededor del hombre, todo parece estar perfecto.

La concepción de la mujer como un ser derivado de otro, ha agravado

sustancialmente la relación humana. La mujer es el ser que se crea para servir,

para entretener, para acompañar en alegrías y en pesares.

El mito de Eva ha lanzado al tiempo, esa imagen de dependencia, de

subordinación, de estar al servicio de otro. No fue hecha libremente, fue hecha

en función del otro. Por supuesto que en el conocimiento, en la comunicación y

en relación, hay una verdad sustantiva de dependencia que balancea la

independencia. Sin embargo, “en la simbología mítica de la mujer, el peso de la

subordinación priva, pues es el ser que no alcanza soberanía sobre su cuerpo,

sobre su alma, sobre sus decisiones”2 La mujer ha venido siendo lo que otros

2 Naranjo, Carmen. Mujer y cultura. EDUCA, 1ª. Edic. San Salvador, 1999. Pág. 16.

11

quieren que ellas sean, “el fondo y la forma de su estado es una derivación de

la dependencia absoluta, como si no hubiera encontrado voz propia en el coro

humano”3

La figura bíblica de Eva ha traspasado el tiempo en esa dimensión de

dependencia y en otras más.

Definido el destino de la pareja humana por obra de Dios, iniciaron su vida en

el Edén, ambos desnudos, sin avergonzarse de su desnudez, la serpiente, el

más astuto de los animales del campo, interroga a la mujer sobre la prohibición

de comer frutos del árbol del conocimiento. El curso de la dialéctica es

asombroso e inductivo. El árbol del conocimiento los puede hacer como Dios,

sabedores del bien y del mal, entonces no podrán morir.

El tiempo y la muerte representan la gran ganancia, cuando lógicamente no se

podrá tener sensación de tiempo y angustia de muerte. A penas se iniciaba la

vida. No dice la biblia cuánto duró la conversación ni cuán largo fue el periodo

de la tentación. El árbol del conocimiento se volvió un imán para la mujer,

comió de él, y probó su fruta, la encontró deliciosa y dio de comer al hombre.

Los ojos de ambos se abrieron, se dieron cuenta de su desnudez, cosieron

hojas de higuera y ceñidores que los cubrieran. La desnudez, su desnudez

original, asombra al hombre y a la mujer, a aquellos seres que habían visto al

principio del mundo los primeros animales, el crecer tranquilo y natural de los

frutos de la tierra. Esa desnudez mítica es una visión descarnada de la realidad

del mundo. Parece una visión profética de la historia, de la calamidad humana.

Es el corte brusco del sueño bueno. Sienten vergüenza y se esconden del

creador. Dios los llama y los juzga. Adán es condenado a comer con trabajo

durante todos los días de su vida, con sudor en su rostro, ha de comer el pan

hasta que vuelva a la tierra de donde fue tomado, por que polvo es y polvo

volverá a ser. A la mujer la condena a que muchos sean los trabajos de sus

3 IBIDEM. Pág. 20.

12

preñeces, con dolor parirá a sus hijos, y la sujeta a la voluntad del marido,

quien será su señor.

“Hay ya una definición de posesión; frente al problema de la dependencia, hay

siempre la esperanza de la independencia. Sobre la posesión, el hecho no solo

de prevenir de otro, sino de ser de otro, hay un dominio del cual es difícil

liberarse. La figura exacta de la esclavitud”4

El mito de Eva es el relato de la esclavitud como castigo divino, además revela

y advierte no sólo con figura, a la mujer, dentro de la más absoluta

subordinación, dentro de la más concreta esclavitud; sino que anuncia los

peligros de una rebelión, de un gesto independiente. “Eva es peligrosa, consigo

trae desventura. Encanta pero debe manejarse con cuidado, no hay que

dejarse cautivar por ella, hay que tratarla con las riendas cortas y con látigos en

las manos. Cruel personaje es la Eva de la biblia, co-protagonista del génesis,

pero lo humano no es ajeno al relato. La transgresión esta cometida y la pareja

se vuelve solidaria en su destino”5. Adán y Eva no lloran, no piden clemencia.

La unidad de ellos, es ejemplo de convivencia. Ya sin fortuna, con la sentencia

del trabajo y con los anuncios de los dolores de parto, juntos van frente a la

vida. Ayer, en el paraíso, ese paraíso que todavía se pasea en la frente de los

seres que dejó la nostalgia; mañana, en la tierra, con la incertidumbre de frutos

y cosechas, con seguridad implacable de dolores y penas. Esa unidad que

viene de un ayer esplendoroso, va hacia un mañana incierto y se sostienen un

presente duro, es la mejor lección que nos pudieron dar; pero el mito que

camina por infinitas tradiciones acusa a Eva, nacida dentro de la limitación del

derivado, como el encanto engañoso, la veleidad misma para convertirla en el

ser que debe ser dependiente, esclava, al servicio constante de otro, sin asomo

alguno a la curiosidad; porque su curiosidad es peligrosa.

El mito de Penélope:

4 Naranjo, Carmen. Op. Cit. Pág. 15 5 IBIDEM. Pág. 17

13

Penélope es un personaje secundario en la Odisea. Su misión es sencilla, la de

ser esposa; su historia es simple, la de un matrimonio concentrado en la

espera. Es hija de Icario y hermana de Tindaro, rey de Esparta. Asombraba con

su belleza.

Ante los muchos aspirantes a ser su cónyuge, su padre decide que se disputen

su mano en unos juegos. Resulta vencedor Ulises. Del matrimonio nace un

hijo, Telémaco. Poco ha de durar la vida en familia. Ulises parte a la guerra de

Troya. Cuando ha vencido, el viaje de regreso está lleno de aventuras. 20 años

dura la ausencia del hogar. Durante esos 20 años, Penélope recibe el cortejo,

según Homero, de más de cien pretendientes. Penélope decide tejer un velo

para amortajar a su suegro, Ahertes, cuando él muera y sujeta, a su

terminación, la posibilidad de contraer un nuevo matrimonio. Fiel a Ulises,

decidida a continuar su espera, ella deshace de noche lo que teje de día. Ha

pasado a la historia como el modelo perfecto de la fidelidad conyugal.

Penélope revela algo verdadero en la vida de las mujeres, la negación de la

experiencia humana, nació dependiente, vivió subordinada, conforme a la

figura del mito de Eva, no tiene derecho al conocimiento vivencial.

“Mientras, Ulises viaja por el mundo, tiene experiencias, pasa por increíbles

aventuras, aprende, vive, entra en innumerables caminos de descubrimientos y

cumple con el ciclo externo del viaje del conocimiento y con el ciclo interno del

viaje más interesante todavía, el de saber quién es y para qué fue creado;

mientras, su mujer teje, desteje y espera. No hay plano más evidente para

descubrir la realidad, incluso geográfica de la mujer. Por un lado hay un

panorama abierto del mar, de islas, de montañas y de valles, que representado

en el paisaje, hoy podría ser de aeropuertos, de andenes, de calles, de

edificios, de bares, de fiestas, de múltiples recepciones de inusitadas aventuras

en el que se desenvuelve el hombre. Por otro lado, el ámbito geográfico de la

mujer es tan reducido, en términos generales, como en la época de Penélope:

la cocina, la sala, del quehacer de la casa entera para efectos de limpieza y de

ordenamiento, el dormitorio y la ventana como puerta al mundo. Rara es la

mujer que se desenvuelve en la calle, en el viajar constante, en la aventura

14

libre del descubrimiento y de la exploración”6. Es decir, que la libertad del

conocimiento y la experiencia, han sido negados a la mujer por la tradición. Su

esfera es el hogar, su movimiento el casero, su horizonte el limitado por su

condición femenina, su papel en la familia el de la espera, casi a ciegas, por

que ignora lo que pasa a su alrededor.

Sin tener acceso al conocimiento y a la experimentación, es fácil analizar el

papel de la mujer en la sociedad, tanto ayer como hoy. Sólo esporádicamente

ha desempeñado un cargo protagónico en el gobierno, en la ciencia y en las

artes.

El mito de Penélope, o sea la negación absoluta a la experiencia dentro del

encierro de la espera, costará mucho vencerlo. La puerta del conocimiento se

niega con mano dictatorial y la mujer ni siquiera aspira a abrirla. Pasarán

todavía muchas generaciones para que se rompa, horizontalmente, esta

barrera y la mujer, dotada de la libertad en el campo del conocimiento, del

pensar y del experimentar, logre dominar el mundo exterior que la rodea,

comprender y ahondar su propio mundo interior.

El mito de la virginidad: Confundido con creencias religiosas y establecido en actitudes culturales, el

mito de la virginidad, una especie de garantía, de primera pertenencia, revela la

transacción que establece la relación entre un hombre y una mujer, de tal

forma, como si tratara de adquirir un producto. Es la mujer la observada, la

valorada la exigida en términos de calidad y de posibles actitudes futuras. “El

sello de garantía que se solicita en las sociedades y en los tratos tradicionales

es el correspondiente a la virginidad, sin este sello pareciera que la mercancía

pierde su valor original”7. Nada tan cruel y absurdo como este mito de la

virginidad, tan en contra de la naturaleza y tan poco real en términos de vida y

de relación humana.

6 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 26 7 Naranjo. C. Op. Cit. Pág. 26

15

En otras sociedades, la virginidades una vergüenza, porque exhibe que la

mujer no ha sido deseada. “Las religiones han instrumentalizado muy bien

estos factores y esa instrumentalización ha cargado de culpas a millones de

mujeres. La virginidad se ha convertido, en prueba de recato, de pureza, de

saber afrontar las tentaciones de carácter carnal y de promesa de fidelidad

conyugal. La relación que se establece con la virginidad, como especie de

patente, es la única que se considera de confianza”8.

El mito de la virginidad, en nuestra cultura, aparta a la mujer del ciclo natural en

que se desenvuelve el mundo y la sumerge en un conflicto de prestigio o

desprestigio, como si estuviera siempre sujeta al juego de las dos caras de la

moneda. En el filo de mantener y conseguir una imagen, la mujer detiene el

movimiento de lo que la rodea y se estabiliza en el deseo de ser únicamente lo

que se exige de ella. La mujer sabe muy bien que un movimiento natural, una

espontaneidad de su parte, la arriesga en un juego que no domina, en que se

puede convertir en victima por carecer de los valores que le exige la sociedad.

La mujer de hoy, ya incorporada, se defiende frente a este mito. Algunas

encuentran comprensión y un ambiente favorable. Otras enfrentan la hostilidad

y se pierde en una lucha que se estrella contra a la tradición.

El mito de Beatriz y Dulcinea: Quizás la conciencia inconsciente de la sobrenaturalidad que se exige a la

mujer, ha hecho que siempre esté envuelta en el más absoluto idealismo.

Idealizar a la mujer ha sido la tendencia general de casi todos los protagonistas

de la cultura, quienes entienden que con ello la cortejan y la alejan de su

verdadera dimensión: un ser humano. Los que se han atrevido a decir cosas

crueles de la mujer, son pocos; pero se le cita con insistencia, en un afán de

bajar los humos a las que se envanecen con la palabrería y el falso elogio.

8 IBIDEM. Pág. 27

16

Además en el deseo de idealizar, ha habido también un intento de consuelo

frente a la situación de la mujer.

Se ha analizado el mito de idealismo a través de la literatura, tomando como

modelo a Beatriz y Dulcinea, ambas no pudieron ser compañeras, ambas

fueron idealizadas. Beatriz recibe en el cielo al poeta y lo encamina a la

presencia de Dios. Llena de las más absolutas virtudes, es la imagen de la

mujer perfecta.

Dulcinea del Toboso, de simple labradora, pasa a ser la mujer ideal del

caballero andante, la que lo guía en busca de la gloria, la inmortalidad y a la

que consagra todas sus hazañas. “Cada una de ellas, por ensoñación de quien

las sueña, trasciende su realidad de mujer que tiene derecho a ser lo que es en

razón de su simplicidad o de su complejidad. Tanto las ensalza el idealismo,

que no hay mujer en el mundo que pueda compararse con esa mujer

idealizada, crecida desde el ángulo de todos los conocimientos, pero lanzada al

tiempo y al espacio por el mas fuerte y determinante aspaviento del

enamorado”9

La diferencia que existe entre Beatriz y Doña Beatriz Portinari; entre Aldonza

Lorenzo y Dulcinea del Toboso, es similar a la diferencia que existe entre una

luciérnaga frente a una estrella. La mujer ideal causa de glorias y de

heroísmos, no es una mujer en si, está hecha de visiones, de sueños, de

espejismos, de ratos sublimes prolongados en el recuerdo, de gestos, miradas

en el encuentro y remirados profundamente en la evocación, de olvidos que se

sustituyen por deseos fijados en la perfección y de mandatos inexplicables en

busca de lo sublime. Esa mujer ideal desvanece a la mujer humana con menor

tono de belleza, de armonía, de alcance por su misma condición humana, por

su realismo. Oculta a la mujer de todos los días que no siempre es entretenida,

que tiene mal humor, que envejece, que tiene momentos torpes, que se

equivoca y que no puede ser esclava eternamente de una medida de belleza y

de aceptación.

9 IBIDEM. Pág. 30

17

En el caso de la mujer, la vía de idealismo es su más perfecta y dulce forma de

negarla, la exaltación de sus virtudes, la momifica en un ejemplo que no

alcanza. El idealizar su carácter y temperamento, sus necesidades y anhelos,

le corta toda posibilidad de ser libre y de usar responsablemente la libertad.

El mito de Nora: Hace ya más de un siglo, Ibsen escribió el drama “Casa de muñecas”, basado

en la inteligente observación de muchos hogares de clase acomodada, en los

que la mujer desempeñaba el papel de muñeca, para adornar, para entretener

y servir. “Nora es el ser negado, fue un juguete para su padre y se convierte en

un juguete para su marido. Ligada por matrimonio a un hombre severo y

egoísta, cuidador vigilante de su prestigio, nunca tiene oportunidad de ser

ella”10

Nora nos revela que la mujer es la propiedad de otro, la muñeca que se maneja

según la gana y la voluntad de otro; que no exige dominio de personalidad

propia, que desconoce el universo de la decisión, del gusto y de la razón

independiente, incluso el del dominio de los sentimientos. Como personaje,

Nora se revela y busca su identidad en sus propias soledades. Produjo

escándalo en su época. Por ser ella misma dejó esposo e hijos. Todavía las

Noras de hoy en día producen iguales escándalos. “El aro de la libertad sigue

siendo un aro prohibido para la mujer, pues es posesión, propiedad de otros,

no tiene el derecho a romper su estado de esclavitud y libremente buscar el

mejor camino para ser”11

La sociedad prefiere a la amargada mujer que destruye el hogar y la familia

confinada entre las paredes de su casa, que la mujer que lo abandona con la

terrible y angustiosa evidencia del daño que está haciendo.

El mito de la mujer liberal:

10 IBIDEM. Pág. 34 11 IBIDEM. Pág. 37

18

“El mito más moderno es el que algunos están levantando sobre la mujer

liberada, en que se tiende a crear un prototipo que, entre el terrible ridículo y la

pérdida de cierta cordura, se la pone a atentar contra las tradiciones, contra el

orden social y el moral, y contra todo lo que se ha considerado bueno”.12 Se

trata de ridiculizar a la mujer simplemente porque tiene la valentía de hablar de

sus derechos y de promoverlos.

“Ese mito ha creado gran confusión sobre la situación de la mujer. No puede

negarse por temor al término, que la mujer está en vías de liberación; pero

liberación no conlleva el sentido de romper con lo constituye su ser íntimo, sus

características individuales, sus múltiples posibilidades de realizarse y su libre

albedrío de escoger, ya que en la tarea de liberarse, no es necesario fijar líneas

conductistas o patrones rígidos. La tarea de la liberación implica acabar con

todo lo que hasta el momento ha sido limitación, dificultad, negación, para abrir

un horizonte amplio en que sea factible el recogimiento entre una gama rica de

posibilidades”13

El termino liberación, gracias en parte al mito que se ha querido levantar de

este prototipo de mujer liberada, ha sido tan mal entendido, que muchas

hablaban de no liberarse, pues han decidido que les gusta el papel tradicional

que desempeñan. Después de analizar los privilegios y desventajas que tiene,

se manifiestan enemigas de todo lo que las separe de su situación actual, aun

cuando estén conscientes de que es consecuencia de una historia en que se

les ha concebido como propiedad de la familia y, dentro de ella, como ser poco

deseado por las mismas limitaciones en que socialmente se les sitúa. Esas

mujeres que se oponen a la liberación, no tienen claro que no afectará sus

intereses y sus gustos, ya que no se trata de alterar o modificar la vida de

determinados grupos de señoras. La misión de liberar es más amplia y propicia

el cambio social para que cada individuo, hombre o mujer, logre de sí mismo lo

mejor posible, dentro de la responsabilidad que significa vivir, y liberar, para la

mujer, es encontrar la igualdad de facilidades, de oportunidades, en una

práctica verdadera, frente a la igualdad de deberes. “Se busca con la

liberación, con la independencia o con la oportunidad de realización, que se

12 IBIDEM. Pág. 37 13 IBIDEM. Pág. 39

19

brinde a la mujer en todas partes del mundo y en toda la gama de escala

social, el ambiente que requiere para crecer, fortalecerse y realizarse como ser

humano, en condiciones tales en que prive el respeto a las aficiones y a las

vocaciones, a las curiosidades y a las misiones o a cualquier desarrollo que las

separe de las concepciones tradicionales.”14

Como ya hemos visto, no es necesario profundizar mucho para darse cuenta

de la existencia de algunos mitos sobre la mujer que vive actualmente en

nuestra cultura. Dichos mitos deben su formación a múltiples condiciones; pero,

obviamente se constituyen ligados a un área, a un contexto y a múltiples

interacciones; por lo tanto, son muestra por ello sumamente valiosas, ya que

tratan de una explicación desde los orígenes de la humanidad. Es así como

temas precisos y universales se mantienen vivos, conectando el pasado con el

presente.

Desde luego los mitos no pueden desligarse de la historia, le deben su origen y

viven en ella desde la existencia misma de sus autores. Por lo tanto, es lógico

pensar que si la historia es dinámica y evoluciona, los mitos están sujetos a

influencias, a modificaciones que los hacen cambiar; pues de no ser así,

pueden ejercer un impacto desequilibrador sobre el presente y crear, en

nuestra cultura, estancamiento, retroceso y fijaciones colectivas al pasado.

1.1.2 La mujer en la sociedad

Desde que ha sido posible conocer de historia, al remontarse a las

civilizaciones más antiguas, la mujer siempre ha representado, a lo sumo, el

complemento del hombre, mas no su igual. De hecho, en diversas sociedades,

ha sido tratada como un ser de segunda clase, la sumeria, la griega, la

romana, la persa y la judía dan claros ejemplos de estos en el mundo antiguo.

En América, en el imperio Inca, y en las culturas maya, azteca, etc. la mujer

estaba absolutamente subordinada al hombre.

14 IBIDEM. Pág. 39

20

En la India, en la época de la llamada civilización védica, entre 1,500 y 800

años a.C. la elección del marido para su hija, la hacia la madre, teniendo el

pretendiente que entregar el precio de compra de su prometida, el culka, que

venia a ser equivalente a unas 100 vacas y un carruaje.

EL marido era el amo del hogar, y en los primeros tiempos, antes de esta

cultura, era probable que la viuda fuera asesinada y enterrada con el marido

como parte del ritual religioso, cuando éste fallecía.

En las civilizaciones más antiguas, el rol que tenia la mujer era el matriarcado,

el papel que jugaba era de jefa. No se sabe si la mujer ejerció el mando en la

tribu o en el clan.

En las tribus nómadas que vivían de la caza, la mujer estaba en posición

inferior, pero en las sociedades primitivas agrícolas, colaboraba con el hombre,

se convertía en proveedora de alimentos.

1.1.3 La mujer en la antigua Grecia.

Platón decía “Doy gracias a Dios, de haber nacido griego y no bárbaro, libre y

no esclavo hombre y no mujer; pero sobre todo, haber nacido en tiempo de

Sócrates”. El hombre tenia que estar al servicio de la colectividad y no al de una sola

mujer. En La Republica, cuando hablaba de su estado ideal, desaparece el

menosprecio hacia la mujer; Ahí señalaba “No habrá barrera sexual de ninguna

especie y menos en la Educación: Una joven tendrá las mismas oportunidades

que el muchacho y las mismas probabilidades de elevarse hasta las posiciones

más elevadas dentro del estado.”15

15 Henriquez de Paredes Querubina. Participación de la mujer en el desarrollo de América Latina, el Caribe. UNICEF. Chile 1975 Pág. 20

21

Además, añadía algo muy interesante sobre la división del trabajo, que debe

ser en virtud de las aptitudes y de la capacidad, no en razón del sexo. “Si una

mujer demuestra ser capaz de la administración política, que gobierne,

enhorabuena”. 16 Está claro, entonces, que Platón, de acuerdo con la utópica sociedad que

quería implantar, estaba en cierta forma anuente en respetar la capacidad de la

mujer y en darle una serie de derechos, lo que resultaba totalmente extraño a

su época. En su mismo diálogo decía que al descuidar la cooperación, de la

mujer, se priva a la ciudad de la mitad de la felicidad. La educación intelectual,

señalaba, seguirá siempre de acuerdo con las aptitudes. “Hay mujeres dotadas

para la medicina, otras no; para la música, para la gimnasia y para la guerra;

mujeres filósofas o enemigas de la sabiduría, mujeres valientes y cobardes.

Incluso proponía que las que hubiera acabado el ciclo de los estudios

superiores, podrían ser asociadas a la más alta magistratura de la ciudad: La

Dirección General de la Educación.

Para Aristóteles, unos hombres habían nacido para mandar y otros para

obedecer, entre estos estaban los esclavos e incluso las mujeres, ya que

admite superioridad del varón sobre las hembras. Debemos decir que en su

época (360 a.C.) esto era visto como lo natural. La mujer ocupaba, en Grecia,

un lugar totalmente secundario. No intervenía en la vida pública ni podía asistir

a las reuniones de los hombres. Se hallaba relegada a un segundo plano, entre

el esclavo y el hombre libre.

Cuando se habla del universo, el cosmos, sol y el mundo, estos son

masculinos; solamente al referirnos a la tierra y a la naturaleza, hay un modo

francamente femenino, gramaticalmente pertenecen a ese género.

La feminidad en la naturaleza, es aceptada posiblemente por el carácter de

fecundidad que se requiere de ella. De la tierra se piensa lo mismo aquí fuimos

fecundados y de ella obtenemos nuestro alimento.

16 IBIDEN Pág. 20

22

Al igual que la mujer, aunque por siglos, fueron respetadas, y posteriormente el

hombre percibió a la naturaleza con una realidad que había que dominar y

explotar para lograr una vida mejor. A su vez, por otro lado, la mujer es

respetada por lo menos como madre y encargada de la crianza inicial de los

hijos; sin embargo, intelectualmente, era considerada inferior, y el hombre se

atribuía el papel de ser el privilegiado con la inteligencia.

Tanto en la anciana Roma como posteriormente, la mujer estaba por completo

subordinada al esposo, el cual tenía “patria potestad” sobre ella. La mujer no

tenía valor y era menos preciada en la sociedad aunque en ese tiempo había

doble moral en Roma.

De hecho, no hay todavía un país en el cual, la mujer no tenga que estar

subordinada al hombre; ya sea en teoría o en la práctica, los derechos del

hombre prevalecen siempre sobre los de la mujer. Pero si la mujer pretende

tener mayor participación, o ser coparticipe de los cambios y del progreso,

debe involucrándose más activamente en la configuración del mundo actual,

actuando en la política y el gobierno y de ser posible en ejercer el poder si hay

oportunidad para ello. Si hablamos de impulsos innatos, y no existe el de la

subordinación al macho, la mujer tiene que quitar esquemas de tradición pero,

al mismo tiempo, dentro de su naturaleza animal, los tiene igual que el hombre,

pero los reprime por su preproceso educativo adquirido desde la niñez. Esto

también debería desaparecer. Si la mujer quiere conquistar y dirigir al igual

que el hombre; ya que eso le daría una condición de igualdad con la actitud

que hasta el presente ha tenido el hombre de dominio sexual y de ser él quien

escoja a la hembra. Como ya se ha dicho estos esquemas de tradición debe

ser eliminados de raíz. Esto permitiría apreciar , entonces, que aquí la tradición

haría que no fuera fácil seguir este camino para la mujer.

1.1.4 Estatus de la mujer salvadoreña y Centroamericana: Período colonial.

Según Manuel Rubio Sánchez, “Durante la colonia, la mujer podía tener un

cargo público, dentro de toda la estructura, solamente en ausencia del varón; y,

23

por su valor, como persona estaba dado de acuerdo al status que tenía su

esposo o marido”17. Por ello, la mayoría de los representantes , no solo en

Centroamérica, sino en todos los dominios españoles, eran hombres, los

cuales a falta de mujeres españolas, continuaban procreando hijos con las

nativas, aun cuando se les motivaba que existieran matrimonios solamente

entre españoles, para lograr así una firme colonización. Este aspecto fue

cambiando posteriormente, dando mas libertad; pero fue una libertad para el

hombre y no para la mujer.

Los padres decidían el matrimonio de las hijas, quien no recibía instrucción de

la misma forma que el hombre. La orientación que recibían las mujeres iba

cargada del aspecto religioso. Imperaba la idea de que la mujer tenía que

dedicarse, además de su casa, a actividades de beneficencia. Se le educaba

para que fueran buenas esposas, buenas madres, capaces de desempeñarse

en el hogar y, al mismo tiempo, capaces de desarrollar alguna labor social. La mujer no brillaba sola, era el hombre, quien a pesar de todo, el que permitía

a la mujer, este tipo de actividades.

Para poder viajar, la mujer necesitaba permiso o licencia del gobierno superior

y de su marido; aunque se le daba la oportunidad de denunciar a su marido si

era maltratada por él.

Con ninguna información se cuenta sobre la vida cotidiana de la mujer, es de

suponer que observaba las costumbres piadosas, es decir, asistir regularmente

a misa, comulgar y confesarse con frecuencia y dedicarse a los asuntos

“propios de la mujer”. Sin embargo, no debe perderse de vista que la mujer

española traía sus propias costumbres, que fueron transmitiéndose y

prevaleciendo en la nueva sociedad; esquemas bajo los cuales han ido

creciendo todas las mujeres de Hispanoamérica.

Con todos estos patrones culturales adquiridos a través del proceso de

culturización, se ubica a la mujer salvadoreña como oprimida dentro de un

17 Henríquez de Paredes, Querubina. Participación de la mujer en el desarrollo de América

latina, el caribe. UNICEF, Chile, 1975. Pág. 20

24

sistema estructural que procura, no solo mantener y reproducir esta situación.

“Esos esquemas de dominación se encuentran en todas las áreas del país,

especialmente, en las áreas rurales y tugurios urbanos, donde la actitud

tradicional acerca de los papeles femeninos se acentúan mucho”18.

En el vínculo familiar, donde se inicia la educación – formación de las

personas, los esquemas son reproducidos: Las niñas deben servir a los

hermanos, aprender a complacer al hombre, y si no pueden estudiar porque los

recursos económicos no lo permiten, la niña ayuda a la madre en las tareas

domesticas, lo que, además, se considera un tiempo mejor aprovechado,

puesto que además, su posibilidad de empleo en el futuro es menor que la del

hombre. No se puede dejar de mencionar que algunas carreras de estudio son

consideradas exclusivas para hombres y otras para mujeres, y que las

probabilidades de éxito de la mujer, en cualquier profesión, son mínimas

comparadas con las del hombre, aun cuando la mujer esté especializada;

debido a la marginación a la que está sometida, en el campo laboral. De las

mujeres que han logrado incorporarse al sistema educativo formal, la mayor

parte deja sus estudios debido al nacimiento de los hijos o a la integración de

un grupo familiar, viendo frustradas sus aspiraciones educacionales, lo que no

sucede con el hombre, ya que éste puede continuar sus estudios, sin

problemas, ya sea que forme hogar o tenga hijos.

En El Salvador, el acceso a la educación, en términos generales, es limitado y

para la mujer, la situación es peor. La educación influye grandemente en los

valores y actitudes de las personas con respecto a la realidad que las rodea y a

las alternativas que podría tomar para transformarla. En esto, la mujer está en

desventaja. La reproducción del esquema de opresión, marginación, cosificación de la

mujer continúa. No se puede dejar de mencionar la influencia de los medios de

comunicación social con su función de reforzar y crear nuevas convicciones y

18 Henríquez de Paredes, Querubina. Op. Cit. Pág. 20

25

actitudes que ya están establecidas en las personas, y que,

consecuentemente, refuerzan los estereotipos del papel de cada sexo.

Los medios de comunicación social presentan la imagen de los hombres y

mujeres, ante la cual, ellos tratarán de definir su identidad. Esa imagen resulta

ser una interpretación de cada persona en sí y, por lo tanto, dependerá de la

imagen que se presenta para que cada persona, reforzando sus convicciones,

se proyecte a la sociedad bajo ese mismo esquema. Tanto el hombre como la

mujer son estereotipados por los medios de comunicación social,

proporcionándoles elementos cognoscitivos, axiológicos y conductuales a cada

uno de ellos, de acuerdo a los patrones ya establecidos culturalmente. “La

mujer, para el caso, es identificada con características de hogareña,

sacrificada, afectiva, sumisa, etc. ajustándola a la visión machista de la

realidad”19, y esto no solo es el fruto de una estructura de dominación

masculina, sino de clases.

A través de los medios de comunicación social, la mujer es situada bajo la

superioridad del hombre. Se desarrolla en función de y para el hombre, no solo

en su desenvolvimiento dentro de la sociedad, sino también como persona.

“Los medios de comunicación masiva poco estimulan el desarrollo de la mujer

en igualdad de condiciones que el hombre. Sin embargo, esta sub-valorización

contrasta con el alto número de familias del país en los cuales, la única figura

de autoridad es la femenina; demostrando, sin tanto problema en este aspecto,

su capacidad de poder salir adelante económica y socialmente, ante las

dificultades que esta situación representa”20.

La participación de la mujer salvadoreña en los procesos del país es evidente.

Sin embargo, el reconocimiento es limitado en todos los aspectos.

19 Gissi bustos.j femineidad, machismo: Mitos culturales. Articulo imágenes de la mujer a través

de la prensa salvadoreña. Boletín de psicología # 53. UCA. El salvador. 20 IBIDEM.

26

1.1.5 La Mujer en la Actualidad. En las tres últimas décadas del siglo XX, el papel de la mujer salvadoreña, ha

sufrido cambios notables en relación con lo que fue en el pasado. Hasta la

década de 1970, lo más normal era que las mujeres de los sectores populares

se dedicaran a trabajos domésticos, ventas en el mercado o dependientes en

almacenes. Las mujeres de los sectores medios, por su parte, podían optar por trabajos de

secretarias, enfermeras o maestras, asumiendo siempre, el papel de madres y

esposas ejemplares. Las mujeres de los grupos de poder económico ejercían

matriarcales como cabezas de familia, compartiendo responsabilidades con los

jefes de clanes familiares, o los reemplazaban cuando fallecían. En las décadas de los 1980 y 1990, la transformación más novedosa se ha

dado en la esfera laboral, pues la expansión de la industria maquilera y la

proliferación de los servicios se han alimentado de la capacidad de trabajo

femenino. No es que se trate, desde luego, de trabajos exclusivamente

femeninos, pues, aunque en proporción reducida, en la gran mayoría de ellos

trabajan hombres, pero predomina la mano de obra femenina.

En virtud de esta dinámica laboral, la mujer deja de lado o redefine sus

funciones tradicionales como ama de casa, trabajadora domestica, esposa y

madre. Se convierte en trabajadora de jornadas de ocho horas o más, con lo

cual sus compromisos laborales van predominando o entran en una tensión

difícil de sostener con sus compromisos en el hogar, con los hijos y el esposo.

Las mujeres adquieren independencia económica, mayor libertad y autonomía

al salir del hogar y relacionarse con los compañeros y compañeras de trabajo.

La mujer, pues, ha pasado a desempeñar un papel importante en el mundo

laboral como partícipe activa en el mismo. Con ello, el ámbito de sus opciones

y aspiraciones se ha ampliado, llegando incluso a disputarle al hombre

espacios profesionales que tradicionalmente han sido patrimonio de él: puestos

ejecutivos y gerenciales en la empresa privada y en la gestión publica a partir

del rango de jefaturas intermedias o superiores. En las industrias maquiladoras,

27

la mujer se convierte en obrera; en las empresas de servicios de restaurantes

de comida rápida, bancos; ocupa posiciones que van desde la atención al

cliente hasta las gerenciales. En el mundo de la política va más allá de ser

animadora de los intereses del hombre: aspira a disputarle y le disputa de

hecho, no sin tensiones el protagonismo.

En las últimas décadas, el cambio de las estructuras sociales, la creciente

diferenciación de las profesiones de la mujer, las transformaciones y

revalorizaciones de la economía doméstica, los cambios de la técnica y

crecimiento económico han motivado, en la mayor parte de los países

industrializados, una participación más viva de la mujer en la actividad

productiva.

Muchas mujeres, al igual que los hombres, encuentran satisfacción y

realización en el empleo fuera de casa. Si se les pregunta, señalan mucho los

mis factores que hacen al trabajo importante para los hombres: les parece

interesante y estimulante, lo consideran una oportunidad para la auto-dirección

o para asumir mayores responsabilidades, les agradan los beneficios de un

salario, la mayor oportunidad para el futuro y la posibilidad de progresar. De

cualquier forma, de estas similitudes hay algunas diferencias entre hombres y

mujeres, en la adquisición de trabajo, que es determinada por su género.

Para nadie es novedoso que el hombre rebase su estado natural y transforme

su entorno, crea máquinas y objetos y, por último, viva en el ámbito público,

casi sin asumir responsabilidades cotidianas en el ámbito doméstico. En

cambio, la valoración cultural de la mujer hecha hasta ahora, radica en una

respuesta esencial, vinculada a su capacidad reproductiva. Es lamentable que

ya a principios del siglo XXI, continúe vigente un discurso y una práctica política

y social que intente limitar la participación de la mujer.

La integración de la mujer en la fuerza laboral de los países demuestra que en

naciones desarrolladas, la participación de estas es muy importante. Se tiene

así que el porcentaje de la participación total de la mujer, en 1992, era: en

Suecia de 45%, Estados Unidos del 41%; Francia 40%; Japón 38%; Egipto sólo

el 10%; Pakistán 13%; la India el 25%; México el 27%, la China constituye un

28

país especial ya que pese a su subdesarrollo contaba con un 43% (según

Banco Mundial).

La división genérica ocurre en la familia. La sociedad asigna al hombre solo el

papel del proveedor y a la mujer se le encarga solo la crianza de los hijos e

hijas; esta división genérica impide a las mujeres y hombres compartir las

responsabilidades familiares.

Mujeres y hombres tienen capacidad para desempeñar cualquier trabajo, oficio

o profesión. En el mundo bipolar de mujeres y hombres, en el cual se

comparten nuestras vidas e hijos/as, el presente y el futuro, la búsqueda de

igualdad entre hombres y mujeres no debe de ser una lucha de sexos, sino

basarse en una concepción diferente de la vida, que debe ser, en muchos

aspectos, similar para ambos casos. El hombre, entonces, debe ser educado y

convencido de que la defensa de los derechos de la mujer es algo lógico y no

puede postergarse. Las leyes que para ese efecto se crean, no darán

resultados si no se cambia la mentalidad de hombres y mujeres con respecto a

la igualdad de sexos.

Para ello se necesita desafiar intereses creados alterar costumbres viejas y

corregir la forma de gobernar. Esto supone una visión a largo plazo. La

oportunidad de renovar las dirigencias está precisamente empleando a quienes

no les ha dado participación amplia en el presente. En la actualidad, en casi

todos los países del mundo, ya hay conciencia de la discriminación que la

mujer ha venido sufriendo hasta el presente y se están promulgando leyes para

garantizar la igualdad de derechos y de beneficios para la mujer de a cuerdo

con la ley.

1.1.6 La mujer como madre, esposa y ama de casa

“La mujer, cualquiera que sea su condición y su estado es el centro de una

familia, soltera o casada, propicia la formación de un hogar. Es la célula básica

29

de nuestra composición familiar”21. El núcleo familiar que se mueve a su

alrededor puede ser el normal (marido e hijos), pero también puede ser el de

sus padres, hermanos o de los parientes que acoge bajo su protección. Es

decir, que la mujer es siempre el núcleo formado de una familia, que puede

tener la más diversa constitución.

Por otra parte, la mujer, sea profesional, obrera, estudiante o de oficios

domésticos, siempre es una ama de casa. No hay mujer alguna, por más

exclusiva y compleja que sea su misión, por más satisfactoria y devota que sea

su labor de servicio público, por más dura que sea su jornada de trabajo, que

pueda estar ajena a las funciones propias de las ama de casa. En alguna

forma, sea la dirección, administración del presupuesto familiar, complemento

de labores caseras, cuido y protección de los familiares, participa en las labores

de la casa. Son trabajos inherentes a la condición de la mujer y de esos

trabajos nacen las virtudes más sobresalientes de la mujer: su habilidad de

organizar el trabajo, su honestidad, su realismo y su fe en los sueños, su orden,

su fuerza y su disposición de entrega por amor a los demás.

La mujer, como ama de casa, ha sido menospreciada en nuestra sociedad, al

punto de que no se valora su trabajo y se le clasifica en la población

económicamente pasiva, a pesar de que su trabajo tiene un sustantivo valor,

sin mencionar los otros invalorables que no se les mide en términos

económicos, pero representan todo el sustento fundamental de la formación de

nuestras sociedades.

“La mujer obtiene su realización en la maternidad, en el hogar, en el servicio

público, en empresa privada, en el campo artístico o en cualquier otra actividad

que propicie la satisfacción personal, de acuerdo con creencias y con ideales

de cada ser humano”22.

21 Naranjo, Carmen. Mujer y Cultura. 1ra Edición EDUCA Centroamericana, 1989. Pág. 33

22 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 74

30

“La maternidad es un hecho real que responsabiliza a la mujer no sólo de la

gestación, sino también del intenso cuidado del crecimiento y de la

formación”23. Esta tarea calificada como primaria para la mujer, la cumple, la

mayoría de las veces sola, sin ayuda, sin orientación, sin facilidades y sin

comprensión. Además, frente a esta trascendente responsabilidad, la mujer

tiene, en muchas ocasiones, que trabajar fuera de su casa, atender a su

familia, procurar el alimento para todos y cuidar el crecimiento y la formación de

los hijos. “Toda esta labor de por sí compleja y difícil, en que se emplea la

capacidad plena se agrava frente al mito de la madre entregada totalmente a

una misión inacabable, preñada de esfuerzos en que se anula el ser que da la

vida en beneficio del que germina”24. Este mito no trata de un personaje

esencial, aun cuando hay miles en la literatura, en el cine, en el teatro y en la

vida. Es esencialmente un sentimiento, explotado con mucha habilidad por el

comercio. Se canta a la madre sacrificada, a la madre mártir que resulta no ser

un ser en sí mismo, sino un ser puente en que otro nace, se desarrolla y

camina.

Sin embargo, lo que aparentemente representa una ganancia en libertad de

oportunidades para la mujer, trae consigo, como en toda ocasión, un sinnúmero

de responsabilidades y exigencias, para las cuales, en la mayoría de los casos,

no han sido formadas. Hoy, la mujer que trabaja cumple diferentes funciones,

según los roles que desempeña en la sociedad.

A continuación se dan a conocer algunas de esas funciones, según la

Secretaría Nacional de la Familia:

Deberes: Mujer - madre Tiene que llevar a cabo, perfectamente, su rol de madre, sin dejar a un lado el

papel de mujer.

23 IBIDEM. Pág. 32 24 IBIDEM. Pág. 34

31

Mujer - educadora Se considera como responsable de la crianza y educación de sus hijos, desde

los elementales hábitos de higiene, las bases preescolares y las tareas, hasta

las reuniones de padres de familia, entre otras, casi en un cien por ciento.

Mujer – ama de casa Casi toda la responsabilidad doméstica la sigue asumiendo la mujer. En muy

contados casos, la pareja comparte las tareas de limpieza, compras o

preparación de alimentos, se espera que ella sea una especialista en economía

doméstica y cocina.

Mujer - pareja La mujer actual busca una relación satisfactoria con su pareja, desea mantener

su núcleo familiar a la perfección.

Mujer - trabajadora El ingreso al trabajo, en ocasiones bajo condiciones de inferioridad salarial

frente al hombre, exige a la mujer un mayor rendimiento y una eficiencia igual o

superior.

Es necesario hacer una evaluación sobre el papel social de la mujer como

trabajadora y fuente de ingresos en el hogar.

En ambos, su contribución es digna de elogios, ya que constantemente pone

de manifiesto su valentía, capacidad e inteligencia. Pero la mujer no sólo tiene

deberes que cumplir sino también derechos, los cuales debe conocer y

reclamar.

1.1.7 La mujer y la política.

Si se analizan los cargos principales en los gobiernos del mundo, se observará

que en la política, el hombre es dominante, trátese de países democráticos

como Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia, Francia, de naciones en

32

transición política y económica como Rusia, Polonia, Hungría, o en países con

gobiernos marxistas, como China, Corea del Norte, Cuba, etc. Pero debe

recordarse que no ha sido, sino hasta bien entrado el presente siglo XX- XXI

que se les ha concedido a las mujeres el derecho al voto en la mayoría de

países del mundo, llegando entonces, la mujer, al ser votante, a tener ya un

papel importante en la selección de los políticos, e iniciar a su vez, la

participación en este campo; ya que, al constituir la mitad o más de los votantes

de una nación, automáticamente se constituye en un grupo importante para la

conquista por parte de los políticos. Asimismo, comienza a tener derecho a ser

elegida para puestos públicos.

“En Costa Rica, en el año 1949, se estableció, en la constitución de la

República, el derecho de la mujer al voto y en 1986 fue elegida, por primera

vez, una mujer como vicepresidenta del país, hecho que se ha vuelto a repetir

en 1994. También en ese periodo de gobierno, una mujer, por primera vez,

ocupó la presidencia del Congreso, superando en ello a los Estados Unidos”25.

Desde hace varios años, la mujer, aunque en minoría, ha ganado puestos en el

Congreso de Estados Unidos. Ahí, su voz comienza a ser escuchada con

respeto y atención en el campo político, pero, pese a ello, aún hay

discriminación y menos oportunidades en algunas áreas para la mujer,

incluyendo la política. Recientemente, el Congreso de Estados Unidos aprobó

una ley que se denomina “la igualdad real” en la cual se otorga a la mujer, la

igualdad en el plan económico, social y político. Pero si se revisa el papel de la

mujer en la zona rural, éstas no solamente actúan como amas de casa, como

su principal función, sino que además suelen sembrar huertas, rehiervan,

cuidan animales, fumigan, riegan, acarrean el agua, e incluso trabajan cosiendo

ropa, haciendo repostería para reunir extras; todo ello, aparte de preparar la

comida, lavar la ropa, atender a los niños y cuidar del marido, llevar los niños al

médico cuando se enferman, en fin, una vida muy dura casi sin acceso a la

educación, sin salario y sin derecho a vacaciones o feriados o reuniones con

amigas. Cuando las condiciones económicas son muy malas o ellas son

cabeza de familia, requieren salir a trabajar como servidoras domésticas,

25 Naranjo, C. Op. Cit. Pág. 207

33

dependientes o incluso como jornaleras. La mujer joven deja de estudiar para

trabajar y así aportar dinero al hogar de sus padres.

En la actualidad, en casi todos los países del mundo incluyendo a Costa Rica,

ya hay conciencia de la discriminación de la mujer y se están promulgando

leyes para garantizar la igualdad de derechos y beneficios para la mujer de

acuerdo con la ley. Esto representa un primer paso necesario para garantizar

sus derechos, pero por sí sola, no puede producir cambios inmediatos y se

requiere de campañas de educación y por medio de la ley hacer cumplir esos

compromisos adquiridos con la mujer.

Estos compromisos son un acto de equidad y justicia que contribuyen a que

los países continúen teniendo paz política, fundamentalmente para desarrollar

la industria y el comercio.

En todos los países del mundo, las mujeres representan la mayoría de los

pobres. Son los pobres más pobres, como madres solteras que alcanzan el

90% de los dependientes de la ayuda sociales son menos favorecidas en

educación, lo que las vincula más al círculo vicioso de la miseria. Son las

mujeres las que se explotan más y mejor se manipulan.

En realidad, no importa a las mujeres quien llegue al poder, lo que debe

importar a las mujeres es que su obra las beneficie, las ayude a incorporarse, a

superar su pobreza.

La evaluación de la mujer, a nivel de la política, no debe referirse a considerar

cuántas mujeres están en el poder y qué hacen allí. La evaluación debe

referirse a la participación que la mujer ha tenido y tiene en los procesos de

cambio social a través de organizaciones políticas, como partidos políticos,

frentes de masas y sindicatos, desarrollando actividades que promueven el

cambio de estructuras económica.

La participación que tiene la mujer en este tipo de organismos es amplia y no

se debe considerar que le sea exclusivo “el concientizar a la mujer sobre el

importante papel que como ente activo debe desempeñar en la construcción de

34

una nueva sociedad”26. Esta es una acción que corresponde a todas y a cada

una de las mujeres de El Salvador.

La participación política no es un privilegio exclusivo, sino más bien un derecho

universal de los hombres, pero la actitud de las mujeres ante este aspecto ha

constituido una valla que frena su propio desarrollo. No se refiere a lo mismo

cuando se habla de igualdad política y ejecución de ese poder político.

Tradicionalmente han existido dos vías para llegar a los cargos públicos en que

se adoptan decisiones: La candidatura política y una carrera en la

administración pública. En ambas vías, las mujeres tropiezan con dificultades y

encuentran oportunidades. Los candidatos se escogen de partidos políticos,

sindicatos y asociaciones de interés y el acceso de la mujer a cargos dirigentes

en estas instituciones dependen del grado de igualdad dentro de la sociedad.

En un estudio realizado y publicado en 1995 por la organización no

gubernamental de mujeres por la dignidad y la vida (las Dignas), fueron

entrevistadas 13 mujeres que ocupaban importantes cargos en la política

nacional. Relataron su experiencia dentro de ese campo y aquello que más les

ensombrecía su camino y expectativas habían sido la discriminación en que se

veían envueltas, entre la que cabe mencionar el hecho de que la presión

laboral es mucho más fuerte para las mujeres que para los hombres; que los

errores, las insuficiencias y las deficiencias son más condenables en ellas; que

hay rechazo y aislamiento para las embarazadas, que aquellas que están

casadas o con hijos no son meritorias de becas o viajes al exterior.

Pese a que se ha impedido sistemáticamente a la mujer seguir el camino

tradicional de los hombres el liderazgo político, la mujer ha podido ampliar su

participación en organizaciones no gubernamentales y comunitarias como una

vía hacia el poder. Para muchas mujeres, la participación popular y a nivel

comunitario constituye una ampliación de su función tradicional de miembro de

la comunidad encargado de la salud y el bienestar de su familia.

26 Participación de la mujer salvadoreña en el proceso revolucionario. AMES (Asociación de mujeres de El Salvador)

35

1.2 MARCO CONCEPTUAL

1.2.1 Teoría de Género Hace mucho tiempo, las personas creían que la tierra era cuadrada; pero

surgió la teoría de que la tierra era redonda. Con el correr de los años se

comprobó que esto era cierto. Así ha ocurrido con muchas teorías.

“Una teoría es un conjunto de conocimientos ordenados, que nos ayudan a

explicar parte de la realidad”.27

En los años setenta, surgió en el mundo la teoría de género, que analiza las

relaciones sociales entre mujeres y hombres, en el hogar, en la comunidad y en

el mundo. También ayuda a entender por qué, en la realidad, hombres y

mujeres no ejercen los mismos derechos.

“El enfoque de género o visión de género significa utilizar los elementos de la

teoría de género para analizar las relaciones sociales entre hombres y

mujeres”28

Para iniciar el conocimiento de la teoría de género, debe establecerse

diferencia entre la palabra sexo y la palabra género.

Sexo es el grupo de características biológicas o físicas con las que nace una

persona y que determina diferencias entre hombres y mujeres. Debe tenerse

en cuenta que cuando se clasifica a las personas en “sexo masculino y

femenino”, se está cayendo en un error semántico, ya que el sexo es macho y

hembra y el género es masculino y femenino.

1.2.2 Conceptualización de Género

27 UNESCO, Palabras nuevas para un mundo nuevo, UNESCO El Salvador, public. 1998 Pág. # 12 28 IBIDEM, Pág. 10

36

En el idioma español, la palabra género se utiliza para referirse a la clase o tipo

a la que pertenecen las cosas, a los artículos, a los grupos de animales,

plantas y seres humanos; por ejemplo se habla de “género musical” “género

literario” “género humano” o “género masculino”. “En la teoría de género, se le

da un nuevo significado al termino y hace referencia a todas las creencias,

comportamientos, funciones y relaciones entre mujeres y hombres, construidas

por la sociedad y asignadas según el sexo con el que nacemos”29.

“Genero es la forma de comportarse y reconocerse como mujer o como

hombre, la cual es aprendida de manera individual y grupal en la sociedad”30.

El concepto de género ayuda a entender las relaciones de dominación/

subordinación que existen entre hombres y mujeres.

Por largos años, se ha confundido sexo con género Un ejemplo de esto es la

creencia de que las mujeres, simplemente por tener un cuerpo diferente al del

hombre, son menos inteligentes y deben estar para atender a los hombres, a

quienes suele considerárselos más inteligentes, capaces de dirigir y ejercer

más derechos que las mujeres, por lo cual ser atendidos.

Género es una categoría para analizar las relaciones entre mujeres–hombres;

mujeres–mujeres y entre hombres–hombres. Como el género es aprendido, se

puede cambiar y tener relaciones de igualdad entre mujeres y hombres “Desde

la psicología, el género pasa por tres momentos: La asignación de género, la

identidad de género y el rol de género.

Género no es lo mismo que sexo, Género no es sinónimo de mujer.

El sexo se trae al nacer y el género se aprende en la casa, en la escuela y en

la comunidad.

Género abarca las relaciones sociales y culturales entre hombres y mujeres.

29 UNESCO, Palabras nuevas para un mundo nuevo , UNESCO El Salvador, public. 1998 Pág. # 12 30 2IBIDEM, PAG. # 12

37

1.2.3 Identidad de Género.

“La identidad de género es sentirse y reconocerse como mujer o sentirse y

reconocerse como hombre, a partir de lo que la sociedad establece a cada

sexo”31

Cora Ferro (1995) dice que “ cerca de los dos años de edad, una niña o niño ya

tiene identidad de género, es decir, ya sabe y asume como niña o niño y es

capaz de elegir juguetes, ropa y juegos, de acuerdo con su identidad, aunque

no distinga las diferencias anatómicas (pené - vulva) entre los sexos”32

Una vez las niña se sienten y asumen, pertenecientes al grupo de las mujeres,

crecen y organizan su vida de acuerdo con esa identidad.

La sociedad establece dos identidades de géneros opuestos:

La identidad de género femenino hace que las mujeres se comporten de

manera parecida entre ellas: atender a la familia ser dependientes e intuitivas.

La identidad de género masculino hace que los hombres se comporten de

forma parecida entre ellos: recibir atención, ser independientes y racionales. La

identidad de género es producto de la sociedad y de la voluntad de las

personas. Esto quiere decir que se puede cambiar.

1.2.4 Rol de Género “Es el papel que nos toca hacer como hombres o como mujeres, según lo

indica y espera la sociedad “33

A través de la familia, la escuela y los medios de comunicación, se imponen

roles distintos y opuestos a hombres y mujeres.

31 IBIDEM. PAG # 13 32 IBIDEM. Pág. 14 33 UNESCO. Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo,UNESCO El Salvador.Public.1998 Pag.15

38

Por el hecho de ser la mujer quien resulta embarazada, se cree que solo ella

es la responsable del cuidado de hijas e hijos, renunciando de ser necesario, a

sus aspiraciones personales.

En cambio se cree que el rol del hombre es solo llevar dinero a la casa y tomar

las decisiones más importantes del hogar, la comunidad y el país.

Mujeres y hombres, como seres humanos tienen más semejanzas que

diferencias. Tanto mujeres como hombres pueden ser tiernos, independientes

y desempeñar funciones dentro y fuera de la casa. “Cada cultura establece el

modelo de lo femenino y el modelo de lo masculino que deben seguir las

personas”.34

1.2.5 Feminismo y machismo

1.2.5.1 Antecedentes históricos del feminismo. El feminismo nace en Europa en el siglo XVIII, con las ideas de la ilustración,

se concretiza en los movimientos de independencia de EE.UU. y en la

Revolución francesa.

A partir de los conceptos de derechos y ciudadanía, aparecen los primeros

escritos sobre los derechos de las mujeres. Ya en el Siglo XIX, la Declaración

de Séneca Falls (1870) EE.UU. exigía igualdad de propiedad, de salario en el

trabajo, de derecho a custodia de los hijos, derecho de hacer contratos,

derecho a llevar a alguien a los tribunales y a ser llevada a prestar testimonio

de votar. En este siglo, las ideas socialistas toman auge, mujeres destacadas

del socialismo se interesan por la problemática específica de las mujeres. Sin

embargo, creen que con el establecimiento del socialismo, desaparecerán

todas las desigualdades. A finales del siglo XIX, surge el movimiento de las

34 IBIDEM Pag.16

39

sufragistas, exigieron el voto para las mujeres, la igualdad de derechos con los

hombres y derecho a la ciudadanía, esta tendencia que prevaleció hasta

finales de los 70, del siglo XX.

Después de la Segunda Guerra Mundial, parecía como si el feminismo hubiera

enmudecido en aquellos países donde había tenido más fuerza. La igualdad

de derecho en las democracias de signo liberal era un hecho, por lo menos

sobre el papel. En los años 70, en América Latina, la mayoría de las feministas

era de la clase media y profesionales, venían de conformar grupos de

autoconciencia de mujeres. Muchas militantes de la izquierda o de

movimientos democráticos y, algunas seguían con sus partidos (anteponían la

lucha de clases a la de género), otras rompieron con sus partido.

Los grupos de autoconciencia tenían dos funciones:

La forma de conciencia de las mujeres como género oprimido.

Y la de Formar parte de la metodología de trabajo feminista, en tanto rompe

con el verticalismo y la jerarquía de relaciones que establece el patriarcado.

Durante las décadas de los 70 y 80, se reconoce el surgimiento de

movimientos populares en América latina y el Caribe. La presencia de nuevos

actores en la lucha política y de nuevas fuerzas sociales revolucionarias a

través de mediaciones organizativas, ha contribuido sustancialmente a este

proceso y enriquecido la respectiva global y más humana de la lucha por la

transformación de la sociedad.

A este complejo y rico proceso, el surgimiento de las mujeres, no sólo como

actoras, porque siempre lo han sido, sino constituyendo fuerza social que

organiza, lucha y transforma, está permitiendo la incorporación de dimensiones

humanas en la lucha con una nueva sociedad.

40

Actualmente, se puede observar, en todos los países latinoamericanos y del

Caribe, la existencia y la multiplicación de grupos y organizaciones de mujeres,

con los más diversos fines y quehaceres que apuntan a la atención de

reivindicaciones propias de mujeres que no son incorporadas en ninguna otra

instancia social.

María Candelaria Navas en una investigación sobre el tema (Los movimientos

femeninos en centro América: 1970-1983), señala que los movimientos

femeninos, especialmente en los casos de El Salvador y Nicaragua, surgieron

como una necesidad histórica de insertarse en las luchas populares, su

principal problema fue, el de la opresión y marginación de la mujer, se integra

a la problemática de la explotación económica, política y cultural de los

pueblos ;reivindica las demandas del pueblo en general, como primera

instancia a través de su proyecto contra hegemónico.

“El feminismo es una toma de conciencia sobre la situación subordinada e

injusticia en que viven las mujeres”35

Ésa toma de conciencia se hace actitud que busca por los medios posibles

cambiar la situación y establecer la igualdad en todos los campos. Se

considera que feminismo es un humanismo que reconoce la importancia hasta

ahora desconocida o devaluada, de las contribuciones que aportan las

mujeres, a la sociedad, la cultura, a la economía, a la producción y a la

reproducción de un país.

“El feminismo es un movimiento que no resta valores a los del otro sexo, sino

que aspira a sumar a ellos los valores femeninos en igualdad de condiciones y

circunstancias”36

35 Carmen Najo .Mujer y Cultura.1era Edición,San José, CR.Pag.193 36 IBIDEM Pag. 194.

41

A pesar de los signos positivos que extiende, la discriminación tan arraigada

contra las mujeres ha desvirtuado alguno de los propósitos del feminismo y es

así como al analizar sus motivaciones y razones, se afirma que el feminismo

es el refugio de mujeres frustradas por no ser hombres, es la cueva donde se

refugian las homosexuales, es el plano en que se colocan las revolucionarias,

las eternas rebeldes, las locas. Estas especulaciones al movimiento no

parecen preocupar porque tiene una meta más allá de todo obstáculo: “lograr

justicia para la mujer conseguir que la democracia la beneficie valorar su

aporte, apreciar una relación igualitaria sentar partes y bases de nuevos

términos en intercambio que propicia la vida. El feminismo es el ideal y la

acción política de mujeres que buscan terminar con la opresión, con la

desigualdad y la injusticia que viven, proponiendo una sociedad más

humana”37

El movimiento feminista surgió a finales de 1700, según” Esther Serrano

Madrigal (1944) y afirma que el momento en que las mujeres, como grupo

toman conciencia de la dominación y explotación” 38

Las distintas mujeres feministas agrupadas y organizadas forman el

movimiento feminista, quienes luchan exclusivamente por interés propio de las

mujeres , en la búsqueda de la igualdad económica, social y cultural;

proponiendo una sociedad más justa y armónica entre mujeres y hombres.

Una actitud feminista orienta hacia el combate de toda desigualdad y

discriminación, ya sea que provenga de la pobreza, del color, del ser extraño

en una nueva sociedad, de credo o de pensamiento. Es un movimiento

reivindicativo de justicia, de incorporación igualitaria, de vocación altamente

democrática y de popularidad en la forma de pensar y de organizar.

El feminismo no significa unanimidad de enfoques ni de discursos. Dentro del

movimiento hay plena libertad de expresión y de vías de convencimiento, de

37 UNESCO . Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo.UNESCO El Salvador,Public.1998.Pag 47 38 IBIDEM Pag 47

42

aglutinar esfuerzos y de investigar a fondo esa manera injusta de atribuir

papeles a unas y otros.

El crecimiento del feminismo está relacionado con el aumento de teorías de

estudio, de nuevas visiones, casi siempre de autoría femenina, en que se

analiza la situación de las mujeres, el por qué y el cómo superar los problemas

de la discriminación, la subordinación, la devaluación.

El feminismo aboga por las mujeres y las defiende, sin dejar de vencer las

dificultades que afronta para su desarrollo y su plena incorporación como

protagonista indispensable del progreso, en cierta forma, en un “basta ya” al

menosprecio de una acción constructiva y creadora, es la exigencia al

reconocimiento de un aporte que ha sido ignorado, es la valoración a un

trabajo constante que no ha recibido una buena calificación.

1.2.5.2 El Machismo. Octavio Paz (1950) remite: “el origen del machismo al período de la

colonización de América, cuando el conquistador se apoderaba de la mujer

indígena, la utilizaba para su placer y la dejaba después abandonada, forzada

a cargar con el fruto de su vinculación pasajera. De hecho, estas tres

características, inferioridad social de la mujer, subordinación al hombre y

exigencia de hacerse cargo por sí sola del hijo, definen, en lo fundamental, la

imagen machista de la mujer”39

Si bien es cierto que se dio el matrimonio entre razas con valores diferentes

(indígenas y españoles), la mujer indígena tuvo la peor parte. El mestizaje tuvo

base en el uso de la indígena por parte de los españoles.

39 Martin Baró, Ignacio, La imagen de la mujer en El Salvador. ECA #25 (380) UCA El Salvador 1980 Pág. 559

43

“No hubo matrimonio, ni asociación marital ni concubinato. Lo que existió fue

un apareamiento violento doloroso, entre el señor y su esclava. La mujer

indígena fue usada, instrumentalizada por el conquistador y el colonizador”40

La palabra machismo es utilizada primordialmente en el ámbito coloquial y

popular. Un termino más apropiado (sobre todo a nivel ideológico) para

expresar dicho concepto es el sexismo, ya que el primero se utiliza para

caracterizar aquellos actos, físicos o verbales, por medio de los cuales se

manifiesta de forma vulgar el sexismo subyacente en la estructura social. En el

plano psicológico, la diferencia entre sexismo y machismo es que el sexismo es

consciente, es decir, el machista actúa como tal sin ser capaz de ´´explicar´´ o

dar cuenta de la razón interna de sus actos, ya que únicamente se limita a

reproducir y a poner en practica de un modo grosero, aquello que el sexismo,

de la cultura a la que pertenece por nacionalidad y condición social, brinda. De

ahí que un machista pueda hasta sentirse orgulloso y presumir de ser muy

macho. Según Octavio Giraldo (1985), las características del ´´macho´´ son

principalmente tres:

a) La creencia que la hombría radica en la capacidad fálica, que el hombre

debe probar, con la posesión sexual, del mayor número de mujeres y la

procreación de hijos.

b) La creencia en la superioridad del hombre sobre la mujer que debe

traducirse en unas relaciones de dominio y protección sobre la mujer.

c) En la “dureza” psíquica y corporal debe expresarse de muy diversas

maneras, desde la falta de emociones blandas hasta el uso de un

lenguaje obsceno y el recurso de la agresión física.

“El machismo es un hecho, costumbre o fenómeno social y cultural, que

resalta la hombría y la prepotencia sobre las mujeres en todos los campos de

la vida: social, laboral y afectiva”41

40 Sisnero Rosa Judith. Condición de la mujer salvadoreña, 2ª Edición, San Salvador 1976. Pág. 7 41 UNESCO, Palabras Nuevas para un Mundo Nuevo, UNESCO El Salvador, Public. 1988 Pág. 30

44

El machismo divide a las personas en superiores e inferiores, según su sexo.

Según Jorge Bustos (1972), “El machismo no siempre es reconocido

abiertamente y se manifiesta en lo físico, el hombre es mas fuerte y resistente;

en lo sexual, el hombre tiene más energía, de ahí que necesite varias mujeres;

además él no se enamora, porque eso no es de hombres, él las toma y las

deja; el hombre demuestra su fuerza y también su valentía a través de la

agresividad, no le tiene miedo a nadie. El hombre manda y la mujer obedece, si

él se enoja, puede retarla y golpearla, ella debe ser sumisa y soportar en

silencio, es el destino de la mujer”42

Desde hace algunos años, el concepto de machismo se ha incluido dentro del

concepto de sexismo. El machismo expresa el Androcentrismo, sobrevalorando

así lo masculino.

“El Androcentrismo: Considera al hombre como el centro o la medida de

todas las cosas”43. Implica organizar el mundo y todas las cosas en función

del hombre y de lo masculino. Lo que las mujeres sienten, piensan y aspiran

no cuenta.

El androcentrismo se detecta, por ejemplo, cuando se realiza un estudio o

proyecto, solo desde la perspectiva masculina, pues se cree que ello también

representa la visión de las mujeres. Esto ha influido en la vida de toda la

sociedad y en las ciencias como la historia, la medicina, las leyes y la

psicología, por lo que es necesario revisar sus enfoques.

Al hombre siempre se le ha atribuido el manejo del pensamiento en todos los

campos, especialmente el pensamiento político.

“El machismo se considera como uno de los patrones culturales

predominantes en el estilo de vida latinoamericano, especialmente en El

Salvador. Consiste, en términos generales, en una distinción sexual, en una

42 IBIDEM. Pág. 30 43 IBIDEM Pág. 31.

45

serie extrema y entre ambos puntos oscila la sobre-valoración de lo masculino

y la subestimación del otro, por encima y debajo del propio valor”44

Algunos enfoques presentan al hombre ideal, machista, como el de un

individuo físicamente fuerte, intelectualmente astuto. Estas virtudes son

fundamentadas por la familia y la sociedad en la mente del niño y del joven.

El machismo considera al hombre como el sexo fuerte capaz de desarrollar

cualquier actividad y a la mujer se le considera débil e ingenua y desde este

punto de vista se le considera inferior. Lo que es expresado generalmente a

través de la música ranchera, que le canta a la mujer como vehículo de placer y

objeto de compra–venta, engaño y traición.

“La canción ranchera es trasmisora de los sentimientos machistas de una

sociedad o una cultura hacia la mujer; aunque en forma disfrazada se le

concede ser hermosa, desde el punto de vista físico: sus ojos, su boca, su

sonrisa, el cuerpo; pero se le niega el derecho de ser hermosa psicológica o

espiritualmente”45

En el machismo, la mujer no tiene mayor significancia, el hombre es primero y

puede hacer lo que le parezca y hasta destruir su vida por la circunstancia más

insignificante.

1.2.6 La Liberación Femenina

Se dice que en el feminismo se ha enclaustrado en una acción de las mujeres

para las mujeres del momento, es decir aquellas que tenían conciencia de

problemas que afronta la población. Se trató de convertirlo en una especie de

válvula de escape, esas que proporcionan las diferentes estructuras sociales

para desinflar impaciencia por injusticias y por discriminación, sin que el alivio

del desahogo ofrezca solución alguna o siquiera inspire hacia algún camino de

incorporación plena.

44 UES. La imprevisión y el machismo. Depto. de Medicina 1986 45 Armonia, A. Psicoanálisis de la Dinámica de un Pueblo. México 1965. Pág. 195

46

El problema medular de la mujer reside en la servidumbre humana a que ha

estado sometida a lo largo de la historia. La servidumbre no produce

comunicación, ni respeto a derechos, ni consideraciones humanas, anula la

creatividad y limita, más bien impide, la realización personal y social.

La mujer es siempre la servidora, por eso su imagen está afiliada a los niveles

caseros. Si pensamos en la distribución arquitectónica de cualquier casa,

vemos que la mujer o las mujeres se mueven en el dormitorio, en la cocina, en

el comedor y el cuarto de las demás faenas del hogar. Difícilmente se mueven

hacia la sala, el estudio o hacia la biblioteca, salvo que se trate de su limpieza y

su ordenamiento.

En las oficinas la mujer une su trabajo a la necesidad de imprimir el trabajo

creado del otro. Nuevamente se presenta la labor casera, ampliada por el

manejo de instrumentos y el de desarrollo de pericias, pero limitada a un

aspecto, el de determinada habilidad. Lo mismo sucede en actividades

comerciales, siempre ésta la mujer frente a la atención de un servicio y

comercialmente se transforma su experiencia de compradora en experiencias

de vendedora. En todo caso, sólo por excepción y cuando se reúnen

verdaderas condiciones extraordinarias se presenta el hecho de que la mujer

supere la labor manual para ingresar al trabajo de corte intelectual. Por

supuesto, que el trabajo manual no es humillante, ni mucho menos representa

servidumbre humana. El aspecto de servidumbre empieza cuando el ser

humano se le confina en un solo trabajo, se le impide o se le somete a todo tipo

de sacrificios para poder trascender la faena definida como habitual y la

característica. La servidumbre también se expresa cuando se le niega a un ser

la oportunidad de adquirir experiencia por su propia cuenta, por la simple razón

de que tal recurso no es un asunto permitido a determinado sexo.

Desde varios puntos de vista, al hablar de la mujer, se tiene que hablar de

liberación, no en el sentido de romper con lo que constituye su ser íntimo, sus

características individuales, con sus múltiples posibilidades de realizarse y con

su libre albedrío de escoger. “para liberar no hay que fijar líneas conductista y

patrones, para liberar es necesario romper todo lo que hasta el momento ha

47

sido limitación, dificultad, negación y abrir un horizonte para escoger entre una

gama amplia de posibilidades”46

Precisamente el término liberación ha sido tan mal entendido, que muchas

mujeres hablan de no liberarse, aclaman el hecho de que les gusta el papel

tradicional que han desempeñado y haciendo un balance de los privilegios y

desventajas que tiene, se manifiestan enemigas de todo lo que la separe de la

situación actual, consecuencia de una historia en que se les ha concedido

como propiedad de la familia y como ser poco deseado por las mismas

limitaciones en que se le concebía. Esas mujeres no han entendido que la

liberación no afectará sus intereses y sus gustos, no se trata de liberar a

grupos o a determinadas señoras. La misión es más amplia y propicia el

cambio social para que cada individuo logre de sí mismo lo mejor posible,

dentro de la responsabilidad que significa vivir. “liberar es encontrar la igualdad

de facilidades y de oportunidades, frente al igualdad de deberes y derechos”.47

Es por ello que cada persona tiene el derecho de desarrollar todas sus

habilidades potenciales y a orientar su energía creadora en la forma en que

logren los resultados más favorables para sí y para la sociedad; las

limitaciones, las discriminaciones, los prejuicios únicamente obtienen

frustraciones y el imperio de una injusticia sustantiva, que debemos contribuir a

desarraigar de toda comunidad.

Cuando se habla de liberar a las mujeres; que es liberarlas de aturas,

limitaciones y prejuicios, hay quienes mal entienden acercarlas al libertinaje, a

los vicios sociales a los comportamientos masculinos, casi a las barbaries.

También comentan que la liberación femenina atenta contra los principios de la

familia y amenaza las bases fundamentales de la sociedad. Tienen grandes

prejuicios contra la mujer, en el fondo la creen muy débil, con una necesidad de

protección, sin fuerzas espirituales y morales con incapacidades para medir el

bien y el mal, para actuar con prudencia y balance.

46 Naranjo, Carmen. Mujer y Cultura. 1ra Edición. EDUCA Centroamericano. 1989. Pág. 203 47 IBIDEM. Pág. 203

48

Quizá la vida familiar y social ha sido más fácil para los hombres al contar con

más certidumbre, la obediencia y sumisión de las mujeres.

Por otra parte, liberar a la mujer es liberarla también de las letanías necias en

que se ha pretendido encerrarla. Eso de que son reina del hogar, las que están

detrás de los poderes, que la lectura feminista muy claramente advierte: la

víctima sacrificada y escondida, las eternas cargadoras de todo lo rutinario y

aburrido, la pasajera del último carro del tren y que lava ropa y platos, y que se

preparan manjares para otros no para ellas.

Liberar a la mujer no es darle un pedestal de ser divino, excepcional, alcanzado

sólo en sueños o visiones místicas. Eso es robarle alma y cuerpo, de todo lo

que tiene y enviarla al vacío de la nada.

“Liberarla, en realidad, es afianzar su propio desarrollo, su propio devenir, su

propio destino. No es hacer a la mujer la compañera, el otro distante del yo, es

darle el papel de intérprete, mano a mano con lo otros intérpretes. Es abrir

campo a su voz, a su criterio, a su punto de vista. Es darle la oportunidad de

crear y realizarse”48

“Liberar a la mujer es descartarla de los papeles tradicionales, de las dobles y

triples jornadas de trabajo con rutinas agobiantes, de las geografías limitadas,

de las esperas, de las prohibiciones y de los miedos. Es descargarla de

libertades con esperanza, de decisiones y de alegrías. Es enseñarle que los

horizontes son amplios y en ellos hay un lugar propio para ella, desde donde

crecer, ser, intercambiar y aspirar a realizar una votación un deseo o una

emisión y seguir en mirarse en el espejo combustible a y dejar de verse como

un simple complemento”49

48 IBIDEM. Pág. 205 49 IBIDEM. Pág. 205

49

1.2.7 Teoría Literaria

Desde que la humanidad existe, ha sentido la necesidad de comunicarse, de

expresar sus sentimientos, de cultivar su imaginación y lo ha hecho por medio

de un don que lo diferencia del resto de los seres vivos: “la palabra”; pero la

palabra puede utilizarse de distintas maneras:

‐ Unas veces lo importante es transmitir ideas claras y exactas.

‐ Otras, se pretende crear belleza, impresionar al receptor a través de un

mensaje elaborado especialmente con tal finalidad. Esto es lo que

caracteriza al discurso literario.

El lenguaje literario es la forma de expresión propia de la literatura:

En un principio la literatura fue oral, transmitida de boca en boca y presentada

ante un público. Después en un proceso muy lento, a medida que avanzaba el

tiempo y progresaba la sociedad, adquirió forma escrita. Su desarrollo

definitivo se logró con la invención de la imprenta, que facilitó la difusión de los

libros y el acceso a la lectura, de una manera rápida y eficaz. Entonces alcanzo

sentido pleno la palabra literatura, que procede del latín “litera”: Letra. Esta

palabra latina a su vez, procedía del griego. En latín “Literatura significa:

Saber, relacionado con el arte de escribir y leer”, aunque también tiene otros

significados como “Gramática”, alfabeto. En la actualidad se le llama literatura a

la actividad del hombre de letras”50

Este significado no se consolidó, sino hasta finales del siglo XVIII; hasta ese

momento se utilizó el término poesía para expresar lo que hoy se entiende

como “literatura”.

A pesar de todas las definiciones que se puedan dar a la literatura, la mejor

forma de comprenderla es conocer sus características:

50 Introducción a la literatura. Enciclopedia educativa, tomo 4. Equipo editorial. Pág. 735

50

a) La literatura tiene por objeto la expresión de ideas o sentimientos, reales

o imaginarios, por medio de la palabra escrita que es su herramienta de

trabajo.

b) Es el resultado de una creación que permanece en el tiempo, sin poder

ser alterada ni cambiada.

c) Busca, ante todo, la belleza y la originalidad, descubriendo nuevas

posibilidades del lenguaje.

d) Es un instrumento de comunicación entre el autor, o emisor, y los

lectores o receptores.

e) Admite más de una interpretación. Es decir, tiene mas de una lectura, lo

que una obra sugiere a un lector es distinto de lo que sugiere a otros.

f) Es una actividad individual en la que cada lector tiene que tomar la

iniciativa de leer una obra y así establecer una comunicación.

“La característica esencial que distingue a la literatura de otras artes es que

tiene el lenguaje como materia prima. En sí la literatura es el arte que emplea

como instrumento la palabra. Comprende no sólo las producciones poéticas,

sino también las obras en que caben elementos estéticos, como las

oratorias, históricas y didácticas”51

En otras palabras, se llama literatura a la actividad propia del escritor.

Todos hemos intentado, alguna vez, plasmar por escrito historias o

pensamientos, pero no todos somos escritores. El autentico escritor es el que

saca el máximo partido de los recursos que su lengua ofrece, obteniendo

resultados reconocidos por los críticos literarios, que son los técnicos en la

materia.

La pretensión de un escritor es que su obra sobreviva, es decir que no solo

tenga interés para los lectores de su época, si no que cuando el ya no exista,

permanezca su trabajo; esta es la gran riqueza de la literatura.

La huella de la palabra escrita permite a los pueblos conocer su historia. Ella

posee una carga emotiva que impacta y transforma, a la vez que registra los

51 Introducción a la literatura. Enciclopedia educativa, tomo 4. Equipo editorial. Pág. 735

51

pensamientos que se adecuan al paso del tiempo y propician nuevos

cambios. El escritor razona y comprende que el mundo en que le ha tocado

vivir no está bien y así, frente a las condiciones, a las carencias y a las

pautas erróneas, toma la actitud de contribuir con su expresión a un mundo

más sensible, más humano, más fraterno. “En El Salvador, la sucesión de los

hechos más relevantes en los últimos cien años, ha ido de la mano con la

creación literaria. El acontecer político, económico, social, religioso, filosófico y

artístico ha sido el motor que ha impulsado toda índole de la manifestaciones

literarias”52 Los ensayos, los cuentos, las novelas, los trozos literarios y los

poemas atestiguan, que crear en nuestro país no ha sido una fantasía, sino

una realidad que se ha impreso con sincera y consciente entrega.

Cientos de mujeres de las más diversas latitudes han tomado la pluma y han

volcado su talento creativo y sus angustias existenciales, para reflejar una

realidad que va mas allá del genero y la lectura de genero.

Afirma la uruguaya Cristina Peri Rossi, quien sustenta la teoría de que la

mujer fue principal protagonista de la historia oral. Fueron las mujeres,

privilegiadamente las transmisoras orales, mitológicas y ellas generaban

literatura desde un lugar en la familia pero añade que eso se quiebra con la

imprenta, con el vinculo que se establece entre literatura y poder, con la

aparición del periodismo que está unido al concepto de democracia, a la

política y como la política es cosa de hombres, la mujer es desplazada.

Tradicionalmente, las mujeres fueron depositarias de una rica tradición oral,

que fueron reproduciendo, enriqueciendo y difundiendo de generación en

generación. Es curioso que dicha tradición, la feminidad amenazante juega un

papel casi arquetípico. El mito de la ciguanaba, tan arraigado en El Salvador

con rasgos muy acusados, que son comunes al mito de la segua en Costa

Rica, castiga la infidelidad femenina, convirtiendo a la mujer infiel en una

especie de bruja o espectro que castiga a su vez, a los hombres casquivanos,

es claro que el mito merece más atención por cuanto en el se depositan

muchos de los temores inconscientes y de las actitudes más profundas del

conglomerado social hacia las mujeres y hacia su libertad sexual.

52 http.www.monografias.com/trabajos 3/introlit.shtml. Pág. 1

52

La narrativa escrita por mujeres no aparece en El Salvador, sino hasta finales

de la década de 1880. Antes había sido necesario que por lo menos existiera

una primera generación de mujeres que sí tuvo acceso a la educación mas allá

de la escuela de primeras letras. Las primeras escuelas abiertas a las mujeres

surgieron en El Salvador durante la década de 1850, gracias a la iniciativa del

Dr. José María Cáceres, pionero de la educación.

Con todo, la primera mujer que cultivó la narrativa en El Salvador no había

nacido en el territorio nacional, sino en Costa Rica, hablamos de Rafaela

Contreras hija del Dr. Álvaro Contreras, hondureño, que se radicó en San

Salvador. Rafaela tuvo acceso, como hija de una familia prominente de su

época, a una esmerada educación y escribió amenas narraciones bajo el

seudónimo Stella; Rafaela, fue además, la primera esposa de Rubén Darío.

Después de Rafaela, no existe evidencia conocida de otra mujer que cultivara

el género narrativo a fines del siglo XIX y principios del XX en El Salvador.

A finales de los años veinte y principios de los treinta, surge la figura de

Prudencia Ayala, quien encabezó la lucha por el sufragio femenino y fue la

primera, y hasta hoy, única candidata a la presidencia de la República.

Prudencia era hija de madre solterona y de origen indígena, solo tuvo acceso a

una educación limitada, lo cual no fue obstáculo para que publicara varios

libros a fines de los años 20 y principios de los 30, época cuando desplegó su

principal actividad política que la llevo a pedir su inscripción como candidata a

la presidencia. La Corte Suprema de Justicia no le admitió el recurso

apegándose a la Constitución de la época, que no consideraba como

ciudadanos a las mujeres, ni les daba derecho al voto; si bien uno de los

magistrados, el Dr. Reyes Arrieta Rossi, se opuso a la opinión de los demás,

razonando que Prudencia tenia derecho a ello.

En la época de 1932 la figura de Claudia Lars (nacida en Armenia en 1899 en

el departamento de Sonsonate, con el nombre de Margarita del Carmen

Brannon Vega), a lo largo de su vida, Claudia Lars publicó catorce poemarios

de una calidad tan alta que hoy es considerada la más importante figura de la

poesía lírica salvadoreña.

53

En 1919, nace en San Salvador, Matilde Elena López, hija de madre soltera,

perteneciente a la pequeña burguesía urbana. Matilde forma parte de la

primera generación de mujeres literatas que contó con formación universitaria,

si bien las mujeres habían podido asistir a la universidad de El Salvador desde

la década de 1880, ( La Universidad se fundo en 1841), las Humanidades no

habían existido como una carrera independiente de Derecho, sino hasta finales

de los años 40.

Matilde Elena López, se graduó en periodismo y en letras. A principios de los

años 60, desempeñó una destacada labor como catedrática universitaria y

escritora.

Claribel Alegría pertenece a la siguiente generación, nacida en 1930 en

Nicaragua, de padre nicaragüense y madre salvadoreña, se educo en Santa

Ana. Conoció a Salvador Salazar Arrué, se casó con el escritor

norteamericano Darwin Falkoll, publicaron conjuntamente la novela Cenizas de

Izalco, la cual describe la insurrección de 1932.

A otra generación pertenece Yolanda Martínez Consuegra, quien estudio

trabajo social y trabajó durante muchos años en el ambiente de los hospitales

de San Salvador. Su formación y su practica profesionales le permitieron

conocer diferentes ambientes desde los que alimentó su narrativa. Ha escrito

las novelas Corazón Ladino y sus Fríos Ojos Azules, el libro Veinte Cartas

Neuróticas desde Alabama. Martínez, sin embargo, no asume una posición

partidarista, aunque sí critica la penosa época que vivía El Salvador y que

terminó desembocando en la guerra civil de 1980 a 1992.

Por otra parte, el conflicto de los años 80 sacrificó al menos a dos

generaciones de hombres y mujeres que estaban en su mejor momento

productivo y privó al país no solo de muchos de los trabajadores manuales que

tanto necesitaba, sino sobre todo de buena parte de los intelectuales y

escritores que podrían hoy, si vivieran, iluminar este momento.

Por su parte Jacinta Escudos, quien entronca plenamente con esta nueva

generación de mujeres, aborda temáticas tan complejas como el erotismo

54

desde las mujeres, la homosexualidad femenina y la desgastante relación amor

odio entre un hombre y una mujer que, como frecuentemente ocurre en nuestra

realidad, han hecho de la agresión la manera habitual de relacionarse entre si.

Pertenece a la más reciente generación de escritores salvadoreños.

Hoy, después de la guerra, nuevas modalidades, nuevos ¡modos! de ser mujer

se estrenan, con los tanteos y las vacilaciones propias de toda nueva etapa.

Las mujeres están cuestionando fuertemente los papeles tradicionales y la

separación de roles, y esto también es producto de esta nueva época, cuando

se están redefiniendo también muchos otros roles sociales. Hay un fuerte

movimiento de mujeres producto, en parte, de los acuerdos de Paz y Jacinta

refleja, quizá mejor que nadie, esa redefinición.

“Sobre todo, existe entre las mujeres una conciencia clara de la necesidad de

redefinir el lenguaje, que es y ha sido aplastantemente machista. Uno de los

grupos que padecen más agudamente la violencia son las mujeres y esto no

deja de ser evidente en la narrativa de las escritoras de este momento, que

recogen, muchas veces directamente, lo que ocurre en la sociedad”53

1.2.8 La literatura y sus funciones.

El hecho literario ha planteado históricamente, interrogantes que los propios

literatos intentaron responder; así, por ejemplo, se decía ¿cual es la misión

especifica de la literatura, qué la distingue de las otras formas de expresión

artística? o bien ¿qué papel desempeña en el conjunto de los saberes del ser

humano? Preguntas que podrían formularse de la manera siguiente: ¿Para qué

sirve la literatura y hasta que punto colabora en la ampliación o desarrollo del

campo del conocimiento? Aristóteles, cuando habla “de la causa final” quizá

trata de ofrecer una respuesta a la necesidad de elaborar una clasificación

literaria y también al tema de la utilidad de la literatura. De acuerdo a este

principio, los antiguos dividían el ámbito de la composición literaria en:

53 Información tomada de Suplemento cultural Hemisferio. Diario El Mundo. Viernes 20 de

Agosto de 1999 por Yasmín Ross. Articulo escrito para el Periódico la Nación.

55

a) Deliberativa

b) Judicial

c) Demostrativa

A partir de esas premisas, basaban sus distinciones entre los caracteres

estéticos, ya que se adaptaban a un fin específico. Así pues, la literatura

servía para informar, conmover y deleitar, utilizando diferentes estilos literarios

en función de lo que se pretendía conseguir.

La literatura es, hoy en día, considerada una actividad independiente de otras.

Pero no fue así en todas las épocas; “fijar las funciones de la literatura es una

tarea difícil y arriesgada, puesto que cada autor o cada crítico literario tiene una

opinión distinta”54 A continuación se ofrecen las cinco funciones más

consideradas a lo largo de la historia de la literatura; en realidad, no son las

únicas, y nunca o casi nunca aparece una sola en una obra, sino que se

superponen:

• Función estética: Quienes piensan que la función estética es la que debe

predominar en toda obra literaria, busca la belleza por encima de todo;

no les importa tanto el contenido, ni pretenden transmitir otra cosa que el

puro deleite de los sentidos. Esta función predomina en lo que se ha

llamado el “arte puro” o “el arte por el arte”.

• Función de evasión y entretenimiento: hay quienes creen que la

literatura debe constituir una evasión, tanto para el lector como para el

propio escritor. En este caso, la literatura puede actuar como un

instrumento útil para el distanciamiento de la realidad e incluso funcionar

como un buen sedante.

• Función de conocimiento: para otros, la literatura básicamente enriquece

el saber humano y contribuye a un mayor y mejor conocimiento de la

realidad, a través de la particular visión del mundo que tiene cada

escritor.

54 Introducción a la literatura enciclopedia educativa. Tomo 4.equipo Editorial. Pág. # 736

56

• Función social o de compromiso: algunos autores piensan que la

literatura es un instrumento útil para defender unos ideales sociales o

políticos que contribuyan a formar la conciencia social de los pueblos.

Su compromiso les lleva a pretender ser lideres y a constituir un ejemplo

para la colectividad.

• Función educativa o pedagógica: los que opinan que “esta es la principal

función de la literatura buscan la educación del pueblo como su principal

fin y consideran que en las obras literarias se pueden establecer

modelos sociales. Ha sido la función predominante hasta el siglo XIII.”55

Como ya es sabido, la comunicación lingüística posee varias funciones, entre

ellas también esta la función poética, es la que da origen a la obra literaria. El

lenguaje literario obedece a motivaciones estéticas y, por tanto, su objetivo no

es informar sobre algo; si no que esa obra interese por si misma.

El autor parte de una realidad objetiva es decir del mundo exterior y de su

propia individualidad, de su experiencia y carácter personal, de ahí su carácter

connotativo, usa los recursos de la lengua y construye otra realidad que es esa

obra (poema, novela). Así se afirma que la obra literaria es producto verbal

lingüístico.

1.2.9 Literatura y Sociedad

La realidad de la vida, del mundo y del fenómeno humano se vuelve realidad

literaria, por obra del trabajo de todas esas mujeres y hombres que en todos los

tiempos y en todos los lugares de la tierra, vienen haciendo literatura.

La realidad del mundo está constituida por la naturaleza, la persona y la

historia; los hombres y mujeres de todas las culturas asumen la existencia de

una realidad primera, creadora y conductora de la realidad del mundo. Con

estas dos realidades, primera y segunda, las que, en sus múltiples

55Nueva enciclopedia autodidáctica Lexus Editores, Edición 2001, Pág.# 4

57

manifestaciones, constituyen la fuente para la creación literaria, en sus diversos

géneros “Para hacer su trabajo creativo, los hombres y mujeres que escriben

literatura cuentan con dos herramientas: el conocimiento literario y el lenguaje

literario. En cualquier trazo de la realidad hay literatura posible; ya que la

literatura es un modo de conocimiento de la realidad, es profundizar en la

realidad y ofrece ese profundizar para que otros y otras puedan entender y

comprender”56

La literatura es una forma del lenguaje. Quien escribe, lo hace con las palabras

del lenguaje cotidiano; pero las trabaja y combina de tal manera que da lugar al

lenguaje literario.

“La literatura es un estilo de vida. Es decir, es un modo de ver de ser y de

actuar en la vida el estilo de vida literario se refiere a ese modo particular como

quien hace literatura percibe, intuye y expresa la realidad”57.

La función de compromiso, es la más discutida en una sociedad, sobre todo en

épocas de conflicto social; porque la literatura debe servir para acrecentar la

conciencia y la acción sobre los grandes y graves problemas de los seres

humanos en una sociedad concreta.

Finalmente debe decirse que la literatura es también un modo de trascendencia

de diferentes sociedades, es como ganarle la batalla al tiempo, es ir más allá

del tiempo y del espacio.

Una obra literaria es realidad convertida en literatura, por obra del conocimiento

literario y del lenguaje literario. Por tanto, partiendo de la literatura, podemos

volver a la realidad que le dio origen, para entenderla y comprenderla.

1.2.10 La Literatura como Reflejo de la Sociedad

56 Lenguaje y Literatura 9º grado. Edición servicios educativos. 1988 Pág. 11-12 57 IBIDEM Pág. 13-14

58

La literatura es el medio por el cual hombres y mujeres a través de los tiempos

han expresado sus pensamientos, influenciados por una realidad.

“Marx Engels, y en el siglo xx Lenin, partían de la tesis de la autonomía relativa

del desarrollo del arte respecto al nivel de la producción y veían el problema de

la correspondencia en otro plano, más profundo. Sostenían que el arte es

reflejo de la realidad y su verdadero valor está en la veracidad con que abarca

la vida humana en la fidelidad de la creación artista de las tendencias y

movimientos sociales”58.

Siendo la literatura una rama del arte, retoma estos aspectos para recrear la

realidad a través de las letras.

La literatura se distingue de las demás artes por su contenido intelectual,

cuanto más evoluciona la sociedad y cuanto más se ramifican las relaciones

sociales, las corrientes de ideas y la vida del espíritu, más se enriquecen y

profundiza al contenido intelectual de la vida humana.

La sociología de la literatura contiene dos tipos muy distintos de

investigaciones que atañen, por una parte, a la literatura como producto de

consumo y, por la otra, a la literatura como parte integral de la realidad social o

si se prefiere a la sociedad como el lugar de consumo literario y la sociedad

como sujeto, de la creación literaria. Desde el punto de vista histórico, se puede

considerar que la literatura tiene sus relaciones con las diferentes instituciones

sociales.

Las obras literarias son los depósitos más transparentes del pensamiento

creador, en su fondo brotan las fuentes de la vida social que se nutren y que de

ordinario se ofrecen con toda claridad a nuestra vista y, además, es necesario

querer verla. Esa obra literaria nace de la actividad creadora de un autor, pero

este vive en una sociedad determinada y escribe para un público. Según esta

afirmación la obra literaria solo existirá en tanto en cuanto alguien la lea. Por

58 Goranov Krestio. Arte, Cultura y Sociología. 1ra traducción al español.1990 Pág. 30

59

que el lector no es solo un contemplador, sino que es un nuevo creador de la

obra.

La descodificación personal que cada lector hace de esos signos lingüísticos,

libera la obra del autor, para afirmarse por ella misma como algo con vida

propia capaz de hacer surgir ideas o emociones que quizá el escritor no había

previsto.

Todo proceso artístico necesita, además de un emisor, un receptor. Recibir la

literatura, escucharla o leerla, forma parte del proceso artístico. El receptor

juzga el grado de originalidad de los textos, su calidad técnica, su inspiración a

sus fines. Lo nuevo le asombra o le repugna; se burla de lo que haya repetido

o se entretiene comprando las distintas obras en las que aparece; rechaza los

textos complicados o disfruta indagando su sentido; asume nuevos

conocimientos e ideas o acepta el deleite que el texto le produce. En resumen

recrea la obra literaria, casi como si fuera el mismo autor. Vista así; la

recepción de la literatura no es en absoluto un acto pasivo. La sonrisa o la

carcajada, la emoción o el llanto, el enfado o la ira, la suspensión o el

escalofrió son reacciones frecuentes del lector ante un texto, aunque no las

únicas. Cuando alguien lee, pone en juego su inteligencia, su sensibilidad y su

visión de la sociedad. Si, además, lo hace en forma meditada y consciente, las

posibilidades de enriquecimiento personal que ofrece la lectura aumentan de

forma considerable.