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Toulmin, Stephen et al. (1984) Introducción al Razonamiento. Nueva York: Macmillan Publishing Company. 27 La argumentación en ciencias En toda época y cultura, los seres humanos han compartido ciertas ideas acerca del mundo natural. Numerosos aspectos de la naturaleza han provocado inicialmente admiración y curiosidad y estas reacciones dieron origen tanto a la reflexión como a la acción. Han estimulado, por un lado, la discusión intelectual y la crítica y, por otro lado, el desarrollo de técnicas prácticas y rituales religiosos. De este modo, modelos de vida e instituciones han sido creados más o menos adaptados a diferentes visiones del mundo. En los comienzos, los aspectos de la naturaleza centrales para el pensamiento humano y la acción generalmente reflejaban las condiciones locales de la vida humana. En culturas de áridos desiertos los pueblos estaban preocupados por el agua en todas sus formas; en las culturas árticas, con el fuego y el calor; y así sucesivamente. Entonces, como es comprensible, aquellas cosas que tenían más poder para influenciar la vida de la comunidad fueron los puntos de partida para diferentes argumentos colectivos acerca de “la naturaleza de la naturaleza”. Las necesidades prácticas y teóricas requerían que las concepciones resultantes acerca del mundo natural fueran adecuadamente realistas. Un granjero que careciera de expectativas confiables acerca de la sucesión de las estaciones en su región -calor y frío, lluvia y sequía- fracasaría en las tareas de un granjero. Cualquiera que estuviera reñido con los profundos poderes de la naturaleza estaría asimismo en desventaja para labrarse una vida segura y ordenada. Todas las culturas humanas, como resultado, han tenido a su disposición un cuerpo de ideas colectivas que son 1

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Toulmin, Stephen et al. (1984) Introducción al Razonamiento. Nueva York: Macmillan Publishing Company.

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La argumentación en ciencias

En toda época y cultura, los seres humanos han compartido ciertas ideas acerca del mundo natural. Numerosos aspectos de la naturaleza han provocado inicialmente admiración y curiosidad y estas reacciones dieron origen tanto a la reflexión como a la acción. Han estimulado, por un lado, la discusión intelectual y la crítica y, por otro lado, el desarrollo de técnicas prácticas y rituales religiosos. De este modo, modelos de vida e instituciones han sido creados más o menos adaptados a diferentes visiones del mundo.

En los comienzos, los aspectos de la naturaleza centrales para el pensamiento humano y la acción generalmente reflejaban las condiciones locales de la vida humana. En culturas de áridos desiertos los pueblos estaban preocupados por el agua en todas sus formas; en las culturas árticas, con el fuego y el calor; y así sucesivamente. Entonces, como es comprensible, aquellas cosas que tenían más poder para influenciar la vida de la comunidad fueron los puntos de partida para diferentes argumentos colectivos acerca de “la naturaleza de la naturaleza”. Las necesidades prácticas y teóricas requerían que las concepciones resultantes acerca del mundo natural fueran adecuadamente realistas. Un granjero que careciera de expectativas confiables acerca de la sucesión de las estaciones en su región -calor y frío, lluvia y sequía- fracasaría en las tareas de un granjero. Cualquiera que estuviera reñido con los profundos poderes de la naturaleza estaría asimismo en desventaja para labrarse una vida segura y ordenada.

Todas las culturas humanas, como resultado, han tenido a su disposición un cuerpo de ideas colectivas que son generalmente aceptadas por proveer la más precisa y completa descripción de los trabajos de la naturaleza. Todas las culturas humanas han desarrollado instituciones que encarnan esos modos de pensar. Y todas las culturas se han asegurado institucionalmente la transmisión crítica de esas ideas. Entre estos amplios límites, existen grandes variaciones:

1. En algunas culturas, estas ideas compartidas son transmitidas bastante explícita y articuladamente de generación en generación en una forma literal que puede ser aprendida y repetida, comprendiendo tanto poesía mitológica tradicional como teorías científicas actuales. En otras, son transmitidas implícitamente de manera no verbal, a través de prácticas tradicionales y rituales de la cultura.

2. En algunas culturas, estas ideas son la propiedad general de la comunidad entera, siendo enseñadas a la totalidad de cada nueva generación de niños. En otras, son restringidas a ciertos grupos limitados, como los clérigos o los miembros de gremios de artesanos.

3. En algunas culturas las ideas aceptadas son expuestas a la reconsideración consciente y crítica y mejoradas. En otras, son tratadas de modo conservador y forman una ortodoxia estratégica protegida por la costumbre contra la crítica y el cambio.

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A pesar de todas estas variaciones es generalmente fácil identificar los modos en que una cultura maneja y transmite su propia interpretación colectiva de la naturaleza y reconocer qué oportunidades existen dentro de esa cultura para la discusión crítica de dichas ideas. Donde esas ideas y concepciones son expresadas articuladamente y abiertas a la crítica pública, pueden ser clasificadas apropiadamente como científicas, y la interpretación colectiva de la naturaleza corriente en dicha cultura se aproxima a la condición de nuestras ciencias naturales. Sin embargo, a pesar de que cada cultura puede poseer algunas ideas colectivas sobre el mundo natural, no todas las culturas poseen algo que podamos denominar ciencias naturales. Cada comunidad humana tiene que descubrir por sí misma las virtudes de un cuerpo explícito y articulado de ideas “científicas” y las instituciones independientes para criticarlas y perfeccionarlas,

Para nuestros actuales propósitos daremos por supuestos los valores básicos de la empresa científica –incluyendo la necesidad de la crítica científica- y consideraremos:

1. Qué foros para la argumentación requiere el resultante debate “científico”.2. Qué tipos de razonamiento práctico son característicos de esas distintas formas.3. Más específicamente, qué clase de argumentos (alegatos; fundamentos;

garantías, y otros) son típicamente inherentes a estas discusiones científicas.

LA NATURALEZA DEL EMPRENDIMIENTO CIENTÍFICO

Cualquiera sea su contenido específico, la ciencia de cualquier período revelará tres rasgos muy generales, que determinarán en gran medida el campo abierto a la crítica o la argumentación.

1. Debe tratar con ciertos asuntos amplios y familiares acerca de la naturaleza del mundo sobre los que cualquier visión científica del mundo se supone que podrá describir.

2. Debe proveer algún cuerpo sistemático de ideas para utilizar teniendo en cuenta el curso observado de acontecimientos naturales, junto con procedimientos reconocidos para criticar y mejorar estas descripciones.

3. Debe existir un grupo, o grupos, de personas en la sociedad que tienen la responsabilidad de preservar y transmitir esta tradición crítica.

Asuntos amplios y familiares

Cuatro tipos generales de asuntos (problemas) han surgido para las ciencias naturales, en cualquier lugar y tiempo:

• ¿Qué clases de objetos hay en el mundo de la naturaleza?• ¿Cómo están compuestos estos objetos, y cómo su constitución afecta su

comportamiento u operación?

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• ¿Cómo estos objetos llegaron a estar compuestos tal cual son?• ¿Cuáles son las funciones características de cada objeto natural y de sus partes?

Los científicos han tratado sobre estos asuntos con mayor o menor entendimiento, usando diferentes terminologías y teorías, pero todas las interpretaciones “científicas” del mundo han incluido interpretaciones sobre estos temas. En realidad, cuando el filósofo-científico griego Aristóteles analizó los trabajos de la ciencia en el siglo cuarto a. de C. describió estos mismos problemas básicos en términos comparables. Todo lo que hay en la naturaleza, dijo, debe ser explicado teniendo en consideración cuatro clases, que describió como ”de qué clase es”, “de qué está hecho”, “qué lo originó” y “para qué”. Aquí podemos ver el primer reconocimiento explícito de nuestros propios cuatro asuntos científicos básicos: el de clasificar los objetos de la naturaleza, el de esclarecer su composición y modo de operación, el de reconstruir sus orígenes, y el de entender sus modos inherentes de funcionamiento.

Un cuerpo sistemático de ideas

Tanto si organizan sus teorías alrededor de estructuras matemáticas y principios mecánicos como si no lo hacen, los científicos de todas las culturas desarrollan procedimientos sistemáticos para representar el mundo natural y su composición, funciones y orígenes. (Esto puede incluir “leyes naturales” o programas de computación, taxonomías o gráficos, métodos de inferencia o cálculo, narrativas históricas o teorías infinitas.) En cada tiempo y lugar dado, en efecto, podemos considerar el sistema de representación aceptado en forma corriente como una definición del contenido de su tradición científica: es el mejor intento de dicha cultura hasta la fecha para generar concepciones realistas acerca del mundo natural.

Algunas culturas son, por supuesto a-científicas, o aún, anticientíficas en sus modos de pensar acerca de la naturaleza. En ciertas sociedades altamente estables, como China clásica, la actitud general hacia la naturaleza fue sumamente conservadora, y existía un estrecho margen para someter las ideas a la crítica racional. En tales contextos, el cambio intelectual era percibido como subversión o corrupción, y nuestra propia cuestión central -“¿Qué hace que un argumento científico sea bueno o acertado?”- tuviera escasa o ninguna aplicación a sus actividades intelectuales.

Organizaciones científicas

Podemos reconocer cómo el carácter y la fuerza de la argumentación científica están relacionados con las metas del mayor emprendimiento científico, solamente concentrándonos en esas culturas que verdaderamente tienen “ciencia” y exponen sus ideas acerca de la naturaleza a la crítica racional y su modificación. Esto implica observar el mundo científico profesional de los departamentos universitarios y las sociedades científicas, publicaciones científicas, premios Nobel, referentes y demás, puesto que son estas instituciones profesionales las que determinan el carácter de los foros en los que la argumentación científica avanza y es juzgada.

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No necesitamos entrar en detalles sobre las diferencias entre los foros de argumentación en una u otra cultura. Lo que interesa aquí es el núcleo común de características que todos estos distintos focos comparten. La misión de todos estos foros es proveer las condiciones bajo las cuales las ideas recibidas pueden ser abierta y efectivamente mejoradas, condiciones en las que los nuevos conceptos e hipótesis pueden ser desarrollados en forma segura con tal profundidad que sus implicaciones se tornen aparentes, y estas nuevas ideas puedan ser subsecuentemente evaluadas y seleccionada, de tal modo que las innovaciones valiosas puedan ser aceptadas e incorporadas a la tradición corriente de ideas científicas. Esas ideas que sobreviven esta evaluación crítica serán “buenas” como ideas científicas. Si se producen suficientes fundamentos y argumentos suficientemente sólidos para demostrar claramente sus méritos, eso significará que su base científica es también sólida 1. Donde la evaluación crítica muestra ambos requerimientos cumplidos podemos estar satisfechos porque la argumentación práctica ha demostrado las base “racionales” de esas nuevas ideas.

Entonces, al analizar y criticar los argumentos de los científicos deberemos tener en cuenta tres cosas: (1) los propósitos generales de la ciencia, (2) los tipos particulares de ideas y teorías en curso en un momento en un campo dado, y (3) las instituciones en que se realiza el trabajo científico.

LOS FOROS DE LA ARGUMENTACIÓN CIENTÍFICA

Frente a este panorama general, deberíamos enfocar ahora:

1. Los procedimientos que los científicos emplean al tratar sus problemas.2. Los convenios institucionales en que dichos asuntos son abordados.3. Las consecuencias de estos aspectos para el carácter de la argumentación

científica.

Así como los propósitos generales de la ley imponen un carácter adversario en gran parte de la argumentación legal, el propósito general de la Ciencia asegura que el razonamiento y la argumentación en las ciencias naturales persigan el consenso.

En un nivel superficial, el problema de la ciencia pareciera tener un aspecto adversario, pero en nivel más profundo están orientados hacia el consenso, o el acuerdo racional, entre las partes involucradas. Imaginemos que un científico propone algunas hipótesis radicalmente nuevas en bioquímica, o geofísica, o fisiología del cerebro. Al comienzo habrá serias diferencias de opiniones entre los científicos involucrados. Tanto como individuos así como grupos colectivos (o “escuelas”), pueden argumentar ferozmente acerca de la nueva sugerencia, acerca de si debe ser aceptada o rechazada, y aún sobre si debe ser tomada seriamente o ser simplemente ignorada. Cuando esto sucede, puede haber mucho en juego para los participantes individuales – sus prestigios personales, perspectivas en la carrera profesional y su continuidad – de modo que la cuestión científica de que se trate puede al principio ser combatida con tanta pasión, intensidad, y hasta encarnizamiento como en cualquier juicio legal.

A pesar de todo, sería un error pensar que como científicos naturales cada grupo tiene un interés directo en el triunfo de su argumento y en la derrota del otro. En las cortes 1 “sound”: firme, fuerte, sólido, estable, solvente, seguro, fidedigno, correcto, acertado, exacto.

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legales, perder un caso puede tener graves consecuencias personales. Puede significar pagar un millón de dólares en daños, o pasarse veinte años en prisión. En una disputa científica, por el contrario, ninguna parte gana una causa “a expensas” del otro. Hablando con propiedad, mejor dicho, ambas partes son “beneficiarias” del resultado. Si resultamos incapaces de justificar nuestros alegatos científicos frente a la crítica o si debemos conceder que un oponente científico ha hecho un buen alegato que nosotros en un principio rechazábamos, podemos sentir disgusto personal o decepción. Pero no hemos perdido nada en nuestra capacidad como científicos,- excepto nuestras previas creencias infundadas. Aún cuando el estilo de la argumentación científica se vea contencioso, disputado y adversario, la resolución exitosa de las cuestiones científicas es en beneficio profesional de todos los científicos por igual. Por consiguiente, mientras que profundos y genuinos conflictos de interés tornan inevitable que los procedimientos en una corte legal tiendan a adquirir un carácter básicamente adversario, las instituciones profesionales científicas están organizadas para promover metas e intereses comunitarios y colectivos, y los conflictos de interés resultantes dentro de estas son transitorios e incidentales.

Los procedimientos actuales del debate y la evaluación científica incluyen ciertos elementos estilizados del proceder adversario. Teóricamente, cada científico individual es capaz de ser su propio crítico más severo, y sus escritos deben discutir con especial cuidado y seriedad las objeciones en contra de sus propias nuevas ideas. Por lo tanto, en principio, no hay necesidad de confrontaciones frontales en las ciencias naturales del tipo de las inevitables en un juicio legal. Sin embargo, frecuentemente es más conveniente para diferentes científicos actuar como “abogados” en pro y en contra de una nueva sugerencia. Comúnmente, un artículo expuesto a publicación en una revista científica, por ejemplo, es enviada a un anónimo “árbitro” que analiza los argumentos presentados y señala la atención sobre cualquier debilidad obvia. La seriedad con que otros científicos consideran cierta publicación, de hecho refleja su confianza en sus procedimientos arbitrales. De modo similar, en los encuentros científicos, los científicos individuales normalmente no presentan sus nuevas ideas sin reservas y desprovistas de crítica, sobre las bases del “tómala-o-déjala”. Mejor aún, un comentarista que ha leído el nuevo artículo con anterioridad expone su propia evaluación y crítica en la misma ocasión en que las ideas son presentadas, de tal modo que la audiencia escucha más de una visión sobre el asunto de que se trata.

De este modo, la empresa intelectual de las ciencias naturales está estructurada para servir a la función crítica de la que dependen la confiabilidad y “racionalidad” de las ideas científicas. A la larga, la búsqueda colectiva de la “verdad” -o, por lo menos, de mejor ciencia- puede resultar para el beneficio compartido de todos los científicos por igual, pero el mejoramiento a corto plazo de las ideas científicas se promueve más eficientemente si los científicos individuales “toman partido” temporariamente actuando como “abogados” o “procuradores” en pro y en contra de las nuevas ideas o hipótesis y argumentan sus méritos y defectos con un gran compromiso personal. De aquí la extraña mezcla de los procedimientos adversarios en el corto plazo y las metas del consenso en el largo plazo características de la argumentación científica. Los intereses básicos de todos los científicos por igual dependen en el acuerdo razonado acerca de qué nuevas ideas sobre el mundo natural serán aceptadas como realistas y cuáles serán rechazadas por inadecuadas. A este respecto, el factor consenso en el razonamiento científico es dominante. Pero si debemos tener las garantías que necesitamos sobre que este acuerdo al final es genuinamente “razonado”, debe haber métodos críticos para probar públicamente esas ideas a la luz de

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severas críticas, y los procedimientos necesarios a la evaluación crítica comprenderán inevitablemente elementos adversarios.

LA NATURALEZA DE LOS ASUNTOS CIENTÍFICOS

¿Cuál es la naturaleza el carácter general de las tareas intelectuales que los científicos asumen? y ¿Cómo participan el razonamiento y la argumentación en el cumplimiento de estas tareas? Los científicos se comprometen en diferentes clases de ocupaciones. Diseñan y construyen aparatos experimentales, hacen cálculos matemáticos, programan computadoras, y realizan estudios de campo; escriben artículos, participan en discusiones públicas, comentan sobre ideas de otros; proponen y discuten nuevas hipótesis, teorías, explicaciones, clasificaciones, y demás. Sin embargo, toda esta variedad de actividades están referidas a brindar una mejor descripción, o “representación”, de aspectos de la naturaleza que no son tratados en forma adecuada en nuestro imagen científica del mundo.

Esta observación da origen a dos preguntas:

1. ¿Cuáles son las señales de que algo debe ser explicado científicamente?2. ¿Cuáles son los indicadores de que los científicos han tenido éxito en explicarlo

de manera aceptable?

¿Qué cosas necesitan ser explicadas?

Primero, ¿cómo sabemos cuando un aspecto de la naturaleza necesita ser explicado? ¿Cuándo reconocemos algo que genera un asunto genuino para la investigación científica? Ciertamente, no todo lo que sucede constituye un problema para la ciencia. Muchos acontecimientos suceden de manera que no provocan ningún comentario científico especíal ni cuestionamiento. Esto puede deberse a que a que “son esperables”:

Tiro un vaso sobre el piso de cemento y se rompe ¿Y qué? Es un suceso tan poco sorprendente que no provoca ninguna cuestión para la ciencia. Si no se hubiera roto, eso podría haber motivado un cuestionamiento científico: “¿Por qué no?” ¿Habrá tenido el vaso alguna sustancia antes de caer que lo protegió de romperse? ¿Habrá tenido que ver el ángulo en que cayó? o ¿De qué otro modo podremos explicar que fallara en romperse como se esperaba?

Los cuestionamientos científicos surgen de inmediato acerca de las anomalías, es decir, eventos que ocurren en contra de nuestras expectativas razonables, de nuestras “presuposiciones” científicas.

Alternativamente, algunos eventos suceden de modos ampliamente impredecibles simplemente porque las condiciones naturales de las que dependen son demasiado complejas para ser registradas y controladas. Pero esto no los hace misteriosos desde el punto de vista científico. El pronóstico meteorológico, por ejemplo, presenta algunos serios desafíos para la ciencia, encontrar formas de encuadrar el curso observado de los sucesos meteorológicos con los principios aceptados de la ciencia física. Pero eso no significa que los científicos sientan alguna responsabilidad en explicar cada cambio climático día a día o minuto a minuto. Presumiblemente esos cambios ocurren de un modo perfectamente inteligible por algunas fluctuaciones locales menores en las condiciones atmosféricas, pero,

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normalmente, no se servirá ningún interés científico real por el hecho de registrar cual fue la fluctuación. Sólo si una anomalía significativa puede ser demostrada –por ejemplo, una tormenta que aparece “de la nada” bajo condiciones atmosféricas que aparentemente descartaban esa posibilidad- habrá entonces una cuestión científica genuina a encarar.

Otra forma de exponer el mismo punto es decir lo siguiente “No todo lo que sucede es un fenómeno.” Ese vocablo es utilizado en ciencias para marcar acontecimientos –especialmente tipos generales de acontecimientos- que desafían ideas existentes clamando así por investigación y explicación científica. Los argumentos de rutina y los cálculos sobre eventos que no presentan problema pueden ser importantes para otros propósitos, en medicina, tecnología, u otros, pero sólo hacen un marginal aporte a la ciencia en sí misma. Estas aplicaciones de rutina de los resultados de la investigación científica como medios para los fines prácticos de otros (físicos, diseñadores industriales, y otros) dejan el juego entre nuestras ideas y el mundo tal como estaba antes y por lo tanto no hacen nada para “avanzar” la empresa científica o promover los propósitos de la ciencia.

¿Cómo sabemos cuando algo ha sido explicado?

Una vez que hemos reconocido una anomalía o fenómeno, ¿cómo decidimos luego cuando ha sido explicado satisfactoriamente? Esa es una cuestión más compleja para la que no hay una respuesta muy breve. Para comenzar, daremos algunos ejemplos particulares como demostraciones de los tipos específicos de explicaciones que son comúnmente aceptables en ciencias naturales. Para este propósito emplearemos ejemplos cotidianos familiares en vez de técnicos sofisticados. Después continuaremos para dar una exposición más completa acerca de los modos generales en que dichas explicaciones contribuyen a la exitosa prosecución de la empresa científica.

Podemos dividir nuestros tipos específicos de explicación en cuatro grupos. Podemos explicar eventos, objetos, o fenómenos relacionándolos con otros cosas que ya conocemos, ya sea por el tipo de objeto que estamos tratando, o acerca de su constitución material, o acerca de su historia o desarrollo, o acerca de su propósito o efecto.

Explicación por tipo

PROBLEMA: Su mascota roedor no come ni corre y simplemente yace como un ovillo en una rincón de su caja; sin embargo, no parece haber muerto, ni demuestra señal alguna de enfermedad grave. ¿Qué se le ocurre de este hecho sorprendente’

SOLUCIÓN: Estamos en diciembre, y su mascota es un lirón. Los lirones son una especie que hiberna pasando el invierno en esta condición de letargo, pero vuelven a ser activos en la primavera.

Esta clase de ejemplo es particularmente fácil de encajar en nuestras normas corrientes y algunos lógicos las han considerado como el ejemplo general para todas las clases de explicaciones científicas. (“Su roedor está aletargado porque es un lirón”, “su pájaro es negro porque es un cuervo”; etc.). En este caso, la garantía o fundamento (warrant) es evidentemente la proposición general acerca de la especie lirón, esto es, “Los

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irones pasan el verano en condición de letargo”. Citando este ítem general de información zoológica, y señalando el hecho adicional acerca de la situación presente, (está comenzando el invierno), quien le responde le brinda una solución perfectamente razonable para su problema, Figure 27-1.

R

G

Por lo tanto,

F Por lo tanto, M A

Figura 27-1

En un nivel más técnico, pueden surgir asuntos semejantes acerca de la relación entre clases más o menos amplias de cosas, no sólo entre individuos particulares (como su lirón mascota) y las especies a las que pertenecen. Por ejemplo:

PROBLEMA: ¿A qué orden botánico pertenece el espárrago?SOLUCIÓN: El espárrago carece de los llamativos capullos en forma de trompeta

que solemos asociar con lilas, pero tiene muchos de los rasgos menos obvios (R1, R 2, R3.. . . )- número de estambres, tipo de hojas, y otros- que son característicos del orden Liliaceae; y además, su inflorescencia se parece, aunque en miniatura, a las del aloe, que es un miembro de dicho orden.

Aquí podemos nuevamente ubicar nuestro argumento en nuestro formato standad (Figura 27-2), pero los fundamentos serán ahora todas afirmaciones generales, en lugar de particulares.

Esta clase de explicaciones no está restringida a los seres vivos. Los fenómenos físicos, también, a veces presentan regularidades similares, como mencionamos en el Capítulo 13, cuando utilizamos una explicación meteorológica de los frentes fríos para ilustrar las relaciones entre fundamentos y alegatos, garantías y respaldo (backing). En lugar de lirones y espárragos, podríamos haber utilizado tornados o torbellinos:

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La experiencia de los estudios de campo y experimentos zoológicos han establecido hasta el

momento que:

Las especies que hibernan, incluido el lirón, suelen pasar el invierno en condición de letargo

Su mascota es un lirón, y el invierno ha comenzado.

Es de esperar que Su lirón está en letargo

R

G

Por lo tanto,

F Por lo tanto, M A

Figura 27-2

PROBLEMA: El tornado arrancó el techo de las escuela de enfrente y del almacén detrás de nuestra casa. ¡Cómo puede ser que no hayamos sido afectados?

SOLUCIÓN: Las nubes en forma de embudo que generan los tornados a la altura del suelo descienden de nubes superiores, en condiciones meteorológicas apropiadas y se desplazan generalmente en trayectorias lineales. Pero frecuentemente se extienden y retraen al avanzar, de tal modo que tocan bajo sólo en ciertos puntos de su trayectoria salteando árboles y edificios entre medio.

Para destacar nuestro punto acerca de las anomalías como fuente de cuestiones científicas, vale la pena analizar este caso como un argumento de dos niveles. Inicialmente, quien indaga debe mostrar sus razones para considerar que su problema involucra una anomalía genuina. Sólo en forma subsecuente quien responde ofrece una explicación en respuesta, y esta explicación trata precisamente con los puntos que el interrogado había observado como anómalos. (ver Figura 27-3).

En los dos casos, similarmente, una mascota roedor que no come ni corre, puede entenderse como enfermo o muerto, mientras que los espárragos a primera vista no parecen miembros del orden Liliaceae. En cualquier caso, la anomalía debe ser ser establecida al principio –el lector puede plantear el Nivel 1 por sí mismo- y la explicación final ofrecida en el Nivel 2 demuestra cómo esta anomalía puede acomodarse a ideas científicas en curso.

Explicación por la composición material Este grupo comprende una variedad de diferentes clases de casos. Par empezar con una variedad similar, consideraremos la idea de

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Estudios comparativos sobre varias familias y grupos de plantas monocotiledóneas con flores han demostrado que

A pesar de que muchas especies de liláceas tienen capullos en forma de trompeta, son mejor caracterizadas por otros rasgos menos obvios (R1,R2,R3, etc.)

Los espárragos carecen de capullos en forma de trompeta, pero tienen R1, R2, R3, etc. Las espigas del espárrago parecen versiones miniatura de las espigas florecientes del aloe.

aparentemente, Los espárragos pertenecen al orden

de las Liláceas

Nivel 1 G1

Por lo tanto,

F 1 Por lo tanto, A 1

Nivel 2

Por lo tanto,

F 2 Por lo tanto, M 2 A 2

Figura 27-3

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Podría esperarse que todos los edificios a lo largo de la ruta de un tornado resulten dañados

La escuela enfrente y el almacén detrás de nuestra casa fueron dañados, sin embargo, nuestra casa, en medio de los dos, quedó intacta.

El hecho de que nuestra casa no fuera tocada por el

tornado requiere explicación

La s nubes en forma de embudo han sido frecuentemente observada retrayéndose y expandiéndose mientras se desplazan, de modo que los tornados asociados descienden sólo en ciertos puntos.

No todos los edificios a lo largo de la ruta de un tornado serán necesariamente dañados por su paso.

Su casa estaba exactamente en la ruta del tornado pero resultó intacta

Es un hecho afortunado que

Su casa no haya sido dañada

conservación. Ya en las discusiones científicas que se iniciaron en Grecia alrededor del 500 a. de C. algunos filósofos expresaron la convicción de que “Nada es, estrictamente hablando, creado de la nada o totalmente aniquilado; en realidad, sólo hay mezcla y separación de las cosas que permanentemente existen.” Algunas nociones generales como esta gobiernan nuestro entendimiento de las cuestiones naturales en la vida cotidiana, y también en nuestro reconocimiento del modo en que las sustancias materiales se distribuyen en lugar de destruirse.

Un ejemplo del sentido común:

PROBLEMA: Billy bebe cerveza permanentemente, sin embargo nunca parece que necesite usar el baño. ¿Cómo es esto?

SOLUCIÓN: Ciertamente, todo lo que entra debe salir o terminar en algún lado. Pero pensemos cuánto pierde Billy por evaporación de su transpiración, y miremos la cantidad de grasa que hay en su vientre de cerveza. Si pudiéramos medir la cantidad de líquido en su transpiración y en su grasa almacenada, se sorprenderían al comprobar cuanto contribuyen a la explicación de sus ingresos y egresos (input-output).

Este problema tiene un aspecto interesante que nos permite demostrar cómo operan los modelos de presuposiciones y refutaciones en el campo científico. Por la explicación brindada por quien responde se concede que el argumento del interrogador en el Nivel 1 es válido, pero continúa hasta volver atrás su conclusión al demostrar que hay excepciones de relevancia disponibles para refutarla. (ver Figura 27-4)

Cuando nos movemos de la vida diaria a la ciencia más profesional, por supuesto, la idea de conservación debe ser aplicada a algo más técnico, generalizable, y definido más estrechamente que simple “masa de líquido”. Una parte sustancial de la física ha estado interesada en esta cuestión, “¿Qué es precisamente lo que se conserva en el curso de los cambios físicos y químicos?” Per la noción general de conservación se mantiene, en ciencias naturales, como un descendiente directo de la noción cotidiana de sentido común, y las formas de razonar que se aplican a una pueden, en general ser también aplicadas a la otra.

Explicación por la historia. Un tipo de explicación científica en algún modo diferente manifiesta un acontecimiento o un fenómeno inteligible al ubicarlo en una secuencia temporal histórica. Esto puede ser hecho, una vez más, en un nivel simplemente descriptivo. Llevando cuidadosos registros de algunas clases particulares de eventos, podemos encontrar que existe un cierto patrón de recurrencias. Puede involucrar una repetición pura, como con el cometa Halley, que se ha comprobado reapareciendo a intervalos próximos a sesenta y seis o sesenta y siete años. Habiendo delineado su trayectoria en 1682, Edmund Halley predijo correctamente su reaparición en 1758 –como así también explicó retrospectivamente la aparición del mismo cometa en el tapiz de Bayeux asociado con la conquista normanda de Bretaña en 1066.

Alternativamente podemos encontrar un número de procesos cíclicos sucediéndose de manera de “sumarse” para producir la particular secuencia temporal que nos interesa. Este es el tipo de cálculos mediante el cual los hidrógrafos producen tablas de marea,

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Nivel 1R 1

G1

Por lo tanto,

F 1 Por lo tanto, M 1A 1

Nivel 2 .......como dijimos........ Por lo tanto,

R

Por lo tanto,

F 2 Por lo tanto, M 2

A 2Figura 27- 4

mostrando la hora y altura de las mareas en un punto dado de la costa en cualquier día del próximo año. La misma clase de series de tiempo son frecuentemente usadas como base para predicciones y explicaciones económicas:

PROBLEMA: La producción industrial ha aumentado lenta pero sostenidamente por meses, sin embargo Ud. pronostica un descenso en los negocios e, inclusive, recesión. ¿Está tratando de que perdamos confianza en la economía nacional, o tiene algunas bases reales para esta predicción?

SOLUCIÓN: Es un asunto ciertamente establecido que el primer sector de la economía en reflejar el inicio de una recesión es el de la construcción. Por los últimos tres meses ha habido una marcada y sostenida caída en los emprendimientos de la construcción, demostrando que el accionar de la gente aporta evidencias sobre su falta de confianza. El continuo aumento del rendimiento que Ud.

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Toda nuestra experiencia confirma que

Todo lo que entra debe salir, o terminar en algún lugar

Billy bebe mucha cerveza presumiblemente,Billy debería necesitar ir al baño más de lo que lo hace

presumiblemente, A 1

A menos que pueda deshacerse de la mayoría del líquido por la transpiración y la grasa acumulada

Evidentemente, Billy transpira profusamente y tiene un prominente abdomen de bebedor después de todo

No necesita ir al baño con tanta frecuencia

señala es el último rizo de la ola anterior de inversión en negocios. La caída en la construcción es la primera evidencia de la depresión que sigue a la ola.

Aquí el complejo fenómeno de la actividad económica y los negocios se muestra como constituida por un número de simples series de tiempo, algunas de las cuales conducen, otras de las cuales retardan, las fluctuaciones generales del empleo, la inversión y la producción industrial.

Alternativamente una explicación histórica o temporal puede explicar un evento o fenómeno volviendo la atención sobre sus orígenes. Así es como podemos explicar una epidemia de plaga retrocediendo hasta la llegada de ciertas ratas infectadas en un determinado barco de carga, la destrucción de un edificio por el fuego al haber sido arrojado un fósforo encendido en un cesto de papeles, o cualquier cosa que sea.

Finalmente, las “explicaciones por la historia” pueden referir a secuencias de eventos característicos del ciclo vital de un individuo o de una especie en particular. Podemos explicar cómo los sucesos en la infancia temprana contribuyen a conformar la personalidad y habilidades de alguien, o como una inadecuada dieta en la infancia dejó a una persona con una debilidad ósea crónica, o como es que algunos brotes en una planta inmadura se transforman en flores, y otros en hojas. Esta variedad particular de explicación histórica es comúnmente denominada como explicación en términos de desarrollo. Llegamos a comprender por qué la característica a ser explicada toma la forma que tiene cuando se nos demuestra cómo los procesos de desarrollo típicos en esta clase de criatura conducen a este resultado. Una adecuada comprensión del desarrollo nos permitirá luego explicar tanto cómo las cosas resultarán si todo sale bien como con qué anomalías o patologías resultarán en caso de que uno u otro factor particular en la situación no se encuentre o sea deficiente:

PROBLEMA: Jack es un niño del campo en Alabama, sin embargo, aparentemente habla y entiende turco. ¿No es muy extraño?

SOLUCIÓN: Sí –pero no tuvo una crianza normal en Alabama. Cuando era más pequeño, su padre era militar y fue destacado a la estación del ejército en Izmir, en el mar Egeo. Jack tuvo una niñera nativa y se convirtió en un hablante fluido de turco a una temprana edad. Regresaron a su granja recién cuando tenía nueve años, y nunca ha olvidado la lengua.

Esto es, lisa y llanamente, una contrafigura del sentido común de una gran cantidad de explicaciones científicas basadas en nuestro conocimiento general de lo que puede esperarse, como resultado del desenvolvimiento típico de un individuo de una especie dada. No es de sorprender que la explicación por el desarrollo comparta algunas características con la explicación por tipo, por la que comenzamos. Por ejemplo, como anteriormente en el caso del tornado, así como en el caso presente, donde algo no resulta como uno esperaría sobre las bases de un “desarrollo normal”, el problema que aparece puede ser presentado como el fracaso de una presunción. (ver Figura 27-5.) Y modelos semejantes pueden encontrarse en otros ejemplos, más técnicos, donde los asuntos a considerar puedan ser fisiológicos o médicos o botánicos.

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Nivel 1

Por lo tanto,

F 1 Por lo tanto, M 1 A 1

Nivel 2 ...........com antes................ Por lo tanto,

Por lo tanto,

F 2 Por lo tanto, M 2 A 2

Figura 27-5

Explicación por finalidad. Este grupo final comprende numerosas variedades de explicaciones. Lo que tienen en común es que miran menos el pasado –como las explicaciones por historia- que al futuro, especialmente al resultado o efecto del proceso o fenómeno bajo consideración. En algunas situaciones, entendemos un proceso o fenómeno mejor cuando llegamos a reconocer “que resulta de él”. Este resultado, o meta, o efecto, o producto –empleamos diferentes términos en diferentes clases de casos- era conocido por Aristóteles y sus compañeros griegos como el telos, o “fin”. Aquí vemos algunas explicaciones que entran dentro de este encabezado general.

En una clase de caso, la finalidad de algunos procesos o fenómenos es preservar un necesario equilibrio:

PROBLEMA: Cuando practicamos ejercicio violento, comenzamos a transpirar, y cuanto más cálido es el tiempo, más profusa es la transpiración. ¿De qué sirve esto?

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Los niños granjeros de Alabama no tienen muchas oportunidades de aprender idiomas exóticos

Jack es un niño granjero de Kansas presumiblemente,

No podemos esperar que Jack

hable turco

presumiblemente,.

A menos que hubiera algo particular acerca de su crianza

En realidad, él pasó su primera infancia en Izmir, etc.

después de todo, No es tan sorprendente que hable turco

SOLUCIÓN: La transpiración –apertura de los poros y evaporación de la transpiración que sale a través de ellos- es una parte de un mayor mecanismo corporal que cumple su función de mantener la temperatura corporal en noventa y ocho y medio (grados Fahrenheit). (Los perros son tan peludos que esta mecanismo no opera para ellos, y tienen que deshacerse del excesivo calor jadeando y evaporando fluido a través de sus bocas.). Así es que el ejercicio, particularmente con tiempo cálido- genera un exceso de calor, que nuestros cuerpos disminuyen liberando fisiológicamente cantidades controladas de sudor.

Subyaciendo a esta clase de explicación, se encuentra, por supuesto, la presuposición muy general de que los procesos fisiológicos conducen a algún “bien” o “fin”. Donde el específico beneficio producido de este modo toma la forma de un equilibrio -como la constante temperatura corporal de los animales de sangre caliente- los mecanismos responsables son denominados mecanismos homeostáticos, y el proceso general de mantener el equilibrio es conocido como homeostasis, de las palabras griegas “permanecer igual”.

Generalmente hablando, los procesos fisiológicos son frecuentemente explicados por sus funciones. (la explicación de los procesos y fenómenos homeostáticos es, sencillamente, un caso especial de explicación “funcional”.) Por ejemplo:¿Por qué los ojos de los gatos tienen pupilas tan diferentes de las de los humanos? La explicación es que los gatos son, por naturaleza cazadores nocturnos, y la especial estructura de sus ojos les permite divisar sus presas aún en la noche. Aquí explicamos la presencia de las características en cuestión señalando que hacen posible algo (cazar por la noche) que no sería posible en su ausencia:

Una finalidad puede, por supuesto, ser tanto fisiológica como psicológica, o ambas, en la naturaleza. (La liberación de adrenalina en el torrente sanguíneo cuando nos sentimos amenazados tiene efectos de ambos tipos sobre nosotros.) Y una tercera variedad de explicación por finalidad tiene que ver, específicamente, con finalidades psicológicas. Cuando discutimos modos de comportamiento que nos parecen sorprendentes o bizarros, por ejemplo, podemos encontrar una explicación que demuestre qué finalidad tiene dicha conducta. Este tipo de explicación no muestra tanto la función como el propósito del comportamiento:

PROBLEMA: ¿Por qué Jim se aclara la garganta tan sonoramente y comienza a hablar sobre el Super Bowl en la mitad de la conversación?

SOLUCIÓN: Alguien había mencionado el nombre de Mary y eso lo había incomodado. Habían estado saliendo por un año, y habían terminado diez días atrás. Naturalmente le resulta doloroso correr el riesgo de ser interrogado sobre ella. Cambiar de tema tan abruptamente fue, simplemente defensivo. (ver Figura 27-6)

G

15

Las personas tratan de evitar discutir en público temas que les causen dolor o vergüenza.

Por lo tanto,

F M A

Figura 27-6

LA CONSTRUCCIÓN DEL PANORAMA CIENTÍFICO MUNDIAL

Hasta este punto, hemos considerado las diferentes clases de explicaciones que toman parte en las ciencias (como lo hacen en la vida cotidiana) en cuatro grupos diferentes, pero no hemos hecho nada para mostrar qué tienen que ver esas variada clases de explicaciones con la ciencia en su conjunto. Explicar por qué las cosas suceden en términos de su tipo, su composición, su historia, o su finalidad no distingue la ciencia como un campo profesional de estudio. Todas estas son cosas que comúnmente hacemos en situaciones diarias.

La finalidad de la empresa científica no consiste solamente en explicar todas las diferentes clases de eventos, fenómenos y procesos que llaman la atención de los científicos pero hacerlo en términos de un conjunto coherente y extenso de ideas, teorías y métodos de representación –es decir, un simple y coherente cuadro del mundo. Junto a todos los asuntos particulares de estas cuatro clases que aparecen para la ciencia, hay algunos otros asuntos cruciales a ser encarados de un modo más general. Esto tiene que ver, no con cuestiones acerca de este fenómeno o aquel, pero con el modo en que cualquier explicación particular contribuye a la construcción de un más amplio cuadro mundial de la ciencia.

Más aún, encontrar respuestas a preguntas de las clases que hemos considerado hasta este punto no sería, en varios casos, considerada como una tarea científica seria –o dando origen a un asunto científico – para nada. Los ejemplos y problemas particulares son de real interés científico y provocan genuinos asuntos científicos sólo en la medida en que tienen mayores y más generales implicancias. Junto a los cuatro grupos de asuntos particulares que hemos analizado hasta aquí, hay otros asuntos más básicos a ser atendidos. Porque, en cada caso, puede preguntarse: “Y, la solución de este problema particular, ¿en qué contribuye a la ciencia?

En relación con estas preguntas más generales, estudios científicos particulares pueden contribuir al avance de la ciencia en varias diferentes maneras. Mirando brevemente algunas de estas, podemos encontrar científicos diciendo:

1. “Aquí hay algo que no teníamos forma de explicar previamente, pero que, como resultado de esta investigación particular, puede ser ahora ubicado dentro de la estructura mayor de la ciencia a la que concierne.”

16

Jim y Mary acaban de separarse, y a él todavía le causa dolor hablar de ella en público

es comprensible queJim haya cambiado de tema para evitar hablar de ella.

2. “Aquí hay algo para lo que creíamos que teníamos una explicación satisfactoria, pero que, como resultado de esta investigación particular, resulta no corresponder dentro de nuestras teorías científicas en la forma en que creíamos.”

3. “Aquí tenemos dos cuerpos generales de teorías y explicaciones que han estado, hasta el momento, separadas e independientes, pero que, como resultado de esta particular investigación, pueden ser ahora integrada en una misma teoría.”

4. “Aquí tenemos dos cuerpos generales de teorías y explicaciones que han estado, hasta el momento, integradas, pero que, como resultado de esta particular investigación, deben ahora ser separadas y distinguidas.”

Por ejemplo: (1) En un momento dado, las ideas y teorías disponibles en una rama particular de la ciencia explican el fenómeno de interés en detalle sólo hasta un cierto punto. Más allá de este punto, quedan aún tipos de fenómeno sin explicar. Así, cuando Snell y Descartes explicaron en principio la refracción de los rayos de luz pasando del aire a través de un cristal, en el siglo diecisiete, su explicación cubría sólo esos casos “normales” en los que los rayos de luz simplemente cambian de dirección al entrar en la nueva sustancia. Pero hay también otros casos “anómalos”, en los que un rayo de luz se divide en dos rayos separados al pasar del aire a una sustancia cristalina, como el espato de Islandia. Estos casos anómalos recién fueron explicados con la extensión y modificación de la teoría original de Snell y Descartes. Este fue hecho poco después por Christian Huygens, quien reconoció el fenómeno de la polarización, esto es, el hecho de que los rayos comunes de luz común comprenden dos componentes, que son refractados de manera diferente y que pueden incluso ser separados y tratados independientemente. (Esto corresponde a lo que ahora denominamos luz polarizada.)

(2) Otras veces, resulta que una explicación hasta cierto momento aceptada como generalmente satisfactoria debe ser restringida en lugar de extendida. Así, a mediados del siglo diecinueve, los físicos parecían tener una teoría que abarcaba calores específicos. Pero esta teoría había sido establecida casi por completo como resultado de estudios experimentales con sustancias líquidas y sólidas. Sin embargo, una vez que se realizaron experimentos sistemáticos con gases, la teoría previa no tuvo mucho futuro y condujo a resultados ambiguos. Como resultado, fue necesario imponer limitaciones en el alcance de la teoría existente, por lo menos hasta que fueran descubiertas las razones más profundas de estos ambiguos resultados.

(3) El clásico ejemplo en este caso es el trabajo de James Clerk Maxwell sobre la teoría electromagnética. Hasta la mitad del siglo diecinueve, la electricidad y el magnetismo habían sido estudiados –y teorizados- separadamente. Por mucho tiempo hubo indicios señalando una conexión entre ambos. Se había observado, por ejemplo, que piezas de metal se magnetizaban cuando eran alcanzadas por relámpagos, y los relámpagos fueron reconocidos como una descarga eléctrica. Había también ciertas llamativas coincidencias en las formas matemáticas de las teorías desarrolladas para tratar con los fenómenos eléctricos y magnéticos, y Michael Faraday había sacado ventaja de estas conexiones en sus estudios de la inducción electromagnética, que hicieron posible la invención del dínamo. Sin embargo, hasta que Maxwell elaboró su teoría integrada del electromagnetismo, no había forma de explicar todas estas analogías y conexiones.

(4) A comienzos del siglo diecinueve, muchos prominentes biólogos y químicos, especialmente en Alemania, creían que la teoría de los procesos de la vida podían incluirse bajo el encabezado general de energia, como los fenómenos del calor y otros. Suponían que

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una forma especial variante de “energía vital”, era característica de los seres vivos del mismo modo que la energía magnética, eléctrica, química, y otras formas de energía estaban asociadas con los fenómenos correspondientes. (Esta teoría fue expuesta muy seriamente, por ejemplo, en el primer gran libro de texto sobre la naturaleza química de los procesos orgánicos de Justus von Liebig, Química Anima , de 1841). Sin embargo, después de circular por la escena científica durante bastante tiempo, esta hipótesis resultó inconducente. Particularmente, sucedía que no había modo de establecer modo alguno de una tasa constante de intercambio para la conversión de esta supuesta energía vital en otras formas de energía de la manera que, digamos, las energías química y mecánica pueden ser convertidas una en la otra con una equivalencia constante. Así que, finalmente, el concepto de energía vital condujo a los científicos a un punto muerto.

LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ARGUMENTO CIENTÍFICO

Está claro ahora, que los argumentos y explicaciones científicas son de varias clases. Por lo tanto, parece una tarea difícil indicar el carácter general de los alegatos, fundamentos, garantías, y otros argumentos involucrados en la argumentación científica. Sin embargo, sin negar la complejidad de este tópico, podemos poner orden en nuestra exposición recordando ciertos puntos acerca de la naturaleza del emprendimiento científico y los asuntos que consecuentemente conciernen a la ciencia .

Supongamos que aceptamos que la meta general de toda la actividad científica consiste en mejorar la relación entre ideas (teorías, conceptos, procedimientos explicativos, y otros) y nuestra experiencia real del mundo natural. En ese caso surgirán asuntos genuinos para la investigación y argumentación cada vez que podamos identificar deficiencias en las ideas en curso acerca del mundo natural de la clase que pueden ser eliminadas mediante las investigaciones que pueden practicarse en el momento actual. A partir de esta posición, anteriormente especificamos cinco tipos generales de asuntos científicos asociados a las preguntas:

1. ¿Podemos extender tal o cual teoría (T) de modo de explicar un fenómeno

específico (F) que no ha sido explicado científicamente hasta el momento?2. ¿No deberíamos reconocer que cierto fenómeno específico (F ) no es, después

de todo, correctamente explicado en base a la teoría corriente aceptada (T )?3. ¿Podemos encontrar una forma de integrar dos o más teorías hasta el momento

independientes (T1 y T2 ) para formar un único, más abarcativo sistema de ideas y explicaciones (T3)?

4. ¿No deberíamos reconocer que dos teorías (T1 y T2) que han sido hasta el momento igualadas y tratadas juntas, necesitan ser separadas y distinguidas, y manejadas separadamente?

5. ¿Podemos encontrar una forma de reestructurar nuestro cuerpo completo de teorías científicas con el fin de alcanzar un reporte general más prolijo y mejor organizado del mundo natural?

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Cada clase de asuntos provee material para una clase correspondiente de alegatos científicos. Cualquiera que ofrezca un modo de manejar estos asuntos puede hacerlo avanzando su solución en la forma de un alegato. Puede decir, por ejemplo, “Aquí hay un modo de entender el fenómeno P bajo el alcance de la teoría T ” –y así para los otros tipos de asuntos.

Además, cada clase de asuntos puede surgir en conexión con cualquier rama de la ciencia o modo de explicación científica. Tanto si estamos tratando con explicaciones por tipo o por composición, por orígenes históricos o por finalidad, la tarea de mejorar y refinar la relación entre las ideas y nuestra experiencia da origen a problemas de estas mismas cinco clases generales. Supongamos la tarea particular de incorporar alguna nueva e incomprensible instancia dentro del espectro general de nuestras ideas en curso: el tópico en cuestión puede ser algún nuevo objeto astronómico (ej. un nuevo planeta posible), una nueva especie de animal que posee una combinación paradójica de características (ej. un mamífero que pone huevos), una nueva clase de radiaciones (ej. los nuevos rayos X de Roentgen) o algún sistema fisiológico no reconocido hasta el momento (ej. el sistema linfático). En un caso, las ideas que necesitan ser refinadas y extendidas son las conectadas con un sistema de clasificación zoológica; en otro, están relacionadas con la descripción astronómica del sistema solar, la teoría general de la radiación electromagnética, o las funciones fisiológicas del cuerpo.

Igual que con las otras clases de asuntos, tenemos ocasión de comparar (o distinguir) diferentes clases de fenómenos, de integrar (o diferenciar entre) diferentes sistemas de ideas científicas, y/o reordenar nuestras categorías teóricas generales, si los tópicos específicos en cuestión involucran sistemas de clasificación, explicaciones causales o mecánicas, análisis históricos o del desarrollo, interpretaciones funcionales y/o de intencionalidad. A la larga, las cuatro clases de explicaciones científicas (o aitia según Aristóteles) deben ser extendidas y mejoradas de acuerdo con los mismos procedimientos básicos y agenda.

Sin embargo, antes de analizar específicamente los elementos constituyentes de la argumentación científica, debemos hacer una distinción importante:

— Por un lado, están esos argumentos que los científicos postulan dentro, o como aplicación, de teorías cuyos créditos no están desafiando.

— Por el otro lado, están esos argumentos mediante los cuales los científicos buscan desafiar los créditos de ideas en curso y postular alternativas o mejoramientos en su lugar.

Enunciados y argumentos del primer tipo presuponen que las ideas en curso son sólidas, relevantes, y aplicables al fenómeno bajo consideración, y las utilizan como una fuente de garantías confiables. (Piense como se usan las “leyes de la mecánica” en las ciencias físicas para calcular, por ejemplo, la extensión de tiempo que tomará a un tronco cilíndrico liso en rodar desde diez pies de altura por un plano inclinado de 45º comenzando en reposo) Los argumentos resultantes conforman las implicaciones teóricas de las ideas científicas en curso y siguen las reglas implícitas en esas ideas, sin ponerlas en cuestión. Podemos referirnos a ellos, por lo tanto, como argumentos científicos regulares. (corrientes).

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Cuando los científicos desafían los créditos de ideas actuales, por otro lado, la solidez, relevancia y aplicabilidad de las garantías correspondientes ya no se pueden dar por hecho, y no es cuestión de confiar en ellas como soporte confiable para nuestros enunciados científicos. Nos referiremos a los argumentos que surgen en este segundo tipo de contexto como argumentos críticos. Son argumentos en los que el mérito de una teoría no se da ya por supuesto sino que son sometidos a crítica y reconsideración. Como veremos, hay diferencias sistemáticas entre las clases de enunciados, bases, garantías y demás que figuran en los argumentos regulares por un lado y aquellos que figuran en los argumentos críticos, por el otro.

Para aclarar estas diferencias, piense qué diferente deberíamos tratar las siguientes cuestiones:

“Si una bala de cañón de hierro esférica rueda desde una base a cuarenta y tres pies de altura. ¿Cuánto tiempo tardará en llegar al suelo, suponiendo que podemos no tener en cuenta la resistencia del aire?”

Supongamos que ahora queremos hacer nuestra estimación del tiempo más precisa, teniendo en cuenta la resistencia del aire, ¿cómo procedemos haciendo las concesiones necesarias?

En el primer caso, tenemos un procedimiento simple, directo para calcular el tiempo que tardará cualquier cuerpo pesado en caer una determinada distancia, en o cerca de la superficie terrestre, en ausencia de una significativa resistencia del aire. La fórmula necesaria fue establecida por Galileo en los comienzos del siglo diecisiete. Por lo tanto, podemos simplemente usar la fórmula de Galileo para caídas libres como una garantía sólidamente establecida y calcular el resultado deseado en una forma matemática exacta. De este modo, llegaremos a un argumento científico regular que se adecua al análisis de la caída libre de Galileo y que nos permite inferir el requerido tiempo de caída a partir de las condiciones establecidas en el problema. En realidad, la única condición que necesitamos saber es la altura del basamento, podemos calcular el tiempo de caída sin necesitar saber nada más acerca de la forma y material del objeto en consideración.

En el segundo caso, por contraste, estamos en una situación menos satisfactoria y debemos tratar con la cuestión de un modo más complicado. En lugar de poder construir directamente un argumento científico regular, en el cual deducimos el tiempo de la caída a partir de la altura del basamento de acuerdo con una simple fórmula, debemos ahora embarcarnos en una investigación más elaborada. Evidentemente, la fórmula de Galileo nos da una primera aproximación al resultado deseado; pero al afrontar el problema más difícil “¿Qué diferencia ocasionará la resistencia del aire en el tiempo de caída de los cuerpos pesados? y ¿Cuánto retardará el aire la caída de nuestra bala de cañón en particular? No tenemos un procedimiento simple y directo para resolverlo. En consecuencia, nuestra respuesta a la segunda cuestión será menos estrictamente matemática, más empírica y más discursiva que nuestra respuesta a la primera cuestión. En lugar de dar por hecho la relevancia y aplicabilidad de la fórmula de Galileo, deberemos considerar el grado preciso de exactitud con que dicha fórmula puede ser aplicada- y, viceversa, qué nivel preciso de inexactitud está implicado en ella, una vez que consideramos la resistencia del aire como un factor significativo.

Lo que es verdadero en este ejemplo será más general también. Podemos esperar que todos los argumentos críticos en las ciencias naturales serán menos matemáticos y más

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discursivos que los argumentos “regulares” cuya adecuación intentan reconsiderar. Porque los argumentos científicos regulares conforman y siguen las reglas establecidas en las teorías standard y garantías de las que dependen, pero los argumentos críticos buscan estar alertas frente a las garantías existentes y toman su validez, alcance y precisión como objeto de escrutinio y crítica racional.

Argumentos científicos regulares

En los argumentos regulares, el objetivo del razonamiento es establecer una conclusión objetiva apelando a las ideas científicas aceptadas en circulación. Dichos argumentos sostienen comúnmente conclusiones fácticas más o menos directas respaldándolas con correspondientemente directos fundamentos fácticos. Trabajemos aquí con cuatro muestras de enunciados:

— Esta bala de cañón chocará el suelo aproximadamente 1,6 segundos después de rodar del basamento.

— El follaje y los frutos de la planta de papa son muy posiblemente venenosos.

— Los simios antropoides más antiguos conocidos vivieron en el Valle Rift de Africa central.

— El bocio es causado por una carencia de yodo en la dieta.

Cada uno de estos enunciados sostiene una afirmación fáctica. Al punto que los hechos en cuestión son corrientemente comprendidos, pueden ser “establecidos” a partir de apropiados fundamentos, garantías, y demás.

Fundamentos (Grounds) En cuanto a los fundamentos necesarios, estos también comprenderán normalmente reportes directamente fácticos. Los reportes pueden ser simples o complejos. En el caso de la bala de cañón, por ejemplo, todo lo que tenemos que señalar mediante evidencia que lo sustente es la altura del basamento en cuestión. En el caso de los simios antropoides, en contraste, necesitaremos conformar un mayor cuerpo de datos geológicos y paleontológicos, referidos a varias regiones del mundo, antes de que podamos justificar nuestra conclusión. Los otros dos casos son intermedios a este respecto. Los datos médicos y epidemiológicos acerca de la presencia del bocio son bastante simples y concluyentes, y la afirmación acerca de la planta de papa es bastante débil (“muy posiblemente”) y clama sólo por sugerente y no concluyente evidencia. Podemos comenzar construyendo representaciones de estos argumentos en diagramas como muestra la Figura 27-7.

21

La altura del basamento de donde cae la bala es de 40 pies presumiblemente La bala chocará el suelo después de

aproximadamente 1,6 segundos

La la aajdgd Por lo tanto,

Fundamentos Alegato

Por lo tanto,

Declaración

Fundamentos Alegato

Por lo tanto,

Fundamentos Alegato

Por lo tanto,

Fundamentos Alegato

Figura 27-7

Garantías (Warrants) ¿Cómo podrá un científico demostrar justificadamente el paso intelectual a partir de sus datos, evidencias u otros fundamentos al alegato original o conclusión? Como siempre, esta cuestión pide una justificación para dicho paso. ¿Cómo podemos asegurarnos a nosotros mismos que, con un basamento de esta altura, el tiempo de caída de la bala de cañón será 1,6 en lugar de 5,4 segundos, o que las afinidades botánicas de la papa motivan suspicacias bien justificadas acerca de la condición de comestible de su follaje?

En la primera instancia, podemos emplear para este propósito una fórmula matemática originalmente descubierta por Galileo en el siglo diecisiete, relacionando la distancia a través de la cual cualquier cuerpo en caída libre se desplazará en un determinado tiempo, partiendo del estado de reposo:

Distancia =1/2 (aceleración de la gravedad) x (tiempo)2

O :

S = ½ gt2

22

Las papas pertenecen al género botánico Solanum. Muchas plantas del género Solanum y otros géneros relacionados tienen follaje y frutos venenosos

muy posiblemente,Las plantas de papa pueden tener follaje y frutos venenosos

evidentemente,Los primeros simios

antropoides vivieron en el Valle Rift africano

El bocio es endémico en regiones donde el contenido de yodo de la provisión local de agua es excepcionalmente bajo. Cuando se agregan pequeñas cantidades de yodo de yodo a la provisión de agua, el bocio deja de manifestarse.

aparentemente,El bocio es causado por una insuficiencia de yodo en la dieta

Excavaciones extensivas en Java, China del norte, Africa central, y otros lugares, han probado el siguiente cuerpo de evidencias geológicas y paleontológicas

Ahora necesitamos solo una información adicional: que la constante en esta ecuación –aceleración gravitacional, o g , fue descubierta por repetidas mediciones que alcanzaron el valor 32,2, medidos en pies y segundos (ej. que la velocidad de un cuerpo en caída libre se incrementa a razón de 32,2 pies por segundo por cada segundo que cae), y podemos demostrar el argumento sosteniendo la declaración original como se muestra en la Figura 27-8. Los otros casos se encuentran diagramados en la figura 27-9.

G

Por lo tanto,

F A

Figura 27-8

Sin embargo, estos cuatro diferentes ejemplos, constituyen sólo una pequeña muestra de la variedad de garantías que podemos encontrar. Los procedimientos de justificación empleados en las ciencias naturales pueden incluir fórmulas matemáticas, programas de computación, diagramas, gráficos, modelos físicos, “leyes naturales”, regularidades históricas, y demás. Estas garantías nos autorizarán a dar “soporte racional” a nuestras declaraciones científicas, siempre y cuando tengamos los datos adicionales (fundamentos o hechos) que caracterizan el actual estado del arte en cualquier caso particular.

Respaldo. (Backing) Todas estas garantías, sin embargo, serán confiables y útiles en la práctica sólo en la medida en que se sostengan en apropiados respaldos (o soportes). En casos particulares los científicos argumentan con seguridad a partir de datos acerca de relaciones botánicas a conclusiones acerca del crecimiento y el carácter comestible; o partiendo de observaciones geológicas o paleontológicas a conclusiones sobre los primeros primates, o partiendo de observaciones médicas y epidemiológicas sobre extrañas enfermedades a conclusiones acerca de sus causas, etc. Pero pueden argumentar con tal seguridad solamente porque la confiabilidad de la garantía empleada en cada caso ha sido establecida con seguridad mediante la acumulación de experiencias pasadas.

En las ciencias naturales, podemos decir, hay tanta variedad y complejidad en el respaldo sobre el que se sostienen nuestras garantías como las que existen entre las mismas garantías y procedimientos justificativos. Los científicos deciden qué clase de argumentos están preparados para utilizar y confiar en parte sobre la base de

G

23

S = ½ gt2

Distancia se caída desde reposo (S) = 40 piesAceleración de la gravedad = 32,2 p/s2

Tiempo de caída (t) = 1,6 segundos, aproximadamente.

Las plantas de géneros botánicos estrechamente relacionados frecuentemente contienen sustancias bioquímicas similares.

Por lo tanto,

F A

Por lo tanto,

G

Por lo tanto,

F AFigura 27-9

demostraciones directas de que esas garantías han probado ser confiables en situaciones estrechamente similares en el pasado. Pero confían en ellas también porque los conceptos

24

La papa pertenece al género botánico Solanum. Muchas plantas del género Solanum y otros géneros estrechamente relacionados tienen follaje y frutos venenosos. muy posiblemente,

La planta de papa puede tener follaje y frutos venenosos.

La presencia de restos fósiles de antropoides presentes en antiguas formaciones rocosas en un lugar y no en otros indica la antigua existencia de antropoides vivientes en dicho lugar y no en los otros.

Reportes geológicos y paleontológicos de Africa, China, Java, etc.

evidentemente,

Los primeros simios antropoides conocidos vivieron en el Valle Ritz africano

En ausencia de otros factores significativos, el hecho de que el reemplazo de un constituyente dietario faltante elimine un desorden médico puede tomarse como señal de que el desorden es directamente causado por la deficiencia dietaria.

El bocio es endémico en regiones donde el contenido de yodo en la provisión local de agua es excepcionalmente bajo. Cuando pequeñas cantidades de yodo son agregadas a la provisión de agua el bocio deja de manifestarse.

aparentemente,

El bocio es causado por una insuficiencia de yodo en la dieta

empleados en las correspondientes explicaciones son las que “tienen sentido” en términos del resto de su panorama científico global del mundo natural.

La tarea de demostrar cómo las particulares justificaciones científicas encuentran adecuado respaldo en las teorías y observaciones aceptadas en curso en las ciencias naturales es, por supuesto, un trabajo para la ciencia más que para la lógica. Todo lo que generalmente podemos hacer en este punto es demostrar brevemente las formas de las argumentaciones que son relevantes en nuestros cuatro casos de muestra, con la naturaleza del respaldo (R) relevante indicado, en lugar de completamente explicado. (ver Figura 27-10). Dichas representaciones diagramadas de los argumentos científicos evidentemente no garantizan la relevancia de R para J. Pero sí nos colocan en una posición en la que podemos ver qué nivel necesitan alcanzar nuestras teorías científicas para poder asegurarnos que las garantías correspondientes (G) están bien fundamentadas y sólidamente basadas.

Modos y refutaciones. Para completar nuestro presente tópico, deberíamos analizar brevemente las modalidades y refutaciones relevantes a las argumentaciones científicas regulares. Para comenzar, una vez más, con el ejemplo de Galileo de la bala de cañón cayendo, este se apoya en una garantía estrictamente matemática. Como resultado, la declaración inicial está vinculada a los fundamentos que la soportan por una conexión rigurosamente formal que no admite excepción alguna. El natural adverbio “de modo” a emplear al presentar dicho argumento será tanto uno que enfatice este carácter formal, por ejemplo:

G (S = 40 p.); por lo tanto, necesariamente, C (t = 1,6 seg)

o, alternativamente, uno que enfatice la ausencia de ambigüedad de la correspondiente situación física:

G (S = 40 p.); por lo tanto, evidentemente, C (t = 1,6 seg)

En cualquiera de los dos casos, una inferencia matemática como esta no deja lugar a “excepciones” o “refutaciones”; y, por lo tanto, proponer el cuestionamiento de posibles refutaciones significaría desafiar el status del argumento en su totalidad: involucraría rechazar este argumento científico regular y reabrir la cuestión general de la caída libre de los cuerpos desde un nuevo, crítico, punto de partida.

En el caso de la planta de papa, por el contrario, hay mucho espacio para excepciones y posibles refutaciones. Aún como se presenta, la declaración de que el follaje y los frutos de la plante de papa son “muy posiblemente” venenosos, ya tiene un calificador de modo en su misma construcción. Todo lo que esta declaración asevera es que la afiliación botánica de la planta de papa tornan en una “posibilidad real” el hecho de que esas partes sean tóxicas. Sin embargo, como también sabemos, hay también otras especies estrechamente relacionadas que tienen frutos perfectamente comestibles (ej. tomates, berenjenas, ajíes). La pregunta: “¿son las papas más parecidas a las hierbas moras (nightshade), que son venenosas, o como las berenjenas, que no lo son, en su follaje y sus

B

25

Los análisis sobre aceleración uniforme y caída libre de Galileo muestran que

S = ½ gt 2

S = 40 pg = 32,2 p/s 2 T = 1,6 seg

Estudios de laboratorio en plantas de especies y géneros estrechamente relacionados han confirmado

repetidamente quePlantas de géneros botánicos estrechamente relacionados contienen frecuentemente simila res sustancias bioquímicas

La papa pertenece al género botánico Solanum. Muchas plantes del género Solanum y otros géneros estrechamente relacionados tienen follaje y frutos venenosos.

muy posiblemente,

La planta de papa puede tener follaje y

frutos venenosos

La presencia de restos fósiles de antropoides presentes en antiguas formaciones rocosas en un lugar y no en otros indica la antigua existencia de antropoides vivientes en

dicho lugar y no en los otros. evidentemente,

Los primeros simios antropoides conocidos vivieron en el Valle Ritz africano

Nuestra experiencia en procesos metabólicos en general, y desórdenes deficitarios en particular, indica que

En ausencia de otros factores significativos, el hecho de que el reemplazo de un constituyente dietario faltante elimine un desorden médico puede tomarse como señal de que el desorden es directamente causado por la deficiencia dietaria.

El bocio es endémico en regiones donde el contenido de yodo en la provisión local de agua es excepcionalmente bajo. Cuando pequeñas cantidades de yodo son agregadas a la provisión de agua el bocio deja de manifestarse.

G

Por lo tanto, Por lo tanto,

F A B

G

Por lo tanto,

F A B

G

Por lo tanto,

F

B A

G

Por lo tanto

F AFigura 27-10

26

Nuestra experiencia en el desarrollo de una interpretación sistemática de evidencia paleontológica indica que

Reportes geológicos y paleontológicos de Africa, China, Java, etc.

aparentemente,El bocio es causado por una insuficiencia de yodo en la dieta

frutos?” es luego una legítima cuestión botánica y resulta ser que las partes verdes superiores de la planta de papa son de hecho no comestibles. Hasta este punto, entonces, nuestro presente argumento puede ser demostrado como se muestra en la Figura 27-11.

Por lo tanto,

F M A

R

Figura 27-11

En el caso de los antiguos primates, la dificultad del argumento reside en toda la complejidad y detalle de la evidencia geológica y paleontológica que sirve como fundamento final para la declaración. La fuerza del argumento depende más de la interpretación de todos esos datos detallados que de alguna fórmula matemática o mecanismo explicativo. En verdad, los argumentos entre paleontólogos acerca de la cronología y genealogía de los primeros simios antropoides a menudo fijan la mirada en las respectivas credibilidades de rivales – y a veces contrarias- interpretaciones. Dadas las observaciones disponibles, cualquier declaración en este campo puede afrontar ser presentada con cierta modestia y apropiados calificadores de modo, como en la Figura 27-12: En forma correspondiente, la inevitable inconclusión de los argumentos en este campo aparece también en la variedad de posibles refutaciones que pueden objetarse en contra de cualquier interpretación particular.

Por lo tanto,

F M A

Figura 27-12

En nuestro cuarto médico ejemplo, los puntos de interpretación involucrados no son ni tan complejos ni tan difíciles como en el caso paleontológico. Tomados conjuntamente, los datos epidemiológicos establecidos (que el bocio aparece más frecuentemente en áreas donde la provisión de agua tiene un bajo contenido en yodo) y los datos médicos asociados (que la adición de mínimas cantidades de yodo en la provisión de agua elimina en gran medida la enfermedad) proveen la base para un argumento fuertemente sugestivo. Es cierto, en ausencia de una explicación sólidamente basada del rol del yodo en el metabolismo

27

Los datos acerca de la afiliación botánica de la papa

muy posiblemente,

Tienen follaje y frutos venenosos

A menos que, el follaje de las papas se asemeje

bioquímicamente al de las berenjenas más que al de la

hierbamora

Evidencias geológicas y paleontológicas

hasta donde podemos afirmar, en base a las evidencias disponibles

Los primeros simios antropoides conocidos vivieron en el Valle Rift africano.

fisiológico del cuerpo, este argumento sería puramente “empírico”, es decir, uno basado solamente en la correlación observada entre la presencia o ausencia de la enfermedad y la presencia o ausencia de yodo en la dieta. Pero, dada la fuerza de esta correlación, pocas explicaciones alternativas quedan por considerarse, y el alegato es, correspondientemente sólido, como se muestra en la Figura 27-13.

Por lo tanto,

F M A

R

Figura 27-13

Argumentos científicos críticos

No se trata simplemente de utilizar estos modos regulares de argumentación, es también asunto de los científicos criticarlos y mejorarlos. De ahí la necesidad de contar con argumentos críticos en ciencias: estos representan modos de argumentar acerca de nuestros modos regulares de argumentar. Cuando nos movemos al nivel crítico, los procedimientos racionales de explicación, clasificación, y otros empleados en nuestros argumentos científicos regulares son sometidos a inspección. Así como el tópico de argumentación en medicina o ingeniería es cómo nuestros procedimientos prácticos de diagnóstico o terapia, diseño de televisión o construcción de puentes pueden ser mejorados, del mismo modo el tópico de los argumentos científicos críticos es cómo nuestros procedimientos científicos regulares podrían ser mejorados.

El tema de los argumentos científicos críticos, en consecuencia, no consiste tanto en los objetos, sistemas y/o procedimientos del mundo natural, como en nuestras teorías acerca de estos objetos, sistemas, y procedimientos. La inmediata cuestión en estos argumentos tiene que ver, no tanto con la naturaleza misma como con la adecuación de nuestras ideas en curso acerca de la naturaleza. Para recordar, los estudios de Huygens sobre polarización y doble refracción demostraron que las anteriores teorías de Snell y Descartes habían sido encuadradas en términos demasiado simplistas. Para que el fenómeno óptico aparente en sustancias cristalinas pudiera ser explicado, el conjunto más simple de conceptos de Snell tuvo que ser reemplazado por uno más complejo y sofisticado construido alrededor del concepto de polarización de Huygens, con todas sus implicancias.

Observado desde nuestro punto de vista, la cuestión generada por Huygens pertenece a la primera clase de asuntos científicos generales enumerada con anterioridad en este capítulo, esto es, un conjunto de fenómenos que no han sido explicados previamente

28

Observaciones epidemiológicas y médicas

aparentemente,La carencia de yodo causa bocio

A menos que, por alguna circunstancia, el yodo que hemos empleado haya estado tapando la presencia o ausencia de algún otro elemento más minuciosamente registrado.

pero que pueden encuadrarse dentro del marco de la ciencia concerniente como resultado de los cambios conceptuales ahora propuestos por Huygens. Consecuentemente, la declaración hecha por Huygens tenía la forma, “La teoría T1 (de Snell) debería ser sustituída por la teoría T 2 (mía).”

¿Qué clase de fundamentos son necesarios para sostener tal declaración? Si vamos a invitar a científicos a cambiar sus modos regulares de argumentar, por supuesto nos preguntarán por qué deberían hacerlo- qué beneficio traerá realizar los cambios propuestos, etc. Las clases de fundamentos más directamente relevantes a este tipo de declaración científica crítica, por lo tanto, comprenden demostraciones de que la teoría alternativa propuesta puede ser utilizada para tratar fenómenos y problemas que no pueden ser explicados (o no tan fácil y elegantemente) mediante el uso exclusivo de las teorías y conceptos establecidos. La mejor evidencia que Huygens pudo producir para demostrar las virtudes de sus nuevos conceptos de doble refracción y polarización, por ejemplo, fue mostrar cómo el uso de estos conceptos se ocupaba de fenómenos que quedaban como misteriosos para la explicación anterior y más simple de Snell:

Podemos separar los dos rayos de luz diferentemente polarizados y señalarlos independientemente a través del cristal, tomando en cuenta de la respectiva orientación de los dos rayos con las diferentes caras del cristal.

Dicho argumento científico crítico por lo tanto, tiene un carácter pragmático. La ciencia tiene una tarea que realizar- una misión a cumplir- y los cambios propuestos en los procedimientos científicos deben ser justificados mediante demostraciones de cómo estos cambios contribuyen a esa misión. Por consiguiente, los argumentos científicos críticos comprenden garantías en la forma de :

Una teoría (T 2) que puede explicar fenómenos (F 1, F 2. ...) que no pueden ser explicados mediante el uso de las teorías aceptadas en curso en ese campo (T 1) merece, a primera vista, sustituir a la T 1.

Una teoría (T 3) que tiene éxito en integrar dos teorías hasta el momento separadas e independientes (T 1 y T 2), conservando todo su poder explicativo, tiene un buen motivo para reclamar ser aceptada como un reemplazo de esas dos teorías separadas.

Si juntamos la declaración, los fundamentos y las garantías en el caso del trabajo de Huygens sobre polarización, podemos entonces representar su argumento como se muestra en la Figura 27-14. En forma semejante, podemos representar el caso mínimo para aceptas la teoría del electromagnetismo de James Clerk Maxwell- que ejemplifica nuestra segunda clase de asuntos científicos generales – en la forma que se muestra en la Figura 27-15.

Con sustituciones adecuada, por supuesto, podríamos haber ilustrado del mismo modo la aplicación de estas dos garantías generales- G 1 y G 2- como se aplican a las clasificaciones botánicas, funciones fisiológicas, o hipótesis acerca de la evolución orgánica; es decir, a formas de mejorar explicaciones científicas de nuestros cuatro tipos. En cada caso, los mejores fundamentos para modificar nuestras ideas acerca de taxonomía, función, paleontología, u otras son demostrar el fruto real de los cambios propuestos, es

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Figura 27-14

decir, demostrar cuánto más puede ser explicado -o explicado con mayor elegancia o más comprensivamente- en términos de estas ideas modificadas.

Si ahora continuamos indagando acerca del respaldo para estas garantías, se revela una curiosa situación. Porque si tales garantías como G 1 y G 2 son como se sugiere, no resulta claro que su confiabilidad o solidez necesite de mayor respaldo. Producir los fundamentos requeridos por estos argumentos críticos significa haber demostrado que los cambios teoréticos sugeridos harían una contribución genuina a la ciencia. Esto no quiere que las garantías como G 1 y G 2 carezcan de todo fundamento que pueda demandárseles con todo derecho. Mejor, parece un malentendido pedir algún tipo de respaldo en este caso. Si la misión básica de la ciencia nos resulta convincente, entonces las garantías de las que dependen los argumentos de Huygens y Maxwell (J 1 y J 2) también acarrearán convicción. Más allá de esto, no hay mucho más que decir acerca del respaldo de los argumentos científicos críticos.

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G 1

Por lo tanto,

F 1 M 1 A 1

Una teoría (T 2) que puede explicar fenómenos (por ej. ladoble refracción) que no pueden ser explicados medianteel uso de teorías anteriores (T 1) merece, a primera vista,sustituir a la T 1.

Aquí estamos frente a un exitosotratamiento de la “doble refracción”usando la nueva teoría de la polarización(T 2), que la ley de Snell sola (T 1) nopodía explicar.

a primera vista,La nueva teoría deHuygens merece sustituirla teoría de Snell.

Figura 27-15

G 2

Por lo tanto,

M 1

F 2 A 2

Una teoría (T 3) que integra dos o más teoríaspreviamente independientes (T 1, T 2, etc.) con porlo menos el mismo poder explicativo que T 1 y T 2juntas, merece, desplazar a T 1 y T 2.

La nueva teoría del electromagnetismode Maxwell integra las teoríaspreviamente independientes deelectricidad, magnetismo y óptica,haciendo posible, además, la generaciónde ondas de radio artificiales.

al menos,

La teoría electromagnética deMaxwell merece desplazar lasteorías previamentendependientes que integra.

El tema de las modalidades, por el contrario, genera consideraciones más serias y sustantivas. Al plantear los argumentos de Huygens y Maxwell tuvimos el cuidado de incluir calificativos modales como “a primera vista”, y “otras cosas por igual”. Tal como se presentan, por supuesto, estas son sólo expresiones coloquiales que tienen el efecto de debilitar las conclusiones en cuestión al indicar la posibilidad de excepciones o refutaciones. Pero estas excepciones o refutaciones deben ser explicitadas si debemos tomarlas seriamente. En la práctica científica real, aparece un amplio espectro de calificativos de modo. Estos varían en intensidad desde necesariamente y seguramente por un lado, hasta presumiblemente, aparentemente e inclusive por extraño que parezca.Qué calificativos modales son justos y apropiados y cuan seriamente debemos analizarlos las excepciones y refutaciones implícitas variarán de una situación a otra. En algunos casos, donde algunos cambios propuestos en nuestras ideas están fuera de límite con nuestras ideas en curso, más generalmente podemos inclinarnos hacia el extremo más débil del espectro modal (aparentemente o por extraño que parezca). En otros casos, donde el cambio propuesto puede ser más fácilmente acomodado a nuestras ideas más generales, utilizaremos modales que impliquen menores reservas (como presumiblemente o muy probablemente). Y ocasionalmente, donde alguna nueva teoría es impresionantemente exitosa, como lo fue la teoría de Maxwell, podemos aceptar sus méritos como ciertamente aceptables.

Al presentar un análisis completo de nuestros dos ejemplos elegidos (Huygens y Maxwell), debemos dar lugar a posibles o imaginables refutaciones. Sólo de esta manera alcanzaremos un patrón de argumentación tan completo como los requerimientos de la práctica científica. (ver Figuras 27-16 y 27-17)

INTERESES Y PROCEDIMIENTOS EN EL RAZONAMIENTO PRÁCTICO

Hemos contrastado dos clases diferentes de razonamiento práctico- la argumentación en leyes y la argumentación en ciencias- subrayando la conexión entre nuestros típicos procedimientos argumentativos y los propósitos más profundos de las empresas racionales en las que figuran. Formuladas las distintas funciones del razonamiento en leyes y en ciencias, por ejemplo, será evidente en este punto (1) por qué el balance del énfasis entre los procedimientos de argumentación y el contenido de los argumentos es tan diferente en leyes y en ciencias; y también (2) qué diferente papel juegan los intereses personales de las partes en disputa en los dos tipos de argumentación.

Los asuntos legales normalmente alcanzarán un foro judicial solamente cuando esté claro que las partes principales en disputa se hallan en conflicto genuino y sus reclamos no son susceptibles de compromiso o arbitraje. La resolución formal de la disputa por una corte deja en consecuencia a una parte como ganadora y a la otra como perdedora, y las consecuencias prácticas para el perdedor pueden ser graves. Es una cuestión de importancia para el público en general que las penalizaciones deberían ser impuestas solamente cuando su justicia sea manifiesta- es decir, solamente cuando se ha tenido el debido cuidado en establecer el caso y fijar dicha penalización. Como resultado, debe haber tanto énfasis en las cortes sobre los procedimientos de la argumentación como lo hay sobre el contenido.

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En las ciencias naturales, la significación relativa de contenido y procedimiento es bastante diferente. En un nivel básicamente intelectual, las disputas científicas no involucran verdaderos conflictos de intereses, ni hay tampoco permanentes ganadores o perdedores como resultado de su resolución. Por el contrario, es presumiblemente para el bien de todos los involucrados que todas las declaraciones científicas sean estrictamente criticadas para comprobar si los argumentos que las sustentan son lo suficientemente sólidos como para transmitir convicción. Siempre y cuando el contenido de un argumento científico se haga explícito y sea expuesto al escrutinio crítico, los procedimientos concretos de argumentación en discusiones científicas no necesitan ser tan formales y estereotipados como en una corte legal. Y si algún científico participante desafía el consenso profesional resultante, deberá producir buenas evidencias acerca de las fortalezas y debilidades en el contenido efectivo del argumento científico. Nunca será suficiente- como puede serlo en leyes- desafiar al foro en el que el argumento fue criticado o discutir que los pasos del procedimiento seguidos en la argumentación fueron irregulares o fuera de orden.

(2) Los participantes en disputas legales y científicas también traen consigo muy distinto tipo de compromiso e interés. La forma de los procedimientos en cortes legales refleja genuinos conflictos de intereses, compromiso y motivación entre las partes involucradas, y la disposición de ambas partes a aceptar el resultado del sistema judicial en curso no ayuda a mitigar la oposición entre ellos. En las ciencias naturales, por el contrario, todas las partes comparten un fuerte interés común en el desarrollo de sólidas y bien

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Figura 27-16

(B)

G 1

M 1

Por lo tanto,

F 1 A 1

R 1

Siendo la misión de la ciencia lo que es,

Una teoría (T 2) que explica fenómenos noexplicados por teorías previas solas (T 1)merece, a primera vista, sustituir a la T 1.

La teoría de la polarización deHuygens explicó la “docle refracción”de un modo en que la ley de Snell nopodía hacer por sí misma.

a primera vista,

La nueva teoría deHuygens merecesustituir la de Snell.

A menos que susmecanismos físicossubyacentes resultenininteligibles.

Figura 27-17Maxwell

(B)

G 2

M 2

Por lo tanto,

F 2 A 2

R 2

fundadas teorías. El hecho de que diferentes científicos sostengan inicialmente posiciones contrarias o contradictorias, de ningún modo significa que tengan algún interés a largo plazo- como científicos- en ver sus opiniones particulares victoriosas.

Como individuos humanos, por supuesto, los científicos tienen un compromiso inicial con sus opiniones, y son libres de sentirse abatidos e incluso humillados si sus argumentos no revisten importancia para sus colegas profesionales. Pero estos sentimientos son un asunto privado con el que el científico debe lidiar de un modo personal. Ellos no representan un interés públicamente reconocible que pueda sostenerse en el debate científico colectivo. Desde el amplio punto de vista colectivo, todos los científicos naturales deben estar dispuestos a colaborar en la resolución de disputas científicas mediante los procedimientos reconocidos de la argumentación científica, y también se presume- superando la situación de la argumentación legal- que comparten un interés común en el establecimiento de sólidos y bien fundados resultados científicos.

UN EJEMPLO

Terminaremos este capítulo citando un clásico ejemplo de argumentación científica, de El Origen de las Especies, de Charles Darwin, sobre un contencioso y muy debatido asunto:

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Siendo la misión de la ciencia lo que es,

Una teoría (T 3) que integra dos teorías previas (T 1 y T 2) sin ninguna pérdida, merece desplazar a T 1 y T 2.

La teoría electromagnética de Maxwell integró la teoría electromagnética y teorías ópticas, no sólo sin pérdidas sino que inclusive con valor explicativo agregado.

A falta de inesperadas objeciones

al menos,

La teoría de Maxwell mereció desplazar teorías previas de ecactricidad, magnetismo y óptica.

Si bajo condiciones variables de vida los seres orgánicos presentan diferencias individuales en casi todas las partes de su estructura, y esto es innegable; si existe, debido a su geométrica tasa de crecimiento, una severa lucha por la vida en alguna edad, estación o año, y esto ciertamente es innegable también; considerando entonces la complejidad infinita de las relaciones de todos los seres vivos entre sí y con sus condiciones de vida, que hacen que sea ventajosas para ellos una diversidad infinita de estructura, constitución y hábitos, sería un hecho muy extraordinario que no se hubieran presentado nunca variaciones útiles al bienestar de cada ser, del mismo modo en que se han presentado tantas variaciones útiles al hombre. Pero si se presentan variaciones útiles a un ser orgánico, seguramente, los individuos así caracterizados tendrán mejores probabilidades de preservarse en la lucha por la vida; y por el poderoso principio de la herencia, tenderán a producir descendencia con similares características. A este principio de conservación, o de supervivencia del más apto, lo he denominado Selección Natural. Este principio conduce al perfeccionamiento de cada ser en relación con sus condiciones de vida orgánica e inorgánica; y, por consiguiente, en la mayoría de los casos, a lo que puede ser considerado como un progreso en la organización. No obstante, las formas inferiores y más simples persistirán mucho tiempo si están bien adaptadas a sus simples condiciones de vida.

La selección natural, de acuerdo con el principio de que las cualidades se heredan a las edades correspondientes, puede modificar el huevo, la semilla, o el individuo joven, tan fácilmente como al adulto. En muchos animales, la selección sexual habrá aportado su colaboración en la selección ordinaria, asegurando a los machos más vigorosos y mejor adaptados la mayor cantidad de descendientes. La selección sexual también aportará caracteres útiles solamente a los machos, en su lucha o rivalidad con otros machos; y estos caracteres serán transmitidos a uno o ambos sexos, de acuerdo con la forma de herencia que predomine.

Si la selección natural ha actuado en adaptar las variadas formas de vida a sus diversas condiciones y estaciones, es cosa que tiene que juzgarse por el contenido general y el balance de las evidencias ofrecido en los capítulos siguientes. Pero ya hemos visto cómo la selección natural ocasiona extinción; y la geología manifiesta evidentemente el importante papel que ha desempeñado la extinción en la historia del mundo. La selección natural conduce también a la divergencia de caracteres; dado que cuánto mas difieren los cuerpos orgánicos en estructura, hábitos y constitución, tanto mayor es el número que puede sustentar un territorio,- de lo que tenemos prueba considerando los habitantes de cualquier región pequeña, y las producciones naturalizadas en regiones extrañas. Por consiguiente, durante la modificación de la descendencia de una especie, y durante la incesante lucha de todas las especies por incrementar su número de individuos, cuanto más diversificados resulten los descendientes, tanto más aumentarán sus probabilidades de éxito en la lucha por la vida.De este modo, las pequeñas diferencias que distinguen las variedades de una misma especie, tienden constantemente a aumentar hasta que igualan las diferencias mayores que existen entre las especies de un mismo género, o aún de géneros distintos.

Hemos visto que las especies comunes más ampliamente difundidas que ocupan grandes extensiones y que pertenecen a los géneros mayores de cada clase, son precisamente las que más varían, y éstas tienden a transmitir a su modificada descendencia aquella superioridad que ahora las vuelve predominantes en su propio lugar. La selección natural, como acabamos de señalar, conduce a la diferenciación de caracteres y a la extinción de las formas de vida intermedias y menos perfeccionadas. Según estos principios puede explicarse la naturaleza de las afinidades y las diferencias, generalmente bien definidas, que existen entre los innumerables seres orgánicos de cada clase en todo el mundo. Es un hecho ciertamente maravilloso- lo maravilloso del cual pasamos por alto por estar familiarizados- que todos los animales y todas las plantas, en todo tiempo y lugar deban estar relacionados entre sí en grupos subordinados a otros grupos, en la manera en que podemos observar por todas partes– principalmente, variedades de la misma especie estrechamente relacionadas entre sí, las especies del mismo género menos estrechamente relacionadas y de modo desigual, formando secciones y subgéneros, las especies de distintos géneros mucho menos

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relacionadas, y los géneros, relacionados en diferentes grados, formando sub-familias, familias, órdenes, sub-clases y clases. Los diferentes grupos subordinados en cualquier clase no pueden ser ordenados en una simple fila, sino que parecen agrupados alrededor de puntos, y así sucesivamente en ciclos casi infinitos. Si las especies hubieran sido creadas independientemente no hubiera sido posible explicar este tipo de clasificación; pero se explica mediante la herencia y la acción compleja de la selección natural, que ocasionan la extinción y diversidad de caracteres, como vimos ilustrado en el diagrama.

Las afinidades de todos los seres de la misma clase han sido a veces representadas por un gran árbol. Creo que este símil expresa en gran parte la verdad. Las ramitas verdes que dan brotes pueden representar las especies existentes; y las crecidas en años anteriores pueden representar la larga sucesión de las especies extinguidas. En cada período de crecimiento, todas las ramas nacientes han tratado de brotar por todos lados, superando y matando las ramas próximas, del mismo modo en que las especies y grupos de especies han tratado en todos los tiempos de dominar otras especies en la lucha por la vida. Las ramas se dividen en ramas menores, y estas en más y más pequeñas ramitas, y esta relación entre los brotes pasados y los presentes, mediante la ramificación, puede representar bien la clasificación de todas las especies extinguidas y vivientes en grupos subordinados unos a otros. De todas las ramas que florecieron cuando el árbol era un simple arbusto, sólo dos o tres, ahora crecidas en fuertes ramas, sobreviven y sostienen las otras ramas; así es con las especies que vivieron durante períodos geológicos pasados, muy pocas han dejado descendientes vivientes modificados. Desde el primer crecimiento del árbol, muchas ramas y brotes se han secado y caído, y estas ramas caídas, de varios tamaños pueden representar esos órdenes, familias, y géneros enteros que no tienen ahora ningún representante vivo, y que conocemos sólo en estado fósil. Así como cada tanto vemos una fina rama dispersa brotando de una horqueta en la parte inferior del árbol, y que por alguna circunstancia ha sido favorecida y se encuentra aún viva en su cumbre, también ocasionalmente encontramos un animal como el ornitorrinco o el pez de légamo (Lepidosiren), que en alguna medida enlaza, por sus afinidades, dos grandes ramas de la vida, y que, aparentemente, se ha salvado de la fatal competencia por haber habitado en espacios protegidos. Del mismo modo en que los brotes dan origen por su crecimiento a tiernas ramas, y éstas, si son vigorosas se ramifican y sobresalen por todos lados muchas veces sobre ramas más débiles, así también, creo que por generaciones ha ocurrido con el gran Árbol de la Vida, que tapa con sus rotas y muertas ramas la corteza de la tierra, y cubre la superficie con sus hermosas e incesantes ramificaciones.

Ejercicios

Discuta nuestro ejemplo de El Origen de las Especies. En su exposición responda las siguientes preguntas.

1. ¿Qué implica la teoría de Darwin acerca de la clasificación de las ciencias biológicas?2. ¿Qué sistemas de representación y “leyes de la naturaleza” se discuten?3. ¿Anticipa Darwin críticas a sus argumentos? Si lo hace ¿Qué críticas anticipa?4. ¿Discute Darwin anomalías en la argumentación? Si lo hace, identifíquelas.5. ¿Qué se sostiene acerca de:

a. el tipo de cosas que las ciencias biológicas estudian?b. la composición de las especies?c. su historia o desarrollo?d. los efectos del proceso o fenómeno bajo consideración?

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6. ¿Cuáles son las bases para el alegato que se presenta acerca de los tópicos enunciados en la última pregunta?

7. ¿Qué aspectos del orden y desorden que encontramos entre los seres vivos parecen requerir explicación?

8. Discuta la distinción entre argumentos regulares y críticos en ciencias ¿Qué aspectos de nuestro ejemplo lo conducirían a ponerlo en una y no en la otra cartegoría?

9. ¿Cómo aparecen los calificativos modales en el fragmento?10. ¿Qué es rechazado en el fragmento?11. Analice el argumento en el primer párrafo del ejemplo de acuerdo con nuestro modelo

de análisis. Es decir, identifique los alegatos que se expresan, los fundamentos sobre los que se alega que se sustentan, la garantía a la que se apela, y demás.

Los periódicos nacionales y las revistas de noticias a menudo publican artículos sobre recientes desarrollos en las ciencias. Algunas revistas como Science, Scientific American y Psychology Today, existen con el propósito de informar al público en general acerca de los últimos trabajos en ciencias. Los estudiantes encontrarán en estas revistas artículos adecuados para analizar y debatir en clase. Cada estudiante debería revisar algunas de estas fuentes y estar preparado para discutir en clase el razonamiento encontrado en ellas.

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