guionen24horas.files.wordpress.com · Web viewoficina. interior. día. BASILIO (45, con un polo...

85
1. OFICINA. INTERIOR. DÍA BASILIO (45, con un polo oscuro, aire moderno) se desplaza por la oficina, llena de premios de televisión. BASILIO Ya, pero, ¿a quién? ALBANÉS No sé. El que más cobra es Víctor. BASILIO Pero ese me has dicho que no. Porque… cobraría un montón, ¿no? ALBANÉS Sí, está fijo. BASILIO Pues entonces… nos quedan Pablo y Carlota, ¿no? ALBANÉS Sí. A estos dos los tenemos como autónomos, así que no nos cuesta un duro. BASILIO Bien, pues creo que será Carlota. ALBANÉS ¿Por? BASILIO Es buena, pero… no acaba de adaptarse aquí. ALBANÉS ¿Quieres que se lo diga yo? BASILIO No. Se lo diré yo. 2. ASCENSOR. INTERIOR. DÍA

Transcript of guionen24horas.files.wordpress.com · Web viewoficina. interior. día. BASILIO (45, con un polo...

1. OFICINA. INTERIOR. DÍABASILIO (45, con un polo oscuro, aire moderno) se desplaza por la oficina, llena de premios de televisión.

BASILIOYa, pero, ¿a quién?

ALBANÉSNo sé. El que más cobra es Víctor.

BASILIOPero ese me has dicho que no. Porque… cobraría un montón, ¿no?

ALBANÉSSí, está fijo.

BASILIOPues entonces… nos quedan Pablo y Carlota, ¿no?

ALBANÉSSí. A estos dos los tenemos como autónomos, así que no nos cuesta un duro.

BASILIOBien, pues creo que será Carlota.

ALBANÉS¿Por?

BASILIOEs buena, pero… no acaba de adaptarse aquí.

ALBANÉS¿Quieres que se lo diga yo?

BASILIONo. Se lo diré yo.

2. ASCENSOR. INTERIOR. DÍAPABLO, (35, desgarbado, manso)llega al ascensor justo antes de se cierren la puertas. Dentro está ya CARLOTA (30, gafas de pasta, no excesivamente atractiva).

CARLOTAPor poco, ¿eh?

PABLOY tanto…

CARLOTA¿Qué tal?

PABLOBien, estuve currando hasta tarde.

CARLOTA¿En el 13? Ese episodio está maldito…

PABLODímelo a mí. Llevamos siete versiones.

Se abre el ascensor. PABLO deja salir antes a CARLOTA. La sigue hacia la oficina. Pasan junto a CARMEN, la recepcionista.

CARLOTAHola, Carmen.

CARMENAh, Basilio quiere veros. En la salita.

PABLO¿En la salita?

CARMEN asiente. PABLO y CARLOTA se miran, algo sorprendidos. No parece que reunirse en la Salita sea algo habitual.

3. SALITA. INTERIOR. DÍAPABLO y CARLOTA se miran en silencio.

CARLOTA¿Será por los diálogos del 12?

PABLONo creo… ¿no?

CARLOTAYo el otro día fui al médico y me pasé unas horas más por ahí, de compras… ¿se habrán enterado?

PABLOBueno, y yo imprimí aquí un trabajo para mi hermano, a todo color…

CARLOTANo creo que sea nada de eso…

2

Justo en ese momento entra en la salita BASILIO, con aire muy resuelto.

BASILIOHola, supongo que os estaréis preguntando porqué os he reunido aquí…

PABLONo.

CARLOTANo.

BASILIOPues os lo voy a decir.

Basilio repira hondo. Su pecho se hincha en el interior del ajustado polo de marca.

BASILIOBien, bueno, ya sabéis cómo están las cosas. Todo va muy mal. Y aquí estamos igual o peor.

PABLOBueno, nuestra serie funciona, ¿no?

BASILIOSí, las audiencias son buenas. Pero ahora mismo las cadenas de televisión están muy jodidas. Nos han bajado el presupuesto por episodio.

CARLOTA¿Cuándo?

BASILIOAyer mismo tuvimos la reunión con la cadena. Están contentos con la serie. Quieren lo mismo, pero más barato.

PABLO¿Entonces tenemos que limitar las escenas en exteriores?

BASILIOSí. Por supuesto. Cuatro por episodio. Pero eso no es todo.

CARLOTAYa, los actores, ¿no? Podemos cargarnos a algunos personajes y así ahorramos.

3

Fermín Blanco, por ejemplo. Es carísimo, no nos da juego y no pronuncia bien la zeta.

BASILIOFermín es el actor favorito de la cadena. No me preguntes porqué. Pero sí, tienes razón, hay que eliminar actores.

PABLOSi quieres te podemos hacer una lista de personajes prescindibles.

CARLOTAPásanos una lista de cuáles son los más caros y nos los vamos cargando.

PABLOSí, tenemos alguna idea de cargarnos gentes que no hemos usado todavía.

BASILIO se pone en pie, de espaldas a CARLOTA y PABLO, no parece escuchar demasiado. Está sumido en sus pensamientos.

CARLOTAElectrocución en la bañera…

PABLOEntierro en vida…

CARLOTAEmpalamiento…

BASILIOTodo eso está muy bien, pero no basta. No va a bastar.

CARLOTA y PABLO quedan en silencio durante un momento.

BASILIOHemos reducido al personal de producción, a parte del equipo técnico, así que…

CARLOTA, en silencio, comienza a llorar. Aunque es discreta, comienzan a caer cada vez más lágrimas por sus mejillas.

BASILIOAquí también vamos a tener que tomar medidas.

4

PABLO mira hacia abajo, imaginando lo que viene.

BASILIOEstoy contento con vosotros dos, pero desde producción me dicen que es imposible mantener al equipo.

CARLOTA abre su bolso y saca un paquete de kleenex. BASILIO ya no puede mirar a otro lugar.

BASILIO¿Estás bien, Carlota?

CARLOTA responde entre sollozos, intentando disimularlos.

CARLOTASí, estoy bien, gracias. Entonces, dinos, ¿estamos despedidos los dos?

BASILIONo. Los dos no.

4. APARCAMIENTO. EXTERIOR. DÍAPABLO, cargado con una bolsa y algunas cosas más, sale del edificio de oficinas. Hace un gesto hacia el PORTERO.Éste se lo devuelve, con gesto algo sorprendido.

5. CALLE EDIFICIO OFICINA. EXTERIOR.DÍAPABLO espera en una marquesina de autobús. Justo en ese instante, ve cómo BASILIO sale del aparcamiento del edificio, con un llamativo coche deportivo.

El deportivo de BASILIO se detiene en el semáforo que hay muy cerca de la marquesina. De modo que PABLO ve a BASILIO hablar por el manos libres del coche. Basilio no le ve a él. En el interior de su vehículo, BASILIO ríe a carcajadas, enfrascado en su conversación.

El semaforo se pone en verde. BASILIO y su coche desaparecen.

Un instante más tarde, llega el autobús municipal. PABLO y las demás personas que esperaban se suben a él.

El bus se dirige hacia el centro de Madrid.

Hace frío. El sol débil de invierno brilla sobre las azoteas.

TÍTULOS DE CRÉDITO

5

6. CASA PABLO. INTERIOR. NOCHELa casa está amueblada con muebles de todo tipo. Casi todos de IKEA, con marcas que indican que han sufrido muchas mudanzas. Un par de pañuelos de seda tintados, velas medio hippies y algún panfleto político.

Mientras PABLO mira la tele, en el desvencijado sofá, MANU (Manuela) le habla desde la cocina, pequeña, pintada de violeta.

MANUMenuda puta. ¿Te ha hecho el numerito de las lágrimas?

PABLOSí. Pero vamos, que igual pensaban echarme a mi desde el principio.

MANU sale de la cocina. Es una chica de unos 28, morena, alta y muy fibrosa. Trae un plato en la mano.

MANUPrueba.

PABLO obedece.

PABLOMuy bueno. ¿Es humus?

MANUEso es lo que más me jode.

PABLO¿El qué?

MANULas putas “armas de mujer”. ¿Hay que ponerse a llorar a fingir debilidad para conseguir cosas?

PABLONo sé hasta qué punto ella se ha puesto a llorar sólo para influir al jefe…

MANUYa, pero más allá de este caso. Me jode que la sociedad nos coloque en esta situación en la que parece que la única manera de conseguir las cosas sea mostrando debilidad.

PABLO

6

¿Hay más?

MANU¿Cómo?

PABLODe esto.

Pablo señala el plato de humus.

MANUSí, hay bastante.

PABLOEstá buenísimo.

PABLO pasa hacia la cocina. Justo después de hacerlo vuelve sobre sus pasos y besa a MANU en la frente.

7. DORMITORIO. INTERIOR. NOCHE. En la oscuridad de la habitación, PABLO y MANU follan. Gimen y hacen los ruidos apropiados.

De pronto, MANU se detiene.

PABLO¿Qué pasa?

MANU¿Es el camión?

PABLO¿Qué?

MANUCalla.

Cuando PABLO obedece y calla, se escucha, a cierta distancia, el camión de la basura.

MANUNo has bajado la basura, ¿no? Los envases.

PABLONo. Pero lo dejamos para mañana.

MANUYa no pasa hasta dentro de dos días…

PABLOPero…

7

Sin hacer caso a PABLO, MANU se pone una camiseta y sale hacia la cocina.

8. COCINA. INTERIOR. NOCHE. MANU toma la bolsa de envases, amarilla. PABLO la sigue, desganado.

PABLOPero si ya no llegamos…

MANUVenga, coge esa otra… que sí, que llegamos.

MANU sale rápidamente de la cocina. PABLO coge otra bolsa, que no está del todo cerrada.

El camión de la basura suena cada vez más cerca. Las tapas de los contenedores abriéndose y cerrándose violentamente.

9. RELLANO CASA PABLO. INTERIOR. NOCHE. MANU, impaciente, espera al ascensor, con la bolsa de basura en la mano.

MANUJoder.

Incapaz de esperar más, va hacia la escalera. Comienza a bajar, a toda velocidad.

Justo en ese momento, sale PABLO.

MANUVenga, por la escalera, que llegamos.

10. ESCALERAS CASA PABLO. INTERIOR. NOCHEMANU y PABLO bajan a lo loco por la escalera. El ruido del camión de la basura cada vez se escucha más alto, más cerca.

11. VESTÍBULO CASA PABLO. INTERIOR. NOCHEPABLO, que ya ha adelantado a MANU, llega al vestíbulo. Abre la puerta a MANU.

Salen a la calle justo cuando el BASURERO está abriendo el contenedor que corresponde a su edificio.

PABLO se dirige al hombre, con la bolsa en la mano

8

PABLO¡Eh! Espere…

El BASURERO toma la bolsa y va a tirarla al camión cuando habla MANU.

MANU¡No!

PABLO¿Qué pasa?

MANUNo es el de reciclaje. Es el de orgánica.

BASUREROSí, el de envases ha pasado hace un rato.

PABLOPero… lo tiramos de todos modos, ¿no?

BASUREROAclaraos, chicos… que yo tengo que seguir la ronda.

MANUNo.

MANU arrebata la bolsa al basurero. Éste se queda algo sorprendido, pero echa a correr hacia el camión, que ya se ha alejado un poco.

PABLOTampoco hubiera pasado nada por no reciclar por una vez…

MANUSi todo el mundo pensara lo mismo, el planeta sería ya un vertedero.

PABLO suspira pero prefiere no decir nada. Sólo coge una de las bolsas de MANU.

Suben los escalones hacia la puerta del edificio. MANU mira a PABLO, como si acabara de darse cuenta de algo.

MANUJoder, las llaves.

PABLO suspira.

9

Abraza a MANU, con una bolsa de basura en la mano es un poco incómodo.

12. CASA FAMILIA PABLO. INTERIOR. DÍAEl PADRE (60, grueso, vestido con un chaleco verde) bebe un trago de agua.

PADRE¿Y Alemán? ¿No has pensado en ponerte a estudiar alemán?

La MADRE (60, también gruesa, pero muy inquieta) llega con un postre. Un pudding.

MADRESí, dicen que en Alemania hay mucho trabajo ahora.

La MADRE empieza a servir. MANU rechaza. Sirve un trozo para PABLO.

PABLOEs que… yo trabajo con la lengua.

VÍCTOR (25, descarado) se sirve un trozo de pudding mayor que el de ninguno.

VÍCTORJajaja… como los actores porno.

PABLOMuy bueno. Quiero decir que yo no voy a poder trabajar en mi vida como guionista o escritor en otro idioma.

MANUTendría que alcanzar un dominio bestial para poder trabajar fuera…

PADRESi hubieras hecho una buena ingeniería.

MADREA los ingenieros se los rifan en Alemania.

PABLOPero ya es un poco tarde para lamentarse sobre eso. Tengo treinta y pico, no sé alemán y no soy ingeniero.

PADRE

10

Y yo te lo dije, ¿verdad, Carmen, que se lo dije?

CARMEN¿El qué?

PADREQue hiciera ingeniería.

CARMENA ver, pero es tarde para eso, ya te lo han dicho. No por mucho lamentar…

VÍCTORAmanece más temprano.

PABLO, un poco molesto con los chistes de su hermano, se vuelve hacia él.

PABLOPodrías dejar de hacer chistes malos un momento, ¿no?

VÍCTORVale, vale… no te mosquees, hombre.

PADREPues nosotros no os podemos ayudar. Lo siento.

MANUNo, si no les hemos pedido ayuda.

PABLOAlgo de curro saldrá.

MADREEspera, Ángel, ¿por qué no llamas a Bermejo?

PADRENo. Ese es un idiota.

MADRESerá idiota, pero está muy bien conectado.

MANU¿Bermejo? ¿Quién es Bermejo?

PABLO alza los hombros.

11

13. MERCADO MUNICIPAL. INTERIOR. DÍAMANU y la MADRE compran en el Mercado Municipal. Llevan varias bolsas.

MADREMira, ahí había una pescadería hace nada. Y ya ha cerrado.

Señala hacia otro puesto.

MADREY ahí una frutería muy buena. También cerrada.

Pasan frente a la carnicería. La MADRE mira y coge a MANU del brazo.

MADREEspera, voy a comprar carne para Pablo. Bueno, para los dos. Para que os llevéis.

MANUGracias, pero no hace falta, de verdad.

MADREPor lo menos eso os podemos comprar. Será lo que menos coméis, ¿no?

MANUSí, es lo más caro. De vez en cuando…

VICENTE, el carnicero, interrumpe.

VICENTE¿Quién va ahora?

MADREYo, Vicente, ponme dos entrecots buenos. No, venga, ponme cuatro.

MANUNo, mujer, que es mucho…

MADRECalla, tonta.

MANU sonríe, agradecida.

14. CALLE MERCADO. EXTERIOR. DÍAMANU y la MADRE caminan hacia casa, cargadas con las bolsas de comida.

12

MANUNo.

MADREPero ha estado trabajando ahí durante casi dos años.

MANUYa, pero no le daban de alta como trabajador. Estaba como autónomo. No tiene paro.

MADREVaya. Indemnización tendrá, ¿no?

MANUTampoco. Al ser autónomo nada. Y aún así, ahora han bajado la indemnización tanto que…

MADRECómo está todo. Con lo bien que íbamos hace unos años…

MANUBueno, eso es muy relativo. El virus lleva tiempo ahí. Por ejemplo, cuando se liberalizó el suelo.

MADRE¿Eso cuando fue?

MANUHace más de diez años, con el anterior...

MADRESiempre estás hablando mal de esa época. A mí me parece que nunca hemos vivido mejor que con él. Y casi prefiero que no sigamos hablando de esto, que os váis hoy y prefiero tener la fiesta en paz.

MANU prefiere callar.

15. PLAZA MAYOR. EXTERIOR. DÍA. El PADRE señala hacia un piso viejo de la Plaza Mayor.

PADREEs ahí.

13

PABLO¿Subimos?

PADREYo no.

PABLO le mira, sorprendido.

PADRETe espera a ti.

PABLO asiente.

Serio, se encamina hacia el portal del edificio que su padre le ha señalado.

16. SOPORTALES PLAZA MAYOR. EXTERIOR. DÍA. Pablo empuja la puerta del portal.

17. PISO PLAZA MAYOR. INTERIOR. DÍAPABLO se acerca, con cuidado, a la habitación que da a la plaza. Sentado en una silla de ruedas, un HOMBRE (setenta años, pelo blanco).

PABLO¿Señor Bermejo?

El hombre comienza a girarse.

DESDE AQUÍ SEGUNDA PARTE

18. AUTOBÚS. INTERIOR. DÍAPABLO mira por la ventana de un autobús de línea, abarrotado.

MANU¿Te conocía?

PABLOApenas. Sabía que me había ido a Madrid, a trabajar de guionista… pero nada más.

MANU¿Y crees que tendrá algún curro?

PABLOFue jefazo de un banco hasta que se jubiló. Tal vez tenga contactos.

14

PABLOCreo que le ha gustado que yo hubiera escrito un guión sobre política.

MANU¿El de “Los Pactos de la Moncloa”?

PABLO asiente.

19. PISO PLAZA MAYOR. INTERIOR. DÍABERMEJO mira de frente a PABLO.

BERMEJO¿Sobre “Los Pactos de la Moncloa”?

PABLOSí, exactamente. Es un tema que siempre me ha interesado y…

BERMEJO cobra más vida, de pronto habla rápido y sin escuchar a su interlocutor.

BERMEJO¡Cómo no va a interesarte! En esos años se pusieron las bases de la democracia que disfrutamos ahora…

PABLOSí, eso es…

BERMEJOLos americanos hubieran hecho una gran película sobre eso. Estoy seguro. Pero aquí no, aquí nos pasamos el día criticándolo todo, poniendo todo en cuestión.

BERMEJO, sorprendiendo a PABLO, se pone en pie. PABLO mira la silla de ruedas. El hombre no está paralítico, obviamente.

Con cierta dificultad, BERMEJO abre la puerta de madera que da acceso al estrecho balcón.

PABLO se pone en pie, tras él, siguiéndole, temiendo que el anciano vaya a caer en cualquier momento.

BERMEJO¿Ves esto? A pesar de la crisis, esto es una próspera capital de provincias…

20. AUTOBÚS. INTERIOR. DÍA

15

PABLOY luego, se ha puesto a contarme que él participó en la Transición Española, que gracias a ella tenemos lo que tenemos…

MANUPero tú le has dicho que tu guión sobre los Pactos de la Moncloa era un musical, ¿no?

PABLO calla.

MANU Le has dicho que era todo un cachondeo, que ridiculizabas a los políticos de la Transición, ¿no?

PABLOSí, claro.

21. PISO PLAZA MAYOR. INTERIOR. DÍA. BERMEJO se gira hacia PABLO.

BERMEJOMe has alegrado la mañana, Pablo, me alegra saber que hay chicos que son conscientes de la gran labor que hicieron sus predecesores.

PABLOSí…

BERMEJOCuando te he visto con esas pintas… ahí, despeinado, con esa ropa… he pensado… típico perroflauta.

PABLO mira su propia indumentaria.

BERMEJOPero, mira por donde, eres un joven sensato, como Dios manda. ¿Tienes por ahí una copia de ese guión, me encantaría leerlo?

PABLO, algo incómodo, trata de quitarse el marrón de encima.

PABLOBueno, aquí no… pero si guiere se la puedo mandar.

16

BERMEJOMuchos amigos míos ya han muerto pero aún hay gente en Madrid que me debe favores. Haré un par de llamadas. A ver si hay suerte.

PABLOMuchas gracias, señor Bermejo.

PABLO se aleja por el pasillo del piso vetusto, cada uno de sus pasos hace crujir el parquet. Parece que todo el edificio fuera a caerse.

22. AUTOBÚS. INTERIOR. DÍAMANU mira a PABLO, con sorpresa y cierto escepticismo.

MANU¿Y cómo se lo ha tomado?

PABLO¿El qué?

MANUQue tú hubieras escrito un guión en el que te cachondeabas de los padres de la Constitución, de la Monarquía…

PABLO aparta la mirada.

PABLOPues…

MANU se da cuenta de la incomodidad de Pablo.

MANUNo se lo has dicho.

PABLOBueno, no exactamente.

MANUNo me mientas.

PABLO¿Cómo le voy a contar a ese hombre, que vivió la transición que he escrito una peli en la que el Rey baila claqué?

MANU suspira.

MANUSiempre lo mismo.

17

PABLO¿Lo mismo?

MANU¿No te das cuenta? Te cuesta tanto confrontar a la gente, decirle lo que piensas…

PABLONo es verdad.

MANUSí es verdad.

PABLOAhora te estoy confrontando.

MANUAhora no cuenta.

PABLO¿Por qué?

MANUPorque conmigo tienes confianza. Pero en cuanto estás con gente, te adaptas a ellos y te callas lo que piensas de verdad.

PABLONo es cierto. Pero no quiero seguir discutiendo.

MANU¿Le dijiste algo a Basilio cuando te echó, por ejemplo?

PABLOPues sí, claro que le dije lo que pensaba. Le puse a caldo.

MANUYa.

PABLOPues sí.

PABLO se pone los cascos y empieza a escuchar música mientras mira por la sucia ventana del autobús.

23. OFICINA. INTERIOR. DÍAPABLO, ya con el abrigo, golpea en la puerta del despacho de BASILIO, que está ocupando escribiendo en su portátil.

18

PABLOBasilio, ¿tienes un segundo?

BASILIOSí, dime.

PABLOQuería decirte que…

PABLO toma aire. Parece que necesita fuerzas para continuar la frase. BASILIO le mira, impaciente y expectante.

PABLOQue entiendo los motivos que me has dado para prescindir de mi y que…

BASILIO parece aliviado.

PABLOPara mí ha sido un placer trabajar en vuestra productora.

BASILIO se levanta, aliviado.

BASILIOLo mismo digo, Pablo, lo mismo digo.

Un par de palmadas en la espalda.

BASILIOMucha suerte en el futuro, Pablo, mucha suerte.

PABLO se aleja, cabizbajo, llevando sus cosas, hacia la salida.

24. AUTOBÚS. INTERIOR. DÍA

PABLO sigue mirando la carretera. En su mirada, una expresión triste. Como si acabara de ser consciente de algo.

25. HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHE.El Hotel Atlántico es un edificio gris, feo. Con banderas descoloridas de países que ya no existen.

PATRICIO (OFF)Bienvenido, joven, al Hotel Atlántico. Nosotros le llamamos el Atlántico. Así, a secas.

26. HOTEL ATLÁNTICO. PASILLOS. NOCHE

19

Los pasillos feos e impersonales, moqueta gris sucia, del Hotel Atlántico.

PATRICIO (OFF)Llevo casi dos décadas siendo el recepcionista de noche. Y he visto de todo.

Nos acercamos hacia un hombre PATRICIO (40, aire de búho, pelo peinado hacia atrás, tez muy blanca), sentado tras la recepción.

27. HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHEPATRICIO mira a PABLO que está a un par de metros de él, ya con un gris uniforme del hotel, casi tan desgastado como el de PATRICIO.

PATRICIOPodría contarte muchas cosas. Pero creo que voy a empezar con el programa de reserva de habitaciones, ¿vale?

PABLO asiente, algo sorprendido por el discurso del recepcionista.

PATRICIOSiéntate aquí.

PABLO obedece y se sienta junto a PATRICIO, que le señala la pantalla del ordenador.

PATRICIO¿Ves bien…

PATRICIO se detiene un instante, señala a su interlocutor.

PATRICIOPablo, ¿no?

PABLOSí, eso es.

PATRICIO se gira hacia el ordenador. Luego vuelve a mirar a Pablo.

PATRICIOMi padre se llamaba Pablo.

PABLO¿Murió?

20

PATRICIOSí.

PABLO, algo incómodo, no sabe qué decir.

PABLOLo siento.

Pero PATRICIO no parece haberle oído.

PATRICIOUn amigo mío de la mili se llamaba Pablo.

PABLOYa.

PATRICIOY más gente.

PABLOSí. Bastante.

PATRICIO parece haber salido de su burbuja. Por fin.

PATRICIO¿Con qué estábamos?

PABLOMe iba a explicar el programa de registro de habitaciones…

PATRICIO asiente.

PATRICIOPicapiedra.

PABLO¿Perdón?

PATRICIOTambién era Pablo Picapiedra.

PABLONo, era Mármol.

PATRICIOCierto. Pedro Picapiedra y Pablo Mármol.

28. PLAZA TIRSO DE MOLINA. EXTERIOR. DÍAAmanece en Madrid. Indigentes tratan de dormir en la plaza de Tirso de Molina.

21

Uno se ha despertado hace un rato. Mea, abundantemente, en un árbol. La orina, caliente despide vapor. El indigente lo mira, divertido.

PABLO, con aire agotado, sale de la boca de metro de Tirso de Molina.

Saca la cartera y busca monedas en el monedero.

Satisfecho, entra en una pequeña panadería.

29. CALLES LAVAPIES. EXTERIOR. DÍA

PABLO come un cuerno a un croissant sin dejar de andar hacia casa. Lleva una bolsita de papel de la panadería.

Se cruza con gente que va al trabajo, chinos que abren sus negocios mayoristas de ropa y niños que van al colegio.

30. CALLE CASA PABLO. EXTERIOR. DÍAJusto cuando PABLO va a abrir el portal de su casa, la puerta se abre. Es MANU, que sale de casa con la bici, va lista para salir.

PABLO¿Ya a currar?

MANUSí, ¿qué tal en el hotel?

PABLO ayuda a MANU a bajar la bici a la calle.

PABLOPuff… va a ser duro.

MANUBueno, ya me contarás.

PABLONo sé cuando, tengo que salir a las ocho. Y para esa hora tú no has vuelto…

MANUVenga, échate a dormir.

PABLOSí, estoy muerto.

MANU besa a PABLO.

MANUHasta luego, guapo.

22

MANU va a montarse en la bici. PABLO se mira la mano y se acuerda.

PABLO¡Eh, espera!

MANU se vuelve hacia él. PABLO le tiene la bolsa de la panadería.

PABLOTen, desayuno.

MANU sonríe, pero no parece demasiado entusiasmada.

MANUEs bollería industrial, Pablo. Yo no como esto.

PABLOUn día es un día.

MANUY tú tampoco deberías. Pero gracias de todos modos.

MANU besa a PABLO y se sube de nuevo a la bici. PABLO suspira, un poco decepcionado. Mira a su novia alejarse en la bici. Entra en casa.

31. CASA PABLO. INTERIOR. DÍA. Pablo entra en casa. Se quita el abrigo y se derrumba en el sofá, boca arriba.

Sin abrir los ojos, alcanza con la mano izquierda la bolsa de la panadería y comienza a comer el croissant que había comprado para Manu.

32. CASA PABLO. INTERIOR. DÍAAún con migas sobre el jersey, PABLO duerme profundamente en el sofá.

Se estremece instintivamente cuando suena su teléfono móvil.

Lo apaga rápidamente sin mirar siquiera a la pantalla.

Vuelve a acomodarse para dormir, pero… en cuanto cierra los ojos, vuelve a sonar el teléfono.

Por fin, PABLO abre los ojos. No reconoce el número de la pantalla. Pero descuelga.

23

PABLO¿Dígame?

PABLO escucha un instante, mientras trata de desperezarse.

PABLOSí, claro que me acuerdo de usted, señor Bermejo.

33. CALLE HERMOSILLA. EXTERIOR. DÍAPABLO, afeitado y bien peinado, saca un papel arrugado, una punta de la bolsa del croissant, de su bolsillo.

Lee una dirección anotada en él.

Llega a un portal señorial. El del número 13.

34. PORTAL HERMOSILLA. EXTERIOR. DÍAPABLO va a entrar en la casa cuando un PORTERO UNIFORMADO le sale al paso.

PORTERO UNIFORMADOPerdón, ¿a qué piso va el caballero?

PABLOMe han citado en el despacho del abogado Andrés Hidalgo.

El portero tarda un instante en contestar, como si algo no le encajara.

PORTERO UNIFORMADOEs el tercero derecha.

PABLO entra.

35. VESTÍBULO HERMOSILLA. INTERIOR. DÍA. Mientras espera el ascensor, PABLO mira, algo sorprendido, el anticuado lujo del vestíbulo. Maderas nobles, sillas castellanas, un descolorido pero valioso tapiz con motivo bélico.

36. RELLANO HERMOSILLA. INTERIOR. DÍA.PABLO llama al timbre. No tarda en abrirle VERÓNICA (25, atractiva, vestida de manera muy discreta).

PABLOHola, soy Pablo…

VERÓNICALe esperábamos, señor González.

24

VERÓNICA hace pasar a PABLO al interior.

37. PASILLO BUFETE. INTERIOR. DÍAPABLO camina por el pasillo del elegante bufete, tras VERÓNICA.

VERÓNICASi hace usted el favor de esperar en esta sala…

VERÓNICA le muestra un elegante despacho.

PABLO Claro.

38. DESPACHO BUFETE. INTERIOR.DÍAPABLO se sienta en una silla y comienza a mirar a su alrededor. Muebles nobles, libros, cuadros, unos cuantos diplomas. VERÓNICA reaparece con una encantadora sonrisa.

VERÓNICA¿Un volluto?

PABLO¿Cómo?

VERÓNICASi te apetece un volluto. Nespresso, ya sabes.

PABLOAh, es café, ¿no?

VERÓNICA asiente.

PABLOSí, gracias.

VERÓNICADe nada.

VERÓNICA se marcha, dejando a PABLO algo embobado por su amabilidad y su preciosa sonrisa.

39. DESPACHO BUFETE. INTERIOR. DÍAPABLO se acaba el café. Un poco nervioso, mira la hora en un dorado reloj del despacho.

Compara la hora con la de su móvil.

25

Justo en ese momento entra en el despacho el ABOGADO HIDALGO.

ABOGADO HIDALGOPerdone la espera, señor González.

PABLONo es nada… sólo han sido…

El abogado no parece tener mucho interés en escuchar a Pablo.

ABOGADO HIDALGOBermejo nos dio su nombre. Nos dio estupendas referencias de usted como guionista y escritor.

PABLOBueno… le estoy muy agradecido al señor Bermejo. Pero, ¿para qué necesitan ustedes, en un bufete, a un escritor?

HIDALGO se sonríe levemente.

ABOGADO HIDALGOAh, ¿no se lo han explicado?

Al ver la expresión de PABLO, el ABOGADO continúa.

ABOGADO HIDALGOYo sólo hago la intermediación y me encargaría del contrato si llega a un acuerdo con mi cliente.

PABLO¿Su cliente?

Justo en ese momento, entra en el despacho un hombre moreno y fibroso, con una amplia sonrisa.

PRESIDENTEHola, yo soy el cliente. Y tú eres Pablo, ¿verdad?

Pablo sólo acierta a asentir. Está estrechando la mano a un expresidente del Gobierno.

40. CALLE HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHE.PABLO, salta a toda velocidad del autobús urbano, comienza a correr, a lo loco.

26

PATRICIO OFF¿Así que estas tenemos? ¿El segundo día de trabajo y llegas con este retraso?

41. HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHEPABLO llega junto a la puerta del Hotel, exhausto, sube los escalones de tres en tres.

PATRICIO OFFEsto es una auténtica falta de respeto al Hotel Atlántico y a tus compañeros…

42. HOTEL ATLÁNTICO. PASILLOS. INTERIOR. NOCHE

PABLO corre por los mugrientos pasillos.

PATRICIO OFF¿Te supone este trabajo una molestia para tus otras ocupaciones?

Por fin, PABLO llega a junto al mostrador de Recepción.

43. HOTEL ATLÁNTICO. RECEPCIÓN. INTERIOR. NOCHE. PATRICIO, indignado, mira al exhausto PABLO, que, sin aliento, está erguido ante él.

PATRICIO sigue en tono irónico.

PATRICIO¿Eh?¿ ¿Tenías alguna ocupación más importante que estar a tu hora en el trabajo? ¿Estabas tomando café con el presidente del Gobierno?

PABLO toma aire, piensa un instante.

PABLONo, señor. Perdone el retraso… He… perdido el autobús.

PATRICIO parece un poco más tranquilizado por la respuesta de PABLO.

PATRICIOVenga, ponte el uniforme y subete a la 327 que hay un problema en el desagüe de la bañera.

PABLO obedece, un poco aliviado.

27

44. ASEO. HABITACIÓN ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHE.PABLO, provisto de un desatascador, se arrodilla junto a la bañera, llena de agua sucia.

Se remanga y comienza a desatascar la bañera.

Por fin, el agua comienza a fluir. Al marcharse el agua, queda un trozo de papel que obstruía el desague. PABLO lo coge.

A pesar de estar completamente mojado, en el papel se ve aún, escrito a mano, con letra temblorosa: “Ten Cuidado”.

PABLO lo mira, un poco sorprendido y lo lanza al water. Tira de la cadena.

Sale a la habitación.

45. HABITACIÓN HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHE

Se sienta en la cama. Después se recuesta.

46. DESPACHO HIDALGO. INTERIOR. DÍAPABLO sigue sorprendido.

PRESIDENTE¿No te habían dicho nada?

HIDALGONo, di instrucciones.

PABLONo. Nadie me dijo nada.

PRESIDENTEHabrá sido una sorpresa.

PABLO asiente.

PABLOSí, bastante.

PRESIDENTESiéntate.

PABLO lo hace.

PRESIDENTEBien, nos han dicho que eres un escritor muy interesado en la política, ¿no?

28

PABLOBueno, sí…

PRESIDENTE¿Sí o no?

PABLOSí.

PRESIDENTEEs que no me gustan las medias tintas.

PABLODe acuerdo.

PRESIDENTE¿Te interesa la política?

PABLOSí.

PRESIDENTE¿Quieres cobrar treinta mil euros?

PABLOSí.

PRESIDENTE¿Quieres escribir sobre mí?

PABLOSí.

PRESIDENTE¿Has votado a mi partido?

PABLOEh…

PRESIDENTEEsta última era broma.

PABLOAh, menos mal.

PRESIDENTE¿Menos mal?

PABLOQue era broma.

PRESIDENTENo has respondido.

29

PABLOEra broma, ¿no?

PRESIDENTETal vez.

PABLO¿Quiere que responda?

PRESIDENTENo. Ya has respondido. Me da igual. Con tal de que no votaras a los socialistas me conformo.

PABLOLos voté una vez.

PRESIDENTEJoder. ¿No podríamos haber buscado a otro?

HIDALGOAún podemos. César Vidal está deseando.

El PRESIDENTE mira a PABLO, que se ha mantenido en silencio durante este intercambio final.

PRESIDENTENo, déjalo. ¿Quieres hacerlo tú, Pablo? Tú decides.

PABLO Deje que lo piense. Ahora mismo tengo un trabajo muy interesante…

47. HABITACIÓN HOTEL. INTERIOR. NOCHE. PABLO, dormido, con el desatascador en la mano, está tumbado sobre la colcha de la cama de la habitación.

De pronto, la puerta se abre. Una PAREJA de CLIENTES entra. Le miran, sorprendidos.

PABLO se despierta por el ruido de la puerta. Se incorpora, avergonzado.

PABLOPerdón, señores, perdón…

PABLO sale rápidamente de la habitación, con el desatascador en la mano. La PAREJA de clientes le mira, sorprendida.

30

48. PLAZA TIRSO DE MOLINA. EXTERIOR. DÍA.

PABLO sale de la boca del metro. Se abre paso entre gente que baja apresuradamente al metro.

Pasa junto a los borrachos e indigentes. Agotado.

49. CALLE CASA PABLO. EXTERIOR. DÍA. PABLO y MANU vuelven a encontrarse en el portal. MANU con la bici. Sin embargo, se saludan con algo menos de cariño.

MANUAcuérdate de bajar la bolsa de envases cuando vayas al trabajo…

PABLOVale.

MANU¿Qué tal todo? ¿Alguna novedad?

PABLOBueno… algo hay. Es una oferta un tanto delicada. No sé qué hacer.

MANU se mira al reloj. Se angustia.

MANUJoder, las nueve y media. Lo siento, me tengo que ir.

PABLO se queda con la palabra en la boca. MANU, ya subiéndose a la bici, se vuelve hacia él.

MANULuego me cuentas, ¿vale?

PABLO asiente, no muy convencido.

50. TABERNA. INTERIOR. DÍA. GERARDO mira a su alrededor, sorprendido, como si buscara una cámara oculta en alguna de las paredes de la taberna de Lavapiés en la que toman una caña.

GERARDONo me jodas. Es una broma, ¿no?

PABLONo, coño. ¿Qué va a ser una broma?

GERARDOPero, ¿para qué coño te necesitan?

31

PABLOCreo que necesitan una especie de negro, que escriba un libro sobre su última etapa en el gobierno.

GERARDO¿Te refieres a cuando el Gobierno se alió con los Estados Unidos para meternos en una guerra injusta?

PABLO tiene que asentir.

GERARDO¿O cuando se liberalizó el suelo dando pie a la burbuja inmobiliaria más escandalosa de nuestra historia?

PABLOSí, coño, la última parte de su gobierno. Ya vale de preguntas retóricas. Todos sabemos lo que pasó.

GERARDO¿Así que necesitan a alguien que les ayude a limpiar su conciencia, no? No me extraña.

PABLOEso es lo que me han ofrecido. No sé si tendría que firmar con mi nombre o si sería simplemente un negro.

GERARDONo vas a cogerlo, ¿no?

PABLOSon treinta mil euros.

GERARDOJoder. Tú te manifestaste contra la guerra.

PABLO asiente, pensativo.

GERARDO¿Te acuerdas? Tú mandaste SMS insultando a ese pavo. ¿Y ahora vas a currar para él?

PABLONo sé, tal vez puedo escribir de forma neutra… salvando un poco los muebles.

32

GERARDO¿Tú crees?

PABLONo sé. O tal vez puedo no firmar.

GERARDOEso casi es peor. Hacer el trabajo de peloteo y cobrar por él pero sin dar la cara…

GERARDO se levanta tras dar el último trago a la cerveza. Se pone la cazadora.

GERARDOPerdona que sea tan estricto, pero es que creo que esto es lo que nos ha traído hasta aquí.

PABLO no parece entender.

GERARDOPequeñas cesiones al capitalismo, pequeñas indulgencias: “voy a invertir los ahorros en una casa, voy a delegar el poder en unos polítiocs profesionales, voy a escamotear un poco en la declaración de Hacienda…

PABLONo es lo mismo.

GERARDOTienes razón. Pero piensa, ¿prefieres usar tu talento para defender lo que piensas o para defender a uno de los tipos más repugnantes de la historia de nuestro país?

La pregunta de GERARDO no espera respuesta. Tras un gesto a modo de despedida, sale del bar.

PABLO respira profundamente.

51. DESPACHO CHALET. INTERIOR. DÍAPABLO espera en un despacho moderno. Mira las fotos del PRESIDENTE, más joven, con mandatarios de diferentes países.

Una foto con un corcel blanco, una bandera española, un trozo de muro de Berlín.

33

Otra imagen con un presidente norteamericano. Un par de cuadros de aspecto valioso.

El PRESIDENTE llega, con el pelo mojado, en indumentaria deportiva. Se acerca, simpático.

PRESIDENTEPablo, me has pillado haciendo unos largos… Has venido pronto, ¿no?

PABLOSí, quería decírselo lo antes posible, para que…

De pronto, PABLO se detiene. Frente a él, una chica esbelta, alta, con el pelo mojado. Lleva un bañador ceñido de color azul.

PRESIDENTEVaya… es mi hija, se estaba bañando también.

Habla hacia su hija.

PRESIDENTE¡Hija! Ya te he dicho mil veces que no te pasees medio en bolas por casa.

La HIJA levanta la mirada. Es encantadora, hay algo infantil y pícaro en su expresión.

HIJAAh, perdón, no sabía que había gente.

PABLO, algo embobado, saluda a la chica.

PABLOHola…

El PRESIDENTE cierra la puerta que hay entre PABLO y su HIJA.

PRESIDENTEYa vale, ¿tú crees que se puede ir así por la casa?

El PRESIDENTE mira a PABLO, que sigue un poco distraído.

PRESIDENTE¿Qué me estabas diciendo antes? Que habías tomado una decisión…

34

PABLOSí. Estoy encantado de trabajar para usted, Presidente.

Esto último PABLO no puede evitar decirlo mirando hacia la puerta por la que acaba de desaparecer la chica.

Con una abierta sonrisa, el PRESIDENTE mira a PABLO.

PRESIDENTE¿Calzas un cuarenta y uno, no?

PABLO¿Perdón?

PRESIDENTEDe pie…

PABLOSí, justo.

El Presidente levanta el teléfono de la mesa. Sin necesidad de marcar ningún número, alguien le responde.

PRESIDENTEPalmira, prepárame un chándal completo y un par de Adidas del cuarenta y uno. Y lo mío, claro.

Cuelga. PABLO le mira, sorprendido.

52. JARDINES. EXTERIOR. DÍAEl PRESIDENTE y PABLO corren a la par por un camino de unos jardines espectaculares.

El PRESIDENTE va hablando con tranquilidad mientras que PABLO apenas puede seguirle el ritmo.

PRESIDENTE¿Sabes cuál es el problema de la gente?

PABLO¿Cuál?

PRESIDENTEQue tiene miedo. La gente está acojonada. Les asusta lo que otros piensen de ellos. Y por eso casi nadie dice que es de derechas.

PABLOMenos usted, ¡no?

35

PRESIDENTECuando yo llegué al partido, nadie decía que era de derechas. Nadie se atrevía a llevar una bandera española…

PABLOBueno, algunos la llevaban.

PRESIDENTESólo los ultraderechistas. Nosotros hemos conseguido que mucha gente no se avergüence de ser española.

PABLO se tiene que detener, está completamente desfondado.

PRESIDENTEJoder, cómo estamos, ¿eh?

PABLONo suelo hacer mucho… deporte.

PRESIDENTESe nota, se nota.

PABLO se apoya contra un árbol.

PRESIDENTE¿Tú no crees que España es un país del que sentirse orgulloso?

PABLONo sé. Pero lo importante no es lo que piense yo, sino lo que piensa usted.

PRESIDENTE¿Tú has leído a Lakoff?

PABLONo, pero me suena.

PRESIDENTEEs un americano, demócrata.

Ante el gesto de extrañeza de PABLO, el PRESIDENTE se sonríe.

PRESIDENTELakoff viene a decir que un gobierno de izquierdas es como una madre, que cuida a sus ciudadanos, se preocupa por sus problemas…

36

PABLO¿Y supongo que la derecha es el padre?

PRESIDENTEEso es. A España le faltaba un padre hasta que llegué yo.

PABLOYa. ¿No le da vergüenza decir estas cosas?

PRESIDENTENo, ¿por qué? ¿No me has escuchado? Yo no tengo miedo de lo que piensen de mi.

El PRESIDENTE da una palmada fuerte en el hombro de PABLO. Echa a correr, sin esperarle.

PRESIDENTE¡Venga, cinco kilómetros más!

PABLO suspira, reúne todas las fuerzas que le quedan y echa a correr, siguiendo al PRESIDENTE, que ya está a una buena distancia.

53. GIMNASIO. INTERIOR. DÍAEl PRESIDENTE coge los pies de PABLO, que está echado sobre una colchoneta, en el moderno gimnasio, con ventanales que dan a los jardines.

PRESIDENTEVenga. Uno…

PABLO hace un abdominal, con cierta dificultad.

PRESIDENTEDos, tres…

PABLO hace un abdominal no del todo ortodoxo.

PRESIDENTESin mariconadas, hazlos bien o no te los cuento.

PABLOJoder, es que hace siglos que…

PRESIDENTEVenga, dos más.

PABLO hace dos abdominales más, casi seguidos, se desploma.

37

A su lado, el presidente empieza a hacer abdominales.

PRESIDENTEUno, dos, tres, cuatro, cinco, seis…

El PRESIDENTE sigue haciendo abdominales mientras PABLO le mira, alucinado.

PRESIDENTEDiecinueve, veinte, veintiuno…

54. ASEO GIMNASIO. INTERIOR. DÍAEn una zona de duchas perfectamente equipada y situada junto al gimnasio, el PRESIDENTE se seca con fuerza.

Se mira en el espejo, con satisfacción.

PABLO sale poco después de la ducha. Se está tapando con la toalla la zona abdominal. El PRESIDENTE le señala la zona.

PRESIDENTE¿No te da vergüenza, hombre? Eso está fofo. No hay más que grasa.

JAVIERBueno, tampoco…

PRESIDENTETe voy a poner una tabla de…

JAVIERPero lo principal es que hablemos y le haga preguntas para el libro, ¿no?

PRESIDENTEHay tiempo para todo. Mens sana in corpore sano.

PABLO se mira la tripa. Coge algunas lorzas.

PABLOSí me sobran algunos kilos.

PRESIDENTETodo lo que te sobra te hace más lento, más ineficaz. Yo antes estaba fofo, un poco como tú. Ya sabes, mucha comida de trabajo, restaurantes… del coche al avión, del avión a casa… vida sedentaria.

38

PABLOTodo esto debería escribirlo.

PRESIDENTEYa te acordarás.

PABLO asiente, conformándose, mientras se viste.

PRESIDENTEPero entonces me dije, ¿me voy a limitar a contemplar la degeneración de mi cuerpo o voy a hacer algo por evitarla?

PABLO¿Cuándo fue esto?

PRESIDENTEHace casi quince años. De un día para el otro. Conocí a un deportista olímpico, Fernando Vallespín.

PABLO¿El atleta?

El PRESIDENTE ya está completamente vestido, con ropa muy correcta, pero informal. Comienza a peinarse con mucho cuidado.

PRESIDENTETriatleta. El mejor de su generación. Lo tomé como entrenador. Y lo reventé.

PABLO¿Cómo?

PRESIDENTEFernando fue mi entrenador durante años. Se empeñó en seguir a pesar de una lesión y… bueno, tiene la pierna bastante jodida.

PABLO se termina de poner su ropa. Se pone en pie, con dificultad y dolores.

PABLO ¿De por vida?

PRESIDENTE

39

Precisamente voy a visitarle, ¿te vienes?

PABLO se mira el reloj.

PABLOLo siento, pero es que tengo un trabajo nocturno en un hotel y…

PRESIDENTEVente a ver a Fernando y te llevo al hotel luego, hombre.

55. GARAGE CHALET. INTERIOR. DÍAPABLO se sube al todoterreno que conduce el PRESIDENTE.

Suavemente, el vehículo comienza a descender por el camino que lleva a la entrada a la finca.

De frente viene un deportivo rojo. Al volante, la HIJA del Presidente.

PABLO¿Vive con ustedes? Yo creía que…

PRESIDENTEEsto no lo digas, por favor. No lo escribas en el libro.

PABLOClaro, yo escribo lo que… usted quiera. Vamos, mi firma ni siquiera va a aparecer…

PRESIDENTEPero tampoco lo cuentes por ahí. Para el resto del mundo, mi hija está felizmente casada.

PABLO¿Y no es así?

PRESIDENTECuanto menos sepas de esto, mejor.

PABLO se gira y todavía tiene tiempo de ver fugazmente a la HIJA, saliendo del coche.

Su cabello brilla al sol.

VALLESPÍN (OFF)¡Joder, qué ilusión verte, presi!

40

56. SALÓN VALLESPÍN. INTERIOR. DÍA. VALLESPÍN (entre los 50 y los 60, viejo atleta, ahora postrado en un sofá) viste un feo chándal. Vallespín parece casi paralizado, no se levanta del sofá, apenas se incorpora para saludar al PRESIDENTE.

PRESIDENTEYa no, ya no… ahora expresi, como mucho.

VALLESPÍN se queda mirando a PABLO. El PRESIDENTE se siente obligado a explicar su presencia.

PRESIDENTEEl chaval va a escribir mis memorias.

Dándose cuenta de lo extraño de la frase, se corrige.

PRESIDENTEVamos, me va a echar una mano redactándolas.

PABLO y VALLESPÍN se estrechan las manos.

PABLO Encantado.

VALLESPÍNPerdona que no me levante, ya ves, estoy hecho un viejo.

PRESIDENTE¿Qué te pasa, hombre? ¿La triada?

VALLESPÍN se levanta la pernera izquierda del pantalón. Una gran cicatriz aparece en la rodilla.

VALLESPÍNSí, me operaron, pero no se curó bien. Ya sabes, después de la operación forcé mucho.

PRESIDENTESí, aquella época fue dura.

El PRESIDENTE se pone en pie, parece dispuesto a marcharse.

PRESIDENTEPues es una pena que estés tan viejo, Fernando, porque te iba a proponer una cosa…

41

VALLESPÍN¿El qué?

PRESIDENTENueva York.

VALLESPÍN¿La Maratón?

PRESIDENTEEste año puedo correrla. Con guardaespaldas, pero puedo. Y te quería invitar, todo pagado.

VALLESPÍNLlévate a otro, presi. Yo no estoy en condiciones…

PRESIDENTEEs que ya sabes… sólo haga buenas marcas contigo.

VALLESPÍNNo estoy en condiciones. Si apenas puedo ponerme en pie.

PRESIDENTEEso es porque no lo intentas, hombre.

VALLESPÍNNo, de verdad…

PRESIDENTEVenga, haz una prueba. Ponte de pie.

VALLESPÍNEs que me duele…

PABLOPerdón, pero si le duele…

El PRESIDENTE mira hacia VALLESPÍN mientras hace un gesto terminante a PABLO para que se calle.

PRESIDENTEEl dolor se supera. Venga, Fernando, ponte de pie y vamos a dar un paseo…

VALLESPÍN se calla un instante. Respira e inicia el movimiento para ponerse en pie.

VALLESPÍNAllá voy…

42

VALLESPÍN va a poner el pie izquierdo en el suelo, con mucho miedo. PABLO lo mira, aterrorizado.

Justo en ese momento, el PRESIDENTE echa a reír.

PRESIDENTE¡¿Pero qué haces, loco?! ¡Te vas a joder la pierna para siempre!

VALLESPÍNYa, pero me has dicho que…

PRESIDENTE¿Y tú tienes que obedecerme, tonto? Ay, Fernando…

FERNANDO queda confundido, PABLO, aliviado, al ver que todo era una broma.

El PRESIDENTE abraza a VALLESPÍN.

PRESIDENTECuídate, cabrón. Que quiero volver a correr contigo.

VALLESPÍN, ya menos tenso, se abraza al PRESIDENTE, con afecto.

57. COCHE. INTERIOR. NOCHEEl PRESIDENTE conduce. PABLO, en silencio, se mira el reloj, algo nervioso.

PRESIDENTE¿Qué acabas de ver?

PABLOUna broma a un atleta lesionado, ¿no?

PRESIDENTENo sólo eso. Has visto el poder.

El PRESIDENTE deja una pausa, esperando que su frase lapidaria haga efecto.

PRESIDENTECasi todo el mundo es como Vallespín. Están deseando que alguien tome las riendas. Y hay poca gente dispuesta a hacerlo.

PABLO¿Poca gente dispuesta a mandar?

43

PRESIDENTEMucha menos de lo que parece. Ese hombre ha estado a punto de levantarse, sabiendo que así podía joderse la pierna de por vida.

PABLOFue su empleado durante mucho tiempo. Y usted fue el presidente, por eso Vallespín iba a obedecerle.

PRESIDENTEMe gusta saber que la gente que me rodea es capaz de obedecerme tan ciegamente. Pero también me preocupa un poco.

PABLO¿Por que le carga de responsabilidad?

PRESIDENTESí. Por eso. El que manda es el responsable. Al final, la culpa siempre es suya.

PABLO¿Se siente usted culpable de algo?

PRESIDENTEYa estamos, ¿no?

El PRESIDENTE señala al otro lado del parabrisas. Efectivamente, están ante desvencijado Hotel Atlántico.

PATRICIO, fuera, está despidiéndose de unos huéspedes junto a la puerta.

58. HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHEPABLO baja del coche y se dirige hacia la entrada del hotel. PATRICIO, que se iba a volver al interior, le ve y se queda plantado, esperando que PABLO llegue junto a él.

Se mira ostensiblemente el reloj, con gesto irritado.

Cuando PABLO ya está a su altura y PATRICIO va a comenzar a echar la bronca, el todoterreno reaparece, dando marcha atrás bruscamente.

El PRESIDENTE se baja del coche, enérgico.

PRESIDENTE

44

Pablo, mañana voy a Estocolmo. ¿Te va bien que quedemos el lunes para empezar en serio?

PABLOPerfecto, el lunes.

El PRESIDENTE vuelve al interior del coche ante la atónita mirada de PATRICIO.

PABLOBuenas noches, Patricio. Siento el retraso.

PATRICIO no acierta a responder.

59. PISCINA. INTERIOR. DÍAPABLO llega junto a la piscina del chalet del presidente. Alguien nada, rápidamente.

PABLO se asoma para ver si quien nada es el presidente. No, es su HIJA.

PABLO la contempla nadar durante un instante. La HIJA llega al final del largo y se vuelve hacia él.

HIJAHola, ¿otra vez por aquí?

PABLO se siente pillado, disimula.

PABLOSí, estaba buscando a tu padre.

HIJACreo que ha tenido que reunirse con los del partido. Las cosas están un poco revueltas.

PABLOYa. ¿Y sabes cuándo va a volver? Habíamos quedado…

Desde el agua, la chica niega.

HIJAPero si me esperas un segundo, me cambio y te ofrezco un café… ¿te llamas Pablo, verdad?

PABLO

45

Sí.

La CHICA sale de la piscina, aún en la escalerilla agita la cabeza con energía para secarse un poco el pelo.

Después sale del todo. PABLO mira su cuerpo perfecto, aún brillante por el agua.

Se acerca un poco a él, con naturalidad.

HIJA¿O tienes prisa? No quiero retenerte…

PABLO mira a la chica, embobado.

PABLONo… qué va. Si no tengo nada que…

Ella ya no le escucha, ha entrado en una de las cabinas vestuario que hay junto a la piscina.

PABLO mira de reojo hacia allá.

Gracias a un espejo, puede ver el interior de la cabina. La chica se acaba de quitar el bañador.

Su cuerpo está completamente desnudo. PABLO hace un pequeño ruido involuntario. Ella lo oye. Se vuelve hacia él. Al verle, se da cuenta de que estaba mirando. Le sonríe.

60. DORMITORIO PABLO. INTERIOR. NOCHE. PABLO despierta. Junto a él está MANU, profundamente dormida.

Con mucho cuidado, PABLO se pone en pie.

61. COCINA. INTERIOR. NOCHEPABLO entra en la cocina, saca una Coca Cola de la nevera y comienza a bebérsela.

62. DORMITORIO PABLO. INTERIOR. NOCHE. PABLO se vuelve a meter en la cama. MANU está un poco más despierta.

MANU¿Estás bien?

PABLOSí…

MANU¿Has tenido una pesadilla?

46

PABLONo, no exactamente.

MANU¿Te has tomado una cocacola?

PABLOSí. Una sin cafeína.

MANU¿Y… la has tirado a…?

PABLOSí. Al amarillo. Te lo juro.

MANUBien, si estás seguro te creo…

PABLO besa a MANU y se da la vuelta. Cierra los ojos. Trata de volver a su sueño.

63. PISCINA. INTERIOR. DÍAPABLO y la HIJA se miran.

PABLO¿Por dónde íbamos?

HIJACreo que me ibas a besar.

La CHICA se acerca a PABLO. Le besa. Siguen besándose apasionadamente.

Comienzan a hacer el amor, sobre la hierba artificial que rodea la piscina. Junto a las toallas con el logotipo de Lacoste.

HIJA¿Te gusta así?

PABLOMe encanta. Muévete un poco más, un poco más…

64. HABITACIÓN PABLO. INTERIOR. NOCHE. PABLO murmura, en sueños.

PABLOUn poco más rápido, un poco más…

MANU, ya del todo desvelada, le observa, mosqueada.

47

65. DESPACHO PRESIDENTE. INTERIOR. DÍASentado seriamente ante la mesa del PRESIDENTE, PABLO pulsa una tecla en una pequeña grabadora digital.

PRESIDENTE¿Me vas a grabar?

PABLOSí, así podré transcribir la entrevista en casa.

PABLO saca una carpeta con preguntas.

PABLOEn su segunda legislatura, su popularidad cayó mucho.

PRESIDENTE¿Ya empezamos con críticas?

PABLO localiza una fotocopia, lee de ella.

PABLONo, son datos. Por aquí hay una encuesta del CIS que decía que cayó del 65 de por ciento de aprobación a…

PRESIDENTEBien, vale, es cierto. Lo admito.

PABLOEl principal motivo de descontento fue la guerra en Oriente Medio. Usted mandó tropas españolas a una guerra…

PRESIDENTEApenas fueron seis compañías.

PABLOFueron nueve. Y muchos agentes del CNI.

PRESIDENTEBien. ¿Cuál es la pregunta?

PABLOLa pregunta es ¿por qué decidió involucarse en esa guerra?

PRESIDENTEMi padre siempre decía que era fácil acertar la quiniela el lunes. En el

48

momento en el que hubo que tomar una decisión, la tomé y apoyé la guerra.

PABLOUsted me dijo el otro día que quien tiene el poder tiene también la responsabilidad.

PRESIDENTEY lo mantengo.

PABLOIntervenir en esa guerra fue un error. Y usted lo asume.

PRESIDENTENo estoy de acuerdo en que fuera un error. Se tomó una decisión con los indicios que había en ese momento.

PABLOUna decisión que los hechos posteriores han demostrado errónea.

PRESIDENTEEsos hechos posteriores, la demostración de que en Oriente Medio no había armas nucleares que nos ponían en peligro… sólo han sido posibles gracias a nuestra intervención.

PABLO¿Estaría entonces justificado invadir, por ejemplo, Portugal? ¿Ya que esa intervención serviría para demostrar que allá no existe ningún arma nuclear?

PRESIDENTECreo que esta conversación debe acabar aquí.

PABLO¿Por qué?

PRESIDENTENo me gusta la ironía. Puedo asumir el conflicto. No la broma. Me parece una falta de respeto.

PABLO

49

Disculpe. Tiene razón. Su argumento, de todos modos, sigue pareciéndome ridículo.

PRESIDENTE¿Por qué?

PABLOPorque los indicios que utilizaron para esa guerra fueron falsificados, porque esa incursión nos supuso un gasto de millones de euros, porque más de cien españoles murieron en medio del desierto…

PRESIDENTE¿Te crees que no lo sé?

PABLO¿Perdón?

El PRESIDENTE mira hacia la grabadora.

PRESIDENTEPara la grabadora.

PABLO coge la grabadora. Pulsa una tecla. Deja la grabadora de nuevo en la mesa.

El PRESIDENTE está más serio que nunca. Muy diferente.

PRESIDENTEDices que murieron cientos de españoles. ¿Te crees que no lo sé? Me acuerdo de ellos todos los días. Al principio no podía dormir, pero ahora, por fin lo consigo. Pero soy culpable de sus muertes. Lo sé.

PABLOPero, ¿Por qué decidió meterse en esa guerra?

PRESIDENTEPensé que era lo mejor para España. Lo pensé, de verdad.

PABLO¿Para tener mejor relación con Estados Unidos?

PRESIDENTE

50

Hay que pensar en cómo era todo en aquellos años. Nosotros íbamos bien. En Francia y Alemania estaban medio colapsados…

PABLO¿Se creyó usted que España iba a desplazarles? ¿Realmente?

PRESIDENTECrecíamos mucho más que ellos. Sí, ya sé que era un crecimiento muy artificial pero…

PABLOYa. Entonces no lo parecía.

PRESIDENTENo, lo parecía. Y los Estados Unidos estaban empeñados en aquella guerra. Nadie les apoyaba. Así que, si alguien se ponía de su lado, estaban dispuestos a pagar muy bien el apoyo…

PABLO¿Metió a España en la guerra sabiendo que no iban a encontrarse armas nucleares?

PRESIDENTEPodría mentirte, pero… las armas eran lo de menos para nosotros. Lo importante era subir de división en Europa. Íbamos a estar en el consejo permanente de la ONU...

PABLOPero no pudo ser… ¿sabe por qué?

PRESIDENTE¿Por qué?

PABLO¿Sabe cuál fue la razón de que todo su plan se fuera al carajo?

PRESIDENTESí.

El PRESIDENTE se pone en pie. Mira por la ventana. Un jardinero está podando los setos. Le saluda, distraído.

51

PRESIDENTEFui cínico. Pensé que una guerra lejana no tendría consecuencias para nosotros. Jugué a la estrategia, sin pensar que las piezas del tablero eran vidas humanas.

PABLO mira la grabadora. Se da cuenta de que los números siguen corriendo: sigue grabando. El PRESIDENTE, de espaldas a él, sigue hablando. PABLO decide dejar la grabadora en su sitio, sin detenerla.

PRESIDENTETambién olvidé algo que me decía mi padre siempre: “Hagas lo que hagas: la verdad siempre sale a la luz”

El PRESIDENTE se sienta tras su mesa. Es otra persona. Ahora parece un hombre más pequeño, atormentado.

PRESIDENTESi de algo me avergüenzo es de haber mentido a mi país.

Tras una larga pausa, PABLO carraspea, incómodo casi ante lo que acaba de escuchar.

PABLOCreo que a mucha gente le aliviaría escucharle decir esto.

PRESIDENTENo. Sólo daría armas a mis enemigos. En política uno no puede reconocer ningún error. Los tiburones huelen la sangre.

PABLO¿No le serviría para quitarse un peso de encima? Su imagen es la de un hombre resentido…

PRESIDENTENo. Hay cierta parte del país que me odia. Me odiará siempre. Nada de lo que vaya a decir cambiará eso. Y si quiero alivio, voy a un cura o a un psicólogo.

PABLOClaro.

PRESIDENTE

52

Por eso te he pedido que pararas la grabadora. Porque nadie debe saber esto.

PABLO asiente. En su mano derecha, la grabadora, cuyos numeros siguen avanzando.

PABLO cambia de tono y finge que va a poner en marcha de nuevo la grabadora.

PABLOBien, entonces, ¿quiere que sigamos grabando?

PRESIDENTENo. Estoy agotado. Vuelve mañana.

PABLO asiente. Se pone en pie y se lleva sus cosas.

PABLOEntonces, hasta mañana…

El PRESIDENTE sólo mueve la cabeza a modo de despedida.

Cuando PABLO sale, suena el teléfono del presidente. Éste lo descuelga y lo vuelve a colgar inmediatamente. Deja de sonar.

Luego se pone en pie, de un discreto armario cerrado saca una botella labrada de cristal.

Se sirve un whisky. Vuelve a sentarse. Sus ojos fijos al frente, pero perdidos en algún lugar muy lejano.

66. AUTOBÚS URBANO. INTERIOR. NOCHE. Sentado en un asiento del autobús urbano, PABLO manipula la grabadora digital.

En la pantalla se lee la pregunta: Delete?

PABLO va a pulsar la tecla de OK. Duda antes de hacerlo.

67. CALLE HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHEPABLO baja del bus urbano. Camina hacia el Hotel.

68. HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHEPABLO llega a la recepción del hotel. Allá está PATRICIO, sonriente.

PATRICIO¿Cómo estás, Pablo?

53

PABLO parece sorprendido por la actitud de su jefe.

PABLOBien, gracias. ¿Voy a cambiarme?

PATRICIOBueno, tampoco tengas prisa. ¿Quieres un café? Acabo de hacer…

PABLO, más sorprendido aún, acepta con un gesto. PATRICIO le indica una cómoda butaca, para que se siente.

PATRICIOMenuda sorpresa la otra noche. Cuando vi quién salía del coche… ¿era el expresidente, verdad?

PABLO asiente.

PABLOEstoy trabajando para él. No puedo decirle en qué…

PATRICIOTutéame, por favor.

PABLOPues… no puedo decirte en qué, pero estoy ayudándole en algo…

PATRICIO¿Tú estás ayudando al expresidente?

PABLOSí, por eso llego tan tarde y agotado…

PATRICIOYa.

PATRICIO mira a todos lados antes de seguir. Parece que va a confiar un secreto. Se saca la cartera y la muestra a PABLO. Éste mira algo que no vemos y se la devuelve a PATRICIO.

PATRICIOAfiliado número 1.872. Son tiempos duros con todos estos casos de corrupción, pero ahí sigo.

PABLOYa.

54

PATRICIO¿Te acuerdas cuando la guerra de Oriente Medio? ¿Te acuerdas de las manifestaciones en contra?

PABLOClaro.

PATRICIONo sé si recordarás que hubo una a favor.

PABLO parece sinceramente sorprendido.

PABLO¿A favor de la guerra?

PATRICIO asiente, como si revelara un gran secreto. Se señala el pecho.

PATRICIOYo fui el organizador. No éramos muchos, pero…

PABLO no sabe qué decir.

PATRICIOCon esto te quiero decir que estaré siempre con nuestro expresidente. Llega a la hora que puedas. Y, de vez en cuando, si necesitas un descanso, yo te cubro, compañero.

PATRICIO estrecha la mano de PABLO, con afecto. Éste traga saliva.

PABLOGracias… compañero.

69. JARDINES CASA PRESIDENTE. EXTERIOR. DÍAPABLO corre a la par del PRESIDENTE. Claramente, está más en forma que el primer día.

PRESIDENTEAyer me diste mucha caña.

PABLOTenía que hacerlo. Si queremos que el libro suene algo sincero.

PRESIDENTE

55

Está bien. Pero hoy toca ver el otro lado.

PABLO¿El otro lado?

70. GIMNASIO. INTERIOR. DÍAMientras PABLO hace abdominales, con cierta dificultad, el PRESIDENTE le coge los pies.

PRESIDENTESí. ¿No te acuerdas de los ataques a nuestras sedes? Tal vez estuviste en alguno de ellos…

PABLO contesta como puede, sin dejar de hacer abdominales.

PABLONo es… tuve

PRESIDENTEMal, más a fondo… sino, no cuenta.

PABLO corrige, hace los abdominales mejor.

PRESIDENTEAsí, eso es… Pues me alegro de que no estuvieras. Tenías que ver a aquella gente, llamándonos “asesinos”. Mostrándonos fotos de los niños muertos en…

PABLOLo eran, indirectamente… ¿no?

PRESIDENTENo. No lo éramos. Ni directa ni indirectamente.

PABLO se para, agotado.

PABLOYa llevo veinte, ¿no?

PRESIDENTEVenga, diez más.

PABLOJoder

PRESIDENTENo me protestes.

56

PABLO accede a seguir con los abdominales.

PRESIDENTEA mi mujer la llamaron puta, lo mismo hicieron con mi hija, a mis hijos les tiraron pintura y les rayaron los coches…

PABLOEso no está bien…

PRESIDENTENo, no lo está.

Justo en ese momento, llega la HIJA, con un inalámbrico en la mano.

HIJAPapá, es Mamá… que no le coges el móvil.

El PRESIDENTE se pone en pie, toma el teléfono y se aleja, serio.

PRESIDENTEDime, palomita…

PABLO mira a la HIJA, sorprendido por el tono. LA HIJA sonríe.

HIJAMi padre es bastante cariñoso. La gente no lo sabe. Tú eres Pablo, ¿verdad?

PABLOSí. ¿No nos habíamos presentado?

La HIJA parece sorprendida.

HIJANo, ¿por?

PABLONo, nada. Perdona…

LA HIJA va a marcharse.

HIJABueno, tengo que hacer…

PABLOVale, encantado…

57

HIJA…bueno, la verdad es que no tengo nada que hacer. Me paso el día viendo la tele…

PABLO¿Te apetece…?

HIJASí. Bueno, tal vez tendría que dejarte acabar la invitación…

PABLOTomar algo cuando acabe con tu padre? Vamos, cuando acabe de trabajar con él.

HIJASí. Pero tenemos que ser discretos. ¿Quedamos en dos horas en…

PABLOEn el Hotel Atlántico. Ahí nunca va nadie.

La HIJA asiente y se aleja.

HIJAHasta luego.

En su salida, la chica se cruza con su padre. El PRESIDENTE la mira, un poco mosqueado.

Luego, se dirige a PABLO.

PRESIDENTE¿Hasta luego? ¿Has quedado con mi hija?

PABLO¿Quedar yo?

PRESIDENTE“Hasta luego” supone que va a haber un “Luego”.

PABLOEs una manera de hablar, de despedirse. Mucha gente la usa.

PRESIDENTEYa.

58

El PRESIDENTE no parece tenerlas todas consigo, pero cambia de tema, con energía.

PRESIDENTE¿Qué, trabajamos un poquito?

PABLOClaro.

71. CAFETERÍA HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHE. PABLO, sentado en la cafetería, grande, vacía, con ventanales al aparcamiento. Mira hacia el exterior.

PATRICIO se le acerca.

PATRICIO¿Está bien así la luz? Si no, le pido a Bienve que la ponga un poco más suave…

PABLONo, tranquilo, así está bien.

PATRICIOVale, no molesto. Por cierto, hay champán francés, pero ese te lo tendría que cobrar…

PABLOAhí viene…

Efectivamente, al otro lado de la cristalera, descendiendo de su lujoso coche, aparece la HIJA, lleva zapatos rojos, de tacón.

PATRICIOEs más alta de lo que parece en las revistas…

72. CAFETERÍA HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHELa HIJA está un poco nerviosa, mira a todas partes.

HIJACarlos está en Dubai, con la niña.

PABLO¿Tienes una hija?

HIJASí. ¿No lees las revistas?

PABLOEsas no.

59

HIJAEstá fuera. Se pasa largas temporadas allá. Tiene negocios de todo tipo. Apenas pisa Madrid.

PABLOSí, he visto que es muy amigo de…

HIJANo es amigo de nadie. Sólo se mueve por interés. Exclusivamente.

PABLO¿Por qué sigues casada con él si eso piensas de él?

HIJAHemos llegado a un acuerdo. Seguimos unidos de cara a todos, pero…

PABLOYa.

La HIJA mira a su alrededor, el hotel casi completamente vacío. A lo lejos, un par de clientes leyendo prensa. Más lejos, PATRICIO, mirando todo desde lejos.

HIJA¿Tendrán habitaciones libres aquí?

PABLO no sabe qué contestar.

73. HABITACIÓN HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHEPABLO y la HIJA caen abrazados sobre la cama de una habitación del hotel.

Ansiosos, comienzan a meterse mano.

Comienza a sonar. “Adoro a las pijas de mi ciudad” de La Costa Brava.

74. MONTAJE DE SECUENCIAS. JARDINES/ CASA PRESIDENTE/ HOTEL ATLÁNTICO

La HIJA nada en la piscina, PABLO la observa desde el jardín, donde se ha distraído un momento de la entrevista con el PRESIDENTE.

PABLO corre con el PRESIDENTE, llevando la grabadora, grabándole a la vez. Deja de grabar y acelera, dejando al PRESIDENTE atrás, éste se queda impresionado.

60

PABLO y la HIJA hacen el amor en otra habitación del hotel.

PABLO, en casa, transcribe las conversaciones grabadas. Teclea en un ordenador, mientras escucha la voz del Presidente en los auriculares.

Desde el interior del Hotel, PATRICIO ve a PABLO y a la HIJA besarse en el aparcamiento. Parece conmovido.

75. PLAZA TIRSO DE MOLINA. EXTERIOR. DÍAPABLO sale de la boca de Metro pasa junto a los indigentes, parecen sorprenderle y disgustarle más que antes.

76. CASA PABLO. PORTAL. EXTERIOR. DÍAPABLO va a abrir la puerta. Le sorprende no coincidir con MANU en la puerta. Entra.

77. CASA PABLO. INTERIOR. DÍAPABLO entra usando su llave. Nada más entrar, pregunta.

PABLO¿Manu?

Aunque nadie le responde, PABLO escucha algo. En la habitación. Va hacia allá.

Se encuentra a MANU, muy triste y seria, tumbada sobre la cama.

MANULo sé todo.

Antes de que PABLO diga nada, MANU saca el portátil, el ordenador que PABLO usa para transcribir las conversaciones con el presidente. En la pantalla, uno de estos documentos, abierto.

PABLO parece levemente aliviado.

78. SALÓN CASA PABLO. INTERIOR. DÍA

MANUNo te entiendo… ¿cómo has podido hacer esto?

PABLOMe van a pagar mucho dinero.

MANU¿Cuánto?

PABLO

61

Treinta mil euros.

MANU¿Y eso también pensabas ocultármelo?

PABLONo, iba a compartir el dinero contigo, pero… no pensaba decirte de dónde venía.

MANU¿Por qué? Lo que más me jode es que me mientas.

PABLO¿Por qué no iba a decírtelo? Pues por tus… convicciones políticas.

PABLO se corrige.

PABLOQué coño, porque eres una fanática.

MANU¿Yo?

PABLOSí, Manu, eres una fanática izquierdista. Esa gente, el expresidente y su familia, son gente como nosotros.

MANUSerán como tú.

PABLOPues sí. Y en muchas cosas son mejores que yo. Y que tú.

MANU¿Por qué?

PABLONo son tan pesados con eso del reciclaje, por ejemplo.

MANUClaro, a ellos el Medio Ambiente se la trae floja…

PABLO

62

Es gente que no está pidiendo perdón todo el tiempo por todo, como nosotros. Quieren un todoterreno aunque consuma más, se lo compran. Quieren irse de compras, se van. Quieren echarse laca con CFCs, se la echan.

MANU, extrañada, contempla a su novio, más apasionado que nunca. Se ha puesto en pie en el centro del salón.

PABLOLes gustan las cosas brillantes y bonitas, como es natural, y las buscan. ¡Los pijos son la esencia de la naturaleza, la sal de la tierra! Y yo estoy harto de vivir una vida de segunda B.

MANU, muy seria, apenas mira a PABLO cuando contesta.

MANUNadie te obliga a vivirla. La mesa de estantería de IKEA es tuya. Lo demás es mío.

PABLO, algo sorprendido por la respuesta, se dirige a MANU.

PABLOPero… ¿Cómo estás?

MANU¿Cómo voy a estar? Me siento como si me hubieras puesto los cuernos.

PABLO abre la boca, pero no dice nada. MANU no lo ha advertido.

MANUO peor. Llevas semanas llevando una doble vida, trabajando para un criminal de guerra…

PABLOOjo, no es un criminal de guerra…

MANU¿Ves? Ya hablas como ellos.

PABLONo hay “ellos”, no hay “nosotros”…

63

MANUEso es lo que dicen ellos. ¿Ves? Has cambiado. Me di cuenta el otro día, cuando dijiste que olía mal en Tirso.

PABLOHostia, es que huele mal. Los borrachos mean ahí.

MANUAntes no te importaba.

PABLO asiente. Parece conformarse. Es como si MANU acabara de dar con el argumento que termina con cualquier discusión.

PABLO¿Me paso el sábado por la mañana a recoger mis cosas?

MANU asiente sin ni siquiera mirarle.

79. DESPACHO PRESIDENTE. INTERIOR. DÍAPABLO, serio, graba al PRESIDENTE que, serio, mira al frente, consciente de la importancia de sus palabras

PRESIDENTESi echo la vista atrás, mi tiempo en el gobierno me parece una etapa de prosperidad, en el que la seguridad de los ciudadanos y sus libertades crecieron exponencialmente.

El PRESIDENTE deja una pausa. PABLO va a detener la grabadora, pero un gesto del PRESIDENTE se lo impide.

PRESIDENTEAdemás, puedo decir que todo, errores o aciertos, todo lo que hice por el bien de mi país. España.

Hace una señal, casi de locutor de radio, a PABLO, para que detenga la grabación. Éste lo hace.

PABLOBueno, en cuanto transcriba esto habremos acabado. Para mañana lo tengo listo.

PRESIDENTEHas cambiado, Pablo.

64

PABLO¿A qué se refiere?

PRESIDENTEAhora acabas las frases. Como los hombres.

PABLO no entiende.

PRESIDENTELos hombres acaban las frases en punto. Dicen cosas claras, tajantes. Los críos las dejan pendientes, como expresando dudas, como si admitieran que todo lo que han dicho antes fuera dudoso.

PABLONo me había fijado.

PRESIDENTEEse es el camino.

PABLO¿Usted cree?

PRESIDENTELo sé. Y en el interior, creo que tú también lo sabes.

PABLO va a salir. Antes de que lo haga, el PRESIDENTE le detiene.

PRESIDENTETen.

El PRESIDENTE tiende a PABLO un habano de grandes dimensiones.

PRESIDENTEMe lo dio un buen amigo. Tienes que aceptarlo.

PABLO toma el puro.

PABLOGracias.

80. CAFETERÍA HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHEPABLO, escuchando en los auriculares las últimas frases del PRESIDENTE, las transcribe al documento de texto en su portátil.

65

Teclea.

“Además, puedo decir que todo, errores o aciertos, todo lo que hice por el bien de mi país. España.”

Guarda el documento.

Lo envía por correo electrónico a un tal Luis Bejarano de la Editorial ATE.

Se pone en pie y saca su teléfono móvil.

Marca un número.

PABLOLuis, soy Pablo. Te acabo de mandar la transcripción del libro del presidente. Por favor, revísatelo lo antes posible. Ya sabes que corre prisa.

Justo cuando ha terminado la llamada, llega la HIJA, sonriente, protegiéndose de la lluvia con un paraguas rojo.

Se besan. Ella le mira un instante.

HIJA¿Estás un poco serio?

PABLOSí, tengo algo que decirte…

81. HABITACIÓN HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHE. Desnudos, en la cama, después de haber hecho el amor. PABLO, con la cabeza junto a los pies de ella.

HIJA¿Así que ahora estás soltero?

PABLOSí.

HIJA¿Y cómo te sientes?

PABLOJodido. Y… aliviado. Estaba harto de llevar una doble vida.

Se da la vuelta y se coloca junto a ella, abrazándola.

66

PABLOAhora ya sé cuál de las dos vidas es la que quiero llevar.

HIJA¿Sí?

PABLOSí. Quiero estar contigo.

HIJAMe encantaría, pero… estoy casada.

PABLOTu marido no existe. Nunca está aquí. Si un hombre no está contigo es porque no te quiere…

HIJA¿Tú crees?

PABLOClaro que sí. No te quiere.

Ahora es ella la que se abraza a PABLO, cariñosa, pero con dudas.

PABLO¿Crees que merece la pena desperdiciar tu vida con alguien que no te quiere?

Ella se queda en silencio un instante. Luego mira a PABLO fijamente.

HIJAVámonos. Ahora mismo. Vámonos.

PABLO¿Juntos?

HIJASí.

PABLOSí, vámonos. Pero… no nos fuguemos como si fuéramos ladrones. Lo primero es que cojas tus cosas de casa de tus padres…

HIJANo quiero volver allá.

PABLO¿Quieres que te acompañe?

67

HIJANo, no hace falta.

PABLOTe espero aquí a las diez. ¿Dónde quieres que vayamos?

HIJAPodemos ir al aeropuerto y decidir allá, como en las películas.

PABLOVamos a un sitio cálido, ¿no?

Ella se levanta de la cama. Comienza a vestirse.

HIJASí. ¿Australia?

PABLOAustralia está bien, sí.

La chica se agacha hacia PABLO. Le besa en la boca.

HIJAEspérame abajo.

PABLOÁnimo. A las diez, ¿vale?

82. CAFETERÍA. HOTEL ATLÁNTICO. NOCHELlueve fuera. PABLO, con las maletas hechas, vestido ya con su abrigo, espera.El reloj de la cafetería marca las diez y diez.

Llega PATRICIO, triste.

PATRICIO¿No viene?

PABLO niega.

PATRICIOIgual lleva algo de retraso ¿Ha llamado?

PABLONo. Y tampoco me coge el móvil.

PATRICIO agita la cabeza. Eso ya parece más difícil de explicar.

68

PABLO Voy a ir para allá. A su casa.

PATRICIOEstá diluviando, hombre. Y pasan poquísimo autobuses…

PABLO va a salir de la cafetería sin hacer caso a su jefe. Cuando está a punto de hacerlo, PATRICIO le habla.

PATRICIO¡Espera!

PABLO se gira y ve cómo el hombre saca un llavero del Real Madrid del que cuelga una llave vieja.

83. COCHE PATRICIO. INTERIOR. NOCHEPABLO conduce el coche, desvencijado, con unos cuantos complementos de dudoso gusto.

Llueve en el exterior. La noche es de lo más desapacible.

84. CASA PRESIDENTE EXTERIOR. NOCHEPABLO llega por fin a la puerta de entrada a la finca del presidente. Al estar cerrada, debe salir del coche.

PABLO, mojándose por la intensa lluvia, se acerca al portero automático.

VOZ PORTERO¿Qué desea?

PABLOSoy Pablo… quiero ver a...

VOZ PRESIDENTE PORTERO¿Quién es?

PABLOHola, Presidente… he venido a ver a su hija. He quedado con ella…

VOZ PRESIDENTE PORTERO¿Perdón? No sé quién es usted.

PABLOPor favor, está lloviendo, déjeme pasar. Se lo explicaremos todo. Yo quiero a su hija… ¿Me oye?

85. SALÓN. CASA PRESIDENTE INTERIOR. NOCHE

69

Desde el interior de la casa, el PRESIDENTE mira hacia fuera.

Descuelga el teléfono fijo.

PRESIDENTESeguridad, le llamo desde el 14 de la calle Olmedillo. Delante de la puerta de mi casa se ha plantado un intruso. Échenlo lo antes posible.

Cuelga y mira fugazmente hacia el sofá del salón. Ahí, sentada está su HIJA en silencio, inexpresiva.

86. PUERTA CASA PRESIDENTE. EXTERIOR. NOCHE. PABLO agita la puerta con todas su fuerzas, intentando abrirla. Sus ropas mojadas ya están pegadas a su cuerpo.

Las luces de un vehículo de seguridad privada le iluminan. PABLO se detiene en cuanto los ve.

87. HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHE. PATRICIO ve cómo PABLO regresa al hotel, calado y derrotado.

Va a preguntarle algo, pero prefiere no hacerlo. PABLO deja la llave del coche de PATRICIO en el mostrador de recepción, frente a él.

Sigue, en silencio, hacia su habitación.

88. HABITACIÓN HOTEL. INTERIOR. NOCHEPABLO abre el minibar de su habitación. Saca unas cuantas botellas. Abre una y se la bebe de dos tragos. Abre otra.

Suena el teléfono.

Pablo descuelga.

PABLO¿Sí?

LUIS EDITORIAL (OFF)Soy Bejarano, de la editorial.

PABLOAh, vale. Dime.

LUIS EDITORIAL (OFF)Acabo de leer la transcripción. Está todo ok.

70

PABLOBien.

LUIS EDITORIAL (OFF)Te llamo porque esto lo mandamos mañana a la imprenta. ¿Tenéis algo más que queráis incluir en el libro?

PABLO se queda en silencio.

LUIS EDITORIAL¿Pablo?

PABLOSí, estoy aquí. Pues… déjame pensar.

89. HABITACIÓN HOTEL ATLÁNTICO. INTERIOR. NOCHEUn café junto al teclado. PABLO, frente al ordenador, escucha en sus auriculares la voz del PRESIDENTE procedente de la grabadora.

PRESIDENTE OFFPara la grabadora.

En la grabación se escucha un chasquido, pero el sonido sigue llegando. La voz del PRESIDENTE sigue llegando clara.

PABLO comienza a teclear, rápidamente.

PRESIDENTE OFFDices que murieron cientos de españoles. ¿Te crees que no lo sé? Me acuerdo de ellos todos los días. Al principio no podía dormir, pero ahora, por fin lo consigo. Pero soy culpable de sus muertes. Lo sé.

PABLO escribe todo, a una velocidad endiablada. Su propia voz aparece en la grabación. También teclea su pregunta.

PABLO OFFPero, ¿Por qué decidió meterse en esa guerra?

PRESIDENTE OFFPensé que era lo mejor para España. Lo pensé, de verdad.

90. HABITACIÓN HOTEL. INTERIOR. NOCHEEl puntero se coloca sobre el icono de “enviar” en el programa de correo electrónico.

71

El nuevo mensaje a Luis Bejarano ha sido enviado. Lo confirma un tranquilizador sonido procedente del ordenador.

PABLO apaga su móvil y se pone en pie.

91. HABITACIÓN HOTEL ATLÁNTICO. EXTERIOR. NOCHEDesde el exterior, tras el agua de lluvia, se acierta a ver cómo PABLO se deja caer en la cama. Está exhausto.

72