Post on 31-Jan-2021
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Un mes despuGs, Gian Fraricesco remit;& - a su madre, desde Paris, una carta que decia de sus ilusiones y esperanzas, y que fug aco- gida con kstima, entrecort6ndose la lectura con lamentaciones por el frustrado porvenir que Lubigrale esperado a1 joven si se hubiese - avenido a la sal& tutela del Dariente. v con- cluyendo que tal urdimbre J,' vaguedajes era el product0 imaginario de un iluso descarriado.
Muchos &os despuss se La visto a la ve- nerable condesa Jella Fascia i r a Ia villa de
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A cerjmica como expresiln de arte -sin0 J e ese arte elevado y aris- tocritico que etigimos a la tela o a1 L m6rmo1, sin0 de aquellas artes me- - nores aplicadas o decorativas, que
representan, sin embargo, la sintesis de la m6s pura necesidad eststica esyiritual y ma- terial de un pueblo-va tornando, en Chile, una importancia notable que rnerece ser con- sideradn mis atentamente.
Asolo, como va un peregrino a un santuirio, Ilevando para sa hijo (entre otros testimoaios de reconocimiento a1 genio triunfador) una lierrnosa estampa del g6tico San Francesco de V e n ezia.
H . S i c c a r d ; .
Lomas de Zamora(B. A. Rep. Argentina). AbriI de 1956.
C E R A M I C A C H I L E N A
DE QUINCHAMALI LLAMABA
TAMBIEN DE CHILLAN
Ocurre esto, ya sea por la bensfica contri- Luci6u de buenos elernentos extranjeros emi- grados a1 pais o llamados expresamente a en- seGar, ya sea por el entusiasmo y la iniciativa de j&venes, 10s cuales-despui& de pasar al- g6n tiempo en Europa y en contact0 con el ambiente artistic0 de avanzada-Lan concu- rrido a Lacer surgir y a organizar una ES- cuela de arte p1;stico en la cual-Lajo In
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ggirla de In Uiiversidad del Estaclo-;e so-
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brepasan 10s Iimites de la academia y se co- rre libremente hacia las mgs variadas formas de-las artes menores.
Frecuentemente en Santiago (y la capital en todos 10s paises de la Amgrica del sur re- presents siempre el centro de toda fuerza y el sitio donde se concentran todas 1,s activi- dades nacionales) es dado ver surgir nuevas fLbricas -y nuevos laboratorios o ser atraido por las muestras piiblicas de este o ague1 ce- ramista el cual-en las cosas y en 10s ohje- tos creados o decorados-muestra claramente la tendencia o el estilo que mis le atrae.
Se diria que a 10s unos 1es gustn plasmar en la arcilla 1,s escenas m i s caracteristicas de la vida popular y del folklore campesino para crear pequecas obras de arte de forma realista qu'e, en la viveza del colorido y lo luciente del esmalte encierran un momeuto de vida verdadera y observada.
Los otros-a veces con cierta orisinnlidad particular-se esfuerzan en seguir la moda
del dia y dan a sus obras quells expresioii y aquella forma que, sin estar todavia a mi- tad del siglo, nos obstinamos en llamar, con justicia, e e s t i l o n o v e c i e n t o s 9 .
Junto a este nuevo e interesante desenvol- vimiento del arte de la ceramica, destinado a alcanzar proporciones inesperadas y a crear una industria que podr i terier valor y car&- ter nacional, viene a1 cas0 observar muchos ohjetos de arte que se fabrican aqu; y n l k , en la provincia y en 10s campos, para satis- facer a 10s usos y a las necesidades de la vida cotidiana y domgstica. Presgntanse en dife- reiites sitios bajo aspectos caracteristicos y con caracteres k e n definidos. Son ollas, vasos, platos, &taros y cacerolas de todas calidx- des y tamaGos, van desde Ios vasos de que se sirven 10s vendedores de @mote con huesiIlos3
a otros pequeGisimos, modelados cas; por ju- ~ e t e a modo de miniaturag,
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a . E n general se trata de ceramicas mono- cromas y de escasn decoraci6ii. Apnrte de aquellas rudas y arcaicas, de 10s postreros descendientes de la fuerte raza nraucana, en- contraremos, en Quillota o en Limache, ce- r h i c a s de un color esmcial roio ladrillo,
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DroDio de la arcilla de Que son formados. En A I I
otros pueblos (eo Talagante, por ejemplo) atrajeron nuestra atencihn objetos grandes y pequeGos pintados de rojo vivo, antes o des- pugs de ser cocidos.
De In irovincia de Aconcagua n la de S t u b ~ e , veremos, en cambio, cerLmicas corn- pletamente negras, sin decoraciiii alguna o &lo con al@n breve dibujo, Iin'eaI o floreai, apLnas indicado por una leve incision.
Otras cer6micns especiales son Ins de
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Rnncagua o de CLilIAn. Ertas se distinguen por su color iiegro luciente, debido a un fin;- simo polvo de carbhn mezclado a In pasta a t - cillosn, y son decorndos con vagos dibujos, incisos, con mucba frecuencin lineas cada.una . . pintada con variados colores.
Soli estas Ins pequeiias ceramicas que bus- can 10s viajeros y 10s turistas para obsequiar- 1as o conservarlas como un recuerdo y quese conoceii comiinmente con el nombre de cer6- micas de Cliillin.
E n vrrdad, provienen de la ciudad de Cliill&i, donde-en 10s dias de ferin-se Lace de ellas gian comercio y exportacihn, pero su lugar de origen y de fabricacion es
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hastante mis modesto y lejano. S e trata, en efecto, de tlnn p e q u e k aldea - -
situada a1 pie de 10s Andes y cuyo nombre ts Quincliamali. Desde 10s tiempos de la co- Ionia fuI residencia de ind;genas (Mapucbes o Peliuenches) que desde esa Gpoca conservan y cultivan el arte de fabricar y de pintar manufactos de creta. El indigena ha desapa- recido de la regi6n, pero 10s actuales chilenos conservan todavla mucLns de sus costumbres