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C u i d a d o i n f a n t i l y e m p l e o f e m e n i n o en México: e v i d e nc i a
d e s c r i p t i v a y c o n s i d e r a c i o n e s s ob re las políticas*
Feücia Knaul**
Susan Parker***
E l presente trabajo analiza la oferta y organización del cuidado infantil público en Mé
xico y presenta una sene de consideraciones en lo referente a la formulación de políticas
futuras al respecto. L a investigación se concentra en la evolución de las políticas públi-
cas que regulan la provisión de cuidado infantil para los hijos de la mujer trabajadoraen el sector formal, por medio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). LOS datos
sobre la evolución de la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, los cambios en
la estructura familiar, la oferta de guarderías y la organización del cuidado infantil,
muestran que los servidos públicos formales no satisfacen la demanda existente.
L a política actual de la seguridad social mexicana está siendo reformada; por
ejemplo, hoy están bajo consideración algunas políticas innovadoras para la reorgani
zación y ampliación de la oferta de guarderías. Estas circunstancias, j u n t o con los rá
pidos cambios que se han dado en las necesidades de la mujer y de las familias mexi
canas, sugieren una situación propicia para revaluar la política sobre el cuidado del
niño. Esta revaluación deberá llevarse a cabo en dos niveles: en el de las metas generales
del cuidado infantil, entendido éste como una política social o de combate a la pobreza
-comparada con una política de empleo-, así como también en el nivel de la organiza
ción de los programas actuales.
Introducción
E l incremento de la participación de la mujer en la fuerza de trabajo en
América Lat ina es un a de las transform aciones más significativas que ha n
ocurrido en la región a lo largo de las décadas pasadas, y México no h a si -
do la excepción. E l aumento de la participación laboral de las mujeres
mexicanas fue el más rápido de l a región: casi se duplicó entre 1970 y
* Es te artículo fue t r a d u c i d o , c on e l p e r m i s o de las a u to ra s , d e l o r i g i n a l en i n
glés "Day C a r e a n d F e m a l e E m p l o y m e n t i n México : D e s c r i p t i v e E v i d e n c e a n d Po l i c y
C o n s i d e r a t i o n s " . Las a u to ras a g ra de cen l os v a l i o so s c o men ta r i o s de A l b e r t B e r r y , J u l i o
F r e n k , A n a María García, D e b o r a h L e v i s o n . a los p a r t i c i p a n t e s d e l S e m i n a r i o sobre
Economía S o c i a l d e l C I D E , a los p a r t i c i p a n t e s en el S e m i n a r i o d e l C e n t r e f o r I n t e r n a
t i o n a l S t u d i e s de la U n i v e r s i d a d de T o r o n t o y a dos d i c t a m i n a d o r e s anónimos. A s i
m i s m o , agradecemos a M a i t e G u i j a r r o y María C r i s t i n a Gutiérrez De l gado su e x c e l e n
te as is tenc ia e n la investigación. H a s i do de g ra n a yuda e l acceso a las bases de da to s e
i ns ta l a c i o nes d e l IMSS , d e l C IDE y del INEGI . T o d o s los e r r o r e s s on r e s p o n s a b i l i d a d n u e s
tra.
* * Pro fesora- Invest igadora d e l C e n t r o de Investigación y D o c e n c i a Económicas.
* * * P ro f e so ra v i s i ta n te d e l C e n t r o de E s t u d i o s Demográficos y de D e s a r r o l l o U r
b a n o , E l Co l e g i o de México.
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578 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBAN OS
1990. L a rapidez e n el incremento de l empleo de las mujeres trabajadoras
impl i ca cambios concomitantes en las necesidades de l cuidado infanti l .
L a provisión de guarderías para los hijos de las mujeres trabaja
doras ha sido un a política de largo plazo de l gobierno mexicano. A u n
así, los servicios disponibles para ese cuidado en el ámbito público
son accesibles solamente para una proporción mu y l imitada de la pobla
ción. El acceso se da principalmente p o r medio de l IMSS, y po r ello mis
mo está limitado a l a seguridad social y a l trabajo en el sector formal . A l gunas reformas recientes hechas a l sistema de seguridad social ha n
comenzado a considerar l a necesidad de mejorar y ampliar el núme
ro de instituciones que se dedican a l cuidado in fant i l . N o obstante,
ante la actual limitación en las opciones de cuidado para el niñ o, las
mujeres mexicanas tienden a eleg ir estrategias alternativas pa ra la
atención de sus hijos, las cuales p or lo regular incluyen l a dependen
c ia de otros miembros de la familia , amigos o vecinos, así c om o e l
aceptar u n empleo de tiempo parcial y/o en el sector info rmal.
E l presente trabajo es u n análisis de los cambios recientes en la de
m a n d a potencial de las familias de servicios de cuidado infant i l , debi
do a l incremento de la participación femenina en la fuerza de trabajo
y al desplazamiento haci a las familias nucleares. Las principales c on
t r ibuciones de esta investigación son: resumir la información sobre la
oferta pública de guarderías - u n servicio que no se encuentra fácil
mente disponible en otras fuentes-, y presentar una serie de conside
raciones y sugerencias para l a formulación de políticas futuras.
L a descripción detallada y la información de la política analizada
aquí complementan el análisis de regresión presentado en Parker y
K n a u l (1997). E n este último se investigó cómo la presencia de hijos
pequeños incide en las decisiones de las mujeres respecto de su partici
pación en el mercad o laboral, al elevar l a probabi l idad de que ellas
bu s q u e n u n trabajo de tiempo parcial o en el sector informal redu
ciendo l a probabi l idad de que se integren a l merca do l aboral. Ade
más, este trabajo describe la escasez de opciones para el cuidado infan
t i l , l o cual permite explicar los factores que subyacen detrás de estos
efectos. Asimismo, presenta evidencia desde e l lado de la demanda que
ind ica la necesidad de ampliar l a oferta de servicios de c uidado infantil
c o n el fin de reducir las l imitaciones que la mujer e nfre nta pa ra inte
grarse al merc ado l aboral y a la vez garantizar u n servicio de la mayor
ca l idad posible para los hijos mientras sus padres están trabajando.
Este trabajo se divide en seis secciones. L a primera, proporc iona
u na breve revisión de los estudios recientes acerca de la prestación de
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servicios de cu idado infant i l en Méx ico , y sitúa el presente artículo en
el contexto de la investigación sobre los de terminantes de la par t ic i
pación l ab o r a l de la mujer . L a s egunda sección ofrece información
básica sobre la evolución de l a participación l abora l de la mujer y la
estructura familiar; esta última i n d i c a que la d e mand a de servicios de
cu idado infant i l debería haberse incrementado dramáticamente a lo
largo de la s do s últimas décadas. L a te rcera, presenta información
descr ipt iva sobre los patrones de cu id ado infan t i l u t i l i zados general mente po r las famil ias mexica nas. E n l a cuar ta sección la discusión se
centra en l a información d isponib le sobre l a h is tor ia , la razón de ser,
estructura, cobertura y costos de los servicios de cuidado infanti l de l sec
tor f ormal en México. E n la q u i n t a sección se ana l i za l a r e f o rma de
segur idad soc ia l en lo c o n c e r n i e n t e 3. las guarderí as y las pol íticas
que actualmente se d iscuten. F inal mente , se presentan u n r e sumen y
algunas recomendac iones de l a política sobre l a mate r ia.
Los datos que se u t i l i zan e n este trabajo fue ron obt eni dos de la
Encuesta Nac iona l sobre Fecund idad y Sa lud (Enfes) de 1987, así co
m o de la E n c u e s t a N a c i o n a l de Ingresos y Gas tos de los H o g a r e s
(EN IGH) de 1989 y 1992 (estos datos se descr iben en el anexo a este trabajo) . L a información sobre el uso y oferta de guarderías públicas pro
viene p r inc ipa lmente d e l Ins t i tu to Mexi cano de l Seguro Social (IMSS).
L o s términos "económicamente act iva" y " t rabajadora" se uti l iza n
de manera equivalente. A menos que se especif ique, la investigación
está basada en la definición econó mica estándar de trabajo, que ex
c luye la s tareas n o r e mu ne r ad as que se l l e van a c abo en el p r o p i o
hogar y que no son parte de un negocio f ami l iar . Esta definición de
act iv idad económica es estrecha y no c ons ide ra las importantes con
t r ibuc iones económicas de much os ind iv iduo s , espec ia lmente muje
res, que d ed ican su t iempo a trabajar en el hogar y cu idar a sus hijos
pequeños. S in embargo, las restr icc iones de l a información hacen ne
cesario utili zar esta definición para el análisis presentado en este estu
d io . N o obstante, es impo rtan te destacar que el trabajo efectuado en
el hoear puede ser, p o r sí m ismo , difícil de c o mb ina r co n e l cu idado
infanti l .
Por otro lado, es importante destacar que el término c u i d a d o i n
f a n t i l se refiere a l cu idad o inst i tuc ional , a l p r o p o r c i o nad o por u n ter
cero o u n f ami l iar y en general considera a los niños de 0 a 4 años de
edad, aunque los niños mayores también podrían ser inc lu idos . As i
mis mo , se ut i l i za el término guarderías o servicios de cuidado para hace r
re f erenc ia específicamente a! cu idad o inst i tuc ional o pagado.
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580 E S T U D I O S DEMOGRÁFICOS Y URB ANOS
Estudios recientes sobre las opciones de cuidado infantil en México
Los trabajos sobre l a oferta de servicios de cuidado infantil en Méxi
co son escasos. E l estudio más detallado a l respecto es el de To lber t el
a l . (1993), e l cual plantea una revisión general de los servicios de cui
dad o inf anti l provistos fuera d e l hogar; estos autores, además, pro
p o r c i o n a n datos sobre l a oferta de guarderías y señalan las polít icas,
e l financiamiento y las regulaciones que prevalecen en cada u n o delos sectores público, privado y social (no lucrativo). Asimismo, llegan
a una serie de conclusiones significativas en lo que se refiere al cuida
do in fant i l , que son similares a las de este trabajo; se destaca la falt a
de opciones de cui dado infanti l para l a mayoría de l os niños pobres, y
se señala que la oferta total de los servicios respectivos es insuficiente
para atender l a de man da actual.
Los autores enfatizan el hecho de que la mayor parte de los servi
cios públicos de cuidado infant il excluyen a las mujeres que no están
trabajando en el sector formal, de ahí que también quede excluida la
mayoría de los niños pobres cuyas madres están comúnmente subem-
pleadas o trabajan e n el sector informal. S i bien e l cuidado infantil enel sector público es de alta calidad, se ofrece atención par a una propor
ción reducida de madres trabajadoras en el sector formal : e l modelo re
sul ta demasiado costoso para se r extendido en su for ma actual. Po r
ello, los autores presentan el siguiente diagnóstico:
The critical policv concept in public day care in Mexico is the provisionof services for women who work and their children. Day care is availableto assure tranquility for the woman worker to increase her productivity,not to increase her training or employment opportunities to better compete i n the marketplace. Interestingly, it is the service and no t the policythat is child centered... Policies aimed at workers and not at children are
likely to be incomplete in terms of equal opportunity and social justice(Tolbert e t a l , 1993: 359). 4 PP X
E l estudio de Tolbert sugiere que los centros no lucrativos dedica
dos a l cuidado infantil son un mode lo interesante de servicio de este
tipo para las familias más pobres; n o obstante, dicha oferta es reduci
da. Por otro lado, los servicios privados y lucrativos varían en precio y
ca l i dad pero regularmente resultan ser demasiado caros para consti
tuir un a opción viable para los niños pobres. L a escasez de informa
ción sobre ambos tipos de servicio hace imposible llegar a una estima
ción realista sobre l a oferta actua l. E l estudio de Tolbert incluye dos
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estudios de caso de mod elo s exitosos sobre inic iat ivas n o lucrativas,
así c o mo también una encuesta sobre doce centros lucrativos.
Por otro lado, Acevedo et al. (1986) resumen lo s resultados obte
nidos de u n estudio sobre e l cu idado i nfant i l ins t i tuc ional e in formal ,
l levado a cabo p o r Mu j e r y C i u d a d en varias áreas c o n poblac ión de
bajos ingresos de la c i u d ad de México. E l estudio de Acevedo señala
lo siguiente: que las mujeres trabajadoras cons ide rab an que el cu ida
do i nfant i l d isponib le a cargo de vecinos y famil iares era i nsuf ic iente, y q ue algunas veces l levaban a sus hij os a l trabajo c o n ellas. Sola ment e
9 . 1 % de las madres había u t i l i zado en a l guna ocasión el serv ic io de
guardería inst i tucional , y sólo siete de las familias entrevistadas tenían
derecho a los servicios oficiales en su lugar de trabajo. Entre estas fa
mil ias, n inguna es taba ac tualmente hac iendo uso de los servicios, ya
fuera p o r falta de cupo o por preferir otras formas de cu idado infan
t i l . A u n así, la encuesta mostró que los famil iares de hecho atendían a
los niños menos de 20% del tiempo. A pesar de que tenían poca ex
per i enc ia respecto a l a atención inst i tucional , 69 % de ellos consideró
oue las guarderías podrí an avudar a las madres v c o n t r i b u i r a l desa-
r r o l l o d e l niño. Aun que inaprop iada e n mucho s sentidos l a oferta de
guarderías era todavía escasa. Asimismo, l a investigación c i ta que el
p r o g r a m a d e l Centro para, e l Desarro l lo In fant i l (Cendi ) , p o r e jem-
D I O recibió en 1980 92 600 netic iones de inscrinción nara 55 800 l u -
garés vacantes.
A par t i r de un a encue sta sobre mujeres que trabajan co mo ven
dedoras ambu lantes en el s e c to r in f o rmal en la c i u d a d de México,
Hernández y Z e t i n a (1996) ana l i z an los d e te rminantes d e l t i po de
cu ida do in f ant i l para niños de 0 a 3 años de edad . L o s autores esti
m a n que 4.5 % de estos niños carece de supervisión, 35 .6% está bajo
e l c u i d ad o de la madre , y 35.2% bajo e l cu idado de otro famil iar ; e l
resto de los niños está a cargo de otra persona: 1.9% de ellos asiste a
u n a institución de c u i d ad o in fant i l , 3. 7% es c u i d ad o por un adulto
pagado y 18.4% p o r a l guien meno r de 12 años de edad. Lo s autores
presentan las regresiones logit sobre los de terminantes d e l cu idado
de l a p ro p ia madre en contraste co n el provisto por algún otro fami
l iar ; sug ieren que aspectos como l a p e r t enenc ia a un a f ami l ia nuc le
ar —en opos ición a u n a e x t e n d i d a - , l a e d ad de l niño m e n o r a u n
año la falta de ayuda doméstica en el hogar y e l g rado de esco lar i
d a d de la madr e equivalent e a p r imar i a o menos son determinantes
signif icativos de la p r o b ab i l i d ad d e nue la pro p ia madre cu ide a sus
hijos en este g rupo de vendedora; i ambulantes.
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582 E S T U D I O S DEMOGRÁFICOS Y URBA NOS
Esta revisión solamente incluye los estudios recientes sobre l a
oferta y uso de guarderías en México. Como mencionamos anterior
mente , el análisis de regresión que se presenta e n Parker y K n a u l
(1997) sostiene y amplía la serie de datos descriptivos d e l presente
trabajo. L a presencia de niños pequeños t iende a ocasionar u n i m
pacto negativo en la probabi l idad de que las mujeres par tici pen en e l
mercado laboral, a l controlar p o r las características d e l a famil ia e in
dividuales. E l efecto es más fuerte para los niños más pequeños. A pe sa r d e l derecho a l cuidado in fant i l qu e la participación e n el sector
f o r ma l imp l i ca , l a presencia de los niños influye positivamente en la
p r o b a b i l i d a d de que una muj er trabaje en el sector informal. Más
aún, las variables sugier en u n impacto positivo en la probabi l idad de
que tenga u n trabajo de tiempo parcial, e n oposición a un o de tiempo
completo . L a presencia de otras mujeres en el hogar - l a s cuales po
drían sustituir a l a madre en el cuidado d el niño-, tiende a tener u n
impacto positivo en la participación de la madre en el mercado labo
ral, u n impac to negativo más débil en la probabi l idad de que trabaje
en e l sector informa l y u n impa cto negativo en la probabi l idad de que
tenga u n trabajo de t iempo parcial.
Estos resultados concuerdan c o n u n a línea de investigación so
bre los determinantes de la participación de las mujeres e n el trabajo.
D i c h o s estudios se ha n centrado regularmente en las estrategias de la
f a m i l i a para enfrentar las crisis económicas (véanse, por ejemplo,
Rub in -Kur t zman , 1993; García y Oli veir a, 1994; Figue roa et ai, 1996;
Escobar y González de la Roc ha , 1995; González de la Rocha, 1995). Va
rios estudios h a n considerado también la importancia de l a estruct ura
fami l iar y la d isponibi l idad de madres sustituías com o det erminan tes
de la participación de la mujer en el mercado laboral e n América L a
t ina (Connelly, DeGraff y Levi son, 1996; Wo ng y Levine, 1992). Estos
estudios se discuten en detalle en la revisión bibliográfica inc lu ida en
Parker y K n a u l (1997).
L a l i teratura sobre e l tema también incluye amplios estudios acerca
de las opciones de cuidado in fant i l y de l impacto sobre l a participa
ción de las mujeres en el mercado laboral en Estados Uni dos , Canadá
y varios países europeos, algunos de los cuales se citan también e n l a
bibliografía de este trabajo. Para una excelente revisión de la l iteratu
ra existente sobre los efectos que los costos d e l cuidado in fant i l tie
n e n sobre la oferta de trabajo femenino para e l caso de Estados U n i
dos, así c omo también sobre l a ev idenc ia de d i chos efectos para
Canadá, véase el trabajo de Cleveland, Gunders on y Hyatt (1996).
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Para u n a perspectiva gene ral de los p rog ramas y políticas en los
países en desarrol lo, véanse Myers y He r t enbe rg (1987); Myers (1992);
y Y o u ng (1995). Po r otra parte, Levison (1990) p r o p o r c i o na u n a dis
cusión de las opc iones de cu idado infant i l en Brasi l . U n a serie de es
tud ios d e l s i st ema co lom b ia no de cu idado infant i l des taca los bajos
costos, cobertura extensiva y alto grado de focalización del p rog rama
hacia los pobres (Vélez, 1996; Flórez y Méndez, 1993; Casti l lo , Ort iz y
González, 1993).
La evolución de la participación de la mujer en el mercado laboral
y en la estructura f amiliar en México
Los cambios en la participación de la mujer en el mercado labor al y
en l a es tructura fami l iar t ienen importa ntes im pl icac iones en térmi
nos de la d emanda de c uidado infanti l fuera de l hogar. Much os países,
inc luyendo a México, han e xpe r imentado u n rec iente y rápido inc r e
mento en el número y proporción de mujeres que trabajan fuera del
hogar. Más aún, existe un a creciente tend enci a hacia la conformación
de familias nucleares y hogares c on mujeres jefas de hogar. Estos efec
tos en conjunto im pli can un a dema nda creciente de servicios de cuidado
infantil qu e tendrá qu e procurarse por medio de la oferta de guarderías
públicas y privadas (Conn elly , DeG raf f y Leviso n, 1996).
Por otro lado, el inc r emento en la propo rción de mujeres latino
americanas y caribeñas que trabajan fuera de l ho gar constituye un a par
te integral de los recientes y profundo s cambios en la organización de
los mercados de trabajo en la región. L a tasa de participación se incre
mentó de 18 a 2 7 % durante e l per iod o 1960-1990, mientra s que l a co
r r e spond iente a los hombres disminuyó de 77 a 7 0 % ( cuadro 1). E n1990, las mujeres representaron 2 8 % de la población económicamen
te activa (PEA) , en comparación con 19 % en 1960 (Valdés et a l , 1995).
De 1950 a 1970, l a participación de las mujeres mexica nas en el
mercado laboral se encont raba muy po r debajo de la de muchos paí
ses lat inoamer icanos , y po r debajo d e l p ro med i o para la región, i n
c lu y e nd o a Centroamérica y el C a r i b e . ' S i n embar go, entre 1970 y
1 Da to s c o n base e n los p r o m e d i o s o b t e n i do s en 19 países: A r g e n t i n a , Bo l i v ia , B r a -
s i l , C h i l e , C o l o m b i a , C o s t a R ica , C u b a , E c u a d o r , E l S a l v a dor , G u a t e m a l a , H o n du r a s ,
México, N i c a r a g u a , Panamá, Paraguay , Perú, República D o m i n i c a n a , U r u g u a y y V e n e
zuela.
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584 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
C U A D RO 1Evolución de la tasa de participación en el mercado laboral,
México y Latinoamérica1
1950 1960 1970 1980 1990
12.281.8
14.372.5
15.265.7
26.370.4
29.271.8
LatinoaméricaMujeresHombres
23.182.1
18.177.5
19.271.8
23.569.6
27.270.3
1 Incluye a 19 países: A r g e n t in a , Bo l i v i a , B r a s i l , C h i l e , C o l o m b i a , Costa R ica , C u
b a , E c ua d o r , E l Sa lvador , Guatema l a , Hond ura s , Méx ico , N i c a r a g ua , Panamá, P a r a
guay , Perú, República D o m i n i c a n a , U r ug ua y y Venezuel a.
Fuen t e : Valdés et ai, 1995; Cel ade , 1992.
1990, el incremento de la participación d e las mujeres mexica nas en
el mercado laboral h a sido más rápido que en otros países de Latino
américa y esto h a permitido al país alcanzar a l resto de la región.
E n total, e n América Lat ina la participación de las mujeres se in
crementó 152% e n el pe ri odo 1970-1990, mientras q ue la de los hom
bres sólo aumentó 68%. E n México, durante este mismo periodo, la
tasa de participación correspondiente a l a mujer creció 256%, com
parada c on 99 % para lo s hombres (Valdés et a l , 1995). Entre 1970 y
1980 , l a PE A f e m e n i n a en Méx ico se incr emen tó rápidam ente de
15 .2% a 26.3% (cuadro 1), excediendo l a tasa de 23.5% para la re
gión en su conjunto. E l r i tmo de crecimiento disminuyó después, y
en 1990 la tasa fue de 29.2%, cifra que se encuentra todavía l igera
mente po r debajo de las tasas de la región (Valdés, 1995).
Por otra parte, la estructura famili ar en México también ha expe
rimentado ciertos cambios, aunque de manera menos dramática. Las
famil ias extendidas (padres, hijos y otros familiares) continúan sien
do importantes, si bie n cada vez van siendo menos comune s (cuadr o
2) . E n 1980, 25.5% de las familias se clasificó como extendida, com
parado c on 18.3% en 1990 (Martínez Fernández et a l , 1993).
E n contraste c o n otros países lat inoamericanos, e n México u n
porcentaje mayor de todos los hogares está compuesto p o r familias
nucleares (74.5%); le sigue Arge nti na c on 64.8%, y luego Boliv ia y U ru
guay c o n 59%. De manera similar, los hogares uniperson ales y múlti
ples (incluyendo a n o familiares) son menos c omunes en México que
en otros países de la región (Valdés et a l , 1995).
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CUIDADO INFANTIL Y EMPLEO FEMENINO E N MEXI CO 585
C U A D R O 2La evolución de la estructura familiar en México
Tipo de familia 1980 1990
NuclearExtendidaMúltiple
72.125.52.4
79.318.32.4
N o t a : L a s famil ias nucleares i n c l u y e n a u n o o ambos padres y sus h i jos ; las f a m i
l ias ex tend idas además i n c l u y e n a o tros famil iares y las múltiples i n c l u y e n a los n o fa
mil ia res .
Fuen t e : Martínez Fernández, 1993; INEGI , X y X I Censos generales d e població n y
v i v i enda , 1980 , 1990.
Otro cambio sucedido en la estr uctura familiar en México h a si
do e l i nc r emento en años recientes de mujeres jefas de hogar. E n
1980 e l porcentaje de hogares c o n mujeres jefas fue 13.8%, mientras
que para 1990, esta cifra aumentó a 17.3%. L a figura de la mujer co
mo cabeza de familia sigue siendo en alguna medi da menos frecuen
te e n México q ue en otros países de Latinoamérica y el Caribe, ya quee l porcentaj e general de este t ipo de hogares en la regi ón fue d e
22.7% en 1990 (Valdés etal, 1995).
E l acelerado cambio en el uso d el t iempo de las mujeres y en la
estructura familiar sugiere otras variaciones concomitantes en los re
querimientos de cuidado infant i l . Las redes t radicionales de l cuid ado
infant i l basado en la familia s on probablemente más difíciles de orga
nizar a medida qu e la familia exten dida se vuelve menos común (Co-
ne l ly , DeGra f f y Levison, 1996). Más aún, el hecho de legar la s res
ponsabilidades de cuidado infant i l a los niños en edad escolar y a los
jóvenes, parece tener efectos negativos en la formación d el capit al
h u m a n o . Estos cambios podrían impl icar l a necesidad de guarderías
tanto públicas como privadas. D e igual manera , también podrían
afectar e l tipo de trabajo que las mujeres el igen, así como el número
de horas q ue pueden trabajar.
Estrategias para el cuidado infantil
Las f amilias mexicanas c o n madres trabajadoras tie nde n a combinar
una variedad de estrategias de empleo y d e cuidado infant i l familiar y
no fami liar . Si n embarg o, la mayoría de las madres trabajadoras urba-
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586 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
ñas continúa apoyándose en otros miembros de la famil ia para e l cui
dado de sus hijos pequeños.
Entre las mad res trabajadoras que fueron entrevistadas en la En -
fes de 1987 -y que c o ns i d e r a r o n que sus hi jos requerían de c u i d a
d o - , l a pr i nc ip al fuente para obtener d ich o cu ida do provenía de fa
mi l i a r es y amigos. L o s hijos mayores estaban consi dera dos como los
principales cuidadores en 11.8% de los casos, mie ntr as que 4.9% de las
mujeres entrevistadas mencionó al mar ido , y 39 .6% a otros individuosno remunerados tanto dentro como fuera de la f ami l ia . Sólo 1 0 % de
las madres ut i l i za los servicios de guardería, a pesar de que 7.9% adi
c iona l paga a una perso na para cuidar a los hijos mientras trabaja. De
las madres trabajadoras que se consideran a sí mismas como las pr inc i
pales proveedoras de cuidado infantil, casi 8 4 % no mencionó n inguna
fuente secund aria. Ent re las madres que sí n o mb r a r o n a algún provee
dor secundario, 19.5% mencionó u n a guardería, y 8.5% a una persona
remunerada.
E l cu idado infant i l remune rado que se proporc iona fuera del ho
gar se c oncent ra en g rupos específicos. So lamente u n a pequeña p ro
porción de f ami l i as r epor ta gastos pos i t ivos en el cu idado in f ant i l
C U A D RO 3Personas que cuidan a los niños de las mujeres trabajadoras
Cuidador principal Cuidador principal o secundario
La prop ia madre 19.5 19.5Otros hermanos 11.8 12.5Esposo 4.9 6.1Otros miembros de la familiao amigos no remunerados 39.6 42.6
Instituciones 10.0 12.9Un a persona remunerada 7.9 9.9Nadie 6.2 6.2n 964 964
N o t a s : 1 ) L a p r e g u n t a c o r r e s po n de a: M i ent r a s t r aba ja, ¿quién c u i d a a sus hijos?
(espac io para d os pos ibles respuestas ) . 2 ) L a m u e s t r a está r e s t r i n g i da a las mujeres qu e
trabajan a c tua lmente , qu ienes cons i de ra ron qu e sus h i jos er an l o su f i c i en temente p e
queños c o mo p a ra neces i t a r d e c u i da do , y a l as áreas u rbanas y c iudades c o n 20 00 0 o
más habitantes . 3 ) La s c i f ras fue ron ca lcula das ut i l i z and o fac tores de expansión. 4) L a
información s obre e l p r o v e e do r p r i nc i pa l de c u i d a d o in fant i l está basada en la p r i m e r a
p r e g u n t a c o n c e r n i e n t e a quién p ro vee e l c u i da do pa r a l os hijos.
Fuen t e : Encues ta N a c i o n a l s o b r e F e c u n d i da d y Sa lud (En fe s ) , 1987.
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CUIDADO INFANTIL Y EMPLEO FEMENINO E N MEXICO 587
C U A D RO 4Proporción de familias con hijos entre 0 y 4 años de edad con gastos en
servicios de cuidado infantil, preescolar y salud
N o t a : L a muest ra está restr ingida para i n c l u i r solamente a las famil ias c o n hijos
entre 0 y 4 años de edad y a las c iudades d e 20 00 0 o más habitante s.
F u e n t e : Encues t a Nac i o na l de Ingresos y Gastos en los Hoga r e s (KN IGH ) , 19 89 y
1992.
(cuadro 4 ) . Algu nos resultados de la E N I G H de 1989 y 1992 muestran
que 2. 3% de las familias urbanas c o n hijos de 0 a 4 años de edad des
t inó una parte de sus gastos totales al pago de guarderías, y 12.6% a
los servicios preescolares. E n comparación, 70.8% de estas familias reportó gastos positivos e n el cuidado de la salud.
A pesar de que sólo u n porcentaje pequeño reportó gastos positi
vos, las guarderías y los servicios preescolares consti tuyen u n a parte
importante d e l presupuesto total para aquellos que efectivamente re
p o r t a r o n u n gasto posit ivo. L o s gastos empl eado s en ambos rubros
const i tuyen 4.5 % del total, es decir, casi e l doble de la cantidad pro
medio que las mismas familias gastan en salud. Entre todas las fami
lias c o n hijos de 0 a 4 años de edad, u n promedio de 0.7% del gasto
total se dedicó a guarderías y servicios preescolares, 2. 7% a la salud, y
42 .7% a los alimentos (cuadro 5).
Las mujeres que tienen mayor grado de educación y las famili as
c o n más recursos económicos son quienes más ut i l i zan los servicios
inst i tuc iona les de cuidado infanti l o b ien, que pagan a alguien que
no pertenece a l a famil ia para que pro por ci one di cho servicio. De l
2 0 % de la pobl ación más pobre, solamente 2.9 % reportó gastos en
cuidado infant i l o preescolar, comparado c o n 14.1% de las famil ias
que pertenecen al 60 % de l siguiente rango de distribución del ingre
so, y con 27.6% de l 20 % más alto (cuadro 6). De manera similar, es
más probable que las mujeres con bajos niveles de educación sean las
proveedoras principales d e cuidado para sus hijos, o bien, que recu
r ran a los her mano s mayores (cua dro 7). De las mujeres qu e son las
Todas las familias
GuarderíasPreescolar
Cuidado infantil v preescolarSaludn (1989 y 1992)
2.312.6
14.470.84 965
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588 ESTUDIOS DEMOGRAFICOS Y URBANOS
C U A D R O 5Gastos en servicios de cuidado infantil y preescolar como proporción del
gasto familiar total en las familias con hijos entre 0 y 4 años de edad
Entre todas
lasfamilias
Entre familias con gastos
positivos en servidos de cuidado
infantil o preescolar
Cuidado infantil y preescolar 0.7 4.5Salud 2.7 2.5Alimentos 42.7 36.2n (1989 y 1992) 4 965 722
N o t a : Las muestras están r est r ing idas para i n c l u i r so l amen t e a las fami l ias c on h i
j o s e n t r e 0 y 4 años de e d a d y a las c iudades c o n 20 00 0 o más habitantes.
F u e n t e : E N I GH , 198 9 y 1 992.
proveedoras pr inc ipa les de cuidado i nfant i l , 66.3 % tiene u n nive l de
educación de p r ima r i a o menos, y entre aquellas que se apoyan en los
hermanos mayores, l a c i f ra es de 80 .9%. E n contraste, e l nive l de educación de la mayoría de las mujeres que recurrió a a lguna guardería o
a a lguna persona remunerada es de secundaria o más.
Además de contar c o n otras personas par a e l cu idado de los n i
ños, parece que las mujeres mexic anas ad opta n ciertas estrategias de
empleo con el fin de c omb ina r el trabajo co n la vida familiar. E l tra
bajo de t iempo parc ia l es el más común para aquellas madres que so n
C U A D R O 6Proporción de familias con hijos entre 0 y 4 años de edad con gastos en
servicios de cuidado infantil y preescolar, según distribución del ingreso
Propordón con gastos positivos en servicios
de cuidado infantil y preescolar
20 % bajo 2.920-60% 14.120% alto 27.6
Todos 14.4n (1989 y 1992) 722
N o t a : L a m u e s t r a está r es t r ing ida par a i n c l u i r so lamente a las fami l ias c o n hi jos d e
0 a 4 años de e d a d y a las c iudades c o n 20 00 0 o más habitantes.
Fuen t e : E N I GH , 1989 y 1992.
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C U I D A D O INFANTIL Y EM PL EO FEME N IN O EN MEX IC O 589
CUADRO 7Proveedor principal de cuidado infantil, según educación de la madre
Primaria Preparatoria
órnenos Secundaria ovocacional Universidad
La propia madreHermanos mayores
Otros miembros de lafamilia o amigos noremunerados
InstitucionesUn a persona remune radaNadie
66.380.9
45.125.726.474.8401
20.07.8
34.938.427.320.9286
4.0
9.921.623.2
99
9.8
10.114.523.1
115n
N otas : / ; Los r esu l t ados ob t e n ido s par a emp l eado s y p r o f es i ona l es i nd ep en d i en
tes no se rep or ta n, ya que e l tamaño de la mues tr a es mu y pequeño. Las ce ldas vacías
i n d i c a n que e l tamaño de la mue str a fue me no r a 10 observa ciones . 2 ) L a m u e s t r a está
r es t r ing ida a las mujere s que t rabajan actua lme nte , qu i ene s co ns ide rar on que sus h i jos
s on s u f i c i e n t e m e n t e pequeños para neces i tar de cu idado, as í como también a las áreas
ur banas y c iudades con 20 000 o más habi tantes. 3 ) Las c i f ras están ca lcu l adas c o n fac
tores de expansión. 4 ) E l p r o v e e d o r p r i n c i p a l d e c u i d a d o in fant i l se basa en la pr imerarespuesta a l a p r egun ta concer n i en t e a quién p r opor c i ona e l cu idado de l o s h i j o s .
F u e n t e : Enfes, 1987.
las proveedoras prin cip ale s de cui da do infa ntil . L a mayor parte de és
tas trabaja meno s de o ch o hor as diarias , y 22 .4 % trabaja cua tro hor as
diarias o menos. En contraste, la mayoría de las mujer es q ue se apo yan
para el cu id ad o inf ant i l en los he rma no s mayores, otros fa mil ia res,
amig os o personas r emu ne rad as , trabaja oc ho ho ras diar ias o más, y
apr oxim ada men te u n tercio de las mujeres que recu rre n a inst i tuci o
nes o cuidadores remunerados trabaja entre cinco y siete horas.
Es imp ort ant e destacar que 30. 8% de las mujeres q ue son las proveedoras pr i nci pal es de cu ida do inf ant i l rep ort a jor nad as de trabajo
de más de och o horas. Estas mujeres p os ibl eme nte t i en en trabajos
que son compa tib les co n el cu id ad o de sus hijos, lo cu al sugiere que
el t ipo de trabajo y el sector lab ora l cons titu yen otra fuente im po rt an
te de flexibilidad pa ra c om b in ar el trabajo y el cu id ad o in fa nt il . 2 Las
mujeres qu e trabajan en el sector in fo rm al y/o son autoe mple adas,
2 P a r a un a mayor ev i denc ia sob r e e l au t o emp leo y e l cu i dad o i n fan t i l , como est ra
teg ias que p er mi te n a las mujere s com bi na r la ma te rn id ad y e l t rabajo en Estado s U n i -
dos, véase C o nn e l l y ( 1992 ) .
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590 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
C U A D R O 8Proveedor principal de cuidado infantil, según la cantidad de horas que la
madre trabaja por día
1-4 horas 5-7 horas 8 horas 9 o más horas
La propia madre 22.4 32.1 14.7 30.8Hermanos mayores 22.2 16.2 13.1 48.5
Otros miembros de la familiao amigos no remunerados 9.8 25.2 22.1 43.0Instituciones 20.2 30.8 7.3 41.7U n a persona remunerada 2.3 36.0 28.2 33.5Nadie 6.5 32.3 13.4 47.9n 141 260 180 375
N o t a s : L a m u e s t r a está r e s t r i n g i da a las m u j e r e s q u e t r aba jan a c tua lmente , qu ie
n e s c o n s i d e r a r o n qu e sus h i jos s o n s u f i c i e n t e m e n t e pequeños pa ra neces i t a r d e cu i da
d o , así c o m o tambi én a l;:s áreas u r ba n a s y c i u da de s c on 20 00 0 o más hab i tante s . L a s c i
fras están c a l c u l a d a s c o n f a c to r e s de expans ión. E l p r o v e e d o r p r i n c i p a l d e c u i d a d o
i n f a n t i l se basa en la p r i m e r a r e s pu es t a a l a p r e g u n t a c o n c e r n i e n t e a quién p r o p o r c i o
n a e l c u i d a d o de los hijos.
Fuen t e : En fe s , 1987.
pueden tener u n mayor c ont rol sobre sus horar ios , y t i enen también
l a pos ib l idad d e l levar a los hijos c on ellas a l trabajo.
L a distribución de la posición o c u p a c i o n a l según el proveedor
de cui dad o infant i l con f i rma estas hipótesis. Casi 5 0 % de las trabaja
doras autoempleadas y no r emuneradas -muchas de las cuales t raba
j a n e n negocios f ami l i a r e s - es el proveedor p r i n c i p a l de c u i d ad o i n
f a n t i l ( c u a d r o 9 ) . Po r e j e m p l o , en el g r u p o de las t r aba jadoras
asalar iadas y las empleadas domésticas, los f ami l iares no r e m u n e r a
dos son qu ienes p rove en l a mayo r par te d e l c u i d ad o i n f an t i l . Sólo
8.2 y 15.6%, respectivamente, actúa como e l proveedor p r i n c i p a l de
cu i dad o infant i l , mientras qu e 51.9 y 40 .6% se apoya en la f am i l i a y
en los amigos.
Otro aspecto importante de l a distribución de l a decisión ocupacio
na l y l a provisión de cu idado infant i l es el número de ho ras trabaj adas
en los distintos tipos de trabajo. Las trabajador as asa lariadas, e l grupo
más grande de l sector formal,"tienden a trabajar más horas que aquellas
que son autoempleadas o las qu e trabajan en negocios familiares (cua
dro 10). A lgu nos hallazgos recientes de la Encuesta Nac i onal de l E m
pleo U rbano (ENEU ) muestran q ue el número p romed io de horas traba
j adas p o r s emana fue de 39.1 e n 1992 p a r a la s mujer es asalar iadas,
comparado con 32.8 entr e las autoem pleada s (Parker, 1995).
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CUIDADO INFANTIL Y E M P L E O F E M E N I N O E N M E X I C O 591
C U A D RO 9Posición ocupacional según el proveedor principal de cuidado infantil
Auto- Trabajadores Trabajadores Trabajadores sin
empkados asolanados domésticos remuneración
La propia madre 39.2 8.2 15.6 48.6Her manos mayores 14.9 10.3 17.7 —
Otros miembros de lafamilia o amigos noremunerados 34.9 51.9 40.6 14.9
Instituciones 1.0 12.2 7.9 —Un a persona
remunerada 2.9 11.3 2.2 —Nadie — 5.6 — —
n 174 611 87 63
N otas : 1 ) L o s r e su l tados obte n ido s pa ra empleado s y p r o f es i o n al e s i n de pe n d i e n
tes no se r e p o r t a n , ya qu e el tamaño de la m u e s t r a es mu y pequeñ o. Las c e ldas vacías
i n d i c a n qu e el tamaño de la m u e s t r a f ue m e n o r a 10 obse r vac iones . 2 ) L a m u e s t r a está
r es t r ing ida a las muje r e s q u e t r aba jan a c tua lmente , qu ienes cons ide r a ron q u e sus hijos
s on s u f i c i e n t e m e n t e pequeños pa r a neces i t a r de c u i d a d o , y a las áreas u r ba n a s c on 20
00 0 o más h a b i t a n t e s . 3 ) La s c i f r a s están c a l c u l a da s c o n fac tores de expansión. 4 ) E lp r o v e d o r de c u i d a d o p r i n c i p a l se ba sa en la p r i m e r a r e s pu e s t a a l a p r e g u n t a c o n c e r
n i e n t e a quién p r o p o r c i o n a e l c u i d a d o de los hijos.
Fuen t e : En fe s , 1987.
Los pat rones de cu idado in f ant i l sug i e r en l a e x i s t e nc i a de u n
fuerte apoyo en el cuidado basado en la f ami l ia , así co mo estrategias
laborales flexibles entre las mujeres mexicanas c o n hijos pequeños.
C o m o ya se mencionó anter iormente , los cambios en la estructura fa
mil ia r y l a creciente participación de las mujeres en el merc ado labo
ra l pued en gene rar u n a neces i dad crec iente de c ontar c o n guarde
rías. Esto sugiere l a i m p o r t a n c i a de evaluar l a o f e r ta de guarderías
existente, así c o mo las políticas futuras tanto en el área del cu idado
infant i l , c o mo en la promoción de la participación de la mujer en el
mercado laboral.
La oferta de guarderías
L a información publ ica da sobre l a oferta de guarderías es muy l im i ta
da, y l a mayoría de las estadísticas d isponib les se ref iere a las guarde-
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592 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
C U A D RO 10Horas trabajadas por día, según posición ocupacional
Medio Error estándar n
Auto empleadoEmpleada
Trabajadora doméstica Trabajadora no remunerada
Empleadora 8.47.18.4
8.87.1
0.830.20.05
0.140.32
23324
2 580
552149
N o t a s : 1 ) L o s r e s u l t a d o s o b t e n i d o s p a r a e m p l e a d o s y p r o f e s i o n a l e s i n d e p e n
d i e n t e s no se r e p o r t a n , ya qu e el tamañ o de la m u e s t r a es mu y pequeño . 2 ) L a m u e s
tr a está r e s t r i n g i da a las m u j e r e s c o n educación i n f e r i o r a l a un i v e r s i ta r i a y a c i u da de s
de 2 0 000 o más h a b i t a n t e s . 3 ) L as c i f ras están c a l c u l a da s c o n fac tores de expansión.
Fuen t e : En fe s , 1987.
rías públicas ofrecidas p o r me d i o d e l IMSS. E n esta sección se da u n a
perspectiva genera l de la oferta de servicios de cuidado infanti l en Méxi
co . Se hace énfasis en el sistema de seguridad social como el provee dor
más importante en el ámbito nac ional y en el cual, además, se discute n
actualmente las iniciativas de reforma.
E n 1995, e l IMSS operaba 455 guarderías en todo el país, ofreciendo
aprox imadamente 62 000 lugares p ara lo s hijos de madres trabajado
ras registradas en el sistema de seguridad social (IMSS, 1995). Lo s ser
v ic ios se p r o p o r c i o nan de manera gratu i ta a los hijos (que t i enen de
43 días a 4 años de edad) de madres trabajadoras aseguradas. 3 Es im
portante enfatizar qu e los programas d e l IMSS se restr ingen a las traba
j adoras en el sector formal; de hecho , e l seguro se cons idera común
me nt e c omo sinónimo de trabajo asalar iado o de l sec tor f orma l , y
este último se def ine po r lo regu lar como l a suma d e l IMSS y e l sector
público. Po r otra parte, las trabajadoras en el sector informal y en las
empresas t ienden a evadir su registro en el IMSS.
Las guarderías son operadas por un a serie de enti dades diversas
d e n t r o d e l sector público y regu la rment e aceptan niños hasta los 6
años de edad. Estas ins t i tuc iones s on c o n t r o l ad as por -y operadas
con f o rme a los l incamientos d e - la Secretaría de Educación Pública.
Ellas d eben cumpl i r co n un n ive l mínimo de h ig iene y satisfacer asi-
3 L o s h i jos mayores pu ed en asistir a lo s j a r d i n e s de niños d i r i g i d o s p o r la Secretaría
de Educación Pública. Además, las madre s r eg ist radas e n e l IMSS también t i enen de re cho
a 90 días de i n c a pa c i da d qu e r e g u l a r m e n t e c o m i e n z a n 4 5 días antes de la pos ib le f echa
d e l par to .
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CUIDADO INFANTIL Y E M P L E O FEMENINO E N MEXICO 593
mismo los estándares de seguridad certificados po r las autoridades de
salud y seguridad pública correspondientes.
E l Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE) proporcion a cuidado infant i l exclusivamente para los tra
bajadores de l sector público, aunque constituye u no de los prestadores
más grandes de l país. De acuerdo co n los datos de l a Coordinación de
Guarderías del IMSS (1996b), en 1995 e l ISSSTE ofrecía aproximadamente
22 000 lugares de cuidado infant i l para los hijos de los empleados en elsector público. T o l b e r t et a l . (1993) i nd i can qu e 6 630 niños fueron
inscritos en la c iudad de México. E l Distrito Federal conduc e uno de
los progra mas más grandes en la capital, incl uyendo u n total de cerca
de 15 000 hijos de empleados y de algunas mujeres trabajadoras no ase
guradas (Tolbert, et a l , 1993). Asimis mo, algunos gobiernos locales y es
tatales también operan guarderías; además, muchas entidades públicas
ofrece n lugares adicionales par a l os hijos de sus empleadas. L a SEP, po r
ejemplo, tuvo inscrito un total de 5 764 niños en la ciudad de México en
1995 (Coord inación de Guarderías, 1996a), número que incluye a hijos
de maestros y trabajadores administrativos. Otr o programa más pequeño
es el de Pemex, e l cua l proporcionó servicios para sus empleadas c u briendo a 2 808 niños en 1995 (Coordinación de Guarderías, 1996b).
Por otro lado, e l cu idado i n f a n t i l para las mujeres trabajadoras
que no están aseguradas se provee p o r med i o de l S istema Nac ion al
para e l Desarrollo Integral de la Fa mi l i a (DIF) y de l Departamento del
Distrito Federal (DDF). E n 1995, el D IF ofreció más de 5 500 lugares en la
c iudad de México; también operó algunos programas en otras áreas
d e l país. To lbert et a l . (1993) estimaron que el número total de luga
res para los trabajadore s pobr es fue de aprox imadamente 20 000 en
la c iudad de México, ci fra que cubre sólo un a mínima fracción de la
población de mujeres n o aseguradas.
L a oferta pri vada de guarderías toma formas diversas, c omo las
privadas lucrativas, las basadas en el emp leo , las organizaciones co
munitarias y las basadas e n los hogares. Se d ispone de muy poca in
formación sobre el número de guarderías privadas, au nq ue parece
que son prevalentes. A pesar de qu e el Censo Económico l levado a ca
bo po r el INEGI contemp la a las guarderías, la información correspon
diente está d isponib le sólo en forma agregada, como parte de u na ca
tegoría más general de organizaciones de servicio. 4
4 L a Sección a m a r i l l a de la c i u d a d d e Méx ico r eg ist ra s olame nte 119 guarderías y
13 1 j a r d i n e s in fant i l es .
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594 ESTUDIOS DEMOGRAFICOS Y URBANOS
Solamente una fracción de las guarderías privadas opera en el sec
tor formal y está oficialmente registrada po r medio de la SE P o d e la
Secretaría de Haci enda. Tolbert el a l (1993) reportan u n total de 30
guarderías privadas registradas. Au nq ue n o era obligatorio en el pasa
do, actualmente los esfuerzos se d i r igen a promover e l registro y la
acreditación por medio de la SEP; este registro imp l i ca aceptar inspec
ciones regulares, acatar u n progr ama educativo, cumpli r c o n u n es
tándar mínimo de higiene y pagar impuestos.Dado este entorno y l a escasez de servicios de cuidado infant i l , el
IMSS cumple u n papel part icularmente importante en l a provisión, de
bido a sus responsabilidades legales y a la demanda insatisfecha. Des
de 1962, e l IMSS es la entidad responsable de la provisión de cuidado
i n f an t i l para la s madre s trabajadoras fu era d e l sector público (IMSS,
1996).
E l programa de cuidado in fant i l está financiado po r 1% de l im
puesto nominal general qu e fue introducido e n 1973, e l cual funciona
c om o u n aspecto indepe ndien te d e l Seguro Soci al , además de las
provisiones existentes para maternidad y salud, invalidez y riesgos de
trabajo. E l impuesto se apl ica a los sueldos de todos lo s trabajadores
de l a empresa, independi entement e de l género (IMSS, 1996).
L a filosofía del IMSS respecto de l cuidado infant i l es la de propor
c i o n a r a las mujeres l a opor tunidad de participar en el mercado de
trabajo c o n cond ici ones iguales a las de los hombres, ofreciendo a sus
hijos el cuidado adecuado, la preparación para su educación futura y
e l desarrollo de capital huma no (IMSS, 1995). Una premisa q ue susten
ta esta política es qu e el cuidado de los hijos es responsabilidad de las
mujeres.
E n los pr imeros años de la década de los ochenta e l IMSS ofrecía
casi 18 000 lugares en sus instalaci ones dedicadas a guarderías, con
forme a lo que se conoce como e l "esquema ordinario". De acuerdo
c o n este régimen, el IMSS es responsable de todos los aspectos de la
provisión de servicios de guarderías, incluyendo las inve rsiones fijas
tales como la construcción y el mantenimiento de los edificios, y los
gastos de personal y administrativos.
C o n e l fin de incrementar la disponibi l id ad de los servicios, en 1983
e l IMSS comenzó a ofrecer servicios de guarderías, por medio de u n es
quema participativo, en conjunto c on organizaciones privadas y comu
nitarias. Conforme a ese esquema, el IMSS orienta y controla los servicios
que se ofrecen a los hijos de las trabajadoras registradas e n el Seguro So
cial, alquilando su infraestructura a otros proveedores (IMSS, 1996).
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C U I D A D O INFANTIL Y E M P L E O F E M E N I N O E N M E X I C O 595
Para 1996 el IMSS operaba ya 48 7 guarderías en diferentes lugare s
del país, ofreci endo casi 59 000 lugares a niños menores de 4 años de
edad (Coordinación de Guarderías, 1996a). La s guarderías par t ic ipa-
t ivas representan 70 % de l to ta l de e l las y da n cuenta d e 44 % de los
niños que rec iben cu idad o infant i l . S i n embargo, l a asistencia dende
a se r algo i r regu lar , de m a n e r a que a pesar d e l exceso en el registro
- a p r o x i m a d a m e n t e 1 5 % en las guarderías part ic ipativas y 9% e n las
guarderías o rd inar ias - , las tasas de as istencia s on de 85 y 94 % respect ivamente (IMSS, 1995). P o r otra parte, e l cuidado infanti l provisto por
el IMSS se c ons ide ra de alta cal idad, en términos de diseño de l p rog ra
ma, cons iderac iones de h i g i ene e instalaciones. Las normas son esta
blecidas y contro ladas desde d ent ro d e l mi sm o Instituto.
Las deficiencias relativas al costo, l a c obe r tu ra y el financiamiento
están c o me nzand o a gene rar discusio nes sobre nuevas políticas que
perm i tan desarrol lar modalidades alternativas de cu idado infant i l de l
IMSS. M ient ras qu e los d i ferenciales en el precio ref lejan l a alta cal ida d
d e l c u i d ad o y la inversión en el d esar ro l l o d e l niño, también habría
que cons iderar c ie r tos aspectos de e f i c i enc ia . E n ju n i o de 1995, e l
costo promedio de operación p o r niño/mes en el esquema o rd in ar iofue de N $ l 560 (260 dólares), y de N $ 6 6 9 (110 dólares) e n los esque
mas partic ipativos. Se c ons ide ra que estas tasas están por e n c i m a de
los costos de los servicios de cu idado infant i l pr ivados que t ienen cali
d ad s imi la r (IMSS, 1995). 5 Más aún, g ene ra lmente se ha p r o p o r c i o na
do cuidado para e l niño uti l izando costosos 6 edif ic ios que el IMSS tarda
aprox imadamente dos o tres años en constr uir .
E l número de lugares disponibles p or delegación para e l cu idado
i n f an t i l en el IMSS, así c omo el número de niños que son p o t e nc i a l -
mente elegibles para uti l izar estos servicios, se presentan en el cuadro
11 . Sólo un a fracción de los trabajadores d e l IMSS tiene acceso a los
servicios de cu idado infant i l . A pesar de que hay a l guna variación de
acuerdo a l área de l país, los cupos en las guarderías de l IMSS n unc a a l -
5 D e i gua l m a n e r a se e n c u e n t r a n p o r e n c i m a de los costos de c u i d a d o i n f a n t i l d e
otros países. E n C o l o m b i a , po r e j emplo , l os Ho g a r e s C o m u n i t a r i o s d e B ie nestar costaron
e n p rom ed i o 24 .85 dólares po r niño/m es en 1991 (Cast i l lo , Ort iz y González, 1993) . Lo s
C e n t r o s d e Atención In t e g ra l a l P r e e sco la r y Hog are s Infant iles (Cai p), t ienden a o frecer
serv ic ios m ás p ro f e s iona les en un m e d i o más ins t i tuc iona l , y s on consecuentement e 32 %
más costosos. Esta c a n t i da d está todavía m u y po r deba jo de los costos unita rio s esti mados
pa ra los servicios d e c u i d a d o in fant i l d e l IMSS.6 Se e s t i m a que e l cos to para c o n s t r u i r u n a guardería d e l IMSS es de a p r o x i m a d a
m e n t e 35 000 pesos po r n iño ( a l r e d e do r de 4 5 00 dólares ) , s in c ons i de ra r l os costos d e
operación.
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596 ESTUDIOS DEMOGRAFICOS Y URBANOS
canzan el nivel de cobertura de 1 0 % de la dema nda potencial (defini
da ésta como el número de espacios po r niño elegible, entre los 0 y 4
años de edad). Ésta es claramente una medi da simple de cobertura ya
que muchas mujeres preferirían uti l izar u n t ipo de cuidado que no
sea d e l IMSS, como p o r ejemplo, el que proporcionan los miembros de
l a familia. Como una proporción de los hijos ent re 0 y 4 años de edad
de las mujeres trabaja doras registr adas p or e l IMSS, e l p rograma d e
guarderías atendía 5.1% de la dema nda potencial en 1995. E l IMSS cal cula que 7 0 % de estos niños de hecho requiere cuidado, l o cual i m
pl i ca que el programa satisfaría 7.1% de la demanda real.
La reforma e imdativas de política a los servicios de guarderías
U n a r e fo rma d e l sistema de seguridad social fue aprobada por e l
Congreso en 1995. L a nueva L ey de l Seguro So cial entrará en vigor
durante 1997 ( D i a r i o Oficial de la Federación, 1995). Esta reforma está
centrada en gran parte en las cuesti ones financieras e involucra todos
los aspectos de la seguri dad social, inc luye ndo pensiones, invalidez,riesgos de trabajo, y también guarderías.
Exis ten menos reformas en el área de guarderías qu e en otras de
l a seguridad social. Co mo u n reconocimiento mu y parcial d e l hecho
de que sólo las madres t iene n el derecho a l cuidado infant i l , la ley de
1995 extiende este derecho a los viudos o divorciados que t ienen l a
custodia de los hijos.
U n a de las razones de la baja cober tura actual de guarderías en e l
IMSS es que los ingresos proveni entes de l impuesto se han uti l izado a
lo largo de l t ie mpo para financiar los déficit d el seguro de enferme
dades y maternidad. Entre 40 y 5 0 % de las cuotas de cuidado infantil
h a sido utilizado de hecho en la prestación de servicios de salud. L a
reforma de 1995 estipula que dichas cuotas deben destinarse en su to
t a l i da d a l rubro - rec i entemente combi nado - de cuidado infanti l y
prestaciones sociales co n al menos 8 0 % para e l cuidado infantil (IMSS,
1996).
Parale lamente a l a re forma, e l IMSS está también considerando
u n a serie de iniciativas diseñadas para incrementar la cobertura y pa
r a reducir l os costos unitarios de los servicios. D os de las posibilida des
son: i ) la expansión p o r medio de las guarderías dirigidas p o r organi
zaciones comunitarias que abrirían u n nuevo e sque ma con el título
de "vecinal comu nit ari o" y i i ) la reversión de cuotas d e l cuidado i n -
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CUIDADO INFANTIL Y EMPLE O FEMENINO E N MEXICO 597
C U A D RO 11Mujeres trabajadoras aseguradas y cupo de cuidado infantil, según
delegaciones del CMSS, junio 1996 ^
Mujeres Hijos entre 0 y 4 Número de lu Porcentaje de
entre 15 y 44 años de edad de gares de cui lugares de cui
años de edad mujeres entre 15 dado infantil dado infantil
Delegación aseguradas y 44 aseguradas actuales por niño elegible
Aguascalientes 48 094 15 743 817 0.051Baja California 165 575 55 440 3 090 0.056Baja California Sur 20 018 6 583 642 0.098Campeche 19 560 6157 515 0.084Coahuila 123 875 40445 2122 0.052Colima 22 692 6 996 606 0.087Chiapas 48 147 14 835 670 0.045Chihuahua 212 643 71 145 4 448 0.063Durango 47 585 15 263 938 0.061Guanajuato 114721 37 075 1 182 0.032Guerrrero 64 083 19 455 912 0.047Hidalgo 46 632 14 759 836 0.057
Jal isco 283 444 88 693 2910 0.033México 270 475 87 588 2 491 0.028Michoacán 82 500 24162 1481 0.061Morelos 52 507 15 878 1 358 0.086Nayarit 32 455 9 009 720 0.080Nuevo León 204 536 67471 2 026 0.030Oaxaca 54 212 17 023 941 0.055Puebla 126 415 48 750 1260 0.031Querétaro 58 100 19 514 1 138 0.058Quintana Roo 30 632 10 704 1028 0.096San Luis Potosí 66 849 21028 1076 0.051Sinaloa 91 853 28 841 2 250 0.078Sonora 107 870 34 976 2 710 0.077
Tabasco45 293 13 495 500 0.037 Tamaul ipas 147 876 48 921 2153 0.044
Tl axca la 25 352 8129 490 0.060Veracruz norte 119 571 33 823 1229 0.036Veracruz sur 58 070 15 864 1 194 0.075Yucatán 55 575 17 378 1582 0.091Zacatecas 37 551 11789 532 0.045Noreste 1 224 950 71 928 3 210 0.045Noreste 2 112 819 37165 3 390 0.091Sureste 3 280 958 89 842 4 075 0.045Sureste 4 142 332 46 579 2 310 0.050
Total 3 645 820 1 164 446 58 832 0.051
Fuen t es : IMSS, 1996 y Encues ta Nac iona l de Emp le o (ENE ) , 1995.
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598 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
fant i l de l IMSS par a aquellas empresas que asuman l a responsabi l idad
de proveer a sus empl eado s de servicios de c uida do i nfanti l . Estas o p
c iones evitarían los altos costos re l acio nado s c o n la construcción de
nuevos ed i f ic ios (ya qu e éstos se rentarí an), y también perm itir ían
u n a expansión más rápida de lo s serv ic ios de cu idado in f ant i l . Más
aún, en el caso de l a reversión de cuotas para los empleados, los nue
vos servicios comunitarios y en los lugares de trabajo podrían der ivar
en programas de cuid ado infa nti l mejor ubicados par a las madres , locual les permitiría pasar más t i empo c o n sus hijos.
E n e l caso de las guarde rías d i r i g idas p or la c o m u n i d a d , e l IMSS
pagaría a u n a organización comunitar ia una cuota f i ja po r niño para
proveer de servicios de cu idado in f ant i l a los hi jos de madres regis
tradas en el IMSS. A c tu a lm ente ex i s t en once guarderías de este t ipo
e n e l IMSS, q u e c u b r e n a 98 8 niños (Co ord ina ció n d e Guarderías,
1996a).
E n e l caso de la reversión de cuotas, e l IMSS regresaría una parte-
de la s cuotas pagadas dir ect ame nte a la empresa (se fija c on base e n
e l número de hijos, de entre 3 meses y 4 años de edad, de madres ads
critas a l IMSS q ue trabajan en la empresa). Las provis iones por c oncep to de reversión de cuotas destinadas a l a s a lud y e l cu idado in f ant i l
fueron estipuladas tanto en la anter ior como en la nueva Le y de Se
g u r i da d Soc ia l , pero hasta l a f echa no se ha ins t rumentado e l esque
m a de estas cuotas d e guarderías. E n rea l idad e n el pasado no se hizo
énfasis en l a utilización de e l las para e l cu idado infant i l deb ido a l a
preocupación sobre la s reducc iones potenc ia les en la c a l idad y c o n
t rol de los servicios. 7
Las reformas planeadas en el financiamiento d e l cu idado in f an
t i l serán también u t i l i zadas en el p roceso de restructuración para
au me n t a r l a c o b e r t u r a y c o me nza r a t ratar cuest iones de d i s t r i b u
ción. Para 1997, e l presupuest o destinado pa ra guarderías au me n t a
rá sus tanc ia lmente e l n ive l a lcanzado en 1996, ya qu e 8 0 % d el 1%
d e l i m p u e s t o n o m i n a l será u t i l i zado exc lus ivamente para e l las . E l
IMSS h a ap rovechado este aumento para empezar a ins t rumentar u n
presupuesto cap i ta l i zado, en el cua l el tamaño del presupuesto da-
7 Es impo r tante en fa t i z a r q ue a pesar de q ue las guarderías de l IMSS se c o n s i d e r a n
de a l ta c a l i da d , su cos to es tal que sólo se h a c u b i e r t o u n po r c enta j e r edu c id o d e la de
m a n d a . H a y u n a cuestión, además, qu e no se ha d i s c u t i do aquí: el h e c h o de si la c a l id ad
es "muy a l ta", de tal m a n e r a q ue sería p r e f e r ib l e r educ i r l a y me jo r ampl i a r l a c obe r tu ra
(po r e j emplo , med iante la reducción de l gasto en artículos no necesar ios , ta les c om o
h o r n o s d e m i c r o o n da s , en las guarde rías) .
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C U I D A D O INFANTIL Y E M PLE O F E M E N I N O E N MEXICO 599
do a c ad a delegación 8 está en función del núme ro de hijos entre 3
meses y 4 años de e d ad de madres adscritas a l IMSS en el estado. E l
nu e v o p r e s u p u e s t o deberá c o n t r i b u i r a a m p l i a r l a c o b e r t u r a e n
áreas d o n d e l a d e m a n d a de guarderías está todavía insat is f echa, lo
cua l resultaría en u n a distrib ución más e qu i ta t i va de los recursos
para e l c u i d ad o i n f an t i l . 9
Resumen y recomendaciones de la política
Las madres trabajadoras tienden a combi nar u na variedad de estrategias
de empleo, así como de cuidado para sus hijos, co n el fin de acomodar
el doble papel q ue desempeñan en la casa y en el trabajo. Sus decisiones
en lo que se refiere tanto al emple o como a l cuidado de los hijos s on al
menos parcialmente limitadas p or la falta de alternativas institucionales
descritas e n el presente trabajo. E l actua l cam bio que se está dando rápi
damente en los patrones de la participación de la mujer en el mercado
laboral y en la disminución de l a prevalencia de la famil ia extendida, re
quiere, como ya se menci onó, de algunos ajustes concomitantes e n laprovisión y financiamiento de servicios de cuida do infantil .
A l evaluar las políticas actuales es importante reco nocer que a pe
sar de q ue las mujeres mexicanas podrían pre f er i r recurr i r al cuidado
in fant i l de t ipo fami l iar , muchas de ellas no t i enen l a p o s i b i l i d ad de
hacer lo . Más aún, es necesario cons idera r los posibles efectos conco
mitantes en áreas tales como la formación de capital humano y e l desa
r r o l l o hu ma no . L a j u v e n t u d , y en espec ia l la s mujeres jóvenes, pue
den convert irse en proveedoras de cu idado infant i l a expensas de su
hab i l i dad para asistir a l a escuela y d e acumular exper ienc ia y entre
namiento en el mercado de trabajo. Además, la alternativa de l levar a
los niños al trabajo tiene sus l im i tac iones . E l lugar de trabajo, espec ia lmente si se trata de la cal le , no es s iempre u n ambient e adecuado
para e l cu idado del niño.
8 Ha y 38 de l e gaciones , m ien t ra s q u e s o lamente e x i s t en 32 es tados e n la República
m e x i c a n a . L a c i u d a d de Méxi co r epre senta cua t ro de l e gac iones , e l E s t a do de México
está d i v i d i d o en dos , a l i gua l qu e Ve rac ru z .9 Es también impo r tante des ta car q u e un a pa r t e de los c a m b i o s en la n u e v a L ey de
S e g u r i d a d S o c ia l inc luye e l t ras lado de l a afiliación de los e m p l e a do s domésti cos al es
q u e m a o r d i n a r i o , d o n d e l os e m p l e a do s tendrán la p o s i b i l i d a d de a f i l i a r a sus propios
e m p l e a d o s domést icos c o n u n c o s to r ed uc i do . Ba jo e sta f o rm a de afil iación, los e m
p l e a do s domésticos tendrán el d e r e c h o d e m e t e r a su s h i jos a a l g u n a guardería d e l IMSS.
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600 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANO S
Además de considerar aspectos particulares de los programas ac
tuales, es necesario evaluar los objetivos que están detrás de las polí ti
cas d e l cuidado in fant i l público. E n su forma actual , este cuidado es
esencialmente u n programa dir ig ido a las mujeres trabajadoras, con
sólo algunos programas para las no aseguradas. Este esquema presen
ta ventajas importantes, incluyendo e l hecho de que funcion a com o
u n incentivo a l trabajo. A u n así, la cobertura -t al como está formula
da actualmente- está segmentada incluso dentro de la fuerza la bora l.S i fuese cierto que el cuidado in fant i l está basado en el trabajo, e n
tonces debería cubr i r a todos los trabajadores, no sólo a aquellos de l
sector formal; l a di f icultad inherente en la expansión d el programa
más allá del sector forma l proviene de la estrecha visión legal de que
el sector informal n o existe mientras que los trabajadores no paguen
impuestos. O t ra complicación con el programa basado en el empleo
es q ue t iende a exc lu i r a las trabajadoras de sempl eada s y a las q u e
h an dejado de buscar trabajo. A pesar de que los afiliados a l IMSS r e
t ienen sus derechos a l seguro social p o r cierto perio do después del
término de u n trabajo parti cul ar este periodo es corto v se aplica úni¬
camente a los asegurados. Es mu y probable qu e la búsqueda de u ntrabajo sea altamente inco mpati ble co n e l cuidado infant i l . U n a polí
t ica para extender e l apoyo de este último a las mujeres que están
buscando empleo y a pesar de la dificultad inherente para adminis
trar u n programa de esta índo le sería u n importante estímulo para l a
participación en el mercado • laboral y mejoraría l a conexión entre tra
bajos-y
capacidades.
E l cuidado infant i l público está también segmentado p or género.
C o n l a excepción d e los viudos, e l derecho al cuidado d el niño está l i
mitado exclusivamente a la participación de la mujer en el mercado
labora l . Si bien es cierto que ha hab ido importa ntes esfuerzos en las
políticas para estimular la integración de l a mujer en el mercado de
trabajo, las políticas paralelas para integrar al hombre a las responsa
bi l idades d e l cuidado i n f an t i l so n todavía incip ientes. Además de l
prejuicio de género que esto impl i ca , una política de cuidado infant i l
que provee exclusivamente a las mujeres f alla en reconocer lo s cam
bios actuales en la organización de las familias y de la real idad de l
mercado de trabajo mexicano. E l divorcio y la separación d e l a fa
mi l ia , p o r ejemplo, suele significar qu e los padres sean responsables
de sus hijos durante largos periodos que pueden inc luir las jornadas de
trabajo. L a actual formulación de los servicios de guarderías tambiénasume no sólo Cjue las mujeres cuidarán de los hijos cuand o no estén
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C U ID A D O INFANTIL Y E M P L E O F E M E N I N O E N M EX I CO 601
trabajando, s ino que i g no r a e l h e c ho de que los hombres que t raba
j a n en el sector for ma l pued en t ener hi jos c o n mujeres que trabajan
e n e l se c to r in f o rma l . U n med io para remedi ar es ta situación es re-
c o n c e p t u a r l a política de m a n e r a que se c o ns i d e r e e l c u i d a d o de l
niño c o m o u n a r e s p o ns ab i l i d ad de la f ami l i a como un i dad , e n c on
traste con las mujeres cons ideradas ind iv i dual ment e . C om o cor o la
r i o , e l c u i d ad o i n f an t i l tendrá que ser f o r mu lad o c o mo u n derecho
basado en la f am i l i a , ap l i c ab l e de i g u a l mane r a a l p ad r e q ue a lamadre .
O t r a cuestión en la ac tual formulación de cu idado infant i l es la
c o n c e r n i e n t e a l a restricción d e e d ad . E l c u i d a d o de los niños pe
queños en edad e sco lar durante las tardes es p r o b a b l e m e n t e u n
problema para muchas parejas trabajadoras; si b i e n es c ie r to que ex
tender e l c u i d ad o d e l niño más allá de lo s 4 años (6 e n algunas inst i
tuciones) sería costoso, valdría la pe na investigar hasta dónde la fal
ta de este serv ic io previene o l i m i t a la participación de las mujeres
e n e l mercado labora l y las imp l i c a c i o ne s que e l lo t iene pa ra e l b ie
nestar del niño.
L a a c t u a l e s t r u c t u r a d e l cu i dad o in f ant i l de ja am p l i o e spac iopara que las in ic iat ivas políticas e x t i endan l a c obe r tu ra , me jo r en l a
distribución, r e d u z c a n los costos y d i v e r s i f i qu e n los serv ic ios. Por
e jemplo , las políticas públicas existentes hacen muy poc o par a esti
mular formas alternativas de cu idado infant i l , ya sea par a r icos o po
bres, po r me d i o d e l sector pr ivad o orga nizad o o en el ámbito c o mu
n i ta r i o . La s políticas qu e e n el presente están s iendo cons ider adas
p o r e l IMSS para comb in ar l a oferta pública y pr ivada media nte planes
basados en el emp leo y en la c o mu n id ad , por med io d e l p rog rama de
reversión de cuotas, constituyen innovaci ones a l respecto. A l desarro
l lar estas políticas, sería útil cons iderar lo s debates actuales e n lo refe
rente a l a reversión de cuotas y a l a combinación pública-privada de laatención médica.
U n a g ran proporción de famil ias pobres probablemente no está
afil iada al seguro social. Los hijos de estas familias podrían beneficiarse
de u n servicio de alta cal idad, ya que estos progra mas, además de ser
u n a f u e n t e imp o r t an t e de estimulación t e m p r a n a p a r a la niñez,
p u e d e n también se r diseñados para inc lu i r suplementos nutr i t ivos y
e n t r e nami e n t o e n s a lud e h ig iene . L legar hasta la s famil ia s pobr es
implicaría u n a recon ceptu ación de las metas de la ac tua l política
pública en lo c once rn iente a las cons iderac iones d e l cu ida do infan
t i l , no sólo c o m o u n d e r e cho basado en el trabajo en el sector for-
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602 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS
mal , sino también como u n pro gra ma antipobreza para e l desarrollo
de l niño, tal como lo sugirieron Tolbert et al. (1993).
E l cuidado infant i l puede se r ampliado más allá del sector formal
si se conjunta c o n programas para reduci r l a pobreza y enfocar el gas
to social. U n a posib i l idad es la expansión de los programas d e l DI F y
DDF; otra es ut i l i zar los programas que son conducidos po r med io de
la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la cual ha iniciado en al
g u n a ocasión proyectos especiales de cuidado in fant i l , pero que enrea l idad tiene poco qu e ver con los prog ramas existentes.
U n mode lo para extender el cuidado de l niño a los pobres es p o r
medio de programas de pequeña escala, sustentados en el hogar y en
la comunidad , q ue pueden ser focalizados geográfi camente a las fa
mil ias pobres. Este tipo de programas ha sido llevado a cabo por una
serie de países lat inoamericanos, incluyendo a C o l o m b i a y Bo l i v ia
(Myers, 1992). L o s programas vecinales de cu idado i n f an t i l que se
han promovido en Co lomb ia mediante e l Instituto Colombiano del
Bienes tar Fami l iar , po r ejemplo, h a n sido reconoc idos po r su bajo
costo, ampl ia cober tura y focalización. E n el caso de Co l omb ia es in
teresante destacar que el programa es financiado en gran parte po r el
impues to nom in al . Estos progr amas suelen conduci rse fuer a de las
casas de las madres que viven en la comunidad , a pesar de que tam
bién pueden utilizar la infraestructura pública, como escuelas y clínicas.
General mente prove en subsidios para e l hogar o materiales para edifi
cios; mejoras focalizadas a. los servicios sanitarios o de c ocina ; suple
mentos nutr ic iona les , juguetes educativos y provisiones, además de
entrenamiento básico para las mujeres que d i r i gen las guarderías.
Muchas de estas muiere s ti ene n sus nronias familias v e l Droerama les
ofrece u n emple o conveni ente que puede se r combinado co n e l cui
dado de sus pro pio s hijos (Vélez, 1996; Cast i l l o , Or t i z y González,
1992 - Flórez y Méndez, 1993).
Es claro q ue los esfuerzos para ampli ar l a cobertura de las guarde
rías deben inc luir una combinación de iniciativas públicas, privadas y no
lucrativas. L a formulación d e mecanismos de regulación, que actual
mente son muy poco claros, será un factor clave para las iniciativas futu
ras. U n a política qu e vale la pena considerar es extender l a cobert ura
de l proceso de registro existente y transformarlo en u n sistema de l i
cencias. Esto ayudaría a prevenir l a disminución de la calida d deriva
da de las políticas po r reversión de cuotas y programas sustentados
en la comunidad que se encuen tran actualmente bajo consideración en
el IMSS. U n esfuerzo par a registrar estos programa s también propor-
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8/17/2019 (1996) - Knaul y Parker.pdf
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C U ID A D O INFANTIL Y E M PLE O F E M E N I N O E N M EX I CO 603
donarí a l a información acerca de la provisión, lo cua l sería de gran
i m po r t a n c i a para la organización y p laneamiento de l cu idado infan
t i l . Más aún, sería pos ib le hacer que esta información estuviera más
d ispon ib l e al público po r me d i o de la SEP.
Si b i e n u n s istema de l icencias tiene claras ventajas, es también
necesar io tomar en cuenta e l h e c ho de que muchas empresas trata
rían de evad ir e l registro en u n p r o g r a m a que podría c o m p l i c a r su
pos ib i l i dad de evadir impuestos. Además, un sistema m u y bu roc ra t i -zado generaría inef ic iencias propias. Actualmente, e l registro involu
cra un a serie de proced imi entos compl icados ; en la c i u d ad de México
esto inc luye : e l registro en l a Secretaría de H ac i e nd a , después la ob
tención de u n permiso de operación por me d i o de la delegación qu e
debe se r superv isado po r e l d e p a r t ame n t o de bombe ros ; poster ior
mente , se obtiene otro pe rmis o para abrir , exped ido po r la Secretaría
de Salud, y registrar e l lugar como C e n t r o de Des