Anisacaterías

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Anizacaterías Claudia Tejeda + Carlos Medina

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Anizacaterías Claudia Tejeda + Carlos Medina

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___________________________________________________________ Tejeda, Claudia y Medina, Carlos. Anizacaterías – . 1° edición – Ciudad de Córdoba, año 2014. ISBN : 1. poesía argentina. ___________________________________________________________ dibujo de tapa y contratapa : Fernando Gomez dibujos interiores : Fernando Gomez y Carolina Reynolds arte gráfico : Agustina Saba y Pedro Medina www.facebook.com |vqv! Marketing y Diseño editado por : almasnuevas contacto : www.facebook.com |claudia tejeda [email protected] www.facebook.com |carlos medina - para leer y escuchar [email protected] nuestros más cálidos agradecimientos a Adolfo Barrera y Graciela Gabriloff por la generosidad en sus prologaciones y a todos los que de u otra manera hicieron posible este milagro

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Palabras de prólogo 1

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Agradecimientos

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Me atropella el desvelo de tu asfalto cansado tu manso quejido de resignado camino de país resumido. Me aturde tu ronroneo de esquina concurrida y conversada de vecinas con rumores de escoba y goznes que crujen desde los umbrales apasionados donde el ayer dejó la puerta abierta para que vuelvan los fantasmas de tu historia tantas veces despedida por la estridencia de un progreso que nunca te conquista. /Claudia Tejeda - Patria Cotidiana Andamios de Pan

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el canto nació con el agua en el principio de los tiempos cada madre tierra dio a luz aguas dulces y saladas y con ellas el aire se habitó de la plegaria del río por dentre las piedras del abismo dolor del desplomarse cascada y de la fidelidad de las olas volviendo y volviendo animadas en mostrar sus voces las aguas subieron invisibles al canto de los pájaros a los álamos padres de la plaza y al ceibo que en casa nacimos con Ángeles todo canta gracias al agua todo canta por eso cuando te recuerdo un agüita salitrosa me gana la mirada y regado de ti me gólpio el pecho y canto /Carlos Medina – hipótesis propia del origen del canto aromitas del nuestro digo 5

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desde el mecerse en la niñez tranquila hasta el hondo decir ansiada meca el hombre va con su dolor si peca y por bien si la buena lo asila el hombre va con su decir y enfila entramando su vida ya una rueca donde se tejen sin cesar reseca la pasión y el amor con que se hila en un dudoso destinar incierto ensilenciado ya por poco yerto con una rueda que no gira sigo tejiendo versos y con manos serias misericordias para mis miserias y estos refugios para estar contigo /Carlos Medina – la rueca Despenando Amores

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Una mariposa es un telegrama de colores en dos renglones de alegría. Fugaz el vuelo después de una existencia de oruga esqueleto adentro esa membrana para delimitarnos en la soledad capullo inevitable. Pero el día es breve señores y hay que andar en el aire con un muñón en la médula de crisálidas postergadas y aletear señores sin dejar de intentarlo. /Claudia Tejeda - Vida Andamios de Pan

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Y acá falta tu espalda en este domingo sin tu sudor de humo al mediodía. El algodón estirado a la altura del ombligo la comisura de almidón sobre el pudor de tus lunares. Y era blanco el ocio de tu pecho sin agenda y te estirabas en la silla como un gato eterno propietario de tu copa y del tiempo entre tus cejas. Sin tus hombros de gigante mis andamios son de trapo. /Claudia Tejeda - La camiseta Andamios de Pan

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no había inesperados ni fortuitos accidentales pronunciábamos señales de vida otros tiempos donde los nuestros perpetuaron el día una voz entrecortadamente frágil barriletes de mentiritas y la inocencia del arribita cielo fue amor no el de las sábanas ni el de los regalos fugaces si no el de las lágrimas sucumbir por cada otro recién regreso amor limpio como el ir del Anizacate1 o este canto que de a todos dejamos discurrir y aferrados a él nunca jamás nunca sensación de naufragio /Carlos Medina – transparencias Auto Retrato 9

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Vendo casa con vista a la infancia cocina poblada de gorjeos cuando mi madre cantando exorcizaba a la rabia. Con ventanas amables al infinito y alas por bisagras. Una tajada de sol sobre el mosaico de la galería y la sombra detenida de mi padre. Vendo rincones irrecuperables un escondite de muñecas y una escalera imposible para reponer estrellas malogradas con oficio de farolera. 10

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Vendo el umbral de luz intermitente entre beso y beso el zaguán que fue campanario el vértigo del balcón insomne tribuna de ver la luna. El naranjo injertado hacia el fondo que dio por fruto una niña de ombligo que se niega a entregar la llave y el sudor de sus difuntos frente al notario que regatea recuerdos que no tienen precio. /Claudia Tejeda - Tasación Andamios de Pan 11

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desde tiempos inmemoriales el hombre se guió por los astros del cielo unos reyes magos dieron con su niño amado siguiendo una pequeña estrella del firmamento una lucesita en medio del estrellerío un tenue destello en la inmensidad de la creación no dejes de alumbrar /Carlos Medina – no dejes de alumbrar aromitas del nuestro digo

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Mi madre me enseñó a mantener cortas las garras, a pulirlas,

a pintarlas de colores, disimularlas tan bien que todos crean que son uñas de manicura.

Debo afeitarme las plumas tres veces al día y evitar los graznidos.

Todo para ser este canario de rapiña en el espejo.

de Como racimo de abejas

/Claudia Tejeda – Adiestramiento Como Racimo de Abejas

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Va de la raíz a la punta desenredándose la memoria. El tiempo le ha crecido en la melena. El peine agita los nudos y abre laberintos ondulados, mellas agridulces, rastros de tijera, íntimos calendarios. Se acaricia el cabello y se pregunta si algún tramo guarda el recuerdo de los dedos de su madre, el vértice de alguna caricia o la palma de su padre coronando su cabeza de nena definitiva. Qué queda del mechón en su nuca donde él trazaba resortes con el dedo índice. La vida que le cae hasta los hombros la va dejando calva de nombres y vivencias y sin embargo, se arremolina en los olvidos pendientes que ha cortado y recortado sin disimulo. Ella se peina intuitivamente, no necesita espejo para mirarse el alma. Y se recoge las canas en un rodete tieso y disciplinado aunque ampare una nostalgia antojadiza y despeinada. /Claudia Tejeda - Ella se peina Como Racimo de Abejas 14

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Tiende manteles de domingo sobre una mesa de espera. El menú de hoy: peces de verdura en caldo de osobuco. Así es la abuela… Ofreciendo sorpresas en bandeja, ataviando los sabores cotidianos. Yo bebo su sopa, demorando la ida y vuelta de la cuchara al plato. (Las zanahorias me espían con ojos de carnada) Parecen colibríes sus dedos temblorosos, partiendo su pan recién horneado. Registro en mis sentidos el culto de este instante, para comulgar con ella cuando la eternidad sea, una distancia imposible. /Claudia Tejeda - Ceremonias Como Racimo de Abejas

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BIENVENIDO

En esta plaza usted es bienvenido, quítese los zapatos y pise el césped.

No alimente las palomas pero sí los deseos de la fuente.

Nadie le hará un test de alcoholemia si queda ebrio de sombra bajo un palo borracho.

No corte las mariposas.

Puede dar una vuelta en el caballo del prócer, pero no se descuide, más de una vez se nos ha escapado. Tiene un sueño pendiente de

calesita.

Tírele arroz a la corona, cuando está florecida es una novia insoportable.

Nos ha crecido un pordiosero en los nidos. Es domador de hormigas, peluquero de sauces, mediador de perros de la calle, licenciado

en recreos.

Desordénese y retoce. En este perímetro de aire puede volverse niño.

Y quién le quita lo respirado.

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pocas cosas se pierden en mi pieza lo mínimo e indispensable como para seguir jugando cada algo está en su lugar y aunque me dicen que debo guardarlas en su verdadera casita yo las voy dejando donde el jugar quiso porque ése es el hogar que travesureando ambos elegimos así y todo poco se pierde los únicos que sí suelen irse de paseo son ciertos recuerdos lindos y por eso dibujo /Carlos Medina – Cuentiventura 11 Sahumy

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Mi padre colecciona escaleras de todos los tamaños. Tiene una para zambullirse en las nubes y otra para quitarle las telarañas a la luna. Algunas para profanar panales en enero y otras más, para constelar de crepúsculos los techos sin paisaje. Tiene un trapecio de andamios para espiar en los balcones, para subir y bajar cortésmente saludando con su pincel equilibrista. Adherido a las cornisas con su oficio de andar en el aire coloreando muros de vértigos callados. Mi padre y sus sencillos proverbios y sus leves pies inaugurando atajos en los peldaños del viento. Un vino a la siesta. Un mate a la sombra y hacer el amor con los pájaros, si el clima y el reuma lo permiten. Y aunque los años conspiraron los barrotes que hoy enjaulan su cuerpo ingrávido, sus ojos viejos aún vuelan, deseperados a remontar su alma obrera de abeja consagrada pese a todo, siempre, siempre cielo arriba... /Claudia Tejeda - Cielo arriba De Hiedras y Grietas

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20 Por entonces cantaba el horno ciertos ritmos de vainilla en los ingredientes al ras. Blanca opulencia de trigo en el fino vaivén de los tamices. Crecían damas doradas en la fuente sin cuadrícula para el juego de devorarlas según instrucciones de merienda. Los scones de mi infancia crecían como rascacielos de polvo royal banquete de azucarados cilindros contra la ansiedad de los sábados sin más balanza que un ojo dosis de intuición exacta que dejó en los comensales una orfandad de harina. /Claudia Tejeda - Juego de damas

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y si un seguir naciendo nos hermana por las acequias más debajo de la piel donde suele hablarnos una voz temprana anunciando el mago que uno suele ser cuando nos falta trabajo nos nacemos vendedores ambulantes por las calles de babel cuando ya no queda nada en la cocina inventamos una cena para siempre en el mantel por el surco más austral de nuestra historia rescatamos un recuerdo y caminamos junto a él y si el frío o el olvido nos acecha un poeta encendiendo fueguitos desde un papel así vamos inventando lo que hiciere falta cuando llama la necesidad 22

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ahora si ella me faltare ya no inventaría nada tanta vida cotidiana nos salvará a los dos /Carlos Medina – tanta vida cotidiana aromitas del nuestro digo nada nos pertenece ni las cosas ni la vida sólo este elegirnos y con ello alcanza

/Carlos Medina – elegirse aromitas del nuestro digo

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con Horacio Burgos Villa Giardino, jul11 adivinar es el oficio de las musas al que la humanidad invoca habitualmente con especial misticismo lo perecedero y terrenal tienta con trampas de espejismos cambiando en la mochila historia lo distante por lo amanecido entonces el viaje se torna mágico de hechicería tras hechicería una neblinosa suerte de suponer – a creencia incierta – que todo es un apenas un casi un quizás todo menos el amor recompensa final de quien siembra inmune al olvido /Carlos Medina – dharma 6 dharmas 25

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Delimite los bordes formales de su volumen en el reflejo. Antes que nada, repase sus huellas digitales, sus yemas en espiral, la aurora impresa en sus lúnulas. Observe cómo crece entre dedo y dedo una nueva membrana de palmípedo humano. Cuelgue su espalda de una percha y numere cada uno de sus huesos. Es menos doloroso atravesar el espejo con un cuerpo invertebrado. Zambúllase en el vidrio como un clavadista. Nade el espacio gelatinoso de esa placenta oval con la levedad de un pez para que su contrapeso no arranque el clavo de la pared y rompa el cristal en añicos, porque usted corre el riesgo de quedarse atrapado para siempre en estado de embrión. Gire en el balanceo sedativo del útero transitorio. Enrósquese como un cotiledón feroz y regrese a su sangre con el pasado asimilado, cuidando de no romper la horma de su imagen. Llore como un viejo recién nacido. Llore todas esas vidas mal almacenadas. Y cuando haya lavado de bautismos sus ojos, estrene la esperanza genética de su nombre. /Claudia Tejeda - Instrucciones para nacer 26

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poco entendió a su sutil memoria desterrando de más hacia el olvido a ese decir Anizacate1 ungido de calmosa virtud otrora gloria lleva consigo sin piedad la escoria que dispuso lo seco recorrido el corazón un ruiseñor perdido el cantar agua estanca sin su noria si pudiera elegir elegiría recorrerse sin tanta alevosía y que el mal recordar ya no lo ciegue necesita vivir su poca nada con un soplo de luz en la mirada y palpar el verdor cuando ella llegue /Carlos Medina – dharma 4 dharmas

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Las papas fritas saben a deleite celebración de sal en las papilas. Suponen cierto gozo y sin embargo pueden ser tristeza sin digerir cuando casi fuera del ángulo de la última mesa de un bar deshabitado el niño sin mirada dosifica los puñados como monedas conseguidas. ¿Qué sabor tendrán para su hambre solitario para su voracidad disciplinada a las sobras? ¿Qué gusto tiene la breve caridad en su boca de imperceptibles sonrisas? /Claudia Tejeda - Sinsabor 28

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con los abuelos – Alta Gracia, set13 las que llegan más lejos son las golondrinas así dice el abuelo Beby que mucho sabe de historias y lo que nos gusta también dice que llegan hasta detrás del Canadá y después regresan a la plaza de Alta Gracia para contarnos de qué se trata eso del volver primavera tras primavera las golondrinas recorren de ida y de vuelta muchos pero muchos cielos sin embargo – dice también el abuelo – la gente no pone mensajes en las patas de las golondrinas los ponen en las patas de las palomas que no van tan lejos pero cumplen cumplen aún viento en contra o golondrinas a contra mano 29

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y yo le creo porque esta mañana cuando nos encontramos en la cocina para desayunar mientras le daba un beso en la mejilla a la abuela entrecerrados los ojos le decía “gracias por tanto estar paloma mía” /Carlos Medina – Cuentiventura 8 Sahumy

la tierra y yo solemos detenernos la tierra y yo solemos detenernos ella cuando un colibrí se para y le dice en el oído más campanita flor cuánto la extraña cuánto la quiere yo cuando vos /Carlos Medina – Cuentiventura 6 Sahumy

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Bendigo el pulgar levantado del limpiavidrios de la esquina su gesto optimista frente al parabrisas prohibido la esperanza hace burbujas de detergente en la intermitencia de un semáforo. Una apuesta a la luz roja sólo treinta segundos para una moneda. -No- le dicen otra vez y él agradece. /Claudia Tejeda - Semáforo El Rayo Imperfecto 31

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Imagino al hijo del vendedor de barriletes dueño provisorio del cielo en el humo de luz entre la cola de trapo y el hilo oblicuo a escondidas elevando un polígono de alboroto. Mercancía certificada y aprobada por los pájaros. Todos tienen una prueba de viento antes del pregón y la demanda. El niño empresario del aire sabe que las monedas no se pueden remontar. /Claudia Tejeda - Ensayo El Rayo Imperfecto 32

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a Lucía Delluvia habrá que navegarse al revés descreyendo de ese uno tan imagen tan título primero habrá que subir hasta el último naufragio y dejarse traslucir las llagas para dar al fin con la lengua inicial aprender sería nombrar al agua en el rescoldo pecho de la madre siempre descubrirse algo así como confesar que el único enverdecer se lleva dentro /Carlos Medina – dharma 38 dharmas

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Esmeril en los pulgares de repetirse en la empuñadura torpe. El filo es fiel al músculo. El hombre avanza y le crece un pozo de tierra desde la axila un sueño desde el sudor. Un sol de curtiembre le respeta la sombra del diámetro de su dignidad. El hijo que viene en camino ya es futuro ingeniero. /Claudia Tejeda - Visiones El Rayo Imperfecto 34

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a Pepe Se olvidó la piel bajo broqueles de lana no sé qué distancia lo aísla, lo abriga con oficio de pulóver. Mueble perecedero roperito vagabundo lleva todo puesto y el invierno encima en pleno verano. Hasta las polillas respetan los huecos ambulantes esa estación sobre otra sin mudanza de cuello. ¿Tendrá huesos su sombra peregrina de viejo de la bolsa que no sabe de amenazas? ni asustar siquiera a la ternura encogida en su mano de ave a la intemperie. No tiene más que un cartón como almohada hijo errante sin rúbrica ni contraseñas más transparente que yo en su libertad sin miedos. /Claudia Tejeda - Pordiosero El Rayo Imperfecto 35

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nunca me perdonaré no haber estudiado teatro allí hubiera aprendido llanto escénico emociones protocolares o lágrimas de compromiso y no éstas desnudándome hoy que has llegado y yo oliendo a recién nacido /Carlos Medina – recién nacido aromitas del nuestro digo 36

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como planetas rutas previsibles sin detenerse ni próximas estaciones donde descansar o como hojitas secas a merced de lo inevitable a tientas por el devenir y final sabido no tenían claro si como planetas o como hojarascas la de ellos era sin dudas disfrutar el vuelo /Carlos Medina – de planetas y hojarascas aromitas del nuestro digo

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Para dibujar una casa, un rectángulo de papel con chimenea y techo. Un sol despeinado arriba, a la derecha y un arbolito de ramas amables para colgar una hamaca necesaria. De fondo, una montaña, que también puede ser rusa. Envuélvala en un cielo apacible de febrero. Salpíquelo de pequeñas ve cortas que vuelen como pájaros. Le falta una puerta, detalle indispensable: sin cerraduras. Dibújela entreabierta para que se asome su madre a llamarlo, cada tarde a las cinco, a la hora de la merienda con Carozo y Narizota. Y no quiera olvidarse del camino, ese trazo paralelo de crayón hacia el umbral, porque es el único mapa que tiene usted para regresar, cuando le sobre la intemperie. /Claudia Tejeda - Ilustración - Tema: La casa 38

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con Juan José Premat Casa Dadá, Córdoba, dic10 la espera es un retiro al que los poetas fecundan con palabras golondrinas entre lo distancia y lo distinto cuelgan guirnaldas con sílabas de colores para la fidelidad entre mortales memorias y últimas horas de cada carnaval a sus luces hay seres naciéndolas permanentemente que las vuelan regalando su polen dando al fin con la vida no ficticia seres de la buena nueva confirmando a todos los vientos que quien escribe nunca jamás nunca va solo /Carlos Medina – dharma 49 dharmas 39

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Mi madre me enseñó a mantener cortas las garras, a pulirlas, a pintarlas de colores, disimularlas tan bien que todos crean que son uñas de manicura. Debo afeitarme las plumas tres veces al día y evitar los graznidos. Todo para ser este canario de rapiña en el espejo. /Claudia Tejeda – Adiestramiento Como Racimo de Abejas 40

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la Abuela Eli y el Juan nacieron un jazmín tan jazmín del cabo

que con él llegaron las mariposas todas

Angy fundó un ceibo y el patio fue besado en sus tantas bocas

como colibríes había por el ayre

Pedro plantó un jarandá y el cielo desaguó sílabas de todo sí

en el suelo de los nuestros

nunca más hablamos de ello pero cuando me dijo que había recorrido

gran parte de la desventura vida nos abrazamos con la misma ilusión

y fue el comienzo más tierno que el hombre de colibríes

mariposas y cielos

cantando recuerda

/Carlos Medina – patio

Auto Retrato 41

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En esta plaza usted es bienvenido, quítese los zapatos y pise el césped. No alimente las palomas pero sí los deseos de la fuente. Nadie le hará un test de alcoholemia si queda ebrio de sombra bajo un palo borracho. No corte las mariposas. Puede dar una vuelta en el caballo del prócer, pero no se descuide, más de una vez se nos ha escapado. Tiene un sueño pendiente de calesita. Tírele arroz a la corona, cuando está florecida es una novia insoportable. Nos ha crecido un pordiosero en los nidos. Es domador de hormigas, peluquero de sauces, mediador de perros de la calle, licenciado en recreos. Desordénese y retoce. En este perímetro de aire puede volverse niño. Y quién le quita lo respirado. /Claudia Tejeda - Bienvenido Como Racimo de Abejas

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infancia de río Anizacate

sauceaba siestas el verdor mustío en el margen final diciembre en vuelo todo era calma resplandor desvelo cuando el hombre abusó de su albedrío con similar humanidad el río imploró al cenit su desconsuelo y tormenteó fatal por sí el cielo sobre el lento ritual del caserío se desboca en rezongos mal habidos quien sabrá qué traiciones son protesta cuando río enloquece baba en rabia y arrastrando a su paso sus latidos negro en aguas se pierde allá con esta mocedad que a lo lejos duerme sabia /Carlos Medina – la creciente Auto Retrato

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Contenido Palabras de prólogo – 1 Agradecimientos – 3 Patria Cotidiana /Claudia Tejeda – 4 hipótesis propia del origen del canto /Carlos Medina – 5 la rueca /Carlos Medina – 6 Vida /Claudia Tejeda – 7 La camiseta /Claudia Tejeda – 8 transparencias /Carlos Medina – 9 Tasación /Claudia Tejeda – 11 no dejes de alumbrar /Carlos Medina – 12 Ella se peina /Claudia Tejeda – 14 Ceremonias /Claudia Tejeda – 15 Cuentiventura 11 /Carlos Medina – 16 Cielo arriba /Claudia Tejeda – 18 Juego de damas /Claudia Tejeda – 19 tanta vida cotidiana /Carlos Medina – 21 elegirse /Carlos Medina – 21 dharma 6 /Carlos Medina – 22 Instrucciones para nacer /Claudia Tejeda - 23 dharma 4 /Carlos Medina – 24 Sinsabor /Claudia Tejeda – 25 Cuentiventura 8 /Carlos Medina – 27 Cuentiventura 6 /Carlos Medina – 27 Semáforo /Claudia Tejeda – 28 Ensayo /Claudia Tejeda – 29 dharma 38 /Carlos Medina – 30 Visiones /Claudia Tejeda – 31

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Pordiosero /Claudia Tejeda – 32 recién nacido /Carlos Medina – 33 de planetas y hojarascas /Carlos Medina – 34 Ilustración – Tema : La casa /Claudia Tejeda - 35 dharma 49 /Carlos Medina – 36 Adiestramiento /Claudia Tejeda – 37 patio /Carlos Medina – 38 Bienvenido /Claudia Tejeda – 39 la creciente /Carlos Medina – 40

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Claudia Tejeda. Claudia de Lourdes Tejeda nació en Alta Gracia, Córdoba, en 1969. Formada en talleres literarios, en escuelas de cuentería y narración oral. Ha obtenido reconocimiento en varios concursos de poesía y cuento. Sus obras han sido publicadas en varias antologías. Ha editado tres libros De Hiedras y Grietas (poesía, 2004 – Ed. Brujas), Como Racimo de Abejas (relatos breves, 2009 – Pirca Ediciones) y Andamios de Pan (poemas, 2011 – Ed. Quo Vadis). Está a cargo de AMA América Madre filial Alta Gracia. Es promotora para la lectura en la Biblioteca popular Sarmiento de Alta Gracia. Desde el año 2010 organiza las acciones de adhesión al Festival Internacional Palabra en el Mundo en su ciudad. Coordina la Noche literaria en El café de las malas compañías. En 2014 se hace acreedora del primer premio del concurso nacional del Grupo Paco Urondo que consiste en la edición de un libro de poesías. Así surge El Rayo Imperfecto. Reside en la Ciudad de Alta Gracia.

Carlos A. Medina.

Músico, poeta. Nace en Alta Gracia, el 04 de marzo del 1966. Participa en Encuentros y Festivales de Música Popular. Sus canciones han sido interpretadas por Raúl Carnota, Silvina Orozco, Mery Murúa, La Bruja Salguero, Horacio Burgos, Luci Rivarola, Silvia Juan Bennazar, Laura Vaamonde. Ha compartido escenario con el Grupo Vocal Santaires, Walter Cuevas, Bruno Arias, y otros. También cuenta con presentaciones en el Teatro del Libertador San Martín de la ciudad de Córdoba, Teatro del Viejo Mercado y Centro Cultural San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, Encuentro de Poetas de Cosquín, Ciclo Las Nuestras 2012 (Consejo Provincial de la Mujer de Córdoba), Festidanza de Arequipa (Perú, 2003), 4º Encuentro Mundial de Folclore en Guadalajara (Méjico, 2004), Encuentro Iberoamericano de Culturas de Olguín (Cuba, 2007). Ha publicado El Castillo de los Silencios (poesía 1989), El Legado de los Vientos (poesía 1998), Los Caprichos de las Palabras (poesía 2000), Despenando Amores (poesía 2004), Auto Retrato (poesía 2005), Crónicas de un Agosto Esperado (relato poético 2007) y Sahumy junto a Carolina Reynolds (poesía ilustrada 2013). Como productor ejecutivo, ha colaborado en la realización de Las Hojas tienen Mudanza (CD música popular argentina) de Silvia Juan Bennazar, Celebración de Horacio Burgos (CD free jazz), Cuentas de Romina López (música popular argentina), Fugacidades de Juan Carlos Durilen (poesía), Expresarte – Antología Poética de alumnos de 5º grado de la Escuela Presidente Kennedy (prólogo de Efrain Bischoff; coord musical : Daniel Altamirano), y otras obras artísticas y puestas en escena. En el 2001 funda ADIFa (Asociación para el Desarrollo de la Familia), desde donde se habilitó la Escuela Piedras Blancas, la Guardería Infantil Los Solcitos y los Talleres de Inclusión Social en el Paraje El Diquecito (Provincia de Córdoba). Reside en la Ciudad de Córdoba.

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Saludo final