Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

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  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    1/27

    El

    "posneolibera

    la reconfigura

    cap

    tal

    ismo"

    y

    ción del

    smo en

    na

    (zo

    T)

    ''2

    mérica

    Lat

    Brnrnrz

    Srolowtcz

    El

    nuevo

    momento

    latinoamericano

    Al

    terminar la prim

    enadécada del

    siglo

    )oil

    nos

    encontramos

    en

    un

    momento

    complejo en América

    Latina,

    para

    el que

    no

    alcanzari

    las

    arengas

    o

    las expresiones

    de deseo.

    Sin

    perder

    de

    vista las

    gran-

    des posibilidades

    de disputa de

    proyectos

    que se

    han

    abierto en

    la

    región,

    parecen

    confirmarse

    las

    inquietudes

    que

    señalábamos

    a

    fi-

    nales

    de

    2007

    sobre los

    gobiernos

    de

    izquierda,3

    cuando decíamos

    que

    en estos

    procesos

    en construcción

    "el

    movimiento

    no

    lo

    es

    rodo"

    -rebatiendo

    a

    Berns¡si¡-

    y que

    es

    decisiva

    su

    dirección;

    que

    la

    derecha

    ha

    puesto todos

    sus

    recursos

    económicos, políticos,

    militares y

    simbólicos para disputar y definir

    esa

    dirección, y que

    futículo

    publicado

    en

    A

    contraconiente de

    k

    hegemonía

    conseruadora.

    Espacio crítico

    Ediciones,

    Bogorá

    ,

    2012,

    pp.

    I

    3-37

    .

    Las

    tesis de

    este trabajo fueron

    presentad.as

    en

    el

    vu

    Seminario

    Internacional

    Marx Viue:

    América Latina

    en

    disputa.

    Proyec'tos

    políticos

    y

    (r)confguraciones

    del poder. Universidad

    Nacional

    de

    Colombia,

    Bogotá,29 de octubre

    de

    2010.

    En:

    "La

    izquierda que

    gobierna

    en América

    Latina:

    elemenros para

    un balance

    político",

    Beatriz

    Stolowicz

    (Coord.),

    Gobiernos

    de izquierda

    en América

    Ladna.

    Un balance po-

    lítico,

    Bogotá,

    Ediciones

    Aurora,

    2007

    (en

    este

    volumen).

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    queda por saber

    si las fuerzas

    que aspiran a la

    igualdad

    y

    a

    la

    eman-

    cipación humdna

    la

    disputarán efectivamente.

    Un requisito

    para

    ello es

    tener

    claro cuál

    es

    el

    terreno

    de

    la

    dispura.

    En

    el

    último

    lustro,

    las

    discusiones

    sobre

    América

    l¿tina

    se

    cenrra-

    ron

    en

    esas

    nuevas

    experiencias

    de

    gobierno,

    como es lógico

    con

    gran

    entusiasmo, al

    punto

    de que

    llegó

    a ponerse de moda

    paiafra-

    sear

    de que se trata de un'tambio

    de

    época'.

    Los

    triunfos

    electorales

    de

    la

    derecha se consideraban

    una

    excepción,

    no

    muy

    bien

    explica-

    duy aveces endosada a

    un

    atávico

    uluaizquierdismo.

    Al

    frnaJizarla

    década, produce cierto

    desconci€rto

    comprobar las falencias

    de tales

    apreciaciones volitivas. El avance

    de

    la

    derecha

    franca en

    algunos

    países,

    los

    signos

    de estancamiento en

    la

    captación

    del

    electorado

    por la izquierda donde ya

    gobierna

    y

    un

    reflujo

    en

    los impulsos

    de

    cambio han conducido a

    replantear

    los análisis sobre la

    región.

    Sobre

    todo

    en los anteriores

    cinco años,

    dado el

    carácter

    inédito

    de

    la

    coyuntura

    por

    el protagonismo

    popular

    y

    por su contenido

    ético,

    los

    anrílisis

    sobreAmérica

    Latina se cenrraron

    en

    la

    democra-

    tización

    de

    los regímenes

    políticos

    y

    en

    los

    procesos

    constituyentes

    allí

    donde gobierna la izquierda

    y

    el

    centroizquierda.

    En

    su

    mayo-

    ría

    se

    trató

    de

    análisis

    eminentemente

    superestructurales,

    en los

    que

    se

    asimiló aparato

    de

    Estado

    a poder de Estado, y

    sé atribuyó

    autonomía

    a

    lo

    político,

    dejando

    fuera

    el

    análisis estructural

    de

    la

    reproducción

    económica y

    de

    las

    clases

    (aunque,

    a veces, esto últi-

    mo

    se

    ha asomado

    implícitamente

    bajo

    la forma

    de

    un posibilismo

    político).

    Por lo

    tanto,

    se

    desestimó

    que

    cada

    modelo

    económico

    exige

    un

    determinado modelo

    político y

    social, que

    este

    no

    puede

    ser pensado

    al margen de aquel,

    más

    allá de la retórica

    o

    los

    lide-

    rarzgos

    carismáticos.

    En

    un segundo

    plano

    quedaron

    los análisis

    originados

    en

    los

    países

    donde, desde

    hace

    mucho

    tiem¡ro,

    se

    ejecuta

    la

    estrategia para

    esta-

    bilizar

    política y

    socialmente

    la

    reesrrucruración

    capitalista

    neolibe-

    ral. Situados

    neces¿riamente

    en

    una temporalidad

    más

    prolongada

    y

    en

    una

    más clara

    articulación

    analítica entre economía y

    política,

    desde

    estos

    an¡ílisis era

    posible

    observar

    fenómenos

    análogos

    a

    los

    de

    algunos

    de los procesos progresistas.

    Pese

    a

    lo

    cual,

    era dificil

    la

    interlocución.

    Ahora

    empieza

    a haber

    un

    terreno

    común

    de preocupación

    so-

    bre el patrón de

    acumulación primario-erponador

    extractivista

    I

    revista

    de

    ensayos::

    z

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  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

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    de

    llegada

    de

    realización

    exitosa

    de

    la

    estrategia

    dominante

    eje-

    cutada desde

    hace

    veinte

    años

    para

    estabilizar

    y

    legitimar

    Ia

    ,rees-

    tructuracióndel@nAméricaLatina,planteadaporsus

    portt.oliberalismo".

    Vaiias de

    las

    interi

    devenir de

    los

    proyectos

    co-

    múnmente

    denominados

    alternativos, y sobre

    su

    efectiva

    capaci-

    dad

    de disputa,

    encontrarían

    respuestas más claras

    en referencia

    o

    contrastación

    con

    esa estrategia

    dominante,

    en cuanto

    a

    qué tan-

    to significan

    una

    ruptura

    o apuntan

    a

    ello.

    Para

    ello es

    necesario

    trascender

    {:kgrp:

    gojtg*e

    lo

    gl-eqql.al,

    eu€

    sobredetermina

    los

    .

    ."rrrbio

    en

    la región,

    y

    elevar

    la

    mirada

    a

    una

    más larga

    duración.

    Veinte

    años de "posneoliberalismo"

    Desde comienzos

    de

    la

    década de 1990, la estrategia

    para

    estabi-

    lizar

    la

    reestructuración capitalista neoliberal en

    América

    Ladna

    fue planteada

    oficialmente

    en tres

    etapas sucesivas:

    una

    primera

    de

    "ajuste,

    estabilización

    e

    inicio";

    una

    segunda de

    "profundización

    de

    las

    reformas

    estructurales"r

    /

    uoa tercera etapa de

    "consolidación

    de

    las

    reformas

    y

    restauración de

    los

    niveles

    de

    inversión".t

    H.Hk_

    mera

    etapa,^dg ."rolición

    del

    patrón

    de

    acumulag-lén

    an_terior

    y

    .

    --*.;+--.--'f

    ..-*-

    --*-l*

    =

    *,o,**'¡¿rss#r*s'&4"#4 ''

    -

    '....-tb..óq..¡.-

    suq

    instituciones, se

    hab

    ía eiecutado

    en

    los-anteriores años setenta

    y

    ochenta

    bajo dictaduras

    militares

    y

    autoritarismos civiles;

    la

    segun-

    d^y

    tercera

    etapas

    d'ebían

    implementarse

    ya bajo

    las

    "nuevas

    reglas

    del

    juego" de

    regímenes

    representativos,

    democracias

    .

    La

    idea

    de

    una

    sucesión

    estaba

    más

    claramente inspirada en

    Chile,

    donde

    la

    demolición

    del

    patrón

    de

    acumulación

    había

    sido

    completada bajo

    la

    dictadura de

    Pinochet.

    En

    otros

    países, en

    lugar

    de

    una

    sucesión

    debieron

    supelponerse

    etapos,

    como

    por ejemplo

    en

    Brasil

    y

    Méxi-

    co,

    superponiendo

    ürmbién

    la

    retórica

    correspondiente

    a cada

    una.

    Con una

    mirada

    retrospectiva, cabe

    inquirir

    si

    la

    tercera etapa de

    "consolidación

    de

    las

    reformas

    y

    restauración de los niveles de

    in-

    [¿s

    res etepas

    ñ¡cron

    formuladas en 1990

    por

    el chileno

    Marcelo

    Selowsky, Economista

    Jefe

    pana

    AÉb

    l2dna

    y

    el

    Caribe

    del

    Banco

    Mundial,

    en:

    "stages

    in

    the Recovery of

    Latin

    Amcrb's

    C'¡osnh",

    Finance and

    Development

    ,

    junio

    de

    1990,

    pp.

    28-31.

    I

    revista

    de ensayos r:

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

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    versión"

    no

    estaría

    siendo

    ejecutada,

    en la

    primera déc

    ada del

    siglo

    )oil,

    por

    algunos de

    los

    nuevos

    gobiernos

    progresistas.

    Definidos

    los

    objetivos,

    al

    mismo

    tiempo se

    iba formulando

    la

    estrategia para

    avanzar

    ese camino,

    cuyas líneas

    maestras encara-

    ban

    las

    dimensiones políticas,

    institucionales

    y

    sociales

    para

    dar

    seguridad

    a

    la

    profun dización

    de

    la

    reestructuración

    capitalista,

    para estabilízarla

    y

    legitimarla. Esa

    estrategia multidimensional

    fue impulsada

    desde 1990

    por

    la

    "nuevd'

    Cepal

    neoestructuralista,

    por

    el BID presidido

    por

    el ex cepalino Enrique

    Iglesias,6

    y en

    la

    segunda

    mitad

    de

    los

    noventa

    también

    por el

    Banco

    Mundial

    con

    Joseph

    Stiglitz

    como

    Economista

    J.f.

    y

    con el

    colombiano

    Gui-

    llermo

    Perry

    como

    Economista

    J.f.

    paraAméricaLatina y

    el Ca-

    ribe.7 Por

    encarar

    aquellas

    esferas

    de acción

    que

    el economicismo

    de mercado

    neoclásico no

    contemplaba

    discursivamente,

    desde un

    comiE

    nzo

    se

    presentó como

    "posneoliberal".

    Se autodefinió como

    "superación

    del

    neoliberalismo"

    pero

    al

    mismo tiempo

    contraria

    al

    "pop*lismo"

    (.tr

    realidad,

    de

    lo

    que definían por

    tales).

    Para

    eJlo, s_*:"i"tr:k.Hl.q

    *dÉlqg"I

    :

    doctrinarios

    del

    liberalismo

    eco3É,jpic9,

    q

    ug

    l:y_Sggg::*gl.

    ¿gFill-

    Xf5g;:g¡É:l;1"*3."g_*.*Sdgf,

    pol

    lo cual

    en

    términos

    doctri-

    narios

    era

    esmictamente un pos-liberalismo;

    que

    se

    expresó

    como

    corrección

    -nunca

    negación- de

    los

    postulados ultraliberales

    sobre

    el

    Estado

    y del ultraindividualismo

    sociopolítico.

    Desde

    el

    sistema,

    en las voc€s de

    grandes

    empresarios,

    políticos

    e intelectuales

    se

    multiplicaron

    las

    expresiones

    de

    crítica

    al

    "neo-

    liberalismo"

    (t"l

    como lo

    definían).

    Ya

    en

    1996,

    Norbert Lech-

    ner

    decía:

    "En

    los

    años

    noventa

    AméricaLatina

    entra en una

    'fase

    posneoliberal'.

    El

    neoliberalismo

    está

    agotado

    como

    propuesta

    innovadora...".t

    Aq*ellas

    expresiones

    fueron recogidas

    oficialmen-

    Las

    líneas maestras

    de

    la

    estrategia

    "posneoliberal"

    están presentes en

    el documento de

    la

    Cepal:

    "Tiansformación

    producdva

    con equidad.

    La

    tarea

    prioritaria del

    desarrollo de

    América

    Latina

    y el Caribe en

    los

    años

    noventa"

    (1990),

    y con mucha

    mayor

    precisión

    en el

    rabajo

    de

    Enrique

    V.

    Iglesias, entonces

    presidente

    del

    bid:

    "Refexiones

    sobre

    el

    desarrollo económico.

    Hacia un

    nuevo consenso

    latinoamericano" (1992).

    El

    manifiesto

    posneoliberal paraAmérica Latina

    del

    Banco

    Mundial es

    el célebre

    "Más

    allá

    del Consenso

    de

    Washingtotr"

    (1998).

    Norbert

    Lechner,

    "Estado

    y Sociedad en una perspectiva

    democráticd',

    Flacso-México,

    1996

    (verso)

    p:ígina

    electrónica.

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

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    te

    por la

    Cumbre de

    las

    Américas

    de

    1998, realizada

    en

    Santiago

    de

    Chile.

    Pese

    a

    la

    retórica, lo

    allí

    aprobado

    no

    fue

    antiliberal,

    ni

    posneoliberal,

    sino

    las

    líneas

    para

    estabilizar

    la reestructuración

    capitalista

    cuando

    se observaban signos de crisis de

    gobernabilidad

    en

    la región.

    Debe aclanrse,

    una

    vez

    más,

    que

    el

    término plsneoliberal

    fue

    acu-

    ñado

    desde

    el sistema

    -no

    por

    esta

    autora-

    y

    que

    conforme a su

    origen

    es

    utilizado

    en

    este trabajo.

    Lo interesante es que

    el

    término

    po*toliberalismr

    fue

    siendo socializado

    en el seno de

    la

    "izquierda

    modernd' o

    "nueva

    izquierdd'.

    Abonando

    a

    la

    confusión,

    en

    el úl-

    timo

    lustro, el término

    posneoliberalismr

    es

    util

    izado

    para denomi-

    nar

    los proyectos de los gobiernos de izquierda

    y

    centroizquierda,

    como

    un

    camino

    que

    apenas

    se

    estaría

    recorriendo. De

    manera

    reiterada he

    planteado

    la inconveniencia

    de

    utilizar el

    mismo

    tér-

    mino,

    acuñado

    por

    los

    dominantes, para denominar

    o

    cara

    cterizar

    a

    proyectos

    opuestos

    y supuestamente antagónicos.

    Con

    el correr

    de

    los años, es

    dable

    pensar

    que

    quizás

    no

    se

    ha

    tratado solamente

    de

    una

    escasa

    imaginación lingüística.

    La posneoliberal

    es

    una concepción

    estratégica

    lúcida

    y

    compleja;,

    no

    'oe

    a

    las

    democracias

    como

    un

    peligro

    contra

    la

    continuatión

    de

    la

    reestructuración

    capitalista, sino como una

    oportunidad

    para

    construir

    consensos

    moderados

    a

    favor

    de

    las llamadas

    reformas

    económicas

    ,

    para

    lo

    cual

    la

    política

    y

    la

    democracia debían

    ser

    instrumentos

    de

    gobernabilidad,

    y desde

    luego de

    integración

    ins-

    titucio

    nalizada de la izquierda,

    que

    ya

    avanzaba

    electoralmente.

    La

    estrategia exige pasar

    por

    las

    reformas

    estructurales

    -similares

    al

    decálogo de

    \flilliamson

    pero

    presentadas

    como una iniciativa

    endógena-

    pare

    "aprovechar

    las

    ventajas

    de

    la

    globalización

    me-

    diante

    la

    exportación

    de

    lo

    más

    abundante".

    Está

    planteada

    retó-

    ricamente como una

    transición

    desde ventajas

    comparativas

    orto-

    doxas o

    "espurias"

    a

    una

    ulterior

    "competitividad

    auténticd',

    eü€

    inevitablemente

    debía

    ser

    impulsada

    por

    el capital

    transnacional

    por

    su

    apo-rte

    financiero,

    tecnológico

    y por

    su acceso

    a

    mercados.

    t*:

    +pe'sq"'sre"Jit:Ir'19,:{*-:-.**.{":F-í:w:3-y-l**:-***hggl

    eJtrfu.

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    un

    mayor acttvrsmo

    .rt"üi-óara-

    ptiñ;

    uerta

    un

    mayor actlvlsmo

    estatal

    para

    tortalecer

    al sector

    prlvaoo,

    y

    parablló

    era

    necesarya.l.4$forma

    del

    Estado

    para

    @

    rev¡sta

    de ensayos

    :: 2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    7/27

    i

    pero

    efrcaz" .

    Esa

    -dizque-

    transición

    obviaments_LeggllSJg

    :i"*iffil

    sffiio real_

    *-r*"-.;f*

    glégitiran

    K o.i"1.:*eg*glo.*,1:Ji_.gg 91

    ñ5'ifi"ffiww|rgü.@*F

    t#

    ip.J19*ión

    al Esta

    tintivos

    a

    t*qle*S.9n"rgpqprugpS"g

    zo

    se

    implementara

    el asistencialismo focalizado

    hacia la

    exgenna*.

    '

    :tZ."d"

    R.,

    gté

    *

    el

    posneoliberalismo

    se

    planteaba

    lograr

    a,

    más

    largo

    plazo una

    reestructuración

    social profunda,

    que

    fuera

    el sustrato

    para

    gestar

    consensos

    sociales

    en torno ala

    reestructuración

    capitalista.

    Esas

    líneas

    maestras fueron los

    objetivos inamovibles

    del

    "posneo-

    liberalismo"

    a

    lo

    largo de estos veinte

    años.

    Pero

    el

    modo

    de ejecu-

    tarlas

    variaría

    de

    acuerdo

    a

    las

    condiciones

    concretas en

    cada

    país,

    y

    en

    la región

    en

    función

    de

    las

    exigencias

    globales

    del

    capitalismo.

    Lo

    fundamental

    era,

    y

    ha

    sido, la combinación

    de

    esas

    esferas de

    acción

    de

    modo

    qup,

    cuando

    hubiera

    problemas en una, las otras

    los

    compensaran;

    por ejemplo,

    si fallaba la

    legitimidad

    del

    sistema

    político

    o

    la

    credibilidad

    de

    la

    demo cracia,

    las

    políticas

    sociales

    focalizadas

    o

    un

    mayor

    activismo

    gubernamental deb

    ían

    compen-

    sarlo para neutralizar

    confictos

    y

    construir

    consensos pasivos

    o

    ac-

    tivos;

    o a

    la

    inversa:

    con

    alta

    legitimidad

    política podrían a'vanzarse

    las

    "reformas

    económicas" con

    menor

    "gasto"

    en

    las

    otras

    esferas.

    Su

    ejecución requería

    mayor

    percepción

    política, flexibilidad y

    pragmatismo,

    metafóricamente

    designados

    con

    expresiones

    como

    "un

    uaje

    ala

    medida",

    o como

    "proyectos

    en

    marcha" o

    "trabajos

    en'cursott.

    Los

    posneoliberales

    aparec

    ían

    como los

    cuestionadores de

    la

    tec-

    nocracia,

    cuando sólo se

    había

    establecido

    una

    división del

    trabajo

    de modo

    que

    los

    tecnócratas

    decían

    qué era

    lo

    inevitable

    y

    los

    neopolíticos

    el

    cómo

    hacerlo

    con mayor

    eficacia

    y

    legitimidad.

    "Neopolíticos"

    porque

    economistas

    y técnicos

    "posneoliberales"

    se

    convirtieron

    en

    los nuevos

    expertos

    y

    teóricos

    de la

    política,

    de

    la

    demo

    cracia

    y

    la

    gobernabilidad,

    conjuntamente

    con

    la

    vieja

    clase

    política. Para

    viab

    ilizar

    cada una

    de

    las

    nuevas

    acciones, así

    como

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  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    8/27

    los

    cambios de

    énfasis

    o

    de

    peso específico

    de

    cada

    esfera

    respecto

    a

    las

    demás

    según

    las

    circunstancias,

    un

    ejército

    de

    intelectuales

    fue

    colocando

    las

    nuevas

    "agendas

    temáticas"

    y sus

    respectivas

    re-

    tóricas bajo

    máscaras teoréticas.e

    De

    manera

    particular

    es necesario

    destacar

    que

    han

    sido

    los

    ideólogos

    del

    sistema los

    que

    fueron

    im-

    poniendo

    las

    definiciones

    sobre

    el

    "neoliberalismo",

    eüe

    las

    fueron

    cambiando en distintas coyunturas,

    de tal suerte

    que

    la

    estrate-

    gia

    dominante pudo

    presentarse

    como

    "alternativi'

    a

    sí misma

    en

    varios

    momentos

    o

    fases.rO

    Bajo líneas

    comunes

    a

    toda

    la

    región'

    como trasfondo, perfectamente

    identificable

    en

    las

    temáticas

    que

    fueron

    determinando

    las

    orientaciones de las ciencias

    sociales

    en

    cada

    coyuntura

    -y

    las

    réplicas

    del llamado

    pensamiento

    crítico,

    fatigadamente

    contestatario-,

    er cada

    país

    fueron

    distintos

    los

    énfasis asignados según

    las

    realidades

    sociopolíticas

    específicas.

    Esta

    aparente

    asincronía desaparece cuando se consideran

    las

    ten-

    dencias

    comunes

    en una

    más

    larga

    duración,

    que

    hoy

    se reconoce

    en

    la

    convergencia de

    preocupaciones provenientes de

    países

    con

    gobiernos

    llamados

    progresistas

    y

    con

    gobiernos

    de

    derecha.

    Esto

    no

    significa

    que

    esta

    estrate

    gía

    dominante

    y

    conservadora

    (aunque

    se presente

    como

    progresista)

    no

    tenga

    que

    enfrentar

    re-

    sistencias

    y

    conflictos,

    ni

    quiere

    decir que

    su ejecución

    no

    acumule

    contradicciones

    y

    hasta frenos

    o

    retrocesos

    en

    determinadas

    coyun-

    turas y

    en

    determinados países.

    Hry

    una dialéctica

    que

    no

    puede

    desconocerse. Sin embargo,

    9n

    estos

    veinte

    años

    hemos

    observado

    la

    gran

    clpacidad de

    adecuación

    táctica,

    de

    cambio en el

    uso

    de

    los

    instt,r*.nios,.de

    modificación

    discursiva

    en la

    ejecución

    de

    la

    estrategia

    dominante.

    Al

    p*nto

    de

    convertir

    en

    "oportunidad"

    las

    contradicciones que

    la

    propia

    estrate

    gía

    genera

    para, como

    decía,

    presentar

    una

    siguiente

    fase

    como alternativa

    a sí

    misma.

    Ese

    pragmatismo

    táctico explica, en

    buena

    rnedida, que

    la estrategia

    no

    pudiera

    aprehen-

    derse en su

    diseño

    total,

    sobre

    todo

    en

    sus fases

    iniciales. Una revisión retrospecdva

    de las

    temáticas,

    las

    acciones

    impulsadas

    y

    l*

    debates

    echaría

    luz

    sobre

    los

    momentos

    tácticos

    de la estrategia dominante.

    Por

    economía de

    espacio,

    para

    ver

    los

    cambios

    de definiciones

    sobre el neoliberalismo

    remito a

    mi

    trabajo

    "EI

    debate acn¡al:

    posliberalismo

    o anticapitalismo"

    (en

    este

    volu-

    men).

    12

    revista

    de

    ensayos ::

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    9/27

    La

    reconfiguración

    capitalista

    La

    ejecución

    -en

    sus

    particulares

    combinaciones-

    de

    las

    líneas

    maestras de la estrategia para

    estabilizar la reestructuración capita-

    lista

    en nuestra región

    avanzó

    pese a

    que

    Aqérica

    Latina ha

    sido

    puntal

    de

    los

    rechazos

    y

    luchas

    contra

    el

    neoliberalismo.

    Avanzó,

    incluso

    o

    precisamente, porque se hizo

    a

    nombre

    de

    ir

    más

    aLlá

    del

    neoliberalismo.

    Los

    pasos

    dados

    desde

    hace

    veinte

    años están

    mosüando

    su materialización en

    el presente.

    Los

    usos

    conservadores

    de

    la política institucional

    mediante

    una

    democracia

    gobernable

    han

    sido materia

    de análisis

    por

    parte

    de

    esta

    autora en

    distintos

    trabajos,

    a los que

    remito

    ,

    cuya

    materia

    debe

    pensarse

    como

    una

    esfera

    funcional

    respecto a

    las

    demás,

    de

    enorme

    importancia.

    f)esde

    esa

    perspectiva

    debe

    pensarse,

    también,

    el significado

    de

    los cambios

    o

    ajustes

    de

    los

    regímenes

    políticos con los

    triunfos

    electorales

    de

    la izquierda

    o el centroiz-

    quierda,

    como

    asimismo

    se ha

    sugerido

    en otros trabajos.

    ¡*-

    En

    contraste

    con

    los

    vaivenes

    previsibles

    de

    los

    regímenes

    políti-

    cos

    por

    las

    variaciones

    electorales

    -esas

    "reglas

    del

    juego"

    útiles

    para

    construir consensos,

    también sobre las reglas

    del

    juego-,

    el

    objetivo

    de reestructuración

    de

    la

    sociedad

    tiene

    una

    dimensión

    más

    profund^y

    de

    largo

    aliento

    panaestabilizar

    al capitalismo

    en

    su

    fase

    histórica

    actual.

    La

    reestructuración

    de

    la

    sociedad

    La

    reestructuración

    social

    "posneoliberal"

    se

    monta

    sobre

    la

    de-

    '

    ¡

    '

    '

    lel

    patrón

    de

    acumulación anterior

    y

    de

    sus

    relaciones

    olrclon

    (

    sociales

    e

    institucionales.

    El

    desempleo

    y

    el

    empobrecimiento

    se

    conciben

    como

    la

    "oportunidad"

    para

    emprender

    esa

    reestructu-

    ración

    y

    lograr

    su

    legitimación.

    Ella

    tiene

    por objetivo central

    di-

    solver

    a

    los

    sujetos

    colectivos

    de la

    pugna

    distributiva, desde luego

    los

    populares.

    Pero

    a

    diferencia_del

    discurso

    llnEp-hberal"

    ortodoxg.

    '?h{.

    L

    [b..'l."

    xibilización

    y

    la

    precarización

    laborales, la

    terceúzación median-

    a

    acrei;

    iimo1par.l_

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  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    10/27

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    l"dÑidumro-

    pietarios"

    de

    algo

    que

    intercambian

    en el

    mercado

    "como

    si fueran

    iib'.'eigual.'1.'d..ir,sinimpedimentosformalüffiffitr

    ;icios,activid"d.'oprofesiones."..püporIoque

    acrediten poseer

    (recursos

    monetarios

    o

    "capital

    humano");

    en

    la

    que

    desaparece

    la condición asalariada

    formal

    (derechos

    jurídicos

    individuales

    y

    colectivos,

    regulaciones)

    pafa

    convertir

    a los

    traba-

    jadores

    en

    "empresarios"

    que gestionan

    individualmente

    su

    repro-

    ducción,

    individuos

    responsables

    por

    su

    destino que

    "invierten"

    en

    su seguridad

    ("costos

    de

    oportunidad",

    seguros

    de salud,

    fondos

    de pensiones,

    etc.) con

    recursos

    de su

    fondo

    de

    consumo

    salarial

    o

    que

    está en

    manos

    del

    Estado

    vía impuestos, y

    que

    va

    a

    parar

    al

    capital privado que gestiona

    esos fondos de

    .ahorro y

    seguros.

    Los

    posneoliberales

    "corrigen"

    los

    defectos

    del

    mercado mediante el

    discurso

    y

    el

    método

    social-liberales

    de

    la

    equidad

    como

    igualdad

    de

    oportunidades: solo

    a los

    discapacitados y

    muy

    pobres

    se

    les

    proporciona,

    mediante

    subsidios

    o

    asignaciones,

    ur]

    mínimo no

    igual

    ni

    permanente

    que los transforma en

    poseedores

    de capital

    humano

    (capacidades

    y

    habilidades empleables),

    para que puedan

    incorporarse

    al mercado

    y

    también

    formar

    parte de

    la

    demo

    cÍa-

    cia de

    propietarios.

    Hasta

    aquí

    *posneoliberalismo

    no

    se,4iqqag-

    cia

    en

    términos

    prácticos

    de

    la

    ortodoxia

    neoliberal

    que

    incluye

    expresamente

    políticas-

    fosalízadas

    de

    "atención

    a

    la

    pobre

    zi',

    las

    gg:Hp&*diz*-¿ery93-ts*-1.-lL.-*I-.-l1.d"g:is$l4a

    -

    sustraer temDoralmente

    aglgg*gf

    *rh

    iryjrición.

    Sin

    embargo,

    .idadsocia1-1iberalpresentfalasistencialismo

    :4a'?: ry,g.É4

    ;ia;d

    lndividualer itti.tcambiables ffiffi

    se

    gesta

    una

    nueva .o

    g*

    eculoao[ld'.

    Jo-hñ

    ffils

    es

    el

    mentor

    por

    excelencia.

    En

    sus diseños

    maestros,

    la

    estrate

    gia

    posneoliberal

    para

    disol-

    ver

    a los sujetos populares

    de

    la

    pugna

    distributiva plantea,

    asi-

    mismo,

    otras líneas de

    acción

    que discursiva

    o

    d.octrinariamente

    cuestionan

    las concepciones

    liberales o

    social-liberales

    fincadas

    en el

    individuo.

    Esas otras líneas

    de

    acción,

    por el

    contrario,

    rei-

    vindican

    la

    wilización

    de organizaciones

    intermedias

    (entre

    el

    individuo

    y

    el

    Estado)

    para

    la

    gestión

    limitada

    de

    la

    sobreviven-

    rev¡sta

    de

    ensayos::2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    11/27

    cia

    o

    la

    convivencia.

    Las

    gue, al

    mismo tiempo, están

    planteadas

    como

    antídoto

    paruel

    debilitamiento de

    los mecanismos de

    con-

    trol

    y

    gobernabilidad

    ante

    expresiones

    anómicas generadas

    por

    [a

    dispersión

    individualista.

    Este

    aspecto

    de la

    vasta

    estrategia para

    la

    estabilidad de

    la

    dominación abreva

    en

    las

    orientaciones

    del

    proyecto

    neoconservador elaborado

    en

    las

    décadas

    de

    los

    setenta

    y

    ochenta,

    y que

    adquiere

    identidad

    "posneoliberal"

    en

    los no-

    venta con

    el

    comunitarismo.

    A

    nombre

    de

    "rescatar

    al

    individuo

    solitario del

    neoliberalismo

    e

    1r

    il

    encuentro con

    ta

    comunroao

    peroloa

    ,

    It reestructuraclon

    oe

    á

    a

    socleoa

    Sr:eclanre*la_áew

    mo

    .otrt.

    n

    mrcrocorPoratlvlsmo

    conservaoor

    oe

    Ts

    manüene

    ollPerso a

    ros

    sge

    lt;i¿

    rreza.

    Dero

    p*tite

    sesti,o-

    a, no

    cuel

    a, no

    cuestlona

    la clrstnDucron oe

    Ia

    rlqrreza,

    pero

    permlte gestro-

    -T*----.--;-

    narlimitados recursos

    Daralasobrevivencia

    o

    oanla

    convrvencla:

    ar

    lrmltaoos recursos

    para

    la

    soDrevrvencla

    o

    para

    la

    convrvencla:

    tna

    suerte de

    póbrez?

    _egompa@

    b)

    invisibilizalffi

    na suerte

    ?aro

    La

    lmagen

    de

    la

    drversrdad

    pluralrsta,

    arropadl,

    entre otros,

    iióñ*foCial

    ("caDital

    soci

    ría imnosible.

    Sñfsoeñ:Iiberalismo se

    Io

    asocia

    con

    las

    acciones

    gubernamen-

    tales

    "distributivas",

    por su

    retórica

    al comunitarismo

    social-con-

    servador

    se

    lo

    asocia

    con

    el reinado

    de

    la

    "sociedad

    civil".

    Pero

    no

    ya con

    la

    sociedad

    civil

    liberal

    de

    individuos,

    sino

    la

    sociedad

    civil

    de los

    grupos

    y

    las

    comunidades. I.{o

    ya

    con

    la

    "racionalidad

    instrumental",

    sino con

    la

    "moralidad"

    y

    la

    "solidaridad"

    grupal.

    No

    ya

    con

    el

    pragmático

    ho úzonte

    del costo-beneficio,

    sino con

    la

    subjetividad del

    "reconocimiento".

    Poca

    atención se presta

    a

    que,

    en

    medio

    de

    su

    potente

    retórica fi-

    losófica,

    los

    comunitaristas

    sostienen que

    la

    teoría

    neoclásica,

    aun-

    que

    reduccionish,

    ha

    sido

    insuperada

    (¿insuperable?)

    para mante-

    ner

    los necesarios equilibrios

    para

    el

    crecimiento

    económico,

    que

    debe

    ser

    complementada

    y

    nunca

    negada. Pero la

    carga

    filos ófr,cay

    sociológica

    de su

    argumentación

    hace aparecer

    a

    los

    comunitaris-

    tas

    como

    categóricos opositores del

    liberalismo,

    Io

    cual

    potencia

    su

    eficacia ideológica paÍa

    permear

    el campo de

    las

    "alternativas".

    Y

    les

    permite

    aparecer

    como pensamiento

    crítico en el ámbito

    de

    ú^

    t

    .#

    2

    j¡*

    |o

    por

    el

    m4¡to

    del

    multlculturalrsmo;

    c)

    no

    rncrde

    en

    las

    decrsrones

    +.

    '*---'É**"*

    re .*tu&cdc

    r-

    del

    sisteml

    "i

    del

    Estado

    Dero

    .r_ggf

    umento

    par*

    *tL

    g9E

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    12/27

    qA

    ,$

    Y

    b

    ,s

    $$

    las

    ciencias sociales, pues

    su

    argumentación aparentemente

    despla-

    za

    el

    reinado

    absoluto de

    la

    economía

    neoclásica

    con el

    reingreso

    de

    la

    sociol

    ogía y

    la

    antropología,

    de

    las

    matemáticas

    con

    los estu-

    dios culturales. La apelación

    a

    Durkheim

    y

    a

    Karl

    Polanyi

    se

    pone

    de

    mo

    da, y

    las

    elaboraciones de conservadores

    como

    Peter Berger,

    Robert

    Putnnrn,

    Amitai

    Etzioni,

    Michael Novak o

    Frances

    Fuku-

    yama aparecen

    como

    referentes

    de

    una

    terce

    ta

    uía.

    El

    comunitarismo

    conservador

    se

    presenta como

    una

    expresión de

    un

    posmodernismo

    nostálgico

    de

    lo

    premoderno

    (cercano

    a

    los

    tories o

    los viejos whigs).

    En

    América

    Latina, toma

    forma

    en

    el

    solidarismo

    de

    la

    doctrina social de

    la

    lglesia, en el

    socialcristianis-

    mo;

    que

    reelabora

    sus

    conceptos

    de "buen

    vivir",

    de

    la "función

    social

    de

    la

    propiedad"

    (o

    "responsabilidad

    social empresarial"),

    de

    "precio

    just

    o" y

    otros,

    cuestionando al

    "liberalismo"

    pero

    para

    fundamentar

    la moralidad

    del

    capitalismo;

    además de ser

    la

    Iglesia

    oficial

    protagonista

    central

    en la

    ejecución

    de

    la

    estrate

    giacomuni-

    tarista. Por

    eso

    no

    es

    casual

    que

    la fase

    de demolición

    "neoliberal"

    se

    hiciera

    con

    Friedmáfi, y

    que

    la

    de

    estabilización

    "posneoliberal"

    se

    haga

    con

    Hayek.

    Junto

    al

    asistencialismo

    individualizado,

    en

    América

    Latina se

    crean

    múltiples

    organizaciones comunitarias,

    eu€

    adoptan

    la

    for-

    ma

    desde

    cooperativas

    y asociaciones solidaristas

    hasta

    universi-

    dades

    interculturales.

    Algunas

    de

    esas orga

    nizaciones, como se

    ha

    comprobado,

    han

    cumplido

    y cumplen

    funciones contrainsurgen-

    tes.ll Este

    mundo comunitario y

    solidarista

    está

    rodeado

    por

    un

    entramado de

    "gestores"

    en

    el

    que

    encuentra

    trabajo

    e

    ingresos

    la

    clase

    media profesional, que

    particip"

    en

    la

    reestructuración de la

    sócied

    ad

    y se

    convierte

    en

    intelectual

    orgánico

    del proyecto.

    Al

    mismo

    tieÍrpg,

    las

    cggce_ps*t+Sly

    p$cticas

    comunitaristas con-

    _*a{3

    'üio"

    ffiJioEi

    il

    *;ñplo,.''"ü

    de

    las

    6*"i

    ota

    ipo,

    ormas

    toyotlstas

    _de-

    ploouqclol

    y

    e{plgt4clon:

    traDaro en equlPo,

    q.**tr".-. .

    +-*

    :

    con .,.rto.ñ,trot

    de

    los trabaiadores, en

    l Aé

    Es el caso de

    las

    Asociaciones Solidaristas

    en

    Centroamérica,

    establecidas por

    ley como

    una

    asociación

    de colaboración

    entre patrón

    y

    trabajadores que

    prohíbe explícitamente

    la

    existencia

    de un

    sindicato;

    las

    Cooperativas Convivir

    de

    Colombia, origen de

    or-

    ganizeciones

    paramilitares, o

    las recientemente creadas

    Ciudades

    Rurales en ChizpxS,

    México.

    16

    I

    revista

    de ensayos

    ::

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    13/27

    rales

    del

    "reconocim

    ;

    séntimiéntó@rre-

    -rc

    encra

    a t*

    Hq*j3I*"o--S-R1-JgIlg31i-*@*.¿*

    :*JT:'::-

    -

    r-:rrr rrr r r

    c(

    o

    |

    ,,

    r\

    y

    todos

    son

    "asocitdos".

    firra

    esta

    '- - F

    -ll

    -¡ -l-- -r- ,--

    reconfiguración

    de

    la

    producción

    y

    d

    borales, la

    galidad;

    agmento

    de

    la

    productividad

    mediante

    los

    estímulos

    rro-

    estrategia

    posneoliberal

    acep

    ta y

    hasta

    promueve

    entre

    las

    organi-

    zaciones

    intermedias

    un

    cierto tipo

    de

    sindicato

    afln,

    "participati-

    ,,

    C(

    . .

    ,, l' t

    vo"

    y

    "propositiv

    o"

    ,rz

    que

    se

    haga

    cargo

    de

    promover

    el aumento

    de la

    productividady

    la asunción

    por

    parte de los

    trabajadores

    del

    interés

    de

    la

    empresa

    (del

    capital).

    Con lo

    cual, frente

    al neolib

    eÍa-

    "

    al sindic"lis-o,

    .l

    aparece

    como

    progreffi

    +@¿

    #

    zaciín

    del

    trabaio,

    consustanciales

    ela

    contrarrevolución

    neoliberal,

    adoptan

    nuevas

    formai'tómunira-

    rb-*

    -r

    -'---r-*'---rt're%-

    {$:ruLas

    en.*bt.

    ':;

    t. i t r r- r r

    -

    -

    ción

    d...gp

    só"g

    :ls.

    s

    flscales

    al

    capital.

    Empresas

    capitalisras regis-

    tiadas

    como

    cooperativas

    que

    en

    realidad

    tercerizanla

    producción

    de

    otras;

    o

    "cooperativas"

    que

    son

    empresas

    capitalisms

    para

    la

    contratacíón

    precaria

    de trabajo

    (o

    "maquila

    de

    nómin

    i'), y

    has-

    ta

    Para

    dar

    "seryicios

    sindicales".

    Este

    es

    el

    mundo

    de

    las

    Pymes,

    promovido

    por

    el

    posneoliberalismo

    como

    alternativa

    de

    autoem-

    pleo

    y

    de horizontalidad

    comunitaria,

    que

    en una

    alta

    proporción

    'ei

    instrumento

    para

    la precarización

    laboral, indicando

    cuál

    es

    el

    '

    verdadero

    contenido

    de

    la

    propaganda

    de

    que

    "[as

    Pymes crean

    I rrlS

    empleo'-."

    Remito

    a los

    fundamentales

    estudios

    del

    brasileño

    fucardo

    Antunes

    sobre

    ese

    nuevo

    sindicalismo. Desde

    mi

    investigación, considero que los fundamenros ideológicos y

    prácticas

    que lo

    caracterizan

    están

    íntimamente

    conectados

    a la estrategia

    conservadora

    comunitarista

    parael

    control

    social y la

    gestación de

    consensos.

    El

    presidente

    de

    la

    Asociación

    Latinoamerican

    a

    delaMicro,

    Pequeña y

    Mediana

    Empre-

    sa, Francisco

    dos Reis, en

    la

    reunión

    de economistas

    en l-a.Habana,

    en marzo

    de 2010,

    reconoció

    que la

    derecha

    y

    el

    capital

    tienen

    'ganado

    y

    neutralizado"

    al sector.

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    14/27

    La

    utilidad

    de

    lo

    social

    La"vocación

    social"

    del

    posneoliberalismo se

    hizo

    explícita en

    las

    modalidades que

    adoptó,

    tempranamente,

    como

    Economía

    social

    de

    mercado en

    Chile

    con

    los

    gobiernos

    de

    la

    Concertación desde

    1990;

    como

    Estado social

    de derecho en

    Colombia

    ffas el consenso

    constituyente

    en

    l99l;

    y

    como

    Liberalismo social

    en

    México,

    pro-

    movido

    por

    Carlos

    Salinas

    de

    Gortari

    desde

    diciembre de

    19BB

    y

    que

    oficializó en

    1992

    como

    doctrina

    de

    gobierno.

    El Programa Na-

    cional

    de

    Solidaridad

    de Salinas,

    presentado en

    diciembre de

    1988,

    fue

    precursor

    de

    la

    reconfiguración

    posneoliberal

    de la

    sociedad

    combinando

    asistencialismo

    y

    organi

    zaciín

    comunitaria,

    er

    perfec-

    ta

    sintonía

    con

    el solidarismo

    del

    Vaticaro,

    con el

    que

    el

    gobierno

    restableció

    relaciones

    diplomáticas

    (rotas

    desde

    1867). Las

    distintas

    denominaciones

    dan

    cuenta de

    la

    esfera priorizada

    para

    articular y

    legitim

    ar

    la

    estrategia,

    asunto

    muy interesante

    que

    no

    puede

    ser

    tra-

    tado

    aquí.

    Y

    a esta

    altura

    de

    nuestro

    análisis ya

    no

    deb

    ería

    llamar

    la

    atención

    que

    estos

    tres

    casos

    paradigmáticos de posneoliberalismo

    temprano,

    de

    explícita "vocación

    por lo

    social"

    , hayan

    exhibido una

    potente

    capacidad para

    coopt

    ar

    a.

    sectores

    de

    izquierda,

    para

    trans-

    formar

    conservadorarnente a

    la sociedad, y

    pana

    lubricar la

    entrega

    de

    la

    administración

    del

    Estado

    aLa

    derecha

    tradicional.

    El

    "Estado

    social" posneoliberal,

    al

    tiempo de

    "reformarse",

    obtu-

    vo

    el

    apoyo de

    los empresarios

    quienes

    altruistamente

    compren-

    dieron

    gue,

    además

    de

    su

    razón

    "moral",

    el

    gasto

    social

    tiene una

    udlidad económica.

    El

    progresismo,

    posn_eoliberal

    se

    convirtió

    así

    :****

    L3l:.4.1g=

    cios

    socialer

    q :{Estado

    va

    nryero

    financffiual

    '

    -

    ..

    i i F

    --f

    -

    ;

    -"-

    transhere

    parte

    del tond,o de

    consumo

    de

    los traba¡ad.ores

    y

    de

    f

    mente

    a

    la

    acumd"@ Er

    algunos

    iubros,

    el

    Estado

    í

    ofinanciamiento

    de

    los

    ahora

    llamados

    usuarios

    o

    clientes, bajo

    el

    criterio

    de

    la

    "corresponsabi-

    lidad".

    El

    campo

    de

    lo

    social

    es

    el

    que

    materializa

    la

    "asociación

    Estado-mercado-sociedad"

    (.1

    "hogar

    público"

    de

    Daniel

    Bell,

    el

    "tercer

    sector").

    Con esa asociación,

    los

    pobres

    y

    las capas

    medias

    financian a

    los

    extremadamente

    pobres;

    el

    gran

    capital acumula

    le-

    gitimado

    por

    sus

    servicios

    para

    el

    "nuevo

    bienestar"; y

    los

    gobiernos

    18

    I

    revista

    de ensayos

    ::

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    15/27

    ganan

    clientelas electorales.

    Se.prg-$uce

    el

    milagro

    de

    que

    "todos

    ["t"t",

    aunque

    el capital r.

    üoi'l.t

    tr"

    y

    aum.*"

    la

    desigualdad.

    É,rte

    es

    uno

    de

    los

    fundamentos

    de

    los

    acuerdos de

    "unidad

    nacio-

    nal"

    impulsad.os

    recientemente

    en

    Chile por

    e[ presidente

    Sebas-

    tián

    Piñera y en Colombia por

    el

    presidente

    Juan

    Manuel

    Santos.

    Otros acuerdos

    tácitos

    de

    unidad

    nacional

    están en

    la

    agenda de

    gobiernos progresistas,

    por ejemplo en tJruguay.

    Un

    apartado

    especial

    requerkíael análisis

    de

    lo

    local como

    espacio

    de articulación de

    las

    distintas esferas

    en

    la

    estrategia

    posneolibe-

    ral.

    Es el

    locus

    de

    la

    asociación Estado-mercado-sociedad;

    de

    la

    ((

    '

    '

    ccial"

    de

    las

    organizaciones

    no

    gubernamentales; de

    la

    esüon

    sr

    "participació

    d'

    y

    "empoderamiento"

    comunitaristas

    y

    solidaristas.

    Viabiliza

    la

    "desce

    ntralización'

    (desconcentración

    en

    realidad)

    del

    Estado

    que

    resigna

    la

    provisión

    de

    funciones

    sociales al

    capital,

    al mismo

    tiempo

    que

    concentra

    las

    decisiones económicas en

    el

    Banco

    Central

    y

    en el

    ministerio

    de

    Hacienda

    (.1

    "búnker

    hege-

    mónico",

    como

    lo

    ha caracteúzado

    Jaime

    Osorio). Es el

    espacio

    de

    menor

    resistencia

    para

    la

    acumulación

    por

    desposesión trans-

    nacional, bauúzado

    como

    espacio

    "glocal".

    Es, además,

    con todos

    esos componentes,

    la

    escuela

    posneoliberal

    en

    la

    que

    la

    izquierda

    comienzaa

    aprender el

    nuevo

    sentido

    de

    lo

    público,

    de

    la

    "gober-

    nanzi',

    de

    un nuevo

    "esdlo

    de

    gobernar",

    [ue

    aplicará en

    los

    ám-

    del BID financi

    royectos

    locales

    de sobier

    ün

    indicad_or

    de

    su función estratégica.

    ¡r-?

    --4.

    -

    -.

    -

    -,.

    r

    -

    t-

    .-

    |

    La

    importancia

    del

    Estado

    y

    la reconfiguración

    del

    poder

    Thnto

    por

    su

    apelación

    a

    lo

    social

    como

    por la importancia explí-

    citamente asignada

    al Estado,

    €S

    que

    la

    estrategia de est

    abilización

    capitalista

    se presenta

    como posneoliberal.

    Para

    algunos,

    serían

    los

    dos

    rasgos

    típicos

    de

    la

    s"ocialdemocracil

    O

    de

    su versión

    mo-

    dernizada como

    Tercg1a

    Y,U

    una

    "nueva

    izquierda" con

    su

    santo

    / c(

    w

    y

    seña:

    "ranro

    mercado

    como r,Sa.pqsible,.l

    .

    necesarlo

    .

    .

    EiE*ra*"ffi

    es

    un actor

    central como

    soporte institucional

    y

    material

    de todos

    los

    aspectos

    de

    la

    estr ategia, haciendo

    un

    uso

    intenso

    de

    ;l

    's

    t

     )

    bitos

    nacionales

    cuando

    triunfa

    electoralmente.

    La omnipresencia

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    16/27

    sus potestades

    coercitivas.

    Este

    es

    el

    reino

    del neoinstituciona-

    lismo.

    A este se

    le

    conoce principalmente

    por

    las multiplicadas

    funciones gubernamentales

    para

    garantizar

    la

    gobernabilidad

    me-

    diante políticas públicas:

    la

    gouerna.nce

    para

    Ia

    gouernability. La

    good

    goaerna.nc.e,

    que

    han traducido

    como

    gobernanz*,

    se

    mide

    por

    su eficacia

    para

    garantizar

    control

    social

    y

    crear consensos

    pasivos

    y activos,

    y

    por

    transferir

    riq

    veza.

    al

    capital.

    Pero,

    cuando

    hablamos

    de

    neoinstitucionalisrno,

    es

    de

    la mayor importancia

    la

    función

    estaal

    instituyente,

    mediante

    el

    uso

    intensivo

    del

    de-

    recho

    positivo

    para, convertir en

    Estado de

    derecho

    la

    estrategia

    de

    acumulación

    por

    desposesión._El

    $_g:g:j"9__.9_:J:gdi.:*C-s-sads*.-,..

    se

    hace

    con

    la

    ley,

    y con un

    activo

    F"A.fJüdi¿irJquüanciona

    su

    -

    l. .

    Jlo

    cumpltmtento.

    Fl

    Estado

    "posneoliberal"

    acentúa su

    función subsidiariS:

    pg{.uq&

     l ¡- rl

    p

    aiffi

    an c

    i

    an

    do

    al

    cjr

    p

    i

    qal

    ;q

    u

    g

    l.o-,

    iqxi

    g

    Ig

    _nj-

    *rri.e_s$q

    *-c9,

    g

    ivil

    i

    sratui-

    ecursos rrescos, exenclones

    v

    plvlt"%l_os.4l9al9st

    -sey

    ---

    os e

    iñfraestructura, en

    permanente

    modalidad

    de

    zon

    a

    ftanca;

    POr

    Otra

    Parte,

    ole todo

    dpo_

    gglí_t-ica¡

    contra

    l-|

    cias?

    qr.

    no

    se í

    4fegg4qgoJ

    expropiaciongr

    qi

    xterlo\

    8i

    conntctos

    laborates,

    etcetera.

    fta

    al

    servicio del

    capital

    fue

    planteada

    desde

    L996 bajo

    la

    formula

    de

    la

    "polp4*tizaciótf':t4

    las

    aso cir-

    -cglegpúblicogliyl{g

    Que

    op.r

    .o'Iffi

    -

    +"*rü

    '

    '

    '.es

    (ahora

    también en

    la

    e

    tntraestructura,

    en

    los

    servlctos

    soctal

    educación superior),

    €n

    la

    explotación

    de

    las

    riquezas

    naturales.

    En

    relación

    a

    estas

    úldmas,

    ql

    Derecho cumple una importante,

    función

    al

    establecer

    [a

    distinción entre derecho

    de

    propiedid

    y

    derecho

    de uso,

    lo

    que

    permite

    la

    explotación

    privada

    aunque

    l"e

    -

    mantenga

    la

    propiedad

    estatal sobre

    las

    mismas,

    sea

    porque por

    .

    iazonS

    pglíticas

    no

    se

    hT

    privatizado

    o

    incluso cuando

    han

    sida

    renacionalizadas.

    En

    el último lustro,

    se

    han promovido especí-

    fi.rr

    leyes de asociación público-privada

    gue,

    con

    independencia

    de los

    escenarios

    políticos,

    institucionalizen de

    manera perma-

    nente esta

    función estatal

    subridi*{h*-transfetencil,

    *1,

    Lec*lsg_1.

    .

    14

    Guillermo

    Perry La larga

    marchd(1996), Banco

    Mundial,

    1998.

    e

    F

    H

    iU

    t

    z0

    I

    revista

    de

    ensayos

    ¡:

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    17/27

    úblicos mientras duran

    los

    contratos, al n

    de decisiones

    par

    bernamgnl{_es; y la

    "nacio

    ñéi,oil

    iuridice

    ffinsnacional,

    que

    va

    no

    reouieÍe

    ¿

    --.-*fu

    mternacroffiü

    ile

    Esoluclon

    cle

    controversias.

    er

    a

    organtsmos

    .ffi

    acumulación

    primario-exportador

    extractivista financiarizado

    en

    manos

    del

    grarl

    capitall,

    que

    está

    basado

    en

    vastos

    monocultivos

    transgénicos; en

    minería

    sobre todo

    a

    cielo

    abierto; en

    la

    explo-

    tación

    de

    energéticos

    como

    petróleo,

    ges,

    hidroelectricidad; en la

    aa

    expropiación

    de

    biodiversidad;

    y en

    la

    construcción de un siste-

    ma muldmodal

    de

    transporte

    y comunicación

    para abaratar

    su

    extracción. Actividades,

    todas,

    que

    exigen

    el control del territo-

    rio,

    con el despoio

    a

    pueblos,

    cempesinos,

    pequeños propietarios

    y comunidades indígelrxs,

    para,lo

    que

    operan

    Ia

    rniliaúzaciín

    y

    eI

    paramilitarismo

    cuando

    es

    necesario.

    Este

    patrón

    extractivista

    está

    conectado

    con la

    especulación

    financiera

    (así

    como ésta'

    con las

    funciones

    "sociales")

    At

    servicio

    de

    lo

    cual,

    las asociaciones

    público-privadas

    alc:inzan

    tarnbi én

    a

    las

    que

    habían sido definidas como

    esferas

    exclusivas

    del

    Estado

    en

    el

    ejercicio

    del

    monopolio

    de

    la fue

    Ím..

    La

    seguridad,

    que

    erauna

    función

    privativa

    del

    Esado,

    también

    es

    provisa

    por

    privados con financiamiento

    público,

    en

    la función

    policial, cárce-

    Ies

    y

    funciones

    militares.

    En

    países

    con

    gobiernos

    progresistas,

    donde estas,üansformacio-

    nes

    institucionales

    al

    servicio

    del gran capital se

    presentan

    como

    parte de

    un

    "nuevo

    desarrollo" y del

    "interés

    nacional",

    sus

    impli-

    caciones

    son

    desatendidas

    y se

    prioriza

    el

    balance

    positivo

    del

    "rno-

    delo"

    en

    la

    reactivación

    econórnica de

    corto

    pLazo:

    porque

    produce

    empleos temporales; donde

    son

    exigidos

    impuestos,

    produce

    re-

    cursos

    fiscales

    para volcar al asistencialismo sociah

    SK_Lr*tSffi

    o en

    servici,gl

    periQfcos

    algran i"pi

    ente

    un

    -

    nalpues.o*

    q@

    es

    satélite económica

    .

    idr_g_

    ;.

    tlcnic*r,

    is--

    ff;ü?ñT*do-

    lei

    sociales

    dan apoya

    polític

    o

    a

    los

    gobiernos

    "neodesafrollistas".

    F¡r

    .*

    -"'{

    "={

    dTJ

    ;J

    \q

    t

    ^S

    sb

    fr

    ¡

    t

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    18/27

    La

    imagen

    de

    presidentes

    ejerciendo

    un poder bonapartista

    por

    en-

    cima

    de todas

    las

    clases, beneficiando

    a todas

    y

    recibiendo

    de

    todas

    su adhesión, cual

    personificación

    de

    la

    unidad nacional, lejos

    de

    hacer

    pensar

    en un

    momento

    de

    "equilibrio

    estático

    catastrófico

    entre

    fuerzas

    con

    poder orgánico

    equivalente"

    (Gramsci),l5

    hace

    pensar

    más

    bien

    en

    la subordinación

    o absorción de una

    de

    las

    fuerzas por

    la

    o

    las

    otras. Debe

    tenerse

    presente

    que

    la estrategia

    posneoliberal

    avanzó

    más allí

    donde

    se debilitó alaizquierda

    como

    fuerua

    de

    horizonte

    anticapitalista y

    donde

    se debilitó

    la

    indepen-

    dencia de

    las

    organizaciones

    populares

    clasistas;

    avanzí

    más

    don-

    de

    se

    destruyeron

    conquistas y

    á.t.chos

    sociales y

    políticos

    más

    a

    fondo

    o

    donde

    impactó

    más el

    empobrecimiento, y

    que

    es

    desde

    la

    profundidad

    de

    esa sima

    que lucen

    mucho

    más

    las

    acciones

    sociales

    de

    los

    gobierlros.

    fuimismo,

    debe tenerse

    en cuenta

    gue

    los

    logros

    del

    posneoliberalismo

    se

    miden

    por

    la

    elevación

    de

    las

    ganancias

    capitalistas y por

    el aumento

    del conservadurismo

    en

    la

    sociedad.

    No

    es,

    precisamente, una equivalencia

    de

    fue

    rzas

    con

    el

    capital

    so-

    bre

    las

    que

    se coloca

    por encima,

    como

    árbitro,

    el presidente.

    Thnto

    en

    esos

    países

    "neodesarrollistas" con gobiernos

    progresistas,

    como en aquellos en

    los

    que

    se

    ejecuta

    la

    estrategia

    sin esa

    canga

    discursiva,

    está

    produciéndose

    una

    reconfiguración

    de

    la

    sociedad

    y del ejercicio dél

    poder

    capitalista

    con efeitos

    de

    largo

    plazo,

    que

    además

    no

    podemos

    explicar

    con

    los

    conceptos

    tradicionales de

    la

    teoría

    política.

    Por

    una

    parte, se

    rompe con

    los fundamentos

    del

    Estado liberal

    moderno

    que

    formalmente establece,

    para su

    universalización,

    la

    separación

    entre

    lo

    público

    y

    lo

    privado; tanto

    así,

    que el concepto de

    corrupción

    pierde sentido.

    No

    se

    trata

    so-

    lamente

    de

    que

    no

    haya

    autonomía relativa

    del

    Estado,

    sino

    de

    un

    nuevo

    patrimonialismo

    con el que

    lo

    privado

    domina de

    manera

    15

    Sobre

    la

    conceprualización

    de Antonio

    Gramsci

    sobre

    el

    cesarismo o

    bonapartismo,

    véase

    Cuadernos de la

    qárcel,

    tomo

    5,

    México,

    Ediciones

    Era,

    1981, pp.

    65-68. Actual-

    mente no

    estamos en

    un

    mornento

    análogo

    a

    aquel,

    durante ia Revolución Mexicana,

    en

    el que

    Álrraro

    Obregón emprendió

    reformas

    laborales y

    dio espacios de poder estatal

    a

    ,

    los

    trabajado¡es

    de

    la

    Confederación

    Regional

    Obrera

    de México

    (cnor'r),

    organiración

    que

    él

    promovió para limitar

    la fuenade

    los

    sindicatos independientes,

    imponerles con-

    diciones

    a

    las

    distintas

    fracciones

    de

    la

    burguesía que querían controlar

    al

    Estado,

    y

    para

    que

    los Batallones Rojos de

    la

    crom

    combatieran a las tropas de

    la

    División del

    Norte

    comandadas

    por

    Pancho

    Villa. Ese

    equilibrio de fuerzas

    construido

    bonapartistamente

    a

    cambio

    de

    la

    subordinación

    funcional

    de la crom,

    por

    la

    que al poco

    tiempo

    los traba-

    jadores

    pagaren con

    creces.

    22

    I

    revista

    de

    ensayos

    :

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    19/27

    directa,

    abiertay

    legitimadaa

    lo

    público.

    Por

    ello,

    las

    asociaciones

    público-privadas

    no

    son

    sinónimo

    de

    economía

    mixta.

    Con

    el

    0

    U

    _g

    g

    \$

    ril

    {

    $$

    posglibgqAl¡gnp

    estamos

    antly¡1lespecie

    de

    Esta@

    gran

    captial

    (transnacional),

    incluso

    cuando

    financia

    lo

    social.

    El

    -

    "

    o

    p

    ó

    d

    i,f

    rsJ t

    qe

    g

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    q

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    ffisnacio

    j

    Llcojao?sfor

    ra

    rurlolzSglqq

    qe

    ra

    porüca

    y

    ra..:sgnonT1:

    i-ffi

    compartJJff.

    dr acte-

    rísdcas

    del

    viejo Estado oligárquico en

    cuanto

    a

    que

    la

    clase

    que

    domina

    económicamente

    es

    también

    la

    fracción

    reinante

    en

    el

    Estado

    -para

    utilizaÍ

    un

    concepto

    de

    Poulanvas-, tanto en

    los

    partidos

    representados

    en

    el parlamento

    como en

    la

    alta burocra-

    cia.

    La

    pregunta

    que cabe

    hacerse

    es si

    bajo

    la estrategia

    posneoli-

    beral,

    que

    tiene como eje el

    control

    de

    la

    sociedad y de

    la

    política,

    el

    Estado

    cambiaría

    su

    naturaleza

    porque

    la fracción reinante pro-

    viniera

    de otras

    clases

    o

    grupos

    sociales.

    La

    democratizacíón

    del

    régimen

    político

    o

    cambios

    de

    personal

    en

    el

    aparato estatal no

    son suficientes para

    analizar el balance

    de

    poder,

    sin

    desconocer

    la

    importancia

    que

    aquellos pueden

    tener

    para modifi caf el

    poder

    del capital.

    Thmbién

    estamos

    ante una

    reconfiguración

    de

    la

    dominación

    en

    términos

    de

    mediaciones sociales,

    que

    las hay.

    En varios de

    nues-

    tros

    países

    se han

    destruido

    las

    mediaciones

    tradicionales

    en

    la

    relación

    política

    de clases pero se

    han

    construido

    oüas

    mediacio-

    nes parala gobernabilidaá. Aunque

    sean

    bien distintas

    a

    las

    clá-

    sicas,

    si producen

    gobernabilidad

    significa

    que

    no

    es un

    "Estado

    fallido", como falazmente

    se

    ha

    caracterizado

    al

    mexicalro.

    Las

    políticas

    asistencialistas cumplen una

    función

    de

    mediación.

    La

    legitimación

    del

    poder

    se hace

    también mediante

    el tema

    de

    la

    seguridad:

    la

    inseguridad

    es

    inducida

    y

    explotada

    pala

    validar el

    ejercicio

    de

    la fuerza

    publica

    y privada.

    Se

    han

    construido

    nuevos

    enemigos,

    algunos

    muy

    difusos,

    no

    solo

    el

    llamado

    terrorismo

    que

    alude

    asimismo

    a

    luchas

    sociales contra

    el despojo

    capitalista,

    sino también, por ejemplo,

    las

    epidemias.

    En México,

    la

    pobla-

    ción

    del

    Distrito Federal,

    la

    más

    crítica

    y

    poliúzada del país,

    en

    abril

    de

    2009

    se

    sometió

    voluntariamente

    a

    un

    estado de

    sitio por

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    20/27

    la

    AH

    1N

    1

    .

    La

    manipulación

    de

    la

    inseguridad

    se

    hace

    bajo

    los

    fun-

    damentos

    de

    una

    nueva

    doctrina

    de seguridad

    naci,on

    al

    garante de

    los

    derechos del

    capital, ahora civil

    o dem

    ocrática.

    Lacual

    vuelve a

    dar

    creciente protagonismo

    a las fue fr;,s

    armadas en

    la

    defensa

    del

    orden capimlista,

    pese a.

    que con

    las

    democracias

    supuestamente

    habían

    regresado

    a sus

    cuarteles.

    El

    "cambio

    de época" qr.

    se

    proclamó

    como

    caract

    erizeción

    del

    nuevo

    momento

    latinoamericano

    aludía

    también

    a un

    debilita-

    miento

    imperialista en la

    región. Aunque

    estarnos en

    un

    momen-

    to incomparable

    en la historia latinoamericana

    por

    el

    número

    de

    expresiones

    gubernamentales de

    rnayor

    distanciamiento

    respecto

    al gobierno

    de

    Estados

    Unidos,

    surge

    también la

    necesidad

    de

    re-

    visar

    las

    valoraciones que

    se

    han hecho

    durante

    los últimos

    años

    sobre

    los

    grados

    de subordinación o de auton

    omización

    respecto

    del

    imperlalismo, pensadas sólo

    desde la

    diplomacia.

    A

    pariit

    d.

    reduccíonismos analíticos sobre

    el imperialismo,

    concebido

    últi-

    mamente

    solo como una

    relación

    de

    dominio

    de

    un

    Estado

    sobre

    otro, se

    ha

    perdido

    de vista que el imperialismo es esencialmente

    el

    dominio

    molecular

    del

    capital

    financiero (por

    tal entiendo

    la

    fusión

    potenciada

    de todas sus

    formas

    de

    reproducción

    y

    concentración),

    que

    utiliza el poder de

    sus Estados

    para

    su

    penetración

    territorial,

    para

    la

    exportación de

    capital,

    de

    mercancías

    y tecnología,

    para

    la

    apropiación

    de

    riquezas narurales

    y

    de

    plusvalía.

    Visto así,

    el

    f'neo-

    desarrollismo"

    no

    implica

    una disminución del poder

    imperialista,

    sino

    lo

    contrario.

    E[

    peso

    internacional

    y geopolítico de

    las

    "eco-

    nomías

    emergentes"

    (como

    Brasil

    en

    nuestra región)

    también tiene

    que ver

    -aunque

    no

    solamente-

    con

    que el

    capital

    trasnacional

    se

    expande a

    través

    de

    asociaciones

    y fusiones

    triangulando deéde

    esos

    espacios

    geográficos y

    soportes

    estatales,

    mediante los

    cuales

    cambia de

    "banderd',

    lo

    que

    le

    facilita la

    negociación

    política

    y

    el

    aprovechamiento

    de

    las

    prerrogativas

    multilaterales

    regionales.

    Un

    punto

    de llegada

    Sostengo

    la

    tesis

    de

    que

    estamos

    asistiendo

    a

    un punto

    de

    lleg ada

    en

    la estrategia

    dominante

    impulsada

    desde

    hace

    veinte

    años para

    estabilizar y

    legitimar

    la reestructuración

    capitalista, cuyo objetivo

    I

    revista de

    ensayos

    i:

    2

    4

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    21/27

    ha

    sido convertir

    a

    América Latina

    en

    un

    espacio

    ventajoso,

    seguro

    y esable

    para

    la

    reproducción

    del

    capital;

    por ende,

    un

    espacio de

    estabilización

    del

    capitalismo,

    en

    crisis

    cadavez

    más

    frecuentes.

    Salvo algunos países como

    México,

    la

    región se

    destacó

    por

    "re-

    sistir"

    mejor

    los

    embates

    de

    la

    crisis

    que

    estalló

    en

    2008.

    Se

    be-

    nefició

    con

    el

    aumento

    de

    los

    precior

    i.

    las

    materias

    primas

    y

    de

    los

    energéticos

    que exporta.

    En

    algunos países

    con

    gobiernos

    pro-

    gresistas,

    las

    mayores

    mediaciones

    políticas y

    las presiones

    electo-

    rales impulsaron

    a

    esos

    gobiernos a mantener el ritmo

    de

    "gasto

    social",

    lo

    que atenuó

    los

    efectos

    de

    las

    crisis

    para

    los

    trabajadores

    y

    consumidores

    pobres; aunque,

    donde

    se constata

    un

    aumento

    de

    sus

    ingresos,

    su situación

    no

    mejoró

    en

    el

    balance

    de

    la

    dis-

    tribución

    de

    la

    riqueza,

    que

    sigue

    concentrándose.l6 El

    aumento

    del

    consumo

    individual,

    en

    casi

    todos

    los

    países,

    €s

    Tobré

    todo

    "con

    endeudamiento.

    Para

    contenér

    la

    caidá

    del crecimienro,

    se

    intensificaron

    los

    megaproyectos

    de

    infraestructura

    y lainversión

    transnacional

    en

    las

    actividades

    extractivistas

    de exportación.

    El

    gran

    beneficiado

    con

    estos

    éxitos

    coyunturales fue y

    sigue siendo

    el

    gran capital transnacional,

    sea

    de

    origen

    externo

    o con

    semilla

    criolla

    (empresas

    translatinas),

    con efectos benéficos

    para sus so-

    cios

    locales

    y

    las

    fracciones

    de

    clase

    media

    periferica.

    Son

    los

    éxi-

    tos

    esgrimidos

    como aval

    a

    las

    orientaciones

    actuales, pero

    estas

    brisas frescas

    incuban

    duras

    tempestades.

    .

    La reconfiguración

    del

    poder

    capitalista

    en

    nuestra

    región

    se

    acompaña con La

    g€stación

    de

    una nueva hegemonía

    burggesa.

    Esta

    se expresa

    en

    la legitimación

    del neodesarrollismo

    ransna-

    cional,

    eü€

    es

    como prefiero denominarlo; en la legitimación

    de

    una

    concepción

    del

    Estado

    como soporte material e institucional

    de

    ese

    neodesarrollismo

    üansnacional;

    y

    en la

    leeitimación de

    una

    reestructuración

    social

    a

    nombre

    de

    un

    "nuevo

    bie-nestarl',

    gue

    no

    está

    fincado

    en

    derechos

    colectivos

    universales

    sino

    e&

    la peculiar

    igualdad

    de

    oportunidades

    que

    hemos

    descrito. Estas

    tendencias

    y

    L6

    Pese

    a

    que

    Venezuela

    depende todavía

    de la

    extracción de petróleo, no sigue la lógica ni

    la

    estrategia

    "posneoliberal"

    en los términos

    descritos,

    /

    s€

    observan

    mejoras en la

    redistri-

    bución

    de

    la

    riqueza hacia

    las

    mayorías:

    el

    Coeficiente

    de Gini

    (disribución

    de

    ingresos)

    p"tó

    de

    0,4865 en

    1998

    a

    0,3898

    en 2010

    según

    el

    Instituto

    Nacional

    de Estadísticas,

    ubicando a Venezuela

    en

    el

    país

    de

    menor

    desigualdad

    de la

    región

    (exceptuando

    a

    Cuba).

    \

    -:)

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    22/27

    sus ideas hegemónicas

    son mucho

    más

    visibles donde

    gobier-

    na la

    derech a

    y en

    algunos países con

    gobiernos

    progresistas,

    pero presionan

    para imponerse

    también

    donde gobierna

    la

    iz-

    quierda. Hasta qué

    punto lo

    han logrado

    es

    una medida

    de

    la

    disputa

    de proyectos.

    Una

    manifestación

    de

    esa

    nueva

    hegemonía burguesa

    es

    que,

    en

    la

    época

    de mayor crítica e

    interpelación

    al

    capitalismo por

    sus

    devastadores

    efectos

    sobre

    la humanidad

    y

    el

    planeta,

    en

    América

    Latina

    se

    piensa

    fundamentalmente

    desde

    el punto

    de vista

    del

    capital.

    En

    muchos

    casos, también es

    así

    cuando

    se

    habla

    de

    socialismo.

    Esto

    no

    sorprendería en

    el

    siglo

    XIX,

    cuando

    se

    entendíaal, socialismo como

    el

    movimiento mismo

    del

    capitalismo

    con

    algunas

    reformas sociales,

    ni

    sorprendería

    a

    Schumpeter

    que

    esperaba

    que

    un

    "socialismo

    responsable"

    garantirara

    el

    desenvolvimiento

    sin

    sobresaltos

    del capital.

    Pero

    tendrá

    que

    hacernos

    reflexionar

    sobre

    las metamorfo-

    sis del llamado

    pensamiento

    crítico. En particulat

    sobre

    la

    efectiva

    influencia

    del

    "posneoliberalismo"

    en la

    definición

    de

    alternativas.

    Nuevas

    interrogantes

    La

    función det

    "posneoliberalismo

    "'

    pu^la

    estab ilizaciiln

    y

    le-

    ...,

    gitimación de

    la

    reestructuración

    (neoliberal)

    del

    capitalismo

    justifica

    interrogarse

    si

    tiene

    senddo

    establecer

    una diferencia-

    ción

    enüe posneoliberalismo

    y

    neoliberalismo, puesto que

    sus

    objetivos son

    los

    mismos. El

    problema

    al que

    nos enfrentamos

    va

    más

    allápu€s, además

    de

    la interrogante

    anterior,

    habría

    que

    preguntarse si conceptual y

    descriptivamente conviene

    seguir

    hablando

    de

    neoliberalismo,

    o

    bajo

    cuáles

    precisiones. Ya

    que

    "neoliberalisrno"

    no

    constituye

    una

    categoría

    de

    análisis ni un

    concepto con

    eficacia descriptiva

    invariante, y sobre sus

    diver-

    sos

    usos

    se

    ha

    montado

    la ofensiva hegemónica

    dominante.

    Como

    he

    apuntado

    en un trabajo

    de

    2009,"

    el posneolibera-

    lismo

    es

    al

    neoliberalismo

    como

    lo

    son

    las

    "reformas"

    empren-

    "El

    debate

    actual:

    posliberalismo o

    anticapitalismo"

    (.tt

    este

    volumen).

    r

    rwista

    de

    ensavos

    2

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    23/27

    j

    didas

    por el

    capitalismo

    para

    estabiLizar

    sus

    "revoluciones"

    (conrra-

    rrevoluciones)

    o

    reestructuraciones.

    Es

    parte de su consolidación

    pero

    no

    es

    idéntico

    en

    los

    medios

    p

    sobre

    todo, €n

    los

    argumentos

    doctrinarios.

    La

    "reformd'

    estabilizadon

    posneoliberal

    se hace

    apelando

    a la

    oposición

    en

    tríada,

    eu€

    le

    permite

    presentarse

    como

    el

    "tercero

    progresista".

    Se

    trata

    de

    una revolución

    pasiva

    que

    recg_ge

    discur-

    sivamente

    las?émandas

    de

    los

    opositor.r

    del

    tt.óliberaliimo,

    y

    les

    expropia

    su lenguaje,

    vaciándolo

    de contenido

    transformador.

    El

    posneoliberalismo

    asume

    la"crítica

    al

    neoliberalismo"

    para"corre-

    girlo",

    al tiempo

    que

    rech

    aza al marxismo,

    y presenta

    como

    pen-

    samiento

    progresista

    las

    elaboraciones neoconservadoras.

    Lo

    grave

    es

    que

    los

    argumentos

    y

    acciones

    "antineoliberales"

    elaboradas

    por

    el neoconservadurismo

    pueden

    confundirse

    con

    el discurso y

    con

    algunas

    de

    las

    prácticas históricamente

    asociadas

    con

    aspiraciones

    emancipatorias,

    y

    han

    avanzado

    en

    desnaturalizar

    algunas

    de

    sus

    formas

    organizativas,

    sus

    contenidos

    y

    objetivos.

    No

    solo

    los

    neu-

    ualizan,

    sino

    que

    los

    convierten

    en engranajes

    de

    la

    hegemonía

    de

    los dominantes.

    Neoliberalism

    o

    y

    posneoliberalismo

    no

    son

    sucesivos

    movimien-

    tos

    pendulares

    de

    corrección

    de excesos

    para

    reromar

    el equilibrio

    (como "progreso"),

    como

    lo formula

    la

    teoría

    del péndulo

    elabora-

    da

    desde

    el

    capitalismo

    panexplicar su

    devenir.

    Esa

    "reoría"

    oculta

    que

    tras

    cada

    corrección

    se produce

    una

    mayor

    concentración

    y

    central

    ización

    del

    capital,

    gue

    crea nuevas

    conrradicciones

    y

    cri-

    óii. La

    tarea

    incesante

    de

    la ieproduécién

    iapitalista

    .i

    d.tribar

    o

    étú¿it

    las

    "barreras" que

    .l

    pt"pio

    capital

    porr..

    En

    cierras

    épocas,

    al

    hacerlo

    ha

    llegado

    a producir

    reestructuraciones

    que

    modifi-

    can

    cualitativamente

    toda

    la

    reproducción

    capitalisra.

    lr{o

    es esre

    el

    caso.

    En

    los

    Grundrisse,

    Marx

    exponía

    esta

    idea,

    que

    he

    sin tetizado

    en

    el

    citado

    trabajo

    de

    2009, y

    que

    reprodvzco

    extensamenre

    para

    apoyar

    mi

    argumentación.

    Marx

    consideraba

    "l

    ."qpitalismo

    qonng

    pna "fverza destructiva"

    de

    todo

    lo

    que

    lo limita,

    por

    lo

    tanto

    "re-

    volucionaria",

    i[u€

    derriba

    todas

    las

    barreras

    que

    se

    le

    presentan:

    li

    naturalezv,

    los

    territorios,

    las

    necesidades

    hüm"nrr,

    i3,

    leyes,

    las

    costumbres.

    "Fot

    prime

    ravez,

    la

    natural

    ezar. .orvierte

    puramgo:

    te

    en

    objeto

    para

    el

    hombre,

    en cosa

    puramenre

    úril;

    cesa

    de

    reco-

  • 8/17/2019 Beatriz Stolowicz - Posneoliberalismo

    24/27

    nocérsele

    como poder para sí; incluso

    el

    reconocimiento

    teórico

    de

    t,tt

    l.y.t

    autónomas

    "p"t..e

    sólo

    como artima

    fta

    para

    someterla

    a

    Ias necesidades

    humanas,

    sea

    como

    objeto del

    consuffio, sea

    como

    medio

    de

    la

    producción".

    E

    irónicamenre lo

    reafirrnaba

    así:

    "Hen-

    t.

    the

    great

    civilisitg

    infuence

    of

    capital".

    Pero

    esas

    barreras no

    son

    superadas

    realmente

    -continúa-

    porque

    con

    su