CAPITTJLO V

ViRP.EINATO DE BUENOS AIRES.—GERMENZS DE DISOL,UCI6N

El contrabando—NeCesidad do crear one plaza fuerto en ci At-lantico—El Virroinato do Buenos Airos—sintOmas do des-menibramiento - Rlvalidados preoxistentes—Charcas--Cor-doba—El Paraguay— La Provincla de Cuyo no fue sopara-tista—La Bands. Oriental - La reconquista do Buenos Al-rcs—Rcpercustón on toda Is America espafiola—Habtan sideveneldas en las calles do Buenos Aires is. Espafta y is. In-giaterra a on mismo tiempo—La reeve, ca pital con quistO lahegemonla—Los cainbios Is gobierno so bacon tumuituarla-inento en ci Cablido de Buenos Aires con prosclndencia dolos domas—Las distances entre las cludades, otra cause, dodosasociacidn—La tonada explleada—Dofocto do consis-toncla national en Ia faita do on nombro aproptado pars.Ia nerve, naeiOn—Et Alto Perk quoda apartado—El Para.guay—Los Indies educados on ci odlo y dosproclo de Is ranblanca—El mlsionoro no enseftaba a amar Ia patria—Elab psrno quo separaba a los bianeos do los noOfitos do losjesuitas—Las ideas del monde exterior so detenian en Bue-nos Aires sin ponotrar on ci Interior—Efoctos del odin in-eulendo a los Indies contra Ia ran bianca—Fusile usteddos ospafioles per eemana . -Slmplicidad y pureza prirnitiva.do Is viea salvaje, aegan Rousseau—Las Caries Ediflean-tes Puritanos anacreOnticos—Gobierno paternal.

Tiempo es yi, y sebrado, do quo conoretemos espe-cialinente el esthdio a nutra soc}edad, fonnada eonlos restos quo que&vron unities, después do la generalemaneipación do las ecdonias enpafiolas, y su separaciónen Estados, ya siguiendo las demaroaciones adniinistra-tivas do la Espai3.a, ya come lo dispusieron fatalidadoshistóricas.

El contrabando, aqul enemigo malo, armado comeSatanás do todas las astucias del ingenio, pan corregiry castigar los abuses y errores ceondmicos do los go-bionics, lbs. a medias con la Coinpaflia do ContrataciOndo Cádiz, on proveer do inereadorias a las colonias, pa-ra repartirse los provechos; y como I ueen aniquilados

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los filthusteros eon Morgan, en las Antillas, ci contra.bando hurt6 la vulta a los guards, costas de Panama yenderezó Jas proas do sus veleras naves lait los maresdel Sur. Tenian Is isla do San Javier a siete leguasde distaneia de Buenos Aires "dicen las crénicas" ecu-pada por los .portugueses, muy provista de géneros, pa-ra introducir per tierra, hasta llega.r a Lima, corte delos Virreyes, y depósito de pastas de plata del mineralde Pasco, come en el camino encontrarlan das del Cerrode Potosi.

Fate cambie de rutas del eomercio aconsejaba a IaCorona de Espafla dar frente oficial a sus colonias, ha-cia el Atlkntico, ereando una fuerte administracion connaves y ejéreito aporeThido, pars, oponerlo a la hosti-lidad de los portagusses.

El temor de quo los ingleses, que acababan de per-der sus posesiones en la America dci Norte, intentaseiiâpoderarse do las de Esafla en eats parts M Sud, in-flulan no poco sobre aquella deterzninaci6n.

"Convenla organizar tin gobierno capaz de contenera los portugueses, dice d erudite historkdor del Virrei-nato, don V. Quesada, obrar con celeridad per antori-dad propia e independiente del Virrey de Lima, impo-sibilitado per la distancia para atender eon eficacia lasfronbera3 do Is Banda Oriental, que era ci punto másvulnerable, por ser el més codiciado de los lusita-1109" (1).

En 1776, so ereó per tanto ci Virreinato de BuenosAires, subordinando a la autoridad del nueve Virreylas demarcaciones territoriales siguientes:

Provincia de Ouyo, a la falda do los Andes.La antiguaS provincia de 06rdoba del Tucumán,La Audieneia de Charcas, o el Alto Peru.

(1) Virrejneto eel Rio de In Piata-1776-1812—por VicenteC Qucsada—iSSi..11-1

LAS LIAZAS EN SUDU1ERICA 251

La Capitania General del Paraguay, inoluyendo lasinisiones jesuiticas.

La Capitania General do Buenos Aires, que compren-dIa Santa Fe, Corrientes, Entre Rios y la Bands Orien-tal.

Las tierras desiertas do El Chaco del Norte, In Part.a-

gonia, Tierra del Fuego e islas del Sur, ineluyendo lasMalvinas que los ingleses klan Fa[Ickland, donde losfranceses hablan questo if as Malvinas.

Nada inS seneillo al parecer, quo haeer tin Thino enlo administrativo, de tin vasto territorio quo la natura-leza misma ha limitado SI Oeste por ia grande Cordi-Ilent do los Andes, cuya arista central cubren nieveseternas, visibles desde el Paciuico do tin lado, desde laPampa del otto. No so -borrará ad nomis el Cabo doUonws, ni so eogará ci Estrecho do Magallanes hacia ei

Sur. Los tributarios del majestuoso Rio do Is Platohasta tocar eon las posesiones poritugucsas all Este, ymãs allá del Desaguadero al Norte, litnites de Moil do-termination.

Comprende este paffo dc tierra todos los oilman, conancha exposiciOn aft Atlántieo para la exportación dolos productos de todos los paises, cuyos grandes riosdesemboean en ci ostuario dod Plata.

Los habitant de -las diversas regiones ya jpobiadas.pareclan set -los misnios cspailolos blancos y los indiosdo Ia raza cobriza que, como dice don Juan do tflloa,"vet a tine es haberlos visto -a thdos, desde el Canadahasta las Pampas".

Sin embargo, de no haiber encontrado obstáSo ad-guno inteimo pant eonstituirse y funcionar, la creaeióndel Virreinato par000 Ia seilal dada no sOlo para Is dis-locatiOn do sits -propios iementos componentes, sino pa-ra la destrucciOn do la autoridad cspañola on sus anti-guts colonias.

Trasportándonos a cuarenta aflos atrâs, mostrare-

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inos en acei6n aquellos enonnes témpanos del deshielode tan vasto sistema do colonizaci6n entreehocAndoselos colosales fragmentos que arrastra tras si 19 carrion-to de los sucesos.

Desde el Alto Peru so exten&a Is raza qu±chua, mdi-gena, prehistóriea, hssta Is ciudad do C6rdoba, sobre cu-yas alturas estuvo ci niás avanzado Pucurá, o fortaleza,de la conquista Inca, y a cuycc hijos acostuznbraban losvecinos de as eiudad, como to acreditan bus Attas Ca-pitulares do Córdaba, eazar para proveerse de gezite dotrabajo y yanaconas, o sirvientes.

Charm en ima grande ciudad poblada desde el Pe-rü, eon sus Infulas do Corte, sit Universidait do inaterialegal, en Audiencia y en foro; pero mu qua tedo, eonlas rices mines de Potosi, euyos tesoros so difundian partodo ci nuindo, en pesos fuertes aenfiados, proporcio-nando x'entas al Vdrreinato par sostenerse, pues Is Ca-pitania do Buenos Aires era muy pobre de artIculos doexportación èasta entonces, segthi so ye par euadros doAduana do aquella época. Sus hombres do acción, co-nio los doctores do ens universidades, ejercieron grandeinfluencia en e.1 Virreinato, tales coma el Jefe do los Pa-tricios em Is &conquista do Buenos Aires en 1807, comoel autor do Is primer memoS sabre ci Congreso hbre ymuehos otros do igual influencia y figuración.

El nonibre do Virroinato do Buenos Aires, sin em-bargo, no respondia a sentimiento posible aiguno dounion, UI mAs taMe del patriotismo, tanto en las masasquichuas, qua conservan hasta ahora en lengua, comaentre los luismos espaflbles y criolbos quo formaban Isbusa sociedad.

Corns riesgo el Alto Peril, do desprenderse al manorsacudimiento, simpiemento par falta do adhesiOn y Co-

hesion orgóica par aquellas causas.Pars C6Moba el cambia debiO dejaile impresiones

LAS BAZAS EX SUThAMEBICA 253

desagradabies. Pequefla ciudad, pues en 1816 cuentasolo seis mil habitantes, era cabecera do ila provincia deCórdoba del Tucuznán, que contaba muehos pueblos im-portant.

La ciudad do COrddba era, adcmás, ci centro reiigio-so de esta parte do la colonizackin. So Universidad theerigida y, regida por los Jesuitas; y las numerGsas to-ri-es elevadas per ci fervor religioso y que emb1ecenci paisaje todavia, no estaban on Vropord6n en 1819con ci nflniero de sus habitantes. ToeábaJ.es una iglesiaa eada seiscientos.

Era sede epicospal, tenla Universidad, SeminarioConciliar y Colegio de Monserrat, eon muehos conven-tea y monasterios en cuyes servicios se enrolaban las pH-mndras familias, abriendo los conventos cainino a las me-dianias pan elevarse en Is, consieracion per ci sacer-dccio.

Era, ademnás, •por lo mediterráneo, relativamente aBuenos Aires, mal conductor pam ilas ideas nuevas,siendo observaci6n y pesar de don Juan de TJi[oa, al vi-sitar las colonias espaflolas, 'que Is parte bianea de lasociedad no tome oficio iii ejerza ci coinercio".

Buenos Aires sin Tjniversidad, hasta después de la Re-voaueiou, sin tin Coiegio hosts, poco sates, librados susIi abitantes al comercio, debia ser tenido en menos, ymi-ado como poca cosa on Is jerarquIa colonial, segünla opimOn de aquelios tieinpos, porque era de rec.ientedata pie empezaba a hacerse notable esta ciudad enAmerica, .por cierto desembarazo y canto degeneraciónde las ideas coioni&es a causa de sus trates con extran-JCTOS, atraidos a Is colonia per ci eoinercio de contra-baaado; y entre ci contrabando, deslizándose las nuevasideas propSladas en el siglo XVIII.

No obstante S cordones sanitarios estabiecidos panque no penetrasen por esta uinestra faisa los librospuestos el mndice, porque desmoralizaban el pueblo, en-

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contrse en Mendoza la ilustnda do Robertson, quo tanmal trataba a los reyes y frailes espafloles, traducida cicastellano, hecho ignorado per Ia Aduana. Examinadoèì case, so encontró, quo Jos Cures en toda do extensi6ndo Ia America era los ocultadores del contrabando in-gl, per el penniso quo conservan at do introducironiamentos y vases sagrados sin pager derechos, y pertanto sin abrirse sus cajonos sino en la sacristla; y co-me Joe Curas tenian Sotacuras, y sobrinos, ci EnernigeMalo haliaba tin virgineo pan introducir las obras doVoltaire, Rousseau, y hasta la Enoiclopedia de quo es-taba plagada toda ta America y homes encontrado ejem-plaits desde la infancia.

Del Paraguay nada diremos. Hasta entonces habiadodo nombre a estos palses, pues Buenos Aires inismeestá induido en el maps con ci nombre de Paraguay.En 1839 tieno Ia Asmición diez mil habitantes, conser-vando gus hunjos de capital. Nunes, habia obedecido aextraflos, ni admitidolos.

En 01 acto do aflojarso ci vincuilo colonial, so apart&el Paraguay para no volver i format parte do ins Pro-vincith Unidas do! Rio do Ia Plata.

Las Misiones del Paraguay, inspiradas per el senti-mientb religiose do los jesuitas, mantenidas aparte delresto do la cc4onizaci6n espa5ola, y educadas come eninveniáciilo per tin Sterna do experimenteción social ycornunista, so marchitaron y secaron cuando los vidriosso rompieron, y quedaron expuestas esas plantas a laatm5sfera do este mundo sublunar.

La provincia de Cuyo, aunque do origen ehieno, nomostró nunca tendencias separatistas, acaso porque Iacontemplacion diana do la estupenda barren quo laseparaba do Chile, obraba sabre ci ánimo do sus habi-tantes, coma ci ms incuestionabio argumento en favordo Ia unión con los o-tros pueblos do Ia misma ilanura atOriente.

LAS RAZAS EN SVDAMERICA 255

No siacedió asi eon in Banda Oriental del Rio de IsPlate, poblada dde Buenos Aires, de manera que granparte do escrituras do sus campiñas se conservall en losarchives de eats, per haber side hechas las concesionesdesde este lado. Plaza fortificada, y residencia de es-pañoles peninsulares de •nota en In administraeión, yapostadero de los buques de guerra espafloles, Montevi-deo cca1sorv6 siempre ese catheter do estaei6n maritima,viéndose per sus caPes con más I recuencia quo en Bue-nos Aires oficiales de marina, que per lo general per-tenecen a buenas fami,lias y tienen mayor apariencia deeultura quo los do tierra. La sociedad culta se censor-v6 per Unto inés espailola, y is canzpifla asumió bienpronto so catheter indigene.

Cuando Is princess Carlota ofreció la coonpostura en-tre Is Independencia y Is dinastia espaflola, quo ofre-do Felipe Igualdad entre la Repüb1iea Francesa y losBorbones, Montevideo prestO oidos a la inthnuaciOu ypasO a ser portuguesa.

En 1807, la pdblaeiOn del Virreinato do Buenos Ai-res tuvo ocasiOn do probar per Is. 'primers vez sit ila-matte patriotisind. Los vecinos de Is cindad de BuenosAires, bajo ci mando del CapitAn de marina, Liniers,francS do origen, vencieron a once nil ingleses do tro-pas do lines, despu€s do reiido combate, tomando man-zana per manzana do la ciudad, reconquistáudolas con lospatricios, los arriheflos y los espafldies peninsulares or-ganizados en bataUones y tercios do milicias urbanas.Las tropas que guarnoclan a Montevideo, las autorida-des y el vecindario do Is ciudad tuvieron buena parte,contribuyendo con sus fuerzas a producir este grandeacentecimeAtO, pues alil so organizé la Reconquista.

Todavca no so atenüa en America, ni so olvida an In-glaiterra, el asombro quo causô hecho tan predate. Elsable y iiterato Andrés Bello, do Colombia, residente enLondres per largos afios, y en contacto con lo más dis-

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tinguido del partido liberal espaflol, decia uS tarde onAmerica, pie ci Forcing Office tenia deede entonees perregla habitual usaa- de deferencia y buena volantad pa-ra con ]as autoridades argentinas, como un tribute dorespeto al denuedo do sue habitantes en Is reconquista deBuenos Aires.

La Revolución do a Independencia do la Americadel Sad queclaba resuelta y consuniada on todas Ins Co.lonias, con in noticia, do tan grando heeho, magnificAndolo €1 general inglés Whiteloek uthmo, pars, su defen-sa on In cause, que as Is siguiO y corre impress, con -elénimo de disimular asi ' cohonestar Is vergionza do Isderrota, como Cs práctiea sicinpre de ]as grandes venci-doe, hacer mae grande todavia al vencedor.

Podo corazón aznerieano respondio con Is exelama.6511 del Correggior jANCRE rot, no sintiéndose cadauno inenos pie nadie, eon tarts, mãs razdn quo en Bue-nos Aires habia huido ci Vinrey Marques do Ste Mon-te; y bastaba ceo pars, erect que S españoics .penin-sulares nada o poco hw&an hecho do en parte. Habiansido vencidas, puce, en he ealles do Buenos Aires, IsEspafia y Is Inglaterra a in tiempo. La idea do Iaemaneipación empezó a formenfar en todas la g cabezas,y en tres años, lo quo va de 1807 a 1810, estuvo incu-bada cosi sin concierto; y sin casi, puas lag comunica-ciones entre Méjico y Buenos Aires, no habiendo perió-dices ni correos, eran punto menos quo imposiblee.

Esta aseveraeión no proeede do simples deduccionesdo la légica, sino de lag deelaraciones obtenidas do boade ancianos de Chile, del Feri, do Venezuela y NuevaGranada, quienes Is manifestaron al autor durante sueviajes on America.

Otra revolution, empero, Se operó on -los ânimos, omAs bien una serie do revoiueiones y do reaccioucs, den-tro del Virreinato mismo do Buenos Aires. La nuevacipital on ci nornbre conquistô e.sta vez la hegemonia

L.AS EAZA$ EN SVOAMERICA 257

quo COrdoba y La Asuncii5n se disputaban, rues quo pottales y tan buenas eapitales so tenian. El Duehlo doBuenos Aires a an vez, come Sn fauia crecla en el con-cepto &c propios y extraños, so ensorberbecla on derna-sia, come aquellos quo so onriqu000n do golpe, y empe-zó a .preseindir do todos los otros pueblos y Cabildos,ann de lee do Sn propia jurisdieeión, como Santa Fe,Corrientes y Entre flies, quo eran los frlthnos on saberto quo so tramaba revolucionariamente on Buenos Ai-res.

Come no thabia Sterna electoral, 'los eambios do go-biernos tenlan quo efeotuarse tumultuariamente en Ca-bildo abierto de notables, o bien come los romanos dolos ültinios tientpos do la Repüblica, en quo los Italiotes,teniendo dereeho de eiudadania romana no podian vo-tar sino on Roma.

El triunfo, sin embargo, habia sido no solo do porte-lies, sino de espalioles peninsulares, do orientaies y doarribeflos, flarnados asi los hajhitantes do las otras pro-vincias del Virroinato, pues sOlo do Montevideo habianvenido mu doscientos combatientes.

El Cabildo, en cuya corporaciOn debian predominarDaturalmente ice peninsulares, pore simplemente perconmemoraeión del heeho, nandiO .poner por nombres alas caUes los do los Jobs quo más so habian distingui-do, resultando, eomo era natural también, la mayor par-to espaoles. La exaltaeiOn revolucion aria los hizo be-rrar m*is taMe, dejando a la posteridad la duda do silos arneric&nos resistioron can ms encono la domina-dOn inglesa, que no io intentaron los españoles mis-moe.

Otra causa do desasociaciOn quo podia seflalarse des-do los eomienzos on la organizaciOn del Virreinato, pro--venia do las distancias entre las ciudades do entonees,sin campiflas pobladas, ni aldeas, iii villas intermedia-rias, no habiendo más vehiculo que las mulas, pues las

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carretas iii las carabelas volaban entonees poT Ia Pam.pa o per ]as rios tranquilos y do lento curse. Do aM haprovenido quo so conserven tonadas distintas on cadaprovincia, per el •aislamiento secular en quo han vivido,como ban conservado his nortearnericanos Ia entonacióngangosa de los .predicadores puritanos.

El golpeado de aigunas do ellas haciendo vocajes gra-ves de que earece la lengua, y ante-esdrüjulos como enel ingles, panece .provenir do Is marcha do la caba1ga-dun, haeiendo acentuar la palabra al asentar ci caba-Ilo Is pats. No la hay do eats género en San Juan yMendoza, por andar a pie en calles las genies do earn-p0.

Fuimc.s destinados; dice en 1727 ci jesuita Gaetano,"en nümero do doce, a pasar a las Jtethicciones del Pa-

rank y Uruguay. Aguanlantos todavia algunos dias,a quo los indios que deblan conducirnos Ilegasen e

"hicieran ins provisiones necesarias para viaje tan lar-go; poTpie Si except'uáis dos o tres habitaciones quono están inn>' lejos de Buenos Aires, y una Reduccithi

"de indies bajo Is conducta do los Padres Francisca-nos, no so encuentra en todo el cainino, qua as rnásde doscientas }eguas, una sola easa donde poaer ace-

"gerse en caso do necosidadtin extraño 'motive do fiesasoeiaci6n sobrovino con Is

Independencia. Llaiuábase ci pals, bajo el dominio es-paflol, el Virreinato de Buenos Aires. 6 Come liamar-10 los del Alto Per, Jos del Paraguay, etc., después dedejar do ser Vin'einato, Repüblica do Buenos Aires?Do Maistre notaba este defecto do consisteneja nacionalan Is palabra Estados Units. Dde luego, autos deIlamarse Virreinato, estos poises ilainibanse Provinciasdel Rio de la Plata. Cuando prefendieron ser Estado,le agrogaron el ealificativo Unidas, como dna ProvinciasUnits do Fiandes, tan notablemente conocidas on lahistori&

LAS RAZAS EN SEDAMERICA 259

El Alto Peru, no obstante la presencia de sun repro-sentantes en ci Congreso de Tueumán, quedó como queda en los cainpbs in girón del vestido desgarrado du-rante Ia lucha.

El Paraguay no tuvo oeasin de .olr la palabra hide-pendencia, siquiera, ni &a gloria de conquistarla. Con-quistó gloriosamente, sin enDargo, ,nedio siglo después,EU inuerte, -pereciendo todos sun varones ipor scistenerIa man extrafla, la man salvaje tirnnia quo haya pmdu-cido i& extravagancia neuróiica de un abogado, apodo-rándose del gobierno de 1-a raza india, que los jesuitashablan preparado para todas las obedienciss y suniisio-nes, •bajo I& tutela de todos Los ifirectores espirituales,morales y politicos, a la vez.

Tomaanos do in escritor tie as. Orden, el siguiente da-to histórico:

'.' Fné en particular, a fin do -prevenir el perniciosoefeeto del maT ejemplo, quo los reyes callicos, a rue-

"go de los minioneros, han prohibido a los espafloles y"a todos los demás europeos it a Tan Iteducciones, a"menos pie on sun viajes ia, aiceesidad no ks fuerce a"ello, no siAndoles ni aun entonees permitidci permane-"car man de tres dias... Desde que so vein ilegar nit

"europeo, aigán indio discrete y prudente SC Ic potha"al lado, a pretexto de acompafiarie y hacerle los ho-"nores, pero en realidad era -para observarlo y pan ve-

lar do man cerca sbbre an conducta" (1).Son verdaderamente edificanes estas revelaciones an-

ténticas, heehas con alarde per aqueUos inocentes vs.-rones, que encontraban en efecto, "quo Ian B-educcionesniás apartaklas de is. vista y del comercio de log elcrOpeOS,

son aqueHas en que Se ñota men fervor y man inocenciaen los neófitos indian". Ya habian los misanos indiosnotado su superioridad moral sobre ion europeos. " I 0*5-mo es quo tog baWls enseilado, declan ciertos indios do

(1) Muratori Ib2d 115.

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las misiones mandados a Buenos Aires a trabajar anobras pñblicas, quo tat a ensl aceión es pecado contraIs honrwdez, cuando nosotros sabeinos, a no dudarlo, qualos espafloles los conieten?"

Algunos aflos más tarde, aquellos neófi•tos de erizt.ia.nos, de siervos de los jesiitas, cue eran en reaMed, vana pasar a ser ciudadanos do una Repübliea, iguales andereehos eon los hijos do taos espafio.Ies, eon quienes noestuvieron on -contacto y a quienes se reputaban supe-riores en moralidad.

Un lago de sangre será uecesario lienar pars, acercarbajo un pie do igualdad estas dos azas; y muchas vIe-timas ilustres do Is raza blanea caerán autos bajo atcuehillo do In vevdetta do razas, at grito do mueran losasquerosos, inmundos blancos! "Hijos inios, lea habiacoatestado €4 reverendo padre Miflones a los neófitos,otra cosa no puedo deciros sino que nOsGtras predicamosa los españoles Is misma atrina quo a vosotrcs. Silos espafloles no la observan, ellos darán cuenta at Su-premo Jnez quo los hard pagar Men caro an negligen-cia. Eu cuanto a vosotros, mostraes I ieles an ponerlaan prâctica, y Dios .reeompensará vuestra fidelidad, eonto qua haréls ver quo tenéã mae juicio qu& los españo-lee" (1).

Los salvajes, con más juicio cue los europeos civilize.dos; ci indio major quo at Marco, "parque están sepa-rados a semejanza do los ha'bitanteide las eampiflas cu-ropeas, do 'los males eristianos quo viven an las ciuda-des".

Ahora qua traseurrido a.penas un siglo desde quose observaban tales prácticas an las misiones, y quoaqueJlas ejemplares .poblaciones se hen desparfljadocomo si el viento hubiesa soplado sobre inoritoneillo dopaja, queda por averiguar euóies han debido ser las con-secuencias do este sisterna do colonizaeiOn, baja otros

(1) Muratori 114.

LAS RAZAS EY SUDAMERICA 261

inoviLes y con otros fines quo los quo las sociedades ha-rhanas reconocen.

Debe desde luego, observanse quoa Is tribu errante Icfalta Un sentirniento y an vineulo que es la patria, puespenas estorba quo otra tribu se introduzea en los cam-

pos dende ella caza. La sepuitura de los padres fijóun dIa en torno do ella a los hijos, p ara cuidar sits res-toe, y do este simple heoho rpafle Is sociedad, seginFustel do Conlanges, y la creaeión de Ia familia, tas Ic-yes, In religiôn y Is patria, Ja cite o ciudad. Pero Iapatria no es solo una extensi6n de tierra quo homes he-cEo ci patrironio exclusive de una familia, tribu, opueblo, es un sentirniento comñn a In •prescnte genera-ción, paa'a trasmitirlo a las futur.as eon ci recuerdo, elamor y ci vinculo <we nos une a is pasado.

Ya trala el salvaje a Is Reducciôn el desapego a latierra pie agravaron aquellas inanunlisisnes, trasplan-tes y enaigraciones do quo dieron ejentplo y modelo losmisioneros, y pie servirAn mfis tarde para disolver insReduccicnes niisinas per medio do nuevas trasiaciones,y sun hacienda botin de los habitantes en Is guerra, co-rns ]as honnigas asaltan otros hormigueros pars, apode-rarse do las larvas, y hacerse do trabajadoras.

A este despego a in suelo quo no es Ia patria, sinsIs misión, so shade, corns lo homes visto, Cl desafeetonatural del conquistado a su dorninador, do la raza in-ferior a Ia superior, pero reagravado por la educación,obteniendo los misioneros quo Jos indios apenas domes-ticados so ct-len It inantengan lejos y separados do losMantes, Ilainados espafioles, con lo que so forma unanación, no ya en Is naciOn, sine fuera do Is naciôn; p0-

ro es ci eolmo do la imprevisión, del orguilo yjiel espi-rita de cuerpo, incuicarle La idea a Is ram in con-fiiistada, quee mejor y inAs aceptabbe a Dios quo Ia dosus amos, y ann constituirlos clandestinamente en es-pins y centinelas do vista do la perversidad moats del

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hombre civiliztho; a fin de que no escandalic&.al mo-cente salvaje, que Rousseau habla hecho per naturalezabueno, y que lbs viajeros hallaroj en todas partes incoriegibiemente perverse.

j Era este espIritu do despego a la Espafla, es decir,& 811 naciên, of ecto del plan quo so atribuye a los jesui-tas, de preparar pnthk, odios y ejércites tpara la sobe-rania y dominio de las Indies Occideutalesi Ni nos sor-prendicra este designio en sociedad tan poderosa y dis-ciplinada, con cinco mil miembros reclutados en las f a-

milias criolias mñs rim e influyentes, dasde qua hemosvisto a la siguiente genettei6n de ezos eriolios ernanci-parse sin una organización tan vasta tendida come unared sabre toda la America. Los magos do la Persia, conZoroastro, los faraones egipeics de rasa sacerdotal, lasupreinacla y sober4rnia laica secular del pasado estándiciendo que tales hechos son caM inevitables an la su•cesión de los tiempos.

Consideramos suspieaz ci extratto de los reglanientosdados per diversos jefes do misions orgiiiiiaiido mm-cia, hacienda obligaterios los ejercicios militares, reco-giendo las arinas, creando intendencias, arsenajes, ymandando fabricar pOlvora. La proximidad de los par-tugueses mamelucos justificaba en demasla estas medi-dat Un proceso natural del espiritu habla do produ-cir en el jefe soberano absolute de grandes peblacionesde indies ian pace de despego a la jerarquIa de otro so-berano lejano, euya autoridad delega en subalternos.

Todos estos son aceidentes. El misionero no ensefia-ba a amar la patria, porque 61 no la tiene. El jesuitatiene ian soberano, Ia orden a que pertenece; un rey ab-soluto en el quo está en la. Casa Grande do Jlmna, su-perior al Roy, ci iguail al Papa o el ôrgancii jeràrquicopan reibir sus órdenes. La patria del sacerdote ens-tiano estd on ci ebb. Los jesuiths, los misioners piedirigen las misiones no son precisamente espaiioles, ni

LAS BAZAS EN SUDAMEBICA 269

arnerioanos, son jesuitas, de todas las naciones, mauda-des desde Roma a eatequizar neófitos.

El Padre Gaetano, italiano, vine a Buenos Aires en-viado a las misiones par SUS SU eriores, y do ái tenernosen tres do sus earths a sus hermanos que publica ci tra-duetor do Muratori, las cu.riosas revelacirnies quo prece-den.

He kqni, pues, irno do los fonómonos sociales más ex-tralios quo haya presenfado ci mando moderno. Unauación sin patria. La Compaflia do Jesus ejereié ismayor influencia sabre ci espii'itu de !as hispano-arno-rioa•nos, pero sabre los indios do las Misiones, Paraguay,Corrientes y Banda Oriental fud sixprema.

Do ahl vienen -las dezxneinbraciones, la fedoraeión, lamontonera, los' caudillos do jinetes, la destruceión dolas misionos mismas. hechos buena presa los habitanteson las guerras, robadms, arreados, trasportades do unpunto a otro, del Pais espaflol al pals portugués comoganado, como mcrcadera, propiedad, o cosa. "Los in-dios a su turno, libres al fin de sus superiores, libres doser buenos o do parecerlo, bajo ci ojo del vigilante tea-tino, libres do mentir a toda hera do ser inoeeDtes, iibreshot-a do dcjar salir do su hoes jurarnentos e imprecaT-c-iones y palabras injuriosas e indecentes, come los euro-poos y atm hijos, "quo no se contionen macho en Sc

punto, come en muchos otros, 'en presencia de los in-dies los cuales saben, al decir del padre Gaetano, pro-scrvarse con ci auxilie do la grads divina, del conta-gin del mal ejen1plo"RazOn tenla, pues, Cervinius ci historiader del sigb

XIX, do señalar " el vasto abisrno quo separaba en eats' America a Ins campeones do la libertad, generalmen-

to hombres instruldos, do la masa de los indies y ando Is gran multitud do los eriollos (mestizos y áam-pesinos quo estaba encadenada Par el temor quo leinspiraban el Roy y la Iglosia. Una grande excision

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desunió a teda is sociedad, a Ia coal vino a apegarseci odio que searaba a las eastas y las razas, a las tn-bus y las diases, y además aquellos celos envidiososdo las diferentes localidades (engendrados por Iadistancia), quo fermentaban con •más violenela que -]as que hemos notade en Espafla misma " (1).Cat-sas semejantes do desorganizaciôn encen'aba el

Vdrreinato. Las ideas nuevas quo agitaban al mundo,con eseasa y Jimitada dIfUSión 'en sus lerignas originalesIlegaban y se detenian en Buenos Aires, la ci-udad hijadel comerelo y del rnovimiento externo. Anteriores capi-tales se disputaban la suprexnacIa quo dá el tiempo y lasideas doininantes, de hid-algula hereditaria, de saber uni-versitario, de jeranquta Sligiosa. Las indiadas estántranquilas come los mares antes de It tempestad, ci es-piritu do I-as Misiones sepia sobre tua grande ezthnsi6ndel ternitorio guarani y pondrá en movimiento potemanciparse a 'las tans indigenas, cuando -los blaneostra-ten do hacetse independientes do la corona do Espa-ña -para format 'naeionea nuevas; y Is histonia no sabráclasificar fLeihnenth heehos que todos tienen una rnisniaforma exterior: -Is guerm. Pero 4qu6 os en reafldad is,guen-a contra la guerra o la guer-ra en h guerra?

Los docu-mentos .pñblic, las solicitudes; do la mismaCompanla ul Hey no dejan luger a discusiôn, ni a dene-gaciones.

Pero i.e quo merece todayla infis (la atención do SuMajestacd, dice el Padre Aguilar en tin Memorial di-rigido al Hey Felipe IT, es pie si permitiese a lbs es-pañolc,c trata.r inmedia-tamente eon los indios, éstosrecibirlan tin dailo irreparable con el mn-al ejemplo doaquellos, ejeinplos abso1utamente . contrarios a las bue-nas costumbres y a 11as santas ieyes del cristianismo.A mhs de clue los espafioles do quo hablo no dejarlando sembrar en las Redueeiones irnñximas perniciosas

(I) Gervinlus, Histoire do XIX Slecle T. IV.

LAS flEAS EN SUThA)SERICA 265,

contra los Ministros do Is Religion, a fuerza do vejary eilgailar a los indios los harlan perversos y falaces.No hay nada quo no hagan por atraerlos a las ciuda-des espandas (Jas ciudades de eurepeos). Alientan aJos niaridos a abandonar a sus mujeres, •a Ins hijos asepararse do sus padres; Jos roban cuando pueden,y so Ilevan consigo personas do toda edad y do todosexo ".

Ojalá, exolama el Santo Varón, quo Dies no noshubiese mostrado do cuanto son eapaces los espafzo-jg "; decir Jos eristianos, los blancas, los clviii-

zados, yo quo son capaces <it inducir a indios jóvenes aseguirlos anediante saiario a las •poblaciones eristianas,tengan padres o no, pues Los eurepeos, y <thu los jesni-tas dejaron .también Bus padres en Europa para venira America a cultivar In vuja del Señor!

Fué para prevenir ostos abusos que so •prohibió alos espalioles (los blancos)... cuando •pasan per al-guna Eeducción do niorar en ella por large tiempoEl Padre Aguilar, dice Muratori quo cita largamente

aquel doeumento, añade do quo Midas veces hemos di-the aides, y lo que so encuentra confirinado par las afir-macjones miS auténticos do Obispos y Gobernadores,impresas cm Madrid, a saber: " quo la eomunicaeióncon Joe espafloics (blancos) es una peste tontagiosa. Sialguna nacidn inliel frecuenta a los españoles, (la razablanea), es casi imposible eowvertirlos, come so ha ox-perinienrtado en todas dos provincias. Lisonjearse do ha.:cer abrazar la vcrdadezt religion a Jos Payaguas, on etParaguay, a Jos Gharrüas, a los CeicltaquIes, .3 los Abi-

pones, del lado do Corrientes, y do Santa Fe, a los Pam-

pas, a Jos Alinuanos del lade de Buenos Aires (BandaOriental), a otros Pampas establecidos en Jos &rededo-res de Cordoba, es come prometerse Is conversiOn do losjuduos ".

Cuando aquellos misinos indios minuanos y charrüas

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fueron armadas en lag - campafias de Montevideo panhacer eruda guerra y emanciparse de esos españolescontra quienes habia ineulcado tanto desprecio una razaclase.neut!ra come las hormigas trabajadoras, el Macaheode la insurreceión dabs esta oMen a mx jefe •lninnanoeneargado del gobiei'no do win ciuciad do españolcs:

"Fusile usted dos espaiioles per semsam; sino hubie-se españoles europeos, fusile dos porteflos (los blancos),y si no hubiera, cuaiesqiia otros 'en an lugar a fin deconserver 1* moral... " ( dc los indigenas enisionerosan ames!)

Ohl Do esns aguas vinieron estos jades!Bastaba el insthtito do raze, Ia protesta del sometido,

ci odjie del salvaje contra el hombre civilizado, sin no-cesidad do azuzar por in edteación estas mtlas pasiones,sin elewtrlas par ]a predicaci6n, ci ejemplo y ]as Ieyesa virtudes cristianas y princiipios sociales, come lo hi-clot-on dos jesuitas sccialistes, pues doeiauistas eran perespiritu do propaganda religiosa, y por orgullo y am-einación de innovadores. Es pallet, repetido den vecesen ci sentido odioso do implo, inmoral, raiptor, enibauea-dor, es sinónirno do civilizaciOn, de Is tradición europea,traida per cUes a estos paisca, haste que dies misinosy per an propia ignorancia, Raman en su a'uxiiio a con-vertir a los indies una ccanpaflfa de todas naciones, sinpatria ni smnisión politica a nadie, a ha4er ensayo inanima viii do nuovos Stones sociales, quo U enen iporbase ci eonfesonario, a s delaeión, el espionaje, y In to-tel a ejercida sabre pueblos, en los inismos términos quo1* 'ejerce el padre sobre sus hijos inenores. El indio eratin manor, cuaiquiera que fuese su edad, ' pot-quo Iaexoesiva sixnpiieidad do los indies no pennito, habla ciPdxe Agnilar, dejarles hacer ningiln contrato, sin Iaparticipación del Procurador do los misioneros, puesque cuando ban side abandotiados a si misinos, ban si-do cien y clan veces engaflados per los espaiiotcs (lee

LAS BAflS EN stm-t31EgLcA 27

blancos, los anlericanos), pie teniendo que aiaWrselascan gentes pobres, y poco instruidas del valor de codacosa, las daban un peso y aüu enenots par lo quo vale diczc dote. Los espafioles so holgarian mucho do ir a las re-ducciones ". Sigue la exposición do Ice males del corner-do direeto, y anade ci Padre Aguilar, Os cornereloinicuo y rpeiigroso el quo Jos jesuitas ban querido prohi-bir come padres y como tutores do los pueblos quo hanthdo confiadots a su guarda ".

Green quc tales son las intendones do Vuestra Ma-jestad. Los quo piden el comerelo son los indios (do lasroducciones quo ocupabau lo que boy son tres Itepñbli-ens), son hombres quo abusarian sin eserñpnlo de ias'impl icidad do los indios "..

El doctor Francis eortó al mal per IS, ralz, cerrandolas puertas del Paraguay bajo ia penn de la vida o pri-sión fperpetua a descendiente do espaflol y porteflo quointentase •peiietrar, (el odio era eomün a Ion blancos),y monopolizando ci Estado 1a exportación de In yerbamate, casi ci (mica producto del Paraguay, y que coin-praha a precios oficiales a los habitantes.

Ni paran aqui estas extrañas innovaciones.Tuvieron en Europa misma ntis sostenedores, y Ion

qut no querrán cenfesac que ol doctor Francia, colonoespaflol, habia emppádose en ]as doctrinas sociales je-sulticas, so sorprenderán ants todavIa al saber quo enFrancia on el siglo XVIII, tuvieron on Juan JacoboRousseau sn inós ardiente ap6stol, on la famosa Memo-na quc presentd a Ia Academia do Dijon, abogando con-tra Is eivilización y aconsejando voaver a Ia s-irnpUcidady pureza primitive, do los pueblos saivajes.

Circulaban par entonces en Europa las fanosas Car-tas Edificatztes, aquel reclamo do colonizadores, panembellecer y magnificar su obra, con desenipciones doIn vida pastonil, qua se encuentran on Te5crito y on IonpoeMs arcâdicos, y que Cervantes habia ya deserito en

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su inmortal plática con los cabreros sobre la edad doOro, donde no so conocla. Ia palabra tuyo ni iWo; y noso olvidc que los jesuitas son espafioles de origen, doideas, y en eo]onizaei6n quijotescos como a maestro.Aquellos puritanos onaeSnticos, eran on miraje so-duc•tor pie alucinaba espiritus febriles coma ci deRousseau. El Memorial del Padre Guevara habla sidopublicado en espafiol y t.raducido a todas ]as lenguas.Los infonnes do Gobernadores y Obispos pie coufirma-ban sus asertos hthIan sido Onpresos en Madrid, y Inobra do Muratori, del célebre Muratori, fug escri-ta on italiano, traducida al frances, y publicada onMDOCLVIJ, en Is libre.rIa do In viuda. Bordelet, cello doSan Jacques, "vis a vis du College des JCsuites i Paris".No es aventurado inferir quo los jesuitas do Paris to-finn via a vis do su eolegio, an imprenta do propagandatide y quo Roueau baya Mdo Ins Gartas Edifieantes.RI Memorial del Padre Guevara, euyas eonclusionesadoptó Felipe V1 las atataciones do Gobeitadores yObispos, y an obra de Muratori "Relation' des Missionsdu Paraguay, traduite do l'Italien do AL Muratori ","habiendo Muratori, lejos de trabajar sobre ins Mcmoriasdo Ins jesuitas, canto podrIa objetérsele, recibido sus da-tes del Principe do San Buena, quo hula sido Virreydel Peru, y par tanto sabedor do la quo pasaba en lascolonias espaflolas, y so hizo un placer en comunicar aMuratori las luces quo necesitaba porn componer estaobra ", al decir del traduotor nil frances quo no se mom-bra, y quo per Sn (].portuna modestia, sospechamos queen un padre dc In oa.sa frente a frente do In libreri aeditora, do Ia viuda, pues trae al fin its earths del mi-sionero Gaetano.

El Contrato social estA fundado en la teoria do Inbondad innata del hombre y do In corruptora influen-cia do la civilizacion.

El hombre nace libre, dice, y per Was partes so

LAS BAZAS EN SUDAMEEICA 269

le encuentra ahertojado ''. ha idea do igualdad do suteoria parte del mLSrnO priaeipio, y Ia preiponderanciay autoridad tutelar, proteetora y direetiya que da alEstado, es La traducciOn apeiras modifieada del gohier-no paternal do los célebres inisioneros jesuitas, a quienescoinbatla Voltaire, su discuIo.

Muehas tradueeion% ha ten.ido aquella teoria popu-lar deseehada con horror de Ras Memorias de Dijon en1770, adoptada en la segneida parte de Is RevoluciónfrenoSa eon Saint Just, Robespierre y Is gaillotina; yc-orregida y aumentada en et Paraguay per el doctorFrancia en auanto a tomercio, eerrándolo absolutamen-to para quo no se corrona y pervierta in siniplicidaddo sus siervos.

En la Amériea 'del Sur, y sobre todo en el terreao mis-me do la colonizaciOn do los jesuitats, ban dobido igual-inente sentirse los efeetos sociales do las doctrines quosirvieron do base a las misiones, a saber—tuteta guber-nativa—trabajo eomün—odio a 4bs blaneos—inconiuni-caciOn eomercial—aislarnientO per razas—sumisiOn yobediencia de menores. Los tienapos es acorcan y luegohabremos do inostrar los resultades on la historia y enIs fusiOn de las .razas, quizA en las institueionos quo se da-ran definitivamente a los pueblos sud-americanos. DoahI iparti6 la disolución dot Virreinato, at refundirse lasinisiones on Is mass espaflola, quo querla hacer una na-dOn constituila do lo quo fué Vi.rreinato do BuenosAires.