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INTERNATIONAL WEEKLY Copyright © 2014 The New York Times DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014 Una colaboración con Por JUSTIN GILLIS KEWAUNEE, Wisconsin — Bryan T. Pagel, un productor lechero, observaba mientras el reluciente estiércol líquido de va- ca desaparecía por un conducto. En el exterior, maquinaria des- componía el estiércol y captura- ba un derivado llamado metano, un potente gas invernadero. Un enorme motor Caterpillar rugía al quemar el metano para gene- rar electricidad, manteniéndolo fuera de la atmósfera. El sistema de 3,2 millones de dólares también reduce los olo- res en Ponderosa Dairy, una de las plantas lecheras más gran- des en Wisconsin, pero no se habría construido sin una fuente sorprendente de financiamien- to: una iniciativa de California que invierte incluso en proyectos más allá de sus fronteras para combatir el cambio climático. “Cuando vinieron y nos dije- ron que estaban dispuestos a en- viarnos cheques, nos entusias- mamos”, dijo Pagel, propietario de la Ponderosa Dairy. El programa de California es la más reciente encarnación de un mecanismo, conocido como cap and trade (tope e intercam- bio de emisiones), que ha surgi- do como una de las principales armas contra el calentamiento global. Desde China y Noruega hasta el noreste de Estados Unidos, los gobiernos requieren que las industrias compren permisos para emitir niveles fijos de gases invernadero. Estos niveles se reducen gradualmente y el costo de los permisos aumenta, lo que crea un incentivo económico pa- ra que las compañías reduzcan sus emisiones. El sistema incentiva a las compañías a adoptar tecnolo- gías energéticas más limpias o invertir en proyectos externos de control de emisiones, como el digestor de metano de los Pagel. El número de personas que vi- ven en lugares que cuentan con un sistema así se aproxima a los mil millones, o el 14 por ciento de la población mundial. “El punto ahora es decir: Mi- ren, esto puede funcionar, se puede modificar su escala, y por favor únanse”, dijo Frank A. Wo- lak, un economista en la Univer- sidad de Stanford, en California. Pero el sistema más grande del mundo, en Europa, ha tenido problemas, incluyendo cambios en los precios. Y falta evidencia de que el sistema, de hecho, pue- da solucionar el problema de las emisiones. En en transcurso de la última década, los créditos de carbono se han convertido en la materia básica más nueva del mundo. Thomas Reuters Point Carbon, una firma de investigación, es- pera que cambien de manos más de nueve mil millones de tone- ladas de emisiones en permisos este año, con un valor de tran- sacción de casi 90 mil millones de dólares. El Sistema Europeo de Co- mercio de Emisiones, que entró en vigor en 2005, ha llegado a ser considerado como un caso de es- tudio con respecto a lo que puede salir mal con un sistema de esta naturaleza. En un principio, los regulado- res confiaban en que las compa- ñías les indicaran el nivel de ga- ses invernadero que emitían. Ya que esas cifras se utilizaban para fijar el tope inicial de emisiones, las empresas evidentemente te- nían un incentivo para exagerar. Cuando finalmente quedó claro, en 2006, que así lo habían hecho, el precio de los permisos cayó en cuestión de horas. Promesa de revelaciones mediante alucinógeno amazónico atrae a mucha gente Los sonidos del ‘rock’ antiguo Una apuesta a los créditos de carbono Un té se vuelve una revelación Por BOB MORRIS Una noche reciente en Brooklyn, una docena de buscadores espirituales ventia- ñeros y treintañeros subieron una escali- nata hacia un espacio comunitario, don- de pagaron 150 dólares, escucharon a un chamán colombiano darles la bienvenida en español e inglés y aceptaron grandes recipientes de plástico para vomitar. Luego cada uno se paró para recibir una taza de un espeso líquido parduzco con un sabor a hierbas. Era té de ayahuasca, un brebaje alucinógeno del Amazonas que, esperaban, llevara a revelaciones perso- nales mediante alucinaciones ópticas y auditivas. Después de beber, esperaron en la oscu- ridad a la luz de una vela que parpadeaba. El chamán tocaba instrumentos de cuer- das y de viento tradicionales mientras en- tonaba melodías ritualistas. Una participante se puso cómoda para el viaje, que iba a durar toda la noche. Se había abstenido durante varios días de alcohol, carne roja, alimentos condimen- tados, queso añejo y televisión, como le instruyeron en un correo electrónico. No había tenido relaciones sexuales y ni to- mado antidepresivos. Ésta era su segunda experiencia con la ayahuasca desde febrero, sólo un mes des- pués de que su esposo, quien era peruano, falleció. Ella había tenido la experiencia en Lima varios años antes y la encontró valiosa. Pidió el anonimato para no perju- dicar su empleo como profesora universi- taria en Nueva York. “Éste es un momento de transición para mí, y quiero mantenerme abierta”, había dicho la noche anterior. “Encuentro que la ayahuasca es un viaje psicológico purifi- cante”. No es la única. En un mundo cada vez más dominado por la tecnología que por los sueños, muchas de las mismas perso- nas que han practicado el yoga y la medi- tación durante años recurren a un catali- zador más dramático para el crecimiento interior. Pero los que creen ciegamente en la uti- lidad de la ayahuasca (muchos afirman que es como recibir diez años de terapia en una sola noche) también advierten que hay que abordarla con seriedad, y califi- can sus experiencias bajo su influencia como “trabajo” porque, además de provo- carles vómito y a veces diarrea, puede ser atemorizante. “Debe usarse con cuidado, pero tie- ne una buena conexión con la mente y el cuerpo”, dijo Rick Doblin, de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodéli- cos, en Santa Cruz, California. “Te da una sensación de luz interna en el cerebro”. Si los sitios en Internet, los libros y las convenciones son un indicio, ha aumen- tado el interés en el té de ayahuasca, una mezcla de dos plantas amazónicas, una de ellas una liana y la otra una hoja. Combi- nadas, contienen DMT e inhibidores de la monoamino oxidasa, que promueven las visiones psicodélicas y la euforia. Sting, una de varias celebridades que admiten haber experimentado con la ayahuasca, escribió en su autobiografía de 2005, “Broken Music” (Música rota), que fue la única experiencia religiosa que ha tenido en su vida. Los investigadores estudian si la ayahuasca podría usarse para ayudar a las personas a superar distintas adiccio- nes, desde los cigarros y el alcohol hasta las metanfetaminas. La ibogaína (un deri- vado de la corteza de la raíz de un arbusto africano con propiedades psicoactivas que está prohibido en Estados Unidos) se utiliza para la adicción a la heroína en algunos países, como Canadá, México y Nueva Zelanda. “Es un compuesto fascinante y se pue- de aprender mucho de sus efectos”, dijo Charles Grob, un psiquiatra en el Centro Médico Harbor-UCLA, en California, quien ayudó con un estudio en Brasil en Por DOUGLAS QUENQUA Es una escena conocida: miles de personas reunidas en Stone- henge para cantar, golpear tam- bores y festejar bajo el amanecer del solsticio. Abundan las teorías sobre el propósito del monumen- to, pero hay nueva evidencia de que el lugar siempre tuvo el propósito de servir como sede de ese tipo de festividades; espe- cíficamente, para crear música estridente. Varios investigadores han descubierto que algunas de las piedras del monumento, al ser golpeadas, hacen un sonido fuerte y estruendoso. Quizás, dicen, esto explique por qué estas piedras específicas fueron elegidas y transportadas aproxi- madamente 300 kilómetros, una hazaña técnica masiva hace casi cutro mil años. ¿Es posible que Stonehenge fuera, de hecho, un xilófono prehistórico? “La gente pregunta: ‘¿Por qué llevaron las piedras azules a Sto- nehenge?’”, dijo Paul Devereux, uno de los autores del estudio. Los científicos han sabido desde hace tiempo que muchas de las rocas de Stonehenge fueron removidas de las Colinas de Pre- seli, en Gales. Lo que nunca ha estado claro es la razón. La idea de que estas piedras se usaron para crear música —o al menos ruido— se le ocurrió a Devereux y a su colega Jon Wozencroft, de Royal College of Art, durante un viaje a Preseli. Descubrieron que en algunas zonas de Preseli, una roca cono- cida como diabasa o dolerita, uno de los tipos de piedra encontra- dos en Stonehenge, producía un sonido similar a una campana metálica al ser golpeada. En julio del 2013, los investigadores reci- bieron permiso para hacer prue- bas con unas cuantas diabasas en Stonehenge. Debido a que las piedras azu- les (un término británico para las rocas en el sitio) de Stonehen- ge están engarzadas en el suelo, no había muchas expectativas. “Tiene que haber algo de espacio de aire a su alrededor para que ocurra la resonancia”, dijo Deve- reux. Aun así, varias de las rocas producían sonidos huecos, como de campana, y algunas parecían tener cicatrices como si hubieran sido golpeadas. Se pueden encontrar piedras sonoras mucho más allá de Gales, en Suecia, China, Australia y Estados Unidos. En ocasiones, las culturas antiguas pensaban que las piedras sonoras tenían poderes místicos. Los chinos creían que las piedras contenían la fuerza vital conocida como chi. Se ha descubierto arte neolítico en piedras sonoras en India, y se sabe que algunos rituales indígenas estadounidenses han involucrado a dichas rocas. Esas asociaciones podrían explicar la función de las piedras sonoras en Stonehenge. Lawrence L. Malinconico, un geólogo en la Universidad de La- fayette, en Pennsylvania, le atri- buye el sonido a una combina- ción de composición y densidad. Las diabasas, que tienen mucho hierro y magnesio, pasaron casi 170 millones de años bajo la tierra antes de subir a la superficie y enfriarse. La roca es suficiente- mente densa como para producir un tono agudo. La revelación de que Stone- henge era un instrumento para crear sonidos podría no resolver los argumentos sobre su pro- pósito original, pero Devereux espera que sus descubrimientos incentiven a los arqueólogos a to- mar en cuenta lo que escuchaban los habitantes de la antigüedad, además de lo que veían y hacían. “Todo el mundo ha represen- tado durante tanto tiempo a la prehistoria como una película muda”, dijo. “Ahora intentamos recuperar la banda sonora”. Continúa en la página 2 Continúa en la página 2 INTELIGENCIA El juego bonito pierde belleza. PÁG. 2 JOSH COCHRAN SALLY RYAN PARA THE NEW YORK TIMES Un motor Caterpillar que extrae metano del estiércol para generar electricidad. Monolitos en Stonehenge crean sonido de campanas. EL MUNDO Circos le dirán adiós a animales en México. PÁG. 4 CIENCIA Y TECNOLOGÍA Plan para salvar lago en Camboya. PÁG. 6 ARTE Y DISEÑO Tupac Shakur llega a nuevo público. PÁG. 8

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INTERNATIONAL WEEKLYCopyright © 2014 The New York Times

DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014Una colaboración con

Por JUSTIN GILLIS

KEWAUNEE, Wisconsin — Bryan T. Pagel, un productor lechero, observaba mientras el reluciente estiércol líquido de va-ca desaparecía por un conducto. En el exterior, maquinaria des-componía el estiércol y captura-ba un derivado llamado metano, un potente gas invernadero. Un enorme motor Caterpillar rugía al quemar el metano para gene-rar electricidad, manteniéndolo fuera de la atmósfera.

El sistema de 3,2 millones de dólares también reduce los olo-res en Ponderosa Dairy, una de las plantas lecheras más gran-des en Wisconsin, pero no se habría construido sin una fuente sorprendente de financiamien-to: una iniciativa de California que invierte incluso en proyectos más allá de sus fronteras para combatir el cambio climático.

“Cuando vinieron y nos dije-ron que estaban dispuestos a en-viarnos cheques, nos entusias-mamos”, dijo Pagel, propietario de la Ponderosa Dairy.

El programa de California es la más reciente encarnación de un mecanismo, conocido como cap and trade (tope e intercam-bio de emisiones), que ha surgi-

do como una de las principales armas contra el calentamiento global.

Desde China y Noruega hasta el noreste de Estados Unidos, los gobiernos requieren que las industrias compren permisos para emitir niveles fijos de gases invernadero. Estos niveles se reducen gradualmente y el costo de los permisos aumenta, lo que crea un incentivo económico pa-ra que las compañías reduzcan sus emisiones.

El sistema incentiva a las compañías a adoptar tecnolo-gías energéticas más limpias o invertir en proyectos externos de control de emisiones, como el digestor de metano de los Pagel.

El número de personas que vi-ven en lugares que cuentan con un sistema así se aproxima a los mil millones, o el 14 por ciento de la población mundial.

“El punto ahora es decir: Mi-ren, esto puede funcionar, se puede modificar su escala, y por favor únanse”, dijo Frank A. Wo-lak, un economista en la Univer-sidad de Stanford, en California.

Pero el sistema más grande del mundo, en Europa, ha tenido problemas, incluyendo cambios en los precios. Y falta evidencia

de que el sistema, de hecho, pue-da solucionar el problema de las emisiones.

En en transcurso de la última década, los créditos de carbono se han convertido en la materia básica más nueva del mundo. Thomas Reuters Point Carbon, una firma de investigación, es-pera que cambien de manos más de nueve mil millones de tone-ladas de emisiones en permisos

este año, con un valor de tran-sacción de casi 90 mil millones de dólares.

El Sistema Europeo de Co-mercio de Emisiones, que entró en vigor en 2005, ha llegado a ser considerado como un caso de es-tudio con respecto a lo que puede salir mal con un sistema de esta naturaleza.

En un principio, los regulado-res confiaban en que las compa-

ñías les indicaran el nivel de ga-ses invernadero que emitían. Ya que esas cifras se utilizaban para fijar el tope inicial de emisiones, las empresas evidentemente te-nían un incentivo para exagerar. Cuando finalmente quedó claro, en 2006, que así lo habían hecho, el precio de los permisos cayó en cuestión de horas.

Promesa de revelaciones mediante alucinógeno amazónico atrae a mucha gente

Los sonidosdel ‘rock’ antiguo

Una apuesta a los créditos de carbono

Un té se vuelve una revelaciónPor BOB MORRIS

Una noche reciente en Brooklyn, una docena de buscadores espirituales ventia-ñeros y treintañeros subieron una escali-nata hacia un espacio comunitario, don-de pagaron 150 dólares, escucharon a un chamán colombiano darles la bienvenida en español e inglés y aceptaron grandes recipientes de plástico para vomitar.

Luego cada uno se paró para recibir una taza de un espeso líquido parduzco con un sabor a hierbas. Era té de ayahuasca, un brebaje alucinógeno del Amazonas que, esperaban, llevara a revelaciones perso-nales mediante alucinaciones ópticas y auditivas.

Después de beber, esperaron en la oscu-ridad a la luz de una vela que parpadeaba. El chamán tocaba instrumentos de cuer-das y de viento tradicionales mientras en-tonaba melodías ritualistas.

Una participante se puso cómoda para el viaje, que iba a durar toda la noche. Se había abstenido durante varios días de

alcohol, carne roja, alimentos condimen-tados, queso añejo y televisión, como le instruyeron en un correo electrónico. No había tenido relaciones sexuales y ni to-mado antidepresivos.

Ésta era su segunda experiencia con la ayahuasca desde febrero, sólo un mes des-pués de que su esposo, quien era peruano, falleció. Ella había tenido la experiencia en Lima varios años antes y la encontró valiosa. Pidió el anonimato para no perju-dicar su empleo como profesora universi-taria en Nueva York.

“Éste es un momento de transición para mí, y quiero mantenerme abierta”, había dicho la noche anterior. “Encuentro que la ayahuasca es un viaje psicológico purifi-cante”.

No es la única. En un mundo cada vez más dominado por la tecnología que por los sueños, muchas de las mismas perso-nas que han practicado el yoga y la medi-tación durante años recurren a un catali-zador más dramático para el crecimiento

interior.Pero los que creen ciegamente en la uti-

lidad de la ayahuasca (muchos afirman que es como recibir diez años de terapia en una sola noche) también advierten que hay que abordarla con seriedad, y califi-can sus experiencias bajo su influencia como “trabajo” porque, además de provo-carles vómito y a veces diarrea, puede ser atemorizante.

“Debe usarse con cuidado, pero tie-ne una buena conexión con la mente y el cuerpo”, dijo Rick Doblin, de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodéli-cos, en Santa Cruz, California. “Te da una sensación de luz interna en el cerebro”.

Si los sitios en Internet, los libros y las convenciones son un indicio, ha aumen-tado el interés en el té de ayahuasca, una mezcla de dos plantas amazónicas, una de ellas una liana y la otra una hoja. Combi-nadas, contienen DMT e inhibidores de la monoamino oxidasa, que promueven las visiones psicodélicas y la euforia.

Sting, una de varias celebridades que admiten haber experimentado con la ayahuasca, escribió en su autobiografía de 2005, “Broken Music” (Música rota), que fue la única experiencia religiosa que ha tenido en su vida.

Los investigadores estudian si la ayahuasca podría usarse para ayudar a las personas a superar distintas adiccio-nes, desde los cigarros y el alcohol hasta las metanfetaminas. La ibogaína (un deri-vado de la corteza de la raíz de un arbusto africano con propiedades psicoactivas que está prohibido en Estados Unidos) se utiliza para la adicción a la heroína en algunos países, como Canadá, México y Nueva Zelanda.

“Es un compuesto fascinante y se pue-de aprender mucho de sus efectos”, dijo Charles Grob, un psiquiatra en el Centro Médico Harbor-UCLA, en California, quien ayudó con un estudio en Brasil en

Por DOUGLAS QUENQUA

Es una escena conocida: miles de personas reunidas en Stone-henge para cantar, golpear tam-bores y festejar bajo el amanecer del solsticio. Abundan las teorías sobre el propósito del monumen-to, pero hay nueva evidencia de que el lugar siempre tuvo el propósito de servir como sede de ese tipo de festividades; espe-cíficamente, para crear música estridente.

Varios investigadores han descubierto que algunas de las piedras del monumento, al ser golpeadas, hacen un sonido fuerte y estruendoso. Quizás, dicen, esto explique por qué estas piedras específicas fueron elegidas y transportadas aproxi-madamente 300 kilómetros, una hazaña técnica masiva hace casi cutro mil años. ¿Es posible que Stonehenge fuera, de hecho, un xilófono prehistórico?

“La gente pregunta: ‘¿Por qué llevaron las piedras azules a Sto-nehenge?’”, dijo Paul Devereux, uno de los autores del estudio. Los científicos han sabido desde hace tiempo que muchas de las rocas de Stonehenge fueron removidas de las Colinas de Pre-seli, en Gales. Lo que nunca ha estado claro es la razón.

La idea de que estas piedras se usaron para crear música —o al menos ruido— se le ocurrió a Devereux y a su colega Jon Wozencroft, de Royal College of Art, durante un viaje a Preseli.

Descubrieron que en algunas zonas de Preseli, una roca cono-cida como diabasa o dolerita, uno de los tipos de piedra encontra-dos en Stonehenge, producía un sonido similar a una campana metálica al ser golpeada. En julio del 2013, los investigadores reci-bieron permiso para hacer prue-bas con unas cuantas diabasas en Stonehenge.

Debido a que las piedras azu-les (un término británico para

las rocas en el sitio) de Stonehen-ge están engarzadas en el suelo, no había muchas expectativas. “Tiene que haber algo de espacio de aire a su alrededor para que ocurra la resonancia”, dijo Deve-reux. Aun así, varias de las rocas producían sonidos huecos, como de campana, y algunas parecían tener cicatrices como si hubieran sido golpeadas.

Se pueden encontrar piedras sonoras mucho más allá de Gales, en Suecia, China, Australia y Estados Unidos. En ocasiones, las culturas antiguas pensaban que las piedras sonoras tenían poderes místicos. Los chinos creían que las piedras contenían la fuerza vital conocida como chi. Se ha descubierto arte neolítico en piedras sonoras en India, y se sabe que algunos rituales indígenas estadounidenses han involucrado a dichas rocas. Esas asociaciones podrían explicar la función de las piedras sonoras en Stonehenge.

Lawrence L. Malinconico, un geólogo en la Universidad de La-fayette, en Pennsylvania, le atri-buye el sonido a una combina-ción de composición y densidad. Las diabasas, que tienen mucho hierro y magnesio, pasaron casi 170 millones de años bajo la tierra antes de subir a la superficie y enfriarse. La roca es suficiente-mente densa como para producir un tono agudo.

La revelación de que Stone-henge era un instrumento para crear sonidos podría no resolver los argumentos sobre su pro-pósito original, pero Devereux espera que sus descubrimientos incentiven a los arqueólogos a to-mar en cuenta lo que escuchaban los habitantes de la antigüedad, además de lo que veían y hacían.

“Todo el mundo ha represen-tado durante tanto tiempo a la prehistoria como una película muda”, dijo. “Ahora intentamos recuperar la banda sonora”.

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INTELIGENCIA

El juego bonito pierde belleza. PÁG. 2

JOSH COCHRAN

SALLY RYAN PARA THE NEW YORK TIMES

Un motor Caterpillar que extrae metano del estiércol para generar electricidad.

Monolitos en Stonehenge crean sonido de campanas.

EL MUNDO

Circos le dirán adiós a animales en México. PÁG. 4

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Plan para salvar lago en Camboya. PÁG. 6

ARTE Y DISEÑO

Tupac Shakur llegaa nuevo público. PÁG. 8

INTERNATIONAL WEEKLY

NANCY LEE Editora ejecutivaTOM BRADY Editor en jefeALAN MATTINGLY Editor

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E L M U N D O

2 DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Entonces, justo cuando Europa es-taba reforzando sus reglas, se produjo la crisis económica mundial de 2008 y 2009.

Los gobiernos siguieron extendien-do los permisos de carbono aun cuando el declive en la producción significaba que menos de ellos eran necesarios. Los precios del carbono volvieron a bajar.

Recientemente, la Unión Europea adoptó cambios que han fortalecido los precios. Pero a sólo siete dólares por tonelada de dióxido de carbono, aún están muy por debajo del nivel de los 30 dólares que los analistas creen es nece-sario para estimular la inversión.

Parece probable que se alcance la meta fijada por la Unión Europea de re-ducir las emisiones en un 20 por ciento para 2020. Pero varios estudios indican que eso se debe más a la debilidad eco-nómica, así como a los subsidios a la energía renovable, que al mercado del carbono.

“Incluso si estamos bien en cuanto a cumplir con la meta de emisiones para 2020, será todo un desafío cumplir las metas a largo plazo de Europa”, dijo Stig Schjolset, analista titular de mer-

cados de carbono en Thomson Reuters Point Carbon, en Oslo. “Para eso, ahora se necesita un mayor precio del carbo-no”.

California, que estableció su sistema de límite e intercambio en 2013, tomó medidas para evitar grandes varia-ciones de precios, al dedicar años a obtener datos precisos de emisiones.

Además, estableció el precio mínimo y máximo de facto de sus permisos. Has-ta la fecha, el precio ha sido muy pre-decible, y ha oscilado entre los once y catorce dólares por tonelada.

Como parte de su plan, el estado de-cidió permitir algunos proyectos de re-ducción de emisiones en sectores que no estaban cubiertos por el sistema de límite e intercambio, tales como la silvi-cultura y la agricultura.

Algunos grupos ambientalistas y académicos nunca se han aceptado la idea de un mercado en derechos de con-taminación.

Algunos expertos creen que, a largo plazo, los mercados de carbono harán una contribución sustancial sólo si se pueden vincular través de fronteras políticas. Eso permitiría que los con-taminadores busquen las formas más económicas de reducir emisiones en todo el mundo.

Hasta cierto grado, ya ha nacido una interconexión de este tipo. Europa ha permitido que miles de millones de dó-lares fluyan a países en desarrollo, al financiar proyectos que, por ejemplo, han ayudado a familias pobres a hacer el cambio a cocinas de carbón más efi-cientes. California y Quebec han vincu-lado sus mercados, y el comercio entre

ellos inició a princi-pios de este año.

China, el conta-minador con carbo-no más grande del mundo, ha comen-zado a experimen-tar con mercados en siete ciudades y provincias, con la intención de formar un mercado nacio-nal de carbono esta década. Tanto Cali-fornia como Europa están conversando tentativamente con los chinos sobre fu-turos nexos.

Los expertos que apoyan el sistema de límite e intercambio dicen que un meca-nismo de mercado puede penetrar más

en la economía que cualquier otro en-foque, al modificar la conducta incluso de personas y compañías a las que no necesariamente podría importarles el calentamiento global.

Los productores lecheros de Wiscon-sin soncomo un ejemplo de ello.

Pagel dijo no estar convencido de que los cambios climáticos son el resultado de las emisiones humanas. Pero agre-gó: “Si alguien más cree en ello lo sufi-ciente como para invertir dinero, eso es todo lo que necesito saber”.

los años 90 que vinculó transformacio-nes positivas en alcohólicos y drogadic-tos con el uso de la ayahuasca. Pero junto con sus propiedades positivas, Grob enu-mera sus peligros.

“Cuando se usa con antidepresivos, crea un exceso de serotonina en el siste-ma nervioso central, lo que puede causar confusión y temblores”, dijo. “Y puede afectar la función cardiovascular cuan-do las personas tienen problemas del co-

razón”. También hay riesgos de efectos adversos entre personas con problemas psicológicos como bipolaridad o esquizo-frenia.

“Todo depende de la preparación y el entorno”, dijo. “Si el individuo está pre-parado, respetó las restricciones médi-cas y dietéticas en los días previos, y em-prende la experiencia con un facilitador

experto, como un chamán tradicional, es relativamente segura”.

En las regiones amazónicas de Brasil y Perú, donde la ayahuasca se considera un medicamento tradicional y legal, los turistas acuden en tropel para participar en las ceremonias. La mayoría se realiza en retiros en la selva, a cargo de curande-ros legítimos que evalúan la estabilidad física y mental de los participantes y tie-nen la habilidad para lidiar con severas reacciones psicológicas.

Pero cada vez más, escribió Kelly Hearn en la revista Men’s Journal en 2013, una visita para los turistas que van al Amazonas en busca de la ayahuasca puede convertirse en una pesadilla, “y algunos no vuelven a casa”. Las infu-siones mezcladas de forma inexperta o el uso de otra planta más peligrosa, el

toé, así como la detección inadecuada de problemas médicos, han contribuido a reacciones adversas. También ha habido casos de abuso sexual.

Lo que se descubre al tomar la ayahuasca puede tener consecuencias profundas. Eduardo Gastelumendi, un psiquiatra en Lima, recordó haber es-cuchado de un paciente que tenía una re-lación compleja y distante con su padre. Alucinó que lo abrazó. Unos días des-pués, tocó la puerta de su padre, lo estre-chó entre sus brazos y se reconciliaron entre lágrimas.

“Le produjo una experiencia trans-formativa”, dijo Gastelumendi. “Con la ayahuasca, se intensifica la empatía y ves las cosas bajo una luz diferente”.

En la ceremonia de la ayahuasca en Brooklyn, tras tomar una segunda dosis

del brebaje y regurgitar violentamente (comúnmente llamado una purga), la viuda empezaba a ver cosas.

“Era como un collage o rompecabezas de palabras que era tan brillante como una pantalla LED en Times Square”, recordó al día siguiente. “Era muy her-moso, pero las únicas palabras que pude descifrar eran ‘Disfruta la vida’”. Ella pensó que podría ser un mensaje de su difunto esposo.

Poco tiempo después, el chamán la despertó a ella y al resto del grupo a la luz de una mañana de Brooklyn. La mujer recibió un abrazo ritual y compartió sus experiencias alucinatorias.

Un hombre en el grupo parecía des-orientado al hablar del descubrimiento de que todo lo escrito sobre papel es una mentira. Otros compartían visiones y re-velaciones más agradables.

Una de las amigas de la viuda no esta-ba tan segura de lo experimentado. “Fue divertido, pero ¿qué aprendí de esto?”

Mark Scott, Keith Bradsher, Chris Buckley y Felicity Barringer contribu-yeron con reportes.

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INTELIGENCIA/ROGER COHEN

El fútbol pierde su belleza

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LONDRES

El juego bonito es menos bonito. Por supuesto que lo es. Abundan las acusa-ciones de que Qatar, un emirato árabe caluroso y muy rico que es uno de los países menos idóneos para ser sede de una Copa del Mundo, podría haber pa-gado sobornos para conseguir el torneo de 2022. Obreros del subcontinente mue-ren en cantidades nada triviales al cons-truir estadios climatizados en ese lugar. Mientras tanto, en partido inaugural del Mundial actual en Brasil, los anfitrio-nes se beneficiaron de un penal contra Croacia concedido por el árbitro japonés Yuichi Nishimura, por una “falta” ima-ginaria. Como resultado, la victoria de Brasil se sintió empañada.

El problema, por supuesto, es el dinero, muchísimo dinero, y la propiedad del jue-go (y de esos recursos) por parte de una sola organización, la FIFA, cuyos contro-

les internos parecen haber sido laxos o inexistentes, y cuyas decisiones de reali-zar los dos próximos Mundiales en Rusia y particularmente en Qatar ahora están bajo un intenso escrutinio. Si el organis-mo rector del fútbol se puede comprar, entonces todo el deporte se infecta.

Nadie está sugiriendo que Nishimu-ra fue corrupcto, pero una vez que se siembra la duda sobre la ética de altos directivos del fútbol, cualquier decisión puede parecer sospechosa. Sepp Bla-tter, el presidente suizo de la FIFA, haría bien en dimitir. La elección de Qatar se ha convertido en un fiasco. Es posible que se dé marcha atrás una vez que con-cluya una investigación.

Cómo ha cambiado el juego. He estado viendo unos videos borrosos de la final de 1966 entre Inglaterra y Alemania, que vi cuando tenía diez años, yolvií a sentir la alegría absoluta de esa victoria inglesa de 4-2, el único Mundial que han ganado los inventores del fútbol. Ahí es-tá George Cohen (que no es mi pariente)

en la defensa derecha; ahí está Geoff Hurst con el tristemente célebre disparo que se convirtió en el tercer gol de Ingla-terra cuando al rebotar en el travesaño cayó sobre la línea o la cruzó (la contro-versia sobre eso nunca ha sido resuelta), y ahí está Hurst de nuevo galopando en los últimos segundos para disparar el cuarto gol de Inglaterra.

Todas las zapatillas eran negras, todos los hombres eran blancos. Los shorts eran más cortos, las entradas eran más duras, el balón era más pesa-do, el fútbol era más crudo y había me-nos teatralidad. El juego tenía su belleza inmaculada, aunque los atletas de hoy sin duda superarían a esos jugadores de otra era.

Otro recuerdo: viendo en Lagos la final del Mundial de 1998 entre Francia y Brasil que se jugaba en París, escuché cómo los comentaristas nigerianos, des-pués de los dos primeros goles franceses, dedicaron la mayoría de sus comenta-rios a especular sobre lo cuantioso que

habría sido el soborno que los franceses pagaron para asegurar el partido. Era cada vez más chistoso a medida que sus estimaciones subían inexorablemente. Por supuesto, el comentario reflejaba la naturaleza de la vida en Nigeria, más que alguna corrupción verdadera. Pero también era un indicativo de que durante los 32 años transcurridos entre esas dos finales, el dinero había cambiado la natu-raleza y la percepción del deporte.

En un reciente artículo en The Lon-don Review of Books, John Lanchester recordó al árbitro ecuatoriano Byron Moreno, cuyas decisiones en un partido entre el anfitrión Corea del Sur e Italia en el Mundial de 2002 de fueron total-mente extrañas (y perjudicaron a Italia de manera consistente). Fue suspendido al año siguiente por agregar trece mi-nutos de tiempo de compensación a un encuentro de liga en Ecuador (suficiente para que el equipo de casa ganara) y posteriormente fue arrestado en el Aeropuerto Kennedy de Nueva York

portando seis kilos de heroína.No obstante, un deporte menos bo-

nito sigue siendo bonito, como lo ha demostrado este Mundial de Fútbol. En Sudáfrica en 2010, al igual que ahora en Brasil, la desorganización y el gasto excesivo generaron predicciones de de-sastre, pero el torneo fue un triunfo.

Ese Mundial, tan protestado en la fase previa, encendió una ola de entusiasmo desde el principio; con razón, en vista del número de goles y la calidad de los partidos de apertura. Tan sólo el gol del empate de Robin van Persie contra España (en lo que se convertiría en una paliza holandesa de 5-1 al campeón mundial) fue un momento de magia pu-ra. Y luego estuvo la expresión del rostro de John Brooks tras rematar de cabeza el gol del triunfo de Estados Unidos contra Ghana casi al final de partido: jubiloso, incrédulo, abrumad, prueba de que aún hay inocencia en este deporte mundial tan patrocinado y mancillado por el dinero.

¿Los mercados de carbono pueden salvar al clima?

Té amazónico promete revelaciones psicológicas

Pobres protegen bosques vietnamitasPor MIKE IVES

KALKILL, Vietnam — Antes de que los patrulleros vieran a los intrusos, oyeron los sonidos de la tala ilegal de árboles.

Cuando los dos grupos finalmente se encontraron, estalló la violencia y vola-ron algunas piedras, de acuerdo con uno de los patrulleros, Huynh Van Nghia, quien quedó lesionado en la pelea que ocurrió en un bosque cerca de Kalkill, en las Tierras Altas Centrales de Vietnam. Algunos de las dos docenas de taladores también resultaron heridos, agregó.

Nghia y un grupo de unos 30 agricul-tores trabajan como guardabosques in-dependientes bajo una ley de 2010, que estableció un programa de incentivos a nivel nacional en el cual compañías le pa-gan a las comunidades para proteger las cuencas hidrográficas.

“Soy parte de este programa porque siento una responsabilidad hacia mi co-munidad y debo proteger la naturaleza”, dijo Nghia, quien recibe tres millones de dong, o 142 dólares, al año a cambio de hacer rondines en 30 hectáreas de tie-rras de propiedad del estado. Los pagos equivalen a entre el 3 y el 6 por ciento de los ingresos anuales de su familia por el cultivo de café y otras cosechas.

Variantes de este programa se han realizado alrededor del mundo. Nueva York introdujo incentivos para proteger la calidad del agua en el Valle del Río Hudson, por ejemplo, y China les dio di-nero y subsidios para granos a agricul-tores a fin de que convirtieran las tierras de cultivo en las laderas en bosques, en un esfuerzo por impedir inundaciones.

Pero Vietnam ha convertido los pagos para preservar los ecosistemas en una política nacional. Los funcionarios gu-bernamentales señalan que casi la mitad de las 63 provincias de Vietnam llevan a cabo el programa, que tiene el fin de esti-

mular el desarrollo económico en áreas pobres y a la vez proteger la superficie forestal y suplementar los presupuestos forestales estatales. Pero admiten que el programa, que es obligatorio para las compañías de energía hidráulica, ha te-nido problemas debido a ineficiencias ad-ministrativas y aún no mide los efectos sobre la calidad del agua, ni la salud de los bosques y las cuencas hidrográficas.

Ahora algunos expertos se preguntan si el programa es ecológica o económi-camente sustentable. Hasta ahora, los pagos “realmente no son para servicios ambientales. Esencialmente, son con-tratos laborales”, dijo Pamela McElwee, una profesora en la Universidad Rutgers,

en Nueva Jersey, quien estudia las polí-ticas ambientales en Vietnam. “No hay ningún tipo de monitoreo eficiente, así que las compañías de energía hidráulica confían en que están derivando algún provecho de ello”.

Bajo las reglas, las compañías de ener-gía hidráulica pagan 20 dong por kilowa-tt-hora —menos de una décima parte de un centavo de dólar— a un fondo guber-namental y le pasan el costo sus clientes, de acuerdo con Pham Hong Luong, un funcionario forestal. El estado entonces distribuye el dinero a las comunidades y empresas encargadas de proteger los bosques.

Expertos ambientales dicen que el

concepto de los pagos para proteger los ecosistemas empezaron a afianzarse a principios de la década de 2000, cuando el gobierno los consideró como una espe-cie de reemplazo presupuestal para los programas de reforestación financiados por el estado.

Desde entonces, el programa ha reci-bido financiamiento de muchos donantes internacionales. Pero Luong dijo que los funcionarios forestales han tenido difi-cultades para cobrarle los pagos a mu-chas compañías pequeñas y medianas de energía hidráulica, que afirman no poder pagar el gasto adicional.

Según expertos ambientales, incluso si más de esas compañías finalmente participan, los pagos para conservar los ecosistemas no eliminarán el incentivo económico para que granjeros pobres recurran a la tala o la siembra ilegal de cafetos en bosques estatales.

Pham Thu Thuy, del Centro para la Investigación Forestal Internacional, y otros expertos cuestionan si el programa en realidad beneficia a los pobres.

Dijo que en algunas áreas rurales de Vietnam, los aldeanos quizás no confíen en el líder que firmó el contrato en nom-bre de la aldea. En otros casos, dijo, los aldeanos quieren invertir el dinero reci-bido en la agricultura, y les molesta una cláusula que exige que gasten un porcen-taje en artículos que beneficien a la co-munidad, como muebles para un centro comunitario en la aldea.

Touneh Duy, un campesino de 45 años, pasa por momentos difíciles tras un pe-riodo en el ejército vietnamita. Dijo que los 113 dólares que recibe cada tres me-ses del programa por proteger bosques estatales son su principal fuente de in-gresos.

“Este programa ayuda a los pobres”, dijo. “Yo soy uno de ellos”.

AARON JOEL SANTOS PARA THE NEW YORK TIMES

Compañías de energía pagan a pobres para vigilar cuencas.

SALLY RYAN PARA THE NEW YORK TIMES

Los partidarios dicen que los programas de límite e intercambio pueden tener gran alcance, incluso para una granja lechera en Wisconsin.

El programa de pagos para preservar ecosistemas de Vietnam tiene el fin de proteger la superficie forestal, como ésta en la provincia de Lam Dong.

E L M U N D O

DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

DIARIO DE LONDRES

Taxidermiase vuelveartesanal

Rusos siguen orgullosos por anexión de Crimea

Por KIMIKO DE FREYTAS-TAMURA

LONDRES — “Ahora, estiren la piel por encima del cráneo como una capucha”, Margot Magpie le dijo a sus estudiantes. Cada uno sostenía un es-calpelo en una mano y un ratón blanco, destripado, en la otra.

“Temo que el mío tiene una pata col-gando de un hilo”, dijo Mark Ross, uno de los estudiantes.

“Si accidentalmente uno desprende uuna extremidad”, Magpie respondió, “se puede volver a pegar”.

Anthropomorphic Mouse (Ratón Antropomórfico) es una especie de combinación de taxidermia y artesa-nía para principiantes.

El objetivo es crear escenas que parezcan salidas de los libros sobre Pedrito Conejo, de la escritora Beatrix Potter, en los que animales pequeños usan ropa y sombreros y disfrutan fies-tas, reuniones de té y vidas propias.

Para algunas personas, el curso es excéntrico e incluso macabro. Para otros, es una oportunidad para practi-car un hobby muy británico.

Lily Yourell, una trabajadora social, dijo que equiere perfeccionar sus habi-lidades para poder trabajar en ratones y otros animales más grandes en casa. Ella decidió realizar un picnic y una escena de recámara.

“Mis colegas creen que es algo medio loco”, reconoció. “Pero como adultos, es divertido jugar, como con una casa

de muñecas”.Las clases, que comenzaron hace año

y medio, se llenan con meses de antici-pación, dijo Magpie, de 31 años, una ex enfermera veterinaria que viaja por todo el país para impartir el curso.

Ella empezó a utilizar un seudónimo después de recibir amenazas de muerte y se rehúsa a proporcionar su verdade-ro nombre.

“Creo que la gente está interesada en lo insólito”, dijo. Hay cierto tabú en tor-no a los animales muertos que le da un plus a la experiencia de la clase, asegu-ró. La gente quiere tener “una experien-cia de primera mano con la muerte”.

En el curso de principiantes, de cuatro horas, los participantes apren-den a despellejar a los ratones, que se compran congelados. Las pieles se lavan, secan, tratan con preservado-res y rellenas de algodón y alambre, antes de ser cosidas. Los estudiantes han revivido una práctica que tuvo su apogeo en las épocas victorianas, pero que perdió popularidad en la estela de la Segunda Guerra Mundial.

La de Magpie no es la única clase que existe. En 2010 abrió la Academia de Taxidermia de Londres con un taller de taxidermia aviaria, y rápidamente se expandió a incluir topos, gerbos y zorras. The Curious Menagerie siguió en 2012 con sus propias clases.

También surgió un negocio en la in-tersección de la taxidermia y la moda: Magpie vende clips para el cabello y bandas para la cabeza adornadas con ratones pequeños a clientes en Gran Bretaña, Irlanda y Alemania.

Y también hay un renovado interés en Walter Potter, quien fue el pionero de la taxidermia antropomórfica en la Gran Bretaña victoriana. (No era pa-riente de Beatrix.)

Potter, quien murió en 1918, se volvió popular con sus caprichosas escenas con animales disecados en ambienta-ciones humanas.

Entre ellos etuvieron conejos escola-res escribiendo en pizarras, ardillas fu-mando puros y gatos jugando croquet.

Por NEIL MacFARQUHAR

MOSCÚ — La anexión de Crimea en marzo puso a la mayoría de los rusos en un estado de ánimo eufórico que no ha disminuido.

Esta anexión llenó al pueblo ruso con un sentido de grandeza que se había perdido, e hizo que el índice de aprobación del Pre-sidente Vladimir V. Putin se elevara por encima del 80 por ciento mes tras mes.

“Está pasado de moda no apoyar al Presidente”, dijo Olga Timofeyeva, una aliada de Putin en el Parlamento.

“No es una calificación para Putin; es una calificación para la decisión de Putin de anexar Crimea”, dijo Alexei Venedik-tov, director editorial de Ekho Moskvy, una estación de radio.

Los rusos están cada vez más preocu-pados sobre cómo detener el empeora-miento de la crisis de Ucrania. El número de quienes apoyan la anexión del sureste de Ucrania disminuyó a menos del 25 por ciento comparado con aproximadamente el 60 por ciento registrado justo después de la adquisición de Crimea, dijo Lev Gudkov, director del Levada Center, una agencia encuestadora rusa independien-te. Varios factores están detrás de eso, incluyendo una modesta inflación provo-cada en parte debido a las sanciones.

Pero aún se mantiene el cambio de áni-mo causado por la anexión de Crimea.

Ucrania y sus aliados occidentales han condenado la anexión, pero no hay señales de que alguien trate de recupe-rar Crimea.

“En la actualidad hay una especie de renacimiento. La gente siente que su país es fuerte de nuevo, pero no tiene que ver con la agresión”, dijo la socióloga Olga Kryshtanovskaya. “Tras el colapso de la Unión Soviética estuvimos perdiendo te-rritorios, perdiendo y perdiendo. Ahora, Crimea es un símbolo de que hemos deja-do de perder, de que estamos ganando”.

Incluso los críticos habituales de los asuntos rusos, en este aspecto tienden a apoyar al equipo de casa.

Para Artemy Lebedev, fundador de una firma de diseño que nunca ha tenido reparos en criticar la falta de profesio-nalismo de Rusia, Crimea fue diferente: rápido y sin sangre.

“Nací en la URSS, y sentí amargura cuando catorce países se separaron de mi país”, escribió en su sitio en Internet.

“Pero esto sucedió hace mucho tiempo, y todo el mundo se acostumbró a ello”.

Los miembros de la generación joven que se oponen a Putin dijeron haber aprendido a callarse al respecto, al me-nos en público, debido a la felicidad pre-valeciente.

El tema de Crimea surge en todas par-tes, no sólo en los debates políticos. Una compañía introdujo una barra de choco-late llamada “Crimea. Sólo intente tomar-la”. La envoltura muestra a un superhéroe con los colores de la bandera rusa. Los clientes abarrotaron una tienda departa-mental en Moscú que comenzó reciente-mente a vender camisetas que glorifica-ban a Putin y la anexión.

En la ciudad sureña de Krasnodar, el cuento de la Caperucita Roja fue reescrito para el teatro como una parábola sobre la anexión, con Crimea como la diminuta heroína, Rusia como la abuela y Estados Unidos como el lobo grande y malo.

Putin saca a colación con frecuencia a

Crimea. El 12 de junio, el día nacional ru-so, dijo: “Este año, celebramos nuestra fiesta nacional con un ánimo especial, un júbilo especial. Crimea y Sevastopol han regresado a Rusia, a su patria”.

Pero en medio del júbilo, los encuesta-dores también señalan crecientes preo-cupaciones respecto a Ucrania.

Las altas calificaciones de Putin en las encuestas sin duda están vinculadas a la implacable propaganda en la tele-visión controlada por el estado que aún promociona la anexión de Crimea como una hazaña histórica. Pero esa campaña también refleja el sentimiento público.

“La propaganda no funciona a menos que la gente quiera creerla”, señaló Gu-dkov. “Entienden por completo que es propaganda, pero, al mismo tiempo, dis-frutan esta retórica imperialista, así que siguen el juego. La mayoría de la gente a la que le preguntamos dice que la princi-pal victoria del Presidente es que logró restaurar la reputación de Rusia como potencia mundial”.

Alexandra Odynova contribuyó con reportes desde Moscú.

Crisis de Ucrania aún no disminuye el orgullo de su vecino.

FOTOGRAFÍAS POR ANDREW TESTA PARA THE NEW YORK TIMES

Margot Magpie imparte el curso Ratón Antropomórfico, donde estudiantes crean escenas victorianas con ratones muertos.

Tú pasión es comértelo. . .. . . la nuestra alimentarlo

E L M U N D O

4 DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ELISABETH MALKIN

CIUDAD DE MÉXICO — En la car-pa de circo, Bebeto Fuentes vuela en el trapecio, sube y baja parado del lomo de un caballo a trote, hace acrobacias en el trampolín y hace las veces de un payaso

melancólico.Pero una vez fuera de

la pista, se nota angus-tia en sus palabras y la preocupación tiñe su joven rostro. Si un veto a los animales de circo tiene éxito, dijo, el Circo

Hermanos Fuentes Gasca, fundado por sus abuelos, no sobrevivirá.

“Mi abuela instruyó a mi papá, y él nos enseñó a nosotros”, dijo Fuentes, de 20 años, quien se presenta con sus herma-nos como los Muchachos Fuentes. “Nací entre los tigres y los monos”.

La asamblea legislativa de la Ciudad de México votó recientemente para prohibir que los animales aparezcan en circos. El veto entrará en vigor un año después de que se publique la ley en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Eso podría demorarse algún tiempo: El go-bierno capitalino ha accedido a reunirse primero con los dueños de los circos. La prohibición refleja una creciente preocu-pación en muchos países sobre el trato a los animales de circo, alimentada por videos que han grabado grupos de los de-rechos animales.

La comunidad de circos de propiedad familiar en México argumenta que una querida tradición mexicana desapare-cería y decenas de miles de personas, muchas de ellas de clase trabajadora, se quedarían sin empleo.

“Sabemos montar un espectáculo sin animales, pero el público no lo quiere ver”, dijo Armando Cedeño, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo.

Los partidarios de la prohibición dicen que es un esfuerzo para devolverle la dignidad a los animales.

“No es parte de la naturaleza de un oso usar patines”, dijo Jesús Sesma Suárez, el diputado quien introdujo la medida. “No es la naturaleza de un tigre brincar por un aro en llamas”.

Seis Estados de México ya han prohibi-do el uso de animales en circos y hay ve-tos totales o locales en la mayoría de los países latinoamericanos. Muchos países en Europa prohíben el uso de animales salvajes en los circos y unos cuantos ex-tienden el veto a todos los animales.

Las familias circenses se preguntan porqué la preocupación de los detracto-res por los animales no se extiende a las corridas de toros. La fiesta brava está tan arraigada en la cultura, dijo Sesma Suárez, que ésa es una batalla que su Par-tido Verde Ecologista simplemente no puede ganar.

“No están en contra de las corridas de

toros, o las peleas de gallos o las carreras de caballos. Es un ataque contra el circo mexicano”, dijo Cedeño.

Las familias circenses dicen que son blanco fácil porque su público no tiene poder político.

“Este espectáculo es para la gente que no puede pagar por ir a Las Vegas a ver el Cirque du Soleil”, dijo Juventino, de 23 años y hermano de Bebeto. Un boleto pa-ra su circo podría costar el equivalente a 2,30 dólares, y el más caro cuesta 15,40 dólares. “Es la gente común y corriente la que va al circo mexicano”.

Los hermanos Fuentes dicen que la asistencia ha disminuido debido a la campaña en su contra. Ellos sostienen que eliminar a los animales de su espec-táculo ahuyentará a todo el público. “La imagen del circo son los animales”, dijo Bebeto.

Antes del espectáculo, Bebeto y Ju-ventino Fuentes se dirigieron a una área para animales detrás de la carpa insta-lada a la orilla de un estacionamiento. Un dromedario, dos llamas, una zebra y tres caballos se encontraban en rediles con aserrín fresco. Cerca, cinco tigres sibe-rianos, somnolientos después de comer, se encontraban en jaulas pequeñas.

“La mejor protección contra los tigres es mantenerlos satisfechos”, dijo Juven-tino.

A la hora del espectáculo, están som-nolientos y tienen que ser persuadidos a entrar a la pista. Se sientan en banquillos, le rugen a Alex Fuentes, de 30 años, el ter-cer hermano que es su entrenador. Dan un par de saltos por aros en llamas y luego regresan a sus jaulas a través de un túnel.

Dentro de una hora, Bebeto Fuentes lo hará todo de nuevo en la segunda función de la noche, y así será mientras el circo sobreviva. “El día en que se pongan mal las cosas”, dijo, “mis animales comerán antes que yo”.

Por JERÉ LONGMAN

CONTAGEM, Brasil — Hugo Alves solía jugar fútbol profesional. Sigue vin-culado al deporte, pero no como le habría gustado. Ahora, su uniforme consiste en una camiseta y pantalones rojos, y hace

balones de fútbol en una fábrica en prisión.

“Preferiría estar ju-gando con los balones en vez de fabricarlos, dijo Alves, de 31 años, quien cumple una con-dena de cinco años por

tráfico de drogas.Alves es uno de 80 reclusos que fabri-

can balones de fútbol en la Penitenciaría Nelson Hungría de máxima seguridad, cerca de la ciudad sureña de Belo Hori-zonte, una de las doce ciudades brasile-ñas que son sedes del Mundial de Fútbol.

Cuarenta presos trabajan ocho horas al día, cinco días a la semana, fabricando

los balones. Otros 40 prisioneros traba-jan en sus celdas, cosiendo el recubri-miento exterior de los balones en un pro-ceso de manufactura diferente.

La fábrica abrió en 2011 como parte de un esfuerzo más extenso en todo Bra-sil de levantarle el ánimo a los presos, prepararlos para la vida después de la prisión y reducir un serio hacinamiento penitenciario.

Los reclusos fabrican 400 balones al día, y ganan 543 reales brasileños (unos 243 dólares) al mes. Una cuarta parte de ello va al estado, el 50 por ciento va a los presos o sus familias, y una cuarta parte

va a una cuenta que es entregada al mo-mento de quedar libre.

Por cada tres días trabajados, se re-duce la condena de los prisioneros en un día.

Los balones de la prisión no tienen co-mo destino el Mundial de Fútbol. El balón oficial, el Brazuca, se fabrica en Paquis-tán.

Hechos para una compañía llamada Trivella, los balones fabricados por los reclusos se utilizan en la liga estatal de Minas Gerais.

“Es el mejor balón”, dijo Alves.Fabricar las pelotas se cuenta entre los

trabajos más preciados en la prisión. Sólo 120 prisioneros en cuatro penitenciarías del estado fabrican balones, dijeron los funcionarios.

Alves dijo que esperó más de un año para que lo contrataran.

Lo mejor del empleo, dijeron Alves y Graciano Antonio Barros da Mata, otro

recluso, es que ofrece alivio del tedio diario de la vida tras las rejas en un país donde las prisiones son tristemente cé-lebres por la violencia endémica y trato inadecuado.

“Es fabuloso salir de la celda y venir aquí”, dijo Da Mata, de 37 años, quien lleva 16 meses trabajando en la fábrica y cumple una condena de ocho años por asesinato. “El tiempo pasa más rápido.

Dejas de pensar en cosas malas”.

En este país loco por el fútbol, el alcance del de-porte nacional se extiende incluso a los esfuerzos de reforma penitenciaria.

Murilo Andrade Olivei-ra, secretario de adminis-

tración de prisiones en Minas Gerais, dijo: “Tomas algo que es una práctica diaria en Brasil, el fútbol, y lo asocias con esta cuestión social, la cuestión del siste-ma penitenciario, olvidado durante mu-chos años y que ahora sale a la superficie, y lo vinculas con el trabajo de los reos. Es fantástico que podemos participar un po-co en la vida del país, en lo que respecta al fútbol”.

Marroquíes aún esperan las reformas que les prometieron

Temor en circo por posible veto a animales

Talibán sigue siendo peligroso debido a su enorme riqueza

Presos brasileños acortan condena con balonesEN LÍNEA: BALÓN GLOBALLa evolución del balón de futbol:nytimes.com Busque world’s ball.

Hacen balones en la prisión: nytimes.com Busque ball bars.

ADRIANA ZEHBRAUSKAS PARA THE NEW YORK TIMES

MAURICIO LIMA PARA THE NEW YORK TIMES

FETHI BELAID/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

El rey Mohammed VI de Marruecos (centro) no ha cumplido promesas para revisar prácticas anti-democráticas.

Activistas a favor de la democracia sufren una creciente represión.

Por MATTHEW ROSENBERG

KABUL, Afganistán — A pesar de años de esfuerzos de los gobiernos occi-dentales por cortarle las vías de sustento financiero al talibán, los milicianos si-guen siendo igual de ricos, y ganan tanto dinero con el tráfico de opio, la minería ilegal, la extorsión y otros negocios, que el dinero parece ser una razón por la que muchos insurgentes siguen luchando, se-gún funcionarios afganos y occidentales.

Se cree que el talibán tuvo ingresos ré-cord el año pasado, gracias a una enorme cosecha de opio en Afganistán que ayudó a llenar las arcas insurgentes. Se predice que la cosecha de este año será aun mejor y hay una creciente preocupación entre los funcionarios de gobierno afganos y occidentales de que la salud financiera del talibán pueda extender la insurgen-cia y complicar los esfuerzos para llegar a un acuerdo de paz en momentos en que las fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiran.

Las prósperas empresas financieras del talibán contrastan con las dificultades

de los insurgentes en el campo de batalla en el último año. En gran parte del país, el talibán se ha encontrado en un impa-sse con las fuerzas afganas, capaces de lanzar ataques, pero no de controlar el te-rritorio. Tras meses de amenazas de que perjudicaría la elección presidencial de Afganistán, un número récord de afganos acudió a las urnas en abril. Una segunda vuelta de la elección se realizó el 14 de ju-nio, pero una vez más el talibán no logró perturbar los comicios. Los resultados finales se anunciarán en julio.

No obstante, el talibán sigue siendo un actor muy peligroso en Afganistán, y un reporte publicado el 13 de junio por un comité de la ONU que tenía el objeti-vo de monitorear las sanciones contra los milicianos señaló que los ingresos de la insurgencia crecen pese a sus medio-cres esfuerzos por combatir a las fuerzas afganas y extranjeras y las crecientes divisiones al interior de sus filas.

Aunque los insurgentes tienen el con-trol total de cuatro de los casi 370 distri-tos de Afganistán, comparado con diez

hace unos cuantos años, indicó el repor-te, su éxito financiero les ha permitido seguir siendo una amenaza significativa en aproximadamente la mitad del país, con “menos incentivo potencial para ne-gociar”.

Algunos funcionarios afganos y occi-dentales dijeron que muchas facciones del talibán han desarrollado un mayor parecido a los grupos del crimen orga-nizado que a una milicia islamista. De muchas maneras, el movimiento insur-gente ha empezado a asemejarse a la red Haqqani, una poderosa aliada del talibán que es principalmente considerada como una empresa criminal, dijo un funciona-rio estadounidense.

“Entre más analizamos a la insur-gencia, a sus componentes que trafican madera, joyas y opio, más vemos a indi-viduos cuyo incentivo es la codicia, no un sueño ideológico de un estado islámico puro”, dijo el funcionario, quien habló ba-jo condición de anonimato porque no está autorizado a hablar públicamente.

Un funcionario de la coalición militar

internacional en Afganistán dijo que parece haber problemas de moral en-tre combatientes, que empiezan a darse cuenta de que una victoria militar es po-co probable.

El informe de la ONU señaló que al-gunos líderes talibanes murieron el año pasado como resultado de disputas inter-nas causadas por la cambiante economía de la insurgencia.

Hasta hace poco, el talibán ganaba ingresos significativos extorsionando y, en algunos casos, financiando a negocios que proveían a tropas de la coalición en-cabezada por Estados Unidos. Pero aho-ra que la coalición se retira, el número de contratos disminuye, y los asesinatos pueden “reflejar una creciente rivalidad por recursos cada vez menores”, señaló el informe.

Aunque algunas facciones del talibán apoyan la idea de negociaciones de paz, “otras se han enriquecido descomunal-mente”, y es menos probable que vayan a respetar un acuerdo forjado por sus líderes, afirmó el funcionario occidental.

Los cálculos del costo de administrar la insurgencia cada año varían de los 200 a los 400 millones de dólares. Pero esti-mar los ingresos anuales es imposible porque no hay una manera confiable de rastrear los derivados de inversiones en negocios legítimos en Afganistán, Pa-quistán y países del Golfo Pérsico, como los Emiratos Árabes Unidos, dijo el fun-cionario occidental.

El talibán tampoco necesita contro-lar un área para ganar dinero allí. Las tropas estadounidenses y británicas lu-charon por derrotarlo antes de que las fuerzas afganas tomaran el control de la provincia de Helmand. Pero el talibán ganaba sumas importantes con el opio en áreas bajo control gubernamental.

Un grupo miliciano impulsado por la codicia y no la ideología es “sumamente peligroso”, dijo un funcionario occiden-tal familiarizado con el reporte de la ONU y sin autorización para hablar pú-blicamente. “Hace que la única victoria sostenible sea dejar en la bancarrota a tu enemigo”.

Por AIDA ALAMI

RABAT, Marruecos — Los activistas y periodistas partidarios de la demo-cracia han sufrido una creciente repre-sión a medida que el gobierno marro-quí trata de controlar a una oposición envalentonada por las revoluciones árabes de 2011.

Un periodista, Ali Anouzla, enfrenta una posible sentencia de 20 años en la cárcel bajo cargos de promover el te-rrorismo por reportar sobre un video que se cree fue grabado por un grupo miliciano. El video atacaba a la monar-quía y hacía un llamado a la jihad en Marruecos.

Otro periodista, Mustapha Hass-naoui, cumple una sentencia de cuatro años por lo que el gobierno calificó co-mo sus vínculos con jihadistas en Siria.

Mouad Belrhouat, un rapero que fue el rostro del Movimiento 20 de Febrero a favor de democracia en 2011, enfrenta un juicio por lo que él califica como car-gos fabricados, de vender ilegalmente boletos de fútbol estatales. Muchos ac-tivistas involucrados con el movimien-to fueron sentenciados por participar en una protesta sindical el 6 de abril.

En 2011, cuando los marroquíes sa-lieron a las calles, el Rey Mohammed

VI respondió rápidamente al creciente descontento al prometer una completa revisión de prácticas anti-democráti-cas pasadas, junto con mayor libertad y respeto a los derechos humanos.

También permitió la creación de una nueva Constitución, una estratagema a la cual recurrió su padre, el Rey Ha-ssan II, siete veces durante su reinado de 38 años.

Los activistas de los derechos huma-nos afirmaron que hubo mucha fanfa-rria, pero poco cambio. “En materia de derechos humanos, Marruecos es co-mo una gran obra en construcción, con frecuentes ceremonias para cortar lis-tones e inaugurar proyectos grandio-sos”, dijo Eric Goldstein, subdirector de Human Rights Watch para Medio Oriente y el norte de África. “Entre

tanto, las autoridades siguen arres-tando y encarcelando a manifestantes y disidentes bajo cargos fabricados y disuelven violentamente manifesta-ciones pacíficas, particularmente en el Sahara Occidental”.

Pero la oposición ha crecido de ma-nera significativa desde el Movimiento 20 de febrero. “Una parte importante de la clase política se negó a debatir en público las verdaderas problemáticas concernientes a los males de nuestra sociedad, específicamente el papel de la monarquía, el respeto a los derechos humanos, la distribución de la riqueza y la separación de poderes”, dijo Ma-rouane Morabit, de 28 años, un firme partidario del Movimiento 20 de febre-ro.

Ahora eso es diferente, dijo Morabit, aun cuando su amigo, Karim Lachkar, murió en circunstancias misteriosas

bajo custodia policiaca el 27 de mayo.

Mo u n i a B e n n a -ni-Chraïbi, profesora del Instituto de Estudios Políticos e Internacio-nales en la Universidad de Lausana, en Suiza, dijo: “Marruecos es uno de esos regímenes que están en una zona gris —ni completamente au-toritarios, ni democráti-cos— donde la represión es selectiva y puntual”.

“Ya que el movimiento era fuerte y el régimen, incierto, las fuerzas de seguridad andaban con sumo cuidado porque sabían que la represión masiva es lo que prende el fuego y habría ampli-

ficado el movimiento”, agregó.Los legisladores prevén presentar

proyectos de ley sobre protecciones a los derechos humanos en las próximas semanas. “Hay una voluntad para re-formar las leyes, y ha habido un debate durante más de un año. Estas cosas no pasan de la noche a la mañana”, dijo Aatimad Zahidi, un miembro del Par-lamento.

Los expertos dicen que el reino ha desacreditado a importantes fuentes de oposición política. Pero muchos creen que esa estrategia tiene límites.

“El reino desacreditó a la izquier-da, los sindicatos, la sociedad civil y ahora los islamistas”, indicó Morabit. “Pronto correrá el riesgo de un enfren-tamiento directo con el pueblo, y ya no tendrá válvulas de escape”.

DANIEL BECERRIL/REUTERS

Una manifestación en Monterrey sobre el uso de animales en circos. Bebeto Fuentes (superior), del Circo Hermanos Fuentes Gasca.

En una prisión de máxima seguridad en Brasil, ciertos reos fabrican balones para una liga local.

D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Japón desincentiva el uso de autos diminutos

Una alternativa digital para evitar la pérdida de equipaje

Europa se esfuerzapara evitar deflación

Llegar a la cima ejecutiva aún es difícil para mujeres

Por CLAIRE CAIN MILLER

Si uno fuera Marissa Mayer, de Yahoo, que gana casi 25 millones de dólares al año, la brecha salarial de género proba-blemente no sería una gran preocupación. Las mujeres que escalan las alturas del mundo corporativo estadounidense tien-den a recibir paquetes de sueldo y presta-ciones tan cuantiosos como los que se les pagan a los hombres en niveles similares. Pero ellas generalmente no llegan allí.

En la lista anual de The New York Ti-mes de los 200 presidentes ejecutivos mejor pagados en Estados Unidos, sólo figuraron once mujeres. Equilar, una firma de datos, estudió a compañías con valores de mercado superiores a los mil millones de dólares.

Los descubrimientos de los economis-tas indican que a las mujeres en puestos de alto rango generalmente les va tan bien como a los hombres de alto nivel, con algunos “peros” importantes.

La mujer mejor pagada en la lista es Martine Rothblatt, quien nació siendo un varón llamado Martin Rothblatt y se so-metió a una cirugía de reasignación de se-xo en 1995. Rothblatt fundó Sirius Satellite Radio, ahora SiriusXM, y United Thera-peutics, una compañía farmacéutica, en 1996. El año pasado, recibió 38 millones de dólares en sueldo y prestaciones.

Mayer, con 24,9 millones de dólares, fue la segunda mujer mejor pagada, se-guida por Carol Meyrowitz, quien per-cibió 20,7 millones de dólares como la presidenta ejecutiva de TJX Companies, propietaria de T.J. Maxx, la tienda de ro-pa de descuento.

Las mujeres ganan aproximadamen-te 80 centavos por cada dólar que ganan los varones. Una razón importante por la que existe esa disparidad es que las mu-jeres optan por horarios más flexibles

para pasar más tiempo con sus hijos y la gente, por lo general, no llega a la cima con un empleo con horario flexible.

Los estudios han mostrado que una discriminación sutil parece tener un papel en los sueldos y prestaciones. To-me por ejemplo el pago por desempeño. Tres estudios revelan que las mujeres en puestos de alto nivel se llevan la peor parte de las penalizaciones por desem-peño negativo.

Una señal preocupante es que se ha estancado el incremento en el número de mujeres en puestos de alto rango, según un análisis de 2013 de las 500 compañías más importantes realizado por Catalyst, una firma de investigación sin fines de lucro.

Abundan las razones. Algunas muje-res evitan los empleos muy competitivos y negocian de manera menos agresiva, algunos consejos de empresas discrimi-nan a las mujeres y algunas de ellas no quieren las largas horas y los viajes cons-tantes que conlleva el puesto más alto.

Un motivo de ello, de acuerdo con un estudio realizado por Marianne Ber-trand, de la Universidad de Chicago, con Claudia Goldin y Lawrence F. Katz, ambos economistas en la Universidad de Harvard, es que, en los negocios y las fi-nanzas, las mujeres tienen más dificulta-des para equilibrar el trabajo y la familia.

A raíz de las largas horas y la inflexibi-lidad de los puestos, descubren que deben tomarse un receso de la fuerza laboral; las mujeres con maestría que hacen una pausa en sus trayectorias profesionales nunca se recuperan en el rubro salarial.

Un resultado es que las mujeres sim-plemente no permanecen en las compa-ñías el tiempo suficiente para llegar a la cima, concluyó George-Levi Gayle, de la Universidad de Washington.

Si el mundo de los negocios en general es difícil para muchas mujeres en pues-tos ejecutivos, una industria parece ser mejor para ellas: la tecnológica.

En la lista de Equilar, la industria tecnológica tiene al mayor número de mujeres: Mayer; Virginia M. Rometty, de IBM; y Meg Whitman, de Hewlett-Pa ckard. El sueldo promedio de ellas, 17,6 millones de dólares, supera al de los presidentes varones de la industria tec-nológica, que perciben 15,9 millones de dólares. El sueldo de al menos otras tres mujeres que sirven como ejecutivas des-tacadas las habría colocado en la lista si hubieran sido presidentas ejecutivas, de acuerdo con Equilar: Safra A. Catz, pre-sidenta y directora financiera de Oracle (43,6 millones); Sheryl Sandberg, direc-tora de operaciones de Facebook (16,1 millones); y Angela Ahrendts, la nueva directora minorista en Apple. Su sueldo y gratificaciones aún no han se han dado a conocer, pero tan sólo su bono en accio-nes la pondría casi en el primer lugar de la lista, con 68,5 millones de dólares.

Una razón por la que la tecnología pue-de ser mejor para las mujeres es que la industria es joven y ágil, sin las conduc-tas arraigadas de los negocios más tra-dicionales.

Los puestos tecnológicos, por lo gene-ral, tienden a ser más flexibles en cuanto a las prioridades fuera del trabajo. No obstante, menos del 6 por ciento de los ejecutivos en la industria tecnológica son mujeres, de acuerdo con un análisis de datos de ExecuComp realizado por Gayle.

Jeffrey A. Sonnenfeld, profesor en la Facultad de Administración de Empre-sas de Yale, dijo: “Las mujeres se están destacando en la tecnología. No debería ser algo que escribas como parte de tu identidad, como una historia interesan-te. Debería ser algo común en la actua-lidad”.

Por LIZ ALDERMAN

ATENAS — En su elegante salón de belleza de tres pisos en un suburbio de clase media de Atenas, Doria Tsirigo-tis cobraba 30 euros por un corte de pelo. Pero cuando llegó una recesión, sus competidores comenzaron a re-bajar sus precios, primero a 20 euros, luego a diez e incluso a cinco.

A la larga, Tsirigotis bajó sus tarifas. Sus ingresos disminuyeron y sus deu-das se acumularon, por lo que tuvo que despedir a once de sus trece emplea-dos. El mes pasado, se contrajo a un diminuto salón en la acera de enfrente.

“Cuando los precios caen tanto, no puedes evitar seguir la tendencia”, dijo.

Aunque los consumidores reciben con agrado los precios más bajos, a los economistas les preocupa que una in-flación sumamente baja en toda la zona del euro perjudique la recuperación del bloque.

La inflación anual de la zona euro cayó al 0,5 por ciento en mayo, en com-paración con el 0,7 por ciento de abril, bajo el nivel del 2 por ciento que el Ban-co Central Europeo considera saluda-ble. Incluso en Alemania, la inflación

disminuyó al 0,9 por ciento en mayo, su nivel más bajo en cuatro años.

La situación se ha vuelto tan alar-mante que el Banco Central no sólo ha reducido su principal tasa de interés por primera vez desde noviembre de 2013, sino que comenzó a cobrarle a los bancos comerciales por conservar dinero en sus bóvedas, la llamada tasa de interés negativa. El objetivo es evi-tar que la inflación baja se convierta en deflación: una espiral de precios en picada y salarios decrecientes de la que puede ser difícil que se recuperen las economías.

“Con inflación baja, es más difícil que la deuda disminuya y que regrese el crecimiento económico, así que se po-dría tener un período de estancamien-to”, dijo Reza Moghadam, director del departamento europeo en el Fondo Monetario Internacional.

La deflación ya ha afectado a cua-tro países de la zona euro —Portugal, Chipre, Eslovaquia y especialmente Grecia, que ha sufrido una caída del 18 por ciento en los salarios desde 2008, y donde el alto desempleo ha contribuido a una baja en los precios durante más de un año.

“Grecia podría ser un indicador en términos de decirnos qué podría pasar en otros países de la zona euro que es-tán sujetos a la inflación baja y enfren-tan futuros deflacionarios”, dijo Jens Bastian, economista que, hasta este año, fue miembro de la fuerza especial de la Comisión Europea para Grecia.

La inflación griega cayó a menos de cero hace más de un año. La deflación pone en peligro la capacidad del país para cumplir con su servicio de deuda de 318 mil millones de euros, ya que los decrecientes salarios y la desacelerada

actividad económica reducen los ingresos tributarios del go-bierno.

La economía se ha reducido cerca de 25 por ciento en los últimos cinco años, lo que ha elevado la deuda como porcen-taje de la producc-ción economica. La deuda de Grecia ha subido al 175 por ciento del PIB, com-parado con el 130 por ciento en 2010. Lla inflación ayudaría a reducir el interés que el país paga por la deuda, y la defla-ción ha hecho que la carga de intereses sea mayor.

El efecto dominó de la deflación se siente en toda la eco-nomía griega. Lefteris Potamianos, un agente inmobiliario, estuvo a punto de hacer una venta poco común de un departamento en el centro de Atenas el mes pasado.

El precio del inmueble, antes de un millón de euros, había bajado a 400 mil. Pero el comprador decidió espe-rar a ver si bajaba aún más.

Potamianos perdió una comisión, y los notarios y abogados también per-dieron un negocio, igual que los remo-deladores que estaban listos para rea-condicionar el departamento. Además, el gobierno griego no recaudó alrede-dor de 70 mil euros en impuestos.

Nikolas Varelas, propietario de Va-relas Home Design, ha reducido sus precios entre un 45 y 60 por ciento. Pe-ro “las ventas aún son bajas porque la gente no tiene dinero”, dijo.

Por MARTHA C. WHITE

David Deeble abrió su maleta y se dio cuenta de que no estaba su machete. Ni su conejo de peluche ni su ropa.

Deeble, un malabarista cómico para una línea de cruceros, descubrió seis horas antes de que el buque zarpara de Singapur que en el aeropuerto había to-mado la maleta negra equivocada.

A medida que el equipaje se ha vuelto cada vez más indistinguible, los viaje-ros han probado más maneras de hacer distinguir sus maletas, como amarrar listones de colores al asa.

Ahora, algunas compañías y aero-líneas están desarrollando una alter-nativa digital a la etiqueta de papel, no sólo para ubicar maletas perdidas, sino para también agilizar la documen-tación.

British Airways espera tener una etiqueta digital disponible para los clientes para fines de este año, según dijo una vocera.

“Les ahorrará tiempo en el aero-

puerto. La etiqueta digital personali-zada cambia con el pase de un teléfono inteligente para registrar el siguiente destino del viajero”, explicó.

Air France-KLM trabaja junto con FastTrackCompany, una empresa de tecnología con sede en Londres y Ams-terdam, en un sistema de rastreo que funciona a través de una app de teléfo-no inteligente.

“Nuestro objetivo es eliminar el es-trés de viajar y ponerlo en control de su maleta”, dijo David van Hoytema, de FastTrack.

El sistema consiste en dos dispositi-vos: una etiqueta digital para la maleta y un dispositivo de rastreo colocado en el interior de la maleta que le indica al propietario su ubicación mediante una app de teléfono inteligente.

Airbus está trabajando en una male-ta con una etiqueta digital incorporada que utiliza una conexión celular más GPS para su rastreo.

La industria aérea espera que esto pueda ayudar a aliviar uno de los prin-cipales dolores de cabeza de viajar en avión: la maleta perdida.

Airbus calcula que cada año se pier-den aproximadamente 26 millones de maletas. Mientras que la mayoría son enviadas a un destino equivocado, la gente toma una porción de ellas por error.

“Ya que tantas maletas se parecen, exhortamos a los clientes a revisar el número de su boleta de equipaje al momento de recoger su maleta”, dijo Charles Hobart, un vocero de Ameri-can Airlines.

En ocasiones, incluso una maleta “diferente” puede sufrir de ser identi-ficada incorrectamente. Steve Ward, un ejecutivo que vuela con frecuencia, dijo que en una ocasión tomó sin querer una maleta que no era suya durante un viaje de esquí, aun cuando la maleta en cuestión tenía una forma extraña para darle cabida a equipo para practicar snowboarding.

“Fue increíble que alguien tuviera una maleta idéntica”, dijo.

Por HIROKO TABUCHI

SHINSHIRO, Japón — El “kei” de To-shie Yamada, con su motor miniatura y llantas diminutas, parece más un auto de juguete que un camión común y corriente. Pero no hay que subestimar a su camión Nissan NT 100 Clipper. En un mercado de productos agrícolas, donde vende orquí-deas de su granja de flores en la región central de Japón, recientemente puso en él una montaña de cajas de madera, cube-tas y una mesa plegadiza antes de subirse al vehículo y partir.

Los keis son más populares que nunca, gracias a los altos precios de la gasolina en el país, un sistema fiscal preferencial y una recuperación económica dispareja que ha convertido a esos autos en alter-nativas atractivas. Los keis tienen un consumo de combustible extraordinario comparable al del Prius, pero se venden a la mitad del precio. El año pasado, el 40 por ciento de todos los automóviles nue-vos vendidos en Japón fueron keis, una cifra récord.

Pero los funcionarios de la industria y el gobierno están cada vez más preo-cupados de que estos microvehículos se hayan convertido en una distracción pa-ra los fabricantes de autos de la nación —que aún son pilares de la economía japonesa— y se proponen desincentivar su uso entre los automovilistas. En abril, el gobierno adoptó lo que, según sus crí-

ticos, es una una estrategia dura. Los conductores de keis recibieron un golpe triple de aumentos al impuesto al valor agregado, al impuesto de la gasolina y al impuesto para autos kei. Este último tu-vo un alza del 50 por ciento.

Aunque producidos por algunos de los fabricantes automotrices más grandes de Japón, que incluyen a Nissan, Honda, Suzuki y Daihatsu, los keis no se fabrican para su exportación, en gran parte debi-

do a su tamaño y a su falta de suficiente equipo de seguridad. Por ley, los motores están limitados a 0,66 litros, similares a los de una motocicleta mediana.

“Durante años, el kei fue el auto del pueblo en Japón”, dijo Mitsuhisa Yokoya-ma, analista en SC-ABream Automotive Consulting, una firma de consultoría con sede en Tokio. “Ahora su papel ha termi-nado”.

Pero a los japoneses les encantan sus keis. En regiones rurales como Shinshi-

ro, los ingresos más bajos y escasos sis-temas de transporte público han conver-tido a los diminutos automóviles en una necesidad. En Shinshiro, aproximada-mente el 75 por ciento de los hogares tie-nen un auto kei; esa proporción se acerca al 100 por ciento en algunas partes del país, de acuerdo con la Asociación de Ve-hículos de Motor Ligero y Motocicletas de Japón, un grupo de la industria.

“En el pasado, la gente solía decir que se conformaba con un kei”, dijo Aritaka Okajima, vocero de Suzuki. “Ahora dice que quiere tener un kei”.

Aun así, el futuro es difícil para los microautos de Japón. Masanori Mitsui, presidente de Daihatsu, advirtió que es-peran que las ventas totales de keis en Japón bajen de 2,23 millones en el último año fiscal a 1,7 millones en 2015.

Los nuevos impuestos a los keis han es-timulado un debate sobre lo que algunos japoneses consideran como una creciente brecha entre ricos y pobres, debido a las reformas económicas del Primer Minis-tro Shinzo Abe.

Takeshi Suzuki, un jubilado de Shin-shiro que vende café desde la parte trase-ra de su camioneta Mitsubishi Minicab, dijo que aumentar los impuestos de los keis destruirá el espíritu emprendedor japonés. “Los keis son el amigo de la gen-te trabajadora”, dijo. “¿Cómo pueden ha-cernos esto?”.

EN LÍNEA: VIDA CON AUSTERIDADMás imágenes del impacto de la crisis de Grecia:nytimes.com Busque Mytilineos

A autoridades niponas les preocupa la gran popularidad de los kei.

ANGELOS TZORTZINIS PARA THE NEW YORK TIMES

Los precios han bajado en Grecia, donde un hombre vende perfumes en un euro.

JUSTIN SULLIVAN/GETTY IMAGES

JULIE JACOBSON/ASSOCIATED PRESS

TINA FINEBERG PARA THE NEW YORK TIMES

Las etiquetas digitales podrían ayudar a evitar equivocaciones, como la de Steve Ward.

JAMES HILL PARA THE NEW YORK TIMES

Mujeres en la cima: Sheryl Sandberg de Facebook (arriba), Angela Ahrendts de Apple, y Marissa Mayer de Yahoo (abajo).

C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Siem Reap

Krong Pursat

Moung Roessei

C A M B O Y A

RíoTonle Sap

Angkor Wat

Tonle Sap

AkolBalang

30 KMS.

VIETNAM

TAILANDIA

CAMBOYA

Á R E A E N D ETA L L E

Phnom Penh

R Í OM E K O N G

R Í OT O N L E S A P

Tonle Sap

G O L F O D ETA I L A N D I A

80 KMS.

LAOS

Por KATE MURPHY

PITTSBURGH, Pennsylvania — Los pacientes de traumatismos que lleguen a una sala de urgencias de esta ciudad después de sufrir una herida de bala o de cuchillo podrían quedar inscritos en un impresionante experimento médico. Los cirujanos les drenarán la sangre y la sustituirán con solución salina helada. Sin ritmo cardiaco ni actividad cerebral, los pacientes quedarán clínicamente muertos.

Entonces los cirujanos tratarán de sal-varles la vida.

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh han comenza-do una prueba clínica que cruza los lími-tes de la cirugía convencional y, según algunos, de la ética médica.

Al inducir la hipotermia y desacelerar el metabolismo en pacientes moribundos, los doctores esperan ganar tiempo en el cual curar las heridas de las víctimas. Pe-ro los científicos nunca han intentado na-da como esto en humanos, y los pacientes inconscientes no podrán dar el consenti-miento para el procedimiento.

“Esto es material para ‘Star Wars’”, dijo Thomas M. Scalea, de la Universi-dad de Maryland. “Si hace varios años le

hubieras dicho a la gente que haríamos esto, te habrían dicho que dejaras de fu-mar lo que estabas fumando, porque cla-ramente habías perdido la razón”.

La gente puede sobrevivir durante horas con poco o nada de oxígeno si su cuerpo se mantiene frío. Los pacientes rutinariamente son enfriados antes de procedimientos quirúrgicos que involu-cran detener el corazón. Pero la hipoter-mia terapéutica nunca ha sido probada en pacientes en los que ya ha ocurrido una herida penetrante, y hasta ahora los doctores nunca han intentado reempla-zar la sangre de un paciente completa-mente con solución salina.

En las pruebas, financiadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, médicos del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh realizarán el procedimiento sólo en pacientes que lle-guen con “traumatismo penetrante catas-trófico” y que hayan perdido tanta sangre que hayan caído en paro cardiaco. A la temperatura corporal normal, los ciruja-nos generalmente tienen menos de cinco minutos para restaurar el flujo sanguíneo antes de que se produzca daño cerebral.

“En estas situaciones, sobrevive me-nos de uno de cada diez”, explicó Samuel

A. Tisherman, principal investigador del estudio. “Queremos darle a la gente me-jores probabilidades”.

Tisherman y su equipo insertarán una sonda en la aorta del paciente, y enjua-garán el sistema circulatorio con una solución salina hasta que la temperatura corporal caiga a diez grados centígra-dos. Los cirujanos tendrán quizá una hora para reparar las heridas. Después de la operación, el equipo usará una má-quina de bypass cardiopulmonar con un intercambiador de calor para devolver la sangre.

Si el procedimiento funciona, el cora-zón del paciente debe volver a latir cuan-do la temperatura corporal llegue a entre 29 y 32 grados. Recobrar la conciencia po-dría tardar varias horas o incluso días.

Tisherman y sus colegas planean pro-bar la técnica en diez pacientes, analizar los datos, considerar cambios en el enfo-que y entonces proceder con otros diez.

El experimento oficialmente comenzó en abril y los cirujanos predicen que ve-rán aproximadamente a un paciente por mes que reúna los criterios.

Completar el estudio podría demorar un par de años. Tisherman declinó decir si ya habían operado a algún paciente.

“Si esto funciona, lo que habrán he-cho es dejar suspendidas a las personas cuando están muertas y luego traerlas de vuelta a la vida”, dijo Arthur L. Caplan, ético médico en la Universidad de Nue-va York. “Hay un grave riesgo de que no traigan de regreso a la persona a una vida cognitiva, sino a un estado vegeta-tivo”.

Pero investigadores en diversas ins-tituciones dicen haber perfeccionado la técnica en cientos de perros y cerdos du-rante la última década. Hasta el 90 por ciento de los animales ha sobrevivido en estudios recientes, la mayoría sin lesio-nes cognitivas discernibles.

Google elimina totalmente al conductor del auto

Tatuaje estoque finalde senos

Médicos prueban matar a pacientes para salvarlos

Esfuerzo para salvar lago que nutre a CamboyaPor CHRIS BERDIK

AKOL, Camboya — Cuando el Sol sale sobre el Lago Tonle Sap, los pescadores se encaminan desde aldeas flotantes co-mo ésta, pasando junto a manglares semi sumergidos y llanos inundados, para re-visar sus redes.

Todos los años, el lago rinde unas 272 mil toneladas de peces, lo que lo convier-te en uno de los ecosistemas de agua dul-ce más productivos del mundo. Eso y las inundaciones en la temporada de mon-zones, que lo acrecientan a hasta cinco veces su tamaño en la temporada seca, le han ganado al lago el apodo de “el cora-zón palpitante de Camboya”.

Pero el Tonle Sap está en dificultades debido a la sobrepesca, la tala de man-glares que albergan a crías de pez, las represas hidroeléctricas río arriba y las temporadas secas que se estima serán más largas y calurosas.

Keo Mao, un pescador de 42 años de Akol, dijo que espera que sus cinco hijos puedan encontrar una alternativa a la vi-da que ha mantenido a su familia durante generaciones. “Ahora el lago realmente no es tan bueno”, dijo. “Hay demasiada gente”.

Ahora, un equipo internacional de in-vestigadores se ha integrado a los pesca-dores locales en un proyecto para salvar el Tonle Sap. Los científicos están cons-truyendo un modelo computacional pa-ra predecir cómo diferentes decisiones económicas, regulatorias y de desarrollo podrían afectar a este ecosistema, y pa-ra planear un camino sustentable hacia adelante.

Los pescadores locales son cruciales para el proyecto. Han recolectado peces en pequeñas redes de investigación, ano-tado su especie, largo y peso, y cortado pedazos de sus colas para someterlos a pruebas de ADN.

La población de Camboya crece casi un 2 por ciento al año. Muchos camboyanos rurales fueron desplazados cuando te-rrenos se cedieron a grandes empresas agrarias emigraron al Tonle Sap.

Entre 1998 y 2008, el período más re-ciente analizado, el número de pesca-dores de tiempo completo en Tonle Sap aumentó en un 38 por ciento, a 38.200, y el número de campesinos a las orillas del lago, muchos de quienes pescan de me-dio tiempo, aumentó en un 33 por ciento, a 520.800.

El modelo de Tonle Sap, diseñado para buscar lo inesperado, investigará la posi-bilidad de que un incremento en la pesca de hecho pudiera resultar en más peces en el lago.

Kevin McCann, ecologista en la Uni-versidad de Guelph, en Ontario, dijo que si los pescadores extraen todo lo que atrapan en sus redes, las especies que su-frirán más serán los peces más grandes, que crecen y se reproducen lentamente. Cuando haya menos peces grandes que se coman a los peces pequeños, los que se multiplican con rapidez, el resultado se-

rá más peces en general pero una menor biodiversidad.

Datos sugieren que en el curso de la última década, el lago ha estado perdien-do sus peces más grandes —bagres que pesan más de 200 kilos, mantarrayas con envergaduras de dos metros, carpas siamesas más grandes que los pescado-res que las atraparon— mientras que la captura de la minúscula trey riel ha au-mentado ligeramente.

Los modelos climáticos predicen tem-poradas secas más largas y calurosas en

el sureste de Asia, y monzones más inten-sos. Ambos podrían afectar los patrones de migración y desove de los peces del Tonle Sap, dijo Sovan Lek, un ecologista en la Universidad Paul Sabatier, en Tou-louse, Francia.

“En Europa, el agua puede pasar de muy fría a muy cálida, del invierno al verano”, dijo. “Aquí, la temperatura es estable durante todo el año, así que la adaptación a un cambio será más difícil”.

Las represas planeadas río arriba mu-chas veces son descritas como una nece-

sidad. Pero las presas tropicales generan energía sólo durante algunas décadas, mientras que el Tonle Sap ha alimentado a Camboya durante siglos. Alrededor del 60 por ciento de la pesca en el interior de Camboya proviene del Tonle Sap.

Las 1,5 millones de personas que de-penden directamente del Tonle Sap, en su mayoría familias pescadoras y cam-pesinas, son uno de los factores más grandes en predecir el futuro del lago. Cómo reaccionen a los cambios en el la-go va a ser crucial. Si el botín pesquero disminuye en un tercio, por ejemplo, los pescadores podrían tener que pasar aún más tiempo en sus barcos, aventurarse en aguas ilegales donde no se permite la pesca, o recurrir al cultivo de arroz, que alteraría el ecosistema.

El geógrafo Evan Fraser ha explorado estos escenarios con los residentes del Tonle Sap. Su investigación sugiere que las estrategias adaptativas correctas podrían significar la diferencia entre una transición tolerable y un desastre.

Por JOHN MARKOFF

MOUNTAIN VIEW, California — Los humanos podrían ser el único problema que Google no puede resolver.

Durante los últimos cuatro años, Goo-gle ha estado trabajando en autos que se conducen solos, con un mecanismo que le devuelve el control del volante al conduc-tor en caso de una emergencia. Pero las mentes más brillantes de Google ahora dicen que no pueden hacer que esa trans-ferencia funcione en el futuro cercano.

¿Su solución? Eliminar totalmente al conductor de la ecuación de manejo.

La empresa ha empezado a armar una flotilla de 100 vehículos eléctricos experi-mentales que prescindirán de todos los controles comunes de los automóviles modernos. El vehículo de dos asientos tie-ne un cierto parecido con el Fiat 500 o el auto Smart de Mercedes-Benz, menos el

volante, pedal de aceleramiento, freno y cambios de velocidades.

Las únicas cosas que controla el con-ductor son un botón rojo “e-stop” para detener el auto en una emergencia, y un botón de arranque separado.

Uno podría llamar al auto mediante una aplicación de teléfono inteligente. Recogería a un pasajero y se dirigiría au-tomáticamente a un destino selecciona-do en una app de teléfono inteligente sin intervención humana. Un uso potencial: taxis que se conducen solos.

Sergey Brin, uno de los fundadores

de Google, quien está involucrado en el programa de investigación, dijo que la empresa decidió cambiar el proyecto automotriz hace más de un año, tras un experimento en el que los empleados de Google utilizaron vehículos autónomos para trasladarse diariamente al trabajo.

No hubo choques. Pero los ingenieros de Google se dieron cuenta de que no funciona pedirle a un pasajero humano —quien podría estar leyendo, soñando despierto, o incluso dormido— que se hi-ciera cargo en caso de una emergencia.

“Vimos cosas que nos pusieron un po-co nerviosos”, dijo Christopher Urmson, experto en robótica y líder del proyecto automotriz en Google.

Los vehículos tendrán sensores elec-trónicos que pueden ver 180 metros en todas las direcciones. El frente del auto se fabricará de un material parecido a la

espuma por si la computadora falla y el vehículo impacta a un transeúnte. Tiene la apariencia de un auto burbuja del fu-turo.

La nueva estrategia de Google difiere de lo que muchos competidores están haciendo. Mercedes, BMW y Volvo han lanzado autos que tienen la habilidad pa-ra viajar sin intervención del conductor

en circunstancias limitadas, aunque nin-guno elimina al conductor por completo.

Volvo dijo que para 2017 planea poner a prueba los autos con clientes reales en las calles en Gotemburgo, Suecia, donde tiene la empresa tiene su casa matriz.

El prototipo de Google para sus au-tos nuevos los limitará a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora. Le ha ordenado 100 autos a un fabricante en el área de Detroit, que se rehusó a identi-ficar.

Tendrán un rango de operación de unos 160 kilómetros, impulsados por un motor eléctrico parecido al del Fiat 500e, dijo Ur-mson. Deben estar listos para rodar en las calles a principios del próximo año.

El esfuerzo de Google por transformar el transporte moderno “llevará tiempo, mucho tiempo”, dijo Brin. “Pero creo que tiene mucho potencial”.

Por CAITLIN KIERNAN

FINKSBURG, Maryland — Una sala de tatuajes en Finksburg se ha convertido en una meca para una clientela inusitada: mujeres con cán-cer de mama.

Las mujeres que se han sometido a tratamiento por cáncer de seno acuden a raudales a Little Vinnie’s Ta ttoos en busca de una cosa: un ta-tuaje tridimensional realista de un pezón realizado por Vinnie Myers, su propietario.

Se ha corrido la voz sobre sus habi-lidades entre las mujeres que se han practicado una cirugía por cáncer de mama. Más de cinco mil mujeres —entre ellas esta escritora— han via-jado desde tan lejos como India para que Myers, que cobra de 600 a 800 dó-lares, reconstruya sus pechos.

Una vez que se le realiza una mas-tectomía a una mujer, el nuevo seno es un lienzo en blanco. Aunque la ope-ración puede recrear el tamaño y la forma del seno natural de la paciente utilizando tejido de su propio cuerpo o implantes, la piel más obscura y sensible del pezón y la areola por lo general se remueve completamente.

Los injertos de piel pueden recrear la apariencia del pezón original, pero el procedimiento no es popular por-que “la mayoría de las pacientes no desea otra operación y otra cicatriz”, dijo Leo Keegan, profesor clínico asistente de cirugía en la Escuela

Icahn de Medicina, en Mount Sinai, Nueva York.

En cambio, muchos médicos y pa-cientes optan por una versión tatua-da de un pezón, a menudo realizada por un cirujano de reconstrucción de senos con sólo unas cuantas horas de capacitación en tatuajes. Por lo gene-ral, el resultado sólo tiene un pareci-do superficial con un pezón real.

Myers originalmente se especiali-zaba en tatuajes coloridos y únicos en su clase. Pero en una fiesta, en 2001, entabló una conversación con una mujer que trabajaba con un cirujano plástico.

“Me dijo que tenían dificultades para tatuar a sus pacientes de cán-cer y me preguntó si yo podría ir a ayudar a corregir algunos de ellos”, contó Myers. Después de hacer unos cuantos trabajos, se dio cuenta de la necesidad de que artistas capacita-dos del tatuaje se involucraran en la reconstrucción de senos.

A medida que Myers desarrollaba su técnica y aumentaba su actividad, le quedaba poco tiempo para otros tatuajes.

En 2010, decidió renunciar a los ta-tuajes de pezones, pero dijo que el día que iba a dejar de aceptar citas para ello, su hermana lo llamó para decir-le que tenía cáncer de seno. Myers lo tomó como una señal.

Hoy, está más ocupado que nun-ca, con una lista de espera de cuatro a seis meses. Ha reclutado a su hija, Anna, de 19 años, para ayudarlo. Cuando concluya sus estudios en li-cenciatura en arte, en 2017, ella pla-nea aprender de su padre a hacer ta-tuajes de pezones.

KASSIE BRACKEN/THE NEW YORK TIMES

Los tatuajes de Vinnie Myers dan la ilusión de pezones.

FOTOGRAFÍAS POR CHRIS BERDIK FOR THE NEW YORK TIMES

La sobrepesca, las represas hidroeléctricas y el cambio climático amenazan el Tonle Sap. El tiburón negro habita el lago. La aldea flotante de Akol (arriba).

CENTRO MÉDICO DE LA UNIVERSIDAD DE PITTSBURGH

GOOGLE

Artista de tatuajes toma la batuta de los cirujanos.

Autos de Google carecen de controles como volantes y frenos.

EN LÍNEA: PRUEBAS SIN MANOSVideo de personas probando el transpor-te que se conduce solo:nytimes.com Busque ‘Google car’

THE NEW YORK TIMES

En una simulación, médicos practican un procedimiento que implica drenar la sangre y reemplazarla con solución salina.

L A F O R M A E N Q U E C O M E M O S

DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Viñedo sobrevivela historia

Mezcla de sabores globales y locales en Panamá

Los panaderos alemanes defienden sus tradiciones

Cooperativa lleva fruta feia a mesas de Portugal

Por RAPHAEL MINDER

LISBOA — Isabel Soares cuidadosa-mente seleccionaba sus frutas y verdu-ras un día reciente. Tomó un manojo de espinaca cuyas hojas se habían vuelto amarillas. Luego, unos tomates cuya piel estaba dañada por el sol y mordeduras de insectos. Finalmente, tomó unas calaba-zas que habían crecido tan deformes que se curveaban para casi formar una dona.

Eran perfectas para ella.En una época en que los problemas

económicos se prolongan para muchos en la Unión Europea, cuyo gusto por las regulaciones se ha extendido incluso a la forma, tamaño y color de los alimentos que consumen sus ciudadanos, Soares ha apostado en que hay un mercado para las frutas y vegetales considerados de-masiado feos por los burócratas guber-namentales, los supermercados y otras tiendas como para ser vendérselos a sus clientes.

Hace unos siete meses, ella y un grupo de voluntarios fundaron una cooperati-va llamada Fruta Feia. Ha tenido éxito entre los consumidores en dificultades, se ha ganado aplausos de los partidarios escandalizados por el excesivo desper-dicio de comida de Europa, y le ha dado

una cachetada discreta a los legisladores la Unión Europea. A su propia manera, y sin aspavientos, ha trastocado las ideas de lo que es hermoso, o por lo menos con-sumible.

“Las normas de la Unión Europea es-tán basadas en la idea errónea de que la calidad tiene que ver con la apariencia”, dijo Soares, de 31 años, quien antes tra-bajó en Barcelona como consultora de energía renovable.

Europa desperdicia 89 millones de to-neladas de comida al año, de acuerdo con un estudio de los gobiernos holandeses y suecos, que hizo un llamado a la Unión Europea “a reducir la cantidad de des-perdicio de comida causado por el siste-ma de etiquetado”.

Soares calcula que un tercio de las hortalizas de Portugal se desperdician debido a los estándares establecidos por los supermercados y sus consumidores. También afirma que el desperdicio es un ejemplo impactante de la intervención regulatoria de la Unión Europea.

Las reglas de Europa en materia de co-mida durante mucho tiempo han ayuda-do a alimentar un sentimiento anti-euro-peo, particularmente en Gran Bretaña, donde los tabloides ridiculizaron a los

burócratas de Bruselas por presunta-mente tratar de prohibir los “plátanos doblados” o “pepinos curvos”. Hace seis años, la Comisión Europea decidió redu-cir su lista de reglas para las hortalizas, de 36 a 10.

Para productos como los tomates, que continúan en la lista, la legislación euro-pea establece requisitos mínimos, inclu-yendo que los tomates lleguen “limpios, prácticamente sin cualquier materia ajena” y “con apariencia fresca”. La ley entonces los coloca en tres categorías, incluyendo una inferior que permite de-fectos. Pero los supermercados por lo ge-neral optan por una categoría de tomates que permite sólo “un ligero defecto en ta-maño y desarrollo”.

Soares dijo que ella puede vender sus productos sin violar las leyes de la Unión Europea porque las reglas de mercadeo de Europa se aplican sólo a alimentos etiquetados o empaquetados, que no es su caso.

Desde su creación, Fruta Feia tiene una lista de espera de mil clientes y ha vendido 21 toneladas de comida en dos centros de distribución en Lisboa. La asociación tiene 420 clientes registrados, quienes pagan una cuota de membresía de 6,81 dólares además del costo de su caja de comida semanal, 4,77 dólares por una caja que contiene más de tres kilos de frutas y vegetales.

Al principio, dijo Soares, tuvo dificulta-des para convencer a los campesinos de venderle la comida indeseada.

“Creo que algunos sospechaban que yo era una inspectora de salubridad encu-bierta”, dijo.

Ahora, recibe una cálida bienvenida de Paulo Dias, quien administra una granja familiar en Cambaia, a unos 72 kilóme-

tros de Lisboa y es un proveedor de So-nae, una de las empresas de supermer-cados más grande de Portugal. La granja cubre unas 7,5 hectáreas.

De su producción anual de unos 900 kilos de tomate, Dias dijo que alrededor de una cuarta parte no cumplen los es-tándares de calidad de Sonae y se botan a la basura.

Fruta Feia compra las hortalizas no deseadas aproximadamente a la mi-tad de precio del que los productores lo venden a los supermercados. “Me hace sentirme bien saber que mis tomates no se desperdician y que la gente que qui-zás tenga poco dinero puede comer algo que es igual de bueno que lo que podrían obtener en el supermercado si pudieran pagarlo”, dijo Dias.

En una época de austeridad y un des-empleo del 15 por ciento en Portugal, Fruta Feia ha atraído a clientes gracias a sus precios bajos, pero la mayoría de sus clientes dijo querer apoyar a la agricultu-ra local y reducir el desperdicio.

Por MELISSA EDDY

SCHOPFHEIM, Alemania — Los domingos por la mañana, la fila en la puerta trasera de la panadería de Fritz Trefzger se extiende por todo el patio mientras los clientes esperan su opor-tunidad para pasar al santuario que es su cocina.

Una vez allí, pueden tomar sus pe-queños bollos alargados de pan blanco y sus primos más obscuros con semi-llas, recién salidos del horno. Pero lo que es igualmente importante para el panadero maestro, también pueden ob-servarlo mientras tuerce un hermoso pretzel de piel dorada a la perfección —grueso en la parte baja, con los brazos colgando de ambos lados— con giros expertos de la muñeca.

Trefzger dijo que la idea detrás de abrir su cocina al público fue atraer a clientes y enviarle un mensaje a aque-llos tentados a comprar sus bollos do-minicales en el supermercado, que han convertido a la tradicional panadería alemana en una especie en peligro de extinción.

“Quería que ellos mismos vieran, de cerca, lo que hacemos”, dijo Trefzger, de 58 años, quien heredó la panadería de su padre en 1989. “Es importan-te que la gente aprenda a valorar el oficio ar-tesanal tradicional de hornear pan”.

La tecnología indus-trial de horneado y congelación ha hecho posible que los bo-llos, panes y pasteles producidos en masa sean embarcados a su-permercados, donde pueden calentarse y venderse por una frac-ción del precio de su equivalente elaborado a mano.

Trefzger y otros panaderos están tomando acciones para crear una con-ciencia de lo singular que son las tra-diciones panaderas amenazadas de Alemania. Están tendiéndole la mano a los jóvenes por medio de los sitios de medios sociales para atraer a más de ellos al oficio.

El año pasado, la Asociación de Pa-naderos Alemanes incluso solicitó que la tradición panadera del país fuera honrada con un reconocimiento espe-cial y protección al agregarla a la lista de patrimonios de la humanidad de la UNESCO.

El número de panaderías alemanas se redujo 3,6 por ciento el año pasado. Hoy, sólo hay 13.171 en un país de unos 80 millones de habitantes. Hace seis dé-cadas, había más de 55 mil panaderías tan sólo en la ex Alemania Oriental.

En los últimos siete años, el número de jóvenes capacitándose para ser pa-naderos se redujo en un tercio, a 26.535 en 2013.

“Hasta los años 60, el pan servía como la fuente central de nutrición en

Alemania”, dijo Peter Becker, presi-dente de la Asociación de Panaderos Alemanes. “La gente incluso trazaba una cruz en la parte superior del pan como señal de agradecimiento. Ese sig-nificado se ha perdido”.

Siegfried Brenneis, de 48 años, miembro de un grupo élite de panade-ros alemanes que participan en compe-tencias internacionales, se lamentó de que los alemanes no aprecien la impor-tancia cultural de su pan tradicional, que incluye tres mil variedades.

Schopfheim se destaca como una ex-cepción. Para un poblado de sólo 19 mil habitantes, tiene una densidad inusual de panaderías tradicionales.

El crédito de tal diferencia se lo lle-van panaderos como Trefzger. Los

domingos vende entre 200 y 300 de los panes conocidos en diferentes rincones del país como “wecken”, “schrippen” o, más comunmente, “brötchen”.

Becker dijo que hay planes para ha-cer un programa de televisión de rea-lidad que llevará a los televidentes al interior de las cocinas de panaderos en todo el país para encontrar al mejor panadero de Alemania.

Pero algunas de las ideas más pro-metedoras han surgido de la genera-ción más reciente de panaderos, como Jörg Schmid, de 29 años, y Johannes Hirth, de 28.

Ellos dos han creado videos de lo que llaman panadería extrema, que inclu-ye cosas como hornear en una camio-neta convertida y acondicionada con un par de mesas cerveceras y un horno en una cocina móvil. También ofrecen una serie de cursos, como Horneado de Pan 2.0, en sus panaderías, que han atraído a cientos de participantes.

“Esto demuestra que la gente está interesada en la panadería”, aseguró Hirth.

Por NEIL MacFARQUHAR

YALTA, Crimea — Las cavernosas bodegas de los viñedos Massandra son testimonio tanto de la conmoción de la historia como del persistente atractivo del vino producido en las empinadas la-deras volcánicas de Crimea.

El Zar Nicolás II fundó Massandra en 1894 para producir vino para su palacio de verano; el águila bicéfala de su sello aún es visible en algunas botellas polvo-rientas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Stalin ordenó que se removieran 60 mil botellas de las mejores cosechas.

“El Zar, la URSS, Ucrania, Rusia”, enumeró Valentyn Mytyayev, director de comercio internacional del viñedo, mientras caminaba entre las 971 mil bo-tellas de la bodega.

“¡Mire! Revolución. Guerra civil. Guerra Mundial”, dijo, apuntando hacia fechas significativas de Rusia y de la his-toria mundial: 1905, 1917 y 1944. “Estuvi-mos trabajando todo el tiempo a través de la historia”.

Con la repentina anexión de Crimea por parte de Rusia, en marzo, la bodega nuevamente ha cambiado de manos, del gobierno ucraniano al de Moscú. La úni-ca constante, como dijo Mytyayev, es que el promedio anual de 300 días soleados de Crimea producen una cosecha estable de uvas dulces.

La agricultura es un sector crucial que el Kremlin espera rejuvenecer para con-vertir a Crimea en una historia de éxito económico. El nuevo gobierno espera ex-plotar la industria vinícola en particular para atraer más turistas, y ha culpado a Ucrania de descuidar a ambos sectores cuando administraba Crimea.

Mientras gran parte de Crimea se la-mentaba por las habitaciones de hotel vacías y la falta de turistas, que son una piedra angular de la economía, el equipo en Massandra estaba de excelente áni-mo. Dijeron que los vinos volaron de los estantes de sus tres tiendas en abril, en vías de duplicar las ventas del año pasa-do.

El viñedo señaló que muchos rusos que visitan por primera vez han comprado con entusiasmo los souvenirs líquidos. La ex bodega del Zar hoy produce diez millones de botellas al año.

El gobierno confía en que la incerti-dumbre generada por los acontecimien-tos en Ucrania no desalentarán a los co-leccionistas lejanos. En un día reciente, un comprador londinense y uno mosco-

vita eran esperados para la comida.

Nikolay Boyko, director de Ma-ssandra, dijo que consideraba su vi-sita como una señal alentadora.

Tanto para Rusia como para Ucrania, Massandra ha sido un destino para dignatarios extranjeros.

El libro de casi cinco centímetros de grosor editado para su aniversario 115 mostraba fotos de visitantes como Ho Chi Minh de Vietnam, Josip Broz Tito de Yugoslavia y otras numerosas lumina-rias de la galaxia comunista.

Massandra ha sido considerado un poco aparte desde su concepción. Fue popular entre los miembros de la alta sociedad artística que veraneaban cer-ca del Zar. Nacionalizado en 1922, luego de la Revolución Rusa, siguió siendo una atracción popular.

Una ley de 1936 que conserva las bo-degas bajo protección estatal sigue en vigor. Cuando Mikhail Gorbachov, como Secretario General del Partido Comunis-ta, inició una campaña contra el alcohol a fines de los años 80, los viñedos de toda Rusia fueron eliminados. Pero Massan-dra se salvó.

“Massandra es un país diferente, como El Vaticano en Italia”, dijo Boyko. “Vivi-mos de acuerdo con nuestras propias le-yes y regulaciones”.

Por NICHOLAS GILL

Cien años después de que se inauguró el Canal de Panamá —que continúa lle-vando a inmigrantes de diferentes etnias cuyos alimentos dominan la escena culi-naria de la ciudad de Panamá— ha surgi-

do una nueva gastrono-mía panameña, que es introspectiva al mismo tiempo que acoge su di-versidad.

La capital panameña tiene muy pocos plati-llos originales. Es más

probable cenar spanakopita o chow mein que patas de cerdo en escabeche o el gui-sado de pollo llamado sancocho. Pero eso está cambiando. Por todos lados, chefs jó-venes adaptan ingredientes locales a las tendencias globales, que van desde carne asada del sur de Estados Unidos hasta fu-sión japonesa-peruana.

El movimiento es fomentado por Pa-namá Gastronómica, un evento anual que desde 2010 lleva a chefs extranjeros a Panamá para que le den cátedras a estudiantes culinarios. La conferencia, a fines de agosto, se realiza en el marco de un festival más grande y público que sirve como vitrina para restaurantes y productos panameños, que van desde camiones de comida ambulantes como

La Tapa de Coco, que vende platillos pa-nameños de origen africano, hasta Pro-yecto Paila, un colectivo culinario que vende salchichas picantes hechas con el ají chombo local.

“Tenemos todos los elementos para inspirarnos: productos, un país hermo-so con historia, un grupo de chefs inquie-tos”, dijo Elena Hernández, presidenta de Panamá Gastronómica. “Es un mo-mento histórico, en el que la cocina se ha vuelto muy importante”.

En Humo, en el vecindario de San Francisco, Mario Castrellón, su pro-pietario y chef ejecutivo, adapta carne

asada estadounidense a los ingredientes panameños. Hay falda de res que ha sido ahumada con madera de nance y pulpo de granja con jarabe de caña de azúcar.

Gran parte de los productos agrícolas provienen de Maito, el restaurante cer-cano que Castrellón abrió hace cuatro años. Tiene un jardín orgánico, donde cultiva culantro, ají chombo, ñame y mi-crogerminados. El restaurante ofrece menús de degustación de diez platillos que reflejan la historia del canal, al incor-porar las diferentes etnias involucradas en su creación y las plantas y animales que lo rodean, en platillos como Ta-Bien, un tamal relleno de mariscos y envuelto en hoja de plátano, y la sopa won ton con achiote.

El chef español Andrés Madrigal algu-na vez estuvo al frente de diversos restau-rantes madrileños como Balzac y Alboro-que. En agosto, abrió Madrigal en un edi-ficio bellamente renovado de dos niveles en el distrito histórico del Casco Viejo.

El 90 por ciento de los ingredientes son panameños, pero él les da su propio giro, como rellenar canelones con ropa vieja o crear un pie de queso invertido inspirado en el Valle de Antón, un poblado en el crá-ter de un volcán inactivo, con migajas de chocolate que representan el suelo volcá-nico, con flores comestibles encima.

PATRICIA DE MELO MOREIRA/AGENCE FRANCE PRESSE — GETTY IMAGES

EN LÍNEA: NINGÚN DESPERDICIOHortalizas desairadas por supermerca-dos van a Fruta Feia:nytimes.com Busque ‘Ugly Fruit’

JAMES HILL PARA THE NEW YORK TIMES

En las bodegas de los viñedos Massandra, fundados en 1894 en Crimea, hay 971 mil botellas.

NICHOLAS GILL PARA THE NEW YORK TIMES

En Madrigal, un pie de queso inspirado en un poblado en el cráter de un volcán.

DANIEL AUF DER MAUER PARA THE NEW YORK TIMES

El panadero Fritz Trefzger ha abierto su cocina para que la gente aprecie su producto.

Hogazas producidas en masa amenazan a las tradicionales.

PATRICIA DE MELO MOREIRA PARA THE NEW YORK TIMES

Fruta Feia vende

hortalizas sin aspecto

perfecto, como esta

fresa, para ayudar a la economía.

Cajas de “limones

feos”.

A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 22 DE JUNIO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JON CARAMANICA

NUEVA YORK — En 2001, Todd Kreid-ler desayunó con su jefe, el dramaturgo August Wilson. Kreidler ayudaba a Wil-son con una obra de teatro, pero en reali-dad estaba allí para aprender lo que Wil-son quisiera enseñarle. Y esa mañana, el tema fue Tupac Shakur.

Wilson estaba exasperado con su em-pleado. “Realmente no conoces ‘Dear Mama’”, dijo, sobre la emblemática oda de Shakur a su madre. Wilson compró una copia del álbum “Me Against the World” de Shakur y la puso en manos de Kreidler.

“Tu vida no contiene nada que esa música no tenga”, le dijo Wilson, según recordó Kreidler. “Hay amor, honor, de-ber, traición, amor a un pueblo. ¡Hay un universo entero en esa música!” Le dijo a Kreidler que no volviera los ensayos has-ta que la hubiera absorbido toda.

Así que el día en 2010 cuando Kreidler abrió un paquete con 23 de los CDs de Shakur y dos libros de sus escritos, con la tarea de crear un musical basado en ellos y arraigado en las palabras del rapero, estaba preparado.

El resultado es “Holler if Ya Hear Me”, que debutó en Nueva York el 19 de junio, y entreteje 21 canciones de Shakur en una historia sobre una comunidad que lucha para extraer la esperanza de las garras de los arraigados males sociales. Dicho de otra forma, no es una versión de Broadway ni una visión de la vida de Sha-kur, sino más bien la transferencia de sus palabras a un contexto emocional.

“Es una historia sobre el amor incon-dicional que realza todas sus palabras”, dijo Kenny Leon, el director del musical.

Pero es una pregunta abierta si el pú-blico habitual de Broadway, o incluso los asistentes al teatro de raza negra y clase media, pueden encontrar lugar en sus corazones y billeteras para Shakur. El hip-hop ha incursionado en Broadway antes, pero “In the Heights”, obra gana-dora de cuatro premios Tony tanteó el terreno Off Broadway primero, y no tuvo

que lidiar con una estrella implícita que sigue siendo polémica años después de su muerte.

La producción de ocho millones de dólares se estrenó directamente en Broadway. Luego de que influyentes productores se negaron a involucrarse, Eric Gold, un representante veterano de Hollywood, y Shin Chun-soo, un empre-sario teatral sudcoreano, invirtieron en la obra.

Asesinado en 1996 en un caso que aún no ha sido resuelto, Shakur sigue siendo una de las figuras más celebradas del hip-hop. Fue prolífico y contradictorio,

hijo de activistas que firmó, tarde en su carrera, un contrato con Death Row, la disquera que introdujo el gangsta rap al ámbito musical masivo.

“Holler if Ya Hear Me” —cuyo título es tomado de una canción de Shakur— en general evita su biografía, por razones artísticas, y porque el equipo creativo no tenía los derechos de la historia de su vida.

El musical es el resultado de casi quin-ce años de conversaciones intermitentes entre Afeni Shakur, la madre del rapero, quien también es productora de la obra, y Leon y Gold.

“Para contar su historia correctamen-te, necesitas el contexto mayor de la ex-periencia negra en Estados Unidos”, dijo Gold. Tanto él como Afeni Shakur pensa-ban que Wilson, dos veces ganador del Premio Pulitzer por obras de teatro en su ciclo de diez obras sobre la vida estadou-nidense negra, era la persona indicada para la tarea. Wilson se negó y después de que murió, en 2005, el proyecto quedó en el limbo durante varios años, hasta que Leon hizo una alianza con Kreidler.

“El hecho de que los críticos a menudo dicen que Pac es contradictorio es ex-celente material para un dramaturgo”,

dijo Kreidler del proceso en el cual diseccionaba la letra de las canciones para forjar una narrativa.

El resultado es una inter-pretación inesperadamente utópica de la obra de Shakur. Al repartir sus canciones entre diferentes personajes, Kreidler asumió una posición filosófica: la idea de que Sha-kur es universal, que una par-te de él puede encontrarse en todo el mundo.

La historia gira en torno a un grupo de amigos que se reúnen en una cuadra: sus fa-milias, sus decisiones buenas y malas, y sus relaciones.

Christopher Jackson inter-preta a Vertus, un hombre rudo reforma-do que intenta encontrar su camino hacia la luz. Saul Williams ocupa el papel clave de John, recién salido de la cárcel y con una nueva conciencia.

Tanto Williams como Jackson tienen antecedentes que abarcan el hip-hop y el teatro tradicional. Y ambos sentían una conexión visceral con Shakur: re-cordaban haber llorado al enterarse de su muerte.

“Pac era tan perspicaz”, dijo Williams. “Es increíble cuánto corazón, vulnerabi-lidad, pasión y empatía había en su mú-sica”.

Musulmán y gay sin pretextosTren viajaen una eradel hielo

Autor cautiva con detalles mundanos

La música de Tupac está en todos

FOTOGRAFÍAS POR FRED R. CONRAD/THE NEW YORK TIMES

Saul Williams (centro) en “Holler if Ya Hear Me”, un musical basado en las canciones y la poesía de Tupac Shakur.

Por LIESL SCHILLINGER

Karl Ove Knausgaard, un autor noruego apuesto, alto y taciturno, ha tenido hipnotizado al establishment literario desde que en 2012 empezó a aparecer en inglés “Mi lucha”, su no-vela autobiográfica en seis partes, de 3.600 páginas.

Con un tono directo y desenvuelto, los libros combinan un micro enfoque en el detalle granular de la vida diaria (cuidado infantil, abarrotes, discusio-nes con amigos) con serias reflexiones sobre el arte, la muerte, la música y la ambición.

Al calificar estos dos elementos co-mo “auto ficción” y “reflexión”, el no-velista Jeffrey Eugenides, ganador del Premio Pulitzer, dijo que mezclarlos como lo hace Knausgaard es algo que “nadie había hecho antes”.

Muchos de sus colegas han reaccio-nado de manera similarmente boquia-bierta.

“Los leo compulsivamente. No pue-do dejar de hacerlo”, dijo Jonathan Le-them. “A veces aparece un escritor que simplemente exige que uno haga fila

para el siguiente libro”.El tercer tomo de la saga de Knaus-

gaard se trata de su vida como hijo, es-poso, padre y escritor.

Muchos quizá no hayan oído hablar de Knausgaard o tal vez el volumen proustiano de su obra y la inseguridad de qué les depara ese título amenaza-dor los ha desalentado de emprender la lectura. (“Mi lucha”, o “Min Kamp” en noruego, es “Mein Kampf” en alemán, título del tristemente célebre manifies-to de Hitler.)

“Mi lucha” revela a un hombre bien intencionado y dudoso de sí mismo, de cuarenta y tantos años, quien intenta encontrarle el sentido a las heridas emocionales de su infancia, edificar una vida personal con significado y cumplir sus ambiciones creativas. La novela contiene cada uno de los aspec-tos de esta empresa, incluyendo lar-gas digresiones que describen visitas a la gasolinera, a una peluquería o a una tediosa fiesta para niños de dos y

tres años.Lorin Stein, editor de The Paris

Review, defendió tales disgresiones. “Está interesado en entrar con la ima-ginación a la mente del niño que fue o el hombre que fue”, dijo Stein. “Incluso tratándose del hombre que era hace un día”.

Un tema surge en cada volumen. El Libro 1, “La muerte del padre”, arma los efectos colaterales de la muerte del padre alcohólico y distanciado de Knausgaard. El Libro 2, “Un hombre enamorado” aborda el matrimonio de Knausgaard con su segunda esposa, Linda, su paternidad involucrada y su determinación de escribir. En el Libro 3, “Infancia”, regresa a su infancia y la resume de una manera bastante direc-ta, llenando las interrogantes que sal-pican al Libro 1. Los Libros 4, 5 y 6 apa-recerán en inglés dentro de dos años.

¿Por qué “My Struggle” ha entusias-mado de tal manera al mundo litera-rio? Los árbitros de mayor juicio se muestran inusitadamente exuberan-tes en sus explicaciones. Stein dijo que el invento de Knausgaard de un “na-rrador que es una persona real y está a cargo de la historia” ha “solucionado un gran problema de la novela contem-poránea”.

Lethem (autor de “Huérfanos de Brooklyn” y “La fortaleza de la sole-dad”) la llamó “un brillante retrato del presente”, al añadir: “Estás en la presencia de una voz que es imponen-temente consciente y ejerce su total capacidad para decir lo que tiene en mente. Y eso es hipnotizante”.

El coro de aclamación literaria no es unánime. El escritor William De-resiewicz criticó “Mi lucha” en The Nation, al llamar a la prosa “un regis-tro llano de detalles superficiales, sin cobrar vida por el toque de arte lite-rario”.

Jonathan Callahan (autor de “The Consummation of Dirk”) dijo perci-bir una urgencia en la obra de Knaus-gaard. Sheila Heti, autora de “¿Cómo debería ser una persona? Una novela desde la vida”, sugirió otras razones para el interés compulsivo: “Hay tan-to que puedes ver en ella. Es como una mancha Rorschach. Ves en ella un re-flejo de ti mismo”.

Los noruegos —incluso los que no escriben— evidentemente coinciden. Se ha vendido medio millón de copias en ese país, que tiene una población de sólo cinco millones de habitantes. Poco después de que apareció el primer volu-men en Noruega, en 2009, “Mi Lucha” se volvió tan popular, recordó Geoff Mulligan, editor en Gran Bretaña de Knausgaard, que algunas oficinas en Oslo declararon “días libres de Knaus-gaard”, en los cuales “no se permitía hablar sobre su obra al socializar los viernes”.

Por MEKADO MURPHY

En el thriller de ciencia ficción “Snowpiercer”, la lucha de clases viaja en tren.

Esta película, estrenada este mes en Estados Unidos, imagina un futuro en el que el esfuerzo por controlar el calenta-miento global resulta en una nueva era de hielo que vuelve inhabitable al pla-neta. Los últimos miembros de la raza humana viven en un tren con un motor de movimiento perpetuo, que viaja so-bre una vía que circunnavega al mundo. Igual que en un tren de la actualidad, a los pasajeros se les asignan asientos por clase. La clase más pobre y más baja que-da relegada a la inmunda cola del tren, mientras que los viajeros ricos viviendo en los opulentos vagones delanteros. Pero las masas, lideradas por la estrella Chris Evans, organizan una revuelta (los villanos incluyen a Tilda Swinton) y tra-tan de alterar la división de poderes.

“Snowpiercer” representa el debut en inglés del director surcoreano Bong Joon-ho, quien basó su filme en la novela gráfi-ca francesa “Le Transperceneige”. Bong, fan de los cómics, descubrió la novela grá-fica en una tienda de Seúl en 2005.

“Tuve suerte, porque en ese entonces, fuera de Francia, Corea era el único país donde se publicó esta novela gráfica en particular”, dijo vía telefónica desde su hogar en Seúl.

La película traza marcados contrastes visuales entre las clases. Aunque muchas de las ideas de Bong se basaron en la no-vela gráfica, su película sigue adelante por su cuenta con audaces decisiones de diseño.

Al frente del tren, los sobrevivientes vi-ven muy bien, con un acuario, un sauna, salones de fiesta y una piscina que ocupa

todo un vagón. El carro está rodeado de vidrio, lo que permite a los nadadores ver el paisaje de montañas nevadas a su alre-dedor.

La vida es deprimente para los pasa-jeros más pobres. Subsisten con trozos gelatinosos de proteína y su alojamiento es apretado y abarrotado.

Las imágenes de la disposición de vi-viendas en áreas pobres de Hong Kong y

otros países inspiraron el diseño del set.“Si se comparan las secciones con una

tienda departamental de lujo o un hotel de primera clase, todos los cuartos son real-mente coloridos y estilizados”, dijo Bong. “Pero si entras a la sección exclusiva del personal, ves cemento, tuberías y sucie-dad. La idea era abordar la película de tal manera que uno realmente pudiera notar los diferentes tonos en el tren”.

Por AIDA ALAMI

PARÍS — Nació en el interior de la bi-blioteca pública de Rabat, en Marrue-cos, donde su padre trabajaba como conserje y su familia vivió hasta que tenía dos años. Durante la mayor par-te de su infancia, ocultó su sexualidad tanto como pudo, pero su comporta-miento afeminado fue causa de burlas y maltrato, aun cuando más tarde se convertiría en fuente de inspiración artística.

Hace casi ocho años, el autor Abdellah Taïa, ahora de 40 años, declaró abier-tamente su sexualidad ante el público marroquí en sus libros y en los medios noticiosos, al aparecer en la portada de una revista bajo el título “Homosexual contra todos los pronósticos”.

Fue una decisión que lo convirtió en una de las pocas personas que han de-clarado públicamente su orientación sexual en Marruecos, donde la homo-sexualidad es un delito. Lo más difícil fue enfrentar a su familia.

En febrero, Taïa exhibió su filme “Salvation Army” (Ejército de Salva-ción) en el Festival Nacional de Cine de Tánger, una adaptación de su libro del mismo título, y un prometedor debut como director que le dio al mundo ára-be su primer protagonista homosexual en la pantalla. La película ha participa-do en festivales en Nueva York, Toronto y Venecia, y ganó el Gran Premio en el Festival de Cine de Angers, en Francia.

“Salvation Army” se basa en la vida del autor mientras crecía en Marrue-cos, su despertar sexual, su fascina-ción con un hermano 20 años mayor que él, sus encuentros con hombres mayores en callejones oscuros y su compleja relación con su madre y seis hermanas, quienes se burlaban de él por ser demasiado afeminado o estar demasiado apegado a ellas.

“Muchos hombres en Marruecos tie-nen relaciones sexuales con hombres, pero yo me veía femenino, así que era el único homosexual”, dijo. “En Marrue-

cos, hay tensión sexual en todas partes y yo quería mostrar eso en mi película sin tener escenas crudas de sexo; quise mantenerme fiel a esa conducta sigilo-sa”.

Una noche, cuando tenía trece años y estaba con su familia, unos hombres ebrios en la calle le gritaron pidiéndole que los complaciera. Después de eso, decidió cambiar su imagen y eliminar su amaneramiento afeminado para evitar que los hombres le pidieran fa-vores sexuales. Se esforzó en aprender francés para poder mudarse a Europa y escapar de la opresión.

Taïa pasó su infancia viendo películas egipcias, que detallaba en un álbum de recortes. La libertad en el cine egipcio, donde las mujeres aparecían sin el velo islámico y se consumía alcohol abierta-mente, le dio esperanza. “Las películas egipcias me salvaron”, señaló.

Dijo que se considera musulmán. “No quiero desasociarme del Islam”, explicó. “Es parte de mi identidad”.

Sus libros han provocado algunas re-señas y reacciones negativas. Su forma de escribir, en particular, ha sido criti-cada como indisciplinada, por parecer dictada. Otros dicen que es la crudeza de la redacción la que hace que su obra sea auténtica y conmovedora.

Taïa dijo que siempre quiso conver-tirse en cineasta. Se volvió autor por accidente después de escribir todos sus pensamientos y experiencias en un diario para aprender francés.

Hoy, ha enmendado sus relaciones con la mayoría de los miembros de su familia, aunque sigue distanciado de su hermano mayor. Su madre murió poco después de que Taïa declaró su homo-sexualidad.

Aún así, a Taïa le resulta muy difícil ir a casa. “No puedo hablar con ellos”, dijo. “Soy un ser humano. Ellos esta-ban avergonzados de mí. Siempre sen-tí que lo estaban. No quiero que estén orgullosos de mí. De todas formas, no lo están”.

MICHAEL NAGLE PARA THE NEW YORK TIMES

Karl Ove Knausgaard ha tenido gran éxito con un estilo de redacción autobiográfico.

Saul Williams y Christopher Jackson tienen antecedentes en el hip-hop.

ZODDD

MISERIA HACINADA de ‘’Snowpiercer’’ evoca barriadas.

JAE HYUK LEE

LOS POBRES en la cola del tren se levantan contra los ricos.

Meditación seria sobre el arte, la muerte, la música y la ambición.